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• Sandra Yineth Lombana

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SEGUNDO FOCO DE LA PELICULA QUIERO MATAR A MI JEFE: LA CONFIANZA

La confianza es uno de los resultados más significativo que se genera de un comportamiento ético adecuado dentro de las organizaciones, ya que incluye aspectos como la calidad humana y la excelencia de las personas en sus acciones dentro de la organización. Es por eso que la confianza se da a partir de cualidades como respeto, sinceridad, transparencia, lealtad, etc. En el contexto de la película se puede observar que en las tres organizaciones representadas, esta confianza ha sido destruida por cada uno de los jefes, ya que su actuar frente a sus empleados sobrepasa todos los comportamientos éticos esperados para una persona de ese cargo dentro de la organización. En primera instancia se presenta falta de respeto hacia los empleados, lo que ocasiona en ellos un debilitamiento emocional, desmotivación laboral y baja realización personal, generándose actitudes negativas y baja autoestima hacia la labor que desempeñan. En las escenas evidentemente se observa la ausencia de reconocimiento originada en la falta de respeto hacia su trabajo y sus sentimientos ya que los personajes principales están en una situación emocional difícil. Lo segundo que se puede destacar de estas escenas es la existencia de un acoso laboral por parte de los jefes, como el caso del papel interpretado por Jennifer Anniston representando a un jefe acosador sexual sobre su subalterno que se niega a ceder ante sus pretensiones porque está enamorado de su novia con quien está por casarse. Otro comportamiento existente en esta película es el temor a perder el empleo que se convierte en un gran problema y que impide a la víctima reaccionar con dignidad utilizando los recursos legales que la ley nos da. Y en este contexto en la película se visualiza como los jefes de estos personajes que son personas destacadas, cumplidas y activas se les hace creer que son poco inteligentes, con baja productividad y conflictivas. Este tipo de comportamiento por parte de quienes lideran un grupo u organización destruye los lazos de confianza con los subordinados, destruye su reputación, perturba el ejercicio de sus labores y logra que definitivamente que esa persona o personas acaben desatendiendo el lugar de trabajo y se pierda el sentido de pertenencia y de cooperación. Se puede concluir entonces que la actuación de las personas tiene efectos buenos o malos en los demás y repercute en la cultura organizacional, y por tanto una conducta poco ética produce perjuicios para la organización como conflictos y desconfianza entre quienes trabajan allí, así como un sentimiento de insatisfacción que lleva a que exista un ambiente poco propicio para el funcionamiento de la organización.