Conflicto Social "Proyecto Conga"

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Conflicto Social: “Proyecto Minero Conga” Publicado el junio 7, 2013 de ds24udep

Este conflicto surge en el ámbito nacional en el año 2012, a causa de que la población se oponía a que el Proyecto Minero Conga sea desarrollado, surgen una serie de disturbios en la ciudad de Cajamarca y sus provincias, fue así que obtuvo la atención de todo el país. “El conflicto es un tema de desconfianza e incredulidad que existe en la población rural-urbana y en la sociedad civil, que integran los principales actores sociales y políticos involucrados en el conflicto”:(T., Rojas Alcalde, Comunicación personal. Abril 2013) Primero hay que aclarar que este proyecto representa una de las mayores inversiones para el gobierno peruano, implica aproximadamente 3 000 millones de dólares; y consiste en emprender actividades extractivas en una zona de micro cuenca, donde se encuentran 4 lagunas que abastecen a aproximadamente 200 caseríos de la región, el principal temor es que se genere una escasez de agua, también está el sentimiento de exclusión social, aparentemente el desarrollo de las actividades de Minera Yanacocha debería beneficiarlos pero en los 20 años que lleva en Cajamarca, ninguno de los pobladores siente que haya sido beneficiado por las actividades de Yanacocha, y la empresa tampoco ha desarrollado buenas relaciones con la población en general debido a que en el pasado han tenido ciertos conflictos a causa de la contaminación producida en diferentes ríos a causa de sus actividades. Vamos a identificar los principales actores que intervienen en el desarrollo de este conflicto. Tenemos a la empresa Minera Yanacocha que pertenece al Grupo Newmont, el Pueblo Cajamarquino, el Gobierno Peruano, el Gobierno Regional de Cajamarca, y las Asociaciones Internacionales, queremos analizar su comportamiento a lo largo del conflicto, y tratar de entender cuáles son los motivos que los han llevado a tomar ciertas acciones y posiciones. En primer lugar tomemos a la empresa Yanacocha, que tenía planeado ejecutar el proyecto Conga sin mayores dificultades tal como hicieron con sus anteriores proyectos, nunca ha mostrado especial interés por la inclusión social, y se limitaba a pagar el canon minero que exige la ley. Luego el Gobierno Peruano, que no tiene las regulaciones más estrictas en cuanto a actividades mineras, y tiene motivos económicos para que el proyecto se desarrolle en sí, pero su principal función es

velar por el bienestar de la sociedad, por lo que tuvo que imponer estudios de impacto ambiental más rigurosos, y hechos por instituciones internacionales, para asegurar de que este proyecto sea viable. Uno de los actores claves es el gobierno regional liderado por Gregorio Santos, quien es el principal líder del movimiento anti minero, y ha promovido todas las marchas, protestas que se han suscitado en Cajamarca. Nos detendremos a examinar más a fondo las acciones que ha tomado el gobierno regional, ya que sus motivos son cuestionables, primero porque el presidente regional Gregorio Santos, ha mostrado que sus intereses no son beneficiar al pueblo de Cajamarca, si no hacer una carrera política, y su objetivo principal es llegar a la presidencia como lo ha manifestado en recientes declaraciones. Entonces lo que ha hecho el Sr. Gregorio Santos ha sido aprovechar su posición para manipular al pueblo cajamarquino, en especial de las zonas rurales, que son de baja educación y no tienen acceso a información sobre el tema. “Los mensajes que les llevaban los políticos y dirigentes ambientalistas les tocaban fibras sensibles de su vida cotidiana. La primera que la minería contamina, que los dejará sin agua y también sin casa ni tierras. Así su imaginario popular es contra la minería por que contamina, pero a la vez quieren acceder a trabajar”:(T., Rojas Alcalde, Comunicación personal. Abril 2013) Yanacocha ha entendido que sin una propuesta realmente beneficiosa, tanto para le empresa como para la población no podrá continuar con el desarrollo del Proyecto Minero Conga. El gobierno peruano ha asumido una posición imparcial, ha tratado de desarrollar un dialogo con la intención de llegar a un acuerdo, pero el Sr. Gregorio Santos se ha empeñado en dificultar este proceso y poner trabas, como dice el Sacerdote Manuel Tamayo “Es un diálogo de circo, con dos partes en total desacuerdo. Son dos partes que proceden de mundos distintos y cada uno busca sus intereses. El día en que se busque los intereses de los demás podría empezar la solución de los problemas. En estos conflictos la intervención de los facilitadores es imprudente y da paso a situaciones de hipocresía: darse la mano delante de la foto para que vean que “son buenos” y lo que han hecho es solo una tregua para quedar bien”. “Hay muchos intereses políticos de por medio, manejados por unos cuantos que a su vez manejan al pueblo creando sentimientos adversos a la otra parte. Sin

