Ensayo Educacion Superior Siglo XXI - Miguel Molina

Maestría en Docencia Universitaria Facultad de Humanidades Trimestre 4 – Técnicas Didácticas I Grupo 2 – Pensum 2018 - 0

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Maestría en Docencia Universitaria Facultad de Humanidades Trimestre 4 – Técnicas Didácticas I Grupo 2 – Pensum 2018 - 072

Ensayo sobre la didáctica de la educación superior: nuevos desafíos en el siglo XXI

Miguel Angel Molina Méndez Carné 2351793880101 Trabajo del Módulo I

Guatemala, 11 de noviembre 2018

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo se basa en la lectura realizada al documento del Dr. Tiburcio Moreno Olivos, intitulado “Didáctica de la Educación Superior: nuevos desafíos en el siglo XXI”, en dicho documento se estudia tanto la problemática conceptual y práctica de la didáctica general en el contexto de la educación universitaria moderna. Inicialmente se abordan los conceptos que iniciaron y evolucionaron la didáctica, momentos históricos por los cuales ha atravesado, para tener un mejor contexto de la situación actual, como de la expectativa a futuro. Por otra parte, se aborda la especificidad del objeto de la didáctica, cuya complejidad ha generado debates y controversias en varios pasajes de la historia, además, se analiza cambios que afronta la educación universitaria en nuestros días, lo cual involucra muchos desafíos, porque las instituciones educativas, tendrán que hacer muchos cambios para adaptarse a la realidad de nuestra sociedad, esto hace que el proceso de enseñanza- aprendizaje sea cada vez más complicado, en comparación con siglos pasados, como consecuencia los profesores o docentes universitarios deben tener nuevos conocimientos y desarrollar nuevas competencias, sin olvidar que el problema medular se enfoca en el rol del docente actual y en cómo la didáctica general como disciplina, puede ser una valiosa herramienta que le sirva para intervenir de forma más efectiva en la mejora del proceso educativo hacia los estudiantes como futuros profesionales.

Ensayo sobre la didáctica de la educación superior Es importante conocer el origen y evolución que ha experimentado la didáctica, para ello existen libros de investigación que detallan en las áreas de la literatura donde se admite que didáctica es una disciplina o rama de la pedagogía cuyos orígenes datan de más de tres siglos y se remontan a la obra “Didáctica Magna” de Juan Amós Comenio, por lo que uno de los puntos centrales en la

definición epistemológica de la

didáctica reside en la cuestión de la base

normativa. La didáctica no

debe interpretarse únicamente como un

variado conjunto de estrategias

docentes amplias y coherentes con la finalidad de que el profesor pueda aplicarlas en el contexto del aula. La labor educativa se involucra en la vida de otras personas, pudiendo influenciarlas a través de los medios seleccionados para llevar a cabo tareas concretas, es por tal circunstancia que todas las prácticas didácticas no son iguales frente a los valores que pretenden promover como establecer una situación-problema no es lo mismo que organizar cursos simplemente informativos. Es muy evidente para todos que el siglo XXI experimenta cambios significativos en materia científica y tecnológica, que se proyectan en la industria, el comercio, las comunicaciones y todas las áreas del saber humano. Esto ha trazado a escala internacional la necesidad de transformar el contenido de las enseñanzas del sistema educativo, diseñar un currículo que se adapte a un mundo cada vez más cambiante y tecnificado, que exige profesionales de calidad. Esto conlleva el reto de dotar en los planteles de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que representan una oportunidad para transformar el ecosistema digital

y

educativo,

actualización

de

por

medio de conectividad. Las TIC exigen la

los

docentes en los sistemas tecnológicos, por

ser herramientas fundamentales para la difusión del conocimiento y la puesta en práctica de los aprendizajes.

Aparte de lo tecnológico, es necesario fortalecer en los estudiantes el desarrollo de su creatividad, destrezas y habilidades, en todas las áreas del conocimiento. Esto será posible a través de una

transformación curricular real y efectiva

que incorpore a los docentes,

estudiantes,

comunidad en general en la toma

de decisiones. Un error que tiende a

padres

de

familia

y

cometerse es creer que los lineamientos del sistema educativo y su diseño curricular le competen de forma exclusiva a expertos, lo cual es falso. Mientras más ideas y aportes provengan de la sociedad, es mejor, en aras de construir conocimiento. La formación humanística, y en valores, es vital en esta nueva era, para forjar una cultura de paz, de armonía y tolerancia, que permita desarrollar mejor a las naciones y reducir la ola de violencia y delitos, que tanto afectan a la sociedad, y que son propios de sistemas sociales

donde impera la pobreza y las desigualdades.

