Psicologia Comunitaria

Reflexiones, Implicaciones y Nuevos Rumbos Nelson Varas Díaz Irma Serrano-García Reflexiones, Implicaciones y Nuevos

Views 127 Downloads 1 File size 430KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Reflexiones, Implicaciones y Nuevos Rumbos

Nelson Varas Díaz Irma Serrano-García

Reflexiones, Implicaciones y Nuevos Rumbos

Créditos editoriales Edición, 2005

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio técnico, mecánico o electrónico sin previo permiso escrito por parte de Publicaciones Puertorriqueñas, Inc. Publicaciones Puertorriqueñas actúa como medio editorial y no se responsabiliza ni se solidariza necesariamente con el contenido ni con cualquier otro derecho de autor que pudiera estar relacionado con esta obra. © Publicaciones Puertorriqueñas, Inc. ISBN 1-932243-80-1

Producido en Puerto Rico Editor: Andrés Palomares

Directora de Arte y Diseño: [email protected] Eva Gotay Pastrana Diseño Tipográfico: Hilda Nuez

Diseño de portada: Ana Rosa Rivera, Artista Gráfica, Centro de Investigaciones Sociales, UPR Departamento Multimedia: [email protected] Carlos Negrón Negativos y separación de colores Publicaciones Puertorriqueñas Facturación Berenice De La Cruz

Almacén y Distribución Luis J. Benítez y Reinaldo Díaz Departamento de Ventas: Ana Camacho Jorge Díaz Nélida Irizarry Manuel Vargas José Ramón Hernández Francisco Estévez

Publicaciones Puertorriqueñas, Inc. Calle Mayagüez 44 Hato Rey, Puerto Rico 00919 Tel. (787) 759-9673 Fax (787) 250-6498 E-Mail: [email protected]

Índice Notas del Editor y Editora...................................................11 Notas de Autores y Autoras.................................................13

Introducción

Respuestas que Evocan Preguntas: El Gran Reto de la Psicología Comunitaria......................................23 Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García -Puerto Rico El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP...........................................................37 Maritza Montero -Venezuela

Reflexiones Conceptuales: Implicaciones y Retos Capítulo 1

Liberación y Psicología, Memoria y Poder: Algunas Reflexiones...........................................................59 Ignacio Dobles Oropeza -Costa Rica

Capítulo 2

Lo Social y Comunitario de la Psicología Social-Comunitaria: Bifurcaciones, Reorientaciones y Encuentros.............................................81 Dolores S. Miranda -Puerto Rico 

Indice

Capítulo 3

Investigación Acción Partícipe (IAP): Aspectos Conceptuales y Obstáculos de Implementación............................................................105 Fabricio E. Balcazar -Estados Unidos

Capítulo 4

Aportes de Autores Argentinos a la Psicología Social: El Psicoanálisis en Ámbitos Psicosociales.....................................................................127 Margarita Robertazzi -Argentina

Capítulo 5

La Pobreza desde la Perspectiva de la Psicología Social-Comunitaria..........................................145 Euclides Sánchez, Karen Cronick & Esther Wiesenfeld -Venezuela

Implicaciones de y para la Estructura Macrosocial: La Salud y la Pobreza como Ejemplos

Capítulo 6

Juventud y Pobreza: Las Representaciones Sociales sobre Formación y Trabajo.................................169 Leandro Legaspi & Diana Aisenson -Argentina

Capítulo 7

Evaluación de una Estrategia Comunitaria de Promoción del Abandono del Consumo de Tabaco..........................................................................217



Psicología Comunitaria

Virginia Corina Samaniego, Nélida Antivero, Marcelo Bártolo, Claudia Bonzo, Eliane Btesh, Celia Domínguez, Livia García Labandal, Stella Iurcovich & AnaVillegas -Argentina

Capítulo 8

Las Necesidades de Adiestramiento para la Prevención Secundaria en Organizaciones de VIH/SIDA en Puerto Rico: Desde la Academia para la Comunidad...........................................245 José Toro-Alfonso, Sheilla Rodríguez Madera, Edna Acosta-Perez & Yamilette Ruíz Torres -Puerto Rico

Capítulo 9

Niñez, Subjetividad y Políticas Sociales en América Latina: Una Perspectiva desde la Psicología Comunitaria.....................................................271 Víctor A. Giorgi -Uruguay

Implicaciones para la Comunidad: Participación y Construcción de la Diferencia Capítulo 10

Antecedentes, Manifestaciones, y Consecuencias del Estigma de la Homosexualidad: Una Perspectiva Comunitaria...................................................297 Eden B. King, Emily M. Zitek & Michelle R. Hebl -Estados Unidos



Indice

Capítulo 11

Del Dolor y la Indignación al Proceso de Construcción de la Participación Política y Comunitaria: La Experiencia de Agentes Comunitarios en una ONG/SIDA.......................321 Carlos Roberto de Castro e Silva & Vera Paiva -Brasil

Implicaciones para la Persona: Entendiendo al Sujeto y sus Relaciones Inmediatas Capítulo 12

¿Qué es el amor para la pareja puertorriqueña?.................................................................357 Ruth Nina Estrella & Kattia Z. Walters Pacheco - Puerto Rico

Capítulo 13

Autoconcepto y Variables Sociodemográficas en Adolescentes de Nivel Medio Básico...........................387 Ma. Refugio Ríos Saldaña, Sonia Moreno Guevara & Esmeralda Esteban Licona -México

Capítulo 14

Procesos de Influencia y Comunicación en Pequeños Grupos de Toma de Decisión............................417 Nancy Noemí Terroni & Jorge Ricardo Vivas -Argentina



Psicología Comunitaria

Nuevos Rumbos desde la Psicología Comunitaria Capítulo 15

Transferencia de Tecnología a Organizaciones Comunitarias...........................................443 Blanca Ortiz-Torres, Luis Nieves Rosa, Walter Gómez & Souhail Malavé -Puerto Rico

Capítulo 16

Evaluación Partícipe de una Intervención de Internet en un Barrio Afro-Americano..............................463 Yolanda Suárez Balcázar -Estados Unidos



Notas del Editor y Editora Nelson Varas Díaz (Puerto Rico) —Catedrático Auxiliar de la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle de la Universidad de Puerto Rico. Obtuvo un doctorado en Psicología Social-Comunitaria en la Universidad de Puerto Rico. Es autor del libro Estigma y diferencia social: VIH/ SIDA en Puerto Rico e investigador principal del proyecto VIHSION: Perspectivas de profesionales de la salud ante el VIH/SIDA. Sus trabajos investigativos se han publicado en revistas profesionales que incluyen: Revista Interamericana de Psicología, Revista Latinoamericana de Psicología, Revista Puertorriqueña de Psicología, Qualitative Health Research, American Journal of Community Psychology, AIDS Education & Prevention, y Qualitative Report, entre otras. Intereses de investigación: Estigma social, VIH/SIDA, política social, desarrollo de discursos de identidad ante la salud/enfermedad, metodología de la investigación. Correo-e: nvaras@rrpac. upr.clu.edu Irma Serrano-García (Puerto Rico) —Catedrática en el Departamento de Psicología e Investigadora en el Centro Universitario de Servicios y Estudios Psicológicos (CUSEP) de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Obtuvo un post-doctorado en política pública de la Universidad de Harvard y un doctorado en Psicología Social-Comunitaria de la Universidad de Michigan. Tiene más de 50 publicaciones, incluyendo seis libros, y ha hecho presentaciones de su trabajo 11

Notas del editor y Editora

alrededor del mundo. Sus publicaciones incluyen los temas de (a) el cambio social, colonialismo y relaciones de poder, (b) el desarrollo, educación y organización comunitaria, (c) la investigación partícipe, y (d) la prevención del VIH/SIDA. Provee consultoría a organizaciones de base comunitaria, a agencias gubernamentales y a instituciones educativas. Es miembro de la Sociedad Interamericana de Psicología, la American Psychological Association, y la Asociación de Psicología de Puerto Rico. Correo-e: [email protected]

12

Notas de Autores y Autoras Diana Aisenson (Argentina) —Profesora Titular Regular de la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional, Directora del Equipo de Investigación en Psicología de la Orientación, Facultad de Psicología, y Directora de la Dirección de Orientación al Estudiante. Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Proyectos, trayectorias y transiciones de educación y trabajo en jóvenes argentinos. Correo-e: [email protected] Edna Acosta-Pérez (Puerto Rico) —Estudiante doctoral en psicología con especialidad en Psicología SocialComunitaria en la Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: Prevención del VIH/SIDA, transferencia de innovaciones, estudio de género y sexualidades. Correo-e: [email protected] Nélida Antivero (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Educación para la salud. Fabricio E. Balcázar (Estados Unidos) —catedrático Asociado en el Departamento de Discapacidades y Desarrollo Humano de la Universidad de Illinois en Chicago, EU. Intereses de investigación: Desarrollo de aproximaciones sistemáticas para promover el incremento de poder en poblaciones marginadas y/o minoritarias, promoción de habilidades de liderazgo en jóvenes. Correo-e: fabricio@ uic.edu 13

