Ensayo Barroco

BARROCO ensayo Periodo, Contexto Historico y Artistico Claudio Calderón TALLER DE PRESENTACION A LA ARQ 4 4TO AÑO ARQUI

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BARROCO ensayo Periodo, Contexto Historico y Artistico Claudio Calderón

TALLER DE PRESENTACION A LA ARQ 4 4TO AÑO ARQUITETURA

INDICE

HIPOTESIS

pag.3

INTRODUCCION

pag. 4

ALGUNOS HECHOS ARQUITECTONICOS desarrollo

pag.5

Del Barroco en Roma Del Barroco en Francia (clasicismo francés)

TESIS

pag.11

BIBLIOGRAFIA

pag.13

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BARROCO ensayo | Claudio Calderón

HIPOTESIS

El Barroco. Un arte en función a la necesidad política contemporánea de esa época

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BARROCO ensayo | Claudio Calderón

INTRODUCCION El Barroco es un periodo de la historia occidental que surge entre los XVII y XVIII, y que trasciende en los campos de la literatura – la metáfora y la alegoría –, la escultura – realismo –, la pintura, la danza, la música y la arquitectura; como reflejo de los cambios imperantes en la estructura social y la forma de vida occidental; debido a los movimientos culturales involucrados se produjo una nueva ciencia y una nueva religión disidentes dentro del propio catolicismo, de esta manera la sociedad europea se divide, por un lado el catolicismo y por otro la reforma protestante (aquellos que se distancian de la autoridad de Roma). Bajo este contexto, los países que siguieron con una ideología catolicista se mantuvieron bajo un sistema casi feudal donde los aristócratas y el campesinado son las fuerzas preponderantes; situación que en los países que siguieron una línea reformista se ve alterada por la sustitución de la aristocracia por una burguesía mercantilista. Es debido a la división cultural que el arte y la arquitectura encuentran grandes diferencias entre países de distintas tendencias ideológicas. En cuanto al arte, en épocas anteriores se podía apreciar el distanciamiento entre este y las personas, un vacio cultural que se guardaba en la poca accesibilidad a las distintas obras de arte por parte de la gran mayoría del pueblo. Obras enclaustradas “para y en” propiedad de los mecenas y aristócratas. Ante esto el Barroco en su ideología cultural permite comenzar a salvaguardar este distanciamiento, estrechándolo en la medida en que las obras comienzan a enfocarse en el “Hombre individual” (una relación directa entre el cliente y el artista); el virtuosismo y el realismo toman parte del pensamiento artístico, dejando así la fantasía y la imaginación en manos del espectador. La idea del Barroco ya se venia preparando durante los últimos decenios del siglo XVI, una etapa a la que se le nombra “Manierismo”. Es tras este periodo cuando en Roma se advierte la necesidad de un nuevo arte. Doscientos años de pugnas entre potencias europeas por el control del mercado centrado en el mar Mediterráneo y el traspié económico sufrido tras el descubrimiento de América, cuyas rutas son dominadas por españoles, portugueses e ingleses, llevan a las republicas independientes italianas a reagruparse bajo poderes más fuertes y las que no son sometidas por Francia y España se auto someten a la influencia de los estados vaticanos con cede en Roma. Es en el siglo XVII cuando Roma resplandece con figuras como Porta, Maderno, Bernini y Borromini. Luego, el siglo XVIII se verían movimientos renovadores en Turín (se convierte en hito de la creación arquitectónica con figuras como Guarino Guasari, Filippo Juvara y Bernardo Vittone ) y Nápoles, especialmente en la zona del Piamonte. Ya con una Italia perdida los países que comienzan a demostrar aires de grandes potencias en cuanto a pensamientos y obras son Austria (construcciones de Fisher- von-Erlach, Lucas von Hilderbrandt y Baltasar Neumann), Alemania meridional y católica donde, si bien no existe un poder tan grande como el del Imperio Austriaco, los principados y las ciudades católicas levantarían templos abadías y santuarios lumbreras de la arquitectura Barroca. Los creadores de las obras italianas del siglo XVII mostraron siempre una beta mas docta en cuanto a la manera de conformar sus monumentales creaciones, y lo que no pudieron lograr ellos lo hicieron los artistas germánicos en un ambiente de creación mucho mas libre, sin obviar la ayuda de artistas italianos que emigraron a aquellas zonas en busca de trabajo. Ahora bien, no todos los países que recorren el periodo del Barroco europeo necesariamente lo representan. Es el caso de Francia, que siendo un país católico no se hace participe del ritmo Barroqueano del resto de Europa. En Francia y a partir del reinado de Luis XIV, se considera que para el prestigio del estado el arte y la arquitectura deben ser solemnes y adoptar un carácter clásico y académico. El periodo del barroco en el resto de Europa es el periodo del clasicismo francés. El caso de Inglaterra se mantiene dentro de la tradición del Gótico perpendicular y sus variaciones Isabelinas y Jacobinas. Por otro lado España es también uno de aquellos países que se aparta del ritmo Barroqueano que llevan el resto de los países en Europa; es España la nación católica por excelencia, llegando a perder de vista incluso sus intereses por mantener la catolicidad *ecuménica. Sin embargo España crea un arte diferente del europeo, con personalidad independiente y fuerza propia que hace valer en sus posesiones americanas formando un conjunto aparte en el arte Barroco.

