La Neurodidactica

LA NEURODIDACTICA El termino Neurodidáctica nace en Alemania en 1988 de la fusión entre varias disciplinas como la educ

Views 136 Downloads 1 File size 258KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

LA NEURODIDACTICA

El termino Neurodidáctica nace en Alemania en 1988 de la fusión entre varias disciplinas como la educación, la psicología y las neurociencias, en un intento de comprender los aspectos del neurodesarrollo que influyen en el aprendizaje y usar este conocimiento para crear nuevas metodologías en el aula y optimizar el proceso enseñanza- aprendizaje. “Enseñanza y aprendizaje son dos procesos que están indisolublemente unidos y que se condicionan recíprocamente. El aprendizaje implica el tratamiento, almacenamiento y recuperación activa de la información que se recibe, y la enseñanza debe ayudar a quienes deseen aprender para que puedan desarrollar adecuadamente sus habilidades para procesar la información y aplicarlas sistemáticamente a la solución de problemas de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento”. BENEFICIOS DE LA NEURODIDÁCTICA El conocimiento funcional del cerebro permite identificar más fácilmente las causas de un determinado problema de aprendizaje y de esa forma diseñar metodologías adecuadas que pueden ser usadas en el aula. En este sentido, las nuevas tecnologías – TIC – están teniendo un papel relevante para agilizar el proceso de aprendizaje, hacerlo más atractivo, motivante, colaborativo, comunicativo y visual. Cualidades que desde la neurodidáctica son imprescindibles. En Smartick aplicamos la neurodidáctica al aprendizaje de las matemáticas, consiguiendo con la ayuda de las nuevas tecnologías hacerlo de forma mucho más atractiva, visual y eficiente. Los cinco principios de la neurodidáctica nos cuentan que el cerebro aprende mucho mejor si es divertido, espontáneo, creativo, en activo (con movimiento), respetuoso de los periodos sensibles y teniendo en cuenta las emociones positivas. Otras referencias Interesantes sobre Neurodidáctica:  Diez principios elaborado por Eric Jensen en un breve opúsculo titulado “10 Most Effective Tips For Using Brain based teaching & learning” (2010), cuyo desarrollo se puede encontrar en su libro Cerebro y aprendizaje. Competencias e implicaciones educativas (2004): 1. La actividad física, el recreo y el movimiento en el aula de forma voluntaria reducen el estrés, aumentan la neurogénesis y estimulan el aprendizaje. 2. La condiciones sociales de los alumnos influyen en su vida escolar y en sus resultados académicos. 3. El cerebro es un órgano plástico por lo que se puede inducir la neurogénesis a través del desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales, la lectura, la meditación, la formación artística y los ambientes enriquecidos. 4. El estrés agudo y crónico tiene un impacto negativo en la conducta y el aprendizaje. 5. Cada cerebro es único y diferente en su maduración, por lo que se debe ofrecer una educación diferenciada en función de las habilidades, los talentos e intereses de cada alumno. 6. El exceso de contenidos y los tiempos de enseñanza largos saturan la memoria de trabajo dificultando los procesos de memoria y aprendizaje. 7. La formación artística tiene un impacto positivo en el aprendizaje, tanto en las habilidades cognitivas como en las emocionales y sociales.