embargo el fondo del asunto es la falta de conocimiento que existe en la sociedad con respecto a las personas. Dejando de lado la conveniencia de los proyectos que pueden ser fabulosos sobre el papel, hay un problema de falta de comunicación dentro de la misma sociedad. Los empresarios ven el negocio y las ventajas que podría traer para un pueblo los proyectos que presentan, pero no son personas que están cerca de los pobladores y velen por sus intereses. Cuando no importa el prójimo y éste está ausente en el corazón de las personas, de allí no puede salir nada bueno. Las cosas no se arreglan con dinero sino con la caridad, que es amor autentico a los demás. De la misma manera en el otro sector, que además está politizado por algunos dirigentes políticos, existe en la interioridad de las personas grandes sentimientos adversos arraigados. También tendrían que aprender a querer. Tienen herido su corazón y sus sentimientos, y el voluntarismo (certeza o fanatismo en una convicción) los hará cada vez más tercos y entonces dirán: “si no hay solución la huelga continúa””.(M.,Tamayo, Comunicación personal. Mayo 2013) Ambos puntos de vista concuerdan en que Conga es un problema de intereses humanos. Este es un conflicto social consecuencia de la naturaleza problemática del hombre, refleja su tendencia hacia la conflictividad; pero satisfactoriamente también es innata su búsqueda de la solución a sus propios problemas. Para poder dar solución a esta problemática se debe plantear en primer lugar que es a lo que se quiere llegar, y asumir la solución del problema como una meta. Aparecen la situación problemática y problemas de acción: Situación problemática: Diferencias entre el pueblo cajamarquino y la empresa minera Yanacocha, la cual no puedo iniciar sus trabajos de exploración ante el reclamo del pueblo que se encuentra dolido, por tantos años de explotación injusta. Problema de acción: Principalmente recuperar la confianza del pueblo cajamarquino, a través de dialogo entre el pueblo y la empresa extractora, a la vez establecer regulaciones más estrictas para la actividad de Yanacocha. Al padre Manuel Tamayo, al cuestionarle acerca del rol de la iglesia en este tipo de conflictos sociales, opina que “La Iglesia tiene un papel espiritual con las personas, procura siempre unirlas, que se comprendan y se quieran y eso como consecuencia de la difusión de la doctrina, que es de Dios. Jesucristo les pidió a los apóstoles que

difundieran su doctrina por todo el mundo”. Parte de esta doctrina es la valoración de las virtudes humanas; ante esto, la virtud de la prudencia sería una fuerte arma para la solución de este problema social. La prudencia cuenta con dos elementos que podrían facilitar el camino adecuado: la experiencia y la solercia. Yanacocha al parecer no cuenta con la experiencia necesaria para poder manejar estos temas, sin embargo, la solercia es un elemento que a través del respeto a los sentimientos, a las libertades y vida de los demás, se llega a decidir correctamente ante situaciones inesperadas; se debe actuar prudentemente para ir adquiriendo la solercia, y puedan salir beneficiados todos las partes del conflicto, tanto la minera como el pueblo cajamarquino. Todos los elementos que funcionan dentro de una sociedad, deben ir en búsqueda del perfeccionamiento mutuo, o sea de la minera y el Cajamarca, eso es lo que se conoce como bien común; el lograr que las condiciones de la vida social se dirijan a la perfección individual y colectiva. Es complicado de que una sociedad logre el bien común cuando sus elementos se interesan en ellos mismos; el conflicto de Yanacocha, es un tema netamente de confianza; el pueblo cajamarquino se rehúsa a volver a confiar en la minera, porque sienten que atreves de la explotación de sus recursos no se busca lograr el bien de todos, sino tan solo de la empresa. A lo largo de los años han visto daños irreversibles en el medio ambiente por parte de la mina, por lo que no ven un fin colectivo de perfeccionamiento, sino tan solo un fin individual. Sin embargo, es importante notar que para que Yanacocha recupere la confianza del pueblo cajamarquino, no solo se debe preocupar por apoyar económicamente proyectos de infraestructura o programas sociales de alimentación, vivienda; es necesario que también vele por un tema espiritual, porque el bien común no solo tiene una dimensión material, sino también un aspecto trascendente, donde se debe velar por la cultura, por la motivación del arte y el espíritu. “Dar a cada uno lo que le corresponde “es el ideal de cada sociedad que aspira a vivir en el bien común; significa el otorgarle justamente a cada uno lo suyo. La Justicia es la solución al conflicto social que se vive en Conga, lo que se busca es dar a cada actor lo que le corresponde (justicia conmutativa) en esta relación de