*Ecuménica: De ecúmene, hace referencia al conjunto de mundo conocido por una cultura.

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DEL BARROCO EN ROMA Italia ya en el siglo XVI presentaba poderosas regiones de prosperas republicas y principados que eran asiento de grandes sociedades mercantilistas en rápida expansión por el trafico comercial ultramarino. En este ambiente, Roma se desenvuelve como una ciudad de burocracia clerical compleja y parasitaria que perdió la confianza luego del saco de Roma -saqueo del que fue victima la ciudad eterna tras la caída del comandante Carlos (1527 / sacro imperio romano germánico), lo que significo el arrebatamiento de sus hombres, la captura y masacre de la guardia suiza y el pillaje y saqueo de la ciudad de Roma -. Luego en 1534 asume el Papa Paulo III, quien asumió el compromiso de unificar a los católicos en un contexto que tendía a desunirlos. Las acusaciones de tiranía, nepotismo*1 y simonía*2 de Martin Lutero contra Roma, la imperante fuerza que crecía en manos de la iglesia protestante y su insistencia por la convocatoria de un concilio concluyeron en la contrarreforma (Reforma Católica con miras de adaptación a los nuevos tiempos, en respuesta a la reforma protestante de Martin Lutero); la que en un análisis al seno de la iglesia y en respuesta a la impopularidad y corrupción interna dan a luz a la Compañía de Jesús, llevada por jesuitas, y al Concilio de Trento. Concilio que decreta entre los años 1545 y 1563 la justificación, los sacramentos, la eucaristía, el canon de las sagradas escrituras y sus personajes. La iglesia ya desde hace tiempo que sabia del poder del arte como vehículo de propaganda y control ideológico, por lo que la traducción del concilio sobre el estado del arte trajo inmediatas secuelas. Un buen ejemplo son las representaciones dogmaticas como la virginidad de María, el llevar a cabo un arte sencillo y directo donde los personajes y santos aparezcan cercanos al pueblo, pordioseros de rostros vulgares, el énfasis en el dramatismo para ganar la fe mediante la emoción. Las escenas se vuelven dinámicas, las composiciones se complican para ofrecer variedad y colorido. Las luces, los colores, las sombras se multiplican y ofrecen una imagen vistosa y atrayente de la religión y sus protagonistas. Fuera del patrocinio de la Iglesia, los mecenas privados se multiplican: el afán de coleccionismo incita a los pintores a llevar a cabo una producción de pequeño o mediano formato para aumentar los gabinetes de curiosidades de ricos comerciantes y alta nobleza. Dentro de los arquitectos romanos que son puente entre el manierismo y el barroco tenemos a Doménico Fontana que con un estilo románico fue el cabecilla de las empresas urbanísticas y monumentales del Sixto V. (Fachada del palacio Laterano, El Obelisco de San Pedro –fig. 1-, la capilla del S.S. Sacramento en Santa María la Mayor y el Palacio Real en Nápoles, entre otras ).

