DEBATE Eutanasia

Universidad Central del Ecuador Facultad de Ciencias Químicas Carrera de Farmacia Trabajo de Bioética Integrantes:   

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Universidad Central del Ecuador Facultad de Ciencias Químicas Carrera de Farmacia Trabajo de Bioética Integrantes:      

Erika Amores Blanca Chuquín Nataly Carlosama Samantha Enríquez Tania Piarpuezán Viviana Suquilanda

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Estefanía Quiranza Jazmín Martínez Lenin López Marco Vargas Katherine Usiña Diana Santafé

Debate sobre: La Eutanasia INTRODUCCION La palabra eutanasia (del griego "eu" y "thanatos", que significa ‘buena muerte’) es la acción que acelera la muerte de un paciente desahuciado, con su consentimiento, con la intención de evitar sufrimiento y dolor. La eutanasia está asociada al final de la vida sin sufrimiento. Etimológicamente, eutanasia significa muerte dulce o sin sufrimiento físico. Pero hoy se la entiende como el fallecimiento provocado voluntariamente a una persona que ya no puede soportar los dolores de una enfermedad terminal y que no tiene ninguna esperanza de vida, convirtiéndose en una pesada carga para sí misma y para su familia, en lo espiritual, psicológico y hasta económico (León, 2000). Una profunda investigación sobre la eutanasia, uno de los dilemas históricos más discutidos de la medicina. Médicos, religiosos, abogados y familiares de enfermos terminales, dejan su testimonio sobre el tema. La mayoría admite la eutanasia pasiva, es decir, evitar prolongar la vida de un paciente por medios mecánicos cuando se sabe que aquel ya no tiene posibilidades de vivir. Para efectos prácticos se toma como definición de Eutanasia la siguiente: Un derecho del paciente a decidir la forma y el momento de su muerte., esto dentro de una definición corta, pero que busca como único fin el librar a una persona de sus intensos sufrimientos, de una agonía inmisericorde que padece como resultado de una enfermedad grave e incurable (por ejemplo algunos tipos de cáncer o un SIDA). Dicha enfermedad o estado debe haber sido diagnosticado suficientemente, de manera que su característica de irreversibilidad, sea tal, que se determine la muerte como algo inevitable. Dentro de la misma definición, el concepto de paciente, como el del ser humano que padece algo, puede ser un sufrimiento físico (León, 2000). Sin referirnos al sufrimiento moral o psicológico exclusivamente, aunque por esto, no se descarta que el sufrimiento físico le pueda provocar un sufrimiento como los enunciados anteriormente. De esto, pienso que la eutanasia si puede ser un derecho pero bajo ciertas condiciones, aunque como veremos a lo largo de este debate, tiene sus puntos a favor y en contra, además de las implicaciones morales y legales que trataremos de vislumbrar en el siguiente debate.

Tania Piarpuezán Reglas para el desarrollo del Debate  El tiempo de participación es de 3 minutos  Cada participante deberá emitir su punto de vista en forma clara, concisa y dirigirse siempre con respeto hacia las demás personas.  Se dispondrá de un tiempo adicional si alguno de los participantes lo necesita. Aspectos a considerar:     

Principios Éticos Aspecto Legal Dignidad Humana Aspecto Religioso Aspecto Médico

Criterios a favor de la Eutanasia PRINCIPIOS ETICOS DE LA EUTANASIA La eutanasia hace referencia al acto de acabar con la vida de una persona enferma, a petición suya o de un tercero, con el fin de minimizar el sufrimiento. (Cano, 2008)Desde el punto de vista ético, la eutanasia estaría permitida si se hace con el consentimiento pleno y claro del paciente, el cual es autónomo y por ende dueño de su vida .Actúa bajo el principio de beneficencia para aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes terminales se clasifica y se determina entre: (Hernández, 2014)   

Acción buena: se le retira el tratamiento si el paciente no tiene visión de recuperarse Acción mala: si el médico deja morir al paciente Testamento vital o biológico: Ley 41/2002 dedica el artículo 11. Este documento refuerza las exigencias de atención debida ética y jurídicamente a la autonomía de los pacientes, permite establecer, de forma anticipada, la voluntad de una persona sobre la aplicación de determinados tratamientos o el rechazo a los mismos, y, por tanto, trasladar el espíritu del consentimiento informado a aquellas fases de la enfermedad o estado en las que el paciente no tiene capacidad para decidir. Su fundamento es, pues, prácticamente el mismo que el del consentimiento informado. (Carlos, 2009)

