TEMA 7

Antonio Lare Fernández PROFESORES DE SECUNDARIA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA TEMA 7 LAS LENGUAS DE ESPAÑA. FORMACIÓ

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Antonio Lare Fernández

PROFESORES DE SECUNDARIA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

TEMA 7

LAS LENGUAS DE ESPAÑA. FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN. SUS VARIEDADES DIALECTALES

ÍNDICE 1.-INTRODUCCIÓN 2.-¿CUÁLES SON LAS LENGUAS DE ESPAÑA? 3.-FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS LENGUAS DE ESPAÑA 3.1-Lenguas prerromanas 3.2-La Romanización 3.3-El latín en la España visigótica 3.4-Los romances hispánicos (siglos VIII-XII) 3.5-Evolución de los romances 3.6-Situación lingüística en los Siglos de Oro 3.7-Las lenguas de España en los siglos XVIII-XIX 4.-VARIEDADES DIALECTALES DE LAS LENGUAS DE ESPAÑA 4.1-Dialectos históricos del latín: asturleonés y aragonés 4.2-Dialectos meridionales: andaluz y canario 4.3-Variedades de transición: extremeño y murciano 4.4-Catalán El disfrute no está en la llegada sino en el camino….

4.5-Gallego 4.6-Vasco 5.-CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA/WEBGRAFÍA

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1. INTRODUCCIÓN España ha sido a lo largo de la historia un país multilingüe y por ello este tema es fundamental para el conocimiento de esta realidad en una doble dimensión, diacrónica y sincrónica. El tema se relaciona con el tema 8, de contenido teórico sobre conceptos como bilingüismo y diglosia; con el 9, sobre el español de América, con el 12, en su apartado de organización del léxico español y con el 73, referido a las literaturas en lengua catalana, gallega y vasca. Hoy en día, el mapa lingüístico de España se compone de tres lenguas derivadas del latín (castellano, catalán y gallego), otra más de origen desconocido (vasco), dos dialectos “históricos” del latín (leonés y aragonés), aparte de la división dialectal de cada una de dichas lenguas. Debemos continuar, pues, con una definición básica de lengua y dialecto. Ambos conceptos dependen del punto de vista adoptado. Desde una perspectiva diacrónica las lenguas pueden ser consideradas dialectos en razón de su origen. Como expresa Gregorio Salvador “son dialectos históricos o diacrónicos, como portugués, español, catalán, francés o italiano con respecto al latín, de cuya evolución proceden”. Desde una perspectiva sincrónica, el dialecto representa las diferencias diatópicas de una lengua. Como afirma E. Coseriu, se entiende por lengua, en sentido sincrónico, “cualquier sistema lingüístico lo bastante diferenciado con respecto a otro u otros, del mismo o de distinto origen como para impedir la intercomunicación entre sus respectivos hablantes”.

2- ¿CUÁLES SON LAS LENGUAS DE ESPAÑA? La Constitución Española de 1978 en su artículo 3 reconoce que “el castellano es la lengua oficial del Estado, y que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla”. Aunque en el mismo artículo no se especifica cuáles son “las demás lenguas de España que serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas” tienen dicho reconocimiento tres lenguas romances (catalán, gallego, valenciano) y el vasco. Esta realidad multilingüe es el resultado de un largo proceso de formación y evolución.

Autor: Antonio Lare Fernández

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3- FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS LENGUAS DE ESPAÑA

3.1- Lenguas Prerromanas Antes de la colonización romana (218 a.C.) convivían en la Península una gran diversidad de pueblos que procedían de dos culturas diferentes: -pueblos célticos de origen indoeuropeo, asentados en el oeste y norte peninsular (ej. Lusitanos) -pueblos ibéricos de procedencia más incierta que se extendían desde el valle del Guadalquivir hasta el Pirineo oriental (ej. Turdetanos). Hay que tener en cuenta otros pueblos: celtíberos (centro de la Península), colonias fenicias y griegas (diseminadas por la costa mediterránea) y los vascones (asentados en la zona norte). Se desprende, pues, un panorama lingüístico de enorme heterogeneidad: existía un buen número de hablas distintas, lo que explica que el latín acabara imponiéndose salvo al vasco o euskera.

