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Colegio San Viator Colegio de Calidad en Clave de Evangelización Departamento de Filosofía Filosofía y Psicología Guía

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Colegio San Viator Colegio de Calidad en Clave de Evangelización Departamento de Filosofía

Filosofía y Psicología Guía de Trabajo Nombre: ___________________________________Curso: 4° Medio ____ N° lista: ___Fecha: ________

A.

La Moral:

Los animales, ni tienen moral ni la necesitan: su vida está totalmente “programada” por el instinto. En cambio, el ser humano carece casi por completo de instintos y, por ello, se ve obligado a elegir –entre normalmente una amplia gama de posibilidades- lo que va a hacer. Y al hacerlo, manifiesta su libertad. Aquí está la gran diferencia con el animal. Y aquí es donde se encuentran las raíces de la moral: no es sólo que el hombre se vea en la necesidad de elegir, sino que sabe que debe hacer una buena elección. Con lo cual ya nos encontramos con dos términos morales fundamentales: Deber (obligación) – Bien (bueno). Lo malo es que es difícil elegir y sobre todo, es difícil elegir bien. El individuo se volvería loco si tuviera que estar, a cada paso, inventando su vida, es decir, haciendo continuamente elecciones. Tampoco le iría bien a la sociedad, dado que posiblemente las elecciones individuales serían muy diversas, con el consiguiente desorden social. Aunque lo más probable es que reinase la ley de la selva, es decir, la ley de la naturaleza, y los más fuertes aplastarían a los más débiles. La norma moral es el reconocimiento de la dignidad del hombre y sus derechos. Todos los hombres son iguales en cuanto a su dignidad y a sus derechos. La sociedad en que vivimos posee normas de conducta, y el niño, desde muy pequeño, aprende “lo que debe hacer” y que es “bueno” para él y para todos. Reflexionar sobre los hechos morales es pensar acerca de los actos de interioridad del hombre, las normas y los valores sobre los que se basan sus decisiones. Como dice Marta López Gil (pensadora argentina): “Vivir en sociedad requiere que los individuos no satisfagan sólo sus deseos, sino que adapten y autocontrol en sus comportamientos y los sometan a ciertas reglas. Estas reglas nos recuerdan que el otro no es una “presa” sino un hombre con sus propios deseos, su libertad, sus exigencias de una vida buena o feliz” No aprendemos las normas morales de libros o de códigos escritos. Sin embargo, todos conocemos y usamos frecuentemente frases como no hagas a otros lo que no quieras que te hagan, ama al prójimo como a ti mismo que expresan principios o normas morales básicas que toda sociedad quiere que sus miembros las cumplan. En general, hay acuerdo acerca de las cosas que constituyen básicamente un acto moral. Debe haber un sujeto que delibere, piense que es bueno hacer y luego ejecute esa acción que involucra a otro hombre. La acción debe ser libre para que el sujeto sea responsable de ella. Por ejemplo si tengo una enfermedad que me hace decir mentiras todo el tiempo sin que me dé cuenta, no elijo mentir (no es un acto voluntario) y, por lo tanto, no soy responsable de esas mentiras. ¿Qué pasa si no cumplimos con las normas que sostiene nuestra sociedad? En ese caso recibimos la reprobación y la crítica de los demás porque, como dijimos, esas reglas están íntimamente ligadas a un grupo social de un momento histórico y a un lugar determinado. Piensen por ejemplo: ¿por qué sus bisabuelas iban a la playa casi vestidas? Porque en su época se consideraba inmoral (contrario a la norma moral) exhibir ciertas partes del cuerpo. Y ¿qué sucedía si alguna mujer joven más audaz que el resto se animaba a llevar una falda más corta que lo usual? Probablemente fuera criticada tanto

