Neurosis obsesiva..pdf

ROBERTO I'TAZZUCA GABRIEL LOMBARDI C. DE LAJONQUIERE CURSO DE PSrcOPATOLOGIA V ¡{EURO§I§ OBSTSIYA @t.ECCDN: PSIGOANA

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ROBERTO I'TAZZUCA

GABRIEL LOMBARDI C. DE LAJONQUIERE

CURSO DE PSrcOPATOLOGIA V

¡{EURO§I§ OBSTSIYA

@t.ECCDN: PSIGOANALIEIS Y PSICOPA TOLOGIA

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6aloolúnl I8IüO,l¡{*tfSI§ Y fEIüOP*TOLG0IA Ptdldr rc, trcbrño lhrIl¡.r Otsor tlh¡lq dc at¡ colccclónl OUNSO DE PS¡COPATOIOGIA:

L Tro¡ hf,oducüorlc

r lr Flcoprüolo¡fr" 1980. trLtruch¡il clfnlc¡. Fdcod¡. Pcrst!¡onc¡. 1987. Itr. ld¡utl0crdonc c hlrblr 1986. tV. Prln¡n norolo¡fr hrudlurr Sornlologfr y noologfu prlqulftrlcr.

tr.

E.sudóü

l¡trg¡l: R¡f¡l ü A¡n¡¡

198?.

& A¡oc.

LBJJ{.: 96G69ó{6&1. o Ertlto¡t¡l Trknó, 1987.

Imprro

ca Ar¡cnttnr - Plhbd ln Argenünr. Qucdr hccbo ol dopódto qur múce lr ley 11.728. Prohlblü ru npoducdó,n prrdd o totd.

Ord. Uqula

?72

EDITORIAL TEKNE Buenor Atror

II{DICE Prgrntaolén r,,.., Cap,



r.,..r r i. i r r. tr i r... r. r r rr I rr.¡.r, elaboraclón üeudl¡n¡ de la neurod¡ obee¡trn (I). ¡olución de contlnuidad ont¡e paiquiahfa y pdcoanáIld¡

1,I¡

Roberto

Mazzuca

'l 11

2.I¿

elaboraclón üeudlsns de la ner¡¡od¡ ob¡edva (II). E¡encla, meca¡¡ismo y ruriedad clfnica ds la neu¡odr ob¡edvr

Cap,

en lor tsxtor sobre

Roberto

8,I¡

ht neruopdcodr

Mazsucs

de defern¡a. 8?

el¡bonción treudianr de l¡ nsuo¡l¡ ob¡odrrs (Itr). Aoüo¡ obsedvoo y práctlcü¡ reUglous. t¡ predtsposlclén a h neuod¡ obs€¡lvs y §obre lr¡ tsan¡nutacloner dc hr puldonu, erpeclalnents del erotl¡mo anal. Roberto Mazcucs 69 Cap, 1. La elaboración freudian¡ de la nouro¡i¡ obeodw (IV). La diqcrcnía de la neu¡o¡l¡. Diagnósüco provlo y consütuci6n de la neurosis er¡ la tra¡rgferencla- Roberto Mazzuct 87 (V). Cap, 6. La elabo¡ación freudia¡¡ de la neumsis oboesiva "L,6cciones introductoria¡ . . ." e "Inhibición, eíntoma y anguatia". Roberto Mazzucd . . 113 Cap. 6, La neu¡o¡i¡ oba€siva e¡r la enreñ¿¡za de M. Kldn y de Cap.

J.Lacan(I),RobertoMuzuco

......133

Cap, 7. La neu¡o¡i¡ ob¡esiva ea l8 sr¡!€ñanzü de J. Lacan (tr).

3"3"r:1*J w,at

.

..

Cap, 8, La neu¡ods ob¡esiw El roml¡arlo X

161

m la er¡¡eñanza de J. Lacan (Iü).

GabrblLombardl

....178

Ano¡o, EI dcdoblnrnlento de h caden¡ dgnlñcante en el gnfo: el dmo (d) y l¡ dsnrnd¡ (D). Ls rsllción rxual no e¡i¡te.

I¡dmnndrdcmuqtc.

Robcrto

Manuu,. . .,,. ..,, .. ..

