trabajo final teoria de la personalidad (1)

ASIGNATURA: Teorías de la personalidad ESTUDIANTES: Yomarly Marte 2019-01703 María García 2019-03223 Rosanny Vargas

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ASIGNATURA: Teorías de la personalidad ESTUDIANTES: Yomarly Marte

2019-01703

María García

2019-03223

Rosanny Vargas

2019-01224

Diaskelma Pérez

2019-01849

Warlin Báez

2019-00123 TEMA:

Trabajo Final FACILITADOR/A: Freddy Santos FECHA: 16/03/2020

Índice

Presentación-------------------------------------------------

1

Índice-----------------------------------------------------------

2

Introducción-------------------------------------------------

3

Bibliografía de skinner-----------------------------------

4

Teoría del reforzamiento---------------------------------

5–6

Condicionamiento operante----------------------------

7–9

Programas de reforzamiento---------------------------

10

Aproximaciones sucesivas-----------------------------

11 – 13

Conducta supersticiosa----------------------------------

14 – 16

El autocontrol de la conducta--------------------------

17 – 19

Aplicaciones del condicionamiento operante----

20 – 21

Conclusión--------------------------------------------------

22

Opiniones personales-----------------------------------

23 – 24

Bibliografía--------------------------------------------------

25

Introducción

conductismo es una corriente de la psicología que estudia la conducta o comportamiento observable de personas y animales a través de procedimientos objetivos y experimentales. También se conoce como conductismo. El conductismo estudia las conductas y comportamientos, no los estados mentales, por ello, los conductistas determinan que el aprendizaje deriva de un cambio de conducta. El conductismo fue propuesto por el psicólogo estadounidense John Broadus Watson a inicios del siglo XX. Watson propuso la teoría del conductismo como rechazo a la psicología y los métodos de introspección que partían de la idea de que el aprendizaje era un proceso interno. El conductismo trabaja el aprendizaje a partir de las conductas observables y medidas. Las conductas se evalúan mediante las respuestas dadas a partir de unos estímulos: si el resultado no es el deseado, se deben utilizar reforzamientos positivos y/o negativos para modificar tales conductas del sujeto.  A partir de estas características, los conductistas han realizado estudios basados en: Las interacciones que preceden al comportamiento, tales como el ciclo de la atención o los procesos preceptúales. Los cambios en el comportamiento mismo, tales como la adquisición de habilidades. Las interacciones que siguen al comportamiento, como los efectos de los incentivos o las recompensas y los castigos. Las condiciones que prevalecen sobre la conducta, tales como el estrés prolongado o las carencias intensas y persistentes

Teorías Conductistas y del Aprendizaje ¿Qué es el conductismo? Entendemos como conductismo, aquella rama de la psicología dedicada a analizar e intentar determinar nuestros actos, es decir, nuestra conducta. ¿Quién fue B. F. Skinner? Psicólogo, filósofo, inventor y autor. Estos son solamente algunas de las ocupaciones que se le atribuyen al archiconocido psicólogo, de origen estadounidense, Burrhus Frederic Skinner. Es considerado como uno de los principales autores e investigadores dentro de la corriente conductista de Norteamérica. Uno de sus principales objetos de estudio era la conducta humana. Concretamente, buscaba explicar cómo esta funcionaba como respuesta a distintos estímulos que pueden influir en ella. Mediante la manipulación experimental y observación de la conducta animal, Skinner esbozó sus primeras teorías acerca del papel que el reforzamiento tiene en la conducta, creando a partir de estos los principios de la teoría del condicionamiento operante. Para Skinner la utilización de los llamados reforzamientos positivos y negativos era vital para modificar la conducta tanto humana como animal; bien para aumentar o potenciar ciertos comportamientos o bien para inhibirlos o eliminarlos. Asimismo, Skinner se interesó por las aplicaciones prácticas de sus teorías; creando la “educación programada”. En este tipo de proceso educativo, se le explican al alumnado una serie de pequeños núcleos de información que deberá aprender de manera consecutiva para poder pasar al siguiente núcleo de información. Finalmente, Skinner también dio origen una serie de ensayos rodeados de cierta polémica en los que proponía la utilización de técnicas psicológicas de modificación de conducta con el objetivo de aumentar la calidad de la sociedad y así reforzar la felicidad de las personas, como una especie de ingeniería social en pro de la felicidad y el bienestar de hombres y mujeres.