El consentimiento informado consta de tres componentes: información, competencia y voluntad. La información consiste en que el médico informe al paciente acerca del diagnóstico, pronóstico, riesgos y beneficios de las opciones del tratamiento propuesto. Competencia se refiere a que el paciente es capaz de comprender la información, apreciar la situación y sus consecuencias, manejar racionalmente la información y comunicar su elección del tratamiento propuesto. Voluntad significa que el paciente elige con libertad, sin ningún otro tipo de coerción indebida por parte del médico ni de ninguna otra persona. (Carlos, 2009). PARTE LEGAL Al hablar de eutanasia es imprescindible mirar hacia Holanda, un país que lleva más de treinta años debatiendo públicamente sobre la muerte digna, en un proceso largo, muy rico y complejo del que tenemos mucho que aprender, en este proceso ha sido fundamental el papel de médicos y jueces. En 1969 el médico Jan Hendrick van der Berg, publicó un libro -Poder Médico y Ética Médica- de gran influencia, en el que recomendaba a los médicos “acabar con la vida de sus

pacientes si el poder de la tecnología médica les hiciera sufrir, vegetar o prolongar injustificadamente su agonía”. (Vidal, 1995) En los años setenta la Real Asociación Holandesa de Médicos (KNMG) publicó varios documentos que planteaban esta posibilidad de ayudar a morir a los pacientes en determinadas circunstancias, por su parte, los tribunales fueron creando una línea jurisprudencial que tendía a absolver los casos de eutanasia si se cumplían los requisitos que a lo largo de los años iba estableciendo la KNMG, considerándolos amparados por el estado de necesidad (recogido en el Código Penal con carácter general como justificante de actos inicialmente delictivos).(Batista, 2005) Los requisitos que la ley belga establece para la eutanasia son: 1. Que el paciente sea mayor de edad o menor emancipado, capaz y consciente de su petición. 2. Que la petición sea voluntaria, reflexionada y reiterada sin presiones exteriores, pudiendo haberla manifestado en un documento de voluntades anticipadas que tenga una vigencia inferior a cinco años. La posibilidad de solicitar la eutanasia mediante un documento de voluntades anticipadas está regulada por un decreto de 2 de abril de 2003. 3. Que haya padecimiento físico o psíquico constante e insuperable ocasionado por una condición patológica grave e incurable. El médico tiene que: 1. Informar al paciente sobre la existencia de cuidados paliativos. 2. Reiterar el diálogo en los plazos de tiempo razonables. 3. Consultar a otro médico independiente que tiene que visitar el paciente y redactar un informe que esté de acuerdo o en desacuerdo con las primeras valoraciones. 4. Recopilar información del equipo cuidador si es que existe. 5. Procurar que el enfermo consulte con otras personas de su entorno. 6. Dejar pasar un mes entre la petición y la realización de la eutanasia. (Batista, 2005) LEJANÍA Y SOLEDAD, LOS REQUERIMIENTOS PARA EL FIN DE UNA AGONÍA EUTANASIA Y LA DIGNIDAD HUMANA No se puede hablar de dignidad humana, cuando se permite que un paciente con enfermedad terminal padezca, los últimos días de su vida, a pesar de que los deseos de aquella persona es poner fin a las dolencias que lo atacan después de una larga lucha contra la enfermedad. Uno de los principios derivados de la dignidad humana es el principio de no maleficiencia el cual “no es más que el clásico principio hipocrático primum non nocere (ante todo, no dañar), exige que no se cause un perjuicio al paciente” (Andorno, 2012). Pero es lo que claramente se hace en los países donde no se acepta y legaliza la Eutanasia, puesto que los pacientes se ven obligados a sobrellevar un dolor que es aún más fuerte que ellos, pero sobre todo deben ver el sufrimiento que van dejando día tras día en aquellas personas que ellos más adoran, puesto que están conscientes que la enfermedad solo seguirá avanzando y por ende deteriorándoles cada vez más. Un caso que se ha dado a conocer, es el de José Antonio Arrabal quien, en agosto de 2015, fue diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y que a medida que el proceso de deterioro se fue acelerando, decidió poner fin a su vida en abril del 2017, lo cual lo hizo de forma clandestina y en la soledad, para así no perjudicar a su familia, por la decisión que el tomo. Los efectos de la enfermedad provocaron que deje de pintar y debió cambiar el modelo de libro electrónico por uno con menos botones y más sencillo, ante la progresiva torpeza de su mano. Arrabal tenía claro que si hubiera una ley de suicidio asistido y eutanasia como la que ha

