Trabajo Semiologia Sindrome Febril

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INDICE

INDICE……………………………………………………………………………………2 INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………..3 SINDROME FEBRIL…………………………………………………………………....4 FISIOPATOLOGIA…..…………………………………………………………………..5 MANIFESTACIONES CLÍNICAS……………………………………………………...6 TIPOS DE FIEBRE………………………………………………………………………6 CURVA FEBRIL………………………………………………………………….………7 SEMIOLOGÍA……………………………………………………………………………..9 COMPLICACIONES……………………………………………………………………..9 DIAGNÓSTICO.………………………………………………………………………….10 TRATAMIENTO………………………………………………………………………….12 CONCLUSIONES……………………………………………………………………..…14 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….

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INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación llevará como fin conocer y estudiar el llamado “Síndrome Febril” el cual puede ser causado por una amplia gama de enfermedades. Por lo que este síndrome se podría calificar como uno de los principales y más importantes signos de alerta del cuerpo humano. Además de esta manera se darán los parámetros necesarios para la identificación y acciones a tomar según el caso presente. De esta forma se podrá identificar los diferentes tipos de fiebre, las cuales pueden orientar y dar un rumbo para el diagnóstico, atacando así de manera más eficiente la causa del mismo. Durante la investigación se dará a conocer el mecanismo fisiopatológicos del síndrome para una mejor comprensión del mismo aunque, si bien es cierto que el conocimiento de la fisiopatología de la fiebre en los últimos años ha crecido notablemente aún se desconoce si el mismo es beneficioso o perjudicial para quien lo presenta, ya que en ciertos casos el aumento de la temperatura corporal afecta y neutraliza la acción de los microorganismos agresores, aumenta la susceptibilidad de los microorganismos al poder bactericida del suero, aumenta la producción de neutrófilos,

macrófagos

y

anticuerpos,

potencia

la

efectividad

de

ciertos

antimicrobianos. En contraparte se consigue que la actividad de linfocitos T citotóxicos y de la células killer se ve disminuida durante la fiebre. Finalmente se darán las herramientas necesarias para la realzar el diagnóstico diferencial entre una muy común confusión en la clínica médica como lo puedes ser la hipertermia con el síndrome febril, las cuales tienen características totalmente diferentes y mecanismos fisiopatológicos independiste una de la otra.

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SÍDROME FEBRIL:

La fiebre es la elevación regulada de la temperatura corporal por encima de los valores normales, debido a la reprogramación de los centros termorreguladores hipotalámicos, como resultado de una respuesta homeostática intacta en respuesta a un estimulo pirogénico exógeno. El síndrome febril es caracterizado además por la presencia de síntomas y signos circulatorios (taquicardia, hipotensión, soplos cardíacos sistólicos); respiratorios (polipnea); digestivos (lengua saburral, anorexia, sensación de empacho gástrico, sed excesiva, etc.); nervioso (astenia, inapetencia, cefalea, sudación, quebrantamiento, escalofríos) y, en algunos casos, delirio, convulsiones y herpes labial. La temperatura corporal varía en el transcurso del día, siendo más baja en horas tempranas de la mañana y más elevada en las horas de la tarde (Ritmo circadiano). La variación durante el día puede ser de 0.6ºC. Esto se debe a los mecanismos de termorregulación regidos por el sistema nervioso central, los cuales son involuntarios y automáticos. Las variaciones circadianas se producen aun en episodios febriles, a pesar de que la agresión que los genera es constante a lo largo del día. Según el ritmo circadiano se considera fiebre a una temperatura mayor de 37.2ºC horario matutino y mayor de 37.8ºC en horario vespertinos. La fiebre mayor a 41.5ºC se denomina hiperpirexia, mientras que la menor a 35ºC se denomina hipotermia, la cual puede ocurrir de forma accidental, como consecuencia de enfermedades o por consumo de drogas. Entre fiebre e Hipertermia (aumento de la temperatura corporal por producción excesiva de calor, incapacidad para disipar el calor, o pérdida de la regulación por daño en los centros de termorregulación del hipotálamo). Potencialmente mortal y no existe regulación térmica por el organismo ni pirógenos mediadores.