8. La emociones influyen en el aprendizaje y la escuela debe enseñar las habilidades emocionales y sociales adecuadas para mejorar el rendimiento académico de los alumnos. 9. Los trastornos y retrasos de aprendizaje se pueden mejorar e incluso superar por la plasticidad del cerebro si se utilizan los programas de educación compensatoria adecuados. 10. La memoria no es fija sino maleable por lo que para recordar el aprendizaje se requiere la práctica continua y la revisión de los contenidos.  ¿Qué es la Neuro-didáctica?: José Ramón Gamo explica qué es la neurodidáctica en este vídeo La neurodidáctica es una nueva disciplina, que surge de los nuevos avances en neurociencia. La neurodidáctica se ocupa del estudio de las bases cerebrales de los procesos de enseñanza y aprendizaje. A través de esta disciplina se pretende la mejora de dichos procesos desde la base de los mismos. La neurodidáctica trata de llegar a conocer las bases del aprendizaje para poder impulsar el mismo desde las bases del mismo. LA NEURODIDÁCTICA: EL NUEVO PARADIGMA DE LA EDUCACIÓN. La neurodidáctica aboga por un conocimiento del funcionamiento cerebral, de aquellas estructuras cerebrales que son las responsables del aprendizaje. Conocerlas y convertirnos en entrenadores de esas funciones mentales que impulsan el aprendizaje. La neurodidáctica se ocupa de la manera de hacer las clases para que estás favorezcan el aprendizaje de los alumnos. Principios básicos de la neurodidáctica Los principios básicos de la neurodidáctica se basan en las siguientes premisas que favorecen el verdadero aprendizaje de los niños y niñas.  El aprendizaje requiere un papel activo del que aprende.  El aprendizaje requiere respeto a los ritmos, intereses, nivel y necesidades de cada uno.  Para que se produzca un verdadero aprendizaje es fundamental que los niños y niñas sean los protagonistas del proceso y los responsables del mismo.  Los avances en neurociencia demuestran que el aprendizaje requiere exploración, búsqueda de sentido, razonamiento y comprensión. La mera exposición de contenidos no es aprendizaje.  Las emociones tienen una gran implicación en el aprendizaje. Los estados emocionales de los niños y niñas van a determinar su aprendizaje.  El papel de las neuronas espejo en el aprendizaje es indiscutible. Fórmulas de la neurodidáctica La neurodidáctica supone un cambio en el paradigma educativo tradicional. La neurodidáctica supone cambiar el sistema tradicional, modificar los modelos de enseñanza arcaicos y tradicionales que no consideran las bases neurales que subyacen al aprendizaje. Algunas fórmulas, de las que se sirve la neurodidáctica para potenciar el aprendizaje en el aula son:  Clase invertida: consiste en invertir el modelo tradicional de las clases. Se trata de hacer que los niños y niñas sean los encargados de buscar y desarrollar los contenidos en casa, por su cuenta y aprovechar la hora de clase para hacer trabajos y exponer sus dudas al profesor. El educador se limita a servir de guía, de andamiaje a su aprendizaje.

 Grupos reducidos y aprendizaje cooperativo. El aprendizaje cooperativo favorece el aprendizaje. Son ellos los responsables del proceso, los que de manera activa entre ellos procesan, elaboran e interpretan la información.  Dar el papel activo a los niños y niñas para el comienzo del aprendizaje.  Permite que los niños y niñas sigan su propio ritmo de aprendizaje.  Formas más rápidas, esquematizadas e interactivas de exponer la información. Pequeños videos motivacionales, mapas conceptuales, etc. La información debe ser brevemente expuesta, serán los niños y niñas los que indaguen, experimenten y exploren para dotar de significado a la información y para crear sus propios aprendizajes.  Clases más flexibles, en cuanto a metodología, agrupación, horarios y métodos de trabajo.  Dinámicas basadas en el aspecto lúdico, en el compañerismo y en la verdadera naturaleza de los niños y niñas.  No seguir ningún método, sino un método específico para cada niño y niña "LA NEUROCIENCIA PUEDE CONTRIBUIR A LOS GRANDES CAMBIOS QUE REQUIERE NUESTRA EDUCACIÓN" Las neurociencias nos muestran cómo aprendemos, recordamos y olvidamos, procesos que resultan fundamentales en el proceso de enseñanza - aprendizaje. Seguidamente el profesor Sergio Mora se refiere a estos importantes temas, y a la manera en que la pedagogía podría beneficiarse de estas disciplinas científicas. Prestigiosos investigadores del área de la neurociencia se darán cita en nuestro país los días 17 y 18 de octubre, en la VI Jornada Internacional de Aprendizaje, Educación y Neurociencias. En el curso de este evento, los científicos compartirán algunos de los últimos avances con que la neurociencia viene a aportar al conocimiento de la naturaleza y características del proceso de enseñanza – aprendizaje. Estos conocimientos prometen revolucionar la manera en que se enseña actualmente. Dirigidas a personas relacionadas con “actividades docentes, autoridades, profesores y estudiantes de pre y postgrado, así como público en general, interesados en mejorar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje”, las charlas y conferencias tendrán lugar en el aula magna Dr. Gabriel Gasic, de la facultad de medicina de la Universidad de Chile (Av. Independencia 1027). Para poner al tanto a la comunidad educativa acerca de los alcances de este importante evento, conversamos con su organizador, el profesor Sergio Mora Gutiérrez, académico del programa disciplinario de farmacología molecular y clínica del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile. Las neurociencias estudian la estructura y el funcionamiento del cerebro, abarcando muchos niveles, desde el puramente molecular hasta el específicamente conductual y cognitivo, pasando por el celular, químico, farmacológico y patológico. Más concisamente, las neurociencias se preocupan de investigar los mecanismos por los cuales el cerebro humano aprende y memoriza, lo que las relacionan directa y naturalmente con las ciencias de la educación. En los últimos años las neurociencias han contribuido a la comprensión del cerebro y su funcionamiento, aportando al campo educativo conocimientos fundamentales acerca de las bases

