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Tema: Análisis semiótico de la obra mural Katharsis, del muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco. Planteamiento

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Tema: Análisis semiótico de la obra mural Katharsis, del muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco.

Planteamiento del problema: estudiar la obra mural Katharsis, del muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco, para analizar su contenido semiótico.

Objetivo: saber cuál es el contenido semiótico de la obra mural Katharsis, del muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco.

Antecedentes del problema: Dentro del estudio que se realiza a las obras de arte, nos podemos encontrar con diversos puntos de vista algunos con argumentos sólidos y otros tantos solo basado en la observación los cuales ofrecen diversos panoramas. De los segundos argumentos basados en la observación se realizan sin tener un estudio formal de la obra en cuestión, dentro de estos elementos importantes podemos encontrar un poco de historia lo cual nos permite ir entrelazando momentos históricos con el desarrollo artístico de ciertos pintores. Dentro de los puntos de vista argumentados podemos considerar la realización de un estudio semiótico, con el

cual podemos saber el contenido

simbólico de los elementos que conforman un todo, utilizaremos como herramienta principal la semiótica, la cual es el estudio de los signos como lo menciona el filósofo norteamericano Charles Pierce (Zecchetto, 2002). Zecchetto menciona

que existe un punto de vista semiótico en el cual

“…presta atención a la multitud de objetos, de seres y de hechos que llenan nuestra realidad, especialmente aquellos que son fruto de la cultura humana” (Zecchetto, 2002, pág. 11) . Por consiguiente utilizaremos a la semiótica como una herramienta para comprender el lenguaje plástico del autor de la obra mural Katharsis, del pintor muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco, se analizaran todos los elementos que conforman el mural,

asimismo se recabara información de especificaciones

técnicas requeridas para su elaboración y su significado icónico, siendo estos los elementos para plantear un antecedente de esta investigación. La importancia de esta obra va más allá de su contenido y su ejecución, ya que su trascendencia radica en el contexto histórico en el cual se desarrolla la obra, la pintura mural tuvo sus inicios en la primera mitad del siglo XX y fue considerado un movimiento vanguardista, el cual cuenta con un manifiesto publicado en 1923, a grandes rasgos mencionaba que los artistas solo harían pintura mural, renunciando a la pintura de caballete , ya que uno de sus objetivos era difundir el arte al público en general y no solo buscar la aceptación del público burgués.

El mural Katharsis el cual se localiza en el segundo piso del Palacio de Bellas Artes es uno de los murales más representativos del movimiento muralista ya que en el podemos encontrar características técnicas las cuales no eran usadas comúnmente, como por ejemplo los bastidores metálicos desmontables que eran ideales para diversos tipos muros que contaban con problemas estructurales, el mural tiene un rico contenido icónico en el cual el autor José Clemente Orozco no solo utiliza la pintura mural con objetivo decorativo, sino que se interesa en la realidad vital humana creando obras con una líneas de carácter expresivo que lo caracterizan. Entre los diversos elementos analizados se encontraron diversos problemas dentro de la obra mural Katharsis, como lo es el nombre como se le conoce actualmente, ya que dicha obra fue nombrada

La guerra durante un tiempo, lo cual sugiere la

interrogante de ¿saber cuál fue el motivo de que se le cambiara el nombre? José clemente Orozco logro encontrar la manera ideal de expresar sus ideas mediante la plástica , dotando de vitalidad cada elemento llenando de energía en cada pincelada, haciendo una simbiosis de elementos para lograr resultados únicos logrados en base a experiencia, la suma de todos los elementos que aporta el artista son de suma importancia para el estudio a realizar .

Imagen 1. Autorretrato de, José Clemente Ángel Orozco, fechado en 1940.

Carácter físico de la obra: Mide 4.44 m X 11.45m.El sustrato sobre el cual está realizado es un bastidor metálico sellado y preparado para pintar al fresco. Y se encuentra en el segundo piso del Palacio de Bellas Artes, antes denominado espacio de galerías. El mural fue confiado por Don Antonio Castro Leal en 1934, a José Clemente Orozco, ya que estaba por inaugurarse el Palacio de Bellas Artes, el cual la temática seria escogida por el artista y el la temática elegida fue la guerra. El título que llevo hasta el1940 fue, La guerra, ya que actualmente se le conoce como Katharsis, el titulo original era La Katharsis, el cual fue sugerido por el historiador Justino Fernández, la cual sus raíces griegas kathapais significan: purga, purificación. La razón que origino este nombre fue porque parece que

ofrece una

posibilidad de salvación por medio de la renovación la cual nos ofrece una nueva vida renaciente de las cenizas del fuego purificador. Si bien el título de la obra mural como bien lo define Justino Fernández, es el resultado de la maduración en el estilo de Orozco, este nos ayudara en el análisis de sus símbolos, para así determinar la importancia que tiene para con el arte.