pedido en Change.org y que aún se mantiene activa con más de 9.000 firmas, “podría retrasar” la decisión. Pero deseó poder decidir el final. Por lo que consideró triste que no haya una ley que regule estos actos. (Benito, 2017). Otro caso fue el de la escritora francesa Anne Bert quien padeció ELA desde el 2015 y tuvo que cruzar la frontera de su país con Bélgica, para dar el consentimiento final al médico que llevaba meses supervisando su petición de eutanasia, llevándose a cabo en el verano del 2017. Ella tuvo una ardua lucha para convencer a las autoridades galas de la necesidad de acabar con el sufrimiento de enfermos incurables legalizando la ayuda médica a morir, prohibida en Francia, pero permitida desde 2002 en la vecina Bélgica, pero fallo. Es por esta razón que sintió una enorme impotencia e incomprensión frente al sistema sanitario francés, que solo permite la sedación profunda hasta la muerte, pero no acepta la eutanasia. "¿Dormir a un enfermo para dejarlo morir de hambre y sed es de verdad más respetuoso con la vida que ponerle fin administrando un producto letal?”, lanzó en una carta abierta a los candidatos presidenciales en uno de sus últimos alegatos antes de rendirse a la evidencia de que moriría en tierra extranjera. Bert no quería escapar fuera para morir, pero fue lo que tuvo que hacer para disponer de un médico que cumpliera su voluntad. (Sánchez, 2017) CUIDADOS PALIATIVOS Según la OMS, define a los cuidados paliativos como “el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento, por medio de identificación temprana y la impecable evaluación y tratamiento del dolor y de otros problemas físicos, psicosociales y espirituales” (OMS, 2017), por lo que se consideran las siguientes características: proporcionar el alivio del dolor y de otros síntomas que producen sufrimiento, promocionan la vida y consideran la muerte como un proceso natural que no se debe acelerarlo ni retrasarlo, además de mejorar la calidad de vida del paciente. En el contexto de los cuidados paliativos, la calidad de vida se centra en la capacidad de llevar una vida normal y una vida social satisfactoria, donde podrían identificarse cuatro dominios: bienestar físico, psicológico, social y espiritual (MSP, 2014, págs. 47-48). Sin embargo un enfermo en la fase final de la vida no goza de ninguno de estos cuatro dominios mencionados anteriormente, como podría llevarse una vida normal postrado en una cama sufriendo dolores crónicos y sin la capacidad de siquiera valerse por sus propios medios. La autonomía del paciente es uno de los cuatro principios básicos de la bioética, el derecho de la autonomía de los pacientes está recogido en la Ley Orgánica de la Salud, en el capítulo sobre los derechos y deberes de las personas y del Estado en relación con la salud, Art. 7.- e) Ser oportunamente informada sobre las alternativas de tratamiento, productos y servicios en los procesos relacionados con su salud, así como en usos, efectos, costos y calidad; a recibir consejería y asesoría de personal capacitado antes y después de los procedimientos establecidos en los protocolos médicos. Los integrantes de los pueblos indígenas, de ser el caso, serán informados en su lengua materna. h) Ejercer la autonomía de su voluntad a través del consentimiento por escrito y tomar decisiones respecto a su estado de salud y procedimientos de diagnóstico y tratamiento, salvo en los casos de urgencia, emergencia o riesgo para la vida de las personas y para la salud pública (MSP, 2014, págs. 50-51). El acceso a la verdad es un derecho de todos los pacientes, ya que cada persona tiene derecho a decidir, con apoyo de sus familiares y el conocimiento de causa, sobre los aspectos tan importantes de su vida como el proceso de salud-enfermedad, o de vida o de muerte, por lo que resulta primordial conocer el deseo del enfermo, puesto que a él le corresponde decidir si desea que se le aplique el tratamiento propuesto o no. El riesgo de suicidio es en los pacientes con cáncer hasta 10 veces superior que en la población general, en los pacientes con cáncer en fase