3.2- La Romanización Entre los siglos II a.C. y II d.C., los pueblos de Hispania se van incorporando al mundo cultural latino: adoptan la lengua, costumbres, forma de vida… en un proceso que denominamos romanización. Ésta, fue lenta pero intensa e hizo desaparecer las lenguas anteriores, a excepción de la zona vasca, a ambos lados del Pirineo. El latín que se generalizó en la Península Ibérica no era el latín clásico, sino la variedad oral, hablada por los soldados, colonos y comerciantes que llegaban desde la metrópoli y que conocemos con el nombre de latín vulgar. Este latín servía como lengua común que permitía la comunicación entre todos los pueblos del vasto Imperio Romano. Desde temprano se empiezan a manifestar tendencias a la diversificación de ese latín vulgar, producida en parte por la influencia de las lenguas autóctonas de cada región con las que convivió. Prueba son las voces de esas lenguas que acabaron pasando al latín y que han llegado hasta las lenguas actuales: de origen celta son abedul, álamo, garza; de lenguas iberas, arroyo, barranco…

Autor: Antonio Lare Fernández

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TEMA 7 Algunos cambios fonéticos del latín al castellano Sonorización de consonantes sordas: en posición intervocálica p, t, k se convierten en b, d, g. apotecam>bodega. Palatalizaciones: ciertos grupos de fonemas latinos (kl, pl, fl…) dan nuevos fonemas que se articulan en la zona del paladar (platiam>plaça; mulierem>mujer) Diptongación de las vocales é, ó. Cuando son tónicas, las vocales, e, o diptongan en algunos romances peninsulares (portam>puerta) Algunos diptongos latinos se reducen (carraira>carrera)

3.3- El latín en la España visigótica La fragmentación del latín hablado se acentúa a partir del siglo V, cuando las invasiones germánicas terminan con el Imperio Romano. Al principio, la lengua germánica convivió durante un tiempo con el bajo latín hablado por los hispanorromanos. Finalmente, acabó siendo abandonada, dejando su influencia en el léxico militar y jurídico (albergue, tregua, guerra), en el léxico común (falda, rico) y en la onomástica (Ricardo, Álvaro, Rodrigo). Poco se puede decir de la evolución del latín hispanorromano en los siglos V-VIII por la carencia de textos escritos. El latín de la época visigótica carece de unidad y se van dando soluciones diferentes a procesos evolutivos en unas y otras zonas. 3.4- Los Romances hispánicos (siglos VIII – XII) En la Península Ibérica, el proceso de diferenciación de las distintas lenguas romances viene condicionado por la ocupación de los árabes y creación en la franja norte de reinos cristianos independientes, en los que se desarrollará una lengua distinta: ⌦En el oeste, desde Galicia hasta Cantabria, el reino leonés. Desde el punto de vista lingüístico, carece de unidad; existen una serie de dialectos que irán expandiéndose de norte a sur: el gallego, en el extremo occidental, el más conservador; el asturleonés, en la franja central, fue un dialecto de integración ya que recogía elementos conservadores e innovadores, así como de la lengua de los mozárabes. En el extremo oriental del reino de León, en lo que era el condado de Castilla, se formó el castellano. En su origen, no fue sino un conjunto de hablas diversas muy abiertas. Una vez constituido en reino independiente, con capital en Autor: Antonio Lare Fernández