Plaza de San Pedro Roma, “donde al situarse justamente en la entrada de la plaza se puede observar la altitud del obelisco, pero al adentrarse en dirección a la basílica aparecen las inesperadas columnatas que rodean el perímetro de la Plaza”. El grandiosismo es una cualidad típica Barroca. Los arcos se utilizan de formas variadas y las cúpulas son el elemento por excelencia del arte Barroco.

También esta Giácomo della Porta, arquitecto que se puede considerar directo continuador de Vignola (1507 – 1573) como ayudante y discípulo. Trabajo en el Palacio Senatorial, en el Campidoglio, bajo diseños de Vignola. La finalización de la cúpula en San Pedro y la fachada de la Iglesia de Gesú (en la que modifico planos de su maestro transformándola del manierismo al dinamismo y claro-oscuro del barroco). Fue un arquitecto extremadamente fecundo y se puede 1

* Nepotismo: Es la preferencia que tienen algunos gobernantes o funcionarios públicos para dar empleos públicos a familiares o amigos sin tomar en cuenta la competencia de los mismos para la labor. 2 * Simonía: La simonía es la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales.

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ver en la cantidad de obras que tiene en Roma. En las que destacan las decoraciones, molduras y miembros arquitectónicos como pilastras, capiteles, entablamentos, cornisas, ovas, contarios, guirnaldas, etc. Techos con cartuchos, cornucopias y marcos diversos para valorar relieves y pinturas. Esto solo como muestra de cuan ornamental, rigurosos, caprichoso y accidentado en cuanto a la profusión decorativa, llegaron a ser los camino recorridos del Barroco. Otro arquitecto barroqueano distinguido en Roma es Carlo Maderno y es después de el que surgen figuras como Bernini, Borromini, Cortona, Rainaldi. Entre sus haberes están: colaboración en la erección del Obelisco de la plaza de San Pedro, la iglesia de Santa Susana, la intervención en la fachada del Gesú, el Palacio de Piazza Colonna (hoy Palacio Chigi) y la intervención y transformación de la plaza y basílica de San Pedro, apoyado por el papa Paulo V, y el palacio Barberini (posterior integración de Borromini y Bernini). Si bien en la pintura la revolución anti manierista la encabezaban Carracci y Caravaggio, en la arquitectura barroca entre 1598 y 1680 fueron Bernini y Borromini. Ambos tratando de incorporar una nueva arquitectura que se alejara de los cánones impuestos en el Cinquecento para dar paso a una más expresiva y apegada a los sentidos del habitante. La diferencia entre ambos autores radica en la manera en que ven a Roma además de haberse diferenciado por quienes los patrocinaban; Bernini ve a la ciudad eterna desde su función política, patrocinado por mecenas y familias patricias, mientras que Borromini mira a Roma desde su función religiosa, patrocinado por órdenes religiosas. Primero Bernini. La base de la formación artística arquitectónica de Bernini fue el estudio de la tradición grecorromana. Sus restauraciones revelan el gusto por la precisión, por la interpretación original del helenismo y el respeto por la integridad de la obra. Su trabajo respira la grandeza de la Roma eterna sin quedarse como un mero restaurador sino incorporándole efectos óptico y lumínicos apoyándose en el soporte clásico de la obra. Como ejemplo, la plaza de San Pedro, donde finalmente la tensión dinámica del barroco se hace mayor a los edificios de la antigua roma, donde las expansione y contracciones del espacio están calculadas, pero respetando a estos últimos en plenitud. Bernini posee una especial visión sobre el espacio que le permite crear ilusiones mediante la manipulación del mismo y de su luz.

Scala Regia del Vaticano, Bernini (fig. izquierda). Inspirada en la Galeria Spada, Borromini (fig. derecha).