avanzada (hasta el 45% de ellos lo presentan), sin embargo, algunos pacientes (hasta el 8,5% en un pequeño estudio prospectivo) tienen pensamientos persistentes y un deseo dominante de morir rápidamente, además tienen un plan letal (MSP, 2014, pág. 125). La cuestión de la eutanasia y del suicidio asistido es siempre una cuestión pública que presenta una dimensión socio-jurídico-política, que abarca tres aspectos importantes: a) el modelo de la medicina que se quiere, b) la consideración de la sociedad hacia los enfermos y moribundos, así como c) los mismos fundamentos del orden jurídico (Montero, 2010). No obstante se considera ilegal elegir entre una muerte necesaria desde el punto de vida humano, que evite el dolor y el sufrimiento personal y familiar y una muerte irremediable de una enfermedad incurable que puede durar un corto espacio de vida llena de dolor, sin contar los gastos económicos que se producen al considerarse un derecho soberano del paciente. En el Ecuador, el Ministerio de Salud ha atendido a 5 915 personas desde el 2015 hasta el 2017. También reportó 106 muertes de quienes recibieron esos cuidados, este año (Bravo, 2017). Sin embargo no se reporta que sucedió con los demás pacientes que necesitaban de cuidados paliativos, lo que demuestra que existe una carencia en este servicio. PARTE MÉDICA La Medicina tiene como objetivo el bienestar psicofísico de la persona y ello lleva implícito el derecho al buen morir, tratando de preservar la dignidad humana. Por ello resulta necesario e imprescindible crear un ámbito de discusión del tema para saber qué hacer de nuestras vidas y también para, llegado el caso, defender el derecho a elegir el momento de la propia muerte (José Angel, 2005). El amor al trabajo y al hombre, el respeto por la vida y al ser humano en su integridad, el sentido del deber, la responsabilidad, la honestidad, el altruismo, el desinterés y la dignidad profesional entre otros, son valores que deben llegar a convertirse en virtudes que caractericen la actuación del médico al asimilarse como valores personalizados, expresión legitima y auténtica del sujeto que los asume (Vaquero, 2011). Contando entonces con una sociedad culta, responsable y honesta, con profesionales dispuestos y preparados para afrontar las más duras decisiones acerca de la vida humana, con un sistema de salud que garantice la verdadera medicina, la que precave, cabe cuestionarse nuevamente la ilegalidad de elegir entre una muerte necesaria desde el punto de vista humano, que evite el dolor y el sufrimiento personal y familiar y que por demás asegure, quizás, la vida larga y efectiva de otros semejantes o el corto espacio de vida llena de dolor y sufrimiento que media entre la enfermedad incurable y la muerte irremediable, sin contar los gastos que se ocasionan por considerarlos derecho soberano del paciente. Determinar si un hombre debe morir o no, por los siglos de los siglos encontrará oponentes y proponentes y de esta investigación se deriva que el hombre debe mirar a su alrededor, escuchar y preguntar el porqué de una decisión como esta, buscar la mejor manera de aliviar al ser humano de sufrimientos y preocupaciones, ubicarse en su sistema, cultura y religión, entender que el lenguaje de la ética ha sido adoptado no solo por pacientes, familias, médicos, economistas, ministros, jueces y administrativos de la salud, independientemente de su corriente filosófica y su sistema social y entender que lo único verdaderamente importante es que el hombre, como ser racional, capaz de REVOLUCIONAR constantemente la ciencia y la técnica y de transformar la naturaleza en beneficio de la especie, debe también, morir con dignidad (Vaquero, 2011). ¿CUÁL ES LA OPINIÓN DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS Y DE LA POBLACIÓN GENERAL AL RESPECTO? ESTUDIOS SOCIOLÓGICOS

En España son pocos los estudios sociológicos que han profundizado sobre esta problemática de la eutanasia. Dos encuestas han tratado de recabar la opinión de la ciudadanía sobre la eutanasia: una de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) del año 2000 y la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del año 2002 (Tablas II y III) (Cataluña, 2006).