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TEMA 7 Burgos, esas hablas fueron unificándose y el castellano se convirtió en la variedad romance más innovadora. ⌦En el Pirineo oriental y central, los reinos de Navarra y Aragón, les costará más la expansión hacia el sur porque los árabes se habían asentado con más fuerza en el valle del Ebro que en las tierras del norte del Duero. El dialecto navarroaragonés mantiene afinidades evidentes con el asturleonés y recibe influencias del vasco. Los contactos con el catalán son intensos, lo que la convierte en lengua de transición. ⌦En el este, se encuentra la llamada Marca Hispánica, que ocupa ambas vertientes de los Pirineos orientales. Se habla allí una variedad romance, el catalán, que presenta grandes semejanzas con la lengua occitana francesa (provenzal o lemosín). Más tarde, evolucionará, con lo que se convertirá en una lengua “puente” entre las variedades hispánicas y francesas. ⌦Por último, el mozárabe es el conjunto de variedades romances que continúan hablando los hispanorromanos que viven en zonas dominadas por los árabes. Fue durante varios siglos una lengua de uso popular y familiar. Junto a estas variedades romances, se hablaban en la Península el vasco y el árabe. La cultura árabe está en estos siglos más desarrollada que la cristiana. Su influencia en los reinos y dialectos cristianos será grande. Son más de cuatro mil las palabras que nuestra lengua toma del árabe: términos de la ciencia y la técnica (cifra, algoritmo, álgebra) de la agricultura (acequia, alcachofa, aceite) de la guerra (alcazaba, alférez, jinete) del comercio (almacén, aduana) de la administración (alcalde, alguacil) de la construcción (albañil, azulejo, azotea); también son vocablos de origen árabe algunos tan comunes como azul, azúcar, algodón, taza, jarra, ojalá, etc. La influencia en la fonética y la morfología castellanas fue muchísimo menor.

3.5- Evolución de los Romances La expansión del castellano (siglos XII-XV): diversos factores políticos y culturales van a hacer que los dialectos románicos peninsulares corran distinta suerte. El gallego-portugués, una sola lengua por este tiempo, conoce su época de esplendor en los siglos XIII y XIV. Se convierte en una rica lengua literaria, sobre todo en la expresión lírica, y su cultivo escrito se extiende por los reinos vecinos hasta Castilla. A partir del XV, el desgajamiento en dos lenguas está muy avanzado: el portugués había iniciado una evolución autónoma desde la constitución de Portugal como reino independiente (1143) y acaba convirtiéndose en lengua de Estado, así, el gallego queda aislado en el norte, lo que reforzará sus tendencias conservadoras. Autor: Antonio Lare Fernández

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TEMA 7 El catalán tiene un amplio cultivo literario entre los siglos XIII y XV, época en la que las influencias de la literatura y de la lengua provenzal son muy fuertes: tiempo de los trovadores y poesía cortesana. El condado de Barcelona se había unido al reino de Aragón, que comienza en el XV su expansión política y comercial por el Mediterráneo. Supone la expansión de la lengua catalana por la costa hacia el sur (Valencia y Alicante) y a las islas Baleares y a la isla de Cerdeña. El castellano se impone con fuerza, propagándose en un doble movimiento. Por un lado, se expande hacia el sur por las tierras de Al-Ándalus conquistadas. Por otro, en especial a partir del siglo XIV, se extiende horizontalmente hacia los reinos cristianos vecinos, León y Aragón, primero en las zonas limítrofes con Castilla, después amplios territorios del interior se castellanizan completamente. A finales de la Edad Media se ha impuesto como lengua común y también como lengua de cultura. Hay que tener en cuenta el hecho de que tuviera una muy temprana normalización lingüística. Es fundamental la labor de Alfonso X el Sabio, con su conciencia de que la lengua romance debía convertirse en el instrumento fundamental de la comunicación social en todos sus ámbitos y sus esfuerzos por adaptarla a la expresión escrita y regularizar su uso. Las obras de este rey suponen la consolidación de la variedad del castellano más evolucionada, la norma toledana. 3.6- Situación lingüística en los Siglos de Oro La evolución lingüística en estos siglos está marcada por varios factores sociopolíticos relacionados entre sí: unificación política de la Península mediante la unión de los reinos de Castilla y Aragón; conquista de Granada y anexión de Navarra; conversión de los dos reinos peninsulares en estados con una progresiva tendencia al centralismo político y la unidad ideológica, cultural y lingüística; expansión de España y Portugal mediante la colonización de América y otras zonas; intenso contacto con el resto de países europeos y el hecho de que España pase a ser primera potencia del continente. El castellano se convierte en lengua nacional, oficial que el Estado utiliza de manera exclusiva en la promulgación de leyes, Administración y relaciones exteriores. El Humanismo renacentista contribuye a su fijación (Gramática de Lebrija, de 1492), defensa (Diálogo de la lengua, de Juan de Valdés) y enriquecimiento que permite que pueda llegar a ser empleado como instrumento fundamental de la expresión del pensamiento y la transmisión de la cultura, desplazando al latín. La imprenta colaboró en la uniformación de la lengua en todos los niveles, se percibe en la literatura en legua castellana de estos dos siglos. La colonización de

