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“Año de la Consolidación del Mar de Grau” UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO FACULTAD DE MEDICINA ESCUELA DE MEDICINA SAL

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“Año de la Consolidación del Mar de Grau” UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO FACULTAD DE MEDICINA ESCUELA DE MEDICINA

SALUD Y COMUNIDAD III - HEPATITIS -

AÑO ACADEMICO: III

INTEGRANTES:     

Sigüenza Asmad, John Timaná Cabrera, Renzo Valderrama Merejildo, Daniel Vargas Narro, Roberto Zapata Acuña, Fabián TRUJILLO – PERU 2016

HEPATITIS A MECANISMO DE TRASMISION: El virus de hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, esto es, cuando una persona no infectada ingiere alimentos o agua contaminados por las heces de una persona infectada. En las familias esto puede ocurrir a través de la suciedad de las manos del miembro de la familia encargado de la preparación de los alimentos. Los brotes transmitidos por el agua, aunque infrecuentes, suelen estar relacionados con casos de contaminación por aguas residuales o de abastecimiento de agua insuficientemente tratada. El virus también puede transmitirse por contacto físico estrecho con una persona infectada, pero no se propaga por contactos ocasionales SINTOMATOLOGIA El periodo de incubación de la hepatitis A suele ser de unos 14–28 días. Los síntomas de la hepatitis A tienen carácter moderado o grave y comprenden fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular). Los infectados no siempre presentan todos esos síntomas. Los adultos desarrollan signos y síntomas con mayor frecuencia que los niños. La gravedad de la enfermedad, así como la mortalidad, aumentan con la edad. Los menores de seis años infectados no suelen tener síntomas apreciables, y solo el 10% muestran ictericia. Entre los niños más mayores y los adultos la infección suele causar síntomas más graves, con ictericia en más del 70% de los casos. A veces la hepatitis A puede recidivar, es decir, una persona que acaba de recuperarse vuelve a caer enferma con otro episodio agudo, aunque posteriormente vuelve a recuperarse. TRATAMIENTO No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Los síntomas pueden remitir lentamente, a lo largo de varias semanas o meses. Lo más importante consiste en evitar medicamentos innecesarios. No se deben administrar antieméticos ni paracetamol. La hospitalización es innecesaria en ausencia de insuficiencia hepática aguda. El tratamiento persigue el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y diarreas.

MEDIDAS DE PREVENCION No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Los síntomas pueden remitir lentamente, a lo largo de varias semanas o meses. Lo más importante consiste en evitar medicamentos innecesarios. No se deben administrar antieméticos ni paracetamol. La hospitalización es innecesaria en ausencia de insuficiencia hepática aguda. El tratamiento persigue el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y diarreas.

LA HEPATITIS B Las hepatitis virales constituyen un problema de salud pública a nivel mundial y su prevención y control requiere entre otros aspectos, de la mejora continua de las acciones de vigilancia epidemiológica. En nuestro país, no obstante la señalada importancia de este grupo de padecimientos no cuenta con información veraz y confiable que evite su propagación de estos padecimientos, por lo que es necesario fortalecer las acciones de prevención. DEFINICION La hepatitis B es una enfermedad infectocontagiosa y resulta de la infección por el virus de la hepatitis B. Cuando una persona se infecta, puede desarrollar una infección aguda que puede variar en gravedad de una enfermedad muy leve con pocos o ningún síntoma a una afección grave que requiere hospitalización. La hepatitis B aguda se refiere a los primeros seis meses después de que alguien ha estado expuesto al virus de la hepatitis B. Algunas personas pueden combatir la infección y eliminar el virus. En otras, la infección permanece y da lugar a una enfermedad “crónica” o de por vida. La hepatitis B crónica se refiere a la enfermedad que ocurre cuando el virus de la hepatitis B permanece en el cuerpo de la persona. Con el tiempo, la infección puede causar problemas graves de salud. VIRUS DE LA HEPATITIS B Es uno de los virus responsables y causantes de la Hepatitis en humanos. Es el prototipo de los virus de la familia Hepadnaviridae. El HBV es 100 veces más infeccioso que el

virus de la Inmunodeficiencia humana (VIH). Se encuentra en sangre y fluidos corporales. Este virus puede vivir fuera del cuerpo, en sangre seca sobre ropas u otras superficies por más de una semana. Se conocen ocho genotipos del virus de la hepatitis B; el genotipo F es el que se encuentra usualmente en América del Sur. Otros subtipos del virus de la hepatitis B se han encontrado infectando de forma crónica a monos como chimpancés, gorilas y orangutanes; sin embargo, el reservorio del virus de la hepatitis B es el hombre.

Toro AI, Restrepo JC. Hepatitis B. Módulo 1 (La clínica y el laboratorio), número 87. Colombia: Editora Médica Colombiana S.A. Medicina & Laboratorio 2011; 17:316

SITUACIÓN MUNDIAL En el mundo más de 2 000 millones de personas se encuentran infectadas por el virus de la hepatitis B y 300 millones son portadores crónicos. Considerada la segunda causa de cáncer después del consumo de tabaco. La prevalencia de la infección varía según las regiones geográficas. En las zonas de baja prevalencia, la mayoría de las infecciones se adquieren después de la adolescencia, cuando hay mayor exposición al virus debido las relaciones sexuales sin protección y al uso de drogas parenterales. Por el contrario, en las zonas de alta prevalencia, la infección por el virus de la hepatitis B se presenta como resultado de la transmisión durante el periodo perinatal.

SINTOMATOLOGIA El periodo de incubación de hepatitis B es largo (de 45 a 160 días; 120 en promedio), con presentación generalmente insidiosa de los síntomas agudos de la enfermedad. Los

síntomas clínicos incluyen anorexia, malestar general, náusea, vómito, dolor abdominal e ictericia. Las manifestaciones extra hepáticas de la enfermedad -tales como exantema, artralgias y artritis- pueden también presentarse. La tasa de casos fatales reportada es de 0.1 a 0.5% aproximadamente. La fase crónica es asintomática hasta que se desarrolla la cirrosis hepática con datos de cronicidad como son: hepatomegalia, esplenomegalia, red venosa colateral, redes sanguíneas en “araña”, signo de la medusa, eritema palmar, atrofia testicular, ginecomastia y ascitis.

MECANISMOS DE TRANSMISION La trasmisión del virus se da por exposición parenteral o de las mucosas a líquidos corporales que son positivos para el HBsAg, de una persona que tiene la infección aguda o crónica. Las concentraciones más altas de virus se encuentran en la sangre y líquidos serosos, aunque también se puede transmitir por saliva (por mordeduras) y por el semen. Las formas más comunes de transmisión son por contacto sexual, heterosexual y homosexual, la inoculación percutánea del virus en las personas que usan drogas parenterales y comparten agujas, y la transmisión de la madre al hijo durante el parto; en estos casos, si la madre es positiva tanto para el HBsAg como para el HBeAg, el riesgo de transmisión perinatal puede ser del 70% al 90%. Este riesgo se puede reducir a