B. F. Skinner y el reforzamiento ¿Qué es la teoría del reforzamiento? La teoría del reforzamiento elaborada por Skinner, también conocida como condicionamiento operante o condicionamiento instrumental, intenta explicar la conducta humana en correspondencia con el medio ambiente o los estímulos que la rodean. Mediante el método experimental, Skinner llega a la conclusión de que la aparición de un estímulo desencadena una respuesta en la persona. Si esta respuesta es condicionada utilizando reforzadores positivos o negativos, se podrá ejercer una influencia en dicha reacción o conducta operante, la cual puede potenciarse o inhibirse. Skinner estableció que la conducta se mantiene de un contexto o situación a otra siempre que las consecuencias, es decir los reforzadores no cambien o lo hagan siguiendo unas ciertas lógicas, "reglas" que hay que descubrir. Como consecuencia, tanto el comportamiento humano como el animal pueden ser condicionados o modificados utilizando una serie de estímulos que el sujeto puede considerar satisfactorios o no. La Teoría del reforzamiento hace hincapié en que una persona tiene más probabilidades de repetir una conducta que es reforzada de manera positiva, así como será más probable que repita aquellas que estén asociadas a estímulos o refuerzos negativos. ¿Qué tipos de refuerzo existen? Los estímulos condicionales o reforzadores tanto positivos como negativos, pueden utilizarse con la finalidad de rectificar o cambiar la conducta de la persona. Estos son de gran utilidad tanto en la terapia psicológica, como en el ámbito escolar, familiar o incluso laboral. Skinner diferenciaba entre dos tipos de reforzadores: los reforzadores positivos y los reforzadores negativos. 1. Reforzadores positivos. Los reforzadores positivos son todas aquellas consecuencias que aparecen tras una conducta y que la persona considera satisfactorias o beneficiosas. Mediante estos reforzadores positivos o satisfactorios, se busca aumentar la tasa de respuesta de una persona, es decir que aumente la probabilidad de realizar o repetir una acción.

Esto significa que los actos que son reforzados de manera positiva tendrán más probabilidades de repetirse puesto que van seguidos gratificaciones, premios o recompensas percibidas como positivas por la persona que realiza la acción. Es muy importante destacar que para que esta asociación sea efectiva hay que asegurarse que la persona considere el refuerzo positivo como tal. Es decir, que le resulte realmente atractivo. Lo que una persona puede considerar como un premio no tiene porqué serlo para otra. Por ejemplo, un niño al que apenas le dan caramelos puede percibirlos como un premio más importante que otro que acostumbrado a ellos. Por lo tanto, será necesario conocer las particularidades y diferencias de la persona para así, poder concretar cuál será el estímulo idóneo que sirva como reforzador positivo. Estos reforzadores positivos pueden ser clasificados en las siguientes categorías: Reforzadores primarios o intrínsecos: son conductas que por sí mismas generan satisfacción. Por ejemplo, comer si se tiene hambre. Reforzadores secundarios: se dan mediante aprendizaje y son externos a la persona. Pueden ser materiales, como el dinero o sociales, como el reconocimiento. 3. Reforzadores negativos Los reforzadores negativos no consisten en administrar castigos o estímulos aversivos a la persona; sino todo lo contrario. La utilización de reforzadores negativos busca aumentar la tasa de respuesta de esta mediante la eliminación de aquellas consecuencias que esta considere negativas. Por ejemplo, un niño que estudia para cierto examen y obtiene una buena calificación. En este caso los padres le eximen de realizar alguna tarea doméstica o alguna actividad que le resulte desagradable. A diferencia del refuerzo positivo, en este caso se elimina la aparición un estímulo negativo o adversivo para que aumente una conducta determinada. No obstante, aquello sí tienen en común es los estímulos también tendrán que estar adaptados a los gustos de la persona.

Condicionamiento operante ¿Recompensar o Castigar? Desarrollado por B.F Skinner, el condicionamiento operante es una forma de aprender por medio de recompensas y castigos. Este tipo de condicionamiento sostiene que una determinada conducta y una consecuencia, ya sea un premio o castigo, tienen una conexión que nos lleva al aprendizaje. Los estudios sobre el condicionamiento clásico dieron lugar a la aparición de otras teorías que pueden explicar el comportamiento y el aprendizaje, y una de ellas es el condicionamiento operante. El condicionamiento operante trata de negar la creencia de que los pensamientos y motivaciones internas son los responsables del aprendizaje de un comportamiento. Como conductista, Skinner creía que sólo las causas externas de comportamiento debían ser consideradas. El término "operante" fue utilizado por Skinner con el fin de darnos una buena visión general de su teoría. Con este término, él quería decir que este tipo de condicionamiento implica sólo los factores externos que afectan al comportamiento y sus consecuencias. Así, la probabilidad de aparición de una conducta operante está determinada, principalmente, por los hechos que sucedieron después de realizar esta conducta en el pasado la cola. Todas estas respuestas constituyen el mismo operando. Skinner introdujo el término de conducta operante para definir todas aquellas respuestas que tienen el mismo efecto sobre el ambiente. En este sentido, la conducta operante de pulsar la palanca puede ser ejecutada por una rata realizando diferentes respuestas, como, por ejemplo, pulsar con una pata, con el morro o con la cola. Este aparato permitía que un animal como una rata (también utilizó palomas como sujetos experimentales) aprendiera una conducta arbitraria como es pulsar una palanca, siempre que la realización de esta conducta fuera seguida de la presentación inmediata de comida que reforzaría esta conducta operante. La caja diseñada por Skinner se basa en los siguientes elementos: Una palanca situada en el interior de la jaula que el animal ha de pulsar para obtener comida y que está automáticamente conectada al mecanismo que dispensa la pequeña bolita de comida que caerá dentro comedero situada junto a la palanca.