Durante su vida, Bernini gozó del favor y la protección de siete papas, para los que realizó numerosas obras. Sin embargo fueron tres los que mayores obras le encargaron: Urbano VIII (palacio Barberini), Inocencio X (algo de desfavor, la Fuente de los Cuatro Ríos) y Alejandro VII (Catedra de San Pedro). Alguna de sus obras: Iglesia de Santa Bibiana, Badoquino de San Pedro, Capilla Cornaro en la iglesia de Santa María de la Victoria, el Extasis de Santa Teresa, la Capilla Raymondi de San Pietro in Montorio, el Colegio de Propaganda Fide, la capilla de Beata Ludovica Albertoni, la Fuente de los Cuatro Ríos, la Catedra de San Pedro, la Iglesia de Sant’Andrea al Quirinale, la Scala Regia del Vaticano, entre otros. Muchas de estas obras fueron proyectadas para poner en valor las piezas de escultura que el mismo confeccionaba, reuniendo en si compenetradamente el rol de arquitecto y escultor. Un buen punto seria ¿Qué y cuando el marco arquitectónico da valor a la escultura?

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En cuanto a Borromini. Fue un Arquitecto suizo que en 1619 llega a Roma, donde cambia su apellido de Castelli a Borromini y comienza a trabajar para su pariente lejano, Carlo Maderno en las obras de la Basílica de San Pedro. A la muerte de Maderno en 1629 se une al equipo de Gian Lorenzo Bernini en los trabajos de ampliación y refacción de la fachada del Palazzo Barberini. Borromini trabaja allí como asistente de Bernini, pero luego de unos pocos años se produce entre ambos una enemistad que duraría toda la vida y que se ve acrecentada luego de que Inocencio X le otorgara el titulo de arquitecto principal de Roma y le fuera arrebatado en el papado de Alejandro VII por Bernini. La obra de Borromini resulta muy original, sin precedentes claros salvo la influencia parcial de Miguel Ángel, a quien el arquitecto admiraba. Entre los principales elementos y criterios arquitectónicos utilizados en su obra, cabe destacar su orden gigante que utiliza en forma complementaria y alternada, la planta central que seria una tendencia distintiva de las iglesias barrocas, el dinamismo espacial, el uso de la luz, la incorporación de la escultura, la materialidad simple y económica, y su esquema geométrico modular que supera de cierta manera al modulo aritmético de la arquitectura clásica. Algunas obras de Borromini: Sant’Andrea della Valle, el Palacio Barberini, San Carlo alle Quattro Fontane, el Baldaquino de San Pedro, Sant’lvo alla Sapienza, el Palacio Capo di Ferro (donde construyo la galería de columnas ya mostrada con anterioridad en el texto), el Oratorio de San Felipe de Neri, SantÁgnese in Agone y la iglesia de Santa Maria in Villicella. "Maderno, junto con Borromini y Carlo Fontana eran los líderes de una banda de artistas que conspiraron para sacar a la arquitectura de su tranquilo reposo (...), que sustituyeron por una turbulenta movilidad" .Karl Baedecker, 1883 en "Guía de Italia central".

Trazado Geometrico de Borromini

7 Vista interior de la cúpula de la iglesia de Sant’Ivo

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Borromini al parecer creía en el ejemplo infalible de la naturaleza como la fuente de inspiración principal para la obra de arte. La naturaleza como representación del concepto de la divinidad y la arquitectura como imitación de lo natural, de acuerdo también a lo expresado por Alberti en sus tratados. Para los arquitectos de esa época y para el contexto cultural, el trabajo del arquitecto consistía fundamentalmente en la representación de la perfección y la armonía natural, a partir de la referencia a los restos y modelos heredados de la antigüedad griega y romana. Las ideas platónicas sobre lo natural, reflejadas en los escritos de Galileo, por ejemplo, se expresarían principalmente a través de las matemáticas, las relaciones numéricas y la combinatoria de los cinco sólidos pitagóricos, componentes que explicarían las formas visibles en el mundo. Afirmaba Galileo que el gran libro de la Naturaleza está escrito en el lenguaje de la matemática y son sus caracteres triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es imposible comprender una sola palabra de él. Yendo más allá, Alberti consideraba que las iglesias debían responder necesariamente en su trazado al círculo y a la esfera como formas que reflejan la máxima aproximación a una perfecta simetría y con ello, constituirían el emblema más representativo de la belleza implícita en la idea de Dios. Los grandes tratados de Serlio y Alberti, interpretes del único texto conocido sobre arquitectura clásica, los Diez Libros de Arquitectura de Vitrubio, constituirían la fuente de inspiración para una arquitectura relacionada también con la proporción de la figura humana. Los elementos geométricos más sencillos constituirían así la base para el desarrollo de edificios religiosos cuya simbología quiere expresar esa idea de perfección y de interpretación de lo natural como imagen representativa de Dios. El abandono de la planta en cruz latina a favor de la griega, más simétrica y ordenada, tendría que ver con este esfuerzo de simplificación y de construcción de relaciones claras y netas.