Maritza Montero

Marcela Bártolo (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Correo-e: marcelabartolo_57@ hotmail.com Claudia Bonzo (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Salud, educación para la salud, tabaco. Correo-e: claubonzo@ yahool.com.ar Eliane Btesh (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Salud pública, educación para la salud, tabaco. Correo-e: [email protected] Carlos Roberto de Castro e Silva (Brasil) — Investigador del Núcleo de Estudios para la prevención del SIDA de la Universidad de Sao Paolo y Profesor de la Universidad Cruzeiro do Sul. Intereses de investigación: Organizaciones no gubernamentales y VIH/SIDA, procesos de participación comunitaria, prevención de VIH/SIDA, derechos humanos y salud colectiva. Correo-e: carobert@ usp.br Karen Cronick (Venezuela) —Profesora del Instituto de Psicología de la Universidad Central de Venezuela. Coordinadora de la Maestría en Psicología Social y de la especialización en Intervención Psicosocial. Intereses de investigación: Procesos psicológicos de la relación persona—ambiente, identificación de necesidades, desarrollo de intervenciones y evaluación de programas en comunidades populares, problemas epistemológicos de la investigación psicológica y análisis retórico de textos. Correo-e: kcronick@ reacciun.ve Ignacio Dobles Oropeza (Costa Rica) —Catedrático e investigador de la Universidad de Costa Rica. Intereses de investigación: Psicología social, comunitaria y política, cultura y sociedad. Correo-e: [email protected] 14

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

Celia Domínguez (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Salud, salud pública, maltrato infantil en el ámbito escolar y en la relación madre-niño/a. Correo-e: celiadomingu@ yahoo.com.ar Livia García Labandal (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Salud, educación, educación para la salud, resiliencia en niños, niñas y adolescentes. Correo-e: [email protected] Víctor A. Giorgi (Uruguay) —Psicólogo y Decano de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Profesor Titular del Área de la Salud. Intereses de investigación: Psicología comunitaria, psicología de la salud y políticas de la infancia. Correo-e: [email protected] Walter Gómez (Puerto Rico) —Estudiante Doctoral de Sociología Médica en la Universidad de California en San Francisco. Intereses de investigación: Identidad de personas lesbianas, gay, bisexuales y transgénero, causas y efectos psicosociales del VIH/SIDA, disparidad en la salud y estigma. Correo-e: [email protected] Michelle R. Hebl (Estados Unidos) —Catedrática Asociada de Psicología en Rice University en Houston, Texas. Intereses de investigación: Discrimen en el lugar de trabajo y barreras en la interacción social con personas estigmatizadas. Correo-e: [email protected] Stella Iurcovich (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Salud, educación, educación para la salud, tabaco. Correo-e: [email protected] Eden B. King (Estados Unidos) —Estudiante doctoral de Rice University en Houston, Texas. Intereses de investigación: Entender las experiencias de diversas personas en escenarios de trabajo. Correo-e: [email protected] 15

Maritza Montero

Leandro Legaspi (Argentina) —Licenciado en Psicología y Docente de la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional. Becario y Tesista de Doctorado del Grupo de Investigación en Psicología de la Orientación de la Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Proyectos, trayectorias y transiciones de educación y trabajo en jóvenes argentinos. Correo-e: [email protected]. Esmeralda Esteban Licona (México) —Psicóloga y colaboradora becaria en el Grupo de Investigación de Interacciones Sociales (GIIS-SEA). Actualmente es coordinadora de grupos de intervención en adolescentes que asisten a la institución gubernamental denominada Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Intereses de investigación: Habilidades sociales en adolescentes de diversos contextos educativos. Correo-e: [email protected] Souhail Malavé (Puerto Rico) —Estudiante graduada de Psicología Social-Comunitaria de la Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: VIH/SIDA, intervenciones relacionadas a la salud, desarrollo comunitario y cambio social. Correo-e: [email protected] Dolores S. Miranda (Puerto Rico) —Catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Forma parte del profesorado del Programa Graduado de Psicología Social-Comunitaria. Intereses de investigación: Proyectos autogestionarios en Puerto Rico, la reflexión sobre los alcances y contribuciones de la psicología social-comunitaria, y cambios en el espacio de trabajo académico. Correo-e: [email protected] Maritza Montero (Venezuela) —Profesora titular de la Universidad Central de Venezuela, donde actualmente es Coordinadora del Doctorado en Psicología. Además es docente en el área comunitaria del Postgrado en Psicología Clínica-Comunitaria de la Universidad Católica “Andrés 16

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

Bello”. Intereses de investigación: Análisis del discurso político, los procesos psicosociales en la organización y desarrollo comunitarios y aspectos epistemológicos de la psicología social. Correo-e: [email protected] Sonia Moreno Guevara (México) —Profesora interina de pregrado en psicología y colaboradora becaria en el Grupo de Investigación de Interacciones Sociales (GIISSEA). Intereses de investigación: Habilidades sociales y su relación con diversos problemas en adolescentes. Correo-e: [email protected] Luis Nieves Rosa (Puerto Rico) —Trabajador Social egresado de la Escuela Graduada de Trabajo Social Hunter College de Nueva York. Actualmente es estudiante doctoral en la Escuela Graduada de Trabajo Social Beatriz Lassalle (EGTS-BL), Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: Prevención del VIH/SIDA, violencia doméstica en parejas del mismo sexo, actitudes de los y las profesionales del Trabajo Social ante la población lésbica, gay, bisexual y transgénero. Correo-e: [email protected] Ruth V. Nina Estrella (Puerto Rico) —Catedrática Asociada y Directora Asociada del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de Puerto Rico. Coordina el Proyecto de Investigación en Estudios de Familia (PRIEF) y la Red de Estudios de Familia en el Caribe auspiciada por el Proyecto Atlantea de la misma universidad. Intereses de investigación: Relaciones de pareja, sexualidad y procesos psicosociales en la relación marital. Correo-e: [email protected] Blanca Ortiz-Torres (Puerto Rico) —Catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico. Ha sido Catedrática Auxiliar de Psicología Clínica, College of Physicians and Surgeons, Columbia University, NY(1993-1995) e Investigadora del HIV Center for Clinical and Behavioral Studies, New York State Psychiatric Institute, 17

Maritza Montero

NY (1993-1994). Intereses de investigación: Psicología Comunitaria, género, sexualidad, VIH/SIDA y la participación y el desarrollo comunitario. Correo-e: [email protected] Vera Paiva (Brasil) —Profesora del Departamento de Psicología y coordinadora del Núcleo de Estudios para la Prevención del SIDA de la Universidad de Sao Paolo. Invitada especial de Ciencias Socio-Médicas de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia en Nueva York. Intereses de investigación: Prevención primaria y secundaria del VIH/SIDA, sexualidad, género, emancipación psicosocial y derechos humanos. Correo-e: [email protected] Ma. Refugio Ríos Saldaña (México) —Profesora en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Coordinadora General del Grupo de Investigación de Interacciones Sociales, Salud y Educación en Adolescentes (GIIS-SEA), en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Intereses de investigación: Estilos de interacción social y el papel de las habilidades sociales en adolescentes y personas adultas jóvenes en los campos de la salud y la educación. Correo-e: [email protected] Margarita Robertazzi (Argentina) —Profesora Adjunta en la cátedra Psicología en el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires y Docente en la cátedra Psicología Social de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Psicología social y política, empresas recuperadas por sus trabajadores. Correo-e: [email protected] Sheilla Rodríguez-Madera (Puerto Rico) —Psicóloga Clínica y Directora Ejecutiva de la Comisión para la Prevención de la Violencia ubicada en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey. Intereses de investigación: Prevención primaria de la violencia, aspectos psicosociales relacionados al VIH/SIDA, prevención primaria de VIH/ SIDA con mujeres heterosexuales, hombres homosexuales 18

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

y personas transgéneros, y prevención secundaria en parejas seroconcordantes y serodiscordantes. Correo-e: sheillalrm@ hotmail.com Yamilette Ruiz Torres (Puerto Rico) —Candidata a obtener el grado de Doctora en Filosofía, con especialidad en Psicología Clínica, del Programa Graduado de Psicología de la Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: Estigma, VIH/SIDA, adiestramiento de profesionales y actitudes estigmatizantes entre psicólogos/as hacia las personas que viven con VIH/SIDA. Correo-e: yamilette_ [email protected] Virgina Corina Samaniego (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Epidemiología, educación para la salud comunitaria y tabaco. Correo-e: [email protected] Euclides Sánchez (Venezuela) —Instituto de Psicología de la Universidad Central de Venezuela. Intereses de investigación: Desarrollo comunitario sostenible, liderazgo y organización de comunidades, construccionismo social, epistemología, investigación cualitativa. Correo-e: eusanche@ reacciun.ve Yolanda Suárez-Balcázar (Estados Unidos) — Profesora en la Universidad de Illinois en Chicago, Colegio de Ciencias de la Salud Aplicada. Intereses de investigación: Metodologías partícipes aplicadas a la solución de problemas sociales en barrios Afro-Americanos e Hispanos, evaluación partícipe de programas de salud diseñados para poblaciones minoritarias con incapacidades y el estudio de modelos de trabajo entre universidades y comunidades. Correo-e: [email protected] Nancy Noemí Terroni (Argentina) —Universidad Nacional de Mar del Plata. Magister en Psicología Social. Becaria doctoral de CONICET. Integrante del Grupo de investigación en Psicología Cognitiva y Educacional. Intereses 19

