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Capítulo 1. El ser emocional

Las sociedades feudales, medievales impedían el desarrollo en libertad, pero después de una serie de revoluciones se logra establecer el modelo del ser racional. Con base en esta idea se estructuraron los sistemas educativos modernos. La visión tradicional del comportamiento racional se observa como la coherencia interna de las decisiones que toma una persona en función de sus intereses personales. El principio en el que se fundamenta esta capacidad de decidir es el análisis costo-beneficio, la persona pone en un lado de la balanza en costo que ello implica y por el otro, el beneficio que le trae. Solo se actúa si el beneficio es mayor que el costo.

Pero entonces si el ser humano se rige bajo este principio se perciben ciertas contradicciones en el modelo del ser racional, pues entonces el sujeto no es libre, ya que está obligado a seguir esta regla del costo-beneficio. Además de que el ser racional es egoista, autorreferido, y se encuentra guiado solo por su interés personal, lo cual no es totalmente cierto, ya que en realidad hay personas interesadas en seguir y defender los intereses de otras personas.

Por lo que surgen nuevas propuestas para comprender la conducta de las personas, pues en realidad sus decisiones dependen de elementos como sus gustos personales, sus valores o sus motivaciones. El ser humano no solo es racional, también es emocional. El ser emocional no es libre de elegir las emociones que le ocurren, estas se dan de manera involuntaria. Cuando logra tomar conciencia y generar competencias en el plano emocional, esto se vuelve regulable y modulable. El ser emocional esta orientado hacia el otro, es incoherente, en el sentido de que a una emoción no le sigue siempre otra emoción compatible, por lo que es impredecible. El ser emocional es indiferente al cálculo costo-beneficio, sus decisiones van a surgir de la emoción que lo tiene tomado en ese momento, si son más de una será de la que esté ejerciendo su poder más fuerte. Cada persona es unica, porque esta conformada por una combinación unica y compleja, resultado de la manera particular en que cada uno enfrenta, estimula e incorpora las experiencias que le ocurren en las distintas situaciones en que se encuentra a lo largo de su vida. El ser humano busca satisfacer los deseos conforme van apareciendo, los cuales son estimulados por el ambiente en que se encuentra, se adapta a las imágenes que se ha formado y

que lo han formado, a esta manera de funcionar se le llama, en psicología, operar en el nivel del ego.El desarrollo del ego durante la juventud es importante, pues es el que permite individualizarnos, llegar a ser individuos libres de influencias externas y lograr pensar de manera auténtica. A lo largo del tiempo cambiamos, percibimos esos cambios en cualquier instante, pareciera ser que adoptamos distintas personalidades, las cuales son expresiones de nuestro ego, por lo que cuando el ego esta desarrollado es conveniente ir más allá y reconstruir la unión. Además de ser seres racionales y emocionales, el ser humano también es un ser físico, es decir, es un cuerpo. Entre los diferentes tipos de cuerpo que podemos identificar, se encuentra el cuerpo del sentir, donde se inscriben las emociones, donde se van registrando el miedo, el deseo, la angustia, el entusiasmo. Estos tres dominios, ser racional, emocional y físico, están insertados unos en los otros, se apoyan entre sí y se influyen mutuamente. Lo que anima al cuerpo es la energía vital, los componentes de la energía vital son las emociones. La educación emocional lleva a observar recuerdos y situaciones a fin de comprender de donde surgen nuestras reacciones y permite lograr que vivamos nuestras emociones de manera productiva, en su estado más vital, en la sensación de la vida. Capítulo II. La conciencia y la mente El ser humano, en su ser físico, emocional y racional, son objetos y productos de la conciencia. La conciencia es fundamental, con ella podemos ver nuestro cuerpo, nuestras emociones, experiencias y lo que decimos de ellas, a partir de esto podemos producir cambios en nuestra identidad y en nuestra relación con los otros, por lo que la conciencia es una herramienta de transformación. Esta capacidad transformadora hace de la conciencia el centro del enfoque de la educación emocional. El concepto de conciencia puede explicarse desde diferentes enfoques, en Occidente se aborda de tres maneras: el dualismo, el materialismo o reduccionismo científico y la perspectiva integradora. El dualismo considera la coexistencia de dos mundos que tienen una existencia ontológica diferente, en nuestro caso cuerpo y mente. Genera dos movimientos, el empirista y el idealista. El empirismo, derivado de la tradición de John Locke, considera que el desarrollo de la conciencia, la mente y las ideas surgen de sensaciones producidas por el ambiente. Mientras que