Ubicación espacial: La obra mural Katharsis se localiza dentro del museo del Palacio de Bellas Artes, en el segundo piso de frente al mural de Diego Rivera, con dirección en Av. Juárez y Eje Central s/n, Centro Histórico, ciudad de México. Se encuentra sujeta al muro con un bastidor metálico (ver imagen 2).

Imagen 2. Vista lateral derecha del interior del Palacio de Bellas Artes, se muestra primer y segundo piso, al fondo en el segundo piso se encuentra la obra mural Katharsis.

Movimiento pictórico: La obra Katharsis pertenece a la pintura mural, de la cual se tienen como antecesor a las pinturas de Goya realizadas en San Isidro de la Florida, en el continente europeo ya que en esas obras el pueblo tiene un papel muy importante, sin dejar de lado la forma expresionista en que fueron ejecutadas. En el siglo XX surge en México nuestra pintura mural la cual va dirigida al público a los trabajadores donde los personajes son el pueblo, la sociedad necesita expresarse por naturaleza, en este caso los artistas mexicanos deseaban expresarse de manera pública realizando obras monumentales, en espacios arquitectónicos. Al concluir la revolución uno de los primeros en alentar el movimiento muralista fue “… José Vasconcelos, secretario de Educación… que alentó a sus viejos compañeros del Ateneo de la Juventud, para que por fin a realizar el anhelado proyecto de pintar murales.” (Mello, 1999, pág. 12). En 1922 se crea un sindicato llamado Sindicato de Pintores Escultores y grabadores de México el cual estaba integrado por Diego Rivera, Siqueiros, Jean Charlot, Xavier Guerrero entre otros. Siqueiros redacto un manifiesto que todos firmaron, el cual mencionaba entre algunas otras cosas más lo siguiente “socializar el arte. Destruir el individualismo burgués. Repudiar la pintura de caballete y cualquier arte salido de los círculos ultra intelectuales y aristocráticos. Construir obras monumentales que fueran del dominio público…. Materializar un arte valioso para el pueblo en lugar de ser una expresión de placer individual. Producir belleza que sugiera la lucha e impulse a ella” (Fernández, 1994, pág. 12). Fue en el año 1923 cuando los muralistas publicaron un manifiesto el cual estaba redactado al igual que lo hacían las vanguardias occidentales, y en el cual estipulaba que los artistas harían pintura mural y no de caballete, recurriendo al arte antiguo de México, pintando temas útiles al pueblo. Dentro del muralismo mexicano encontramos tres valores que hacen que pueda trascender dentro del arte contemporáneo los cuales son lo popular, el nacionalismo y lo revolucionario, como podemos apreciar en las diversas obras murales realizadas a lo largo del tiempo.

El contenido era diferente en cada artista y en cuanto a la técnica, el fresco fue una de las principales técnicas utilizadas. La pintura mural era de un contenido original en cual tenía sus raíces en la historia de México, donde se expresaban todos problemas históricos, filosóficos y sociales de siglo XX. La pintura mural transcendió más allá de México llegando al extranjero, siendo Orozco quien realizo el primer mural en Pomona College, en Claremont, California en el año de 1930, siguiéndole Diego rivera el cual realizaría unos murales dentro de los Estado Unidos. El arte mural fue un arte meramente mexicano mediante el cual se pudieron expresar temas variados y en grandes dimensiones, siendo estas unas de las características más destacadas.

Medidas: Las medidas del mural son 4.44 X 11.45 metros (Del Conde, 1995, pág. 70), y al revisar la ficha bibliográfica que se localiza dentro del Palacio de Bellas Artes mide 446cm X 1146cm X 10 cm. ya que el mural esta fijo sobre el muro es difícil saber el peso.(ver imagen 3)

Altura 4.44m

Ancho 11.45 m

Imagen 3. Representación gráfica de las dimensiones de la obra mural La Katharsis del pintor mexicano José Clemente Ángel Orozco, donde se muestra la altura, largo y ancho.