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FISIOPATOLOGIA

La fiebre es una respuesta adaptativa normal, mediada por una cascada de citocinas-prostaglandinas y producida por multiples procesos que generan inflamación. Esta respuesta se activa cuando los pirógenos exógenos (agentes externos al huésped) estimulan la síntesis y liberación de las citocinas (proteínas proinflamatorias de bajo peso molecular) que son capaces de producir fiebre, denominándose asi como pirógenos endógenos (agentes generados en las células del huésped). Los pirógenos endógenos mas conocidos son:  Interleucina (IL)-1 alfa  Interleucina IL-1 beta  El factor de necrosis tumoral (TNF) alfa  IL-6  IL-8  Interferones Estos agentes al liberarse pueden inducir a la cascada de citocinas y sus propios receptores. Las citocinas circulantes al ser reconocidas por las células endoteliales de órgano vasculosum de la lamina terminalis (OVLT) inducen a la enzima ciclooxigenasa 2 a producir prostaglandinas. Algunas toxinas microbianas pueden estimular la producción de PGE 2 hipotalámica, está a su vez estimula a las células gliales para que liberen AMP cíclico, el cual determina que las neuronas del termostato hipotalámico estimulen los mecanismos de termogénesis y regulen la temperatura corporal a un nivel más elevado de lo normal, produciendo fiebre. Otros agentes infecciosos virales del SNC pueden inducir la síntesis local de citocinas pirogénicas por las células gliales y neuronas que estimulan el centro termorregulador prescindiendo del OVLT. Fragmentos pequeños de pirógenos

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endógenos pueden ser capaces de atravesar la barrera hematoencefalica y pirógenos endógenos cerebrales son producidos como respuestas a los pirógenos endógenos circundantes actúan de la misma forma.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

Las manifestaciones clínicas son:  Escalofríos  Artralgias y mialgias.  Dolor de espalda  Anorexia  Somnolencia  Sudoración  Cambios en el nivel de conciencia  Convulsiones  Herpes labial  Albuminuria  Aumento de la temperatura corporal  Taquicardia  Aumento de la PA, con aumento de la TA diferencial  Piel fría y seca en la primera etapa. Caliente en la etapa de meseta.  Sudorosa en la defervescencia

TIPOS DE FIEBRE:

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Los tipos de fiebre cosisten en el análisis de la magnitud y frecuencia de los picos de fiebre y de la curva térmica. Diferenciar el tipo puede ser de utilidad para la evaluación de un tratamiento en cuanto su efectividad. Los tipos de fiebre son:  Fiebre Intermitente: Elevaciones térmicas que retornan a los valores normales durante cada día de fiebre.  Fiebre Continua: Tipo de fiebre que no presenta variaciones mayores a 0,6° C por día.  Fiebre Remitente: Fiebre que no disminuye a los valores normales durante cada día de fiebre.  Fiebre Periódica: En la cual aparecen en intervalos fijos y predecibles.  Fiebre Recurrente: Es la que se padece después de uno o más días de apirexia.  Fiebre de Pel Ebstien: Períodos febriles de 4 a 5 días y períodos afebriles de duración similar. Repetidos por largos periodos (varios meses).

CURVA FEBRIL:

Generalmente un patrón febril (curso de la temperatura) no debe ser considerado patognomónico de un agente infeccioso en particular en un paciente, sin embargo, la curva de la temperatura puede convertirse en una valiosa pista para el estudio etiológico de la fiebre. Cuando se habla de curva febril se refiere a la evolución de la temperatura en el tiempo. Se han descrito varios tipos de curvas febriles según las variaciones que presente la temperatura durante el día o a lo largo del tiempo. Es frecuente que estas evoluciones estén interferidas por acción de antipiréticos y tratamientos.