Un mecanismo de registro acumulativo que muestra gráficamente en qué momento y con qué frecuencia responde al animal durante la sesión. El proceso de Condicionamiento Operante Un procedimiento típico de condicionamiento operante consiste en los siguientes pasos: Privación Se trata de privar de comer la rata que estará condicionada, hasta que se encuentre a un 80% de su peso habitual, es decir, hasta alcanzar una reducción del 20% de su peso. Adaptación a la jaula. Durante las sesiones de adaptación se sitúa al animal dentro de la jaula para habituar las respuestas de exploración típicas de la rata y observar, asimismo, cuál es el nivel operando inicial del animal; es decir, con qué frecuencia toca la palanca antes de comenzar con el acondicionamiento de esta respuesta. Esta línea de base operando servirá de referencia para constatar el incremento posterior de la tasa de respuesta provocado por la presencia del refuerzo. Entrenamiento en el dispensador de comida. Esta fase tiene un doble objetivo: por un lado, que el animal sepa por donde le aparecerá la comida y, por otro, que aprenda, por condicionamiento clásico, a asociar el ruido del mecanismo dispensador de la comida (sonido que devendrá estímulo condicionado o señalizador de la presencia de comida) con la disponibilidad de la comida en el pesebre Modelado por reforzamiento diferencial o aproximaciones sucesivas. En esta fase es cuando el animal aprende la conducta operante de pulsar la palanca; para lograrlo, cada vez que el animal haga un movimiento que forme parte o que la aproxime a la conducta final recibirá comida. Así, por ejemplo, se irá presentando el reforzamiento únicamente cuando aparezcan las siguientes conductas: en primer lugar, se reforzará que la rata esté orientada hacia la palanca; después, cuando se acerque; posteriormente, cuando levante las patas por encima de la palanca; y, finalmente, cuando haga la presión adecuada sobre la palanca. La técnica de modelado para reforzamiento diferencial se utiliza para incrementar la probabilidad de aparición de una conducta que es prácticamente inexistente en el repertorio habitual del organismo, pero que éste no presenta ninguna limitación

física para poder ejecutar. Esta técnica requiere una planificación y secuenciación, en orden creciente de dificultad, de los diferentes pasos que hay que ir logrando para llegar a la conducta objetivo final, para administrar el refuerzo únicamente después de cada una de estas conductas previas. Así, tanto puede ser utilizada para enseñar una rata a pulsar una palanca, como para enseñar una paloma a tocar el piano o para adiestrar al perro guía de un ciego. Sin embargo, el modelado es especialmente útil para enseñar conductas de cierta complejidad a niños (que de manera natural sería difícil que se dieran) a personas con discapacidad intelectual. Esta técnica también se encuentra en la base de diferentes terapias conductuales, como, por ejemplo, de la llamada desensibilización sistemática utilizada para conseguir que la persona se acerque al objeto o situación que inicialmente le provoca aversión. Para evaluar la fuerza del condicionamiento operante, Skinner midió de manera continua la frecuencia o tasa de la respuesta con la que la rata apretaba la palanca. Este método experimental diseñado por Skinner llama operante libre, dado que los animales pueden repetir libremente, tantas veces como quieran, la respuesta instrumental sin que haga falta la participación del investigador. El método de operando libre se contrapone al método ensayo por ensayo, utilizado inicialmente por Thorndike, dado que en este método es el mismo experimentador lo que marca el inicio de cada ensayo; así, es necesaria la manipulación directa del animal para situarlo de nuevo en la cámara experimental una vez realizada la conducta instrumental. El procedimiento de condicionamiento operante iniciado y desarrollado por Skinner le permitió predecir y controlar la conducta. Estos conocimientos han sido esenciales en diferentes ámbitos de la psicología: así, han tenido repercusiones, principalmente, en el ámbito clínico o terapias de conducta, en el ámbito de la enseñanza y en aspectos sociales.

7.3 Programas de reforzamiento. Los programas de reforzamiento de Skinner Además de teorizar acerca de la conducta humana, Skinner buscaba llevar estas teorías a la práctica real. Para ello, elaboró una serie de programas de refuerzo concretos, siendo los más destacados los programas de refuerzo continuo y refuerzo intermitente (refuerzo de intervalo y refuerzo de razón). 1. Refuerzo continuo En el refuerzo continuo la persona es recompensada constantemente por una acción o conducta. La principal ventaja es que la asociación de forma de manera veloz y efectiva; sin embargo, una vez eliminado el refuerzo la conducta también se extingue rápidamente. 2. Refuerzo intermitente En estos casos solamente se refuerzan la conducta de la persona en determinadas ocasiones. Este programa a su vez se subdivide en dos categorías: refuerzo de intervalo (fijo o variable) o refuerzo de razón (fijo o variable) En el refuerzo de intervalo la conducta es reforzada tras un periodo de tiempo previamente establecido (fijo) o un periodo de tiempo aleatorio (variable). Mientras que en el refuerzo de razón la persona tiene que llevar a cabo cierto número de conductas antes de que sea reforzada. Al igual que en el refuerzo de intervalo este número de respuestas puede ser previamente pactado (fijo) o no (aleatorio).