Para llegar a estos

estándares internacionales se requiere salir de

la crisis que vive el

sistema educativo en muchos países, que es

consecuencia de una política de improvisaciones, ausencia de consensos y poca planificación en las últimas décadas, por ello, distintos sectores han coincidido en la urgencia de lograr un gran acuerdo, que proyecte sus decisiones para las próximas décadas, donde los más beneficiados serían los niños y jóvenes, que son los que dirigirán a las naciones en un futuro cercano. Los altos índices de fracasos en materias como: Español, Matemáticas, Ciencias e Inglés, que son fundamentales para los estudiantes, encienden las alarmas sobre la situación actual, cuyo panorama no favorece en nada el proceso de enseñanza y aprendizaje, que debe estar guiado a formar a los estudiantes por el camino del conocimiento, la tecnología, la investigación y los valores. Estas concepciones, sobre la educación del siglo XXI, no constituyen una utopía o un simple pensar de teóricos. Otros

países desarrollados, han

implementado en los últimos treinta

años una revolución en

educación. Esto lo pudieron alcanzar

por medio de un consenso

nacional que dispuso salir del atraso, para ponerse a la vanguardia de los adelantos

científico-técnicos y humanísticos. En ese tipo de países, no existe la educación particular, todos, el pobre y el rico, van a la misma escuela hasta el último nivel de enseñanza, los docentes pasan por un filtro de concursos y entrevistas, donde se exige vocación, la escuela dimensiona la creatividad de los estudiantes y se han construido aulas tecnológicas que permiten un mejor aprendizaje, todo ello, con la participación activa de la comunidad. Es muy latente para todos los investigadores que la ciencia y la tecnología evolucionan a un ritmo muy acelerado, con lo que el conocimiento reciente corre el riesgo de convertirse pronto en obsoleto, esto implica que el poder de las sociedades se basa en su capacidad para producir y aplicar nuevos conocimientos de forma innovadora, esto conlleva que las universidades tienen como materia prima la generación de nuevos conocimientos, de ahí que mientras mayor sea su capacidad en este terreno, mayores serán sus fortalezas. Se puede resaltar que los actuales modelos de formación universitarios conceden un peso importante al desarrollo de las competencias superiores, aunque no existe consenso respecto al concepto de competencias y se admite la existencia de distintos enfoques de las competencias en educación, cabe mencionar que en Latinoamérica la propuesta que más ha influido es el Proyecto Tuning, En consecuencia la didáctica tiene como objetivo principal el proceso de enseñanza-aprendizaje, se podrá entonces entender que la misma estará siempre en relación con dicho proceso, de ahí que se mencione de forma general, a algunos de los cambios más notorios que la educación superior está experimentando en el mundo, para después proceder al análisis de cómo estos cambios se traducen en desafíos para la enseñanza superior y qué implicaciones tiene esto para la didáctica en el contexto más cercano e inmediato en los salones de clase.

CONCLUSIONES

Se puede apreciar que nadie tiene una receta definitiva, o bien una fórmula mágica para solucionar el problema, ya que cada lugar tiene necesidades educativas que deben ser cubiertas de manera específica, no obstante, sí pueden señalarse algunos rasgos que debería tener la educación del siglo XXI para que se convierta en un motor de desarrollo: Debe ser flexible y lo más alejada posible de modelos rígidos, pues el mundo cambia constantemente y es preciso que los niños y los jóvenes se adapten a nuevos contextos y circunstancias. Nada es definitivo. Es necesario que promueva valores sociales como la igualdad, la justicia, la cooperación y la ayuda humanitaria, pues de esta forma se anima a los ciudadanos del mañana a ser motores de cambios estructurales y a tomar conciencia de las necesidades reales de su entorno. Debe insistir en el modelo de desarrollo sostenible como una meta a la que todos deben contribuir. Los actos de las personas que en algunas décadas guíen los destinos del mundo no pueden obviar la sostenibilidad de la Tierra ni el cuidado de los recursos naturales. En último término, la importancia de la educación en el siglo XXI radicará en su capacidad para transmitir valores que ayuden a construir una sociedad más justa, igualitaria, dinámica y diversa, acudiendo a los diversos recursos tecnológicos que proporciona el mismo contexto. El futuro de la educación no debe centrarse en los datos sino en la construcción de modelos donde la prioridad sea educar con lo mejor.

Referencias:

Díaz Barriga, A. (2009). Pensar la didáctica. Buenos Aires: Amorrortu.

Moreno Olivos, Tiburcio (2011). Didáctica de la Educación Superior: nuevos desafíos en el siglo XXI. México: Perspectiva Educacional.

Perrenoud, Ph. (2010). Los ciclos de aprendizaje. Un camino para combatir el fracaso escolar. Bogotá: El Magisterio.