el idealismo, postulado por Immanuel Kant, mantiene que estas ideas complejas se originan en la mente humana y no pueden descomponerse en elementos simples. En el caso del materialismo o el reduccionismo científico, psicólogos como Ivan Pavlov y John Watson integran a la conciencia en la conducta humana, con la ventaja de poder estudiarla experimentalmente. Esta postura dio origen al conductismo. Los que apoyan esta perspectiva consideran que es posible identificar elementos simples que serían los componentes que explicarían la conciencia y la acción humana. Algunos reducen la acción humana al resultado de una relación estímulo respuesta. En una posición opuesta, hay quienes consideran que existen experiencias humanas que no se explican mediante estos procesos. Entre los movimientos que apoyan esta postura se encuentra la Gestalt o perspectiva humanista sistémica. El reduccionismo niega la existencia de la conciencia y la aborda como un fenómeno fisiológico. La perspectiva integrativa se refiere a la busqueda de integración del mundo físico con el mental, integrar los estímulos sensoriales simples con el pensamiento complejo. En esta postura, Vigotsky, Francisco Varela, David Bohm, Fritjof Capra, John Searle y Ken Wilber rechazan la idea de dualidad e invitan a pensar en que la conciencia es un fenómeno natural y biológico del mundo físico y, al mismo tiempo, un fenómeno cualitativo, personal y mental. La mente En Occidente para concebir a la mente se hace referencia al racionalismo, en esta perspectiva lo mental es equivalente al pensamiento racional, lógico que se ajusta a las leyes de la lógica. Se habla de pensamiento analítico, que consiste en observar el objeto de conocimiento dividiéndolo o fragmentándolo, compararlo, juzgarlo. En las escuelas se modela la mente para este tipo de uso. Para la tradición oriental la mente es como una pantalla neutra que nos permite proyectar lo que percibimos y toma la forma de lo percibido para transformarse en un contenido de la mente. La meditación es un ejercicio que permite observar el contenido de nuestra mente cuando toma la forma de pensamientos, sensaciones y emociones. El darse cuenta de lo que observamos es un hecho de la conciencia, la mente es un instrumento de la conciencia. Se considera que la mente es un mecanismo de percepción y construcción de la realidad. Se reconoce que es posible tener experiencias de percepción internas que están más allá del ámbito del pensamiento racional, el buen uso del instrumento mente no sólo nos libera de los problemas psicológicos, sino que nos lleva a un nivel más alto de realización de uno mismo. Por

medio de la mente podemos conocer nuestras emociones y hacer madurar nuestro mundo emocional. En ambas tradiciones el contenido y proceso por el cual fluye la mente es el pensamiento. Las formas que toman los pensamientos o las emociones son las formas mentales que nos constituyen. El proceso de maduración emocional consiste en eliminar las formas mentales que han quedado programadas en nuestras mentes y en nuestros cuerpos y que hacen que reaccionemos de tal o cual manera. Se puede decir que la mente esta formada por tres capas: una interna que es el núcleo de emociones y conocimientos, forma las tendencias que llevamos profundamente dentro de nosotros. La mente externa es la parte dominada por los sentidos y emociones, en ella funcionamos cotidianamente, toamdo impresiones y actuando en el mundo externo, entre sus funciones estan coordinar e interpretar la información captada por los sentidos, esta interpretación se da en dos dimensiones, objetiva y subjetiva, en la objetiva la mente organiza las impresiones sensoriales de manera que podamos determinar su significado; en la subjetiva la mente pone los datos fácticos en relación con la situación personal. La capa intermedia de la mente consiste en nuestra capacidad de traer las impresiones externas al interior y las tendencias interiores al exterior, funciona mediante el razonamiento y la percepción para formular juicios y decisiones. La mente esta relacionada con el cuerpo físico, cuando lo deseamos podemos llevar a nuestra mente a observar lo que ocurre en nuestro cuerpo. Desarrollar la competencia de la mente para observar el cuerpo es la primera etapa de una educación emocional, a partir de esto podemos desarrollar la competencia de conocer lo que nos ocurre en el cuerpo y posteriormente constuir otras como la de observar lo que ocurre cuando las emociones recorren nuestro cuerpo. Todo de lo que podemos estar conscientes es producido por microprocesos llamados sinápsis, columnas de neuronas. En la comprensión de la conciencia podemos notar que hay estados con diferentes intensidades. Charles Tart define un estado de conciencia como un sistema constituido por subsistemas y estructuras, el cual determina una forma de funcionamiento mental que hace que una vivencia que sentimos sea de una manera específica. Ante un mismo evento y en un mismo momento según sea el estado de conciencia, se pueden tener distintos niveles de percepciones y de información.