intercambio de los recursos minerales, y hacerlo de un modo equilibrado (justicia distributiva). La gente de Cajamarca no cree en la empresa, porque hay una carencia de veracidad, las cosas no se han manejado limpiamente, se prometieron beneficios para todos que jamás se cumplieron (falta de fidelidad), llevando a un deterioro progresivo de la imagen de la organización. Una deficiencia de Yanacocha es que no conoce muy de cerca al pueblo, y le falta identificar ciertos puntos trascendentales para la solución a esta problemática social; ante esto, existen organizaciones civiles que por su cercanía y conocimientos de las comunidades puedan ayudar a solucionar esta problemática social. Estas organizaciones, basadas en la práctica de la caridad, buscan cooperar con las comunidades afectadas y ayudarles a recuperar lo que sienten que han perdido. Es necesario que la minera trabaje conjuntamente con estas organizaciones buscando recuperar su credibilidad y cumpliendo solidariamente con su misión dentro de la sociedad. Teniendo una idea de la situación y los principales agentes que intervienen, propondremos soluciones inmediatas y a largo plazo, para que se ponga fin a este conflicto, y se eviten futuros conflictos parecidos en nuestro país. Dentro las alternativas de acción inmediata proponemos: 



Formar Asociaciones que fomenten el dialogo entre la población y Yanacocha, así lograr resolver todas las dudas que tengan los pobladores que se verían afectados por los cambio que generaría este proyecto, y escuchar las principales inquietudes que tienen las personas, y que es lo que esperan que traiga la minería en su beneficio. Emprender campañas de concientización social, ahora todas las

organizaciones deben tener como parte de su filosofía, obtener resultados que sean tanto económicos, sociales como medioambientales, esto solo se podrá llevar a cabo en un escenario en el que todos se comprometan, y el entorno en el que actúa la empresa este realmente convencido de que sus intenciones son legítimas. En un escenario a largo plazo: 

Mejorar la Gestión del Gobierno Regional, asegurando que los recursos obtenidos de la minería sean usados para el bien de la población, fomentando



los proyectos de desarrollo, inclusión, mejorando la infraestructura de los colegios, pistas. Teniendo iniciativas realistas y asegurándose de que lleguen a ser ejecutadas y no solo se queden en ideas. Regulación más estricta por parte del Gobierno, el gobierno debe tomar este



conflicto como lección para establecer nuevas legislaciones en cuanto a las actividades mineras, tener un papel más activo en la evaluación y desarrollo de estos proyectos. Entre otras soluciones como crear alianzas entre Yanacocha y

organizaciones de la sociedad civil; y que el estado peruano realice una participación mucho más protagónica, debido a su corta presencia en el transcurso del conflicto. Autores: Jorge Quezada, Romina Rojas

Los orígenes del conflicto Conga (*) Enviar a un amigoImprimir Compartir TwitterFacebook

