Analisis de la pelicula La vida empieza hoy

LA VIDA EMPIEZA HOY OCTOBER 10, 2017 FATIMA MEJIA MARTY 2014-00241 UNIVESIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE) ESCUELA DE PS

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LA VIDA EMPIEZA HOY

OCTOBER 10, 2017

FATIMA MEJIA MARTY 2014-00241

UNIVESIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE) ESCUELA DE PSICOLOGIA

CARRERA

: LICENCIATURA EN PSICOLOGIA CLINICA

ASIGNATURA

: TERAPIA SEXUAL

TEMA

: Análisis de la película “La vida empieza hoy”

FACILITADOR

: Myrna Pluyer

PARTICIPANTE

: Fátima Mejía Marty

FECHA

: 10 de Octubre de 2017

SANTO DOMINGO, D. N.

Mat. 2014-00241

LA VIDA EMPIEZA HOY

FICHA: Dirección: Laura Mañá. Países: España y Argentina. Año: 2009. Duración: 90 min. Género: Comedia. Interpretación: Pilar Bardem (Juanita), Rosa María Sardà (Olga), Mariana Cordero (Rosita), Luis Marco (Pepe), Sonsoles Benedicto (Herminia), Osvaldo Santoro (Julián), María Barranco (Nina), Eduardo Blanco (Alfredo), Fernando Tielve (Kim), Silvia Sabaté (Nuria). Guión: Alicia Luna y Laura Mañá; basado en un argumento de Alicia Luna. Producción: Quique Camín y Antoni Camín. Música: Xavier Capellas. Fotografía: Mario Montero. Montaje: Lucas Nolla. Dirección artística: Balter Gallart. Vestuario: María Gil. Distribuidora: Filmax. Estreno en España: 25 Junio 2010. No recomendada para menores de 12 años.

SINOPSIS

Un grupo de personas de la tercera edad acude a unas clases de sexo donde les recuerdan que su cuerpo todavía está vivo Allí aprenden los unos de los otros, hablan de sus vivencias… Olga, la profesora, les ayuda a hacer frente a los problemas generados por la edad. Para eso tendrán que hacer deberes: aprender a mirarse al espejo, dedicar 20 minutos al placer… «Sexo es vida —les dice— porque el sexo tiene que ver con las sensaciones, y no dejamos de sentir nunca». Una historia coral, narrada en tono de comedia en la que padres, hijos y nietos se cruzan continuamente en una gran ciudad donde les resulta difícil encontrar su lugar.

Los personajes

Juanita 70 años. Viuda y sin hijos. Sorda cuando le conviene. Va a clases sobre todo para no estar en casa. Vive con la presencia constante de su difunto marido que le hace la vida imposible. Está convencida de que la está llamando para que se reúna con él en el otro mundo. En clase aprende a pensar en sí misma, a descubrir las cosas que le gustan, las sensaciones... Una tarde, se va a la funeraria y decide separarse definitivamente de su marido. No quiere que la entierren con él. Tras la separación, Juanita se convierte en otra persona y empieza a vivir como siempre deseó: sola.

Julián 70 años. Argentino. Emprendedor. Viudo desde hace un par de años, decide rehacer su vida. Lo vende todo y deja su Buenos Aires natal para instalarse en casa de su hijo en Barcelona. Julián es mentiroso, tacaño pero sumamente divertido. Su objetivo: encontrar una mujer con la que empezar una nueva vida. Esa mujer será Herminia.

Herminia 65 años. Sensual, voluptuosa, coqueta. Va a clases de sexo porque cree que es frígida, que con la edad ya no es capaz de sentir placer, pero lo que le pasa, es que no ha encontrado al hombre adecuado. Cuando conoce a Julián se le abre un mundo de sensaciones que creía olvidadas. Se entienden tan bien físicamente que deciden comenzar una relación puramente sexual.

Pepe 65 años. Dinámico y deportista. Estresado por su reciente jubilación. Va a clases de sexo porque empieza a tener disfunción eréctil. Casado, con 3 hijos y 2 nietos. Se entiende bien con su mujer, Rosita, pero desde hace años lleva una doble vida. La jubilación es el momento de empezar de nuevo. Decide dejar a su mujer e irse a vivir con su amante, Bea; pero todo se le viene abajo cuando Bea le deja porque nunca deseó ocupar el lugar de su mujer. Pepe se siente perdido, viejo, acabado. No encuentra su papel dentro de la sociedad. Rosita le ayudará a encontrarlo.

Rosita 60 años, ama de casa y cuidadora de todos sus nietos. Rosita es dulce, paciente, siempre dispuesta a ayudar a sus hijos. Su casa siempre está llena de gente y no se da cuenta de que ha descuidado la relación con su marido. Cuando se entera de que Pepe tiene una amante, siente que la culpa es de ella por haberse abandonado. Entonces lucha por reconquistarlo y, juntos, volverán a enamorarse.