neurobiológicas del aprendizaje, de la memoria, de las emociones y otras funciones cerebrales que pueden ser estimuladas en la sala de clases. Se considera que la principal contribución que las neurociencias pueden hacer a la educación es “iluminar la naturaleza misma del aprendizaje”. El aprendizaje sería, entonces, el puente que une las neurociencias con la educación.

¿Qué pueden ofrecer las neurociencias a la educación? Mucho, ya que nos muestran como aprendemos, recordamos y olvidamos, que son procesos característicos de la educación. Al aplicar la neurociencia a la educación, lo que se intenta es desarrollar estrategias, métodos y herramientas que permitan que la enseñanza y el aprendizaje estén de acuerdo con el desarrollo neurofisiológico del individuo. Las neurociencias investigan los mecanismos básicos implicados en el aprendizaje y cómo influyen factores tan importantes como la atención, la motivación y las emociones. Por otra parte, el conocimiento del cerebro nos permitirá proporcionar al estudiante las condiciones y los ambientes más propicios para un aprendizaje más eficiente. Adecuar los métodos de enseñanza a la realidad neurobiológica y a la manera en que se aprende es la mejor manera de garantizar la eficacia del proceso educativo. En síntesis, la comprensión del cerebro no sólo puede ayudarnos a responder la pregunta de cómo aprendemos sino que también puede mostrarnos lo que podemos hacer para enseñar mejor. ¿De qué manera puede beneficiarse Chile de las neurociencias? En los últimos años se han conseguido notables hallazgos que nos permiten empezar a comprender el funcionamiento del cerebro. En un comienzo el interés de la investigación estuvo centrado en la búsqueda de tratamiento para enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer. Sin embargo, a medida que se desarrollaban nuevas técnicas de estudio de imágenes, surgió el interés en averiguar cómo funciona el cerebro del individuo sano y consciente. Si consideramos que el cerebro tiene que ver con todo lo que el ser humano siente, piensa o imagina y hace, es obvio que el conocimiento y desarrollo de las neurociencias en nuestro país, como en el resto del mundo puede contribuir a la mejoría de la calidad de vida de todos los seres humanos. En el ámbito de la educación, en íntima colaboración con la psicología cognitiva y la pedagogía, puede contribuir a los grandes cambios que requiere nuestra educación para alcanzar mayores niveles de calidad. La educación produce cambios profundos en el cerebro, gracias a al gran plasticidad de este, que facilitan posteriores aprendizajes y un mejor desarrollo del ser humano. El mayor conocimiento del cerebro permitirá diseñar nuevas metodologías basadas en el desarrollo y maduración del niño pero también nos permitirá diseñar mejores escuelas y ambientes de aprendizaje compatibles con el cerebro donde se consideren aspectos como la iluminación adecuada, el control de la temperatura y los ruidos, etc. ¿Ha aportado la neurociencia, o puede aportar, nuevos métodos de estudio? Considero que no corresponde a la neurociencia, cuyo objetivo principal es la investigación, aportar metodologías de estudio o de enseñanza. Esta debería ser una tarea para los educadores, tomando en cuenta los hallazgos de la neurociencia en el ámbito de los procesos neurobiológicos que determinan el aprendizaje. Es indispensable, en consecuencia, que se establezcan los puentes entre neurociencia y educación y que se fomente la enseñanza de sus principios básicos en el currículo de los programas de formación de los educadores. En la actualidad, los métodos de enseñanza no toman en cuenta para nada la forma en que aprende el cerebro, la cual es ignorada por la mayoría

