Conflicto Social

Conflicto social Una definición generalmente aceptada de conflicto en el sentido sociológico es la ofrecida por Lewis A.

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Conflicto social Una definición generalmente aceptada de conflicto en el sentido sociológico es la ofrecida por Lewis A. Coser para quien es una lucha por los valores y por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Un conflicto social será cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad.1 Para Ralf Dahrendorf, el conflicto es un hecho social universal y necesario que se resuelve en el cambio social. La posición de Dahrendorf se puede trazar a Hobbes (ver más abajo)

Concepto Variantes de la concepción de conflicto social dependen sobre asunciones más generales o básicas sobre la sociedad o naturaleza humana. Para versiones "moderadas" del conflicto, este no sólo coexiste sino tiene un papel compartido con la cooperación para establecer estabilidad o cohesión social (ver, por ejemplo, costumbre) Estas visiones permiten a percepciones funcionalistas o estructuralistas construir teorías del conflicto que conciben tanto el conflicto mismo como otras instituciones "negativas" como poseyendo un rol social en la mantención y evolución de ella y sus instituciones.2 (en que ese conflicto, si es propiamente controlado (ver, por ejemplo, negociación), se transforma en fuente de innovación y

Visones más radicales se pueden trazar a la visión original de Hobbes, de acuerdo a quien la sociedad está en cambio constante y es integrada por elementos contradictorios. Ese cambio social y esos elementos contradictorios obvian la necesidad de explicar el cambio social pero necesitan una de la estabilidad o permanencia de las instituciones. Esta se encuentra en la coacción. Esto a su vez da origen a dos visiones: la clásica o conservadora, de acuerdo a la cual esa coacción da, o puede dar, origen a abusos de poder, que deben ser aceptados a fin de garantizar el buen funcionamiento social (posición de Hobbes mismo). Dentro de esta posición general hay visiones más moderadas que abogan por un estado que mejore las condiciones o abusos más extremos a fin de evitar revoluciones. (ver Lorenz von Stein) (cabe notar que una de las diferencias principales entre Hobbes y von Stein -diferencia de la que von Stein era perfectamente consciente- es que entre los periodos que ellos vivieron sucedió la Revolución francesa3 ) La segunda versión de la visión radical es la de Marx. Para él, las contradicciones sociales de Hobbes existen sobre una base fundamental: la objetividad económica. Este conflicto central se expresa o tiene repercusiones en la superestructura social, por ejemplo, en la ideología (ver lucha de clases). De acuerdo a Marx este conflicto no puede ser, tratese como se trate, ameliorado sino que, por el contrario, es uno que se agudiza. Otros seguidores de esta segunda versión de la teoría conflictista radical son C.W. Mills de acuerdo a quien las contradicciones o coacción de Hobbes genera "elites del poder". El mismo Lewis A. Coser y Ralf Dahrendorf, además, Oscar Lewis, Anthony Giddens, Alain Touraine, etc.

Se debe hacer una mención especial de Max Weber para quien esas consideraciones significan que el Estado (que Weber concibe como teniendo el monopolio de la fuerza) va, inevitablemente, hacia una estructura racional-legal de la autoridad, utilizando una estructura burocrática a fin de ganar aceptabilidad. Sin embargo, para él, la política se deriva inanbigüamente del poder (entendido como la capacidad de tomar decisiones e imponerlas a otros), política se entiende como cualquier actividad a la que puede dedicarse el estado para influir sobre la distribución relativa de fuerza. La cuestión central es la transformación de esa fuerza de violencia desnuda en fuerza legitima, lo que se logra, como se ha dicho, a través de la construcción de estructuras burocráticas, es decir, reguladas. Aunque Weber no negó que el orden económico determinase el orden social y político, la concepción weberiana de las clases económicas es más amplia que la marxista, en que la pertenencia a clases no se determina solamente por la posición en relación al medio de producción que los individuos posean. Weber introdujo tres dimensiones a lo largo los cuales se estratifica socialmente a los individuos, incluyendo el estatus y un sistema de estratificación de acuerdo con el consumo de bienes (ver Estratificación social). Sin embargo, una vez que un grupo o clase ha obtenido un estatus elevado a través de ciertos logros, sus miembros tienden a limitar las oportunidades de que otros individuos las sustituyan, lo que a su vez genera conflictos que pueden incluso desembocar en revoluciones. Así, esta teoría puede ser vista en ocasiones como una parte de la teoría social evolucionista o, a veces, como parte de una percepción fuertemente influida por visiones tales como la de Marx o la de von Stein.

Guerra como conflicto social Artículo principal: Guerra

Desde el punto de vista socio-filosófico se han avanzado muchas teorías acerca del origen y causas de las guerras. En consecuencia, parece conveniente tratar de clasificar, muy en general, tales teorías en dos grandes divisiones: una ve la guerra como producto racional de ciertas condiciones, primariamente condiciones políticas (famosamente, Carl von Clausewitz argumento que la guerra es la continuación de la política por otros medios14 ) y otra "irracionalista", producto de una tendencia, ultimanente irracional, de los seres humanos. 1.- Las teorías irracionalistas pueden aproximarse desde dos puntos de vista: a- aquellas que ven el origen de la guerra en causas no amenable a tratamiento racional,15 por ejemplo, sentimientos religiosos16 17 o emociones.18 19 El extremo logico de esta vision que el hombre es un animal inherentemente violento, situación que demanda la expresión ocasional de tales tendencias- se encuentra en algunas explicaciones ya sea psicológicas del origen de la guerra20 o de la psicología social (ver, por ejemplo: Experimento de Robber's Cave) b.- La visión alternativa dentro de esta posición ve la guerra como originándose, a menudo, en equivocaciones o percepciones erróneas. Así, por ejemplo, Lindley y Schildkraut21 argumentan, a partir de un análisis estadístico, que la cantidad de guerras que se podría aducir tuvieron un origen racional ha disminuido dramáticamente en tiempos recientes. ( Lindley y Schildkraut ofrecen como ejemplos de tales equivocaciones la Guerra de las Malvinas y la Guerra de Iraq)