Olga y las clases de sexología En clase no se intenta "enseñar" nada, más bien se comparte. Todos aprenden los unos de los otros, hablan de sus vivencias... El tono es dinámico y animado. Olga (50 años) les ayuda a que redescubran las posibilidades de sus cuerpos, a hacer frente a problemas generados por la edad. Para ello pueden practicar algunos ejercicios: aprender a mirarse al espejo, dedicar 20 minutos a hacer algo que les guste, redescubrir las sensaciones... porque, como dice ella: "El sexo tiene que ver con las sensaciones y no dejamos de sentir nunca".

La vida empieza hoy es una película coral. Los personajes viven en Barcelona, una ciudad grande que apenas les deja sitio. Una ciudad ajetreada, de tráfico denso. Una ciudad hermosa, hecha para disfrutar recorriéndola en un autobús, mirando por la ventana el transitar de sus gentes y apagando el audífono para que nada nos interrumpa. Así lo hace Juanita (Pilar Bardem) cuando por fin deja atrás lo que considera su deber. Es la suya la historia de mayor soledad, la de una viuda que carga sobre sus espaldas con el peso que supone la presencia de su marido muerto en cada quehacer de su vida. No vive, sino que espera como ocurre con muchas personas mayores que se han quedado sin compañía. La película ahonda en las relaciones que se establecen en la madurez de esas personas que rondan los 70 con sus hijos y sus nietos. Son relaciones que se deforman, como le ocurre a Herminia (Sonsoles Benedicto), a quién se le ha mudado a su apartamento su hija Nina (María Barranco) con la intención de cuidarla. No hablan claro porque las dos quieren hacer lo que la otra espera sin preguntar, así que se van llenando de sobreentendidos y se van cargando la una a la otra de cadenas que acaban con su libertad como personas. Hacen lo que menos necesitan y se quedan añorando lo que tendrían la una sin la otra. De la misma forma Julián (Osvaldo Santoro) mantiene una relación básicamente enfermiza con su hijo Alfredo (Eduardo Blanco), su nuera (Silvia Sabaté) y su nieto (Fernando Tielve) tras abandonar su vida en Argentina y colarse con sus muebles en la casa de Alfredo. Rompe el funcionamiento de la familia y las decisiones de su acobardado hijo que no logra imponerse. Sin embargo con el nieto encuentra afinidad al hablar de temas universales que nunca cambian. De estas dos historias se ve que la compañía de la familia termina asemejándose a una especie de cárcel. Es siempre una compañía mal entendida, sobre todo porque el rol de padres y madres no se abandona nunca.

Algo similar le ocurre a Rosita (Mariana Cordero) que se ha convertido en la cuidadora de sus nietos pequeños. Su marido Pepe (Luís Marco) acaba de jubilarse y es incapaz de asumir su nuevo estatus. La relación de Pepe y Rosita como pareja va por mal camino, él todo el día fuera, haciendo deporte porque siente que el cuerpo, por mucho ejercicio que realice, se va deteriorando y además ya no le resulta atractivo a su amante que le ha dejado. Rosita que se había adaptado y que ya tenía una vida completa, se da cuenta que necesitan modernizarse en cuánto a eso del sexo, que tienen que reinventarse ahora con tanto tiempo para ellos. Olga (Rosa María Sardá), la profesora de las clases de sexo, funciona como detonante ya que es quien les pide a los mayores que se lancen, pues con su edad todavía les queda el tramo más dulce de sus vidas. Les va enseñando cosas de sexo, pero también va sacando la humanidad que les queda, para que exploren sus sentimientos y vivan plenamente. Es decir, les proporciona el empujón que necesitan para recobrar su libertad y las ganas de seguir viviendo.

Este es el catálogo que nos presenta: soledad, libertad, placer, sexualidad, tiempo por delante, crisis de la jubilación, adecuación de nuevos roles, relaciones familiares, asumir el desgaste físico pero superarlo como impedimento mental… Y todos estos temas se tratan desde el optimismo. A la larga, La vida empieza hoy se transforma en una película jovial -porque se dispone del mismo tiempo libre que en la adolescencia y además se tiene dinero- y contagiosa. Es hora de tirar por la ventana el qué dirán, de disfrutar y de ser un poco egoístas. No sólo destila optimismo, también está llena de escenas de humor que todo el público, de todas las edades y condiciones, reía a carcajadas y con ganas.

