ALEGATOS v2

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“ESTE HOMBRE ME HA VIOLADO” Esas fueron las claras y concisas palabras que Laura Padilla, gritó desesperadamente al oficial de policía Jorge Aguayo cuando este la encontró siendo víctima de una aparente violación. Señor Juez, muy buenas tardes, antes que nada, me gustaría agradecerle por darme la oportunidad de presentar mis correspondientes alegatos de apertura a favor de la señorita previamente mencionada Laura Padilla, quien demostraremos rotundamente que ha sido víctima de violación por parte de Rafael Santiago. Podemos empezar señalando que, este Ministerio Público probará su Teoría del Caso, con la narración veraz, objetiva, y contundente de los hechos, donde se demostrará fehacientemente que RAFAEL SANTIAGO cometió el atroz delito de violación en perjuicio de Laura Padilla, y que, por ello, se le deberá sancionar con su respectiva pena privativa. Los hechos comienzan un 26 de septiembre de 2008 poco después de las 12:00 a.m., después de que Laura Padilla concluyera su labor cotidiana como bailarina exótica en el club nocturno de nombre Platino Puro, donde ella se ha ganado la vida durante mucho tiempo. Fue ahí donde entró nuestro primer personaje interventor de lo que sería el detonante de nuestra teoría del caso: Miguel Contreras, quien es el novio de Laura, un hombre celoso, posesivo y maltratador, un tipo de persona del que no me cabe duda que muy pocos tendrían la capacidad de tolerar después de una exhaustiva jornada laboral nocturna como la de la señorita Padilla. Miguel entró a escena aparentemente enojado, fue a donde estaba Laura y empezó a gritarle a diestra y siniestra sin razón que se dejara entrever, para acto seguido propiciarle un terrible manotazo en la cara y posteriormente retirarse, cualidades propias de una persona agresiva, claro está. Esto, señor Juez, ya sea por impotencia o por tristeza, o una extraña combinación de ambos sentimientos, me parecen ser motivos más que suficientes para cualquier

persona de querer olvidar lo acontecido, fue por eso que la decisión de Laura después de tan terrible escena fue simplemente tomar su teléfono, y, aún con lágrimas en los ojos y sollozando, llamó a una amiga con la intención de invitarla a salir, después de comentarle de su pelea, como he dicho, ella únicamente buscaba olvidar lo que sucedió momentos antes con su abusivo novio Miguel Contreras, y pasar un buen rato con su amiga, algo perfectamente comprensible. Todo esto usted lo podrá oír y confirmar directamente gracias al testigo Sergio Morales, un cantinero de dicho club nocturno (cual?) que estuvo presente y que observó la fea pelea que tuvo Laura con Miguel esa noche. Después continuamos hasta el momento en que Cecilia, la amiga de Laura, acepta la invitación de salir, y se reúnen en el Bar Local, aquí, ambas se encontraron y llegaron al establecimiento justo antes de la 1:00 a.m. Laura aún tenía los ojos rojos e hinchados, su cara denotaba molestia, solo buscaba no pensar más en Miguel, ya dentro tanto ella como su amiga comenzaron a tomar. Fue hasta unos momentos después cuando aparece un supuestamente conocido de Cecilia: Rafael Santiago, la persona por la que estamos todos aquí el día de hoy y que demostraremos que violó a Laura Padilla. Él comenzó a pagar las bebidas de ambas mujeres, las cuales fueron al menos las suficientes para embriagar a Laura, ya que Cecilia prefirió marcharse del lugar, dejando sola a su amiga con ese hombre que apenas acababa de conocer. Todo esto lo escuchará de viva voz de Oscar Potrales, cantinero que se encontraba trabajando esa noche y que atestiguó todo lo dicho. Y si bien el señor Potrales, mencionará que a sus ojos a Laura Padilla le gustaba Rafael ya que lo besaba y trataba de mantener su atención, lo cierto es, señor Juez, que eso es absolutamente irrelevante al momento de consentir un acto sexual, ya que como sabemos, hay un mundo de diferencia entre pasarla muy bien con una persona e incluso que te guste, y el hecho de forzar sexo en un momento posterior, son conductas tan distintas que ni siquiera deberían estar juntas en una misma oración, aquí el nulo consentimiento que tuvo Laura Padilla hacia Rafael Santiago al momento

de tener relaciones sexuales, es la razón clave de lo que consideramos una violación, por más atracción que ella haya podido demostrar momentos antes hacia él, no tiene absolutamente nada que ver. Después de socializar con Rafael Santiago en el Bar Local, Laura salió de ahí junto con él, para momentos después ser llevada de regreso a la fuerza en una camioneta, donde ella trataba de defenderse tanto física como verbalmente, en vano, ya que de igual manera Rafael consiguió meterla dentro, en contra de su voluntad, todo esto usted lo comprobará gracias de nueva a cuenta a Sergio Morales, quien, también testificará acerca de ese momento donde él pasó por ahí y vio tal acto. Lo siguiente fue que Rafael la llevó hasta la casa de Cecilia Vallejo, donde, aprovechándose de su embriaguez, la cual él mismo provocó gracias a todas las bebidas que maliciosamente le invitó, la acostó en el patio, empezó a desvestirla, a toquetearla y a besarla, ella aún estaba lo suficientemente consiente como para darse cuenta de que no quería continuar con lo que Rafael estaba haciéndole, por lo que mencionaba repetidas veces: “NO” “ya para”, palabras que poco o nada le importaron a ese hombre, quien, sin ningún tipo de conciencia, continuó hasta agravar el asunto seriamente, introduciendo sus dedos en el ano de Laura, violándola y causándole un desgarre en la zona anal. Afortunadamente, en ese momento, Jaime Ortiz, un vecino de su amiga Cecilia, logró escuchar los gritos que propició Laura y comprobando que no era la voz de su vecina y que tampoco era una situación que él considerara normal, no dudó en llamar a la policía en ese mismo instante, todo esto se lo confirmará el mismo señor Ortiz, señor Juez. Fue unos momentos después, aproximadamente a las 3:35 horas, cuando el oficial Jorge Aguayo, agente de departamento de policía del condado de San Diego, California, respondió al reporte de esa llamada telefónica y acudió al lugar de los hechos.