La evolución de la conciencia es un proceso que va del subconsciente al consciente y a la supraconciencia. Este desarrollo evolutivo se ha analizado desde diferentes perspectivas, una de ellas la considera como parte del desarrollo filogenético del ser humano, otra postura consider el desarrollo personal, en otra más, este desarrollo es visto como un proceso desapego del objeto de deseo. Wilber integra visiones transculturales y distingue estructuras, niveles, ondas y corrientes. Muchas de nuestras conductas estan guiadas por el subconsciente y el inconsciente y no por la conciencia. La subconciencia es como un recéptaculo que recibe información de las situaciones y contextos en los que nos encontramos y que no procesamos al no estar atentos a ellas, esta mezcla suele gobernar nuestro organismo y reacciona cuando encuentra estímulos en nuestras situaciones y entornos, un aspecto importante consiste en mirar conscientemente el subconsciente a fin de transformarlo en consciente. El inconsciente es la conciencia suprimida, la ignorancia total, un receptáculo lleno de informaciones que no hemos querido retener. La conciencia es conocimiento, etimológicamente el término conciencia viene del latín con scientia, que significa tener conocimiento; es la dimensión central que sirve de contexto a toda la experiencia; es la raíz de nuestra realidad; es un mecanismo que articula nuestras imágenes; es un estado, es decir, una persona consciente de un conocimiento equivale a decir que una persona está en un estado de conciencia de ese conocimiento; es fuente de valor, esto es, es la condición que hace posible que algo le importe a alguien.

El desarrollo emocional

Cassasus (2006) retoma el concepto de inteligencia emocional de Salovey y Meyer definiéndola como “la habilidad de percibir y hacer uso de la gama de emociones que uno experimenta” este concepto se popularizó con el libro la inteligencia emocional de Daniel Goleman aceptándose en todo el mundo. Pero este término se origina a partir del libro inteligencias múltiples de Howard Gardner (1995) quien clasificó siete inteligencias ellas son: la inteligencia lógico-matemática, la musical, la corporal-cinética, la lingüística, la espacial, la interpersonal y la intrapersonal. Esta última refiere a la capacidad de percibir las emociones que