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TEMA 7 América le permite salir fuera de sus fronteras naturales y expandirse por el mundo, y el castellano se convierte en una lengua de gran prestigio y vitalidad. Cuanto hemos dicho vale para el portugués. Los otros romances peninsulares pierden terreno. El leonés y el aragonés han quedado confinados como hablas rurales, carentes de unidad y de uso escrito y literario, en las zonas aisladas y montañosas del norte; su presencia se puede percibir en los rasgos leoneses y aragoneses con que se habla el castellano en muchos lugares de los antiguos reinos de León y Aragón. El gallego pervive en su territorio histórico, aunque el proceso de castellanización irá reduciendo su uso a las zonas rurales. En Cataluña, tras el declive económico y social causado por el hundimiento del comercio catalán en el Mediterráneo, el castellano se empezará a usar también cada vez más. El cultivo literario del catalán entra en esta época en franca decadencia y el bilingüismo es ya frecuente en las ciudades, la tolerancia de los Austrias en cuestiones lingüísticas permite que su empleo en la Administración sea todavía importante a lo largo del siglo XVI y XVII. La actitud de los Borbones será muy distinta: tras la guerra de Sucesión, el Decreto de Nueva Planta (1716) prohíbe la utilización de la lengua catalana en todo tipo de actividad pública, lo que acaba relegándola al ámbito rural y familiar. El vasco continúa hablándose en su rincón del este del Cantábrico y el Pirineo occidental. Aunque diversificado, es lengua habitual de la mayor parte de la población rural. Hay que destacar que en el siglo XVI aparecen los primeros textos cultos escritos en vasco que se conocen, unos tratados de carácter religioso. Su tradición literaria oral –en la que destacan los bertsolaris, poetas populares que improvisan sus versos y canciones- es mayor. En cuanto a los cambios en la lengua castellana, señalar que en esta época tiene lugar un reajuste consonántico que configura el sistema fonológico que hoy conocemos. La regularización fonológica y gráfica del siglo XIII había dado como resultado un sistema aparentemente estable que se mantiene hasta el XV. Ese sistema es similar al del castellano actual, del que lo separa la existencia de distinción entre sordas y sonoras en las consonantes alveolopalatales. Durante los Siglos de Oro, las sonoras pasan a pronunciarse como sordas; al mismo tiempo, se desplaza el punto de articulación de estas consonantes hasta convertirse respectivamente en los sonidos actuales de las grafías s, z y j. Lo significativo es que en el sur este proceso se lleva a cabo de forma diferente. En Andalucía los fonemas /s/ y /θ/ acaban confluyendo y confundiéndose en uno solo: aparecen así los fenómenos del seseo y el ceceo. Esta evolución peculiar constituye el inicio de la diferenciación del castellano en dos variedades diferentes, la norteña y la meridional. Debido