Técnica: Para comenzar con el proyecto Diego Rivera le aconseja pintar sobre un muro transportable, ya que ambos conocían los problemas estructurales del Palacio de Bellas Artes. Ya que los problemas eran de hundimiento y de absorción ya que el mármol es un material difícil de trabajar. La técnica que fue utilizada consiste en lo siguiente “en una mezcla a base de polvo de mármol, cal y cemento” (Noelle, 1981, pág. 13). La razón de utilizar los bastidores metálicos recubiertos es que son ideales para la aplicación de pigmentos y resinas utilizadas por los muralistas, la técnica también tenía algunas desventajas ya que eran demasiado pesadas para utilizase en superficies muy grandes y en algunos lugares como bóvedas y cúpulas. Orozco menciona que en el caso del mural Katharsis utilizo dos maneras de pintar al fresco las cuales fueron por opacidad y por transparencia, en este caso no especifica el tipo de pigmentos utilizados para el mural. Diego Rivera preparaba sus bastidores metálicos con tela de alambre galvanizado, aplicando la mezcla con pelo humano o de animal, para lograr que se fije bien la mezcla, a lo cual él llama enjarre de la cual se realiza en cuatro ocasiones. Al analizar las características de la obra se puede corroborar que efectivamente Orozco utilizó esta técnica para la elaboración de la obra mural Katharsis.

Composición:

Comenzare presentando un boceto preparatorio del proyecto para el mural La Katharsis (ver imagen 4), el cual está distribuido de manera armónica donde de primera estancia se puede observar el sistema compositivo de los elementos, el cual es en base a la subdivisión del rectángulo basándose en la utilización del sistema áureo, la subdivisión se obtiene multiplicando el número áureo que equivale a .618 se multiplica la altura y el resultado obtenido se marca en ambos extremos del rectángulo para así lograr las subdivisiones , el mismo procedimiento se realiza para determinar lo largo. Utiliza las intersecciones para trazar una serie de diagonales reforzando en centro de interés mediante un punto de fuga en dirección izquierda, trazando los elementos tanto los primarios, como los secundarios con una carga expresiva que aparentan estar huyendo de una encarnizada trifulca.

Imagen 4. Imagen del boceto para el proyecto del mural La Katharsis, fechado en 1934. Es un dibujo a lápiz sobre papel, con medidas de 40 X 72.5 cm (Col. INBA/ Instituto Cultural Cabañas)

A continuación presentare otro boceto (ver imagen 5), utilizado para el proyecto de la obra mural, el cual se encuentra distribuido de la misma forma que el primero, solo que con la diferencia de los elementos que la componen ya que son más estilizados y cambia diversos elementos que refuerzan el dinamismo y dan carácter a la composición.

Imagen 5. Imagen del boceto realizado para el proyecto de la obra mural La Katharsis, fechado en 1934. Es un dibujo a lápiz sobre papel, con medidas de 40 X 72.5 cm (Col. INBA/ Instituto Cultural Cabañas).

Los bocetos previos son de características compositivas iguales al boceto final plasmado en la obra mural, la cual adquiere una carga icónica muy fuerte la cual es reforzada con la manera tan singular de aplicar la simetría dinámica en las composiciones del autor. La estructura base se traza por medio de diagonales las cuales destacan el choque entre dos hombres y el dinamismo entre el mundo caótico y todo lo que los rodea.

Color: Orozco menciona en su auto biografía “tanto aire libre no fue de mi agrado y me separe del grupo (la escuela de pintura al aire libre)… en vez de pintar crepúsculos rojos y amarillos, pinte las sombras pestilentes de los aposentos cerrados y en vez de indios calzonudos, damas y caballeros borrachos” (Fernández, 1994, pág. 44). El color es muy violento, ideal para resaltar las formas y lograr el efecto con el cual intensifica cada elemento que conforma la obra, como se menciona, utiliza el color intensificando los elementos dando un contraste mediante el manejo de los tonos rojos y los grises, matizando toda obra para lograr la armonía de dos formas, la primera por forma de los elemento y la segunda por color, el uso del blanco da un sentido de fuerza y dinamismo, los tonos grises que conforman las formas metálicas crean un dialogo entre las figuras humanas y el fondo que los rodea, la utilización de los tonos verdes logra separar el centro de interés en los diferentes elementos contrastando con los tonos grises y rojos aplicados. La utilización de los colores de esta obra y los elementos de la misma dan un sentido de caos, desesperación y de esperanza, creando un discurso plástico, del cual el investigador Justino Fernández se dio cuenta y dio origen al nombre dela obra.