experimenta uno mismo y comprender cómo se siente al respecto. Es el conocimiento hacia adentro. La interpersonal refiere a la capacidad de identificar y comprender en los otros sus emociones, sus deseos, sus motivaciones, entre otros. A partir de estos dos conceptos se gira la idea de una educación emocional fundamentada en una conciencia emocional o inteligencia interpersonal (Casassus, 2006). La conciencia emocional permite el conocimiento de si mismo. La comprensión emocional permite el conocimiento y vinculación con los otros. El conocimiento de las emociones es fundamental para la existencia del ser humano, y permite la vinculación entre lo que sucede hacia el individuo y su conexión con el mundo exterior y lo que sucede fuera de él. El conocimiento de las emociones es muy importante para vivir, es un puente entre la realidad interior y la realidad externa que nos rodea. El conocimiento de las emociones parte de un proceso en donde el sujeto es el maestro en sí con total apertura y disposición a la experiencia y reflexión; además de la habilidad de sentir cómo las emociones se manifiestan de forma física para así tomar conciencia de ello (Casassus, 2006). Este conocimiento debe ser fundamental para el docente ya que muchos llevan una cantidad importante de prejuicios y estereotipos que les impiden ver y hacen imposible que ese profesor pueda desarrollar una comprensión emocional. Además del conocimiento debe haber una disposición de apertura es decir darse la oportunidad de permitirse vivir la experiencia. Un tercer paso es el sentir. Esta es una experiencia emocional es el cuerpo sensible quien da cuenta de ello es donde se encuentra el soporte interno de las emociones. La competencia emocional implica un proceso de transformación en el cual una persona incorpora la conciencia y la comprensión emocionales. Una persona emocionalmente competente presenta características tales como la compasión, el optimismo, la empatía y la perseverancia, actua en el mundo emocional por medio de la apertura, la capacidad de estar atento escuchando, percibiendo y dando sentido a varias emociones; vincular la emoción con el pensamiento, regulando y modulando la emoción, y acogiendo-sosteniendo-conteniendo al otro.

La capacidad de estar abierto a las emociones comprende darle importancia a lo emocional, reconocer al otro, ser sensible a los propios sentimientos, valorar el bienestar

emocional, estar dispuesto a compartir experiencias y ser abierto a dar y recibir afecto. La capacidad de estar atento se refiere a reconocer en si mismo y los demás las emociones que se experimentan. Esta capacidad busca estar consciente en el tiempo presente limpio de prejuicios que nublen la experiencia. Es también darse cuenta del yo, del otro, del ambiente, de la emoción y de las fantasías preexistentes (Casassus, 2006). Las emociones en sí mismas no son positivas ni negativas, son neutras. La valoración la da el ser que las experimenta, cunado no tenemos contacto con nuestros sentimientos no podemos percibir los sentimientos de otros, esto puede ocasionar el comportamiento cruel, de aquel que actúa sin remordimiento, simpatía o empatía. Para esto existe la regulación emocional que ocurre en tres momentos: La toma de conciencia,: la cual podemos poner en marcha preguntándonos varias veces al dia ¿Cómo me siento ahora? El reconocimiento: se puede lograr a través de la observación de aquellos momentos en que se presenta un problema, se puede identificar la emoción o emociones que nos embargan y los sentimientos que lo nutren. La domesticación de la emoción: El ser se da cuenta de la emoción que experimenta, es capaz de nombrarla y saber que pensamientos la nutren, y como paso final logra hacer una acción con ella de forma objetiva. Una persona que ha logrado la regulación emocional adquiere la capacidad de modulación y expresión emocional. La modulación permite expresar las emociones equilibradamente, sin inhibirlas y sin desbordarse, es una manera de tener bienestar y tranquilidad al no actuar compulsivamente y no proyectar en otros lo que se siente.

La empatía en la comunicación En toda comunicación existe un vínculo entre el oyente, el hablante y el mensaje. La intención de quien comunica le da sentido a dicha comunicación. La forma en que se expresa el mensaje y lo que se quiere decir no necesariamente se relaciona con lo que el oyente ha interpretado para sí mismo. En esta interpretación entran en juego el estado de ánimo, su historia personal, sus experiencias, sus motivaciones, entre otros (Casassus, 2006). En el proceso de comunicación existe el tiempo presente en el que se lleva a cabo, también el pasado de los involucrados en la comunicación entra como factor determinante en la intencionalidad de la misma. De este concepto parte lo que se denomina la comunicación

empática. Es decir estar abierto a la otra persona y tener la capacidad de ponerse en su lugar. Existe en la comunicación la situación y los componentes de dicha comunicación empática. En cuanto a la situación se puede mencionar el lugar en donde se está situado. En una misma conversación o realidad puede haber diversas situaciones, ya que cada persona involucrada se encuentra dentro de su realidad. En la situación también entran en juego elementos del pasado, que condicionan el presente en el que se desenvuelve y las futuras interacciones (Casassus, 2006). Los componentes básicos de la comunicación son: la intención, la observación, la interpretación, las emociones, la necesidad y la acción. ¿Cómo se desarrollan cada uno de estos elementos en el proceso de la comunicación empática? Con la intención se determina exactamente lo que se desea que ocurra. Es aquí en donde se vincula con la emoción que vincula esta comunicación. Las palabras en sí mismas no son bondadosas o malévolas, es la intención en la forma de su expresión las que les denotan dicha cualidad (Casassus, 2006).

