La Escucha Activa

La Escucha Activa. Diferencia entre oír y escuchar . Por: Edu Lopez | Coaching , Comunicacion , Exito , Relaciones EDU

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La Escucha Activa. Diferencia entre oír y escuchar .

Por: Edu Lopez | Coaching , Comunicacion , Exito , Relaciones EDU LOPEZ

Coach Personal interesado en Investigar, Enseñar y Aplicar el Coaching en el ambito tanto Personal como Profesional.

Director de Coaching de Vida

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¿Por qué el término escucha activa? La percepción que se tiene normalmente del acto de escuchar es que es un acto más bien pasivo. Esto es asi cuando uno no hace el esfuerzo de entender, cuestionar y valorar el mensaje que recibe y acto seguido automática e inconscientemente lo desecha.

La escucha activa es algo totalmente diferente y consiste en utilizar todos tus recursos disponibles para escuchar consciente e interesadamente a la otra persona aunque lo que diga vaya en contra de tus ideas o principios.

Hay cuatro vías esenciales para comunicarse con los demás: la lectura, la escritura, el habla, y la escucha. Las estadísticas muestran que, cuando se trata de comunicarse bien, el porcentaje de tiempo que se debe dedicar a cada una de ellas se reparte entre un 65% en escuchar, un 20% en hablar, un 9% en leer y un 6% en escribir.

Nuestras escuelas enseñan bastante bien a leer y a escribir, y a veces incluso ofrecen una o dos asignaturas optativas de oratoria, pero no hacen absolutamente ningún esfuerzo de ningún tipo para adiestrar a los alumnos en el arte de escuchar que es precisamente lo que más van a necesitar. Una atención auditiva marca la diferencia entre oír y escuchar y si mantienes una atención en lo no dicho, los gestos que utiliza la otra persona y la mímica entonces conseguiras una compresión total del mensaje que nos quiere tranmitir.La finalidad de escuchar consiste en comprender realmente el punto de vista de la otra persona, cómo piensa y siente, y cómo “ve y va por el mundo”

“El hombre tiene dos orejas, dos ojos y una sola boca para escuchar cuatro veces más de lo que habla” Madame de Sévigné

Beneficios de la escucha activa:

– Haces sentir bien a la otra persona y aumenta tu valor social:La escucha activa es la forma de escuchar que espera el otro. Cuando una persona te habla o cuando tu hablas a alguien siempre tenemos una espectativa de como queremos ser escuchados. Seguramente recuerdas alguna situación en la que fuiste a hablar con alguien y no te gustó como fuiste escuchado, pues la escucha activa es la forma de escuchar que todo el mundo espera o desea. Por eso que cuando apliques la escucha activa a otras personas va a haber muchas personas que te van a querer hablar, vas a recibir información de esas personas que normalmente no revelan a otros y vas a conseguir sentir bien a otras persona en tu presencia. – Obtengo más información: Este beneficio es una consecuencia del anterior, muchas personas querran hablar contigo y vas a obtener muchos puntos de vista, muchas más opiniones y en definitiva mucha más información. – Potencia los acuerdos: Una de las grandes ventajas de la escucha activa es que reduce los puntos de desacuerdo y los malentendidos y que amortigua los “conflictos” porque evita las actitudes de oposición y reprobación.

Veamos ahora los distintos niveles de escucha:

- Verborrea. Mostramos una actitud de compartir una charla continua, con cercanía física a la otra persona. El foco de nuestra atención se centra en nosotros mismos, manteniendo un intenso diálogo interno. En realidad no escuchamos al otro. Solo percibimos palabras, conceptos sueltos, que se filtran entre nuestro propio diálogo. Estos retazos de información que captamos, producen en nuestro interior asociaciones de ideas en las cuales nos recreamos y expresamos. Y en esta interacción, perdemos la “esencia” de lo que la otra persona puede estar comunicando. Y todo se convierte en una “cháchara”.