por sus padres como por los desconocidos. Sin embargo, a no ser que su atuendo fuera ofensivo, ningún carabinero tenía derecho a llevarla presa. La norma moral no es una ley escrita que merezca una pena legal al ser violada. Es necesario distinguir entre “ética” y “moral”, si bien ambos términos se utilizan con un significado muy cercano. De alguna manera esto refleja que, en un principio, estos términos que usamos hacen referencia a las costumbres de un grupo social.Hablamos de moral cuando nos referimos a todos los comportamientos, los valores, los principios, las acciones entre los hombres, esto significa que los problemas morales son los que comprenden la acción intersubjetiva, acción que involucra directa o indirectamente a más de un sujeto, y todo aquello que una sociedad ha establecido para que sea posible la convivencia, sin que se haya escrito, en códigos civiles. En cambio, si queremos hablar con precisión, tenemos que aplicar el término Ética solo a una parte de la filosofía la que analiza y sistematiza los actos que quedan comprendidos en la moral. Ética se denomina a toda propuesta destinada a regular el comportamiento social de los seres humanos. La Ética tiene que dar razón filosófica de la moral, como reflexión filosófica se ve obligada a justificar teóricamente por qué hay moral y debe haberla, o bien a confesar que no hay razón alguna para que la haya, mientras que moral ha de ser el acatamiento con que cada persona responde a las normas previamente aceptadas. Ese conjunto de normas es la moral, entonces, se puede llamar moral al código de normas acerca de lo que se considera “bueno” y también “un deber”. No es concebible una sociedad sin la existencia de tal código de normas, por esto, si el hombre es un animal político también es un animal moral. La moral es un conjunto de normas o reglas de acción y también podemos decir de valores, ya que las normas señalan que algo se debe hacer porque se considera “bueno” ,“justo”, “honrado”, etc. La sociedad en que vivimos posee normas de conducta, las cuales podemos dividirlas en: 1.- Normas sociales: son las que regulan el comportamiento de los individuos en una sociedad determinada, ellas constituyen la manera socialmente aceptada de relacionarse y cada sociedad las va enseñando, como vimos, desde que el niño nace. Si pensamos en nuestra manera de comer con cuchillo y tenedor, sentados alrededor de una mesa, en nuestros hábitos de higiene, en nuestra manera de saludar o despedirse, en el pedir por favor o dar las gracias, estamos hablando de la manera en que nuestra sociedad entiende como debemos relacionarnos. Es así que por ejemplo, cuando una persona no saluda, podemos llamarla mal educada. Ahora bien, muchas de las normas culturales y sociales tienen también un trasfondo moral que les da su sentido. Por ejemplo, el hecho de saludarnos debiera estar indicando que somos conscientes de la presencia de otro y que este otro nos importa, lo que caería en el ámbito de la moral, pero la verdad es que esta reflexión sobre le fundamento moral de las costumbres, rara vez es llevado a cabo. Esto implica que cumplimos con las normas sociales automáticamente, sin preguntarnos por el sentido moral que conllevan. 2.- Normas morales: son el conjunto de reglas que orientan las acciones de las personas hacia el bien personal y colectivo. Ellas se fundamentan, en general, en la fe, en creencias religiosas o posiciones filosóficas. De acuerdo a algunos filósofos, aunque las normas morales se manifiesten en las acciones de la vida cotidiana y en el ámbito concreto, sus raíces se encontrarían en conceptos más profundos de trascendencia, de relación con lo divino o en principios éticos provenientes del pensamiento filosófico. Otros por el contrario, consideran que las normas morales sólo corresponderían a convenciones propias de cada cultura o sociedad, por lo tanto, la distinción entre normas morales y normas sociales no podría ser establecida a cabalidad. Sin embargo, la existencia de las normas morales es un hecho presente en todas las civilizaciones. Diferencias entre los tipos de normas: Norma Social Que regulan Las costumbres y tradiciones de una comunidad y constituyen un

Norma Moral La vida personal en función de valores

Quién promulga Quién cumplirlas

las debe

modo de vida La sociedad a través de las tradiciones, las costumbres y la moda Los miembros de la sociedad

La persona misma Cada persona

Ante quién responde

se

Ante la sociedad

Ante sí mismo

Cuál es sanción

la

El remordimiento, culpabilidad

Cuál es finalidad

su

La burla, el escarnio público, la vergüenza y el aislamiento de la comunidad Lograr la armonía social

B.