2.- La visión alternativa, de la guerra como actividad racional, se basa en dos percepciones. La original de von Clausewitz acerca de la guerra constituyendo la persecución de (objetivos de) la política por otros medios y una percepción posterior (implícita en von Clausewitz) que indica que se recurriría a la guerra cuando se estima que las ganancias superan a las pérdidas potenciales (es decir, a través de un análisis de costo-beneficio). A su vez, se pueden distinguir dos posiciones: a.- La teoría de la primacía de las políticas domésticas: se encuentra, por ejemplo, en las obras de Eckart Kehr y Hans-Ulrich Wehler (op. cit), Para esta posición, la guerra es el producto de condiciones domésticas. Así, por ejemplo, la Primera Guerra Mundial no fue producto de disputas internacionales, tratados secretos o consideraciones estratégicas, sino el resultado de condiciones socio políticas (incluyendo económicas) que, a pesar de ser comunes a varias sociedades, hacían sentir tensiones a cada una de ellas en forma interna, tensiones que solo se pudieron resolver a través de la guerra. b.- La teoría de la primacía de la política internacional, que se encuentra, por ejemplo, en la concepción de Leopold von Ranke, de acuerdo a quien es la decisiones de estadistas motivados por consideraciones geopolíticas las que conducen a la guerra.

Dinámicas para la resolución de Conflictos Son juegos en los que se plantean Situaciones de conflicto, o que utilizan Algún aspecto relacionado con éstas. Permiten experimentar personalmente, Con situaciones sacadas de la realidad, Las distintas alternativas que tenemos Para resolver los problemas con que Nos enfrentamos. Desarrolla un importante grado de Confianza en las potencialidades y Capacidades personales y ayuda a Recuperarlas y ponerlas a disposición Nuestra.

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS ¿Qué sería la vida sin conflictos? (Antonio Otero)

Poleo

Educación para la paz El conflicto social es una constante en la historia humana, sea cual sea el contexto o la situación. Forma parte intrínseca de nuestra realidad social. No es de extrañar. Dado que somos todos individuos con deseos, intereses y necesidades distintas, y que convivimos en un mundo en el que compartimos, para bien o para mal, los recursos elementales de la vida, es normal e inevitable que los desacuerdos, las disputas y los conflictos se desencadenen. Lo que yo deseo o necesito, no siempre concuerda con lo que mi compañera/o, mi vecino/a o mi amiga/o quieren. La verdad es que el conflicto nos afecta todos los días, pero pocas veces reflexionamos sobre ello de una manera sistemática. A menudo nos acostumbramos a una rutina para resolver nuestras diferencias con otros, sin valorar las consecuencias ni la eficacia de nuestros hábitos. No pensamos en que podríamos mejorar la manera en que resolvemos nuestras diferencias. Se plantea la idea de que es posible regular y resolver más eficaz y constructivamente los conflictos. Objetivos Los principios básicos de una pedagogía transformadora deben ir dirigidos a eliminar los factores de violencia de la educación y del entorno educativo tradicional, y fomentar los siguientes aspectos: A. El uso del diálogo. El uso del diálogo se cimienta en la idea de que también los participantes tienen algo que decir. B. El aprendizaje cooperativo. El objetivo es que el participante perciba que el obtener sus objetivos no conlleva que sus compañeros fracasen. C. Solución de problemas. Los sujetos deben aprender a pensar críticamente. Este concepto básico se desarrolla a través de una serie de pasos: crear el clima, definir y discutir el problema, explorar las soluciones alternativas, etc. D. Afirmación. El afirmarse como un ser capaz de obtener objetivos, como una persona que es feliz consigo mismas y que además es apreciada por los demás sitúa a la persona humana en una perspectiva de un futuro inimaginable. E. Fomentar la apertura hacia los demás para, poniéndose en su lugar, llegar a entender sus puntos de vista. Así, desde estas bases, se pretende desarrollar el taller de Resolución de Conflictos, marcando dos líneas de actuación:

Objetivos Cognitivos 1. Valoración positivas de las propias peculiaridades de cada individuo y de uno propio. 2. Comprender los mecanismos de la comunicación. 3. Reconocer las diferencias entre la comunicación verbal y no-verbal. 4. Conocer habilidades para mejorar la comunicación. 5. Ser capaces de diferenciar actitudes competitivas de actitudes cooperativas. 6. Comprender la importancia del trabajo de grupo. 7. Conocer las habilidades para mejorar el trabajo de grupo. 8. Identificar el conflicto como algo connatural al ser humano, que forma parte de nuestra vida como un componente más. 9. Opinar e influir de una forma consciente en la toma de decisiones que atañen a sus propias vidas y a la de su grupo. Objetivos Afectivos 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Respetar y apreciar a los compañeros en las diferencias. Valorar y apreciar las propias cualidades positivas. Empatizar con los demás, para tolerar sus particularides y debilidades. Vivenciar situaciones competitivas. Vivenciar situaciones cooperativas. Apreciar el valor de la cooperación en tareas compartidas.

Contenidos La metodología del taller será teórico-práctico haciéndose imprescindible la participación activa de los participantes desde el primer momento. La herramientas principales de transmisión de conocimientos se basan en dinámicas, juegos cooperativos y de simulación. Las exposiciones teóricas se desarrollarán como fijación de las actividades que se van desarrollando. Valores a desarrollar:       

Libertad. Autonomía. Solidaridad. Apoyo Mutuo. Coeducación. Derechos humanos. Participación.