Maritza Montero

de investigación: Comunicación presencial y mediada por computadora, procesos sociocognitivos comparados en entornos académicos. Correo-e: [email protected] José Toro-Alfonso (Puerto Rico) —Psicólogo Clínico y Catedrático Asociado del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: Prevención del VIH/SIDA, actitudes, estigma, adherencia al tratamiento, apoyo social, políticas públicas, construcción de las masculinidades y actitudes de homofobia hacia personas homosexuales. Correo-e: [email protected] Ana Villegas (Argentina) —Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. Intereses de investigación: Educación para la salud, tabaco. Correo-e: anamarvb@ciudad. com.ar Jorge Ricardo Vivas (Argentina) —Universidad Nacional de Mar del Plata. Magister en Psicología Social. Profesor Titular de Psicología Cognitiva. Director del grupo de investigación en Psicología Cognitiva y Educacional. Intereses de investigación: Comunicación presencial y mediada por computadora, procesos sociocognitivos comparados en entornos académicos. Correo-e: [email protected]

Kattia Z. Walters Pacheco (Puerto Rico) — Estudiante graduada del Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico. Intereses de investigación: familia puertorriqueña, familia reconstituida, pareja heterosexual, estigma social, obesidad como controversia social y evaluación de programas. Correo-e: [email protected] Esther Wiesenfeld (Venezuela) —Instituto de Psicología, Universidad Central de Venezuela. Intereses de investigación: Psicología ambiental comunitaria, procesos psicosociales comunitarios, habitat y riesgo ambiental, sostenibilidad comunitaria, met odologías alternativas. Correo-e: ewiesen@reacciun. ve 20

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

Emily M. Zitek (Estados Unidos) —Estudiante graduada de Stanford University en California. Intereses de investigación: Prejuicio, discriminación, influencia social, moralidad, y jerarquía social. Correo-e:[email protected]

21

Introducción Respuestas que Evocan Preguntas: El Gran Reto de la Psicología Comunitaria Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García -Puerto Rico Los libros son un reflejo de las intenciones de sus autores y autoras. Sin embargo, están matizados por el contexto social, histórico, y político (división que sólo existe en el papel) en el que las disciplinas y la personas que le dan forma se desenvuelven. Este no es una excepción. Este libro recoge las posturas de quienes para él escriben y editan, mientras refleja el contexto del cual surgen sus ideas. Esas ideas no representan debates concluidos, sino abiertos, cuya discusión pretendemos fomentar con este libro. Las reflexiones desde, sobre y para la Psicología Comunitaria (PC) que presentamos en este libro surgen de individuos que se identifican con este tipo de psicología y con sus manifestaciones dentro de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). La SIP es la organización de psicología más grande de las Américas. Organiza congresos internacionales cada dos años a los cuales acuden psicólogos, psicólogas y otros/as científicos sociales para discutir asuntos de importancia para la psicología en la región. Como parte de su estructura organizativa existen grupos de trabajo o comisiones, 23

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

que se interesan por áreas específicas de la psicología o por asuntos psicosociales que ameritan atención inmediata. Una de las comisiones más activas en las pasadas décadas ha sido la de Psicología Comunitaria. Además de mantener la comunicación entre sus integrantes, ha organizado ferias comunitarias en las cuales se presentan trabajos innovadores de organizaciones y grupos comunitarios en los congresos. Quizás el más importante de sus esfuerzos es la publicación de trabajos presentados en los congresos de la SIP que abordan el tema de la Psicología Comunitaria. Estas publicaciones, que en ocasiones son compilaciones de todos los trabajos y en otras una selección de artículos editados (Comisión de Psicología Comunitaria, 2001; Fuks, 1999; Montero, 1997; Serrano-García, Cantera & Mirón, 1991; Rodríguez & Giorgi, 2003), han pasado a ser un reflejo, aunque limitado por el espacio y el dinero, del quehacer de los psicólogos y psicólogas comunitarios/as que se involucran en la SIP. A la vez, se han convertido en documentos de gran valor histórico porque permiten conocer el desarrollo y los intereses cambiantes de las personas involucradas y los espacios que ellas representan. Durante el Congreso Interamericano de la SIP del año 2003, el cual se celebró en Lima, Perú, la Comisión de Psicología Comunitaria nos autorizó a editar el tan conocido Anuario. A la luz de dicha decisión comenzó una experiencia enriquecedora y retante cuyo producto tiene usted en sus manos. El camino ha tomado dos años de trabajo y esperamos que el producto sea un agente catalítico de constantes y nuevas discusiones en la Psicología Comunitaria. Reconociendo que todo trabajo es fruto de su contexto y proceso, nos interesa aclarar cómo se incorporaron a este libro los trabajos publicados.

Trabajos, Países, Contestaciones y Selección 24

Introducción

Para conocer la amplitud de este libro es necesario entender la forma en que se desarrolló. Una vez regresamos de Perú, nos dimos a la tarea de revisar el programa científico del Congreso para identificar los trabajos que se habían presentado bajo el área temática de Psicología Comunitaria. Esto respondía a la categorización inicial que hicieron los y las organizadores al plasmar el Programa Científico, ayudados por la clasificación que cada autor o autora sugiere al someter el trabajo. En otras palabras, coincidamos o no, los trabajos que aparecen categorizados bajo Psicología Comunitaria en el programa surgen de personas que entienden que su labor es parte de las metas, métodos, teorías o acciones de esa disciplina. Aún legitimando esa auto-identificación, notamos la limitación de esta estrategia, ya que muchos trabajos que podían reflejar “tendencias comunitarias” no se habían incluido bajo dicho tema. Así, revisamos todas las presentaciones del programa y seleccionamos aquellas en las cuales entendíamos que la Psicología Comunitaria tenía alguna presencia o influencia. Utilizamos para esto palabras claves como: comunidad, trabajo comunitario, autogestión, prevención y empoderamiento. Esta selección inicial nos permitió identificar 153 trabajos presentados en el congreso, con cuyos autores y autoras nos comunicamos. El proceso de invitación de los potenciales autores/as constituyó un gran reto. El programa científico del Congreso Interamericano del 2003 no incluyó los correos electrónicos de los/as ponentes y las personas involucradas en la planificación del congreso no tenían acceso a la totalidad de estas direcciones. Eso nos planteó la necesidad de identificarlos por otros medios. Así nos arrojamos a solicitarle información al Secretario General de la SIP, a los y las Representantes Nacionales de la organización en cada uno de los países, a amistades y contactos personales, además de revisar listas de integrantes de la Comisión de Psicología Comunitaria, entre otras estrategias. A nuestro entender, la dificultad de dicho 25

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

proceso, atada a la magnitud de la empresa, incrementa el valor de este producto final. Los 153 trabajos que identificamos en el programa son un reflejo del impacto de la Psicología Comunitaria en el trabajo de la SIP. Esos trabajos incorporaban a más de 122 autores y autoras (junto a sus co-autores/as el número aumenta) y a 18 países de las Américas, el Caribe y Europa. Invitamos a las 122 personas, por medio del correo electrónico, a someter sus trabajos. De estas, 29 sometieron sus artículos a revisión. Posteriormente, procedimos a evaluarlos y elegimos 16 para publicación. El proceso de selección de los 16 trabajos que componen este libro se basó en un proceso sistemático de evaluación en el cual cada uno examinó los trabajos de forma individual para luego comparar los resultados del proceso. Los criterios de evaluación a los cuales respondieron los trabajos seleccionados incluyeron: 1) la novedad del trabajo, 2) su relación con la Psicología Comunitaria, 3) la claridad en la redacción, 4) el uso de literatura reciente, 5) la adherencia a las instrucciones de extensión, 6) la claridad en el método utilizado (cuando aplicaba), 7) la coherencia en sus objetivos, 8) la relación clara entre los resultados y el método, y 9) una discusión pertinente de los datos o argumentos del trabajo. Decidimos no incluir trabajos de nuestra autoría aún cuando llenaban los criterios de selección del libro. No queríamos limitar el espacio para trabajos de otros autores/as; a su vez, queríamos eliminar posibles conflictos de intereses en su selección. A la luz de este proceso quedan ante ustedes 16 trabajos que abordaron las complejas y diversas manifestaciones de la Psicología Comunitaria en el Congreso de la SIP, y nos atrevemos a decir, en las Américas.