108

Enh¿ lot amblot en la lornwc de enwñanza uryldoc deepuét de la nornull. acl6n unhxnltari4 muy pronto x impuoo la necaidad de gmbar y publiar los futct Con clerü nrpreu comprobamos que estas publicaciorwe, dirigidac en prlmcr térmtno a lo¡ utudlantes de lo ctnert, resultaban de interés rr,na un

p(tblico mát omplio, lo que noc olentó a realizar u edición en fornw de mrpetot lot prlmemt cuatro wlúmenee y uhom en lorma de llbro, llan ildo reuba. das, * climlnaron reiterucionet propias del discurco oral, se cubrie¡pn algurwt lo. gutu\ pem rc conuruó en uds o,so la estructum generul con que fueron dicta-

ptt dot.

En ute wlum¿n guinto abordomo\ en primer lugar, lo elaboraclón freudiaru dc la neurotb obceelw, a tmués del comentario de los ilceilwt textoc en loe que FWü u ocupó de ate tenu, Este itinemrio tomo como punto de parlida loe o'lkulu tobra lu neuropilcode de defenu qnterioree a 1g00, Al mbmo liempo quc b oültulldad dc Freud en rehción con el wber pilquütrico que lo prece. dló, trottmmot dc at¿ modo que ya en el comienzo mismo de w htbajo Freud ditpn{a dc utu dltnnttio,ú y compleja itnw conceptual rcbre la neurocis obutlu, quc h pcrmltió lormular lanto problenwo melapsicológicot como

anttlo¡vt cllnls -ttllttroe ilempre inw¡nrublet ¡twy Fccfu" @n cl

¡¡, tr

amqtbfu

en cu elabomclón- en lor¡ru

de tcxtot poeteriore¡; Actos obeesivog y práetiear rellglo.

dl¡podclón r lr ncu¡od¡ obrerlvr, sobre las transmut¡ciones de las putsiono, or@dmcnb dol orpügno tnd, y algtrws de loc l¿eciones lntroductorias de 1917, dcblbmq b üttufonrucionet que Freud fue imponiendo a sus

ülmov

nocb¡pt

Totrn y

Tr,bú,

abc h mutotb ob*tiw, acordec con los otrot términot

de

u tarla y u púctb. Etb prlmeru prte finaliza con un comentarlo de lot apltub 6 y 6 ü InhlHctón, ¡fntom¡ y rngusür. Dos de los grandee textoa fnudla¡s nbrc b tuwoeb obuci¡x: el historíal del Hombre de los Ralae y quún

cxcluldos de

ate amentario por haber sido objeto de

úueaobuuttffiqdeboátedru.

,

En tqunfu fugu otuldemmot loe deutmllos pott-freudianos sobre la uudt obudw, cn apccitl en la teorla de MJ{letn y en el pdcuruilieb nor. tamabto, htanbndo ülimitar hs nociotpt que detdibujaron el planteo atrtcfi¡ro,l dc l-rcud,

Fltul¡¡utttc crtwnü,mot cl modo cn guo J. Loan la retomó en tu en*ña¡aa, b (dtlttt¿l clut del Semi¡wio Y, Formrclone¡ del tnconscient¿,

cn apceV cn

ül Scnhob X, I¡ mn¡¡ü J En ette último qto pm abordtr ecpecíf icamenb b cutlón dcl ctolbmo aml, tenw lreudlano que pdeció ulectitxmente de üvqa o.n/fofu¡a y qw Laan dbcrlmina y articula an preclsión en erc y

nomqto

b

dc tu

cttufuttu,

dc nuafio euru dc plcoptologla: la corutante confrontación del

eaber

y

fuuüHcot an cl dltcutp pttcunal{tlco, el lntento de aprehender la oüimllúd fnudlam nue cn este tenu a msi abcoluta-, de mo¡tmr lot tn¿tdo