El conflicto social ha representado un fenómeno continuo y constante en la interacción humana. A través de la historia, reconocemos que los acontecimientos más destacables, a menudo, surjan conflictos. En la actualidad, diariamente, a niveles e intensidades diferentes, todos estamos involucrados en algún tipo de conflicto. Precisamente, debido a que es común a todos, de cara a antes el conflicto se presta

como buen punto de partida y referencia para la educación de la paz. Desgraciadamente el conflicto suele concebirse casi únicamente en términos negativos. Tanto la intuición popular como muchas de las definiciones científicas presentan el conflicto como un fenómeno desagradable e intrínsecamente malo. La misma Academia Española, en su Diccionario Ideológico, denota un juicio negativo cuando lo explica figurativamente como *apuno, dificultad y peligro. ¿Por qué existe esta tendencia a percibir negativamente el conflicto? En gran parte, creo que es debido a que percibimos el conflicto por medio de sus consecuencias destructivas, y no por lo que es en sí. Según la intensidad y la escala de conflicto estas consecuencias pueden ser muy destructivas y, en cualquier caso, muy a menudo, nuestros conflictos nos dejan, por lo menos, un mal sabor. Es decir, que mediante el conflicto nos hacemos daño mutuamente. He aquí el por qué de nuestra reticencia y actitud negativa acerca del conflicto: supone exponernos y arriesgarnos al daño propio. Cada vez que nos enfrentamos con nuestros * antagonistas por medio del conflicto realizamos, para bien o para mal, una valoración propia. Valoramos nuestra significación como personas, y hacemos acerca del respeto y estima que tenemos hacia nosotros mismos. Por así decirlo, es la dinámica psicológica del conflicto, que se produce de igual forma, tanto a nivel personal como internacional. Incluso, la mayoría de los teóricos de la conflictología señalan que hay dos elementos centrales en cualquier conflicto: el respeto a uno mismo (aumentarlo o protegerlo) y el poder. Debido a que la razón más profunda del conflicto es nuestra valoración propia, entramos en el mismo con un sentido agudo, aunque a menudo inconsciente, de que nuestra significación como personas está totalmente ligada a ganarlo. Esto también ayuda a explicar el porqué normalmente concebimos el conflicto en términos de competitividad. Para muchos, el conflicto supone una situación de pura dicotomía, es decir, de una lucha entre dos partes mutuamente exclusivas. Es ganar o perder. Por lo tanto, parece natural que busquemos maneras de evitar el conflicto. O, cuando inevitablemente se presenta, entramos en actitudes marcadamente competitivas y defensivas. No obstante, reconocemos que éstas son actitudes problemáticas para la educación de la paz. Si queremos fomentar la paz, debemos esforzarnos en encontrar varías alternativas para regular nuestros conflictos. Creo que esto debe empezar con una perspectiva creativa del conflicto que concuerda con nuestra comprensión positiva de la paz. Perspectiva creativa del conflicto ¿Qué es el conflicto? Cuando nos centramos sobre lo que es, y no sobre sus consecuencias previas, reconocemos que el conflicto es fundamentalmente la interacción de personas con objetivos incompatibles. Pero es más complejo de lo que parece a primera vista. La mejor definición que he leído surge de la perspectiva de la Comunicación, sugerida por Joyce Hocker y William Wilmot. Definen el conflicto como * una lucha expresada entre, al menos, dos personas o grupos interdependientes, que perciben objetivos

incompatibles, recompensas escasas, e interferencias del otro en realizar sus metas

Notamos que el conflicto está relacionado con la percepción de incompatibilidad, de escasez de recursos o recompensas, y con la interferencia del otro. Es importante recordar que en cualquier conflicto la percepción de los involucrados es lo principal. Su forma de percibir el conflicto, los objetivos, las intenciones y motivos del otro al determinar casi siempre la intensidad de la contienda. A menudo, la regulación del conflicto tendrá mucho que ver con la clarificación de las percepciones y la comprensión del otro. Muchos teóricos también sugieren que es importante comprender las percepciones a dos niveles: 



El nivel de contenido: el contenido es el asunto específico que probablemente ha iniciado el conflicto. Por ejemplo: una situación familiar, un problema de contenido como es "la hora" en que los hijos (sobre todo las hijas) deben estar en casa. El nivel de relación: Cuando se produce el enfrentamiento en torno a la cuestión nos preguntamos ¿Quién tiene más poder? ¿Se respetan o no los deseos y objetivos del otro?.

Normalmente somos conscientes solamente del nivel del contenido, cuando en verdad, la cuestión más importante es la de relación. Hocker y Wilrnot terminan su definición del conflicto señalando que lo contrario está en una posición de *oposición y, a la vez * cooperación. Subrayan lo que en mi opinión es la esencia, muchas veces suprimida, del conflicto: es una paradoja. La relación y la interacción entre dos adversarios interdependientes constituyen una paradoja. Entendemos por interdependencia una actividad que es mutuamente dependiente. Es decir, paradójicamente, han de cooperar para contender. Normalmente, hacemos hincapié únicamente en nuestra contrariedad, en nuestra oposición. Muchos definen el conflicto como la oposición; pero nos olvidamos u omitimos el hecho de que también somos co-participantes en el conflicto: cooperamos en el proceso. La interdependencia es primordial en una perspectiva integra y creativa del conflicto. Esta noción sugiere no solo que el conflicto supone una paradoja, sino que es positivo y necesario para el crecimiento humano. Creo profundamente que el conflicto es indispensable para la realización humana. Percibimos más claramente esta afirmación al preguntar ¿Qué sería la vida sin conflictos? La vida sin conflictos supondría una sociedad de robots, cuyos miembros habrían eliminado toda diversidad, unicidad y distinción humana. Será una sociedad exenta de la voluntad de buscar por el significado de la vida; exenta del deseo de relacionarse los unos con los otros. En este sentido, concurro con Galtung en que la eliminación de conflictos no es deseable. El aboga a favor de: * Una perspectiva positiva del conflicto: el conflicto como un reto; la incompatibilidad de metas es un desafío tremendo, tanto intelectual como emocionalmente, para las partes involucradas. Así, el conflicto puede enfocarse básicamente como una de las fuerzas motivadoras de nuestra existencia, como una causa, un concomitante y una consecuencia del cambio, como un elemento tan