Elementos compositivos de la obra:

Comenzaremos por una de las figuras centrales de la obra la cual es una mujer de cuerpo completo, de la cual existen bocetos uno de ellos se llama mujer yaciente (ver imagen 6) y el otro lleva por nombre La chata (ver imagen 7) la cual transportada al muro adquiere una forma grotesca y depravada. La figura humana lleva unas medias por encimas de la rodilla, collar de perlas y alhajas en una mano como símbolo de capitalismo, y se encuentra totalmente desnuda.

Imagen 6. La chata boceto para el mural, fechado en 1934, dibujo al carbón sobre papel albanene, medidas 100 X 70 cm (Col. INBA/ Instituto Cultural Cabañas).

Imagen 7. Mujer yacente, boceo para el mural, fechado en 1934, dibujo al carbón sobre papel albanene, (Col. INBA/ Instituto Cultural Cabañas).

Se puede observar un enfrentamiento entre dos hombres en el cual uno le entierra un puñal en la espalda al hombre urbano, también se pueden observar armas representando los conflictos armados entre las diferentes clases sociales acentuando las diagonales de la composición (ver imagen 8).

Imagen 8. Detalle de la parte central, dónde se puede apreciar el enfrentamiento entre dos hombres.

En la parte superior (ver imagen 9) el fuego, que simboliza la purificación que librara a la humanidad de sus vicios y problemas, destruyendo y purificando todo conocimiento existente para tener un nuevo comienzo.

Imagen 9. Detalle de la parte superior.

En la parte inferior derecha (ver imagen 10) se pueden observar la cara de dos mujeres las cuales representan la corrupción y los vicios de la sociedad, que se ríen descaradamente en forma demencial mezcladas entre los cuerpos inertes y piezas metálicas.

Imagen 10. Detalle de la parte inferior derecha. Donde se observan los rostros de las prostitutas.

En la parte superior izquierda (ver imagen 11), se puede observar como los objetos mecánicos se convierten en enemigos de los seres humanos la cual los tritura entre sus engranajes y se puede observar a un hombre con un objeto punzo cortante que se lanza ferozmente en contra de la máquina.

. de

Imagen 11. Detalle de la parte superior izquierda del mural.

En el otro extremo de la esquina inferior derecha ( ver imagen 12) podemos apreciar una caja fuerte la cual simboliza al sistema capitalista, que siempre tiene riquezas pero demuestran lo contrario.

Imagen 12. Detalle de la esquina inferior derecha.

En el costado superior derecho (ver imagen 13), se pueden observar cadáveres los cuales representan los sistemas de gobierno autoritarios y opresivos, mezclados con formas mecánicas, entre una multitud enardecida ondeando una bandera manchada de sangre.

Imagen 13. Detalle de la parte superior derecha.

De la anterior manera se encuentran distribuidos los diferentes elementos que conforman la obra mural Katharsis del muralista mexicano José Clemente Ángel Orozco la cual se encuentra en el segundo piso del Palacio de Bellas Artes en la ciudad de México.

Contextualización de la obra: La pintura mural es el resultado de inconformidad y coraje, la cual se adquiere desde antes que estalle la revolución de 1910, la inspiración nacionalista y la lucha popular se imponen en el campo cultural en contra de las corrientes europeas, pero no debemos olvidar que antes de todos los motivos existía una razón de primera importancia la cual era, el deseo de hacer un arte público. En México comenzaba una renovación socio - política y en las artes, comenzaba a germinarse una nueva cultura basada en lo mexicano alejados de la pintura burguesa. Durante los siguientes años el contexto histórico en México era marcado por una serie de batallas, las cuales eran consecuencia de los abusos a la sociedad agraria y popular, fue hasta que los diputados se reunieron en Querétaro para firmar la constitución de 1917, la cual se consagraron las garantías individuales, la soberanía sobre los recursos de la nación y los derechos campesinos y obreros (González, 2009) Para el año de 1922 fueron llamados los artistas y los intelectuales, por la Secretaria de Educación Pública para colaborar en un nuevo proyecto cultural, fue ahí en ese momento que los pintores tuvieron una importante participación, en ese mismo año crean el Sindicato de Pintores Escultores y grabadores de México el cual estaba integrado por Diego Rivera, Siqueiros, Jean Charlot, Xavier Guerrero y otros más. A partir de ese año comenzaron a realizar una serie de pinturas monumentales las cuales abordarían elementos arquitectónicos a la cual se le denomino el movimiento muralista. Al año siguiente en 1923 José Vasconcelos, alienta a sus compañeros del ateneo de la juventud a pintar una serie de murales en los muros dentro de la Escuela Nacional Preparatoria, el proyecto se vio interrumpido por una huelga. La gran oportunidad que se les dio a los artistas fue que se les otorgaron muros para pintar, que en cierto modo era lo que ellos necesitaban y eso era parte del programa educativo y reconstructivo del entonces Secretario de Educación Pública José Vasconcelos. Durante los años siguientes continuaron realizando obra mural en diversos muros con la intención de contar una historia mediante elementos nacionales, algunos artistas trascendieron más allá de su tierra natal, como lo fue José Clemente Orozco y Diego Rivera. Orozco realizo una serie de murales para Dartmouth College y otros más en E.M. Benson en Brooklyn.