Al momento de llegar al lugar, el agente encontró a Rafael Santiago, quien se encontraba encima de Laura Padilla, se identificó como policía y notó al instante que la mujer estaba gritando, y separó como pudo al hombre con sus manos, aprovechando la sorpresa de Rafael al ver al policía, y comenzó a gritar que ESE HOMBRE LA HABÍA VIOLADO, que estaba loco, y que la iba a matar, testimonios que escuchará tanto del agente como de Laura, señor juez. Después, el agente arrestó al hombre y lo metió a la patrulla para posteriormente solicitar asistencia médica para la mujer y después continuar con la detención, no sin antes buscar evidencias correspondientes en el lugar de los hechos y tratar de calmar a la señorita Laura Padilla. Momentos más tarde llegó la ambulancia y, debido a la situación traumática en la que ella se encontraba, se dificultó el que accediera a ir a ver a un médico para su evidencia, pero al final aceptó. Laura Padilla, ya una vez encontrada en la sala de emergencias, conversó con una detective de nombre Josey Rodriguez, a la que mostró mayor confianza, ella mencionó encontrar a Laura con la cara y los ojos rojos e hinchados, y con su pómulo inflamado y amoratado, todo esto usted lo escuchara directamente del testimonio de la detective. También dijo que Laura se encontraba aún muy ebria, tanto que se le dificultaba hablar, esto, señor Juez, fue un claro impedimento a cualquier tipo de defensa que ella tratase de hacer en contra de Rafael Santiago al momento de que él se quiso sobrepasar, su propia embriaguez la limitó físicamente a detener al hombre que la violó, pese a que lo trató, menciona que Laura le dijo también que sólo recuerda a “ese hombre” obligarla subir a una camioneta, después quitándose la camisa y desvistiéndola, manoseando sus pechos y rozando sus caderas con las de ella, intentando introducir sus dedos en su vagina, fallando y lastimando su ano, todo eso sin ella saber el porqué debido al estado de embriaguez que Rafael le provocó anteriormente en el bar, con el fin de

aprovecharse de ella, pero lo importante es que lo hizo sin su consentimiento, y eso es suficiente para demostrar la violación que cometió. Laura ingresó a la sala el doctor Isaac Pérez, quien, por insistencia de Laura Padilla, no recolectó prueba alguna y se limitó a una pequeña inspección genital de su cuerpo, actitud defensiva que él mencionó era muy normal en víctimas de violación, también accedió a una muestra de ADN en la región interna de su boca, confirmando después un desgarre anal consistente de 1 cm, prueba suficiente para demostrar la penetración, y por ende, la violación. y que, le confirmo señor Juez, que también escuchará directamente del doctor Pérez. Laura Padilla le dijo también a la detective Josey que no planeaba comparecer a testificar al juicio, mencionando como motivo el hecho de que sería ridiculizada por ser una bailarina exótica, y que, debido a la naturaleza de su labor, el jurado pensaría que era lo que ella buscaba. Señor juez, no me cabe la más mínima duda en que mi contraparte y la sociedad en general, pueda pensar que el trabajo de Laura Padilla es deshonroso, y que justifique acciones como las de Rafael Santiago, esto se ha creído erróneamente a base de terribles perjuicios sociales que se han estado construyendo durante años. Una sociedad machista, que no duda en señalar al prójimo para demeritar su labor, sin saber ni conocer la vida detrás de este, este es un caso como muchos, de las desgracias que mujeres como la señorita Padilla sufren todos los días, y que son vistas por encima del hombro por personas que creen que pueden hacer lo que quieren con ellas, Laura Padilla antes de ser una bailarina, es una mujer, y antes de ser una mujer, es un ser humano, una ciudadana como todos nosotros que como tales, merecen la protección digna de sus derechos y la restitución del daño de cualquier menoscabo que se produzca en ellos. En este caso fue una violación, un crimen atroz, que esperemos no quede impune. Es por eso, señor Juez, que, con base en todo lo anteriormente explicado, le pedimos como sociedad, y de la manera más firme y justa en la medida de lo posible que juzgue de una manera justa y sabia, y de ser así, que sancione a este

hombre de nombre Rafael Santiago con la pena que le corresponda (absolutoria o condenatoria) por provocar tal daño a una mujer que encontró en un mal momento de su vida, y de la que se aprovechó. Muchas gracias.