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• Carolina Tellez

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CORPORACION UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS CIENCIAS HUMANAS PSICOLOGIA BOGOTA 2020

SALUD MENTAL EN COLOMBIA OPTICA CRITICA DESDE DIFRENTES FRENTES DE ACCIÓN

Diversos estudios que se presentan a nivel mundial datan algunas falencias en el sistema de atención en salud mental y desafortunadamente Colombia es uno de los países que presenta deficiencias en cuanto a la prestación de este tipo de servicios de salud se refiere, la prevención, hasta la atención de los mismos. A pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha suscitado la importancia de la salud mental, y constato la necesidad de generar intervenciones que promuevan la prevención, el bienestar y el tratamiento en las personas que padecen algún tipo de enfermedad de este tipo, en Colombia no se ha logrado cumplir los objetivos frente a la normatividad dispuesta. Si bien, en Colombia la ley 1616 de 2013 1 define la salud mental como “un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad”, esto no ha sido garantía para que se presten servicios integrales en salud mental. Ahora bien, si nos detenemos un poco a revisar cifras veremos que, en Colombia, el 40,1 % de la población entre 18 y 65 años ha sufrido, está sufriendo o sufrirá alguna vez en la vida un trastorno psiquiátrico diagnosticado, de manera que se hace imperativo que nuestros sistemas de salud se vuelquen a generar una trasformación en los sistemas con el fin de prevenir y minimizar la problemática en cuestión de salud mental.

1

https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/DIJ/ley-1616-del-21-deenero-2013.pdf

Si fijamos nuestra mirada en los profesionales de la salud mental, evidenciamos que; se suma la escasez de psiquiatras en relación con las necesidades de la población. Hoy tenemos unos 1.250 psiquiatras para 48 millones de habitantes, y de estos aproximadamente 450 están dedicados a la clínica. Adicionalmente, el 80% trabaja en las cuatro principales ciudades del país. Algo similar ocurre con los psicólogos, que en su mayoría trabajan en el campo organizacional y/o instituciones educativas o en otros campos distintos del de sector salud. Además, son una minoría los que tienen entrenamiento en psicología clínica. Pero, y por qué resulta que los profesionales de la salud mental no son más; pues por otro lado podemos analizar que las garantías en un amplio espectro no son las mejores para este tipo de profesiones, en cuestiones de salario, no se evidencia mayor remuneración, referente a la estabilidad laboral, tampoco hay muestra de apoyo por parte del gobierno por una atención necesaria para este tipo de población desde cualquier perspectiva. También se les da prioridad a aquellas profesiones que dentro de la cadena de productividad generen más economía al país, pero realmente se está dejando de lado una población vulnerable quienes en síntesis también hacen parte de una sociedad, que aporta, o aporto por el desarrollo de una nación. Dirigiendo un poco la mirada hacia la población, vemos como el sistema de salud de cara a la ley 100, da prioridad a la atención en la fase aguda e inicial de la enfermedad, (en términos de salud mental). Por eso los tratamientos para personas con escasos recursos tienden a reducirse al manejo de urgencias, sin realizar un seguimiento adecuado. Frecuentemente las familias carecen de apoyo y resulta difícil continuar el tratamiento. Es debido tener presente las condiciones en materia de pobreza que se asocian a un sinfín de problemáticas desencadenadas en afectaciones en la salud mental de la

población que no cuenta con los recursos suficientes para acceder a tratamientos que regulen y mitiguen la presencia de estos fenómenos en población vulnerable. En síntesis, se encuentran falencias desde varios frentes de acción que necesitan ser atendidos, otros tantos que requieren de un sistema de salud robusto, que respalde y por consecuencia opte por las mejores rutas de atención, que sean integrales y que no solo hagan un abordaje inicial, sino que realmente validen el impacto de no prestar atención a tiempo a la población, esto con el fin de mantener una buena salud mental en medio de la sociedad. Y con respecto a los profesionales de este campo, también se requiere, que se hagan mejores esfuerzos para lograr un mayor encaminamiento por esta rama de la salud, esfuerzos que por supuesto sean de incentivo y por consecuencia ellos sean soporte de un sistema que pide a gritos soluciones inmediatas.

Referencias.

https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/abcsalud-mental.pdf Mebarak, Moisés, & Castro, Alberto De, & Salamanca, María del Pilar, & Quintero, María

Fernanda

(2009).

SALUD

MENTAL:

UN

ABORDAJE

DESDE

LA

PERSPECTIVA ACTUAL DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD. Psicología desde el Caribe, (23),83-112.[fecha de Consulta 25 de Abril de 2020]. ISSN: 0123-417X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=213/21311917006 Ministerio de la Protección Social. Decreto 3039 de 2007 (10 de agosto de 2007) Por el cual se adopta el Plan Nacional de Salud Pública 2007-2010 [Internet]. Disponible en:

www.ins.gov.co/normatividad/Normatividad/DECRETO%20

3039_2007%20Plan

%20Nacional%20SP%202007-2010.pdf Organización Mundial de la Salud. Invertir en salud mental [Internet]. Ginebra, Suiza;

2004

[citado

25

de

Abril

de

2020].

Disponible

en:

www.who.int/mental_health/advocacy/en/spanish_final.pdf POSADA, José A. La salud mental en Colombia. Biomédica [online]. 2013, vol.33, n.4

[citado 2020-04-25],

pp.497-498.

Available

. ISSN 0120-4157.

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