la

Lograr la perfección

El Mundo Moral

Toda sociedad (conjunto de personas que comparten una cultura) cuenta con un código de normas morales, es decir, con una moral. El modo como los miembros aceptan esas normas y las practican se llama moralidad. Puede darse el caso que las normas pierdan valor y en este caso la sociedad estaría en una situación de anomia. La anomia cuyo sentido literal es ausencia de ley, hace referencia a una situación en la que existe un conflicto de normas, de manera que el sujeto no sabe cómo actuar. Se utiliza comúnmente para referirse a la situación en que se encuentran las sociedades modernas en las que las normas y los valores tradicionales se ven socavados sin ser reemplazados por otros. Se da una situación de anomia cuando no hay unos patrones claros que guíen el comportamiento social. A la hora de organizarse o de decidir las personas cuentan con las posibilidades que la sociedad les ofrece, por ello los seres humanos que se desarraigan de su cultura de origen pasan por crisis sociales, pasan por períodos de desorientación acerca de lo que se puede o se debe hacer. Ante normas diferentes e incluso contradictorias, los hombres se encuentran en una situación de vacío normativo porque no hay ninguna que establezca con precisión como actuar. Las sujetos viven la anomia como una situación confusa tanto moral como mentalmente. Ejemplo: “Una estudiante en un examen ha de comportarse de acuerdo a las normas de la institución y no comunicarse con sus compañeros, sin embargo, estos le piden ayuda, que pase información. En este caso la estudiante vive una situación anómica de duda y conflicto y tiene que violar uno u otro código de conducta el de la escuela o el del compañerismo. Otro ejemplo es la situación que viven los emigrantes del ámbito rural que se instalan en el medio urbano, o los extranjeros. En ambos casos los valores, las normas de la cultura de origen que daban sentido a la vida y que permitían saber cómo actuar no sirve en la nueva sociedad y los de las nuevas se ven ajenas. La anomia puede tener dos orígenes: 1.- Por conflicto, que es normal, en toda cultura que evoluciona y progresa A.-Por prototipos: Ejemplo: el de vivir en pareja B.-Por contradicción entre los valores sociales y la posibilidad de realizarlos. Ejemplo: no logro el éxito económico, entonces, robo. c.- Por masificación: la masa libera sus impulsos. Ejemplo: decir groserías, gritar.

2.- Por desorganización, este origen es patológico. Según Freud la personalidad está constituida por el ello (quiero) el yo y el súper yo (debo) y ambos quiero y debo forman la conciencia. Freud nos dice que las funciones del súper yo en la toma de decisiones son: a.- auto observación: el yo vigila al yo desde dentro del yo b.- conciencia moral: reprocha, castiga, prohíbe, crea sentimientos de culpa. c.- ideal de ser: crea lemas de vida por ejemplo “robar es malo”, “fumar perjudica la salud”, son los deseos de perfeccionamiento de yo. El niño actúa de acuerdo al ello pero el padre impone prohibiciones y forma en el niño el súper yo, que es la moral y el poder de control de nuestros actos, pero en el caso del demente siente que estas restricciones y las órdenes no vienen de su interior sino que del exterior. La moral consciente significa: 1.- una reflexión, una elección, una auto obligación (me obligo) 2.- un sentimiento consiente (estoy de acuerdo libre y responsablemente) Pero en el caso del demente no hay una reflexión, una elección pues siente que desde fuera le ordenan lo que debe hacer. Si el yo lo hace, el súper yo siente que es correcto, cree que es así, por ejemplo copiar en las pruebas, robar, estas acciones son acompañadas por un sentimiento inconsciente que se transforma con el tiempo en moral inconsciente. Actúa cuando la persona realiza actos sin reflexionar, sin libertad ni responsabilidad.

C.

El Lenguaje Moral

La moral es un hecho social constatable al menos de dos maneras: 1.- Por un lenguaje específico, que podemos llamar lenguaje moral. 2.- Por su institucionalización parcial en el derecho. El lenguaje moral que no es más que una subclase del lenguaje que usamos para guiar nuestra conducta, así como la ajena, en un sentido amplio es el conjunto de expresiones que usamos ordinariamente para expresar las normas y principios de comportamiento para juzgar, criticar, elogiar la conducta o para aconsejar, recomendar u ordenar una acción. El lenguaje moral es una clase muy particular del lenguaje que se usa solo en determinadas ocasiones, pues el contexto es quien lo determina. A este género de lenguaje podemos llamarlo prescriptivo y dentro del lenguaje moral se pueden distinguir tres tipos de expresiones distintas: a.- Expresiones imperativas:

Mandatos: ¡Haz tu cama! Peticiones: Haz tu cama, por favor Ruego: Por favor, haz tu cama Permiso: Puedo ir al baño

b.- Expresiones normativas:

Se indican las razones porque hay que actuar de Una manera, se utilizan términos como:

deber, Tener que, no poder, etc. Ejemplo: No está permitido pisar el pasto Prohibido fumar Para recibir atención, saque número c.- Expresiones valorativas: indican

son expresiones con términos como “bueno”, “malo”, “recto”, “justo” expresiones

que

Que se han satisfecho o no determinadas Exigencias y se recibirá sanción o aprobación. Ejemplo: Que bueno que vas a ver a tu abuela. Es justo que me den permiso para salir. Es malo fumar en lugares cerrados. Tres I. II. III.

términos sirven para describir el mundo moral: Moral: código de normas. Moralidad: vida moral del individuo y la comunidad. Derecho: institucionalización jurídica de una parte del código moral (deberes).