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TEMA 7 a la importancia de Sevilla la norma sevillana será la que se imponga en Canarias, Antillas y continente americano. 3.7- Las lenguas de España en los siglos XVIII y XIX En el XVIII concluye la labor de normativización del castellano que Lebrija había iniciado siglos antes. La Real Academia Española (1713) fija la norma gramatical de la lengua y le da estabilidad definitiva en la escritura mediante la publicación de varias obras fundamentales: el Diccionario de Autoridades (1726-1739), la Ortografía (1741) y la Gramática (1771). La preocupación en estas obras era doble: pretende dar solución a una serie de vacilaciones y se propone desterrar de la lengua los usos exagerados o aberrantes y combatir la masiva entrada de extranjerismos innecesarios. La regularización ortográfica de la Real Academia es la siguiente: Supresión de las grafías x, ç y ss, que se seguían usando aunque su sonido ya no se distinguía del de g/j, z y s. Regularización del uso de las consonantes g, j, c y z. Reposición de grupos consonánticos que se solían eliminar en palabras cultas de origen latino (digno por dino) Simplificación de otros grupos latinos (grafías ch, ph y th de christiano, teatro se reducen a c, f y t) Regularización del uso exclusivo de i, u como vocales y de v, y como consonantes Reposición del uso escrito de la grafía h En otras lenguas españolas se mantiene una situación de desequilibrio hasta la segunda mitad del siglo XIX en que se da un intento de recuperación del catalán y gallego, consecuencia del interés de los románticos por despertar lo nacional, popular y tradicional. Desde finales del XVIII ha venido desarrollándose en Cataluña una burguesía urbana, de tipo mercantil que utiliza el catalán como lengua familiar.

Surge

la

Renaixença,

movimiento cultural que reivindica la especificidad de la nación catalana, promueve el estudio de su lengua e inicia de nuevo su cultivo. Algunos intelectuales afrontan la tarea de la normativización y normalización de la lengua. En Galicia se produce un movimiento reivindicativo similar al catalán en el último tercio del siglo XIX. Es el Rexurdimento, renueva el interés por la cultura popular gallega y posibilita la creación de una literatura en la lengua autóctona (Rosalía de Castro, Eduardo Condal, Curros Enríquez). Dos factores explican que su influencia sea menor: la inexistencia

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TEMA 7 de una fuerte burguesía urbana que haga suya la bandera nacionalista y que no llega a abordarse la tarea de normativizar la lengua, con lo que continuó careciendo de unas reglas de uso comunes a las distintas variedades hasta época bien reciente.

4- VARIEDADES DIALECTALES DE LAS LENGUAS EN ESPAÑA

4.1- Dialectos históricos del Latín: Asturleonés y Aragonés Según el artículo 3.3 de la Constitución, “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será de especial respeto y protección”. Aquí dentro quedan comprendidas, entre otras, las variedades que no han alcanzado, por razones histórico políticas fundamentalmente, la consideración de lenguas: es el caso del aragonés y leonés, evoluciones del latín hablado en los antiguos reinos de Aragón y León. Tanto un dialecto como el otro se han visto sometidos a la presión del castellano desde la Edad Media. El legado literario de ambos es prácticamente inexistente. En la actualidad están muy fragmentadas; se localizan en zonas rurales de difícil acceso, lo que asegura su conservación. Mucho más compleja se antoja su normalización; aún así, se han producido intentos para su revitalización. El astur-leonés: se denominan genéricamente bables los restos del antiguo romance asturleonés que se siguen hablando en zonas rurales de Asturias, oeste de Cantabria y noroeste de la provincia de León, además de focos aislados de Zamora o Salamanca. Es un grupo de hablas con tendencia arcaizante. Sus rasgos más significativos son: -las vocales é, ó tónicas latinas diptongan incluso en posiciones en que no lo hicieron en castellano (nuechi=noche). -se mantiene el diptongo –ie ante ll: castiello -se mantiene la f inicial latina que en castellano se perdió: fuella (hoja) -la l- inicial latina se palataliza: lluna (luna) -se conservas ciertas pronunciaciones palatales similares a las del castellano medieval: muyer, mayuelu, Xuan, xestu. -se conserva el grupo latino –mb-: palumbo (palomo). En posiciones donde en castellano encontramos –mbr-, aparece en asturleonés –m-: home (hombre) -aparecen con frecuencia las formas diptongadas del verbo ser (yes, ye, yera) El aragonés: quedó también confinado al ámbito campesino, en una zona muy reducida. Son hoy una serie de hablas (fablas) muy diferenciadas unas de otras y carentes de