8

awtaru que ,ufrhron tut noclotut anta Freud íttducüo por lo erueñanzo dc

cllniq

de

cuestionet

ltqn

I

detpuét dc

uta neurotit-, y contribuir de ata y

u

mucrte, cl retomo

a

-que rcnuew wrprendentemente b m$nem a dellncar

lu

principala

problenus de la prácti« actual

Corutituyen bmbién un testlmonlo de u¡u porlclón aumda: h do quc lomelene a ht dbpoclclonet del dbcuno unlucnllarlo, en cete mom.nlot no lmpide corutltuir henvmlcnbt pm la truwmbión del ptlcoarúlttb, En nucaüo úso a con&,cuencia de uru apuatt precba: que la dbcrimí¡wclón y anfrontaclón dc dhcutrrl c¡ucño a ad¡xrtlr r portorlorl, sl alumno o aun al atwlhta, cuándo cambb de dbcuno, Cuó¡do por elcmplo, azyendo lwber lnterprvtado, lu orde¡wdo o pre*ripto, aúüo ha de¡lktdo uta Lez ¡not a h mllarurlo prúctl.

médiu de lo ugutlón. Deapuó,t dc tanto tiempo en que pslqubtrla y palcunállth te conlu¡dle¡pn en u¡w ¡oh ptlcopatologla -i la damanáo demanda rlot del ^x^ o[¡r. vy ^--^^^-:ffi:Eif AeIffi ETgt Y ag:rega: "lo gue haquerido en@ece". conhar esencialmente en el médico er una autoridad que domine eu voluntad y la aubyugue . . . Bugca puea un tutor que ordene como amo y no un complaciente . . .". Si el psicoanáli¡i¡ freudiano no eB un ide¡li¡mo, tampoco ea un dissurso amo, el cual corutituye la estructura ca¡acterístita de l¡ prricti. cs que ¡ostiene el eaber-psiquiákico, aI lgual que todas lar otrai práo ticas que intentan funda¡ (y fundarae) el gab-er en la empiria, deede Aristoteles en adel¿nte. Pueden hacer una eSggglÉISntre-empirirmo, idealismo y discurgo del ffi 28

FREUD EN LA P§IQUIATRIA DE §U EPOCA

Finalmente, me grrstaría leerles, para que tengan una idea más clara de qué pasa con esta cuestión de las obseeiones en la psiquiatría en la época misma de Freud, algunos prirrafos de Kraepelin, del mismo texto del que ya han leÍdo algunas lecciones en los prácticos, En est€ caso se trata de la lección N' 27 que lleva por título -fíjense ustedes- "Obsesiones y Fobiaa", Ya eaben que éste es exacüamento el tÍtulo de uno de los trabqjos de Freud de esta primera época, es un trabqfo ds 1806 y esüe texto do Kraepelln es do 1906, or decir que tenemos 10 años de dlferencl¿ entre un t¿xto y el otro. Reahnenta, les vuelvo a insistir, es Bumünente importa¡¡te que uatedes lean estos textos,' aobre todo Kraepelin. Además eB muy intereeante, en algunoe caso¡ hasta divertido -¿no ler ocurrló esto al leer esae tres leccio. nes?-.

A.: No tenemoa centido del humor, r Hay una cosa deci¡iva Ee importanta eoto; leer textoe pd. quiátricor y prlconalftlco¡ e¡ t¡¡nbtén una müRera de rarccentar su experiencla. En nlngún ca¡o la expsrlsncln de un pdqulatra o ds un peicoanalista pude ¡e¡ üan arnplla como pa¡a que a lo largo de ru irayectorla profeeional pueda ver todo tipo de paclentes y una enor. me cantidad de casoe. Esto puede ser suplido -y I veceE con mucho éxitn leyendo ¡c6rca de lo que es la experienci.a de otra gente que adam¡i¡ so tomó ol trabaJo de rogloürur ru experioncfa, de publicarlai van B ver que so apronden mucha¡ coaas y ¡obro todo en cuanto a o¡t¿ trab4jo de empezar a adquirir di¡tinciones, de adguirlr discrimlnaclones, no hay que ponel el acento en "ver" pacienteo. poque para poder escucha¡log es necesario que dispongan de una s€ri'e de categorías y de diatinciones. Es cierto que los neculrsos psiquiÁtricos son limitados, eoo no qule re decir que esta gente sea tonta, no todoa por lo menos. Kraepelin no egüá en la categoría de II. EY., eo otra cosa. En una de la¡ cla¡es anteriore¡ habfa heoho rcferenci¿ a lor psicoanalista¡ que, al no llegar a ubica¡¡e corroct¡mente an la¡ defl¡nlcloncs psiconalíticas, padecen en su trabqlo, en ous intcrpretaclonee, de una cantidad de confudonet. Le8 habla menclonado el eJemplo en el que insiste Lacan, la confusión tan frecuente en relación a esta noción freucliana de envidia del pene en la mujer, esta confusión entre desea¡ [ener un Dene. v conrunqula con querer §€r umla [teratu¡a á?-düeftí psicoanalítica est{í plagada de interpretaciones de este tipo. Obviamente no B€ van a encontrar en Kraepelin con una distinción de e¡ta naturalezq pero sf Ee van a enconbar con oha"o di¡tinciones. Por ejemplo con ésta que ustedee leyeron en la lección 3 sobre la demencia precoz, donde Kraepelin, despuéa de preaentar al primer paciente de esta lección, dice: A partir de acri ua'tedea podrían creer en un examon ruporficial quo oo ürota¡Ía do un cuadro doproaivo como vlmot P.