Aproximaciones sucesivas: cómo moldear la conducta. ¿Qué es el moldeamiento? El moldeamiento es una técnica que se utiliza para favorecer el aprendizaje, sobre todo en menores con necesidades especiales. Fue descrita por primera vez por el psicólogo B. F. Skinner, padre del condicionamiento operante, y supuso un hito fundamental en el desarrollo de este paradigma conductista. También llamado “método de las aproximaciones sucesivas” debido a que consiste básicamente en reforzar una conducta de forma selectiva para que acabe adoptando una topografía y una función determinadas. También hablaremos de algunas de las técnicas operantes que se suelen usar junto con el moldeamiento El moldeamiento es un paradigma de aprendizaje que se enmarca en el condicionamiento operante. En el contexto del análisis de conducta aplicado, que fue desarrollado por Burrhus Frederick Skinner, el moldeamiento de comportamientos se lleva a cabo normalmente a través del método de reforzamiento diferencial por aproximaciones sucesivas. Estos procedimientos se basan en la modificación progresiva de una respuesta existente en el repertorio conductual del sujeto que aprende. Al reforzar de forma selectiva conductas cada vez más parecidas a la que se pretende establecer, estas se fortalecen mientras que las que son menos precisas tienden a extinguirse a causa de la falta de contingencia con refuerzos. Así, el mecanismo fundamental de estas técnicas conductuales es el refuerzo, en particular el de tipo diferencial. Desde mediados del siglo XX sabemos que resulta más eficaz focalizar los procesos de instrucción en el reforzamiento de conductas deseables que en el castigo de otras incorrectas, tanto por cuestiones éticas como por otras puramente prácticas. El moldeamiento es una de las técnicas operantes que sirven para desarrollar conductas. En este sentido es similar al encadenamiento, en el cual el aprendizaje consiste en combinar comportamientos sencillos presentes en el repertorio del sujeto con el objetivo de formar cadenas conductuales complejas, como arrancar un vehículo o tocar un instrumento musical. Una variante especial de este paradigma operante es el auto moldeamiento, en el cual se emparejan un estímulo condicionado como otro incondicionado sin que el comportamiento del sujeto de aprendizaje influya en el proceso. Por tanto, el auto moldeamiento no se incluye dentro del condicionamiento operante o skinneriano sino del clásico o pavloviano.

El método de aproximaciones sucesivas Para aplicar el moldeamiento y el método de aproximaciones sucesivas es necesario en primer lugar determinar cuál es la conducta final que el sujeto deberá aprender a ejecutar. A continuación, se evalúa su repertorio de respuestas, por lo general a través de test conductuales, para identificar una que pueda ser un buen punto de partida para el aprendizaje. En concreto, el objetivo es seleccionar una conducta que el sujeto pueda llevar a cabo sin problema y que se parezca lo más posible a la respuesta objetivo, tanto en su faceta topográfica (p. e. tipo de movimientos musculares implicados) como en la funcional; este término hace referencia a la meta o función que cumple un comportamiento determinado. El siguiente paso consiste en determinar los pasos que llevarán de la conducta inicial a la final, es decir, las aproximaciones sucesivas al comportamiento objetivo. Es recomendable ensayar la secuencia antes de aplicarla y, en caso de que sea necesario, también conviene revisarla durante el proceso de moldeamiento por tal de potenciar su efectividad. El moldeamiento se ha utilizado con éxito en un gran número de aplicaciones distintas. Entre las más relevantes encontramos la educación especial (como los casos de autismo y de diversidad funcional en general), la rehabilitación motora tras lesiones y las disfunciones sexuales; el método de Masters y Johnson para tratar la disfunción eréctil es un buen ejemplo. Técnicas operantes asociadas. Por lo general el moldeamiento no se aplica de forma aislada, sino en un contexto de intervención más amplio: el del paradigma del condicionamiento operante, y en particular en el análisis de conducta aplicado, que fue desarrollado por Skinner y en el cual surgieron originalmente muchas de las técnicas operantes que conocemos en la actualidad. Este se basaba en asociar ciertas acciones a los estímulos producidos por los efectos que ese comportamiento tiene al ser aplicado sobre el entorno. Para potenciar la efectividad del método de aproximaciones sucesivas éste suele combinarse con otros procedimientos operantes. En este sentido cabe destacar la aplicación de estímulos discriminativos que informen al sujeto de que si emite la conducta correcta obtendrá reforzamiento y el desvanecimiento progresivo de estos. El objetivo final es que la conducta meta pase a estar controlada por refuerzos naturales, como los de tipo social (como las sonrisas e incluso las miradas

atentas), y no por los estímulos discriminativos, que son un buen modo de desarrollar conductas, pero no de mantenerlas. Este proceso puede ser denominado “transferencia del control estimular”. Otras técnicas operantes que se asocian con frecuencia al moldeamiento son el modelado, que consiste en el aprendizaje a través de la observación de la conducta de otros, las instrucciones verbales y la guía física, que se daría cuando una psicóloga mueve las manos del niño a quien está ayudando a educar para indicarle cómo debe usar una cremallera.