En 1932 José Clemente Orozco hace un viaje a Europa, “entrando en Junio por Londres” (Tibol, 1984, pág. 129), con la intención de conocer todo el arte que pudiera, realiza un itinerario en el cual en tres meses planea dar un recorrido por los lugares más representativos del continente europeo, a la culminación de su viaje el estilo de Orozco más rico técnicamente. Para el mes de agosto de 1934 es convocado por el jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaria de Educación Pública, él señor Antonio Castro Leal, con la firme intención de confiarle la elaboración de una pintura al fresco en el muro oriente del Palacio de Bellas Artes, en ese mismo año el día”… 13 de agosto firmo un contrato en el cual el artista se comprometía a terminar la pintura al fresco en un plazo de cuarenta días…” (Del Conde, 1995, pág. 20), el tema sería elegido libremente y el pintor eligió el tema de la guerra, de tal amanera que el nombre original de la obra mural fue La Guerra hasta que el investigador Justino Fernández sugirió que se le cambiara el nombre a La Katharsis a lo cual el autor acepto. La obra mural Katharsis tiene un lugar muy importante en la escena muralista mexicana del siglo XX, ya que demuestra la necesidad de renovación y la salvación del ser humano, lo cual iba acorde con la situación socio – política del país, la cual se encontraba llena de injusticias creadas por los pensamientos autoritarios de los gobernantes de México.

Referencia de la autoría: José Clemente Ángel Orozco Flores, nace el 23 de noviembre de 1883, en Ciudad Guzmán, durante su infancia cambia de residencia en dos ocasiones la primera en la ciudad de Guadalajara, en la cual su padre Irineo Orozco deja en Ciudad Guzmán una imprenta y una fábrica de jabones, tintas y colorantes, la segunda ocasión por problemas económicos se trasladan a la Ciudad de México, donde inicia sus estudios de instrucción primaria. Cerca de su escuela se encontraba instalado un humilde taller de litografía el cual era dirigido por José Guadalupe Posada, en el cual el propio Orozco cuenta que pasaba cerca del taller y observaba al grabador por un ventanal, siendo el uno de sus primeras influencias artísticas. Cuando Orozco cumplió veinte años, estudio en la Escuela Nacional de Bellas Artes y realiza sus primeros trabajos como caricaturista e ilustrador. “Orozco arranco en la caricatura haciendo una síntesis del estilo afrancesado, y del más personal, más moderno, más escueto y con fuertes raíces ancestrales de José Guadalupe Posada” (Tibol, 1984, pág. 29). Durante su estancia en la Escuela se dedicó a aprender y a utilizar los recursos que la institución brindaba, gracias a esas posibilidades desarrollo un conocimiento y un desarrollo técnico formidable, sin embargo las técnicas de aprendizaje impartidas por el español Antonio Fabrés no le fueron suficientes. En 1903 regresa el Doctor Atl de Europa, se instala en Jalisco donde organiza una exposición la cual tuvo una gran aceptación, realiza otras exposiciones una de ellas en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde resalta la importancia de las pinturas de grandes dimensiones del renacimiento (Tibol, 1984). Una de las oportunidades más importantes para el movimiento muralista fue cuando en el marco de las celebraciones del centenario del grito de Dolores, Porfirio Díaz, prepara una exposición con artistas españoles, omitiendo a los artistas mexicanos, este hecho provocó un gran descontento pero eso no paro ahí, los artistas nacionales estaban decididos a dar batalla a lo cual su respuesta fue juntar a cincuenta pintores y diez escultores, que eran encabezados por el doctor Atl, juntos presentaron una protesta a la Secretaria de Educación Pública, a lo que la institución resolvió el problema otorgándoles tres mil pesos para realizar una exposición colectiva de artistas mexicanos ,la exposición fue todo un éxito.

