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• RaquelScarlettGonzálezHernández

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Reporte de lectura Para el autor Daniel Goleman, la inteligencia es unos factores comunes realizados por pruebas que resultan muy eficiente para el éxito. Por ello lo que se plasma en este libro es que la inteligencia emocional es un factor principal del éxito, que incluye otros factores como la relación con los demás y consigo mismo, el autocontrol y la perseverancia. Y según el autor “El término inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Se trata de un término que engloba habilidades muy distintas aunque complementarias a la inteligencia académica, la capacidad exclusivamente cognitiva medida por el cociente intelectual...” En el capítulo “El desafío de Aristóteles”, trata sobre los impulsos y sentimientos agresivos; como para algunos es fácil enfadarse, lo difícil es enfadarse con la persona adecuada en el grado exacto, momento oportuno, propósito justo y modo correcto las diferentes maneras que uno puede impulsar su agresividad. En esta se describe como desarrollar las emociones de las personas en un entorno laboral en este mismo propone como dominar cada uno de los impulsos que según el autor pueden venir desde la infancia

Se mencionan las emociones ira, miedo, felicidad, amor, sorpresa, disgusto, tristeza, cada una de estas emociones genera cambios y diferentes tipos de respuestas según la emoción mencionada El autor no menciona como esta se forman y son mandadas desde nuestro cerebro y cada una de las señales emitidas son parte de nuestra cabeza todos estos métodos hacen visible por primera ocasión lo que siempre ha sido una fuente de total misterio, conocer fielmente cómo opera la intrincada masa de células nerviosas mientras pensamos, sentimos, imaginamos y soñamos. Por la parte de la mente emocional que es más veloz que la mente y msin detenerse ni un instante a pensar en lo que está haciendo. Si esta información llegara antes a la Neocorteza, nuestras reacciones no serían tan rápidas y seríamos más vulnerables ante peligros inmediatos.