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• Cristina Buendia Canales

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El artista y la política La historia muestra épocas como el renacimiento, en el que florece la personalidad artística en medio de la tiranía que imperaban en las pequeñas republicas italianas, o en el ambiente de

despotismo

"ilustrado" que empieza, en el siglo XVII, a gobernar las nacionalidades modernas. La explicación de este fenómeno radica justamente en que esa tendencia ilustrada, imponía el limite a la política y la detenía ante los valores del espíritu y la cultura. No es necesario exponer aquí como las dictaduras contemporáneas por su expansión totalitaria, han traspasado este limite, invadiendo el campo del espíritu y la cultura convirtiéndose en un instrumento político. El artista se ve despojado así de su personalidad, y reducido al miembro cualquiera de un partido, que trabaja por consigna: su obra tiene que perder sus valores estéticos para servir como propaganda. Como estos hechos son conocidos de todo el mundo no es preciso insistir entre el antagonismo radical entre el artista y tales regímenes políticos, que llevan por esencia el principio destructor de toda personalidad humana. No hay que repetir que sin espontaneidad y libertad toda creación artística es imposible, como lo es en general la manifestación de los altos valores del espíritu.

Arte y religión Un parentesco une, sobre todo en sus mas remotos orígenes, el arte y la religión. En los artistas medievales el sentimiento religioso y el sentimiento artístico se confundían en uno solo. En el artista moderno las dos actividades se separan claramente una de la otra, laico, el arte se convierte en una devoción que llena completamente su espíritu, hasta constituirse completamente para el en una religión. Hay una intuición poética del mundo que produce en el espíritu efectos equivalentes a la intuición religiosa del mundo y que tiene muchos puntos de contacto con esta, se ha señalado el paralelismo que existe entre el trascendentalismo de la religión y el arte abstracto por una parte, y entre el naturalismo y el panteísmo por la otra, este paralelismo traduce una identidad funcional

entre arte y religión que permite definirlos del mismo modo. Tal por ejemplo la frase de Schmarsow que dice "la religión es una conciliación entre el hombre y la naturaleza" aplicable igualmente al arte.

La esencia del Arte y su función en la vida Humana El arte constituye dentro de la cultura una esfera autónomo con sus fines y valores propios. Y, sin embargo, no se supone que en esa esfera sea un todo cerrado a la comunidad con el exterior; al contrario, esta provista de aberturas por las que circulan ampliamente el movimiento de vaivén hacia los otros dominios de la cultura y la vida. El arte, mas que

una actitud teórica o contemplativa es una actitud

expresiva y productora del espíritu. Lo que se produce es la obra de arte que al ser contemplada por los espectadores tiende a provocar los mismos procesos que la originaron. La creación artística se explica como resultado de una estructura o complejo psíquico en el que están integrados diversos miembros cuya función es interdependiente y solidaria,

quedando subordinada a la

finalidad del conjunto. El arte es dentro de la vida humana uno de los instrumentos de salvación. Se podría suponer que esta idea solo tiene justificación cuando se parte de una posición negativa de la vida. Que entonces solo necesita del arte el hombre que aun no ha podido comprender y gustar los valores de la vida, o el que se ha decepcionado de ellos y se a convertido en pesimista. El vivir implica una tensión del ser humano cuya voluntad e inteligencia, tiene que esforzarse en las relaciones morales, practicas sentimentales etc.

El poder limitado del hombre, las restricciones que se imponen a su existencia, lo hacen ser un ser insatisfecho. De la tensión de la vida surge una necesidad de descanso, que el arte puede procurar con el libre juego de sus representaciones, y por otra parte, su capacidad ilimitada de ficción es capaz de dar satisfacción imaginaria a las aspiraciones de la voluntad no realizadas. El arte es la revelación de una vida espiritual desconocida para todos aquellos hombres que no tienen la visión profunda y original del artista. El arte no es un lujo ni una superficialidad ni tampoco es una actividad divergente de la vida, el arte solo se aparta de la vida para elevarla y enriquecerla; hace volver a ella porque aclara su sentido.

El arte va mas allá de la ciencia o la filosofía porque no esta sometida a las normas reales y puede moverse libremente en el plano de la ficción. Tiene mas poder en el hombre que los ideales abstractos de una doctrina social, política o moral porque los valores que representa los propone en formas concretas que no exigen y mandan.

Su influencia en el hombre proviene únicamente de la fuerza atractiva de la belleza. En este sentido el arte es un poderoso instrumento de educación por las virtudes formadoras del hombre que posee. El arte no es solo un recurso de salvación. es un descanso y un consuelo, es la liberación en la apariencia y revelación en la vida espiritual, por una intuición que no apela a la razón, si no a la evidencia de los sentimientos. El arte promueve la creación del hombre quizás por esto es una fuente de dicha por crear y recrear al hombre, por medio de la obra de arte un fragmento de la realidad es salvado del flujo del tiempo.

El arte y la sociedad Se puede afirmar que la imaginación y el sentimiento, están reprimidos en todos los sujetos, a causa de las perturbaciones que estas actividades se suponen ocasionen a la vida normal. Como se ve, las actividades reprimidas en el hombre normal, no son puras tendencias instintivas, si no actividades que se orientan a fines superiores, y que explican porque el arte siendo una liberación de represiones, representa sin embargo una función que tiende hacia lo ideal.