de los profesores. Se requiere que la educación deje de ser ejercida como “arte” y asuma características de ciencia, como sucedió hace un siglo con la medicina. ¿Los métodos tradicionales usados por los estudiantes chilenos para prepararse a rendir exámenes son correctos desde el punto de vista de la neurociencia o pueden mejorar? ¿Existe alguna propensión a adquirir “malos hábitos de estudio” por parte de los jóvenes? No sé si hay estudios respecto a cuáles serían los métodos “tradicionales” utilizados por nuestros estudiantes. Lo que sabemos, en base a nuestra experiencia como profesores universitarios y diversas investigaciones, es que las aproximaciones al estudio o enfoques de aprendizaje que escogen los estudiantes están condicionadas por la percepción que ellos tengan del contexto educacional y el currículo, más específicamente de los métodos de evaluación. Mientras los exámenes a los cuales sean sometidos sigan privilegiando la memorización de contenidos, recurrirán a estrategias o enfoques superficiales orientados sólo a reproducir el material en el examen, más que a comprenderlo realmente. Lo triste del asunto es que para nuestro sistema “educativo”, esta conducta es correcta si el estudiante aprueba el examen, ya que el interés por calificar prevalece sobre el de fomentar el aprendizaje profundo. Nuestro cerebro tiene una enorme capacidad de adaptación a las exigencias del medio, lo que es fundamental para la supervivencia, de modo que se adecúa a las exigencias del contexto y asume las estrategias más eficientes. Si se privilegia la memoria, va a asumir estilos de aprendizaje superficiales. En cambio si nos esforzamos en aplicar métodos de evaluación orientados a la comprensión y a la reflexión, los alumnos se van a ver obligados a aplicar aproximaciones más profundas de estudio, esto significa ir más allá de la simple memorización, que involucra sólo parte de nuestro cerebro (la corteza temporal), y usarán toda su potencialidad para lograr un verdadero aprendizaje, involucrando a todo el cerebro en la tarea. Un concepto o idea se aprende sólo cuando pensamos y reflexionamos, generamos nuevas ideas y las aplicamos. Este es el proceso que debería evaluarse. Mientras esto no ocurra los estudiantes seguirán siendo más bien estratégicos, adaptándose la mayoría de las veces en forma exitosa a un cada vez menos exigente sistema educacional. Sin entrar a calificarlos de buenos o malos, los hábitos de estudio son también una consecuencia del sistema. Si abarrotamos los cerebros de los niños con cantidades crecientes de contenidos en la mayoría de los casos, intrascendentes, difícilmente van a adquirir buenos hábitos de estudio. Si no se les da tiempo o no se les facilita la metacognición o la reflexión acerca de lo que se les enseña, es difícil que aprendan realmente. ¿Qué sería recomendable comunicar a los docentes para mejorar sus métodos de enseñanza desde el enfoque que ofrece la neurociencia actualmente? Los profesores son expertos en pedagogía o didáctica, pero en general desconocen cómo aprenden sus estudiantes. Parece increíble que no se considere, en la formación de estos profesionales, que el órgano del aprendizaje es el cerebro. Ninguna innovación en los métodos de enseñanza tendrá éxito si no se entiende de qué forma aprenden los estudiantes y el propio docente. Desde hace mucho tiempo se ha fomentado el cambio de enfoque desde la enseñanza al aprendizaje. Mejoraremos el aprendizaje si llegamos a comprender cómo aprende nuestro cerebro, si tratamos de conocernos a nosotros mismos. Para ello debemos identificar las necesidades o requerimientos del cerebro. Profesores motivados y motivadores, buenos gestores de las emociones en el aula, ambientes ventilados, cómodos, ejercicio, nutrición balanceada, respeto a las horas del sueño, etc. son hábitos que favorecen el funcionamiento del cerebro y, por ende, el aprendizaje. La neurociencia da los fundamentos científicos, pero son los educadores quienes deben aplicarlos en el aula. ¿Qué proyecciones existen hoy a partir de los últimos avances en neurociencia y educación?