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El control de esta curva resulta útil en la evaluación de un tratamiento. Ya que la defervescencia (desaparición de la fiebre) indica una buena respuesta terapéutica. Cada tipo de fiebre esta representado por una curva diferente como se ve a continuación. Incluyendo la curva hectica o séptica. Que se caracteriza por “pick” febriles que pueden sobrepasar los 39ºC y generalmente, son antecedidos por calofríos. Es frecuente que cuando la temperatura baja se produzca diaforesis, especialmente si se han usado antipiréticos.

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SEMIOLOGÍA:

La manifestación cardinal de la fiebre es la elevación de la temperatura corporal normal entre 1ºC y 4ºC. Esto se puede detectar por mediciones de la temperatura corporal en la cavidad bucal, conducto auditivo externo, axila (menos fidedigno) y recto. También se pueden utilizar mediciones invasivas de la temperatura corporal central, por medio de la membrana timpánica, el esófago interior y la arteria pulmonar. La medición por la cavidad bucal es el método mas difundido a nivel mundial. Pero esta puede llegar a resultar errónea en los fumadores, ya que la temperatura se eleva por la vasodilatación bucal provocada por el humo. El registro de la temperatura rectal se considera más sensible para detectar los cambios en la temperatura basal o fiebre, pero es motivo de controversia por los riesgos infecciosos que genera. Siendo así contraindicado en algunos casos como en la neutropenia. Aunque en algunos casos como en pediatría, se prefiere esta medición ya que es la más cercana a la temperatura del núcleo. La temperatura de la piel (axilar, inguinal) es inexacta, por la dificultad del procedimiento y su mayor dependencia a los cambios de la temperatura ambiental. La fiebre se relaciona con otros signos vitales. Por ejemplo la fiebre produce aumento de 10 latidos en la frecuencia del pulso por cada grado de temperatura que supere los 37ºC. Siendo así otro manera de medición para la fiebre, la medición de la frecuencia cardiaca. La anamnesis de cada paciente es otra medida semiológica para el síndrome febril. Ya que se identifican los síntomas que presentan estos.

COMPLICACIONES

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Temperaturas mayores de 5ºC del valor habitual del individuo (41ºC, 42ºC) son riesgosas para la vida del individuo; en esos niveles se producen cambios metabólicos que incluyen cambios en la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, cambios en la permeabilidad celular y pH intracelular. En la práctica la complicación vital en humanos se relaciona a la despolarización, probablemente por depleción de potasio intracelular, del tejido excitable, incluyendo el sistema conductor cardíaco y cerebral. La mayoría de las muertes por hipertermia o hiperpirexia se deben a arritmias cardíacas. En pacientes que sobreviven, el daño cerebral residual se puede deber al efecto sinérgico de la hipertermia y la hipoxia ya que ambos producen un prolongado estado de despolarización, que aparentemente liberaría aminoácidos y neurotransmisores excitatorios en el cerebro, provocando la muerte neuronal excitotóxica. La principal y más importante complicación de la fiebre son las convulsiones y en la hiperpirexia el desequilibrio hidroelectrolítico. Pero en general, el aumento moderado de la temperatura corporal no reviste mayor gravedad y más bien puede tener un efecto potenciador de la respuesta inmune como se mencionó anteriormente. Las convulsiones febriles ocurren con mayor frecuencia en niños por lo demás sanos entre las edades de 9 meses a 5 años. Los niños pequeños son los más comúnmente afectados. Las convulsiones febriles a menudo son hereditarias. La mayoría de las convulsiones febriles ocurre en las primeras 24 horas de una enfermedad y no necesariamente cuando la fiebre está en su punto más alto. Las infecciones del oído o cualquier resfriado o enfermedad viral pueden desencadenar una convulsión febril. Una convulsión febril simple se detiene por sí sola en cuestión de unos segundos hasta 10 minutos, generalmente seguidos de un período corto de somnolencia o confusión. Las convulsiones febriles pueden empezar con una tensión (contracción) repentina de los músculos en ambos lados del cuerpo del niño:

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El niño puede llorar o gemir.