CRUZ GRIEGA

CRUZ LATINA

Esquema geométrico del diseño de la planta de la iglesia de San Carlino

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DEL CLASICISMO FRANCES Después del gótico, el desarrollo arquitectónico que se ha llevado a cabo dista mucho entre Europa central y meridional. Y pareciese ser que el Barroco es una tendencia cultural propia de los países católicos, sin embargo siendo Francia un país de línea católica este presenta un Barroco bastante mitigado, sin exuberancia ni relieves vigorosos. Es en el reina de Luis XIV cuando en el resto de Europa el Barroco llegaba a su apogeo, sin embargo el ritmo arquitectónico imperante en Francia tiene más que decir acerca del clasicismo. Sin embargo hay casos como el Palacio de Luxembrugo (Salomon de Brosse), Porte Dauphine (Remy Collin) y Château de Verneuil-sur-Oise (Du Cerceau) que presentan el estilo italiano de patencia barroqueana. Ahora bien toda esta línea aquitectonica se ve cortada con la llegada de Luis XIV al poder. El rey pretendía hacerse de un arte que expresara la grandeza de su reinado con aplomo, calma y gravedad mediante un arte ordenancista; y es que en Francia durante la regencia de su madre Ana de Austria comenzó la Fronda, movimientos insurreccionales contra la monarquía debido a la continua alza de impuestos para solventar la “guerra de los treinta años *1” y que funda una crisis económica tras el aumento de la presión fiscal; de esta manera los bandos mas dolidos y que formaron parte de la oposición monárquica fueron la oposición parisina y la alta nobleza. Es debido a esto que el monarca de Francia necesitaba de un arte donde predominara la unidad y la simetría. Así la abundante literatura arquitectónica del siglo XVII en Francia proponía fuertemente una suerte de código y reglamento a la conciencia artística con el fin de evitar la fuerte influencia que el barroco significaba. Anteriormente, ya en el reinado de Luis XIII (padre de Luis XIV), los arquitectos Salomon de Brosse, Jacques Le Mercier (la ciudad de Richelieu), Francois Mansart (Castillo de Maisons-Laffite) y Louis Le Vau (primer arquitecto de Luis XIV) preparaban el futuro clasicismo francés. Es este ultimo arquitecto con quien se abre la etapa de Luis XIV en la arquitectura francesa y eminencia de la misma durante toda su vida. Enter las obras de Le Vau podemos encontrar diversos châteaux y su gran obra Vaux-le-Vicomte además de Versalles. Vaux-le-Vicomte es un palacio encargado a el arquitecto Luis Le Vau, el pintos Charles Le Brun y el paisajista André Le Nôtre, por Nicolas Fouquet; hombre proveniente de una familia dedicada al comercio en una época en la que prosperar es fácil siendo hábil en finanzas y no teniendo escrúpulos, además Fouquet es el superintendente de finanzas de Francia, cargo del que tuvo que olvidarse luego de realizar una fiesta en el palacio que le valió la envidia del rey y ser acusado por corrupción y robo de bienes fiscales.