Todas las sociedades cuentan además con otros tipos de códigos que no son morales. Por ejemplo el código de cortesía y quien lo contraviene no es inmoral sino grosero. Los códigos carecen de valor si las personas no los aceptan y practican, y las diversas agencias de socialización se encargan de que ello sea así. Los individuos pueden verse, presionados socialmente a actuar de un modo determinado, y tanto más cuanto menos permisiva es una sociedad. Pero las normas morales no funcionan como las leyes de la naturaleza, los individuos por más presionados que se vean siempre conservan el poder de no aceptarlas, y es aquí donde aparece la dimensión personal de la moral: a.- El individuo goza de libertad para aceptar o no la norma moral existente que le dicta que hacer. La no aceptación de la norma es de exclusiva responsabilidad suya. Es decir, debe ser capaz de responder acerca de las razones que le han llevado a ello (ante sí mismo o ante la sociedad). Pero incluso la misma aceptación de la norma supone responsabilidad: la madurez moral de un individuo implica que las normas morales de la sociedad sean asumidas de un modo racional y libre. b.- La norma es siempre general, por ejemplo “hay que ayudar a los padres”. La aplicación a cada caso debe ser hecha por el individuo, quien necesita tener en cuenta la situación en que se encuentra y las posibilidades de acción con que cuenta. La norma no le puede ayudar en este caso. c.- En las sociedades modernas, amplios sectores de la vida, especialmente de la vida privada carecen de regulación social. A veces incluso, pueden existir comportamientos sociales que obedecen a normas contrarias respecto de un mismo caso. Entonces el individuo tiene que decidir cómo actuar: elegir entre normas contrarias o crear su propia norma de conducta del modo más responsable posible. d.- También pueden sobrevenir conflictos o dilemas morales: aquí tampoco la moral puede dar una receta. Ejemplo: “Citaré el caso de uno de mis alumnos que me vino a ver en las siguientes circunstancias: su padre se había peleado con su madre y tendía al colaboracionismo; su hermano mayor había muerto en la ofensiva alemana de 1940, y este joven, con sentimientos un poco primitivos, pero generosos, quería vengarlo. Su madre vivía sola con él, muy afligida por la semitraición del padre y por la muerte del hijo mayor, y su único consuelo era él. Este joven tenía, en ese momento, la elección de partir para Inglaterra y entrar en las fuerzas francesas libres – es decir abandonar a su madre- o bien permanecer al lado de su madre y ayudarla a vivir. Se daba cuenta de que esta mujer sólo vivía para él y que su desaparición –y tal vez su muerte- la hundiría en la desesperación. También se daba cuenta de que en el fondo, concretamente, cada acto que llevaba a cabo con respecto a su madre tenía otro correspondiente en el sentido de que la ayudaba a vivir, mientras que cada acto que llevaba a cabo para partir y combatir era un acto ambiguo que podía perderse en la arena, sin servir para nada. Por ejemplo, al partir para Inglaterra podía permanecer indefinidamente, al pasar por España, en un campo español, podía llegar a Inglaterra o Argelia, y ser puesto en una oficina para redactar documentos.

En consecuencia, se encontraba frente a dos tipos de acción muy diferentes: una concreta inmediata, pero que se dirigía a un solo individuo; y otra que se dirigía a un conjunto más vasto, a una colectividad nacional, pero que era por eso mismo ambigua y que podía ser interrumpida en el camino. Al mismo tiempo dudaba entre dos tipos de moral. Por un lado, una moral de simpatía, de devoción familiar, y por otro, una moral más amplia, pero de eficacia más discutible. Había que elegir entre las dos. ¿Quién podía ayudarle a elegir?” J. P. Sartre El existencialismo es un humanismo. Este caso no es tan sencillo de analizar ni de resolver, porque implica un conflicto múltiple: 1.- conflicto entre normas: ayudar a la madre o servir a la patria. 2.- conflicto entre norma e interés: o entre deber y querer: debo cuidar a mi madre pero quiero servir a la patria. 3.- conflicto entre intereses, deseos o querer: deseo estar con mi madre pero quiero servir a la patria. En efecto, dos normas, aparentemente del mismo rango, están exigiendo conductas distintas; por otro lado, la norma puede oponerse al deseo o interés del individuo; incluso, el individuo puede luchar entre intereses y deseos contrapuestos

D.