La contracción muscular puede durar algunos segundos o más.



El niño caerá si está de pie y es posible que se orine.



El niño puede vomitar y morderse la lengua.



Algunas veces, los niños no respiran y pueden empezar a tornarse azul.



El cuerpo del niño puede empezar a sacudirse rítmicamente y no responderá a la voz de los padres.

Una convulsión que dure más de 15 minutos, suceda sólo en una parte del cuerpo o se repita durante la misma enfermedad no es una convulsión febril normal.

DIAGNOSTICO

Para realizar un diagnostico de la fiebre se deben tomar en cuenta los diferentes estímulos agresivos que determinan en el huésped una respuesta multisistémica que se expresa por un conjunto de signos y síntomas, modificaciones humorales, endocrinas e inmunohematologicas, estos cambios se denominan respuesta de fase aguda. Estas respuestas a veces pueden ser la única evidencia de la enfermedad. La mayoría de las veces no existen patrones ni magnitud de fiebre que se asocien con una infección determinada, ya que el grado de elevación de la temperatura no se correlaciona con la gravedad de la enfermedad que la produce. Esto se debe a la utilización de registros bucales y al uso precoz de antipiréticos y antibióticos. Una manera de identificar aquellos pacientes con fiebre y tener claves diagnosticas orientadas de la enfermedad que la provoca es por medio del interrogatorio, para investigar el contexto ambiental epidemiológico.

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El diagnóstico de un síndrome febril debe empezar por definir si se trata de un caso agudo (menos de tres semanas de evolución) o crónico. El patrón de la fiebre puede orientar a su etiología, si se registra juiciosamente al menos en dos días consecutivos. Luego se debe tratar de definir si la posible causa es infecciosa o no y en caso de pensar en origen infeccioso, se deben tomar las muestras pertinentes para confirmar esta etiología, antes de iniciar la terapia respectiva. En algunos casos puede ser importante establecer si se trata de "fiebre ficticia" y un método simple de confirmar si el aumento de temperatura es real, consiste en medir la temperatura de una muestra fresca de orina. En el síndrome febril agudo las causas más frecuentes son infecciosas. En el síndrome febril crónico (fiebre de origen desconocido, FUO), si bien las infecciones siguen siendo la primera causa etiológica, las neoplasias, colagenosis y enfermedades granulomatosas son causas igualmente importantes. Por otra parte como se ha establecido en varias series aún usando las más modernas técnicas y métodos diagnósticos, entre 7 y 13% de las veces no se puede aclarar la etiología. Los exámenes mínimos que deben practicarse al paciente con síndrome febril son: Hemoleucograma completo con sedimentación, hemoparásitos, parcial de orina, baciloscopia, coproscopia, examen de LCR, hemocultivos, aspirado de medula ósea y mielocultivos; radiografía de tórax. En algunos casos son necesarias radiografías de abdomen, TAC, resonancia magnética y ecografía. En aquellos pacientes con adenopatías, un recurso adicional es la resección de una de ellas, para realizar improntas (toques) en lámina portaobjeto, estudios de histopatología y además inoculaciones en animales de laboratorio de macerados del tejido. El xenodiagnóstico (aislamiento en zancudos y otros artrópodos) es de mucha utilidad en varias infecciones (arbovirosis y Chagas, por ejemplo).