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TEMA 7 uniformidad, que se extienden por los valles de Ansó, Hecho, Aragüés, Lanuza, Bisecas, Sobrarbe y Ribagorza. Entre sus características generales destacan: -el diptongo ie no se reduce ante ll: castiello -las vocales tónicas latinas é, ó diptongan en posiciones en que no lo hiceron en castellano -tendencia al apócope de las vocales e, o finales: tien (tiene) -se mantiene la f- inicial latina, que se perdió en castellano: farina (harina) -mantiene los grupos iniciales pl, kl, fl: clamar (llamar) -las consonantes latinas inicales g- y j- se realizan en aragonés como la actual ch: choven (joven) -peculiar sonorización de /p/, /t/, /k/ incluso en posición no intervocálica: cambo (campo) -los grupos –kt- y –(u)lt- no palatalizan: muito (mucho) -los grupos consonánticos que en castellano dieron g y j se quedan en ll: muller (mujer) 4.2- Dialectos meridionales: Habla andaluza y canario Denominación que agrupa a casi toda Andalucía, la mayor parte de Extremadura y Murcia, y a Canarias, se caracterizan por: -yeísmo (reducción de /ll/ a /y/) que se extiende en la actualidad a otros entornos urbanos y a las generaciones nuevas -seseo y ceceo (resolución de /s/ y θ/ en uno de los dos fonemas, respectivamente, aunque con variantes articulatorias y selección muy variadas según la región y la valoración social normativa) -aspiración de /-s/ implosiva (mascar>mahcar), con desaparición en muchos casos de la aspiración ante vocal o pausa (las olas > la olas), con pronunciación alargada compensatoria de la vocal precedente -neutralización de /r/ y /l/ implosivas; la oposición entre ellas se mantiene sin problemas en posición inicial e intervocálica, pero en el final de la sílaba ambas se confunden (mi arma>mi alma) -relajación y caída de las consonantes sonoras intervocálicas. Se produce más frecuentemente con el fonema /d/ que tiene su origen en la caída de –d- en la terminación de – ado en los participios. Asimismo, es característica la relajación y caída de otras consonantes intervocálicas (tié>tiene)

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TEMA 7 -relajación de los sonidos correspondientes a ch y j. Dentro del fenómeno general de relajación articulatoria de las consonantes, son peculiares la pronunciación relajada de ch (mushasho>muchacho) y la pronunciación aspirada del fonema /x/ (garáhe>garaje) Más que un dialecto andaluz propiamente dicho, lo que hay son diferentes variedades andaluzas de límites poco precisos. En este sentido, se ha hablado de varias zonas dialectales: una oriental y otra occidental. Por su parte, el castellano llega a las islas Canarias en el siglo XV. La repoblación se llevó a cabo desde los puertos andaluces, de forma que el habla canaria participa de los fenómenos dialectales típicos del sur peninsular. Además, ha sido zona de tránsito entre España y América durante siglos, lo que le da una especial importancia en la expansión y evolución del castellano en América. 4.3- Variedades de transición: extremeño y murciano En una ancha franja del centro de la Península, aparecen algunas variedades dialectales que constituyen una zona de transición entre el castellano norteño y el andaluz, por tener rasgos característicos de uno y otro. Por Extremadura, La Mancha y Murcia se han extendido con fuerza algunos fenómenos meridionales como el yeísmo, la aspiración de la –s implosiva y la vacilación en la pronunciación de –l y –r finales; en relación con otros, sin embargo, se sigue la norma norteña: no hay confusión entre /s/ y /θ/, ni abertura de la vocal por aspiración de –s. La variedad extremeña ofrece una mezcla de rasgos meridionales y de leonesismos que se explica fácilmente por factores históricos. Las influencias de distinto signo hacen del llamado dialecto extremeño un nítido ejemplo de lo que es un conjunto de hablas de transición, con marcadas diferencias entre unas zonas y otras, pues los rasgos procedentes del leonés aparecen en el noroeste de Cáceres y se van perdiendo conforme se avanza hacia el sur, y, al contrario, la influencia andaluza es perceptible en el sur de Badajoz, pero va disminuyendo sensiblemente hacia el norte, hasta casi desaparecer. El habla murciana es también una variedad de transición entre el castellano del norte y el meridional, con notables influencias aragonesas, en este caso, dado que Murcia fue durante la Edad Media territorio de expansión del reino de Aragón.