LA MEJOR SUSTANCIA PARA APLICAR LA EUTANASIA En el origen de todo está el pentobarbital, el fármaco que se utiliza en países que tienen despenalizada la eutanasia, como Holanda o Bélgica, y que es “la mejor sustancia que uno puede tomar para morirse”, según explican a El Huffington Post fuentes de la Asociación Derecho a Morir Dignamente. En España, en cambio, no existe ese producto para uso humano y sólo se puede conseguir con fines veterinarios o comprándolo a través de internet, que es el método que siguió Fernando M. Con todo, afirman que en España casi cualquiera puede conseguir un cóctel letal de 200 pastillas, aunque no es el método ideal. (Carretero, 2016) INYECCIÓN LETAL Es la que se emplea en estados unidos para los reos condenados a pena de muerte donde el prisionero es amarrado a una camilla y, se inserta un catéter de acceso venoso en cada uno de sus brazos, para inyectar las drogas directamente al torrente sanguíneo. A continuación, comienza la aplicación de las tres inyecciones: La primera, tiene por objeto dejar inconsciente a

la persona para que no sufra de ningún dolor. Se utiliza Tiopentato de Sodio, un anestésico de acción rápida que funciona en sólo segundos. En el segundo paso, se detiene la respiración del prisionero mediante la aplicación de un relajante muscular que detiene los movimientos respiratorios. Se usa Bromuro de pancuronio. Finalmente y para detener el corazón de la persona, se aplica Cloruro de Potasio. Las dos últimas drogas podrían causar la muerte por si solas, pero combinadas aceleran y aseguran el proceso (Valenzuela, 2015). En el ecuador se podría optar por la eutanasia en pacientes que padezcan enfermedades crónicas, pues es inhumano prolongar la vida del paciente con cuidados paliativos, muchos de los cuales no evitan la agonía y el sufrimiento de la persona. “Ecuador no tiene personal capacitado ni tecnología ni protocolos para esto. Hay muchos problemas con el dolor de los pacientes terminales”, dijo la doctora Verónica Pauker, experta en cuidados intensivos. Diario el expreso El país no cuenta con una unidad pública de cuidados paliativos ni proporciona gratuitamente medicamentos como la morfina para combatir el dolor. Según right watch, tan solo el 27% de los pacientes crónicos pueden adquirir el tratamiento para evitar el dolor. Ecuadorinmediato.com. Organización internacional denuncia fracaso de ecuador en proporcionar atención a pacientes terminales. Extraído el 04 de enero de 2014 desde http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=noticias&func=news_user_view &id=151692&umt=organizacion_internacional_denuncia_fracaso_ecuador_en_propo rcionar_atencion_a_pacientes_terminales

CASO A sus 64 años, Quintana es el médico colombiano que más ha practicado eutanasias en el país: 103 en total. Sus pacientes han sido enfermos terminales, víctimas de la depresión y hasta un pequeño bebé de once meses que nació con un defecto congénito que genera un daño cerebral degenerativo. La eutanasia ha sido parte de su trabajo durante los últimos 30 años. Sin embargo, llora cada vez que hace una, detesta la muerte y le tiene miedo a la sangre. El doctor Quintana practicó la primera eutanasia. Su motivación fue una paciente de 92 años, a quien tuvo que revivir e inyectar adrenalina en el corazón. Sin embargo, su esfuerzo no sirvió porque la mujer murió cinco días después. Su primera paciente padecía de cáncer cerebral y, luego de un año de haber sido operada, no pudo volver a caminar y quedó en una especie de coma. Por esta razón, ella no pudo decidirse por la eutanasia. Pero sus familiares escogieron esta opción, cansados de ver a los visitantes morbosos que gozaban con el deterioro de la mujer, que al final de sus días se encogió como un feto. Con la decisión tomada, se debe canalizar una vena para poner un suero a la que se inyecta un anestésico y un despolarizante cardiaco. El doctor Quintana aprendió el método de la eutanasia mientras estudiaba medicina en la Universidad Nacional. Se usa la misma fórmula que se usaba con los perros que servían para los experimentos. Estos medicamentos, de color blancuzco y que se ponen en cuatro jeringas gigantes, provocarán un sueño profundo en el paciente, que su corazón se relaje y los pulmones agoten poco a poco el oxígeno que les queda. Muchos pacientes mueren en cuestión de cuatro minutos, otros tardan hasta diez (Arrubla, 2012).