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TRATAMIENTO:

El manejo inicial de los síndromes febriles y la hipertemia debe ser sintomático, mientras se establece la etiología y se instaura un tratamiento específico. Este manejo sintomático debe incluir la aplicación de medios físicos poco agresivos, como retirar ropa de abrigo, favoreciendo la pérdida de calor corporal, dejando al descubierto brazos, piernas, etc. Otro tipo de medidas físicas, como humedecer la piel con una esponja empapada en agua templada, puede ser de ayuda, pero su eficacia es relativa y solo se debe usar si no produce disconfort y tampoco como rutina en niños muy pequeños. Se deben ofrecer abundantes líquidos, azucarados a ser posible, para compensar las pérdidas. Si se decide bañar al paciente, es preferible usar agua tibia (29-32ºC), la fiebre se reducirán por evaporación del agua sobre la piel. En ningún caso deben emplearse friegas o compresas con alcohol, por el riesgo de toxicidad que implica (absorción percutánea e inhalación).

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Por otro lado se encuentra la Medicación antitérmica. En la siguiente tabla se describen las dosis, indicaciones y contraindicaciones de los antitérmicos más frecuentes.

Una tendencia universal, particularmente de los jóvenes colegas, es iniciar el empleo de antibióticos de amplio espectro, aún sin tomar muestras para laboratorio,

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como si los antibióticos fueran antipiréticos. Frecuentemente esto sólo contribuye a enmascarar signos y síntomas importantes, a modificar resultados de laboratorio que de otra manera serían diagnósticos y en no pocos casos a complicar el cuadro inicial por sobreinfección bacteriana o micótica oportunista. Por las anteriores razones, salvo aquellos casos en los cuales sea evidente la etiología o en donde la vida del paciente esté seriamente amenazada, no se recomienda iniciar antibióticos de amplio espectro ni combinaciones de antibióticos. Las razones que obligan a manejar un cuadro febril pueden resumirse en la presencia de taquicardia en personas con cardiopatías en quienes se puede precipitar una falla cardiaca; en la posibilidad de desencadenar convulsiones febriles especialmente en niños menores de 3 años o en ancianos con peligro de agravamiento de una encefalopatía.

CONCLUSIONES

Como personal de la salud es de gran importancia conocer sobre el síndrome febril que suele ser algo muy sencillo pero a lo que constantemente se le resta el cuidado necesario a lo que a éste se refiere. Por otro lado nos encontramos constantemente con múltiples obstáculos como el popular conocimiento de que la fiebre es igual a infección, y por lo tanto igual a antimicrobianos, teoría totalmente negativa. Sin embargo es una de las causas comunes más no la única y suelen crear confusiones tanto en los pacientes como en los familiares de los mismos. A lo que al Síndrome se refiere, es caracterizado por la elevación de la temperatura corporal, que incluye además síntomas y signos circulatorios como la taquicardia, hipotensión, soplos cardíacos sistólicos; signos y síntomas respiratorios,

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digestivos (lengua saburral, anorexia, sensación de empacho gástrico, sed excesiva, etc.); nerviosos (astenia, inapetencia, cefalea, sudación, quebrantamiento, escalofríos) y, en algunos casos, delirio, convulsiones y herpes labial. La historia clínica seguida de la epidemiología es esencial para el diagnóstico correcto de la causa de estos cuadros para su resolución satisfactoria, de modo que, el médico este claro en los exámenes realmente necesarios para facilitar la comodidad del paciente, así como su economía e integridad física. Siguiendo el mismo orden de ideas, es necesario conocer y saber manejar los cuadros de síndromes febriles prolongados y no prolongados en niños, especialmente en los lactantes, ya que no solo nos encontramos con un niño enfermo sino que también nos enfrentamos a la inquietud persistente de los padres o familiares. El síndrome febril sin foco constituye un motivo de consulta muy frecuente en pediatría, suele tener un inicio agudo y dura menos de 1 semana, tanto el manejo como la decisión de realizar pruebas complementarias se estratifica según la edad del paciente. A grandes rasgos se podría decir que la realización de pruebas complementarias y la agresividad del manejo son inversamente proporcionales a la edad, lo cual es debido fundamentalmente a la inmunodeficiencia relativa que presentan los lactantes de menor edad. Gonzalez, Anilynn C.I.: 20.255.641

Gracias a esta investigación pudimos aclarar grandes dudas y con ello aprender sobre el tema a tratar denominado síndromes febriles, el cual nos deja grandes conocimientos basados sobre la fiebre, en los que podemos destacar la formación de dicha patología, la cual se caracteriza por establecer elevadas temperaturas corporales entre 37.8°c en la región oral y 38.4°c en la región rectal.