Conducta supersticiosa. Qué es la superstición Superstición es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de los fenómenos, procesos y sus relaciones. Aunque se trata siempre de creencias sin ningún tipo de prueba científica, el concepto no siempre engloba todo lo que no es científico. Algunas definiciones del término excluyen, por ejemplo, a las creencias de la fe religiosa, las cuales no son científicamente probables, pero según esta delimitación del concepto, tampoco constituyen supersticiones.1 La denominación se aplica también en sentido peyorativo a formas de creencias, prácticas y rituales religiosos que no corresponden a las opiniones y convicciones propias. En el sentido de ignorar a las personas coloquial general se utiliza de manera equivalente a los conceptos de irracional o no científico. En los contextos culturales en que dominan las religiones abrahámicas el término «supersticioso» se utiliza entre simpatizantes para significar una carencia de formación teológica, pero también como demérito de las creencias populares o de orientación ocultista. Por otra parte, los críticos de la religión utilizan el concepto en su connotación negativa para englobar a todas las concepciones de fe y a las religiones. Debido a que el concepto se define desde distintas cosmovisiones y sistemas de creencias, los contenidos estarán determinados por la posición científica o religiosa de quien los presente. ¿Cómo se crean las supersticiones? La teoría de Skinner: Condicionamiento Operante Bajo la superstición yace un fenómeno muy importante en psicología llamado Condicionamiento Operante, mencionado por primera vez por B.F. Skinner. Skinner llevó a cabo un experimento con palomas a las que, durante unos minutos al día, un mecanismo de sus jaulas les daba comida a intervalos regulares. Lo que se observó es que las palomas desarrollaron una conducta supersticiosa, creyendo que al actuar de una manera determinada o realizando alguna acción, el alimento iba a llegar. Al final del estudio tres cuartos de las palomas se habían vuelto supersticiosas. ¿Cómo ocurrió esto? ¿Por qué las palomas de Skinner se volvieron supersticiosas? En el momento en el que apareció la comida la paloma estaba realizando una conducta, bastante aleatoria, por ejemplo, mover la cabeza de un lado a otro. Al aparecer la comida, se refuerza o premia esa conducta. De esta manera, se conectan los dos eventos (comida y movimiento de cabeza), haciendo creer a la paloma que es el movimiento de cabeza el que causó la aparición de

comida. Entonces la paloma seguirá moviendo la cabeza para que vuelva a aparecer dicho alimento. Esto mismo ocurre en humanos. Si, por ejemplo, durante una cita romántica que ha sido un éxito he llevado una camiseta determinada puedo llegar a creer que ha sido el hecho de ponerme esa camiseta lo que ha determinado ese éxito. Por tanto, tenderé a ponerme esa camiseta para que todas mis citas sean exitosas. Aunque también se da otro fenómeno, el sesgo de confirmación. Por este sesgo las personas tendemos a confirmar nuestras creencias prestándole atención a aquellos datos a favor de estas y obviando los datos en contra. De esta manera “nos olvidaremos” de las veces en las que se nos cruzó un gato negro y no nos ocurrió nada malo y recordaremos más aquellas veces que se nos cruzó un gato negro y sí nos ocurrió algo. Así la creencia supersticiosa se mantendrá. ¿Cómo son las personas supersticiosas? Según estos investigadores, es más probable que las personas que creen en el destino y en el control que este ejerce en sus vidas sean supersticiosas. La superstición es más habitual en personas con locus de control externo, es decir, en personas que tienden a atribuir la causa de lo que le ocurre al exterior, a las demás personas, a la situación… Asimismo, las personas con locus de control interno, que asumen que son responsables de lo que les ocurre, son menos supersticiosas. Las mujeres tienden a ser más supersticiosas que los hombres. Esto puede deberse al bagaje cultural de la mujer, tradicionalmente recluida en casa, dependiente del hombre. La falta de oportunidad para tomar decisiones y de tener la iniciativa ha llevado a las mujeres a percibir una falta de control de su propia vida. Los gatos negros: símbolo de mala suerte Problemas de la superstición La mayoría de las veces la superstición es inocua, no es perjudicial en sí misma. Incluso muchas veces nos ayuda a manejar la ansiedad. Sin embargo, llevada a ciertos niveles puede perjudicarnos.  La superstición puede crearnos dependencia a algún objeto o amuleto, que si lo perdemos o lo olvidamos puede llevar a un aumento de nuestra ansiedad.