- Escucha aparentemente. Parece mejor que el otro modo, porque mantenemos una distancia adecuada que nos permite oír en “periferia”, tanto las palabras del sujeto como los tonos de su voz con el contenido emocional que tienen. Escuchamos con algo más de “atención o más centrados”, pero no captando todos los detalles del lenguaje verbal y no verbal del otro. Seguimos dialogando con nosotros mismos, “pensándonos encima” y, quizás, haciendo juicios, opinando, aunque no lo expresemos.

- Escucha activa. La escucha activa significa “escuchar” íntegra y atentamente el mensaje del emisor y “devolverle” lo que pensamos haber recibido (tanto expresado como sobreentendido, tanto verbal como no verbal). Escuchamos de una forma GLOBAL lo que dice y lo que no dice. Vemos claramente la diferencia entre escuchar y oir. En este nivel se combinan las palabras con los tonos, con la respiración, con las palabras proceso, y tenemos en cuenta su mapa del mundo. También podemos distinguir todo tipo de detalles de su aspecto o de sus movimientos. Percibimos más intuitivamente. Utilizamos todos nuestros recursos internos sin poner la atención en cómo los estamos utilizando; simplemente fluyen. Reaccionamos a la “realidad” de la otra persona sin involucrarnos emocionalmente. Desde este espacio, podemos percibir, entender y comunicarnos con una calidad muy superior. Todos los sentidos los tenemos puestos en la otra persona.

Es como si nos convirtiéramos en la otra persona pero manteniéndonos en nuestro propio centro. Un gran principio de la escucha activa es el siguiente: SER MUY CONSCIENTE DEL OTRO. Para conseguirlo hay que… Observar bien: estar atento a todo lo que el cliente expresa verbalmente (tono de voz) o a través de los gestos (actitudes, gestos, poses, mímicas, expresión y mirada).

Preguntarse: hacerse las siguientes preguntas para descubrir el verdadero significado de lo que el interlocutor quería decir: ¿qué dices exactamente?¿qué querías decirme?¿qué importancia tiene?¿qué sientes realmente?¿a dónde quieres ir a parar? Hacerle precisar los hechos: cada vez de una forma más concreta y mediante expresiones de escucha activa del tipo:

“Creo entender que lo que intentas decirme es que…”, “Me parece que quieres decir que…”, “De la forma que lo dices, parece que…”, “Tengo la impresión que quieres decir que…”, “Si te he entendido bien, quieres decir que…”

¿Como prácticar la escucha activa?

La escucha activa no es una capacidad innata para todo el mundo y requiere práctica.

Principios para mejorar tu escucha activa:

– Determinar la finalidad, el objetivo que se persigue con la escucha. – El error más habitual es querer hablar demasiado y expresar nuestro punto de vista a toda costa; de ahí que nos concentremos únicamente sobre la idea que queremos transmitir, y no sobre lo que nos están diciendo. Esta forma de distraerse perjudica seriamente la comunicación. – No llevar la contraria, aconsejar, dar soluciones, querer dar la lección o hacer un sermón. – No desviar la conversación, cambiar de tema o de idea. – Dejar hablar no interrumpir, callar. Hay que ser disciplinado e imponerse silencio (¡el silencio es oro!).

– Para escuchar activamente es importante olvidarse de los propios problemas, objetivos e intenciones personales y, al contrario, mostrarse disponible y atento hacia los demás. – No criricar ningun aspecto o información al escuchar, evitar el etiquetar, el juicio o la evaluación hasta haber oído toda la historia. – Demostrar interés y curiosidad por el otro, hacer prueba de empatía. – No intentar interpretar de inmediato. Aunque creas que le has entendido, escucha con atención hasta el final. – Mantener una actitud mental positiva y buscar los puntos de coincidencia (palabras y frases positivas). – Concentrarse al máximo en el mensaje puesto que la finalidad de la escucha activa es dilucidar lo que el interlocutor trata de decirnos.Escuchar con las orejas, los ojos y el cerebro, escuchar lo no verbal.

¿Qué haces para mantener la escucha activa con las personas que hablan contigo?

EDU LOPEZ