necesario para la vida social, como el aire para la vida humana

Si nos hemos propuesto la realización humana como el valor principal de la educación de la paz, y si aceptamos que el conflicto es indispensable para el crecimiento humano, hemos de concretar una visión creativa del conflicto que concuerde con la comprensión de paz. Así, el conflicto es esencialmente un proceso natural a toda sociedad y un fenómeno necesario para la vida humana, que puede ser un factor positivo en el cambio y en las relaciones o destructivo, según la manera de regularlo. Esto supone una paradoja. Una perspectiva creativa del conflicto implica que permitamos que coexistan en nuestra mente percepciones por los menos distintas, si no contradictorias, y que de esta tensión – la de tener presente y considerar ideas contrarias- surge el crecimiento humano. Presumo que tenemos la capacidad de soportar esta tensión sin manifestar psicosis alguna. De hecho, creo que la mayor de las grandes verdades de la vida se aprende del proceso de vivir en, y tratar creativamente las tensiones inevitables que la vida nos presenta. La vida misma es una paradoja, y lejos de evitar o suprimir esta naturaleza, deberíamos valorarla y buscar hacerla productiva y beneficiosa. Los conflictos son una manifestación cotidiana de la vida y su calidad paradójica. Los chinos, prácticamente, se acercan mucho más a esta idea que nosotros los de Occidente. Mientras que concebimos al conflicto (y la crisis que a menudo produce) como la combinación de las ideas de peligro, dificultad y apuro, ellos lo perciben como el desafío de unir la oportunidad con el peligro. Así, no solo es el conflicto *una manera de vivir, como Galtung ha sugerido, sino que también es un medio por el cual aprendemos a vivir más plena y creativamente. Los valores y el conflicto Nuestra premisa básica acerca del conflicto ha sido que es un proceso natural a toda sociedad, necesario para la vida humana y que es productivo o destructivo según la manera de regularlo. Creo que resolver sugiere, de forma implícita, que el objetivo final es el de eliminar el conflicto. En cambio, regulación supone que los conflictos no empiezan y terminan, sino que emergen y disminuyen. El objetivo es el de comprender y ajustar, es decir, regulan el proceso para que vaya encaminado hacia fines productivos. Aquí empezamos a intuir que esta perspectiva del conflicto, sea cual sea la perspectiva, trae consigo un sistema de valores. Dado que una de las tareas clave de la educación para la paz es la toma de conciencia y la clarificación de los valores que fundamentan nuestra perspectiva. También hemos de recordar que los valores influyen tanto en nuestros objetivos como en nuestras formas de realizarlos. Así, siguiendo el esquema de Medio/Fin, sugiero que cualquier categorización de este tipo debe distinguir, por una parte, entre los valores que describen metas globales, y por otra, valores que prescriben procesos preferibles de implementación. Un valor suele ser la abstracción de creencia y tiene una naturaleza muy conceptual. En cambio, las metas son más concretas, realistas y palpables: un conjunto de condiciones como dijo Reardon, que se presentan a la descripción. Un proceso, sin embargo, es básicamente la manera de realizar las metas, e introduce el elemento del comportamiento. Los valores que se relacionan con el comportamiento son un criterio o las pautas según las cuales valoramos nuestra acción. Por lo tanto, son de una

naturaleza prescriptiva: indican lo que deberíamos hacer o no hacer. Al hablar de la paz, ya sugerimos una serie de valores descriptivos y metas que nos pueden orientar. No obstante, creo oportuno clarificar aún más estos ideales, especificándolos en conceptos más descriptivos y relacionándolos con los procesos conflictivos cotidianos. Ya hemos dicho que el valor principal es la realización humana, la posibilidad de ser plenamente humano. Este valor depende de las condiciones y de los valores de Libertad y Justicia. Hemos señalado que los conflictos (sobre todo los sociopolíticos) se arraigan en la incompatibilidad de preferir y apoyar uno de estos valores a expensas del otro. En otras palabras, es el intento de evitar la paradoja que suponen estos dos ideales. En mi opinión, debemos mantenerlos juntos y aprender de la tensión que presentan, aunque sea difícil. Esto requiere que detallemos algunos valores más ilustrativos de nuestros objetivos, puesto que explican mejor la oportunidad de esta paradoja. Auto-determinación: Me refiero a la Libertad en términos de autodeterminación porque subraya la noción de que el individuo participe en su propio destino. En otras palabras, fuerzas externas a la persona no manipulan sus opciones, metas o proceso de tomar decisiones, sino que el individuo esta en un medio ambiente en el que él o ella es el participante principal en su propia realización (Se supone que el concepto es también valido para conjuntos de personas). La autodeterminación es la libertad de marcar y crear objetivos, valorar alternativas y realizar un programa auto-generado. Rollo May, psicólogo y filósofo, ha comentado que la libertad no es meramente – es decir "Sí" o "No" a una decisión específica: es el poder moldearnos y crearnos nosotros-mismos. La libertad es la capacidad, en las palabras de Nietzsche, de *llegar a ser lo que verdaderamente somos Interdependencia: Aquí tenemos la contraparte paradójica de la autodeterminación, que empieza a introducir el tema de la Justicia, aunque la Libertad, han destacado la necesidad de combinar la independencia personal con el bien común. Sugiero que la interdependencia subraya la otra cara de la moneda de la Libertad. Se refiere, fundamentalmente, a la dependencia mutua. Como un valor, significa que este tipo de relación es bueno y digno de proseguir. Por supuesto, quiere decir que nos interrelacionamos y tomamos en consideración aquellos con los que somos mutuamente dependientes. La libertad es la condición paradójica de participar en la formación de nuestro propio destino, en conjunción con el fomento de nuestra mutua dependencia. Incluso sugiere que el futuro esta con la mujer o el hambre que vive como un individuo, consciente dentro de la solidaridad de la humanidad. Entonces, beneficia de la tensión entre la individualidad y la solidaridad como la fuente de su creatividad crítica. Creo que necesitamos la independencia de la autodeterminación, para tener la posibilidad de escoger el ser mutuamente dependientes a fin de encontrar la verdadera Libertad, pues pronto descubriremos que nuestra realización propia está intrínsecamente entretejida en nuestra relación e interacción con otros. Igualdad: La igualdad cualifica a la Justicia y la interdependencia. Implica que se fomenta un tipo específico de interdependencia: aquella en la que todos participan como iguales. La interdependencia está presente en cualquier relación, cualquiera que sea la disparidad de poder. Cuando califico la interdependencia con la igualdad, defino

