Pentathlon Femenil Fundacion

PENTATHLON FEMENIL FUNDACION Colaboración: Hector A. Neve Castro Para grupo: pentas de corazón pentapm47 Por: Isabel

Views 72 Downloads 6 File size 621KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

PENTATHLON FEMENIL FUNDACION

Colaboración: Hector A. Neve Castro Para grupo: pentas de corazón

pentapm47

Por: Isabel Figueroa Briseño (*) El pasado 7 de abril se cumplieron sesenta y un años de haberse fundado en Guadalajara Jalisco el Pentathlon Femenil. El departamento de Zonas de la Comandancia General de México Distrito Federal autorizó la constitución del grupo que fue iniciativa del Comandante de Zona Jalisco 3er. Comandante de Cadetes Dr. Romualdo Cabeza de Vaca Curiel (RIP), siendo la primera comandante Soledad Ascencio Pérez, tal y como aparece en el documento que anexamos que es justamente la copia del Acta Constitutiva del Pentathlon Femenil.

El grupo adoptó como lema “Patria, Honor y Virtud”. El águila bicéfala con las alas extendidas verticalmente, sosteniendo en sus garras las estrellas que representan los ideales que trascienden, fue también el símbolo de ese nuevo estilo de ser que se inauguraba para la mujer mexicana. Emblema de lo positivo, de lo mejor, lo dinámico de lo que perdura.

Y hoy, gracias a la voluntad generosa de miles de mujeres que han aceptado su compromiso con el Pentálogo, este grupo cumple cincuenta años, décadas de lucha por su existencia en medio del fango social y de la falta de respeto a lo femenino y a la maternidad característicos de un mundo moderno materialista y hedonista. Así a partir de 1951 desde Guadalajara, la juventud femenina compenetrada de la nueva ideología valerosamente se ha puesto al lado de todo el Pentathlon al servicio de la Patria. Ya no sería más un maniquí de exhibición, sino que participaría activamente conservando su condición de mujer frágil y delicada, en la formación de la juventud, física y espiritualmente. Ese fue el llamamiento del Penta a las mujercitas, para afirmar su feminidad, conservar su pureza, desarrollar armónicamente su físico y ser eje y buen ejemplo para la niñez, la juventud y la familia. Todavía en esa época muchas mujeres en el recogimiento de los claustros con sus manos bordaban finos tejidos, otras muchas dedicadas a las labores del campo sembrando, cosechando, tras el arado, trillando, otras cuidando el ganado y el resto en las faenas domésticas, cuidando el aseo de los niños y los padres, fregando, lavando, cocinando encargándose de todo. Las pocas estudiaban. Pronto aparecerían los peligros para la mujer. La nociva influencia norteamericana con sus modas y libertinaje, las corrientes perniciosas de la llamada liberación femenina, el “amor libre”, lesbianismo, igualdad entre los sexos y el aborto. Al principio fueron pocas las que aceptaron el reto pentathlónico, algunas decenas de muchachas estudiantes de la Autónoma de Guadalajara equipo al que luego se sumarían jovencitas empleadas y estudiantes, que no quisieron las modas impuestas, se agruparon bajo la conducción de Soledad Ascencio Pérez y la asesoría del comandante Cabeza de Vaca y de Francisco de Santiago. Pronto el ejemplo cundió como pólvora, otras zonas de la república iniciaron el trabajo con los grupos femeninos. “Patria Honor y Virtud”, era la consigna en sus labios. Ya en los futuros desfiles aparecía el contingente femenino, los tapatíos atónitos observan a las mujeres uniformadas a paso redoblado. Ahí va la nueva mujer mexicana, disciplinada, aportando su alegría. Sesenta y un años de amor a la Patria, al Pentathlon, sesenta y un años de la unidad entre camaradas pentathletas, cincuenta años de un destino común. El Penta Femenil ha dado un nuevo sentido infundido en la vida de la mujer de México, un ideal al cual aspira con verdadera feminidad y con conciencia absoluta de su alta misión.

¡Felicidades! (*)Pentathleta egresada