Teatro Europeo Siglo XVIII y XIX

Alba Hidalgo Elvira Enrech Jennyfer Acedo Teatro Europeo siglo XVIII El siglo XIX es una época que se caracteriza por

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Alba Hidalgo Elvira Enrech Jennyfer Acedo

Teatro Europeo siglo XVIII El siglo XIX es una época que se caracteriza por las frecuentes polémicas entre los defensores del teatro posbarroco, continuista y popular, y los que propugnan una renovación neoclásica. El teatro del siglo XVIII era, básicamente, y en gran parte de Europa, un teatro de actores. Estaba dominado por intérpretes para quienes se escribían obras ajustadas a su estilo; a menudo estos actores adaptaban clásicos para complacer sus gustos y adecuar las obras a sus características. Las obras de Shakespeare, en especial, eran alteradas hasta no poder ser reconocidas no sólo para complacer a los actores sino, también, para ajustarse a los ideales neoclásicos. A “El rey Lear” y “Romeo y Julieta”, por ejemplo, se les cambiaron los finales trágicos por unos felices, anulando así la intencionalidad del autor.

Teatro posbarroco En la primera mitad del siglo XVIII se representan diferentes tipos de comedias, heredadas del estilo del barroco. Las comedias de aquella época podían ser de diferentes tipos: • Comedias puramente continuistas del teatro barroco: los dramaturgos se limitan a repetir el modelo de Lope y Calderón, pero sin su ingenio, habilidad y originalidad. • Comedias de magia: tuvieron gran éxito en el XVIII, sobre todo entre el pueblo, ya que su única finalidad era entretener y divertir por medio de encantamientos, monstruos y cualquier otro espectáculo donde predominase lo sorprendente. • Comedias heroicas: el gusto popular por lo asombroso explica igualmente el desarrollo de la comedia heroica.

Teatro neoclásico El teatro del último tercio del XVIII adquiere un carácter didáctico. Los neoclásicos apuestan por la renovación del drama español, no sólo en los aspectos formales, sino también en los morales. Aparece así un teatro que pretende ser estructuralmente perfecto y de contenido educativo. La reforma neoclásica afecta a la tragedia y a la comedia, y sus modelos más inmediatos son de inspiración francesa.

Teatro Europeo siglo XIX: Teatro romántico. El siglo XIX es una época de cambio en Europa, se produce una revolución política, social y económica, además de la llamada “revolución industrial”. Para el teatro es un siglo de progreso, en primer lugar en el arte de escribir teatro. Se buscaba un cambio y una mejora artística, y al mismo tiempo aparecen nuevos auditorios, un público formado por la burguesía y las capas populares, generalmente poco instruidas, que buscaban en el teatro una forma de entretenimiento, de evasión. Los autores pasaron del Clasicismo al Romanticismo, y de éste al Realismo; También aparece a finales del siglo, un teatro naturalista, mientras algunos autores crean un teatro poético y otros se adelantan al Expresionismo. En esta época se

crean nuevos teatros, que, sin embargo, disminuyen de tamaño, lo cual escénicamente es muy significativo, pues ese hecho crea una mayor cercanía del auditorio con el actor. Debido a esto y a otras causas, la interpretación también progresa y encuentra nuevas técnicas de actuación y entrenamiento del actor, mientras que la ciencia y la tecnología aportan nuevos avances en la iluminación y la escenografía. Se abandonan las bambalinas y los cortinajes para pasar al llamado “medio cajón”. El vestuario se vuelve preciso y acorde con la época histórica que se representa en la acción dramática, y la escenografía es más imaginativa en algunos casos o más realista en otros.

Teatro romántico • Se caracteriza por el desbordamiento sentimental y la pasión. • A través del teatro romántico se contribuyo a caracterizar y difundir el nuevo movimiento y las nuevas ideas de libertad. • Se dio el desbordamiento sentimental, porque se podía expresar lo que sentía sin restricciones. • El teatro Romántico abrió las puertas de la rigidez del Neoclasicismo.

Innovaciones 1. Pierden el carácter didáctico que tenia el Neoclasicismo. 2. Amor, Destino, Muerte, y el más allá son los temas mas frecuentes. 3. Los protagonistas son personajes misteriosos, rebeldes, a veces cínicos, cuyo destinos es trágico y marcara sus vidas. 4. Escenografía lúgubre y efectista (cementerios, paisajes nocturnos, tormentas, selvas tropicales. 5. Prosa mas verso, trágico + cómico.

Avances en la representación y la puesta en escena Se pasa a la precisión y adecuación histórica en el vestuario, que ya había comenzado en el siglo XVIII con la actriz francesa Madame Vestris, que había abandonado el traje de su época, habitualmente usado en el teatro, para adaptarse a la época del personaje. A partir de ahí, la precisión histórica en el vestuario se estableció como norma entre 1810 y 1850. Bambalinas, paralelas a las candilejas, se reemplazan por muros continuos que representan las paredes de una habitación, llamado “escenario de medio cajón”. Al mismo tiempo se desarrolla la maquinaria teatral y la tramoya, con escenarios ascendentes e incluso giratorios. Los decorados se hacen también precisos históricamente o realistas en el caso de comedias contemporáneas. Aparece la luz de gas para la iluminación, que si bien hizo más peligrosa la asistencia al teatro debido a los numerosos incendios que provocaban, mejoró considerablemente la iluminación de la escena y permitió por primera vez dejar a oscuras la sala o auditorio, lo que centraba toda la atención en el escenario. En el Romanticismo, el autor que conjuga teoría y práctica teatral, adelantándose al resto de Europa, es el alemán Goethe. Este autor no sólo escribió obras que forman parte ya de la literatura universal, como Fausto, el mito del hombre que vende su alma al diablo, sino que también reflexionó sobre el hecho teatral, en su novela “Wilhelm Meister”, donde sigue la trayectoria y el aprendizaje de un muchacho que se va a dedicar vocacionalmente al teatro.

Las obras de Friedrich Schiller, contemporáneo y amigo de Goethe, corresponden al movimiento Sturm und Drang, que preludió al Romanticismo alemán y europeo. Fue durante toda su breve vida dramaturgo y gerente de teatro. Sus obras son dramas históricos, como la primera de ellas, “Los bandidos” Tanto Goethe como Schiller se esforzaron por alcanzar un ideal de belleza y anticiparon el movimiento romántico que se desarrollará en Europa cincuenta años más tarde. También a finales del siglo XVIII aparece la figura de Kleist, dramaturgo alemán de gran talento para la comedia y al que se considera el padre del drama psicológico. En España, los románticos se sintieron atraídos, como los europeos, por dramas históricos de escenarios insólitos, tenebrosos o exóticos, por personajes malditos, y por las tragedias en el que el amor y el destino llevan a un desenlace desastroso a sus protagonistas. Escena de "Don Álvaro o la fuerza del sino". Destaca entre todas la obra de Hartzenbusch, “Los amantes de Teruel”, en que se da vida a una leyenda del siglo XIII. El Duque de Rivas escribe también un célebre drama histórico, llevado luego a la ópera por Verdi, “Don Álvaro o la fuerza del sino”, lleno de sucesos azarosos y truculentos. Otro de los grandes autores del teatro romántico español es José Zorrilla, que recrea de nuevo la figura del seductor demoníaco don Juan, en su obra “Don Juan Tenorio”, donde por primera vez el protagonista es salvado por el amor de doña Inés, y no condenado como sus antecesores.