Esquema de trama del palacio

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* Guerra de los Treinta Años: Inicialmente se trató de un conflicto religioso entre estados partidarios de la reforma y la contrarreforma dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico, la intervención paulatina de las distintas potencias europeas gradualmente convirtió el conflicto en una guerra general por toda Europa por razones no necesariamente religiosas.

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Luego del altercado con Fouquet, el rey manda a llamar a los artistas autores del palacio para contratarlos a la brevedad con el fin de poner en marcha el hasta entonces sueño del Palacio de Versalles. El palacio de Versalles evidencia en su composición volumétrica una naturaleza colectiva de composición arquitectónica que refleja la huella de sucesivos arquitectos. A la vez, podemos decir que el palacio de Versalles surge de la necesidad del rey de retirar delas labores reales, actos oficiales y sus complejidades que tanto lo agobiaban, y también del amor al “deporte” de la caza. En fin, se construye en busca de una vida mas intima y libre. El paraje de construcción ya era visitado con anterioridad por reyes desde Enrique IV; luego Luis XIII ordena la construcción de un pabellón de cuatro alas con patio cuadrado y este pasa a ser el núcleo central desde donde se comienza la construcción del palacio. Ya en 1682 Luis XIV instala allí la residencia real. Así el palacio y sus alrededores se convertirán en símbolos de la monarquía francesa hasta la revolución Francesa. El palacio se desarrolla en tres niveles principales: un orden rústico, un piso noble (con las habitaciones principales) y un piso superior. Hacia el poniente se desarrollan los jardines de Le Nôtre; los que se prolongan en los bosques y se funden finalmente en el paisaje del valle. El palacio se relaciona con los jardines mediante tres plataformas aterrazadas que proporcionan una perspectiva del parque; el cual se desarrolla rodeando la zona de los jardines. Los espacios abiertos de mayor jerarquía se sitúan alrededor del canal. Ellos están limitados por masas boscosas de formas geométricas las que a la vez llevan trazadas vacios recorribles. Imitando a Vaux-le-Vicomte. La composición del conjunto de Versalles esta presidida por la idea de dominio. No se trata solo de una cuestión simbólica. El sentido de la vista asume en Versalles un rol determinante en cuanto a todo aquello de lo que la vista tiene dominio y a través de ello poder. El eje dominante es el oriente-poniente, que cruza en forma perpendicular la Galería de los Espejos (Jules Hardouin-Mansart); fue construido sobre una antigua terraza de Le Vau y vinculaba las dependencias del rey con la de la reina. Desde la galería se puede observar sin obstáculo alguno todo el parque y cruzar con la vista sobre el estanque hasta el horizonte; como si el parque se extendiera hasta allí, hasta donde la vista alcanza. Esta experiencia de la mirada que alcanza la lejanía esta en la base de la idea del eje visual, idea que es parte de varias obras de la arquitectura Barroca y que sin ir mas lejos ya se presetaron los casos de la Scala Regia de Bernini y la Galeria Spada de Borromini, ambos en función de un eje visual. Ahora no es demás mencionar la capacidad que posee el edificio para oredenar el territorio, la ciudad de Versalles y los jardines del palacio se encuetran y articulan en el mismo palacio; en este contexto es donde el palacio actúa como centro gravitacional de todo lo que le rodea.

10 Planta Palacio de Versalles

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Luego de la muerte de la muerte de Le Vau en 1670, Jules Harduin Mansart fue el arquitecto principal de Luis XIV. Dentro de sus obras se hallan la definición de Versalles (la galería de los espejos, la capilla), Los Inválidos y La Place Vendôme. La muerte de Luis XIV trae consigo un fuerte cambio para la cultura e identidad francesa de aquellos tiempos; Luis XV, sucesor del rey sol, resulto ser un monarca blando y entregado a las sensualidades de la vida. Sin embargo la arquitectura y el arte francés mantienen su curso, ya no con el ímpetu de antaño pero siempre avanzando en pro de la escuela de Mansart; estilo apoyado por la propia academia de arquitectura francesa. Ya adentrado el siglo XVII en Francia comienza a aparecer el rococó en sus salones y galerías. El ornamento como la el sinónimo de buen gusto, moda que paso a llamarse Rococo. Basado en interiores panelados en bajo relieves.