29

en el paciente gue presentamos en la lección anterior. Pero si observ8n con máe atenciónr agrrega, se percatarán de que s pesar del parecido, se trata de algo completamente diferente ya que

"ai el paciente habla muy lentamente y con monosílabos no es que experimento dificultad para hablar sino simplemente que no siente necegidad de hablar",

Nog enconbamoe acá con una distinción de la que no podnín decir que e! tonta o intrascendent€. sin ella pueden erlar un diagnóstico de

prepdcoaia. O bien ecta otra, que coresponde a uno de los casos de la lección

27 que ve¡cnor a conünuación:

"u¡todü vén quo Gr1 cÉte paclents el temor cobru el aBpeeto de una ütrpuHén, Pcro ¡ne$ándolo oon ouldodo, ¡c oonrhto qu§ 0n rosll. dad no il quo ro rlenta trnpolldo a eJeouüar lor soto¡ {uc ál teme, ¡ino ¡olamente que experimenta el temor de eJecutarlosi'. Si ustedes no pueden hacer egte tipo de distinciones, si no llegan a toma¡ el gurtg, por- este tipo de distinciones, conerán el riesgo de qguivgql loe diagnósticoo y muchas veces se compnreba que el enor diagnóstico de apreciaciones como hs {ue aquí Kraepelin -piopeng tl¡rya ruperficlale¡, Por ejemplo, para tomal uno de nueitros ateneos clfnicoe, funcionando con el prejuicio de que se trataba de una neu. rod¡ ob¡eslva s€ confundfa con un ritual dL limpieza lo que en real! dad era la certldu¡nbre pdcótfca de que la suciedad hplicaba infec. oión y .t:ertnrcctón. Por dccirlo brevemente, ya que usteáes saben por ru trabajo en los prácticos que el significado es aitíc¡¡ de delimita¡ cuando se trats de ese tipo de certeza. Les decía gue estar lecciones de Kraepelin son de 190ó, diez arioe poctarloret al momento en que Freud reúne histeria y obsesión en un mi¡mo gn¡po nooológico. No tenemos datos de que Kraepelin aceptaro nociones de Freud ni, mucho menoo, de que lo leyera. Sin embargo en estas lecciones de 1906, y eeto es lo qué quiero rnostrar. ler, Kraepelin- ya formula articulaciones entre histeria-y neuroeis obresivg articulaciones que no Bon en absoluto congrubntes con sus anteriore¡ nociones. Aún ha¡ta Ia sexta edición de gu tratado en Ia que, como ustedea ya saben, b histeria forma parbe de 9"J§gg lalneurogfu generalea con la i? tas iriéurosis úiaüma.tfear v 6ñ 8e rnc

Fue una época, ésta en la que trabqjó Frñá, en l8¡ue lar velozment¿ entre investigadoree y las in. fluencia¡ enfrecruzada¡ de manera muttiple son difícil1s de eeguir. No sé todavía cuál fue el papel de Janet in eeto. Lo ciorto elqu. un 190.6 Kraepglin ya eatablece relacionee aunque ambiguas --no voy a dqci¡ C-ug a la manera de Freud- entre histeria y obsésión, lo cuai es original de Freud.

80

Freud ae quejaba de la lentitud en la difusión de zus investigacioy de la resistencia contra las ideas psicoanalíticas. No crean uste des, a veces uno forma un panorama falso con esto, no crean que la psiquiatría no asimilaba rápidamente las conkibuciones freudianas. Ya vimos que cuando Freud crea el cuadro de l