un concepto más conciso de justicia. La igualdad traduce la Justicia en términos de poder repetido, recursos compartidos y participación reciproca en los procesos de marcar y realizar los objetivos, y en las decisiones que los acompañan. Los valores que prescriben los procesos en el conflicto representan un criterio y una indicación de las actitudes deseables. Aquí, sugiero cuatro conceptos que forman dos paradojas paralelas y aún distintas. Apoderamiento: El poder es central a todo conflicto. Es desequilibrio de poder es un conflicto implica necesariamente la defunción de verdadera Libertad, Justicia y, en última instancia, la realización humana. De esta manera, el apoderamiento de los que carecen de poder, en muchos casos será el valor crucial. Para que uno goce de la autodeterminación, debe estar libre de manipulación y control; una posición que es posible solo en la medida en que tiene poder negociable. James Laue, sociólogo y estudiosos de conflictos sociales, escribe: si solo ciertas personas y grupos están apoderados, entonces otros no pueden protegerse, ni hablar por si mismos, e inevitablemente llegan a ser maltratados con medios y no como fines. Vulnerabilidad. La vulnerabilidad supone la otra cara de la paradoja, junto con el apoderamiento. La pregunta fundamental que se plantea es ¿Cómo buscar el poder indispensable sin empobrecer o destruir al copartícipe en el conflicto? Como Curle señala acertadamente, la tarea es el encontrar vías para conseguir la eliminación de las relaciones no pacíficas sin eliminar a las personas; ayudar a estas a modificar sus modos de ver, y ampliar sus áreas de compresión y no destruirlas. Para mí, la vulnerabilidad apunta en esta dirección, y tiene, en cierto sentido, una analogía con el valor Público de los *pobres espíritus. Implica un espíritu de humildad- no arroganciaen el que nos reconocemos a nosotros y a los otros como formando igualmente parte de la misma humanidad, con las mismas necesidades, potencias y debilidades que distinguen a nuestra raza. En su sentido más literal, la vulnerabilidad supone que un está abierto al ataque. En definitiva, es un riesgo. Pero, ¿no es la vida así? . Un profundo significado y unas relaciones verdaderas solo resultan después de dar el paso de arriesgarse a los demás. Debemos insistir otra vez en que es la paradoja - la de mantener juntos el apoderamiento y la vulnerabilidad- el valor que fundamenta nuestra perspectiva acerca de los conflictos. No acumulamos poder para que a continuación podamos ser superiores o dominemos. El apoderamiento tiene sentido solo en la medida que produce la justicia y ayuda a los que carecen de poder a participar como iguales en el conflicto. Igualmente, no somos vulnerables a fin de que se aprovechen de nosotros, o para evitar el conflicto, sino para que mantengamos la sensibilidad y el respeto a los demás. Concienciación: Nos interesa la idea de que uno llega a ser consciente de sí mismo y de su papel en el mundo que le rodea. Obviamente, la concienciación es un modo de apoderar. El tomar conciencia de nosotros mismos de nuestros motivos, valores, potencia y papel que jugamos en nuestro entorno hace posible nuestra participación en proyectar y realizar lo que nos es importante. Nos ayuda a clarificar nuestras metas y afrontar nuestras necesidades. Creo que la toma de conciencia de uno mismo es el valor principal para comprender el comportamiento personal en los conflictos. Comprensión de los demás: Comprender a los demás es completar la paradoja de

tomar conciencia de uno mismo. La comprensión es la capacidad de participar en los sentimientos y percepciones de otros. Lo que en ingles se llama la "empathy". Los indios norteamericanos tenían un proverbio sugiriendo que antes de ridiculizar a alguien, uno debería *andar en sus mocasines por un tiempo. La imagen es muy gráfica: supone una disposición de dar el paso, de entrar en el mundo del otro, sentir lo que se siente, percibir lo que se percibe. La paradoja se presenta cuando combinamos la torna de conciencia de uno mismo con la comprensión del otro; cuando permitamos que coexistan y se consideren interdependientemente, lo que, a menudo serían percepciones conflictivas de la realidad. May, al conectar la individualidad con la solidaridad subraya esta idea, y sigue sugiriendo que *la comprensión es una posibilidad humana – comprensión por nuestros amigos y enemigos. Si uniésemos todo esto en un solo concepto, llegaríamos a la noviolencia. Aplicación práctica ¿Cómo conectamos eso con la tarea de enseñar? El hecho de que todos, incluyendo a los estudiantes de cualquier edad, hayamos experimentado conflictos de algún tipo, nos puede ser de utilidad. Creo que el deber principal es de enfocar la paz como un proceso creativo de hacer conflictos, para que sean productivos. Además, sugiero que esta tarea pedagógica puede realizarse mejor abordando directamente este tema a nivel práctico. Quizás el mayor obstáculo que impide tener una perspectiva del conflicto sea la falta de reflexión sobre nuestros propios conflictos, nuestras formas de llevarlos y nuestros objetivos y valores en la base de nuestro estilo de conflicto. Es un campo de investigación pedagógica accesible a todos, pero muy poco profundizado. A continuación, sugiero varias ideas que pueden ser productivas en la clase. A. La metáfora. En una clase que presencia, la profesora aborda el tema del conflicto dando el deber de concretar una metáfora que describa como el alumno, en el contexto de su familia (o relaciones más intimas), hacía ( o hacían) sus conflictos. Explica que una metáfora es como un símbolo, que representa algo. En esta instancia quería una metáfora que simbolizará la manera, o el estilo que la familia del alumno tenía en llevar sus conflictos. Finalmente, dio un ejemplo de su familia. Aunque este ejercicio sea para edades mayores, es una buena introducción al tema, porque hace reflexionar sobre la manera en que uno mismo trata los conflictos. El resultado en este caso fue muy rico. Un estudiante decía la metáfora del *lobo que se come a las ovejas, aludiendo a un padre muy dominante, y unas víctimas inocentes. Al explicar su caso y algunos, empezaban con la ayuda de la profesora, a tomar conciencia del estilo de su familia. Sobre todo se daba cuenta de que, en realidad, las ovejas no fueron meras víctimas sino que participaban, y al seguir el juego perpetuaban el papel del lobo. Otro decía que su familia funcionaba según el modelo del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, aludiendo a la democracia familiar, y a un estilo de colaboración entre los miembros. Una buena manera de terminar este ejercicio es el de reconocer los estilos que

