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Las quemaduras La piel Es la capa de tejido resistente y flexible que cubre y protege el cuerpo del ser humano y de los animales. Se compone de una capa exterior (denominada epidermis) y de otra interior (que recibe el nombre de dermis). La epidermis tiene la función de proteger contra el crecimiento de bacterias, hongos y los rayos UVA. La dermis desempeña una función protectora y representa la segunda línea de defensa contra los traumatismos. Otra de sus funciones es la de nutrir a la epidermis, ya que esta capa carece de capilares sanguíneos por lo que depende de la irrigación sanguínea de la dermis.

Quemadura Es una lesión o herida de los tejidos orgánicos producida por la acción del fuego y del calor, por contacto con determinados productos químicos corrosivos, por la electricidad, por radiación y por fricción.

Valorar una quemadura La gravedad de una quemadura viene determinada por diversos factores; algunos de ellos son: 

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Extensión: cuanto más extensa sea la quemadura mayor será el estado de gravedad, debido a la pérdida de líquidos que acompaña a las quemaduras y que dispone al paciente al estado de “shock” y a mayor riesgo de infección. Localización: la cara, las manos, los pies, los genitales, la piel que rodea los orificios naturales y la piel de la flexura de codos, axilas y rodillas, son zonas corporales que plantean más complicaciones frente a las quemaduras, ya que estas áreas poseen una piel muy fina y delicada, lo cual impide una adecuada cicatrización. Profundidad: directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad de tejido destruido.

Tipos de quemaduras Además de las quemaduras comunes por causa del fuego o agua caliente, también existen otros tipos de quemaduras, como lo son: 

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Solares: este tipo de quemaduras es uno de los más frecuentes. Pueden ser causadas por exposición al sol, a una máquina de bronceado, y también por exposición a la radioactividad. En los casos graves la piel adquiere un tono rojizo oscuro, se ampolla y el afectado puede sufrir insolación. Eléctricas: cuando la electricidad atraviesa el cuerpo, produce quemaduras, las cuales pueden ser causadas por la chispa de un rayo o por una corriente de bajo o alto voltaje. El daño visible ocurre en los puntos de entrada y salida de la corriente, pero también pueden producirse daños internos. En caso de una quemadura de este tipo, debe alejarse la fuente de corriente de la persona con un material aislante, como un palo de madera seca. Este tipo de quemaduras puede reconocerse si hay pérdida del conocimiento, partes chamuscadas en los puntos de entrada y salida de la corriente, señales de shock y otros síntomas notables.

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De vías respiratorias: este tipo de quemaduras es muy peligroso, debido a que los órganos afectados se inflaman e hinchan rápidamente, lo cual no permite el paso de aire a los pulmones. Las señales de quemadura serán evidentes, y algunas son: cenizas alrededor de la nariz o la boca, enrojecimiento o hinchazón en la lengua, voz ronca y otras. Si la herida se produjo en un espacio cerrado, aunque no haya síntomas claros debe sospecharse que existan quemaduras en las vías respiratorias. Químicas: la mayoría de los corrosivos fuertes se encuentra en el sector industrial, aunque estas quemaduras también pueden producirse en el hogar, por causa de productos de limpieza, limpiadores de hornos o solventes de pinturas.

Profundidad de una quemadura 

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Primer grado: se dan en la capa superficial de la piel epidermis. Este tipo de quemadura generalmente las causa una larga exposición al sol o exposición instantánea a otra forma de calor. Algunos de sus signos clínicos son enrojecimiento de la piel, ardor intenso, hinchazón leve y otros. Segundo grado: pueden ser superficiales, que implican la primera capa y parte de la segunda capa de la piel, o profundas, que implican daños en la capa media y en las glándulas de sudor o las glándulas productoras de grasa . Las superficiales se caracterizan por la presencia de dolor y ampollas, mientras que los signos de las profundas son enrojecimiento, hinchazón, supuración de líquido y otros. Tercer grado: penetra por todo el espesor de la piel; incluyendo terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos, linfáticos, etc. Esta quemadura es indolora, ya que las terminaciones nerviosas fueron destruidas. Algunos de sus signos son pérdida de capas de piel, necrosis y otros. Cuarto grado: cuando la superficie corporal no rebasa del 10% de la superficie total del cuerpo. Quinto grado: cuando la superficie lesionada esta entre un 10-20% de la superficie total del cuerpo. Sexto grado: cuando la superficie total dañada rebasa el 20% y más. El hueso se carboniza y la muerte es inevitable.

Qué hacer y qué no hacer ante una quemadura Qué hacer      

Dejar correr agua fría sobre la quemadura (si ésta no es grave). Cubrir la quemadura con un vendaje o algún otro material estéril para protegerla contra infecciones. Colocar cremas hidratantes sobre la quemadura (si es de primer grado). Cerciorarse de que la persona ya no está en contacto con materiales ardientes. En caso de una quemadura de vías respiratorias, desabrochar prendas de ropa alrededor del cuello. Pedir ayuda médica.

Qué no hacer       

Aplicar ungüentos, aceites en aerosol u otros en las quemaduras graves. Retirar la ropa que esté pegada a la piel. Colocar agua fría sobre una quemadura grave, ya que puede causar shock. Romper las ampollas que genere la quemadura, ya que éstas poseen un líquido que protege contra la infección. Apagar las llamas de la persona con agua. Siempre se deben apagar haciendo que ruede o cubriéndolas. Dejar sola a la víctima. Suministrar medicamentos al herido vía oral.