Enviado el 06/02/2013 Mauricio Zavaleta La historia reciente de Cajamarca está estrechamente ligada a la actividad minera de Yanacocha. Cuando la empresa llegó a la región en 1992 Cajamarca era un pueblo pequeño que fue rápidamente alterado por camionetas de doble tracción. Entre 1992 y 2005 el crecimiento del PBI del departamento fue exponencial, en gran medida por la actividad minera; no obstante, de acuerdo con Mendoza y Gallardo (2011) a partir de 2005 el crecimiento se desaceleró y la economía cajamarquina experimentó un proceso de estancamiento debido a la reducción productiva de Yanacocha, aunado a la oposición a la expansión de los proyectos mineros. Con la vida útil del yacimiento Yanacocha en expiración, Conga constituía el proyecto expansivo más importante de la empresa. Desde el 2004 en adelante, los proyectos han sido bloqueados por la oposición de la población en Cerro Quilish (2004), Carachugo II (2006), La Quinua Sur (2007), Solitario (2009) y, finalmente, Minas Conga (2011). Aunque los funcionarios de Yanacocha no lo percibieron en su momento, la ausencia de una estrategia de relacionamiento con la población, pero sobre todo los accidentes ambientales en los que se vio involucrada, tendría altos costos en el mediano plazo para el desarrollo de sus actividades económicas en el departamento. El año 2000 Yanacocha hizo pública intención de extender el complejo minero al cerro Quilish, ubicado a escasos kilómetros de la ciudad de Cajamarca. Luego de tres años de disputas legales el Ministerio de Energía y Minas (MEM) concedió el permiso para la explotación la

empresa movilizó maquinaria a la zona a mediados de 2004. La historia es conocida: a inicios de septiembre la ciudadanía inició una movilización indefinida con el objetivo de impedir la instalación de maquinarias y luego de cerca de 15 días el MEM emitió una resolución directoral que suspendía el permiso otorgado a Yanacocha para explotar la zona. La “gesta por Quilish” tendría consecuencias importantes tanto para la “oposición” como para empresa misma. En primer lugar, adicionalmente a los comités de regantes y las rondas campesinas – actores rurales que habían sido hasta el momento la oposición social más visible frente al proyecto– se sumaron actores urbanos que cumplieron un papel importante en las manifestaciones: el Frente de Defensa de Cajamarca, creado durante la década de los noventa por activistas de izquierda, y un conjunto de ONG ambientalistas creadas en los años recientes. A partir de entonces la defensa del medio ambiente, el cual era tangencial en las demandas hacia la empresa, adquirió un carácter predominante en el debate político regional. (1) Por otra parte, la empresa cayó en cuenta que para permanecer en la Cajamarca y explotar su cartera de proyectos la estrategia de relacionamiento con la comunidad debía ser reformulada. A partir de 2006 Yanacocha destino más de 267 millones de soles a través del Fondo Solidaridad con Cajamarca para proyectos de desarrollo en la región en áreas de salud, nutrición, educación e infraestructura. En torno específico al proyecto Conga – el cual constituía su posibilidad de expansiva más importante – la empresa desarrolló una nueva estrategia de comunicación y relacionamiento con las comunidades que se encontraban dentro del área de influencia a través de charlas informativas constantes sobre la estrategia de mitigación de los impactos ambientales del proyecto y la firma de pre acuerdos para la realización de obras de infraestructura, servicios y trabajo. Tras dos años la estrategia dio resultados: las 32 comunidades aprobaron el EIA del proyecto en la audiencia pública celebrada en San Nicolás de Chailhuagón, la cual contó con la participación aproximada de tres mil personas. Así, la empresa empleó el proceso de participación ciudadana del EIA para cosechar, y mostrar, apoyo popular al proyecto. Sin embargo, las voces de oposición llegaron desde fuera. Una serie de organizaciones sociales entre las cuales destaca el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca y sobre todo la Plataforma Interinstitucional de Celendín (cuyos líderes estuvieron presentes en las movilizaciones del Quilish) cumplieron un papel determinante en cuestionar la viabilidad del proyecto y oponerse a su realización. En su mayoría integrados por actores urbanos con vínculos a las zonas rurales, esta élite local realizó trabajo político en las comunidades cercanas al proyecto pero fuera del área de influencia (establecida por la propia empresa) las cuales también corrían el riesgo de ser impactadas por la actividad extractiva. Cuando Yanacocha anunció el desembolso del saldo de ejecución del proyecto el 27 de julio del 2011, un día antes de la toma de mando de presidente Ollanta Humala, las fichas ya estaban alineadas para el inicio del conflicto.

Nota (1)

Más allá de lo político, el tema ambiental ha penetrado vida social cajamarquina. Esto es

tangible en las coplas que cambiaron los clásicos temas carnavalescos por burlas relacionadas a la extracción minera. (*) Texto escrito a partir del estudio “La política de lo técnico: una aproximación al desarrollo del conflicto Conga” de Mauricio Zavaleta, en: “Los límites de la expansión minera en el Perú” (SER, 2013)