Organización de los Trabajos 26

Introducción

Una vez seleccionamos los trabajos nos preguntamos cómo organizarlos. Sin embargo, esto resultó ser una tarea más fácil de lo anticipado, ya que a los trabajos le subyacen varias líneas temáticas. Pudimos identificar cinco relacionadas a: 1) las implicaciones y los retos de reflexiones conceptuales en torno a temas de importancia para la Psicología Comunitaria, 2) las reflexiones que debe llevar a cabo la Psicología Comunitaria sobre las dimensiones macro-estructurales en las cuales se enmarca su trabajo (específicamente sobre la salud y la pobreza), 3) las implicaciones de este tipo de trabajo a nivel comunitario, 4) las implicaciones para la persona y las otras con quienes comparte su inmediatez, y 5) los nuevos rumbos y retos que enfrenta la Psicología Comunitaria. Estas cinco líneas temáticas han servido para dar forma al libro y a los trabajos que lo componen. En cada una se ubican reflexiones y quehaceres de psicólogos y psicólogas comunitarios/as, y de otras personas, que desde otras áreas de la psicología, se identifican con el tipo de trabajo de esta disciplina Cada una de estas secciones amerita reflexiones particulares y nos arroja nuevos cuestionamientos, en un proceso paralelo de respuestas a interrogantes que ya han planteado los autores y autoras.

Retos para la Psicología Comunitaria Las dimensiones conceptuales, metodológicas y aplicadas de la Psicología Comunitaria, como de cualquier otra disciplina, son productos de un contexto social particular. Las décadas de los ’60 y ’70 estuvieron marcadas por aires de cambio social relacionados a las desigualdades sociales basadas en raza, género, acceso a recursos económicos y acceso a servicios de salud mental, entre otros (Iscoe, Bloom, & Spielberger, 1977; Martín, Chacón, & Martínez, 1988; Rappaport, 1977). La vinculación, siempre presente, de la psicología con la salud 27

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

mental también llevó al surgimiento en décadas posteriores de una psicología comunitaria preventiva enfocada en procesos como los del apoyo y las redes sociales (Balcázar, Montero, & Newbrough, 2001; Felner, Jason, Moritsugu & Farber,1983; Levine,1998). Como si este ambiente social no fuese lo suficientemente retante, la Psicología Comunitaria en sus más recientes vertientes, ha plasmado en su deseo de cambio social las ideas políticas de opresión, empowerment, liberación y justicia; conceptos que la distancian de la Psicología Clínica y Social tradicional (Cordero,1998; Montero, 2003; 2004; Ortiz-Torres, 1999; Prilleltensky, 2001; Watts & SerranoGarcía, 2003; Wiesenfeld,1998). Mientras estos contenidos se desarrollaban también se hacia crítica de, y se proponían alternativas a, las metodologías tradicionales desarrollándose nuevas miradas epistemológicas y un énfasis en los métodos partícipes y cualitativos (Jason, Keys, Suárez-Balcázar, Taylor & David, 2004; Revenson, D’Augelli, French, Hughes, Livert, Seidman, et al, 2002; Ortiz, 2000; Serrano-García, 1992). En fin, la disciplina recoge las ideas de su entorno y las incluye, transforma y adapta a su perspectiva de lo que debe ser la psicología. En la primera sección del libro, los autores y autoras recogen algunas de estas ideas e influencias del contexto en el que se ha desarrollado, y se podría argumentar que aún se encuentra, la Psicología Comunitaria. Los conceptos de la liberación, el poder, la pobreza y los aspectos metodológicos para abordar dichas situaciones (acción partícipe, entre otras) nos apuntan a la reflexión que la Psicología Comunitaria ha hecho suya: entender al sujeto humano en su contexto colectivo (comunidad en sus múltiples definiciones) junto a los factores macro-estructurales que lo crean y que éste, simultáneamente, ayuda a crear. Todo esto sirve de marco a los esfuerzos o ideales del cambio social. No obstante, es interesante notar que en los trabajos se resaltan, junto a las metas impuestas, las dificultades 28

Introducción

enfrentadas para lograrlas. Algunas de estas dificultades están relacionadas a los retos metodológicos que hemos acogido al abordar nuestros temas de estudio de forma estructural y partícipe. Otras dificultades tienen que ver con las limitaciones que le imponen a nuestro trabajo las situaciones opresivas a las que nos enfrentamos (ej. sistemas de gobierno; disparidades sociales). Sin embargo, otra dificultad que subyace a los trabajos de esta sección, aunque no de manera explícita, amerita elaborarse, no como contestación a la dificultad, sino como pregunta abierta. Esta es el tema del contexto en cambio. El contexto social en el cual la Psicología Comunitaria surgió ha cambiado. Si bien es fácil argumentar que los problemas que pretende abordar retienen su vigencia y su urgencia, el contexto y la forma en que se manifiestan no se han mantenido estáticos. Por ejemplo, ¿significa la liberación lo mismo ahora que en décadas anteriores? Por sólo tomar un ejemplo, se podría argumentar que cuando las sociedades altamente industrializadas piensan en la libertad hoy, lo hacen a la luz del derecho que tienen las personas al acceso a bienes, en fin, al consumo. Estos referentes sobre lo que significa “ser libre” ameritan reflexión. La libertad parece ser un tema de importancia para la empresa de la Psicología Comunitaria. Sin embargo, la importación del término y su uso a la luz de sus significados en las décadas anteriormente mencionadas, deben ser re-evaluados a la luz de su significado en el mundo actual. Por ejemplo, la libertad puede estar atada al acceso a la Internet, como bien nos presenta uno de los trabajos del libro. La misma dificultad podemos identificar con otros conceptos de la Psicología Comunitaria. El empowerment, o cualquier nombre que se le quiera dar a la idea de que las personas y comunidades estén en mayor control de su destino

29

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

(ejs. empoderamiento, fortalecimiento, refortalecimiento, entre otros), está íntimamente vinculado a la idea de la libertad; libertad para decidir, tomar acción, estar informado/ a y ser guía del destino. Aunque los factores estructurales impiden la realización completa de dicho proceso (ver los capítulos sobre pobreza en el libro), el tipo de trabajo que hacemos (particularmente el de la acción partícipe) tiene como meta conceptos de empowerment, o ideas relacionadas a estar en control de nuestro destino. Tal es la situación, que este término antes asociado con la vanguardia y los sectores más radicales, es uno de los que con más frecuencia cooptan los sectores conservadores del gobierno en muchos de nuestros países. Para sólo dar algunos ejemplos, observamos su uso por el Partido Republicano, que entroniza el conservadurismo estadounidense, y en Puerto Rico, por su gobierno que desde su estatus colonial pretende que las comunidades pobres (les llaman “especiales”) tomen control de su futuro. En esta primera sección del libro confrontamos preguntas que la Psicología Comunitaria debe abordar de inmediato: 1) ¿Son viables las ideas que le subyacen a nuestros marcos conceptuales en nuestro momento histórico particular?, 2) ¿Debemos reconceptualizar lo que es libertad y la forma en que la pretendemos lograr?, 3) si la Psicología Comunitaria es una respuesta al contexto social de décadas anteriores, ¿no es necesario que cambie cuando ese contexto se transforma rápidamente? Estas preguntas nos quedan como retos. Los mecanismos de transformación social y las ideas que le dan forma deben examinarse de forma constante, con la misma rapidez que lo social se ha transformado y transforma. La segunda parte del libro nos arroja a otro tipo de reflexión. Esta aborda la relación entre la estructura macrosocial en la cual se manifiestan nuestros temas de interés y la Psicología Comunitaria. Esta relación es bidireccional y fluída. Es interesante la amplia gama de temas (pobreza, juventud, VIH/SIDA y políticas sociales) que se trabaja en esta 30

Introducción

sección. Los trabajos son una ventana abierta a la complejidad a la que se enfrentan los esfuerzos de corte comunitario cuando intentan entender y explicar sus temas de estudio a la luz de los fenómenos más amplios que le dan forma y estructura. La salud y la pobreza fueron los dos temas de mayor pertinencia bajo esta línea temática. Nuevamente, estos ameritan una reflexión interesante. Ante esfuerzos de salud pública en nuestros países que cada vez más apuntan a la responsabilidad de cada individuo de mantener su salud, las perspectivas comunitarias se vuelven indispensables para entender las manifestaciones de la enfermedad. Por otro lado, el tema de la pobreza, ahora conocido en el “primer mundo” como el de las disparidades, continúa siendo uno que amerita reflexión en nuestros países. Nuevamente, esto debe hacerse mediante un proceso crítico sobre las diferencias entre las definiciones de pobreza que pretenden establecer los Estados, las que desarrollan las personas que la viven, y las que pretendemos elaborar desde la Psicología Comunitaria. En la tercera parte del libro se aborda el tema de la participación y la diferencia desde la perspectiva del tema del VIH/SIDA y el estigma de la homosexualidad. Los trabajos en esta sección hacen referencia tanto a implicaciones teórico-metodológicas del estudio de la diferencia, como a las de explorar la participación política y social desde una las perspectivas propuestas por la Psicología Comunitaria. Ambos trabajos apuntan al eje conceptual de la Psicología Comunitaria: la comunidad. Sin embargo, cuando se ven en el conjunto del libro es evidente que este enfoque comunitario no siempre se manifiesta con atención al colectivo. En ocasiones las implicaciones de nuestra técnicas investigativas nos arrojan al estudio de las personas en su individualidad, o al menos con sus otros y otras cercanos, como se puede ver en la próxima sección del libro. En esta cuarta parte del libro se exploran las implicaciones de la Psicología Comunitaria para los niveles de acción 31