Después de la participación exitosa el doctor Atl, les propuso crear un Centro Artístico integrado por pintores y escultores mexicanos, una de sus primeras acciones era decorar edificios públicos, solicitando al ministro Justo sierra el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, a lo cual acepto para calmar los ánimos, a lo cual lanzo una convocatoria en el diario El imparcial fechado el 15 de octubre de 1910, “para que los artistas mexicanos decoren el hermoso anfiteatro … se abrirá un gran concurso. Como son varios los muros, serán varios los artistas premiados” (Tibol, 1984, pág. 34). Los artista seleccionados se dispusieron a levantar andamios para comenzar a pintar, pero la caída de Porfirio Díaz hizo que esos planes se vinieran abajo. Fue hasta el año de 1915 cuando José Clemente Orozco realiza su primer cuadro de grandes dimensiones para el Museo de San Juan de Ulúa en Veracruz (Fernández, 1994). Dos años después decide viajar para conocer los Estados Unidos Americanos su viaje fue en plan de observar y aprender más sobre el arte y sus técnicas. En 1922 se inicia el movimiento muralista con un manifiesto redactado por David Alfaro Siqueiros y firmado por un grupo de artistas con intereses afines. Su primer trabajo en el arte mural fue en los muros del patio de la Escuela Nacional Preparatoria, donde realizo los tableros con los siguientes títulos; Los Elementos, El hombre en lucha con la naturaleza, Cristo destruyendo la cruz y Maternidad. De los cuales solo se conservaron el de Maternidad y la cabeza del cristo, siendo el propio Orozco quien los echara abajo debido a su excelente sentido crítico, para después elaborar en el mismo lugar La destrucción del viejo orden, La trinchera, La trinidad; campesino, obrero y soldado, los cuales fueron ejecutados entre 1922 y 1927. Durante 1925 Orozco interrumpe sus trabajos de la Escuela Nacional Preparatoria, para pintar el mural de La casa de los azulejos y el de la escuela industrial de Orizaba Veracruz. En 1927 Orozco viaja a New York, donde permaneció siete años, ahí tuvo “importantes exposiciones en galerías neoyorquinas como la Downtown Gallery, la Art Student’s Leage y la galería Mari Stiner” (Mello, 1999, pág. 35), en este viaje se involucra con el Circulo Délfico, donde conoce a Eva Palmer y a Alma Reed quien se convirtiera en su amiga , promotora y autora de una biografía del pintor,cabe mencionar que juntos montaron la galería Delphic Studios, dentro de esta galería Orozco promovió su obra y la de otros artistas afines.

En el año 1930, el historiador de arte José Pijoan sugirió en Pomona College que un pintor mexicano realizara en él un mural, y fue por gestiones suyas y de Jorge Juan Crespo Serna, que el artista pinto su primer mural en el nicho del fondo del Frary Hall, de Pomona College (ver imagen 14). Pinto otro dos murales en instituciones educativas de nivel universitario, la New School for Social Research, de New York en 1931 y el de Dartmouth College de Hannover, en New Hampshire en 1932 y que culmino en 1934.

Imagen 14. Interior del Frary Hall, Pomona College, Claremont California, Estados Unidos.

En 1932 Orozco realiza un viaje al continente Europeo, y en tres meses visita los lugares más representativos del arte, de este viaje adquiere un nuevo concepto tanto en técnica como en teoría, toda esa experiencia le serviría para sus próximas obras. A su regreso a New York concluye el mural de Dartmouth College y una de sus últimas contribuciones en los Estados Unidos fue con Alma Reed, con quien preparo una exposición de litografías, estudios para murales, pinturas, dibujos y fotografías de sus frescos de la New School y en la Baker Librari, en el Civic Auditorium en La Porte, Indiana presentada en el año de 1934 (Tibol, 1984). A finales del año 1934 regresa Orozco a México, y a su regreso Don Antonio Castro Leal, quien fungía como Jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaria de Educación Pública, le confiaba la pintura de un tablero en el Palacio de Bellas Artes, próximo a inaugurarse, el encargo de la pintura tenia estipulado terminar el fresco en cuarenta días, el tema sería elegido libremente por el autor, así mismo eligió el tema de la guerra, y debido a su temática así fue llamada por muchos años La Guerra, titulo el cual llevo hasta que el investigador Justino Fernández, sugirió el nombre de La Katharsis. Los años siguientes fueron fructíferos para el artista ya que comienza una nueva etapa en la gráfica y la pintura de caballete.