van saliendo. Los teóricos de la conflictividad coinciden en que hay principalmente cinco estilos. Ralph Kilman y kenneth thomas han hecho el diagrama siguiente, situándolos según el grado de cooperación y asertividad: Por ejemplo, la acomodación implica una alta cooperación y preocupación por el otro, pero poca por uno mismo. El estilo competitivo es el opuesto. El compromiso es el punto medio entre los dos, y significa que cada uno de los involucrados en el conflicto gana un poco pero, a la vez, cede un poco. La verdad es que en diferentes contextos y niveles de conflicto practicamos todos estos estilos y, dependiente del contexto, algún estilo puede resultar más conveniente que otro. En los conflictos laborales, a menudo se recurre al convenio (compromiso) para llegar a una solución. Cuando proseguimos para realizar un objetivo que nos es muy importante, puede que resulte más adecuado un estilo competitivo, en el que trabajamos con ahínco para lograrlo. No obstante, los teóricos notan que normalmente tenemos un estilo preferido. Según nuestra comprensión de la paz y de los conflictos reconocemos que el estilo de colaborar debería aprenderse y practicarse a menudo. Colaborar es cuando nuestra asertividad en realizar nuestros objetivos se atempera con una preocupación por los deseos y objetivos del otro. Como dicen Hocker y Wilmot, en la colaboración * las personas o grupos trabajan creativamente para encontrar nuevas soluciones que podrán aumentar al máximo los objetivos de ambos. B. Meta/Deseo. Este es un ejercicio que salía de un proyecto de Nueva York que quería afrontar los problemas de agresividad y violencia que se presentaban a menudo en las escuelas más problemáticas. Lo llamaron la respuesta creativa del niño al conflicto, y entre muchas actividades hicieron la siguiente titulada Meta/Deseo, que va muy bien para las edades menores. Esta es una herramienta adaptada del libro de George M. Prince (The Practice of Creativity), que habla de dinámica de grupo, roles, problemas y formas de buscar soluciones. Hemos aplicado elementos a nuestro trabajo con profesores y maneras de aprovecharlo con los niños. El grupo tiene que ser reducido (menos de siete) para que cada uno pueda ser escuchado con interés. También es recomendable que los grupos sean homogéneos, aunque gente menos familiarizada con los problemas discutidos puede, a menudo, dar una perspectiva nueva y objetiva. 1. El proceso empieza con decir, en voz alta, todos los problemas que cada uno tiene en su mente. Esto se hace para lanzar cada uno sus ideas sin discutirlas. De esta forma, todos contribuyen igualmente. Estas ideas tienen que escribirse en la pizarra para que todos puedan verlas. A veces es conveniente elegir un campo problemático reducido, por ejemplo, problemas en clase. 2. A continuación, una persona escoge un problema de la lista que le parece es la más significante. Probablemente será uno que ella ha sugerido. 3. Entonces, lo explica con todos los detalles al grupo, para que todos lo entiendan.

4. Entonces, todos dicen una *Meta/deseo o un deseo de fantasma, de lo que les gustaría que ocurriera, si todo fuese posible. Esta abre una variedad de posibilidades para la situación y ayuda a definirla más claramente. 5. Después, cada uno da una solución, una manera práctica y realista que puede aliviar el problema. Las metas/deseos y las soluciones se escriben y se entregan a la persona que ha sugerido el problema. 6. El proceso se repite para cada uno de los participantes. Sirve tanto de afirmación, como de ayuda, sobre lo que otros consideran un problema. Este proceso es de gran ayuda para los profesores que quieren tener una nueva perspectiva sobre los problemas persistentes entre los alumnos. Este ejercicio me parece interesante. Primero, el tener que explicar todos los detalles de un conflicto ayuda a profundizar mucho en el. Asombroso ver como uno percibe sus conflictos más claramente, y cuanto puede aprender de ellos, al explicarlos en detalle a los demás. En segundo lugar, uno de los problemas mayores, a la hora de regular un conflicto, es la falta de imaginación y la poca creatividad para buscar alternativas. A menudo pensamos que solo tenemos una o dos opciones cuando, en verdad, puede haber muchas más. El desarrollo de la colaboración como un estilo valido dependerá de la capacidad de encontrar nuevas vías y posibilidades que regulan el conflicto, es decir, de la creatividad. Meta/Deseo fomenta este tipo de actividad en el niño, mientras afronta los problemas prácticos que tiene. A. Skirts – Representar Conflictos. Ya es bastante común la representación o dramatización de diferentes acontecimientos en las escuelas, sobre todo como diversión al fin del año escolar o en Navidades. Aquí se trata de enfocar la representación para enseñar la dinámica y proceso que lleva un conflicto, además de investigar su regulación. Puede haber mucha variedad en cómo aplicar a la práctica esta idea. A continuación, sugiero algunas. 1. Dividir a los alumnos en grupos de entre 2 y 4, y pedir que cojan un conflicto que han presenciado (en la calle, en la casa, en la escuela). Entonces, tienen que representarlo para la clase tal como normalmente sucede. Después, tienen que volver a representarlo, pero esta vez pensando en formas para mejorar el proceso y el resultado del conflicto. Después, tienen que volver a representarlo, pero esta vez pensando en formas para mejorar el proceso y el resultado del conflicto. Después será interesante que los demás reaccionen y sugieran otras posibilidades. 2. Una variación de esto sería que el profesor, sobre el aspecto que le parezca más crítico del conflicto que se representa, intervenga y pregunte a los participantes ¿Qué sientes ahora? ¿Cuáles son tus objetivos, en este momento? ¿Qué entiendes que el otro quiere? Preguntas como estas ponen el énfasis sobre las percepciones que cada uno tiene del conflicto y sobre la capacidad de comprender al otro. 3. También el profesor puede escoger un conflicto y pedir a los alumnos que lo representen. Esto puede resultar especialmente interesante si hay ciertos problemas en el barrio o en el colegio que debieran afrontarse. La

representación de un problema y la reflexión que necesariamente la acompaña al ponerlo en escena, puede dar nuevas perspectivas sobre el mismo y ayudar a comprenderlo mejor. Pienso que la representación ayuda a enseñar tres capacidades clave en penetrar y comprender los conflictos: 

La observación. Debemos desarrollar en los alumnos una capacidad de observar, critica y objetivamente, las fuentes y puntos de incompatibilidad en el conflicto (a nivel de contenido y relación), los estilos de los participantes y la dinámica que conlleva el proceso.