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

individual, de pareja o grupo tomando en consideración los factores estructurales en los que se desenvuelven. Es interesante ver en esta sección del libro el uso de técnicas de investigación que podrían considerarse “tradicionales” (cuestionarios autoadministrables y diseños cuasi-experimentales) para abordar temas de una Psicología Comunitaria. Nuestras perspectivas sobre lo que hacemos y, en este caso, cómo lo hacemos son variadas y múltiples. Cabe preguntarse, con su énfasis en la participación y el cambio social, ¿dónde quedan estas técnicas y diseños metodológicos en la Psicología Comunitaria? ¿Pueden ser transformadores estos procesos de estudio? Es posible que las contestaciones sean múltiples, a favor y en contra. Sin embargo, regresamos a la necesidad de reexaminarnos como disciplina (o movimiento) a la luz de lo que hacemos, o más importante , de cómo lo hacemos. Tal vez estas consideraciones, sobre cómo se hace Psicología Comunitaria, siguen siendo fundamentales para nuestro futuro inmediato. Varios autores y autoras adelantan algunas de estas reflexiones en la última parte del libro al poner de manifiesto nuevos rumbos que pretende enfrentar la Psicología Comunitaria. La transferencia de innovaciones y el uso del Internet como resultado de intervenciones comunitarias son temas interesantes que generan nuevas preguntas. Por ejemplo, ¿la comunidad que se encuentra “en línea”1 comparte características y procesos similares a las comunidades geográficas con las cuales hemos trabajando anteriormente? ¿Existe esta comunidad “en línea” de forma uniforme en nuestros países? ¿Será posible que la falta de acceso a Internet sea un mecanismo de opresión en la era de la información al cual

Por falta de un mejor término, usamos el concepto “en línea” para referirnos al proceso de navegar la Internet y mediante el cual las personas “se conectan” a la red de comunicación. 1

32

Introducción

el concepto de liberación deba contraponerse? Por otro lado, el surgimiento de comunidades virtuales, ¿elimina la urgencia de trabajar en las comunidades geográficas o funcionales? ¿Altera el carácter de estas últimas? Por otro lado, la transferencia de innovaciones (en este caso de intervenciones) a través de diferentes escenarios, arroja a debates en torno a niveles de uniformidad versus diversidad en nuestras intervenciones. ¿Cómo asume este debate la Psicología Comunitaria desde su valor explícito de valorar y promover la diversidad? ¿Hasta qué nivel es la transferencia de innovaciones una cooptación por el Estado de las intervenciones desarrolladas desde una comunidad específica? ¿Es este proceso una forma de acercar de forma colaborativa a la academia y la comunidad o es una forma de que las universidades impongan sus estilos fuera de las paredes que hasta ahora les aislan? Es evidente que una mirada a la secciones del libro puede arrojar más preguntas que respuestas. Es importante aclarar que el hecho de que en esta introducción existan más de las primeras que las segundas no es casualidad. Los trabajos de los autores y autoras son suficientemente elocuentes como para plantear sus posturas y respuestas ante algunas de las preguntas de este texto. Sin embargo, las mismas quedan en el tintero, de forma positiva, para nuestra reflexión sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos, y desde dónde lo hacemos.

A Manera de Cierre Ante un mundo que cambia con notable rapidez, la Psicología Comunitaria necesita de estas reflexiones para mantenerse vigente. Es cierto, que estas reflexiones no son fáciles, particularmente cuando nos arrojan a re-examinar nuestras creencias y contradicciones. Los autores y autoras que, desinteresadamente, sometieron sus trabajos para este libro hacen una gran contribución al desarrollo de la Psicología 33

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

Comunitaria. Por un lado, nos permiten adentrarnos en sus reflexiones y acciones. Por el otro, nos ofrecen textos en los cuales inspirar las aspiraciones futuras de la Psicología Comunitaria. Esperamos contribuir a estos debates con la edición de este libro.

Referencias Balcázar, F., Montero, M. & Newbrough, J.R. ( 2001) Modelos de psicología comunitaria para la promoción de la salud y prevención de enfermedades en las Américas. Washington, DC: PAHO & APA. Comisión de Psicología Comunitaria (2001) Anuario Comisión de Psicología Comunitaria, Revista de Psicología, X (2) [Edición Especial]. Cordero,Teresita (1998). Psicología comunitaria y relaciones de poder. Reflexiones de alrededor de los procesos de grupo y de la participación de agentes externos. Actualidades psicológicas, [Número completo], 14. Felner, R., Jason, L., Moritsugu, J. & Farber, St. (1983). Preventive Psychology: Theory, research and practice. New York, N.Y.: Pergamon. Fuks, S. (Ed.) (1999). Memorias en Psicología Comunitaria. PSYKHE, 8 (1) [Edición especial]. Iscoe, I., Bloom, B., & Spielberger, C. (1977). Community psychology in transition. New York, N.Y.:Wiley. Jason, L., Keys, C., Suárez-Balcázar, Y., Taylor, R., & David, M. (2004), Participatory community research: Theories and methods in action. Washington, DC: APA. Levine, M. (1998). Prevention and community. American Journal of Community Psychology, 26 (2), 189-206. Martín, A., Chacón, F. & Martínez, M. (1988) (Eds.) Psicología comunitaria: Fundamentos y aplicaciones. 34

Introducción

Madrid, España: Visor. Montero, M. (1997) (Coord). Psicología y comunidad. Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela y SIP.

Montero, M. (2003) Teoría y práctica de la psicología comunitaria. La tensión entre comunidad y sociedad. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Montero, M. (2004). Relaciones entre Psicología SocialComunitaria, Psicología Crítica y Psicología de la Liberación: Una respuesta latinoamericana. PSYKHE, 13 (2), 17-28. Newbrough, J. R. (1973). Community psychology: A new holism. American Journal of Community Psychology, 1, 201-211. Ortiz, A. (2000) Notas sobre algunos cuestionamientos teóricos y epistemológicos en relación a un nuevo paradigma para la psicología social comunitaria. En A. G. Ferullo de Parajón (Comp.) Recorridos en Psicología Social Comunitaria. Perspectivas teóricas e intervenciones, (págs 51-64). Tucumán, Argentina: Universidad Nacional de Tucumán. Ortiz-Torres, B. (1999). El empowerment como alternativa teórica para la psicología de comunidad en América Latina. Revista Interamericana de Psicología, 33 (2), 49-66. Prilleltensky, I. (2001). Value-based praxis in community psychology: Moving toward social justice and social action. American Journal of Community Psychology 29 (5), 747-778. Rappaport, J. (1977). Community Psychology: Theory, research and action.. New York, N.Y.: Holt. Revenson, T., D’Augelly, A., French, S., Hughes, D., Livert,D., Sediman, E. et al. (2002) Ecological 35

Nelson Varas Díaz & Irma Serrano García

research to promote social change: Methological advances from community psychology. New York, N.Y.: Kluwer/Academic. Rodríguez, A. & Giorgi, V. (2003) (Eds.) Anuario de Psicología Comunitaria [CDROM], Montevideo, Uruguay. Serrano-García, I. (l992). Intervención en la investigación: Su desarrollo. En I. Serrano-García & W. Rosario Collazo (Eds). Contribuciones Puertorriqueñas a la Psicología Social Comunitaria (págs. 211-282). Río Piedras, P.R.: Ed. Universitaria. Serrano-García, I., Cantera, L. & Mirón, L. (1991). Memorias de Psicología Comunitaria. San Juan, P.R.: Congreso Interamericano de Psicología, Inc. Watts, R. & Serrano-García, I. (2003) Toward a community psychology of liberation American Journal of Community Psychology, 31 [Edición Especial]. Wiesenfeld, E. (1998). Paradigms of community social psychology in six Latin American countries. Journal of Community Psychology, 26 (3), 229-242.