Conclusiones:

1.- La pregunta moral fundamental es: ¿Qué debo hacer? O bien: ¿Qué es lo bueno? 2.- La moral colectiva consta únicamente de normas generales. Su aplicación a cada caso particular es tarea del individuo, quien debe asumir su total responsabilidad. Si simplemente se limita a seguir los usos sociales su nivel moral sólo puede ser calificado como infantil. Se supone que el individuo debe poseer su propia moral personal, la cual no tiene por qué diferir de la colectiva. 3.- Tanto la moral social o colectiva, como la personal requieren una justificación racional. Si no, las normas se cumplirían simplemente porque son las normas y no se podrían ser criticadas ni habría razones para poder cambiarlas. Por ejemplo si en una sociedad se practica la tortura, nada se podría decir en contra, ya que se contestaría con un escueto “es la norma”. Justamente en este momento – el momento de justificar la moral- es cuando interviene la ética.

ACTIVIDAD EVALUADA Instrucciones: 1. Lea atentamente la guía. 2. Desarrolle las actividades señaladas en la guía, puede trabajar de manera individual o en parejas. 3. Una vez finalizado el trabajo debe presentar el desarrollo de las actividades de manera ordenada y con letra legible. PUNTAJE TOTAL: 60 puntos puntos

EXIGENCIA : 60%

PUNTAJE DE CORTE: 36

I.- Conteste las siguientes preguntas: 1.- Mencione dos razones que expliquen el por qué los animales no tienen moral y el hombre sí. Ejemplifique (4Pts.) 2.- Señale y explique una semejanza y una diferencia entre Ética y Moral. (4Pts.)

3.- De las normas de convivencia del Colegio San Viator, nombra dos que sean sociales y dos morales. Justifíquelas. (4Pts.) 4.- Determine las consecuencias para la persona si acata o no acata las normas, además señale un ejemplo para cada caso, de modo que su respuesta sea pertinente con el ejemplo citado para cada caso. (12Pts.) Normas

Del Colegio

De la Sociedad

Ordenamiento Jurídico

Si las acato, recibo:

Si no las acato, recibo: 5.- ¿Qué tipo de anomia origina las siguientes acciones:(8Pts.) a.- En la protesta una persona rompe todas las vitrinas de los negocios. b.- Para ganar un concurso, una persona agrega a su currículum cursos y talleres inventados. c.- Pero, que tiene… si…si… Le mentí a mi mamá. Y… d.- En el estadio durante un partido, una persona grita groserías. 7.- ¿Qué decisión tomarías frente a la situación que se presenta a continuación? Fundamenta. (10Pts.) Imagínate que eres una empresaria. Un día conoces a un inmigrante sin papeles, el cual se encuentra en una situación desesperada puesto que no tiene casa ni medios para vivir. Decides ser comprensivo con él y le ofreces un trabajo, aun sabiendo que estás cayendo en la ilegalidad al contratar a un trabajador en situación irregular. Un día pasan los inspectores de trabajo por tu empresa y te informan de que puede caerte una multa económica importante en el caso de que existan trabajadores ilegales en tu empresa, salvo que tú, antes de empezar la inspección, denuncies a los trabajadores irregulares con la finalidad de que sean detenidos y expulsados de Chile. En ese momento, se te plantea la duda acerca de denunciar o no al inmigrante al que ofreciste trabajo. Por un lado, te dices que has intentado ayudarle todo lo que has podido, pero que esto ya es demasiado; por otro lado, en cambio, te planteas que tú ya sabías que estabas cometiendo una irregularidad por la que te podían multar y que, a pesar de saberlo, decidiste continuar: tal vez fuera más lógico asumir la multa y no denunciar a tu trabajador con el fin de poder avisarle a tiempo para que no fuese detenido y expulsado del país…

8.- Analice el siguiente texto y luego responda las preguntas que se detallan al final de la lectura. (18 puntos) Humberto Giannini, La experiencia Moral (1992) Nuestro tema específico es ahora el de la experiencia moral. Digamos por lo pronto que llamaremos “experiencia moral” a los significados de “bueno” y “malo” tal como se entienden en el espacio civil […] El sujeto sigue siendo, pues, el hombre en ese su modo habitual, sostenido de ser: nosotros mismos en nuestra re-iterada circulación por este “mundo de la vida”.