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TEMA 7 4.4- Catalán En la actualidad, es la segunda lengua en importancia en España, tanto por el número de hablantes como por su tradición escrita. Tres Comunidades Autónomas tienen el catalán, o alguna variedad suya, como lengua cooficial: Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, su extensión geográfica no coincide con estos límites políticos. Las distintas variedades dialectales forman dos grupos claramente delimitados, el catalán oriental y el catalán occidental, que se suelen diferenciar según un criterio fonético: la pronunciación relajada de las vocales átonas a y e, que en ocasiones llegan a confundirse en el catalán oriental. Pertenecen al grupo del catalán oriental el dialecto central, el rosellonés y el balear; en el grupo occidental se incluyen los dialectos noroccidentales (el pallarés, el ribagorzano y el tortosino) y las modalidades que constituyen el valenciano. En cuanto a los rasgos lingüísticos más significativos: -su sistema vocálico está constituido por siete elementos -no diptongó las vocales e y o tónicas latinas: porta (puerta) -muestra tendencia a perder las vocales finales en determinadas palabras: vent (viento) -palatalizó la l- inicial latina: lluna (luna) -conserva la f- inicial latina: fill (hijo) y los grupos latinos pl-, kl-, y fl: clan (llave) -vocalizó la consonante implosiva del grupo –kt-: noctem>noite y redujo el diptongo: nit -ha conservado la consonante g- inicial latina ante e, i: germanor (hermandad) -conserva la distinción entre /b/ bilabial y /v/ labiodental. Desde el punto de vista sociolingüístico es la lengua territorial que ha alcanzado un mayor grado de normalización: hoy en día es una lengua de prestigio. 4.5- Gallego Por su aislamiento, el gallego es la más conservadora de las lenguas romances peninsulares y la más cercana al latín. La semejanza entre el gallego que se puede leer en los textos medievales y el que en la actualidad se habla hace pensar en una lengua cuya evolución ha corrido desde siempre a una velocidad menor que la del resto de romances. Sus rasgos lingüísticos más destacables son: -no diptonga las vocales ó y é tónicas latinas: porta -mantiene diptongos decrecientes que en castellano se redujeron -mantiene también la –e final latina en palabras como saudade