36

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP Maritza Montero -Venezuela Nelson Varas Díaz e Irma Serrano García me invitaron amablemente a presentar este libro que recoge un grupo importante de los trabajos del área de psicología comunitaria en el 29° Congreso Interamericano de Psicología, celebrado en 2003, en Lima, Perú. Agradezco la invitación por la confianza que los compiladores depositan en mí, por ser quienes son y porque creo que libros como el que ahora tienen lectoras y lectores en sus manos, cumplen una valiosa función de conservación de la memoria y divulgación de los avances y tendencias en el campo psicológico comunitario. Es bien conocido el esfuerzo y trabajo sostenido que supone esta tarea, la minuciosidad de la tarea editorial y las angustias y sinsabores que suele sufrirse al aceptarla. Por lo tanto, creo que mis primeras palabras deben ser de felicitación y agradecimiento a Nelson e Irma por haber logrado una nueva demostración de la actividad psicológico comunitaria dentro de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). Lo segundo es una advertencia a los posibles lectores y lectoras que pueda tener esta presentación, pues he querido aprovechar la oportunidad para hacer un breve recuento de lo que ha sido la generación y desarrollo del área 37

Maritza Montero

comunitaria dentro de la SIP, ya que es quizás la más activa y consecuente en cuanto a la socialización del conocimiento producido, a pesar de que no es una de las mas nutridas (pero si nutriente). En tal sentido, el área hace honor a su apelativo de comunitaria. A la breve nota sobre la historia de la participación comunitaria en la SIP, siguen mis consideraciones sobre la compilación en sí, cerrando con una presentación de cada uno de los trabajos incluidos, cuya lectura me enseñó nuevos aspectos, me indujo a la reflexión y ha dado lugar a la crítica, esa sal de la ciencia, sin la cual todo sería bastante parejo, bastante uniforme y bastante aburrido.

Apuntes sobre la Historia de la Psicología Comunitaria en la Sociedad Interamericana de Psicología La psicología comunitaria o psicología socialcomunitaria, como también se conoce, marcó relativamente temprano, con respecto al momento de su surgimiento, su ingreso como rama de la psicología reconocida por la Sociedad Interamericana de Psicología. En 1979, en un memorable congreso celebrado en Lima, nos encontramos en algunos simposios de ese evento: (a) psicólogas y psicólogos que ya se definían como comunitarios y ostentaban el nombre de tales (p.e.: J. Robert Newbrough, Irma Serrano-García, Eduardo Rivera-Medina), o que tenían inquietudes comunitarias pero que aún no habían encausado su rumbo debido a la situación borrosa que tenía la subdisciplina en muchos países de América, y (b) psicólogos y psicólogas sociales que hacían psicología comunitaria sin saberlo, tratando de dar legitimidad social a la disciplina. Fue un feliz encuentro obra del azar y de la necesidad. Algunas personas coincidieron debido a los buenos oficios de quienes organizaron dicho Congreso que 38

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

dispusieron sus presentaciones en una misma sesión. Para otras personas hubo información previa sobre “alguien que hace algo similar a lo que estás investigando” y todo junto, se facilitó la “cita a ciegas” que produjo el inicio de fructíferas relaciones de trabajo, que aún hoy perduran. Las discusiones y reflexiones que se iniciaron tanto en las salas del congreso como fuera de ellas, marcaron el punto de encuentro entre dos corrientes de la psicología comunitaria que a partir de allí empezaron a interrelacionarse: la latinoamericana y la estadounidense. El entusiasmo al descubrir que había otras personas en otros países, tanto latinoamericanos como en EE.UU. y Canadá, que tenían las mismas preguntas e inquietudes, el mismo deseo de intervenir para transformar las respectivas sociedades de origen, atacando problemas en el ámbito comunitario; que incluso habíamos hecho las mismas lecturas al no encontrar en la psicología de la época las respuestas que necesitábamos, se tradujo en un movimiento pequeño pero activo que pronto hizo oír su voz y que inmediatamente se constituyó en grupo gestor de la creación de un área de psicología comunitaria dentro de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). Su primer coordinador y propulsor fue el panameño Luis A. Escovar y entre los participantes del grupo inicial estaban Leonte Brea (República Dominicana), Luis Correa y Bernardo Jiménez (Colombia), Marta Mercedes Morán (El Salvador), Sylvia Lane y Marilia Graciano (Brasil), Eduardo Rivera Medina e Irma Serrano-García (Puerto Rico), Alberto Ocando y quien escribe (Venezuela). Las gestiones de este grupo inscribieron la subdisciplina en la lista de la SIP, ayudaron a desarrollar una forma de identidad profesional y subdisciplinaria y, por encima de todo, generaron una fuerte red informal de intercambio de conocimientos, de proyectos conjuntos y de publicaciones.

39

Maritza Montero

El grupo gestor desapareció a inicios de los ochenta, pero el número de contribuciones de carácter comunitario en los congresos de la SIP y en otras reuniones científicas nacionales e internacionales a través de las Américas, se fue haciendo cada vez más evidente. La psicología comunitaria generada desde mediados de los años sesenta en los EE.UU. y Canadá, y la que se hacía en algunos de los países de la América Latina se divulgaron por todo el Continente y trascendieron sus fronteras, llegando a Europa y a Australia. En 1991, en el Congreso de la SIP en Costa Rica se activó, no el fenecido Comité Gestor, ya evidentemente innecesario, sino una Comisión de Psicología Comunitaria dentro de la SIP, lidereada por Irma Serrano-García. A los simposios y sesiones temáticas sobre investigaciones, teorías e intervenciones, se unieron las conferencias magistrales y la creación de una “feria comunitaria”, evento ideado por la Dra. Serrano-García y destinada a la presentación dialogada de proyectos de intervención-investigación en puestos donde una o más psicólogas y psicólogos mostraban productos de investigación, la evolución de y evaluación de proyectos y muchas otras cosas de interés vinculadas a su práctica. Esta actividad era algo entre el cartel y el puesto de feria. La primera ocurrió en Santiago de Chile (1993). Las hubo también en San Juan de Puerto Rico (1995) y Sao Paulo, Brasil (1997). Asimismo, desde 1993 ha habido reuniones de la Comisión en cada Congreso.

La Memoria del Área Comunitaria de la SIP en sus Memorias o Anuarios Otra innovación introducida a partir de 1991 y obra de esa Comisión, fue la creación de las Memorias de Psicología Comunitaria. En 1995 se distribuyeron en San Juan las Memorias del Congreso Interamericano en Costa 40

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

Rica (1991) a todos/as los integrantes de la Comisión que asistieron (Serrano-García, Cantera & Mirón, 1991). También se pusieron a la venta para el público en general. En 1997 adquirieron la forma de libro (Montero, 1997). En 1999 los trabajos fueron seleccionados mediante arbitraje doble ciego y aparecieron en un número especial de la revista PSYKHE, de la Universidad Católica de Chile (Fuks, 1999). Posteriormente, se publicaron de igual manera los del Congreso del 1999 en la Revista Psicología también de Chile (Comisión de Psicología Comunitaria, 2001) y los del Congreso del 2001 en formato de CD (Rodríguez & Giorgi, 2003). Y hoy, las y los lectores tienen en sus manos otra selección de trabajos, provenientes esta vez del Congreso de la SIP celebrado en Lima en 2003. La Comisión de Psicología Comunitaria, con mayor o menor grado de dinamismo, ha mantenido su actividad. En algunos momentos ha habido boletines informativos que difundían aportes, logros, eventos, publicaciones ocurridas en el área y estas recopilaciones, su producto más importante, nos dan una idea de los intereses y tendencias en esta subrama de la psicología; democráticamente muestran el trabajo de figuras establecidas y también el de quienes se inician; presentan los alcances y limitaciones y también hablan de la claridad o de la borrosidad de sus límites. Según el momento hay recopilaciones en las cuales predominan los trabajos comunitarios de intervención en salud, o en violencia familiar, o en violencia de género, o bien se inclinan hacia la relación entre comunidad y escuela, o hacia la organización y desarrollo de comunidades, así como a su fortalecimiento o a los nexos entre política y comunidad, entre otras posibilidades. Las Memorias de Psicología Comunitaria permiten ver cómo oscila la atención de los y las investigadores e interventores y cómo se amplía o restringe el foco de acción y de reflexión. Ellas no sólo nos recuerdan lo que se ha hecho, sino que además nos advierten sobre lo que se está haciendo, ya que son la instantánea que capta una situación con sus aciertos y 41

Maritza Montero

sus errores, sus innovaciones y repeticiones.