DESARROLLO Europa viene saliendo del fuerte pensamiento humanista que la llevo a las aulas del renacimiento. Época de la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de la mentalidad de la Edad Media; Es el movimiento donde la arquitectura toma un carácter ingenieril en función de la protección de las ciudades mediante baluartes y murallas que definían los limites de ciudades estados que mantenían su propia economía y actividad cívica en función de si mismas; ciudades donde se desarrolla la composición de las obras en base a las simetrías de la forma. Es un periodo donde la iglesia católica, si bien deja de lado el oscurantismo y dominio dogmatico medieval, aun mantiene un dominio ideológico imperante basado en comportamientos morales y propagandas de salvación eterna solo asequibles mediante su iglesia. Ya a fines del Cinquicento las el poder de las grandes ciudades estado comienza a dictaminar el concepto de ciudad capital en cuanto a lo que el concepto estado refiere, de esta manera las ciudades contiguas en una suerte de alianza comienzan mostrarse como municipios y así ha hacerse de una realidad comercial de constante incremento; sobre todo en los países colindantes al mar Mediterráneo. Por otra parte, ante la realidad dogmatica eclesiástica, Martin Lutero a partir del año 1517 propone la disidencia ideológica religiosa mediante la Reforma Luterana (hoy en día evangelistas), basado en el concepto de la justificación por la fe, negando las teorías de salvación impuestas por la iglesia católica como la venta de indulgencias y criticando la corrupción interina del vaticano basada en el nepotismo. Bajo

este contexto, los países que siguieron con una ideología catolicista se mantuvieron bajo un sistema casi feudal donde los aristócratas y el campesinado son las fuerzas preponderantes; situación que en los países que siguieron una línea reformista se ve alterada por la sustitución de la aristocracia por una burguesía mercantilista. Ahora, la iglesia católica al verse disminuida en su contingencia ideológica pone en marcha la reforma católica, acto que por siglos se venia deseando y que fue llevada a cabo por el papa Paulo III. La contra reforma (nombre por el que se le denomina a esta reforma cristiana) tiene como grandes logros al Concilio de Trento y la Compañía de Jesús; el concilio fue en 1563 y

tiene como puntos a tratar: la justificación, los sacramentos, la eucaristía, el canon de las sagradas escrituras y sus personajes, con el fin de restablecer la seguridad – en ellos mismos - y el dominio ideológico que estaban perdiendo producto de la disidencia propuesta por la reforma luterana. El punto es como lograr que los avances tratados en el seno de su religión se hicieran parte del pensamiento popular y ante esto ya era saber de la iglesia romana que el arte es la mejor manera de propaganda. De esta manera se asumen los encargos a las distintas ramas del arte contemporáneo de la época, pidiendo que de ahora en adelante las obras tengan más cercanía con la gente, la realización de la escala uno a uno no en tamaño sino en representación social, el reconocerse y ser participe de una obra que representa una ideología determinada con el fin de ganarse la conciencia de la gente. Así Roma se transforma en la lumbrera del barroco del siglo XVI, con figuras de la talla de Maderno, Bernini y Borromini; cuyas obras comienzan a utilizar cualidades espaciales y lumínicas que involucran al habitante a través de sus sentidos. Obras como la Scala Regia del Vaticano (Bernini) inspirada en la Galeria Spada (Borromini) patentan la nueva manera de hacer y ver la arquitectura; los espacios comienzan a construir desde la luz en pro de la perspectiva, ambos conceptos atrapados en la exploración de los límites de la vista y de cómo se compone el ordenamiento visual de una obra. De esta manera se esboza el concepto del eje, BARROCO ensayo | Claudio Calderón