Si ese objeto preciado lo solemos llevar a situaciones importantes como entrevistas o exámenes, el hecho de no llevarlo con nosotros puede perjudicar nuestro desempeño, ya que pensaremos que no somos capaces de hacerlo sin él. La superstición puede llevarnos a creer que ciertas pseudociencias y pseudoterapias funcionan cuando realmente no lo hacen. ¿Cómo evitamos la conducta supersticiosa? Según el investigador Donald Sausier hay algo que podemos hacer para evitar la conducta supersticiosa. 1- Toma el control de tu vida Para evitar la conducta supersticiosa hay que dejar de creer en la mala suerte y tomar el control de lo que hacemos, asumir que controlamos las situaciones. A veces usamos la mala suerte para liberarnos de la culpa, pero en lugar de eso debemos centrarnos en primer lugar en lo que podemos hacer para evitar situaciones difíciles. 2- Se decisivo y proactivo Las personas que son menos decisivas, que les cuesta tomar decisiones, tienden a las creencias supersticiosas. Las personas proactivas toman el control de su vida, toman decisiones y toman la iniciativa son menos supersticiosas. ¡Tú eres quien crea la buena suerte con tus acciones, no con rituales y objetos! 3- Evita situaciones en las que dependas de la mala suerte La mala suerte no ocurrirá si sólo pasan cosas buenas. Si algo malo ocurre y lo llamas mala suerte, hazlo como un mecanismo de afrontamiento después de que el hecho haya ocurrido, en lugar de antes del evento. 4- Controla tu ansiedad de otra forma Deshazte de tus conductas y rituales supersticiosos. Si el hecho de no llevar tu camiseta o bolígrafo de la buena suerte a un examen te pone nerviosa prueba técnicas de relajación o meditación Mindfulness para controlar tu ansiedad. También puedes poner en práctica estos consejos para aprobar un examen y dar lo máximo de ti.

El autocontrol de la conducta. Autocontrol según Skinner El psicólogo conductual F. B. Skinner (1953) defendió que el autocontrol se refiere a conducta y se dará cuando la persona reciba consecuencias aversivas y consecuencias positivas por un mismo comportamiento. Es decir, para Skinner, surgirá la necesidad de autocontrolarse en la medida en que exista un conflicto entre las consecuencias de un comportamiento. Autocontrol será toda aquella conducta que reduzca la posibilidad de aparición de la conducta castigada. Esta reducción o evitación del castigo consolidaría la respuesta de autocontrol. Según Skinner, las respuestas controladoras serán aquellas que emite la persona para resolver el conflicto, manipulando las variables de las que la conducta a controlar (o controlada) es función. Esta última debe cambiar su probabilidad de aparición. Autocontrol según Goldfried y Merbaum. Goldfried y Merbaum (1973) asumen también que el autocontrol surge cuando una persona necesita resolver un conflicto. El autocontrol implicaría una decisión a la que se llega a través de una deliberación consciente, con la intención de integrar una acción que trata de lograr ciertos resultados u objetivos deseados, determinados por la persona misma. Por lo tanto, el acto de autocontrol estaría mediado por procesos cognitivos superiores (pensamiento y lenguaje), y la necesidad de controlar el comportamiento surgiría, no sólo por conflictos intrapersonales, sino que, tantas agentes sociales como una nueva información podrían activarlo. Autocontrol según Thoresen y Mahoney. Thoresen y Mahoney (1974) opinan que la asignación de un comportamiento autocontrolado depende, en buena medida, del contexto cultural o social. El punto central es que la persona misma sea el principal agente de cambio. Por lo tanto, lo que debe plantearse, es qué grado de autocontrol está ejerciendo la persona sobre su comportamiento, como parte de un continuo con un extremo de máximo control personal y otro extremo de máximo control externo. Según Thoresen y Mahoney, una persona ejercerá autocontrol cuando, en ausencia relativa de restricciones externas inmediatas, pone en marcha una conducta, cuya probabilidad de aparición previa ha sido menor que la de conductas alternativas disponibles. Esta decisión implica unas recompensas diferidas (o reducciones de consecuencias aversivas) y un mayor esfuerzo.

Características conceptuales del autocontrol. El autocontrol, y la autorregulación en general, se activan ante la aparición de una situación conflictiva. Por ejemplo, cuando el comportamiento, la emoción, o las cogniciones de la persona entran en conflicto con algún evento o situación. La persona en este caso, tratará de reducir cualquier control externo, o procurará aumentar su influencia sobre la situación. El autocontrol implica que la persona se sienta responsable del problema, y capaz del cambio que debe producir en su comportamiento. El autocontrol implica conjunto de conductas manifiestas y encubiertas. El autocontrol puede aprenderse a través de los mismos procesos por lo que se aprenden otros comportamientos. Existirían dos momentos en el proceso del autocontrol: uno previo al inicio del cambio, en el que la persona se decide por una de las alternativas para resolver el conflicto (toma de decisión); y otro posterior, que sería la puesta en marcha del proceso como tal (activación de la autoobservación). Al autocontrolarse, la persona, interactúa con el ambiente, por lo que éste influye en la determinación del comportamiento autocontrolado. Sin embargo, la persona debería sentirse responsable y, hasta cierto punto, libre para iniciar el cambio autodirigido. La mayoría de las situaciones en que la persona debe autocontrolarse implican un estado aversivo, en donde se tiene que esforzar para aumentar su eficacia para resolver un problema. Por lo tanto, el individuo debe aprender a tolerar estos estados aversivos para conseguir y/o evitar consecuencias de mayor valor. Este aspecto implica, pues, que la persona debe aprender a retrasar la aparición de consecuencias, tanto para auto reforzarse, como para conseguir recompensas diferidas. En la consecución del autocontrol intervendrían índices ambientales y procesos intrapersonales, así como índices producidos por la propia conducta que la persona activa para regular su comportamiento (es decir, retroalimentación). El autocontrol se basa en el esfuerzo de la persona para activar, mantener o inhibir un comportamiento. Sin esfuerzo no debería hablarse de autocontrol, sino de autorregulación. Límites al autocontrol. Es cierto que el autocontrol es necesario, pero no es menos cierto que el autocontrol tiene límites. No sólo porque implica un proceso auto apropiativo en los reforzadores y estímulos punitivos, sino porque, además, presenta un carácter filosófico: en definitiva, es la persona quien decide si una consecuencia diferida es de interés para ella o si las reglas que se están estableciendo son adecuadas y deben seguirse o no. Pensemos que un fumador puede decidir asumir las consecuencias diferidas del consumo de tabaco, a cambio del placer que para el supone el fumar, o la sensación de libertad en una sociedad que, con razón o no,