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Además pudimos conocer a fondo sus causas como se establece en el ser humano, manifestaciones clínicas, tipos de fiebre, sus complicaciones, diagnósticos y sus tratamientos. Por ende queremos transmitir de forma específica y directa nuestros conocimientos sobre este tema. Hernández, Reisler C.I.: 21.357.736

En la investigación realizada se da a conocer la definición de fiebre, la cual es el aumento de la temperatura corporal normal como respuesta a un estimulo pirogénico. Para luego además dar a conocer la definición de síndrome febril el cual se caracteriza además por la presencia de un conjunto de síntomas y signos de diferentes sistemas del cuerpo. Se explica los valores normales de la temperatura corporal (37ºC) y que esta mediada por la termorregulación, que es una respuesta normal al ascenso y descenso del calor en el cuerpo. En la investigación se habla de que la fiebre puede variar dependiendo del momento del día, por la intervención del ritmo circadiano. También se habla que puede variar el término del cual se hace referencia a la fiebre, como hiperpirexia (temperatura mayor a 41.5ºC) e hipotermia (temperatura menor a 35ºC). Se hace referencia a la fisiopatología de la fiebre, refiriendo a esta como una respuesta adaptativa normal, mediada por procesos que se activan con agentes exógenos (externos al huésped) y endógenos (generados por el huésped), identificando cada uno de estos. Y explicando el proceso de la cascada de citocinas-prostaglandinas que actúan en el SNC y producen la fiebre.

Además se mencionan las diferentes manifestaciones clínicas que produce la fiebre. Y se mencionan los tipos de fiebre los cuales dependen de la curva febril (que se

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define como la representación grafica de la evolución de la temperatura en un tiempo determinado), y los cuales ayudan a evaluar la efectividad del tratamiento. Se describe las diferentes maneras de medición de la fiebre, las cuales son de uso universal y se pueden llevar a cabo de manera invasiva y de manera no invasiva. Describiendo también la relación de otros signos vitales como la frecuencia cardiaca con la medición de la temperatura. Se dieron a conocer igualmente las diferentes complicaciones que puede presentarse en los pacientes con síndrome febril. Se hizo referencia a la más importante y común que son las convulsiones (más comunes en niños)

y el

desequilibrio electrolítico. Se explica de igual manera las respuestas que se deben tomar en cuenta para realizar un diagnostico de la fiebre. Indicando que estas respuestas pueden ser multisistemicas. Y que no existe correlación entre los patrones de magnitud de la fiebre y las enfermedades infecciosas o su gravedad. Tomando en cuenta así el contexto epidemiológico como factor importante para el diagnostico. Y el saber diferenciar si se trata de un caso agudo o crónico de fiebre para poder definir el posible diagnostico y las posibles causas de la patología. Se identifican los diferentes exámenes que deben practicarse al paciente con síndrome febril para un diagnostico más preciso. Y por último se hace una mención a los diferentes tratamientos utilizados en los pacientes con síndrome febril. Quintero Lodato, Mariana C.I.:21.230.007

Luego de realizar el presente trabajo de investigación se logró concretar y entender lo que significa la temperatura corporal, la cual es el reflejo de dos procesos contrarios de todo organismo como lo son la termogénesis (producción de calor por la producción de energía) y la pérdida de calor.