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como el elemento ordenador y direccionador del espacio. Haciendo la analogía con la plaza de San Pedro donde según Fernando Chueca “Al situarse justamente en la entrada de la plaza se puede observar la altitud del obelisco, pero al adentrarse en dirección a la basílica aparecen las inesperadas columnatas que rodean el perímetro de la Plaza, los brazos de San Pedro”, podemos explicitar la relevancia del elemento que, junto con ordenar, articula los momentos de traspaso en la arquitectura barroca. La repercusión espacial en el habitante habla de como las obras se muestran de una manera dinámica mediante momentos sin perder la noción de su totalidad. Lo que en los lares de la iglesia significaría la manera de mostrar su monumentalidad divina sin perder el misticismo que una ideología religiosa debe llevar a cuestas. En cuanto al misticismo religioso aparece el trato de la luz y su conformación espacial. La Scala Regia construye una luz de origen imperceptible la que junto al juego de peldaños y la contracción del espacio otorgaban a quien mira desde fuera la sensación de que el que la recorre camina al encuentro de Dios (según relatos de la época). Son estas sutilidades en las proyecciones espaciales las que dan carácter a la obra; un carácter condicionado por el requerimiento católico que en el dramatismo de las composiciones intenta promover la tendencia hacia su pensamiento mediante efectos reales; efectos que los autores construyen mediante luz, lo que indica una clara tendencia hacia el tridimensionalismo en desmedro dela frecuente utilización bidimensional de la forma geométrica. Elevar desde el trazado. Ahora, en contraparte a la ideología barroca y a la vez contemporánea a ella tenemos la monumental obra de Versalles. El Palacio de Versalles es un encargo del monarca de Francia, Luis XIV, a los autores del Palacio de Vaux-le-Vicomte. Es importante entender la situación social por la que estaba cruzando Francia; Un país que se encontraba retirándose de la guerra de los treinta años, la que había logrado el cuestionamiento a la monarquía en cuanto a su manera de administrar la economía del estado. Es ante este revuelo que Luis XIV pretende llevar a través de su encargo arquitectónico la opulencia, monumentalidad y totalitarismo de su reinado. En Francia impera el clasicismo como tendencia arquitectónica, y es en su limpieza de fachada y octogonalidad donde pretende representarse como monarca, quizás de manera iconográfica pero eficiente en cuanto la propagación de una idea mediante al como se recibe esta arquitectura. Lo que no dista mucho de la manera en que Roma se reforma artísticamente para difundir su renovación dogmatica. El Palacio de Versalles se construye sobre un valle visitado comúnmente por los monarcas con fines deportivos. Finalmente dentro de sus variadas intervenciones que lo constituyen como hoy en día se puede apreciar, se identifica la imperante presencia de un eje que atraviesa toda la extensión de la obra, eje que presenta plantea un recorrido visual unificador que comprende el traspaso visual por las distintas dependencias del conjunto, desde el palacio, pasando por el jardín y el parque, hasta el horizonte. Este acto de hacer presente el horizonte en la perspectiva de la mirada trae consigo la consigna del dominio sobre el territorio. Se gobierna hasta donde es posible ver, y eso es el horizonte. Por otra parte, urbanamente hablando, el Palacio como conjunto aparece gravitacionalmente colocado entre la ciudad de Versalles y el horizonte tras el parque, una suerte de ente articulador que conjuga a la unidad territorial en la perspectiva del ojo. Ante los casos expuestos y sin ir mas allá, a sabiendas de su contraposición en cuanto a su tipología arquitectónica, podemos concluir que ambas son obras condicionadas por la búsqueda de la representación de un ideal. La época del Barroco es una etapa de la historia ceñida por fuertes cambios ideológicos cuyos representantes intentan hacer prevalecer mediante la aceptación popular y la manera de llegar a la gente es mediante la obra de arte; las cuales mediante la integración de nuevos conceptos estructurales y espaciales aspiran a hacer prevalecer las inquietudes de los demandantes. El periodo del Barroco en Europa trata la aceptación ideológica desde el acto de habitar y su representación en la forma. El acto del barroco es el ausentar lo mediato con vista rematada.

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BLIBLIOGRAFIA

Historia de la Arquitectura Occidental, Barroco en Europa Los Hechos de la Arquitectura

Fernando Chueca Ediciones Arq.

www.wikipedia.org

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