Sobre esta Compilación En esta ocasión el criterio de entrada para los compiladores ha sido solicitar el envío de todas aquellas contribuciones al programa científico del 29 Congreso Interamericano de Psicología, que: 1) incorporasen el concepto “comunidad” en su título, 2) hubiesen sido identificadas como pertenecientes al área de psicología comunitaria en el Programa de dicho evento, lo cual responde a la selección que hace la autora o el autor de la ponencia, y 3) abordar directamente los temas de intervención grupal o comunitaria, apoyo social, prevención, empowerment [fortalecimiento], políticas públicas y representaciones sociales. Los trabajos recibidos fueron luego evaluados por el Comité Editorial a base de criterios claramente establecidos: • Pertinencia explícita para la psicología comunitaria. • Claridad en la redacción. • Especificidad de los objetivos. • Correspondencia entre esos objetivos y el método empleado. • Resultados claros • Discusión coherente de los mismos. • Clara relación entre el trabajo presentado y la psicología comunitaria. El primero de los criterios para recepción de trabajos, al igual que el segundo, supone que todas las personas que usan los términos comunidad o comunitario los aplican con igual sentido y, por lo tanto, comparten una comunidad de significado que sería indicadora de que todos esos trabajos 42

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

se dan en un mismo campo del conocimiento donde, bien sabemos, no habrá uniformidad pues en todo ámbito del saber hay multiplicidad de teorías, métodos e intervenciones prácticas. Pero aún así, la utilización de tales palabras se entiende como señal de presencia de la subdisciplina. Sin embargo, la complejidad de la vida social y de la ciencia que en ella se produce, complica el asunto, pues no siempre que mencionamos una palabra estamos usando una denotación común a todos las usuarias y usuarios de ese término. Por ejemplo, si decimos “arte”, podríamos referirnos a la “disposición o industria para hacer una cosa”, o a la capacidad de imitar, copiar o fabricar o fantasear sobre “lo material o lo inmaterial”; o a un “conjunto de reglas sobre algo” (el “arte cisoria” o el arte de atrapar mariposas, por ejemplo); o a mañas y argucias (“malas artes”, p.e.); o a algún aparato. Denotaciones todas estas que nos da la Real Academia de la Lengua y si esto ocurre en las comedidas gavetas de la Academia, podemos imaginar que en la vida cotidiana, que va más rápido, la cosa puede ser aún más enmarañada. En efecto, la Babel en miniatura en que todas y todos participamos cada vez que tratamos de aplicar un concepto o un criterio único a un fenómeno complejo, se refleja también en esta oportunidad. El concepto de comunidad, sólo de acuerdo a las acepciones del Diccionario, o a las usadas en las diversas ciencias sociales, tiene denotaciones que van desde los grupos constituidos que comparten una historia dentro de una sociedad mayor, hasta los conventos y cuarteles, entre otras instituciones cerradas o al compartir bienes materiales. En el campo de la psicología el asunto se simplifica, pues hay un cierto consenso (no total) en cuanto a aceptar que la psicología comunitaria trabaja con comunidades específicas, o que trata de la comunidad y sus procesos psicosociales. Lo comunitario se refiere a la actividad y el sentido de comunidad en relación con un grupo que tiene ciertas características en común; no a una muestra construida al azar en función de 43

Maritza Montero

criterios determinados por las investigadoras e investigadores. Esto último sería muy útil para estudios psicosociales, epidemiológicos, opináticos, pero esa muestra no constituye una comunidad. Los individuos que la componen ni siquiera se conocen entre sí. Newbrough (1973), Rappaport (1977) y Kelly (1966; 1970;1986), para citar algunos autores estadounidenses reconocidos, sustentan su perspectiva ecológica en una concepción específica (contexto de interacción personaambiente) del concepto de comunidad. De la misma manera, la psicología comunitaria que se ha desarrollado en América Latina apoya su intención constructiva y transformadora (Montero, 1982, 2004; Sawaia, 1998; Wiesenfeld & Sánchez, 1995) en una concepción de comunidad como grupo histórico, dinámico, cultural, que comparte intereses y objetivos comunes, en un tiempo o en un espacio determinados y que genera identidad y formas organizativas (Montero, 2004).

Sobre esta Presentación Por lo tanto me referiré, en primer lugar, a los trabajos de esta recopilación que entran en el campo psicológico comunitario de acuerdo con los criterios establecidos por el Comité Editorial para su evaluación, que me parecen no sólo claros sino muy adecuados. Luego comentaré los de orden psicosocial. Esta división es muy interesante pues revela una vez más, la presencia de la zona de penumbra que existe entre el ámbito social y el comunitario; lo cual es muy lógico porque si bien no todo lo social es comunitario, en cambio todo lo comunitario es siempre social, razón por la cual en la mayor parte de la América Latina y también en una alta proporción de los trabajos anglosajones, la psicología comunitaria que se produce es una Psicología Social-Comunitaria, como la han definido en Puerto Rico Serrano-García y Rosario-Collazo 44

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

(1992). Esto se debe a su conexión de origen con la psicología social, y al marcado enfoque histórico-cultural y social de los fenómenos comunitarios. En el presente caso, los trabajos comentados incluyen obras situadas en esa zona, así como hay otras que son claramente psicosociales. Pero esa zona brumosa es interesante, pues si bien en una época (fines del setenta, inicios de los ochenta), se podía explicar su existencia por la falta de definición en una subdisciplina en sus albores, que en algunos países apenas empezaba a abrir el campo comunitario; hoy día más bien parece tratarse de lo contrario: la psicología social-comunitaria o comunitaria a secas, no sólo parece haberse abierto un camino y un nicho no sólo académico sino también social, sino que además parece unir a él un cierto prestigio que la hace lo suficientemente atractiva como para que se busque el cobijo de su nombre.

La Psicología Social-Comunitaria o Psicología Comunitaria Los trabajos comunitarios de este Anuario son textos de mucho interés. Así con una perspectiva teórica y metodológica crítica encontramos los artículos de Dolores Miranda Gierbolini (Lo Social y Comunitario de la Psicología SocialComunitaria: Bifurcaciones, Reorientaciones y Encuentros); el de Fabricio Bálcazar (Investigación Acción Partícipe (IAP): (Obstáculos de Implementación) y el de Sánchez, Cronick y Wiesenfeld (La Pobreza desde la Perspectiva de la Psicología Social-Comunitaria). El trabajo de Miranda Gierbolini es una revisión crítica del desarrollo teórico y conceptual en la Psicología SocialComunitaria (PSC) en los últimos treinta años, así como de sus relaciones de intercambio nutriente con la Psicología Social (PS) en cuanto a sus influencias teóricas comunes, y a la identificación de la PSC y de una tendencia dentro de la 45

Maritza Montero

PS, con el paradigma post-positivista. Esta autora subraya como aspectos fundamentales constituyentes de la PSC el asumir el tratamiento de la ideología y la conciencia en su práctica; el promover el fortalecimiento o potenciación (empowerment); la gobernabilidad de la comunidad; la autogestión; los derechos humanos y la liberación y subrayar el consumo como instrumento político, ubicando todo esto dentro de la función problematizadora que lleva al cambio social. Su trabajo termina planteando la construcción futura sobre estas bases. A su vez, Fabricio Bálcazar hace un acucioso análisis crítico de la investigación acción partícipe, o participativa como también se la suele llamar, centrando su trabajo en los aspectos conceptuales y los obstáculos a su implementación. En su disección de este método, que ha sido y es central para el trabajo psicológico-comunitario, este autor analiza sus principios psicológicos y epistemológicos y sus estrategias de aplicación, discutiendo las tres funciones primordiales, ya señaladas por Paulo Freire en sus trabajos fundacionales de este método: investigación, educación y acción. Balcázar parte del modelo creado por él, Fawcett y Seekins (1997) y asimismo presenta una serie de dificultades y obstáculos asociados a la IAP, registrados tanto por la literatura, como vividos en su propia práctica. Este es artículo de gran utilidad para los estudios comunitarios, que estaba haciendo buena falta. Sánchez, Cronick y Wiesenfeld, en un trabajo claro y bien informado, presentan un preciso resumen de la significación de la pobreza (un problema de dimensiones universales) y de su relación con la PSC y de cómo esta puede suministrar elementos metodológicos y epistemológicos que pueden ayudar a afrontar un flagelo que azota a la mitad de la humanidad. Su análisis del concepto de pobreza en función de su carácter relativo, lo cual no significa ni trivializarla ni reducirla, destaca 46

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

la necesidad de tomar en cuenta su pluralidad, complejidad, multisectorialidad y sus condicionantes ecológicos. Tenemos luego cinco trabajos referidos a programas de intervención en Psicología Social-Comunitaria. Los trabajos de Ortiz Torres, Nieves Rosa, Gómez y Malavé (Transferencia de Tecnología a Organizaciones Comunitarias); de Suárez Balcázar (Evaluación Partícipe de una Intervención de Internet en un Barrio Afro-Americano); de Toro Alfonso, Rodríguez-Madera, Acosta-Pérez y Ruiz-Torres (Las Necesidades de Adiestramiento para la Prevención Secundaria en Organizaciones de VIH/SIDA en Puerto Rico: Desde la Academia para la Comunidad); de King, Zitek y Hebl (Antecedentes, Manifestaciones y Consecuencias del Estigma de la Homosexualidad: Una Perspectiva de la Comunidad), y finalmente, el de Samaniego, Antivero, Bártolo, Bonzo, Btesh, Domínguez, García Labandal, Iurcovich y Villegas (Evaluación de una Estrategia Comunitaria de Promoción del Abandono del Consumo de Tabaco). En estos trabajos vemos la acción realizada con la comunidad y también en algún caso en la comunidad, pero con resultados de interés para ella. El primer trabajo mencionado en el párrafo anterior, de Ortiz Torres, Nieves Rosa, Gómez y Malavé, sobre transferencia de tecnología a organizaciones comunitarias, presenta una intervención que combina el trabajo con instituciones o agencias de salud externas a la comunidad, y la intervención de agencias internas propias de la comunidad (grupos organizados con objetivos específicos, en este caso igualmente orientados a la atención en salud). Mas aún, las autoras y autores enfocan un tema poco discutido en el campo: la transferencia de tecnología, pero al mismo tiempo, uno que forma parte de las bases epistemológicas de la PSC: la unión del conocimiento: el científico y el popular. En ese campo de fusión de saberes se ubica este trabajo de carácter reflexivo y crítico, que en su aspecto sustantivo trata con un 47