estigmatiza a los fumadores. En el fondo la pregunta es “autocontrol, ¿para qué?”. La respuesta depende de cada persona. Por otro lado, al igual que la autorregulación biológica no es ilimitada, bien por características de la persona, o bien por excesivas presiones del ambiente (piénsese en la termorregulación), la autorregulación psicológica también presenta límites.Ya Selye (1956) habló ya de la limitación de nuestra energía vital de resistencia al estrés. Pero no sólo en el plano de lo fisiológico hay limitaciones al autocontrol, sino que también pueden encontrarse características psicológicas que desaconsejan o limitan el uso de técnicas de autorregulación. Por ejemplo, en pacientes depresivos no es conveniente usar auto observación de comportamientos negativos (ideas de suicidio, falta de comunicación social, o errores cometidos). Tampoco conviene favorecer la auto observación en aquellas personas que ya se auto observan excesivamente, pues les puede generar interferencia cuando se dan contactos sociales y se requiere activar habilidades de relación. Incluso una auto observación excesiva puede asociarse la dependencia social, baja autoestima y elevada ansiedad social. En general, una auto observación excesiva activada de forma regular supone que la persona puede estar interfiriendo con procesos automáticos y desorganizar su comportamiento (por ejemplo, cuando tratamos de hacer algo especialmente bien y que, de hecho, dominamos, ante la presencia de alguien que pensamos nos evalúa negativamente). También deben considerarse como limitaciones, la edad de la persona, su nivel intelectual y la gravedad de la alteración. Si las dos primeras son bajas y la última es elevada, un intento de autorregulación puede resultar estéril. Asimismo, existen variables ambientales que pueden limitar la capacidad de control en la persona, como cuando no se da una correlación entre la conducta de la persona y los resultados (haga lo que haga, siempre es negativo el resultado). Si un individuo no percibe relación entre su conducta y los resultados que observa, sus expectativas de cambio, debido a su actividad, serán pequeñas, pudiendo devenir impotente ante tales situaciones (por ejemplo, cuando, por mucho que un fumador intente dejar de fumar, nunca lo consigue), tal como indica el paradigma de “impotencia (o indefensión) aprendida” (Seligman, 1976). En este sentido, las personas sometidas a situaciones de fracaso repetidas, y que son propensos a internalizar los fracasos o que creen no poder evitarlos, muestran déficits cognitivos y estados de ánimo similares a los depresivos. Por lo tanto, para reducir la dificultad de autocontrolarse, deben darse a la persona oportunidades de éxito y explicaciones convenientes, tanto para el fracaso como para el éxito, de modo que la persona pueda proseguir en su intento de control personal. De hecho, un grado elevado de habilidades de autocontrol disminuye los efectos emocionales de la no contingencia de los resultados de nuestros comportamientos.

Aplicaciones del condicionamiento operante. Dentro de los procedimientos conductuales, el condicionamiento operante o instrumental es probablemente el que tiene aplicaciones más numerosas y variadas.  Desde el tratamiento de fobias hasta la superación de adicciones como el tabaquismo o el alcoholismo, el esquema operante permite conceptualizar y modificar prácticamente cualquier hábito a partir de la intervención sobre unos pocos elementos. Pero ¿en qué consiste exactamente el condicionamiento operante? En este artículo repasamos los conceptos clave para entender este paradigma y detallamos sus aplicaciones más frecuentes, tanto para aumentar conductas como para reducirlas. El análisis conductual aplicado de B. F. Skinner Skinner desarrolló técnicas de condicionamiento operante que se engloban en lo que conocemos como “análisis de conducta aplicado”. Éste se ha mostrado particularmente eficaz en la educación de niños, con un énfasis especial en los niños con dificultades del desarrollo. El esquema básico del análisis conductual aplicado es el siguiente. En primer lugar, se plantea una meta conductual, que consistirá en el aumento o la reducción de comportamientos determinados. En función de esto se reforzarán las conductas que se quiere desarrollar y se reducirán los incentivos existentes para la realización de las conductas que se pretende inhibir. En general la retirada de reforzadores es más deseable que el castigo positivo puesto que genera menos rechazo y hostilidad por parte del sujeto. No obstante, el castigo puede ser útil en casos en que la conducta problema es muy disruptiva y requiere una reducción rápida, por ejemplo, si se da violencia. Durante todo el proceso es fundamental monitorear el progreso de forma sistemática para poder comprobar con objetividad si los objetivos deseados se están produciendo. Esto se lleva a cabo principalmente mediante el registro de datos. Tal como se ha visto, la principal potencia del condicionamiento operante al ser aplicado a la educación consiste en su capacidad para instaurar, modificar y eliminar conductas indeseables y para instaurar otras deseables. Así, los principales usos que se le ha dado a esta técnica en la educación han consistido en crear un ambiente conductual apropiado a la situación de aprendizaje, mediante un adecuado uso del refuerzo, castigo y estímulos discriminativos.