Análisis basado en el Capítulo 12 “Sexualidad y el periodo de vida: Adultez” Comportamiento sexual de los ancianos

Aunque el comportamiento y el interés sexuales disminuyen un poco con la edad, sigue habiendo cantidades sustanciales de hombres y mujeres ancianos que tienen vidas sexuales activas, incluso en su octava década de vida. En una muestra de personas sanas entre 80 y 102 años, 62 por ciento de los hombres y 30 por ciento de las mujeres informaron que seguían teniendo relaciones sexuales (Bretschneider y McCoy, 1988). No parece haber ninguna edad después de la cual todas las personas sean sexualmente inactivas. Algunos ancianos sí dejan de tener coito después de cierta edad, debido a una variedad de razones: Para las mujeres, es más frecuente que esto ocurra al final de su quinta década y principio de la sexta década de vida, en tanto que esto ocurre un poco después para los hombres (Pfeiffer et al., 1968). No obstante, a diferencia de lo que podría esperarse, cuando una pareja deja de tener coito, es más frecuente que la causa sea el marido; tanto las esposas como los maridos están de acuerdo en que esto es cierto. En algunos casos, el marido ha muerto (y difícilmente podemos culparlo por ello), pero aun si se excluyen esos casos, los maridos siguen siendo la causa más frecuente. De este modo, la disminución en la expresión sexual femenina que se asocia con la edad puede estar relacionada directamente con la disminución en el hombre. Es más probable que la muerte del cónyuge ponga fin al coito en el caso de las mujeres que entre los hombres, en parte esto se debe a que es menos probable que las mujeres se vuelvan a casar (Riportella-Muller, 1989) Por tanto, una de las influencias más importantes en la sexualidad de los ancianos es que existen más mujeres que hombres que llegan a esa edad. Debido tanto a la mortalidad más temprana de los hombres, como a su preferencia por mujeres más jóvenes, es más probable que las ancianas vivan solas y que tengan menos acceso a parejas sexuales. Por ejemplo, en 1999, entre aquellas personas de 75 años o más, 71 por ciento de los varones estaban casados y probablemente vivían con su cónyuge, en comparación con sólo 31 por ciento de las mujeres (U.S. Bureau of the Census, 2000b). Se han propuesto algunas soluciones innovadoras, como que las ancianas formen relaciones lésbicas.

La mejor encuesta que se ha realizado hasta la fecha acerca de la sexualidad entre las personas mayores a 50 años fue realizada por una compañía de investigaciones para la American Association of Retired Persons (1999). El personal de la AARP diseñó un cuestionario enfocado al papel de la sexualidad en las vidas de los adultos mayores. Una compañía de investigaciones que cuenta con un gran panel de hogares seleccionó a 3 450 miembros del panel con edades de 45 años y más, les llamó por teléfono y les invitó a participar en el estudio. El cuestionario se envió por correo a 1 709 personas que estuvieron de acuerdo en participar; 1 384 personas regresaron el cuestionario respondido. El resultado es una muestra de voluntarios con ciertos sesgos probables. Específicamente, las personas ancianas que se encuentran enfermas o en instituciones de cuidado, o cuya vista es deficiente, están en muy poca probabilidad de responder a la encuesta. Por tanto, debemos considerar que ésta es una encuesta de personas ancianas que se encuentran arriba del promedio en cuanto a salud, actividad e inteligencia y que, sin duda, son más activas en sentido sexual que algunos otros ancianos. Sin embargo, es una fuente muy importante de información sobre la sexualidad y los ancianos, un tema sobre el cual existe poco conocimiento Aunque la actividad sexual declina un poco con la edad, es perfectamente posible continuar sexualmente activo hasta la octava o novena década de vida. Los problemas con el sexo o el cese del coito pueden relacionarse con factores físicos. En las mujeres, la disminución en los niveles de estrógeno provoca una vagina más delgada y menos elástica, así como menos lubricación; en los varones, disminuye la producción de testosterona y aumentan los padecimientos vasculares, que se combinan con mayor lentitud en la erección y periodos refractarios más largos. También pueden estar implicados factores psicológicos, como la creencia de que los ancianos no pueden o no deberían tener relaciones sexuales. Masters y Johnson enfatizaron que dos factores son críticos para mantener la capacidad sexual en la vejez: buena salud física y mental y regularidad en la expresión sexual. La encuesta de la AARP, USA indica que todas las conductas sexuales —incluyendo el coito heterosexual y la masturbación— pueden continuar más allá de los 70 años.

CONSIDERACION PERSONAL DEL TEMA

Consideramos que tal como se explica en el capítulo 12 del libro “Sexualidad Humana” de Hyde, y como se recrea en la película “La vida empieza hoy” de Laura Mañá, la sexualidad existe mientras exista la vida. Entendemos que las personas por el hecho de ser mayor no deben cohibirse de algo que es parte de la humanidad, a menos, que la persona no tenga un problema de salud físico que le impida tener el coito o tener sensaciones sexuales. Existen sensaciones que no son favorables para la salud, como lo son la soledad, los cambios en la vida, la falta de motivación, que es necesario continuar en la vida tratando de estar lo mejor posible con uno mismo. Las relaciones sexuales entre adultos mayores son lógica y normal, debemos ayudar a que los adultos mayores, sus familiares y la propia sociedad comprendan que es parte de esa etapa de la vida y que no se debe dejar de lado. "El sexo tiene que ver con las sensaciones y no dejamos de sentir nunca".