Además de la intencionalidad de la comunicación, existe el acto volitivo dentro de dicha acción. La voluntad antecede la intención, ya que es la fuerza que le da origen. Por medio de la voluntad el ser se mantiene en su acción y su intento. Otro componente de la comunicación se refiere a la observación. Los seres humanos seleccionan lo que observan. No solamente se observa el entorno de forma seleccionada o seccionada, sino que además esta interpretación de lo observado va cargado de necesidades, deseos, y aversiones que no le permiten distinguir claramente lo que se está observando (Casassus, 2006). A partir de la observación nacen los juicios críticos y la interpretación de lo que se observa. Estos juicios enmarcan el poder del sujeto sobre sí mismo, o lo puede otorgar a terceros. Él es quien decide en dárselo o no. Todos los sujetos en comunicación tienen necesidades específicas. Es a partir de dichas necesidades en que las emociones aparecen y se alimentan de ellas. Es entonces cuando existe un vínculo entre pensamiento y emoción. Se puede decir que las emociones son las expresiones de las necesidades no satisfechas. Casassus (2006) menciona que existen dos tipos de necesidades: las fundamentales y las de orden superior. Estas necesidades revelan una carencia y a la vez, una potencialidad. La madurez emocional la proporciona el hecho de tener las necesidades satisfechas. Es una persona que se siente amada y que ama, que tiene sentido de pertenencia, respeta y es respetada y ocupa

un lugar entre los demás. A partir de este orden de ideas es importante identificar estas necesidades y expresarlas lo más claramente posible, de forma que se pueda dar lugar a una comunicación empática. Al conectar el juicio de una persona con su necesidad, entonces se puede ver esa necesidad claramente sin dejarse llevar por la carga emocional que conlleva. La escucha y la palabra son otros dos componentes de la comunicación empática. La escucha se refiere a identificar la necesidad de la persona, su necesidad y su estado de ánimo. Lo importante no está en uno mismo, sino en el otro. El individuo se desprende de sus emociones y se encuentra abierto al otro, utilizando la reflexión verbal; es decir, por medio de cuestionamientos se le pide al otro sujeto que exprese lo que necesita (Casassus, 2006).

Clasificación de las emociones Tiempo atrás algunos científicos han tratado de realizar una tipología de las emociones. Desde Wund, Watson, pasando por Rusell, Meheabian, hasta Head. Tomando en cuenta varias especificaciones entre las que destacan; polaridad, especificada, intensidad, temporalidad sin embargo se pueden experimentar muchos estados emocionales refiere (Bisquera R, 2001). Con el paso del tiempo se establece una clasificación de las emociones en positivas y negativas. Iniciando con las negativas éstas se refieren a las emociones que se presentan cuándo hay un suceso desagradable. Lo que respecta a las emociones positivas son cuándo se llega a una meta y por lo tanto genera un estado de bienestar en el ser humano.Si bien Lazarus en 1991, lleva acabo una propuesta provisional de manera que clasifica de cuatro formas las emociones: emoción positiva, emoción negativa, emoción borderlines, o no emociones. En donde las emociones borderline su estatus es equívoco y las no emociones; son consideradas como un estado indefinido. En donde n hay duda es la emociones negativas y positivas, sin embargo fueron medidas y se llega a la conclusión que las emociones negativas duran más que las positivas. Analizando cada una de las emociones surge la necesidad de identificar cuáles son las emociones básicas y cuáles son las emociones complejas. Las básicas se refieren a las elementales, que se caracterizan por expresiones faciales y su disposición es de afrontamiento. Las emociones complejas se derivan de las que se denominan básicas, y se componen de otra emoción según las circunstancias.Algunos estudiosos han realizado grandes aportaciones sobre las emociones para que éstas puedan ser clasificadas. Desde Arnold en 1969; con el criterio