Es así como Skinner, plantea que el profesor debe seguir las siguientes indicaciones para lograr poner en práctica estos principios: Seguir el desempeño de una respuesta correcta con consecuencias positivas, ignorando las respuestas incorrectas. Proveer óptimas contingencias de reforzamiento por respuestas correctas, las cuales deben ser positivas, inmediatas y frecuentes. Inicialmente deben ser continuas y luego intermitentes.

Maximizar la ejecución de respuestas correctas y minimizar los errores, utilizando el moldeamiento, mediante el uso de pequeños pasos instruccionales. Evitar utilizar el control aversivo.

Reforzar la conducta exacta que se quiere enseñar. Aplicar el reforzamiento, lo más específicamente posible, evitando ser vago. Se requiere que el alumno entienda claramente cuál es el comportamiento que está siendo estimulado.

Estar atento a la naturaleza y temporalidad de los reforzamientos a utilizar, identificando aquellos pertinentes a cada alumno en particular.

Conclusión Al realizar esta asignación he adquirido nuevos conocimientos los cuales me serán de gran utilidad en el ámbito profesional. La teoría conductista tiene su origen en las teorías de Iván P. Pavlov (1849-1936) se enfoca en el estudio de la conducta observable y que se puede medir, el objetivo de esta teoría es conseguir una conducta determinada. Aunque a través de las investigaciones de Iván P. Pavlov se originó dicha teoría se conoce a John B. como su fundador, pero B.F. SKINNER es muy reconocido dentro de la misma por sus grandes aportes. B. F. Skinner hizo su aporte sobre el reforzamiento, condicionamiento operante etc.

Opinión personal Yomarly Marte El conductismo como su nombre lo indica es una corriente de la psicología que estudia el comportamiento humano y animal, esta corriente busca una determinada conducta la cual se puede lograr mediante estímulos recibidos del ambiente. El estimulo desencadena una respuesta de un organismo. Condicionamiento es un tipo de aprendizaje derivado de la asociación entre estimulo y respuesta. El refuerzo se conoce como la consecuencia de una conducta que aumenta la probabilidad de que esta vuelva a repetirse. Castigo es la consecuencia de una conducta que disminuye la privacidad de que vuelva a darse. Conocer acerca de la teoría conductista y el aprendizaje nos ayuda a buscar métodos que nos ayuden a moldear y mejorar la conducta de un individuo. Opinión Rosanny del c. Vargas Valerio: En cuanto a mi opinión personal pienso que la conducta humana, está dirigida por refuerzos los cuales son de carácter motivador para los fundamentales en el aprendizaje, ya que como estudiante de psicología educativa es indispensable manejar este tema, como estrategia para el mejor logro de la educación, no solamente hablando de materia si no también reforzar en los educandos sus valores, etc.

Opinión personal Diaskelma Pérez El conductismo se basa en la observación de la conducta y el análisis de la misma, además el conductismo surgió como la contraposición al psicoanálisis que tenía como objetivo proporcionar una base científica, que tenía que ser demostrable y medible a la psicología como también que el acondicionamiento operante es el método que se utiliza para aumentar o disminuir la conducta de los demás.

Opinión personal Warlin Báez Skinner fue el fundador de la conducta humana para que así podamos entender todo lo que pasa a nuestro alrededor. Por el podemos conocer y poner en prácticas los remozamientos, ya sea de forma positiva o negativa. Sirviendo estos como condicionamientos de conductas repetitivas dependiendo de su recompensa. En lo personal Skinner fue una pieza fundamental para que hoy la comunidad humana tenga conductas aceptables.

María García Desde lo que he podido apreciar esta teoría el "conductismo" se encarga de la conducta humana observable y no se basa de la conciencia. Sus explicaciones basadas en que a un estímulo le sigue una respuesta, siendo esta el resultado de la interacción entre el organismo que recibe el estímulo y el medio ambiente. Una dificultad o falla que tiene el conductismo es su sencilla explicación de la compleja acción humana.

Bibliografía

https://explorable.com/es/condicionamiento-operante

https://www.psicoactiva.com/blog/autocontrol-psicologia-modelo-auto-regulacionkanfer/

https://www.diversidadinclusiva.com/algunas-aplicaciones-del-condicionamientooperante-en-educacion/