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Durante la investigación se explicó que la temperatura corporal central normal es de 37° C. Además que termorregulación es la respuesta normal de un cuerpo frente a un aumento o descenso de la temperatura corporal central. Ya que al descender se aumenta la producción de calor, mientras que al ascender la temperatura se aumenta la perdida de calor. Sabiendo que los mecanismos de regulación térmica con involuntarios y automáticos. Se pudo mostrar además que existen cambios previsibles de temperatura denominado Rimo Circadiano Adicionalmente se obtuvo la definición de fiebre como un intento de regular la temperatura sobre sus valores normal (37,5° C cavidad oral) por la reprogramación de centros termorreguladores hipotalámicos. Luego se mostró que en la práctica se toma como referencia según la zona anatómica en la que se mida la temperatura. Siendo la temperatura normal en la cavidad bucal entre 36,8 a 37,5° C. La temperatura anal es 0,3° mayor a la obtenida en la cavidad oral y 0,6° mayor a la registrada en la axila. Posteriormente fue descrita la fisiopatología, la cual es una respuesta normal del cerebro mediada por unas cascada de citocinas-prostaglandinas por cualquier proceso inflamatorio (infeccioso o no). Además se clasificaron sus factores en: -Los factores pirógenos exógenos - Los factores pirógenos endógenos Y cabe destacar que se desconoce aún si la fiebre en sí es beneficiosa o nociva, ya que en algunos casos aporta ciertos beneficios mientras que en otros empeora el cuadro. En el mismo orden de ideas se brindaron las herramientas necesarias para lograr diferenciar claramente entre fiebre e Hipertermia Seguidamente fueron clasificados los tipos de fiebre en:

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Fiebre intermitente, fiebre continua, fiebre remitente, fiebre periódica, fiebre recurrente, fiebre de Pel Ebstien Pero siempre teniendo en cuenta que por lo general la fiebre no permite realizar un diagnóstico diferencial por sí sola, ni permite descartar causas no infecciosas. Aunque debe resaltarse que La fiebre es característica de la mayoría de las enfermedades infecciosas. Y esta pude ser de utilidad para la evaluación de un tratamiento en cuanto a su efectividad. Y en cuanto a la medición de la temperatura corporal es una práctica que se realiza sistemáticamente en el día a día del ejercicio de la medicina. Siendo el método más utilizado universalmente el de la cavidad bucal en adultos. Es de gran importancia saber también que la percepción de la fiebre es variable según el individuo. Por lo general se asocia la fiebre a un aumento gradual de la frecuencia cardíaca, siendo la relación de 10 latidos por minuto, en cada grado por arriba de 37 °C. Adicionalmente la fiebre se puede acompañar de manifestaciones neurológicas inespecíficas como las convulsiones en niños. Y delirio, confusión mental y coma en alcohólicos, arterioescleróticos, entre otros Durante el trabajo de investigación también fue tomado en cuenta el tratamiento y manejo de los diferentes pacientes con presencia de síndrome febril. Lindarte A., Robinson C.I.: 21.223.042

A través del presente, se puede ver que el Síndrome Febril es una simple elevación anormal de temperatura corporal. A pesar de ser un signo frecuente, se debe conocer los tipos de fiebre para descartar ciertas causas de origen.

Se observa que no todas las elevaciones de una temperatura normal son fiebres, es decir, no todos los aumentos son patológicos. Para más fácil diagnóstico (además de los termómetros), contamos con otros factores en el cuerpo que se ven

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afectados

en

presencia

febril.

También podemos ver sus complicaciones (cuadros de convulsión), que se presentan más frecuentemente en niños pequeños que no saben explicar lo que padecen, eso puede desencadenar en una pérdida de control por parte de los padres o responsables, por lo tanto es importante que sepan cómo reaccionar ante este

tipo

de

complicaciones.

No se debe caer en el error común de creer que como es un signo frecuente y no es grave, no requiere atención o un cuidado como todas las patologías, ni tampoco caer en la automedicación Más Y Rubi, Víctor C.I.: 23.739.960

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