Criterios en contra de la Eutanasia Para esto nos hemos basado en los principios de la bioética que son la autonomía y la no maleficencia, tomado del Informe Belmont de dos autores norteamericanos, que fue encargado en el año 1974 por el Congreso Norteamericano para elaborar una guía acerca de los procedimientos éticos que debían regir la investigación con seres humanos y dado a conocer en el año 1978. Principio de autonomía Según Diego Gracia médico y profesor de la Universidad de Palermo, afirma que el principio de la autonomía se refiere a la capacidad que tiene el enfermo para decidir, siempre que exprese su deseo. Este es un principio que siempre ha estado ausente de la tradición médica, a pesar de la gran importancia que ha adquirido en los últimos años; durante muchos siglos el paciente nunca ha participado en la toma de decisiones y el médico era quien decidía; el deber del médico era hacer el bien al paciente, y el de éste, aceptarlo. El enfermo, por el mero hecho de serlo, carecía de capacidad para elegir. La Asociación Médica Mundial considera que el suicidio asistido con ayuda médica es contrario a la ética de la profesión, en cambio recomienda los cuidados paliativos. Holanda fue uno de los primeros países en despenalizar al médico que practique la eutanasia, y luego de realizarse un estudio se reveló que en más de mil casos los médicos habían actuado sin conocimiento del paciente debido, principalmente, a la imposibilidad de tratar el dolor, la falta de calidad de vida o porque demoraban en morir. Diego Gracia J. Bioética y Medicina Paliativa. En: Gómez Sancho M. Medicina Paliativa Madrid: Aran Ed. S.A., 1999 http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_nlinks&ref=480758&pid=S02127199200100120000900006&lng=es Una forma de respetar la autonomía es promover en la práctica la participación del propio enfermo y de su familia en la toma de decisiones, lo que implica: Informar comprensiblemente al enfermo y a la familia. Garantizar la voluntariedad en la aceptación del tratamiento mediante el uso del consentimiento informado respetando el derecho a rechazar un tratamiento. Proteger a los menores o incapaces que no lleguen al grado de conciencia necesario para tomar por sí mismos una determinada decisión, lo que supone el respeto a las decisiones subsidiarias de los padres. Debido a los grandes avances técnicos y farmacológicos ocurridos en las últimas décadas, que a veces incluso permiten posponer el momento de la muerte.

Principio de no-maleficencia Se basa en el principio hipocrático de Primum non nocere, es decir, "ante todo, no hacer daño". No puede intencionadamente realizar actos que puedan causar daño o perjudicar a otros. Es un imperativo ético válido para todos, no sólo en el ámbito biomédico sino en todos los sectores de la vida humana. En medicina, sin embargo, este principio debe encontrar una interpretación adecuada pues a veces las actuaciones médicas dañan para obtener un bien. Entonces, de lo que se trata es de no perjudicar innecesariamente a otros. Artículo tomado de la Revista médica Scielo de Santiago de Chile, un grupo de estudios de ética clínica de la sociedad médica de Santiago. Las implicaciones médicas del principio de no maleficencia son varias: tener una formación teórica y práctica rigurosa y actualizada permanentemente para dedicarse al ejercicio profesional, investigar sobre tratamientos, procedimientos o terapias nuevas, para mejorar los ya existentes con objeto de que sean menos dolorosos y lesivos para los pacientes; avanzar en el tratamiento del dolor; evitar la medicina defensiva y, con ello, la multiplicación de procedimientos y/o tratamientos innecesarios. La eutanasia es gravemente ilícita porque, al buscar la muerte como fin o como medio, atenta contra el vivir de la persona, que tiene dignidad y un valor intrínseco que, exigen el respeto incondicional de la vida del inocente. Este principio sanciona la obligación moral que el paciente tiene de colaborar en los cuidados ordinarios y necesarios para salvaguardar la vida y la salud propia y ajena. En ciertos casos, como el de los pacientes que rechazan los cuidados indispensables para la vida y la supervivencia cuando el médico considera en conciencia necesario imponerlas, el derecho deberá regular el procedimiento para aplicar tales cuidados obligatorios. La Eutanasia desde el punto de vista Médico La deontología médica impone, los deberes de aliviar el sufrimiento físico y moral del moribundo, de mantener en lo posible la calidad de la vida que declina de ser guardián del respeto a la dignidad de todo ser humano. Hay varias razones por las cuales la eutanasia no puede ser aceptada: Primero porque se minaría la confianza en entre el paciente y el médico, si el profesional de la medicina que se ocupan de su salud puede decidir si su caso es digno de curación o susceptible de eutanasia. Segundo, el diagnóstico y el llamado pronóstico hecho por los médicos nos ofrece garantías, así es como el médico Chorcot decía: "jamás debe pronunciarse un pronóstico con pesimismo absoluto, porque lo imprevisto es siempre posible". En definitiva, en la ciencia médica no habría una certeza. Siendo aceptable el aforismo. "mientras hay vida

