La Etica, El Hombre y La Felicidad

Ensayo La ética, el hombre y la felicidad La esperanza es el sueño del hombre despierto. Aristóteles. Según Aristótele

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Ensayo

La ética, el hombre y la felicidad La esperanza es el sueño del hombre despierto. Aristóteles.

Según Aristóteles el fin último de todo hombre es la felicidad. Pero, ¿Qué es la felicidad?, ¿se puede alcanzar de forma perfecta?, Es para el ser humano la felicidad limitada, Estas sencillas preguntas nos las hacemos la mayor parte de los seres humanos una y otra vez, y en especial no se que contestar con certeza a cada una lo único de lo cual estoy seguro es que día con día estoy en busca de esa felicidad, muchos la relacionan con riqueza, belleza, salud, la fama o poder, pero cuando para unos es felicidad para otros puede no serlo. La realidad, es que somos seres morales y por tanto gozamos de valores y virtudes que perfeccionan nuestra forma de ser, nos identifican y nos hacen únicos. Por otro lado, los escépticos nos sumergen en la duda acerca de todo, que la humanidad no puede alcanzar el conocimiento que concierne a la realidad y que por lo tanto, el camino a la felicidad se asienta en una suspensión de juicio. O sea la distinción entre lo bueno y lo malo decidiendo si eso te hace feliz. En seguida encontramos algo que a primera impresión suena un tanto egoísta, la regla de conducta: ”procurar el máximo de placer y el mínimo de dolor”, será que coincidimos con Epicuro cuando afirma que el bien del hombre es el placer y lo alcanzaremos plenamente con los placeres espirituales que contribuyen a la paz del alma y no los corporales?, pienso que como humanidad no actuaríamos o no conseguiríamos ese placer divino y esa paz retirados de la vida social, pues recordemos que vivimos en un mundo que contribuye de distintas maneras a cada uno de nosotros, El hombre no se puede cerrar a experimentar ese placer en si mismo. Todo esto un tanto semejante al pensamiento de San Agustín de Hipona, pues nos dice que “la verdad debe ser buscada en interior de uno mismo y la proporciona la actividad de espíritu racional”, se llega a ella por medio de la razón y la fe. El ser humano es un alma encerrada en un cuerpo. Para Agustín hay dos grados de realidad: Dios, que es realidad inmutable, y lo creado, que es realidad mudable y cambiante. Pero el ser humano es una realidad intermedia: con la razón se comunica con Dios y dirige su cuerpo. Para Tomás de Aquino, el objeto último del conocimiento es la verdad, que la define como “adecuación entre la realidad o las cosas con el entendimiento”. El ser humano según Tomás de Aquino es una sustancia en la que el cuerpo es la materia y el alma es la forma, como decía Aristóteles, Pero en santo Tomás el alma es independiente del cuerpo, puede existir después de morir el cuerpo. (Gutiérrez, 1999 p.87) Podemos decir que todos los seres humanos disponemos de la capacidad de razonar en cada momento si algo es bueno o malo moralmente, una acción moral correcta para Kant,

es cuando se hace uso de esa capacidad para hacer el bien por ejemplo a un desconocido sin importar las consecuencias, lo único que cuenta es la intención. Entonces, después de diferentes puntos de vista llegamos a la irrebatible critica de Nietzsche: “el hombre es un ser incompleto, pues todo animal da lugar a algo superior”. Es un puente entre el simio y el superhombre. El hombre, es por tanto, algo que debe ser superado, estamos a mitad de camino, un puente que no termina por cruzar y puede caer en un abismo. Es el único animal que todavía no ha llegado a consolidarse. Entretanto todos los animales han producido algo superior a ellos, el hombre se resiste a evolucionar, no quiere abandonar los valores del pasado y dar un nuevo sentido a la humanidad. Mientras que en la realidad se deja manipular o influenciar por la multitud, el superhombre seria independiente, seguro y muy individualista. El superhombre representa, pues, esa nueva tabla de valores: el amor a la vida, el sentido de la Tierra y la exaltación de los instintos ascendentes. El pensamiento de Nietzsche en este enfoque se puede ligar un poco al de Jean Paul Sartre, el cual habla del hombre como ser individual e independiente, capaz de poner en práctica los valores Si no hay valores y si todo depende del sentido que cada uno le dé a las cosas… no será una verdad con validez (Gutiérrez, 1999 p.204) siendo un ser autónomo que no se deje llevar por los demás, sino construir su propio pensamiento y criterio con libertad, “empezar primero por existir, encontrarse, surgir en el mundo y luego definirse”. Eso sí, actuando siempre con conciencia de la responsabilidad de la humanidad, pues todo acto individual recordemos que nos llevara a beneficiar o perjudicar una sociedad. Tenemos pues, que actuar como seres éticos y morales, poseedores de valores y virtudes forjados a través de nuestras costumbres y estilo de vida. Trascender y ser parte de la nueva era humano.

BIBLIOGRAFÍA GUTIÉRREZ Sáenz, Raúl (2009). Historia de las Doctrinas Filosóficas, 38ª Edición, Estado de México: Esfinge, 1999.