De 1935 a 1939, realizo una serie de murales. En Guadalajara, realizo tres murales en diferentes sedes: la Universidad, en el Palacio de Gobierno y el hospicio Cabañas. En 1940, Pinta otro fresco en Jiquilpan, Michoacán, ese mismo año realiza otro en New York al que lleva como título Dive Bomber en el Museo de Arte Moderno de New York (Mello, 1999). En 1941 Orozco se instala nuevamente en México, en su nuevo taller donde continua elaborando pinturas, dibujos y grabados durante los siguientes tres años. En 1945 realiza una serie de proyectos y decoraciones para ballets. En 1946 recibe el Premio Nacional de Artes y Ciencia, donde se presentó una exposición suya en el Palacio de Bellas Artes. Al año siguiente en 1947 realizan una Exposición Nacional con la obra de Orozco, la cual fue organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Su último trabajo fue al lado del arquitecto Mario Pani, para decorar un muro del Multifamiliar Miguel Alemán, en la colonia del Valle de la Ciudad de México. En 1949 muere en la Ciudad de México, el día 8 de septiembre, siendo enterrado en la Rotonda de los hombres ilustres en Bellas Artes.

Aparato de referencia de la obra La obra mural Katharsis, del muralista mexicano José Clemente Orozco es sin duda una de las obras donde se demuestra su madurez plástica, sin dejar de lado su importancia histórica – social, la cual podemos analizar gracias a los diversos escritos que han elaborado los especialistas en la materia, que en este caso son los críticos de arte los que se encargan de analizar a fondo una obra de arte. Sin embargo antes de continuar debemos dejar en claro que una obra de arte debe de ser analizada de diferentes puntos de vista, ya que no solo podemos basarnos en el contexto histórico y su relación con el ambiente, sino que hay que analizar las capacidades del autor, para así conocer su contenido estético y lo que ocurre alrededor de ella. De ahí la importancia de revisar diversos escritos los cuales contienen información la cual es de vital importancia para la comprensión de la obra enriqueciendo nuestro conocimiento de la misma y del autor. Hablar de un estudio profundo de una obra de arte nos conlleva a la especialización en un rubro de las artes, y las personas más indicadas para hablar acerca de estos temas son los críticos de arte, a quienes me he referido a lo largo de este análisis. De los análisis que se han realizado a los murales que se localizan en el interior del Palacio de Bellas Artes, podemos encontrar diversos argumentos. Pero como lo hemos venido refiriendo a lo largo del análisis del mural Katharsis de José Clemente Orozco, forma parte importante dentro de la pintura mural mexicana, y al poder comprender su punto de vista del autor podemos comprobar que los diversos puntos de vista de los críticos de arte convergen en la opinión sobre el contenido simbólico de la obra. Comenzaremos argumentando que el mural se realizó dentro del Palacio de Bellas Artes en el año de 1934 y así lo afirma Gonzáles Mello, en 1934 regresó a México donde pintó un fresco en el Palacio de Bellas Artes (Mello, 1999). De igual forma lo afirma Raquel Tibol la cual menciona que “El 15 de agosto de 1934, Orozco firmó con Antonio castro Leal, jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaria de Educación Pública, un acuerdo para realizar una pintura al fresco en el muro oriente del Palacio de Bellas artes” (Tibol, 1984, pág. 135) en el segundo piso denominado piso de galerías. La técnica elegida fue pintura al fresco sobre un muro trasportable el cual está fijado al muro, técnica sugerida por Diego Rivera (Del Conde, 1995). El tema elegido por Orozco fue la guerra, y a si fue llamada por varios años La guerra, hasta que Justino Fernández, amigo y biógrafo de Orozco le sugirió

cambiar el nombre, de tal manera que Orozco acepto y le puso el nombre de La Katharsis, Justino Fernández describe que el fresco de Bellas artes “parece que ofrece una posibilidad de salvación por medio de la renovación, de la destrucción de este mundo infernal, de la purga...” (Del Conde, 1995, pág. 71). Por su parte Raquel Tibol se hace la pregunta “¿Por qué Katharsis, si lo que ahí puede verse es un conflicto bélico convencional ni una purificación de pasiones por expulsión de elementos nocivos a la colectividad? (Tibol, 1984, pág. 135)”. Ambos argumentos son válidos para el sustento de la obra de tal manera que los podemos interpretar según sea nuestro interés, por una parte nos invita a realizar una reflexión en cuanto al contenido simbólico y en la otra nos hace una descripción de manera más literaria, pero ambas consideran los mismos elementos para su descripción. En el análisis se plantearon diversas dudas e inquietudes y una de ellas fue por qué el cambio de nombre, a lo cual Justin Fernández nos describe por qué la sugerencia de este nombre mientras que por otra parte Raquel Tibol se hace la pregunta de ¿porque ese nombre? si lo que ella interpreta es diferente. Estos dos puntos de vista complementan la afirmación de Teresa del Conde la cual describe la iconografía de manera diferente, nos menciona que “la iconografía ofrece un espectáculo de masa, las mujeres ocupan un lugar prominente y el horizonte que la masa forma está limitado al fuego” (Del Conde, 1995, pág. 74). Lo que nos hace afirmar la postura de cada autor frente a su punto de vista. Cada punto de vista se complementa para poder realizar un análisis adecuado y profundo el cual nos permite aclarar las dudas en cuanto al proceso técnico, aclarando el origen del nombre y en su interpretación.