hay esperanza". Así es que el término incurabilidad no es sino un concepto relativo. Pues la naturaleza de cuerpo humano es a veces sorprendente, pudiendo salir muchas veces las personas que se encuentran en coma irreversible de estos. Esta posición médica al igual que la posición de la religión estaría de acuerdo con la ortotanasia, al estar a favor de utilizar medicinas paliativas y medios proporcionados, solamente, para prolongar la vida. Actualmente, se ha delimitado bien, que son medios proporcionados para la prolongación de la vida por parte de los médicos. Así es que se entiende como medios ordinarios o proporcionados los "que están a la mano y no imponen esfuerzos, sufrimientos o gastos mayores de los que las personas consideran prudentes", para la conservación de la vida. (Roemer A. 2.12) Lenin López La Eutanasia y la religión Para Jacovelli (2009), la eutanasia es “una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita” (p.199) es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal. Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio. Ahora bien, Figari (2007) explica que “el suicidio es siempre moralmente inaceptable, al igual que el homicidio. La tradición de la Iglesia siempre lo ha rechazado como decisión gravemente mala, bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, para con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general” (p. 17). En su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte. BIBLIOGRAFÍA: Jacovelli, F. (2009). Temas de Religión. Chile. Editorial Andrés Bello. Figari, C. (2007). Ciencia y religión. Argentina. Editorial Encuentro

CONCLUSIONES Tania Piarpuezán  Luego de la participación de los debatientes y analizar los puntos de vista tanto de los defensores como de sus detractores, la parte a favor ha presentado argumentos más concisos y bien fundamentados, sin embargo, la Eutanasia no es un tema que se deba tomar a la ligera, en el hipotético caso que se deba crear una ley sobre la Eutanasia en el Ecuador, ésta deberá considerar la autonomía del paciente y sus derechos fundamentales, estableciendo que la petición de muerte sea otorgada bajo las exigencias de un precepto legal sobre el estado del enfermo, esto es, que padezca una enfermedad grave que le conduzca necesariamente a su muerte o que produjera graves

padecimientos permanentes y difíciles de soportar, 1 respetando la decisión del paciente si éste está consciente, caso contrario serán sus familiares más cercanos quienes sean encargados de tomar la decisión tomando en cuenta los principios éticos, sociales e incluso económicos, garantizando en estos casos el derecho a una buena calidad de vida y también una muerte digna. 2 aunque deberá tener ciertas limitaciones y evitar reconocer un derecho a disponer de la vida no sólo a los enfermos sino a cualquier persona que quiera morir. 4 Bibliografía: 1. Alonso, M. (2008). Sobre Eutanasia y Derechos Fundamentales. Recuperado de http://criminet.ugr.es/recpc/10/recpc10-r3.pdf 2. Batista R, Schramm F. (2005). Conversaciones sobre: el debate bioético acerca da eutanasia. Salud Pública. Recuperado el 25 de 11 de 2017, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272012000100002 3. Lorda, P. (2012). La Eutanasia em http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S113557272012000100002&script=sci_arttext&tlng=en

Bélgica.

Obtenido

de

4. Cantaleo M. (2009). La Eutanasia perspectiva ética, juridica y medica. BIOETICAWEB, 5-7. Recuperado de https://www.bioeticaweb.com/la-eutanasiaperspectiva-actica-jurasdica-y-macdica/

 La eutanasia constituye un desafío desde el punto de vista ético y también desde lo legal. Algunos enfermos desahuciados piden que los dejen morir con dignidad para que se acaben sus sufrimientos. Ahí se presenta todo un dilema para los médicos y familiares, quienes deben adoptar una decisión final. Sin embargo, se debe reconocer algo al ser humano, este derecho a que se le reconozca la posibilidad de disponer de su propia vida en situaciones especiales simplemente por la dignidad que éste puede tener, el reconocerle a un ser humano la posibilidad de definir qué hacer con su vida es respetar la humanidad del otro (su humanidad), es el respeto de la libertad y de la vida propia, y esto nos ayuda a definir lo que es una vida digna, se puede argumentar desde este punto de vista, de la dignidad humana, la exigencia de instaurar la eutanasia (bajo ciertas condiciones) como una lucha por el reconocimiento del derecho a la muerte digna, entendiendo por muerte indigna aquella que prolonga inmisericordemente la vida por medios artificiales, en la que la vida se escapa lentamente y se da un apego puramente al cuerpo físico.

Bibliografía

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