En los últimos 20 años la investigación acerca del cerebro ha avanzado en forma extraordinaria. En este período se han obtenido más hallazgos que en siglos anteriores, conceptos como el de la neuroplasticidad, el desarrollo cerebral del niño y el adolescente, la neurogénesis durante toda la vida, la importancia del sueño para la memoria, etc. Sin embargo, todavía hay muchos misterios por descifrar. Hay autores que consideran que estamos viviendo una verdadera revolución neurocientífica, continuadora de otras grandes revoluciones sociales que han cambiado el mundo, como la revolución agrícola, la industrial y la cibernética. No hay actividad humana en la que no participe el cerebro, de modo que las neurociencias están invadiendo, en el buen sentido, todo el quehacer del ser humano, tratando de explicar nuestro comportamiento. Las proyecciones sólo están limitadas por nuestra imaginación. Respecto a la aplicación de las neurociencias en la educación, estamos en pañales y tratando de ponernos al día respecto a países más avanzados en este ámbito. Se requiere una alfabetización neurocientífica del profesorado. No se trata de transformarlos en pseudocientíficos sino que proporcionarles, de manera clara y atractiva, los fundamentos del funcionamiento cerebral y explicarles cómo este se relaciona con el aprendizaje. Esto pasa por capacitación profesional y formación de pre y post grado apropiada. Posteriormente, deben ser los profesores los que apliquen este concepto en el aula e investiguen al respecto.

¡La neurociencia entra en las aulas! La neurodidáctica. Recientemente, en un artículo de la revista Quo, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao enumeraba las diferentes aportaciones de la neurociencia al entorno educativo. Según este autor, la educación convencional debería ir introduciendo nuevos cambios, dando paso a una nueva forma de enseñar llamada neurodidáctica. José Ramón Gamo, neuropsicólogo infantil y director del máster especializado en neurodidáctica de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid , nos expone en este artículo algunos datos que corroborarían que la actual forma de enseñar ha quedado obsoleta. Nos explica que hay tres mecanismos básicos que el cerebro utiliza para poder aprender: la motivación, la atención y la memoria. Se sabe que en una conversación oral solo procesamos entre el 20 y el 30% del contenido y que de este, el 80% no es el lenguaje, sino información facial, gestual y de contexto. Esto es bastante revelador si tenemos en cuenta que el 50% del tiempo de las clases de primaria, el 60% de las de secundaria y el 80% de las de bachillerato se basan en transmitir información de forma verbal a los alumnos. Por estos motivos, estos investigadores aseguran que las «clases magistrales» ya no son consideradas una forma de enseñanza válida. Entre las aportaciones más destacables de la nuerodidáctica a la educación, según estos autores, podemos destacar las siguientes:  Hay asignaturas más importantes de lo que creemos. Determinadas asignaturas como la educación física, la música o las artes plásticas están quedando cada vez más relegadas. No obstante el ejercicio físico regular modifica el entorno químico y neuronal del cerebro facilitando el aprendizaje. La clase de educación física a primera hora de la mañana puede mejorar el rendimiento académico. En cuanto a las áreas de carácter artístico, permiten al niño conocer su entorno, lo cual es fundamental para un sano desarrollo cerebral. Además también reducen posibles problemas emocionales y desarrollan competencias como la creatividad o la expresión.  Aprendemos a través de todos los sentidos. La idea de que algunos son más visuales y aprenden mejor a través de imágenes, otros más auditivos y otros requieren más del tacto y la manipulación