La comprensión. La comprensión está relacionada, sobre todo, con las capacidades de escuchar al otro y de percibir lo que siente y quiere. Esto también pone un énfasis sobre el estilo y la calidad de comunicación que tienen los interesados en un conflicto.



Crear alternativas. Muchos conflictos se estancan y acaban dando resultados destructivos por la falta de creatividad en el momento de buscar alternativas. Debemos esforzarnos en ayudar al estudiante a imaginar nuevas vías y opciones que pueden aliviar los problemas. Hemos de presentar el conflicto como un desafío que excita nuestra imaginación, no como una actividad pesada y desagradable.

A. Estudio de conflictos. Para los estudiantes mayores, puede resultar interesante el investigar un conflicto más complejo. El conflicto puede determinarse según interés (puede ser un trabajo de grupo, o de una clase entera, pero sería mejor si fuera a un nivel más allá del estrictamente interpersonal). Paul Wehr ha desarrollado una herramienta muy útil para estudiar conflictos entre grupos, que denomina * El análisis delineado de conflictos, y es como una especie de guía en el conflicto. 1. Escribir un sumario descriptivo y conciso del conflicto en un folio. 2. Estudiar la historia, los órdenes y la evolución del conflicto. 3. Identificar los grupos de personas y los terceros. o o o o

Los primarios, los secundarios y los terceros. El liderazgo. La naturaleza de la relación conflictiva (simétrica, asimétrica). Las formaciones potenciales de coaliciones.

1. Exponer el fundamento del conflicto. o o o

Los motivos, las necesidades y metas, los intereses y los valores. La comunicación entre involucrados. El nivel de conciencia del conflicto.

o

Las limitaciones naturales (del medio-ambiente).

1. Describir el ambiente conflictivo actual. o o

La estructura, las reglas y modelos de comunicación. La estructura de autoridad y toma decisiones.

1. Estudiar la dinámica del conflicto. o o o

La precipitación ¿Qué causa el conflicto? La intensificación ¿Qué actividades han aumentado el conflicto? La moderación y la terminación ¿Cuáles son las influencias moderadoras?

1. Investigar los recursos de regulación del conflicto. o o o o o o

Los factores limitadores interiores. Los factores limitadores exteriores. Los reguladores potenciales para el conflicto. Los posibles objetivos colaborativos. Los recursos financieros y otros recursos. El sistema legal (jurídico).

El estudio de un conflicto internacional, o incluso de tipo más local, resulta bastante complejo. Por una parte, esta complejidad puede parecer demasiado difícil al estudiante. Pero, por otra, esta misma naturaleza es muy representativa del mundo contemporáneo en que vivimos; si vamos a enfrentarnos con esta realidad, nos es preciso comprenderla. Un estudio profundo de conflictos mayores y complejos posibilita esta comprensión. De todos modos, un estudio así necesitaría de un profesor adecuadamente preparado, y acceso a personas familiarizadas con la temática que pueden intervenir y aportar ideas al grupo. En resumen, en este capítulo hemos abogado por una perspectiva creativa del conflicto, que concuerda con la comprensión positiva de la paz. Enfocamos el conflicto como un proceso natural a toda sociedad y un fenómeno necesario para la vida humana, lo cual puede ser un factor positivo en el cambio y en las relaciones, o destructivo, según la manera de regularlo. La calidad de paz depende en muchos casos, sino todos, de la creatividad y productividad en regular nuestros conflictos. Sugerimos varios valores que fundamentan esta visión del conflicto. Buscamos la realización humana, la más plena posible, para establecer las condiciones de Libertad y Justicia, valores que describimos como la interacción paradójica de la autodeterminación y la interdependencia. Procedemos hacia estos objetivos afrontando las paradojas desafiantes de buscar la igualdad mediante el apoderamiento, mientras nos mantenemos abiertos y receptivos por medio de la vulnerabilidad; debemos también profundizar en nuestra propia toma de conciencia y, a la vez, comprender y considerar con integridad las percepciones y los deseos de otros. A nivel de la enseñanza, esta visión implica que enfocamos la paz como un proceso creativo de *hacen conflictos,

para que sean productivos. Sobre todo nos interesa que los alumnos tomen conciencia de los conflictos que les rodean y de los que participan. Queremos desarrollar sus habilidades de escuchar y percibir lo que los contrarios (o su adversario) quieren y sienten, y finalmente, fomentar sus posibilidades de imaginar y crear alternativas en medio de situaciones de conflicto. Esta tarea pedagógica precisa profundización en los temas del poder, de la violencia y de las opciones no-violentas. OTRA PERSPECTIVA DEL CONFLICTO Introducción El conflicto es consustancial a la vida y por ende a la educación. Conflicto y el concepto de paz, es uno de los elementos definidores y paradigmáticos de la E.P. Hay muchos autores que catalogan como sinónimas las referencias a la EP y la educación para el conflicto. Podemos dar dos tipos de enfoques: 

Los que consideran a la educación para el conflicto y su resolución como un objetivo fundamentalmente instrumental, destinado a favorecer el buen funcionamiento del grupo-clase.



Los que nos referimos a la educación para el conflicto como un componente de la EP. No sólo interesa el análisis y conocimiento de las técnicas de resolución de conflictos que nos permitan intervenir en la resolución de los mismos, sino que, al mismo tiempo, se trata de suscitar una actitud y una sensibilización ante los conflictos en general.