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TEMA 7 -conserva la f- inicial latina: ferro (hierro) -en posición intervocálica, pierde las consonantes –l- y –n- latinas: lua (luna) -los grupos latinos pl-, kl, y fl- palatalizaron en ch: chone (llueve) -el léxico gallego conserva voces arcaizantes que el castellano perdió y se observan menos palabras transferidas de otras lenguas. Los límites geográficos actuales del gallego son probablemente los mismos que ha tenido desde la Edad Media. En cuanto a sus dialectos, suelen señalarse tres variedades: la variedad occidental (a su vez dividida en suroccidental, donde se da el seseo y la geada – pronunciación del fonema /g/ con fuerte aspiración considerada como vulgar en otras zonas y ciudades- y la noroccidental), la variedad central y la variedad oriental (que presenta rasgos que confluyen con el leonés y castellano) En 1970 y 1971, se publican las Normas Ortográficas y las Normas Morfológicas, lo que supone que el gallego carecía hasta esa fecha de un modelo común de lengua escrita. Ello no significa que no se escribiera en esta lengua. Lo que sucede es que esa escritura en gallego estaba llena de vacilaciones, pues cada autor adaptaba a la escritura de manera distinta la variante dialectal que conocía. Hoy, el gallego se encuentra bastante consolidado como lengua oficial y de cultura, si bien no ha alcanzado el nivel de normalización del catalán, empieza a extenderse en las ciudades y entre las clases medias, y poco a poco va elevando su prestigio tanto entre sus hablantes como fuera de Galicia. 4.6- Vasco O Euskera, ha despertado gran interés entre los sociolingüistas e historiadores de la lengua, a quienes ha atraído su antigüedad, su ignorado origen y parentesco, influencia que ejerció sobre el castellano primitivo y su insólita supervivencia a través de los siglos. También ha interesado por su sistema lingüístico: -es una lengua aglutinante: cada valor semántico se corresponde con un morfema, compone significados mediante la adición de prefijos y sufijos. -es ergativa: marca con un fonema especial el agente -desconoce la distinción de género -la declinación nominal y conjugación verbal son complejas -diferente orden de palabras al de otras lenguas romances -su fonética es próxima a la del castellano medieval. Su sistema vocálico está constituido por cinco vocales -en cuanto al léxico, las transferencias con las lenguas romances fueron constantes; abundan palabras con raíz latina. Autor: Antonio Lare Fernández

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TEMA 7 Tradicionalmente, se han señalado seis dialectos del euskera con diversas variantes de cada uno (en total hasta 25 variedades distintas). Los dialectos son el vizcaíno, guipuzcoano, alto navarro (en España), bajo navarro occidental, bajo navarro oriental y labortano (en territorio francés). Las causas históricas de esta disgregación dialectal son el secular aislamiento entre unas hablas y otras y la ausencia hasta tiempo reciente de una norma escrita. Por ello se hizo necesario crear una modalidad estándar, el euskera batua (vasco unido), basada principalmente en el guipuzcoano. Actualmente, el número de hablantes bilingües crece lentamente gracias a la penetración del vasco en la escuela (ikastolas) y a su utilización en publicaciones periódicas y obras literarias.

5- CONCLUSIONES

Somos conscientes de que no se agota con lo expuesto un tema tan complejo, sobre un proceso tan extenso en el tiempo y tan rico en variables como el que supone la pluralidad lingüística del territorio español. Pero en la selección de los contenidos expuestos nos hemos ocupado fundamentalmente de aquellos aspectos que mejor contribuyan a transmitir esta misma realidad en el marco de la clase de Lengua y Literatura castellanas. En tal sentido, no incluimos muchos aspectos polémicos de la cuestión ni hemos ahondado en la descripción de rasgos propios de las lenguas peninsulares distintas del castellano. Quedarnos, en resumen, con los contenidos objetivos ha sido nuestro principal objetivo a la hora de desarrollar este tema.

Autor: Antonio Lare Fernández

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TEMA 7 BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA - ALVAR, M (dir.), 1996. Manual de dialectología hispánica: El español de España. Barcelona. Ariel. - CANO, R., 1988. El español a través de los tiempos, Madrid: Arco Libros LAPESA, R., 1981. Historia de la lengua española. Madrid: Gredos - MENÉNDEZ PIDAL, R., 1999. Orígenes del español. Madrid: Espasa Calpe ZAMORA VICENTE, A., 1970. Dialectología española. Madrid: Gredos

- http://descartes.cnice.mec.es - http://www.portalcomunicacion.com - http://www.rae.es

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