Carácter semiótico de la obra. La vida del pintor muralista José Clemente Ángel Orozco se desarrolló un momento idóneo del movimiento revolucionario el cual estuvo ligado a conflictos armados desarrollados en México, así como en otras partes del mundo. Su viaje a Europa y su madurez plástica dan como resultado un de los murales del Palacio de Bellas Artes de nombre Katharsis del pintor muralista José Clemente Ángel Orozco. Se trata de una situación un tanto sangrienta de un conflicto violento entre el hombre moderno y el mundo mecanizado que lo rodea y oprime. En la parte inferior del mural se puede observar a tres mujeres las cuales se encuentran mezcladas entre hombres y partes mecánicas, las mujeres expresan rostros con risas demenciales, a dos de ellas solo se les puede ver el rostro el cual esta maquillado de igual manera que las damas del mundo galante, se observan despreocupadas ajenas a todo lo circundante de la escena. Mientras la mujer central se insinúa de manera provocativa, ataviada de joyas y maquilada excesivamente con una risa burlona y mirada vacía. Arriba de la mujer de cuerpo completo se pueden observar dos hombres enfrentándose cuerpo a cuerpo lo cual puede representar la lucha entre dos clases sociales o bien la batalla entre lo civilizado y lo primitivo. En ambos costados se puede observar masas en conflicto. Del lado izquierdo se observa a la maquina la cual comúnmente sirve al hombre en esta ocasión se vuelve en contra de su creador poniéndose en su contra mientras que destroza a un hombre entre sus engranes convirtiéndolo en un cuerpo inerte. En el otro costado podemos observar una caja fuerte que simboliza al sistema capitalista, siempre ávido de riquezas pero vacío por dentro. Arriba de la caja se pueden ver unas figuras que parecen cadáveres los cuales representan a los gobiernos opresivos e inoperantes, los cuales se encuentran oprimiendo a los individuos que se resisten al sistema. Estos individuos ondean una bandera roja, símbolo de la derrama de sangre derramada por la sociedad que lucha por un pensamiento de libertad e igualdad. Entre las figuras centrales se observa un par de fusiles, uno de ellos se encuentra roto, los fusiles son representativos del poder sobre el individuo, en este caso demuestra el poder que se puede infringir sobre las masas mediante las armas de fuego, el fusil que se encuentra roto puede significar que no se tiene el control absoluto, denotando que el hombre y su pensamiento no se puede manejar totalmente y busca su libertad.

Todos los elementos se encuentran rodeados por fuego lo que hace tangente la purga dentro de un caos social, y visto por el autor el fuego es considerado como en elemento envolvente y purificador, el cual espera que la lucha culmine para así poder purificar a la sociedad de todos sus errores y pecados.

Bibliografía Del Conde, T. C. (1995). Los murales del Palacio de Bellas Artes. Mexico: Américo Arte Editores. Fernández, J. (1994). Arte moderno y contemporaneo de México. México: UNAM. González, L. G. (2009). viaje por la historia de México. mexico: SEP. Mello, R. G. (1999). José Clemente Orozco la pintura mural mexicana. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Noelle, L. (1981). genesis de un mural pintura mural de Federico Siva.l. méxico: UNAM. Tibol, R. (1984). José Clemente Orozco una vida para el arte. mexico: CONAFE. Zecchetto, V. (2002). La danza de los signos. Ecuador: Abya - Yala.

ESCUELA DE BELLAS ARTES DE AMECAMECA

LICENCIATURA EN ARTES PLÁSTICAS

ANÁLISIS SEMIÓTICO DE LA OBRA MURAL KATHARSIS, DEL MURALISTA MEXICANO JOSÉ CLEMENTE ÁNGEL OROZCO.

ALUMNO: IVÁN RICARDO VEGA FLORES

MTRA: BLANCA ESTELA GALICIA ROSALES

MATERIA: SEMIÓTICA

14 DE JULIO DEL 20017