En consecuencia no sólo se trata de estudiar el conflicto y de "aprender técnicas más o menos mentales y abstractas; sino confrontar aquello que se estudia con la propia experiencia de vida para comprender, profundizar, escoger una posición precisa en un conflicto". La educación para el conflicto se enlaza así con la crítica al conformismo, en cuanto que "renuncia al conflicto". Muchas veces se habla de "la educación para la desobediencia", entendemos que es más apropiado enmarcar esta acepción como una variante o manifestación de la educación para el conflicto. La desobediencia no deja de ser en sí misma una situación de "conflicto entre conciencia y autoridad". La educación para la desobediencia surge como consecuencia de la pregunta que se hace desde la no-violencia al analizar las situaciones de dominio y opresión que se producen y han producido en la historia de la humanidad: ¿CÓMO ES POSIBLE QUE UN GRUPO MINORITARIO DE PERSONAS CONTROLEN A TODA LA SOCIEDAD? En el plano social, la desobediencia es la condición de la libertad... En verdad, la libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables.

EL CONFLICTO 

 

Seudoconflicto: Divergencia que puede tener violencia en el cual no tiene por qué haber una contraposición de necesidades, por tanto no habrá problema en la comunicación. Hay que restablecer dicha comunicación. Conflicto Latente: Hay contraposición de necesidades pero no hay violencia. Conflicto Real: Disputa o pelea en la que hay necesidades antagónicas reales.

¿QUÉ ES EL CONFLICTO? 

Funcionalista: influencia yanki y democrática ve la sociedad como una pirámide formada por muchas celdas en que cada una pertenece a una celda con un consenso básico en toda la sociedad: Avanzar hacia el desarrollo y en una sociedad permeable, cada persona tiene una función y una retribución en función a la responsabilidad.

Si todas las personas tenemos garantizadas nuestras necesidades la sociedad no avanza ya que el fin de los de abajo es llegar a la cumbre de la pirámide. Aquí no tiene por qué haber conflicto ya que avanza. Los conflictos son rentas de la sociedad antigua o problemas personales, que hay que trabajar o fallos de comunicación. 

Marxista: Las contradicciones dan lugar a una sociedad nueva que es producto de los conflictos sociales. El conflicto es algo positivo y negativo. Son causas económicas.



La sociología del conflicto: Es cierto que la sociedad avanza con el conflicto pero no todo conflicto tiene una causa económica. Ruptura del sistema de clases.



La propia del ponente: La libertad, es la capacidad que tengo de actuar siempre que no dañe a otras personas ¿Cuál es el límite?. Los límites los marca la fuerza y el poder. Estamos dentro de unas celdas de una manera fija y si nos salimos la fuerza y el poder nos vuelve a meter. Si existe un Proyecto de vida solidario y te encuentras con otra persona igual se puede llegar a tener zonas de libertad compartida y si se avanza mucho se puede llegar a tener conflictos dependiendo de la permeabilidad permitida o de la capacidad de invasión. Estas situaciones se dan a través de las relaciones interpersonales y sociales, a través el amor, el roce, la psicología... relaciones de poder, relaciones justas o no. Las zonas de libertad compartida son zonas de conflicto y el conflicto es necesario. No confundir CONFLICTO con la forma de resolverlo. "A veces se

prefiere una situación de paz insolidaria a una situación de conflicto". Hay que crear las condiciones para que cuando el conflicto se genere se puedan resolver de manera natural. "Efecto pigmalión" o o o

Autoestima. Confianza. La comunicación.

10 PUNTOS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN 1. No hay yo sin tú. 2. Respetarse, valorarse y quererse una misma. 3. Utilizar los mismos códigos. 4. Evitar las trampas y los ruidos (interferencias, percepción). 5. Aprender a escuchar. 6. Ser generosa. 7. Tratar de ponerte en el lugar del otra persona (empatía). 8. Ver al la otra persona en positivo. 9. Ser tolerante. 10. Ser cooperativas. CLAVES PARA ENTENDER LOS CONFLICTOS     

Entender quienes son los actores y actoras, así como comprender su mundo. Apoyar el valor positivo que lleva la otra persona y apoyarle. Los conflictos tienen zonas latentes y zonas abiertas. Considerar los conflictos como procesos que vienen de algún sitio y hay que orientarlos hacia otro sitio. Buscar mejorar la comunicación entre las partes y lamentar la escucha mutua. Las estructuras que determinan un conflicto.

PONER UN PUNTO DE ENCUENTRO ENTRE LOS ACTORES DEL PROCESO 1. 2. 3. 4.

Las partes se expresan y cuentan cómo ven el conflicto: CONTAR. Acortar el conflicto: CENTRAR. Lluvia de ideas para dar soluciones: PROPUESTAS. CONCRETAR UN ACUERDO.

ACTITUDES ANTE EL CONFLICTO 

Cuando los objetivos y las personas son importantes, la única salida es la COOPERACIÓN.



Las posturas en los CONFLICTOS no son fijas, se van variando según el

PROCESO.

FORMAS PARA TRABAJAR EL CONFLICTO 

Prevención: No queremos evitar o eludir los conflictos. Desarrollar las capacidades, habilidades y estrategias; cuando se empiezan a generar los conflicto. Herramientas: formar grupo.

ÁMBITO COGNITIVO

ÁMBITO COMPETENCIAS

ÁMBITO ACTITUDES/ VALORES/NORMAS

SABER

SABER HACER

SER, SABER SER, SABER COMPORTARSE

Contenidos informativos

Contenidos procedimentales

Contenidos actitudinales, axiológicos, normativos

Conocer

Aprender a aprender

Aprender a vivir juntos, ser y valer

    

 

Conflicto Gestión de conflictos Negociación. Mediación Mínimos éticos universalmente deseables. Cuestiones divergentes Cuestiones controvertidas

   

Desarrollar confianza. Trabajar la autoestima. Trabajar la comunicación. Trabajar la cooperación.

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Respeto y valoración de las diferencias. Valoración de cualidades positivas. Relativización del conflicto. Empatía. Valoración de la cooperación. Valoración de potencialidades positivas del conflicto. Valoración de habilidades comunicativas. Valoración del uso de técnicas de resolución de conflictos. Valoración de procesos de acción y reflexión.