Ensayo Sobre El Historia Del Arte

Ensayo sobre el Historia del Arte El arte a través de la pintura, la escultura, la arquitectura, el teatro, la danza y

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Ensayo sobre el Historia del Arte

El arte a través de la pintura, la escultura, la arquitectura, el teatro, la danza y la ópera expresan la perfección del ser humano, el sentimiento, la historia de una cultura o un pueblo a la vez que expresa la relación entre el hombre y la naturaleza. Pero llegando más lejos se puede afirmar que el arte conduce a la sensibilización del alma y a la sabiduría universal.

Este tema de mucha relevancia es muy interesante de abarcar y comenzaré hablando de la prehistoria, periodo donde ocurrieron un sinfín de hechos como el proceso evolutivo del hombre que es algo que tomo miles de años, donde pasó por muchos cambios hasta llegar a ser el homo sapiens sapiens que es ahora, capaz de pensar, de razonar y de resolver problemas de todo ámbito.

Durante la prehistoria hubo representaciones artísticas muy bellas donde representaban a animales como bueyes, bisontes, caballos, etc. Estas hoy en día son muy famosas como las halladas en España y Francia, me sorprende que en ese tiempo el hombre ya representaba lo que veía en su mundo y de alguna manera se las arregló para hacerlo de buena manera demostrando que el hombre es un artista desde los comienzos de la humanidad.

A entender al origen del término del concepto de arte, seria saber a la primigenia acepción que nos lleva a la visión que de él se tiene en el mundo griego, donde se considera como una mera habilidad técnica, porqué, sujeto a un conjunto de reglas, estas lo definen en función del concepto “destreza” en su producción, aunque nos pudiera parecer a simple vista lo contrario.

De hecho, la producción de belleza y su consideración no se acabará produciendo hasta la llegada del Renacimiento en que se reivindica la inspiración y la capacidad de invención del creador Leonardo Da Vinci, superando la tradicional distinción entre artes liberales y mecánicas, donde el encaje de las artes figurativas no podía separarse de las mecánicas, como el caso de la arquitectura.

El arte representa, pues, una determinada función ideológica que nos lleva a observar cómo encierra y desarrolla establecidas connotaciones que se transmiten al consciente social que lo es a su vez consciente político, un entorno de emociones y formas que suelen manifestarse como una provocada inconformidad a veces individual, a veces grupal.

Las obras, las creaciones, ponen de manifiesto el contexto social en el que se desarrollan, es decir que no son solo los ojos del espectador, los ojos del crítico y su perspectiva, también la perspectiva del creador, no por condicionar la época la calidad o génesis de la obra, ni la genialidad del artista, sino por proponer toda una serie de ideas i valores que se reflejan en ella, de una manera inevitable fruto tanto de los procesos educativos como de las propias vivencias sociales.

Esta pragmática nos permite delimitar, nos permite encuadrar el arte, clasificarlos, analizar los elementos que les son comunes y a partir de ahí transcribir alguna cosa más que los elementos técnicos que han de verse comprometidos para ahondar en la sensibilidad artística del momento y del autor que se enmarcan en unas coordenadas históricas que establecen a la vez ese contexto social que abarca también al micro cosmos que se genera entre los creadores en espacios y contextos distintos, a veces con tradiciones intelectuales heterogéneas, por donde a pesar de los límites que a veces nos resultan difusos, ello nos permite establecer posiciones conceptuales y metodológicas que nos aportan sobre los modelos actuales la interpretación del pasado, aunque este sea inmediato desde un punto de vista evolutivo en la creativa artística.

Si nos atenemos a las premisas que en su primera obra el historiador y crítico de arte Francesco Poli nos indica, cuando afirma que “la principal resistencia que se halla siempre en el cuerpo social consiste en rodear al arte con una áurea religiosa o mística, como si éste fuese solo trascendencia, contemplación actividad solitaria del genio o expresión del infinito”, podemos entender que se hace preciso contextualizar la necesidad del arte, que ya sabemos destinado a satisfacer necesidades del hombre, quien debe contener en un principio su observación crítica.

Será sin embargo el austríaco Ernest Fisher, quien será capaz de traducirnos, desde la perspectiva de la filosofía la necesidad del arte al plantearnos la cuestión de si éste cumple realmente una función concreta, se constituye como una actividad normal o habrá de desaparecer con una etapa superior en la evolución civilizacional de la humanidad.

Resulta obvio que a la vista en perspectiva sobre la historia del arte, en todo momento de las sociedades establecidas se ha dado la producción artística, desde concepciones meramente superficiales y decorativas hasta manifestaciones más exaltadas de la tradición cultural del momento, considerándose la existencia de una determinada actividad artística desde el punto de vista metodológico, cual es realmente su valor, desde un punto de vista de la necesidad del mismo, del valor social que ostenta en el contexto en el que se produce.

Hallamos a través del recorrido de las expresiones artísticas diferentes formas de contextualización del espacio en la obra creada, de este modo descubrimos estructuras cerradas, formas geométricas simples que nos delimitan unos contextos mediante la forma o el cromatismo, mientras que otras estructuras abiertas, nos definen de igual modo mediante semicírculos, o espirales, la intención del creador de centrar nuestra atención en un espacio concreto.

Es importante mencionar que en todos estos casos el teatro no solo era utilizado para el entretenimiento, sino que tenía un sentido didáctico, permitiendo transmitir las costumbres y tradiciones de un pueblo. Esto mismo se puede percibir a través de los medios de comunicación actuales, que han perfeccionado la fórmula introduciendo nuevos recursos artísticos, y emplean disciplinas científicas para conocer los gustos y preferencias de la gente.

No obstante, algunas personas consideran que el arte se ha degenerado con el pasar de los años, en gran parte por la influencia de un sistema consumista donde se prioriza la moda y la ausencia de individualidad. Esto revela la importancia del teatro en el mundo de hoy, pues permite que las nuevas generaciones descubran obras que no están plagadas por los mismos elementos que saturan el cine, la televisión y el Internet.

Las manifestaciones sagradas antes mencionadas han estado presentes en menor o mayor medida en todas las civilizaciones, demostrando que es un factor común para el desarrollo del teatro. De este modo, en el Antiguo Egipto se solía representar con la ayuda de máscaras la vida de Osiris, enfocándose en su muerte y resurrección como ser inmortal.

Por otro lado, en Grecia se realizaron festivales donde era común el canto y la danza, motivados por el culto al dios del vino, Dionisio. Con el tiempo, estas y otras celebraciones de carácter religioso derivaron en representaciones más dramáticas, conformadas por un solo actor que era acompañado por un coro.

Luego, se hicieron más complejas con la aparición de la tragedia y la comedia, que se convirtieron en modelos tradicionales que prevalecen hasta nuestros días.

Para mí el arte es ver más allá de un objeto, es representarlo de una forma única cargada con el sentir de artista. En el arte no se debe buscar lógica y orden, ya que son interpretaciones personales de algo. Pero uno puede sentir una obra y al sentirla es posible encontrar sentidos y mundos que se salen de lo común.