está muy extendida, no obstante las investigaciones revelan que esto no influye ni en la memoria ni en el aprendizaje. Lo que se sabe es que por cuantos más canales nos llegue la información, mejor.  El matemático nace. Una investigación de nuerocientíficos de la Universidad de Duke (EE.UU.), reveló en 2006 que los bebés vienen con conceptos numéricos de serie y son capaces de detectar diferencias numéricas incluso antes de aprender a hablar.  Necesitamos sorprendernos para aprender. La neurociencia ratifica que la novedad se origina en el hemisferio cerebral derecho, hasta que se convierte en una rutina y pasa al izquierdo donde se almacena. Esto nos sugiere que puede ser más conveniente comenzar la clase explicando conceptos nuevos, en lugar de hacerlo repasando los contenidos del día anterior.  Para aprender utilizamos todo nuestro cerebro. El mito dice que los más intuitivos han desarrollado más su hemisferio derecho y los analíticos el izquierdo. Parece cierto que cada zona del cerebro está especializada, ¡pero funcionan en conjunto! Lo que nos diferencia es la capacidad o dificultad de interconectar ambas partes y hacer que trabajen en armonía.  La importancia del descanso en el aprendizaje. La neurociencia ha comprobado la eficacia de intercalar las clases con descansos para consolidar el aprendizaje. Por cada sesión de 45 minutos, deberíamos tener 5 de relajación. Lo que ocurre es que la gran cantidad de contenidos anuales que se tienen que cubrir dificultan el poder respetar estos tiempos. Además, está demostrado que el sueño es la única forma de que lo aprendido pase a nuestra memoria a largo plazo.  No solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. Este es un mito muy extendido. Las imágenes cerebrales que nos permite la tecnología actual, demuestran que todas las partes de nuestro cerebro presentan algún nivel de actividad en todo momento. Lo mismo ocurre en el proceso de aprendizaje.  ¿Efecto Mozart? Es cierto que la música ejerce una poderosa influencia en la mente humana y su estudio permite desarrollar la audición, la motricidad fina, la intuición y el razonamiento espacio temporal. Pero no se ha podido demostrar que la de Mozart, en concreto, aumente nuestras capacidades.  Cuantos más proyectos en grupos mejor. Con los proyectos realizados por grupos conseguimos varios beneficios. Por un lado conseguimos que el alumno se involucre más en su propio aprendizaje, ya que propiciamos que el niño descubra cosas nuevas por sí mismo y además se emocione con ellas. Además nuestro cerebro es un órgano social que aprende de los conocimientos de los demás.  La letra con sangre… ¡no entra! La eficacia de la disciplina férrea en el aprendizaje ha sido desbancada por la ciencia. El cerebro necesita para aprender con eficacia de la emoción y la motivación. Éstas son las que mejor despiertan nuestra atención y las que facilitan que lo aprendido se instale en las zonas como el hipocampo, encargadas de la memoria a largo plazo. En otras palabras, si al alumno no le emociona lo que está aprendiendo, podrá asimilarlo de forma momentánea pero no lo interiorizará y no perdurará.  Nuevas tecnologías sí, pero también papel y lápiz. La buena base del aprendizaje está siempre en el contacto con las manos y la manipulación. No es lo mismo escribir una palabra en el papel que en una pantalla. No se trata de eliminar todos los medios tecnológicos, pero es esencial que sepamos que en el desarrollo de la escritura y la grafomotricidad se activa la región del lóbulo frontal, la cual permite mantener la atención durante más tiempo.