de afrontamiento, Ekman, Friesen y Ellsworth; que le dan peso a la expresión facial, Abascal en 1997; determina las emociones básicas principales, Goleman; con las emociones primarias y sus familias, Izard; nos indica cuáles son la emociones tomando en cuenta el procesamiento, Lazarus; utiliza el criterio cognitivo, McDougall en 1926 específica la relación de las emociones con los instintos. Otros con la adaptación biológica, la descarga nerviosa, la independencia la atribución y demás, nos dan paso a la clasificación de las emociones básicas. La familia de las emociones se puede definir cómo conjuntos de emociones de la misma identidad; sin embargo la diferencia es la intensidad, y la complejidad nos dan paso a la combinación y esto hace que sean de la familia pero de con algunas diferencias. Finalmente surge una propuesta que clasifica a las emociones. En las emociones negativas interviene la irá, el miedo, la tristeza, vergüenza, y la aversión. A las emociones positivas las determina la alegría, humor, amor y la felicidad. Se les conoce como emociones ambiguas a la sorpresa, esperanza y la compasión.Y por supuesto las emociones estéticas; se presentan cuándo existe una manifestación artística como la literatura, pintura, escultura, arquitectura, música, danza, cine y teatro.

Educación de la Afectividad. Martínez V. 2007, nos da a conocer de qué manera logra esquematizar la afectividad tomando en cuenta las implicaciones educativas. Para tal efecto, diferencia a las emociones de los sentimientos, por su parte las pasiones y las motivaciones así que centrémonos éstos temas. Las emociones; son las alegrías, miedos, vergüenzas, cólera y de más. En lo que compete a los sentimientos es importante que el profesor los conozca a detalle. Con ello puede lograr que los alumnos sean consientes, estén estimulados y en ellos se refuerce la expresión de los sentimientos positivos; es decir que los alumnos expresen sus sentimientos negativos de la mejor manera sin llegar a ser ofensivos con sus compañeros, los lleve a ser prudentes y oportunos. Sin embargo el Profesor también debe de lograr identificar sus sentimientos para que tenga un manejo adecuado de las emociones, de tal manera siempre sea asertivo en la toma de decisiones frente al alumno. Las pasiones tienen un trasfondo, puede ser en pro o en contra de las acciones que determina al ser humano, así que de ésta manera el Profesor podrá guiar a su alumno para que aplique estrategias en el control de pasiones y con ello inculcar en el alumno ideales positivos,

fomente en ellos la reflexión para que el alumnos; logre hacer críticas constructivas no destructivas. Como acto fundamental, sería fomentar la confianza y la seguridad en sí mismo. Siempre y cuando el alumno, tenga motivaciones de tipo personal y social será exitoso e aquí el papel del Profesor en el desarrollo de las emociones. Sin embargo las motivaciones van en búsqueda del placer y evitan a toda costa el dolor. Por su parte la autoestima, el autoconcepto y el desarrollo personal del educando son articulaciones para generar un desarrollo personal en el estudiante. Rosenthal y Jacobson (1980); comprobaron que las expectativas en los Profesores sobre los alumnos daban como resultado cambios en los alumnos, lo cual condicionaban las expectativas de los alumnos sobre el propio rendimiento. Así que el autoconcepto debe de ser estable para que éste genere estrategias adecuadas en el desarrollo personal del alumno. ( Define con claridad los objetivos y compromete a los alumnos en el logro de los mismos) En la formación y el desarrollo de estima de los alumnos, como bien se ha mencionado el papel del profesor es fundamental, sin embargo aquí también influye la familia y los amigos, así que todas las experiencias de cada uno van forjando al éxito de la autoestima. Recordemos que para desarrollar la autoestima en los alumnos es conveniente involucrarse en algún programa o método que potencialicé lo mencionado anteriormente; los que más se trabajan son la habilidad social, la responsabilidad, la singularidad y demás.

Casassus, J. (2006). La Educación del ser emocional. Ediciones Castillo: México.