Hay un privilegio propio de ese espacio y que alcanza a la Ética, y sólo a ella, a tal punto de dejarla en virtud de ese don, por encima de cualquier otra disciplina sistemática, racionalmente organizada, en torno a un campo específico de intereses. Vamos a suponer que estos rasgos generales de sistematicidad y de organicidad racionales propios de cualquier disciplina científica también los posee la Ética, disciplina cuyo interés específico consistiría en investigar “objetivamente” los principios […] por los que una conducta luce cierta cualidad o, por el contrario, “denuncia” cierta deuda de ser determinada. En otras palabras: “lo bueno” y “lo malo” de las acciones por las que el ciudadano muestra su modo de habitar el mundo y de recoger su propio ser de él. Supongamos por un momento la existencia de un saber objetivo acerca de la existencia humana. Esto equivaldría a afirmar que contamos con algunas pocas personas sabias y expertas en asuntos de vida, así como existen algunos pocos expertos en biología molecular u otros, en egiptología u otros […] Pero esta hipótesis lleva a uno de los conflictos más crónicos e insolubles entre teoría y práctica, entre el ámbito de las razones especulativas y el de las convicciones operantes. Entre filosofía y vida. Porque ocurre, en este punto, que el hombre común, que reverencia a veces hasta niveles desmedidos la autoridad de los sabios, de los expertos, apenas el conocimiento de éstos roza ciertos puntos neurálgicos de su propia realidad personal, entonces, dando un salto atrás, se pone en guardia contra “las razones”, por muy bien fundadas que sean, y contra “la observación rigurosa de los fenómenos” y no reconoce ventaja alguna al juicio científico respecto del valor de sus propias opiniones. Una de las zonas “sensibles”, la más sensible, es la del saber moral, incluido ahí el político. Y preferimos seguir llamando a este saber “experiencia moral” a fin de presentarlo en una oposición visible al conocimiento distanciado de la Ética. Es un hecho que en este territorio nadie estará dispuesto a renunciar a lo que su experiencia dictamine o a lo que “su vida le ha enseñado” como bueno o como malo, como justo o injusto, a despecho de cualquier “simple teoría”. Este es el reducto intransable de la experiencia […] Por el momento, plantearemos el conflicto de la siguiente manera: el campo propio de la Ética es la experiencia. Sin embargo, tal experiencia “no reside” en un sujeto que otro sujeto, el “sujeto científico”, pueda objetivar -“pues, entonces, no podríamos hablar de “experiencia”-. Reside, por el contrario, en una colectividad de sujetos morales; y estos sujetos no pueden perderse en el traspaso de la práctica a la teoría sin que se derrumbe ipso facto el sentido de la investigación. En otras palabras: no es posible que la Ética hable de cosas que de alguna manera pudieran pasar inadvertidas o ser inalcanzables para la experiencia común, como ocurre respecto de la generalidad de las otras ciencias; por el contrario, es a la Ética que le va su ser en que los hechos a los que apunta como sujeto de su investigación, sean hechos radicados en una realidad no determinados causal, directamente, por otros hechos externos. Le va su ser en que sean realmente “hechos subjetivos”. Si miramos las cosas, ahora desde el otro lado de la contraposición: esa experiencia que aparecía tercamente irreductible al juicio distanciado de la ciencia, corresponde a un saber que no es simplemente uno más entre otros saberes posibles, sino ese saber preciso y único por el que el que [sic]el portador de la experiencia acredita su condición de sujeto inobjetable. De modo que, someter este saber a una decisión final del juicio docto, no representaría como en cualquier otro caso, un simple acto de humildad sino la renuncia a la condición de sujeto. Renuncia que tal experiencia intuye como degradante (mala) […] En definitiva: como aquel individuo indiferenciado que soy; en mi calidad de empleado, de padre de familia, de ciudadano, soy también ese ser que no puede delegar en ningún otro ser humano ni divino aquel saber cualitativo que configura mi experiencia moral: aquel saber por el que constantemente estoy evaluando mis acciones y las del próximo. Un saber que no puedo delegarlo. Sin embargo, se trata de un saber ganado en actos transitivos al interior de mi mundo. Y esto es lo que llamamos “experiencia moral”. Humberto Giannini. La experiencia moral (Universitaria, Santiago de Chile, 1992). a.- ¿Cuál es el “privilegio propio” de la Ética? Fundamenta apoyándote en citas del texto leído. b.- ¿Podría existir un “saber objetivo” acerca del bien y del mal? Explique

c.- ¿Por qué renunciar al saber ético, más bien que humildad, representaría “la renuncia a la condición de sujeto? Ejemplifique con un caso práctico.