 Cuanto más individualizada sea la educación, mayor eficacia. La neurociencia ha comprobado algo que ya se intuía: que cuanto más individualizada sea la educación mayor será el rendimiento del alumno. Esto se debe a que de esta forma es más fácil que el alumno sienta una mayor empatía hacia su maestro y viceversa, lo que favorece la activación de las neuronas espejo, importantísimas en procesos de aprendizaje por modelamiento o imitación. Además así se respetarían los diferentes procesos de desarrollo madurativo de los alumnos. Estas son las aportaciones más interesantes que estos autores nos cuentan sobre los últimos estudios de neurociencia en los procesos de aprendizaje. Solo cabría esperar que el sistema educativo actual fuese teniendo en cuenta estas aportaciones que nos ofrece la ciencia para poder formar a ciudadanos que se desenvuelvan con las herramientas necesarias en un entorno tan cambiante como el actual. ¡Debemos tomar conciencia de que la ciencia y la educación son esenciales para que un país goce de un mínimo de prosperidad! A continuación os dejamos un vídeo en el que el neuropsicólogo infantil José Ramón Gamo explica brevemente el concepto de nuerodidáctica. http://www.nuecesyneuronas.com/la-neurociencia-entra-en-las-aulas-laneurodidactica/ VIDEO NEURODIDÁCTICA La neurodidáctica es una nueva disciplina que intenta configurar el aprendizaje de la forma que mejor encaje en el desarrollo del cerebro. Es un primer intento de aunar la investigación cerebral y las ciencias educativas (Neurobiología Didáctica) disciplinas que deberian trabajar en estrecha colaboración por un motivo tan simple y lógico como que todo proceso de aprendizaje va acompañado de un cambio en el cerebro, porque se modifican nuestras redes neuronales. Por eso quien sabe cómo y bajo qué condiciones se modifica el cerebro al aprender, es quien puede enseñar mejor. Los procesos de aprendizaje, como decíamos, modelan el cerebro; se ocupan de que desaparezcan las conexiones neuronales poco utilizadas y de reforzar y consolidar las conexiones más activas. Así mismo las sinapsis entre las neuronas se refuerzan y se mantienen a largo plazo cuando éstas reaccionan antes unas características que aparecen con frecuencia asociadas y las conexiones que se rescinden son aquellas entre neuronas que nunca trabajan al mismo tiempo. Las asociaciones entre neuronas se deciden sobre todo en los primeros años de vida; al nacer nuestro patrimonio hereditario tan solo fija nuestras capacidades básicas y lo que desarrollará nuestras capacidades neuronales (nuestras capacidades cognitivas) será el aprendizaje, mediante la interacción con el entorno. Por medio de estímulos intelectuales es posible desarrollar capacidades cognitivas que faciliten el aprendizaje. Nunca se termina de aprender; las sinapsis se refuerzan o debilitan hasta una edad avanzada, aunque despues de la pubertad las conexiones sinápticas se moldean con mayor dificultad. Por ello es bueno fomentar las sinapsis en los niños y que estas abarquen la mayor diversidad posible (~ estimulación temprana) Las sinapsis se refuezan mediante estímulos, pero nosotros no percibimos todos los estímulos que nos llegan. Existe un proceso de selección: la atención. De entre todos los estimulos existentes en el entorno nos decantamos por unos u otros mediante la atención y según nuestros condicionamientos internos. • La atención se dirige especialmente a los cambios (lo nuevo y el movimiento) de modo que un entorno cambiante y variado que cada día despierte la curiosidad hacia lo nuevo lleva casi de modo automático a aprender.

• Existe también la atención focalizada, que es aquella que reacciona ante estímulos “esperados” (espectativas) focalizándose o dirigiéndose a éstos estímulos de modo que son captados y procesados más rápida y eficazmente. • El sistema emocional es de gran importancia en la decisión de cuáles son los estímulos que deben llegar a la consciencia. La emoción y la motivación dirigen el sistema de atención que selecciona estímulos y decide qué informaciones se aprenden. Es por eso por lo que los sentimientos influyen mucho en la percepción y en la atención; se aprende mejor cuando la materia presenta un componente emocional. Por eso el “condicionamiento positivo” es una motivación que refuerza la memoria; todo lo que produce contento a la hora de aprender refuerza la memoria. • Es muy dificil dirigir la atención a dos cosas diferentes al mismo tiempo. La concentración es muy importante para el aprendizaje estable, porque de ese modo la imformación llega más nítidamente a las células grises, sin que otras informaciones entren en ellas al mismo tiempo. • Es importante también tener en cuenta que aquello en lo que uno tiene mayor facilidad es por lo que se decantan sus preferencias personales. Éstas corresponden a sus áreas más fuertes del cerebro y se pueden aprenciar en los niños facilmente en función de la dirección que tome su curiosidad (interés). Son las capacidades que deben ser especialmente reforzadas y ampliadas: “aprender significa seguir caminos propios de estudiar y explotar algo”, porque nunca hay que olvidar que cada niño tiene sus propios y diferenciados talentos y limitaciones. Para llevar a cabo el proceso de aprendizaje, tras la percepción de la información que captan los sentidos, se inicia una búsqueda entre las informaciones almacenadas en el cerebro donde son buscadas todas aquellas redes nerviosas relacionadas con el estímulo percibido, para activarlas e insertar en ellas la nueva información; Toda percepción sensorial aterriza al principio en la memoria a corto plazo donde las células nerviosas corticales comparan contínuamente la información sensorial recibida con los contenidos de la memoria preexistentes (incluyendo experiencias y reflexiones anteriores, que forman parte del sistema emocional) y según si el cerebro atiende a la percepción y lo intensa que esta sea se refuerzan, o no, los contactos sinápticos mediante cambios químicos y eléctricos, de modo que de éstos puedan acabar formándose engramas (conexiones sólidas entre neuronas; son el tipo de conexiones que constituyen la memoria a largo plazo) El transmitir de formas variadas una información la refuerza en la memoria a largo plazo, porque hay mayor facilidad de aprendizaje cuantos más sentidos intervienen él. Y también se registra mejor una nueva información cuantas más relaciones existen entre ella y la información de la que ya disponíamos previamente. De modo que aprender resulta ser un proceso que se autoimpulsa; cuanto más se sabe de algo, más rápidamente se progresa en su aprendizaje. Hemos visto hasta ahora que la memoria de los humanos funciona, por tanto, por asociaciones y es por ese mismo hecho por el que cuantas más neuronas se encuentren conectadas entre sí más fácilmente podremos recordar el elemento de la cadena de asociaciones que nos interese, porque será posible acceder a él desde muchas más y variadas localizaciones. Es por éste recurrir constante a las informaciones almacenadas por lo que el cerebro exige cierto orden lógico: para poder evocar los contenidos de la memoria y para buscar las redes nerviosas en las que insertar un nuevo conocimiento.

El órden lógico de los contenidos es algo muy importante a tener en cuenta en los proyectos didácticos, además del hecho de que lo nuevo, por estimular mejor la atención, siempre se aprende mejor cuando es nuevo que si no fue bién aprendido cuando era novedad. Lo correcto para asimilar una nueva información desde un punto de vista neurobiológico es seguir ordenadamente estas tres fases: 1 - Excitar la red pertinente. 2 - Retenerla activamente. 3 - Dejarla reposar. La tercera fase es la fase de consolidación, en la que el tiempo es un factor importante en la estabilización de las conexiones entre celulas nerviosas, porque para que se estabilicen las conexiones deben transcurrir horas. Ahora bién, cuando existe una contradicción entre la información de que disponíamos y la nueva información, porque disponíamos de una información previa incorrecta, aprender esa nueva información correctamente cuesta mucho más que haberla aprendido bién en un principio, porque hay que reorientar una red neuronal consolidada.