Maritza Montero

importante problema de salud: el fortalecimiento de hombres homosexuales seropositivos. Las autoras y autores señalan la necesidad de considerar, en la transferencia tecnológica, tanto eficacia como efectividad, además de dos condiciones para hacerlo que toman en cuenta la extensión del adiestramiento en formas de tecnología y la consultoría sobre el mismo. En sus conclusiones señalan las limitaciones encontradas respecto de las organizaciones que tratan con VIH/SIDA, en concreto, y la complejidad de la tarea planteada. Este es un excelente estudio que contribuye al conocimiento de las relaciones entre agentes externos e internos en los procesos de transformación y de producción de conocimiento en la comunidad. Toro Alfonso, Rodríguez-Madera, Acosta-Pérez y Ruiz-Torres, a su vez, enfocan un aspecto de la necesidad de transferencia antes indicada: el adiestramiento para la prevención secundaria en organizaciones de VIH/SIDA en Puerto Rico. Su trabajo se origina en una agencia que produce servicios para la comunidad (el Departamento de Salud de Puerto Rico) y de la preocupación por incorporar a las comunidades a programas de prevención secundaria de VIH/SIDA. Este trabajo es un buen ejemplo del carácter fructífero de la aplicación de métodos mixtos, cualitativos (entrevistas semi-dirigidas y grupos focales) y cuantitativos (cuestionario). Sus resultados son una muestra de lo que se puede hacer en un trabajo conjunto entre agentes externos e internos, con participación comunitaria. Yolanda Suárez Balcázar presenta un ejemplo de cómo transferir tecnología en un proceso claramente comunitario: el uso de internet en beneficio de una comunidad, y específicamente una de bajos recursos económicos, donde internet y el uso de tecnología para su utilización, no suelen estar presentes. La autora evalúa un programa en el cual participaron cuarenta y dos líderes de grupos comunitarios que no sólo se beneficiaron personalmente, sino que la 48

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

socializaron a otros miembros de su comunidad de origen, para beneficio de la misma. Este carácter positivo extendido a la comunidad, así como el sentido de control personal de los y las líderes agentes de cambio, son dos de los resultados más importantes de este trabajo, en el cual se conjuga un aspecto ligado al desarrollo tecnológico con un aspecto de intervención-activa y partícipe Otro trabajo evaluador de una estrategia promotora de salud (abandono del consumo de tabaco) realizada con criterio comunitario es el de Samaniego, Antivero, Bártolo, Bonzo, Btesh, Domínguez, García Labandal, Iurcovich y Villegas. Estas autoras quienes trabajan desde hace varios años en el Partido de Avellaneda, una zona de bajos recursos económicos en la ciudad de Buenos Aires, presentan un trabajo realizado con un diseño cuasiexperimental en el cual se conjugan lo psicosocial, lo psicosocial comunitario, la atención en salud, y los aspectos clínicos y sanitarios, para configurar un buen trabajo de Salud Comunitaria. La perspectiva comunitaria es un factor que dinamiza los objetivos y que coloca a las personas interesadas (ochocientos ochenta y ocho de ellas) no sólo como receptoras sino como actores de la transformación. El trabajo de King, Zitek y Hebl, sobre el estigma de la homosexualidad, presenta un modelo de estudio basado en la exploración y descripción de los antecedentes, manifestaciones y consecuencias de los estigmas producidos por una comunidad y sufridos, vividos y aún aceptados por otra, tomando en cuenta tanto la percepción promedio como la variabilidad.

En la Zona Intermedia Partiendo del campo intermedio entre lo comunitario y lo

49

Maritza Montero

psicosocial, para dar un giro comunitario a lo que habría podido ser otro estudio más de concepciones psicosociales sobre un tema de importancia, está el interesante trabajo de Legaspi y Aisenson: Juventud y Pobreza: Las Representaciones Sociales sobre Formación y Trabajo. En este artículo se muestra cómo las relaciones entre ambas áreas psicológicas pueden alimentarse la una a la otra. Así como en sus orígenes, la psicología comunitaria recurrió a la psicología social para aplicar muchos de sus métodos y técnicas, en este caso se ve como un enfoque eminentemente psicosocial acude a la psicología comunitaria a la cual coloca como marco de la exploración de campo realizada para conocer lo que jóvenes de una comunidad pobre de la ciudad de Buenos Aires opinan, creen, sienten, consideran, es decir, cómo representan la formación laboral y el trabajo. Buscar a “los sujetos” del estudio en ese ámbito y aplicar técnicas de grupo focal (psicosocial) y de entrevista a informantes clave (técnica de origen antropológico adoptada tanto por la psicología social como por la comunitaria), se hace bajo la concepción comunitaria de que es necesario conocer las necesidades a través de quienes las sufren. Por eso definen el problema y aplican una estrategia metodológica que los y las hace participantes y que da a los resultados un sentido significativo para ellos y ellas. Más aún, en sus conclusiones hacen referencia a la influencia comunitaria sobre las representaciones sociales construidas a partir de las opiniones predominantes en los sujetos con los cuales se trabajó. Un aspecto valioso de este trabajo es la fusión metodológica, de base cualitativa, que va mas allá de los estudios de representaciones sociales en grupos anónimos formados por el investigador e investigadora, que al reintegrar los resultados en la comunidad de origen de las personas participantes, redimensionan su sentido social.

Clase Aparte 50

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

El trabajo de Ignacio Dobles: Liberación y Psicología, Memoria y Poder: Algunas Reflexiones, una de las conferencias magistrales del Congreso de Lima, muy merecedora del adjetivo, es una excelente visión crítica del fenómeno de la construcción de la memoria colectiva, planteado a partir de la psicología social de la liberación y de los aportes de la filosofía política de Walter Benjamin. Ambos enfoques forman parte de una tendencia que podemos considerar como un aporte de la psicología política, pues la psicología social de la liberación es la contribución más importante a la psicología política que se ha hecho en América Latina. Dobles propone crear una memoria social de empatía con las víctimas de tantos procesos sociales que han oprimido, aplastado, silenciado y excluido a enormes sectores de la población no sólo en América Latina sino en todo el mundo. Esto es doblemente importante, no sólo por lo que significa en cuanto a la liberación del recuerdo, sino además porque la historia como se sabe, suelen escribirla no sólo los vencedores y vencedoras sino también los opresores y opresoras; reprimiendo y dejando impunes a quienes deberían responder ante la justicia. Su conexión con la psicología social-comunitaria se encuentra en un párrafo, en el cual ajustadamente señala al procedimiento de recuperación crítica de la historia que se suele aplicar en este campo, como una de las formas de combatir el olvido ideológico y alienante, acallador de las conciencias tanto individuales como sociales.

Psicología Social Entre los trabajos psicosociales de esta compilación destaca el de Terroni y Vivas, Procesos de Influencia y Comunicación en Pequeños Grupos de Toma de Decisión, el cual presenta un impecable diseño cuasiexperimental realizado con una muestra de 105 estudiantes universitarios, asignados 51

Maritza Montero

al azar a los grupos con los cuales se trabajó. La autora y autor buscaron medir el flujo comunicacional y la influencia percibida, en una tarea de decisiones múltiples concatenadas. Los resultados son de interés y están bien discutidos; de hecho un punto en la discusión, en el cual mencionan el concepto de fortalecimiento o empowerment, indicando su relación con sus hallazgos y la utilidad del conocimiento producido para las relaciones intrainstitucionales, puede haber sido la razón de su inclusión en esta recopilación. El estudio contribuye al mejor conocimiento del fenómeno de la influencia social y de la psicología social de la comunicación. El trabajo de Nina Estrella y Pacheco, ¿Qué es el amor para la pareja puertorriqueña?, es una investigación con empleo de la técnica de redes semánticas, y de un cuestionario de preguntas abiertas aplicados respectivamente a una muestra por disponibilidad de personas reclutadas en la ciudad. Es decir, se tomó una muestra al azar simple elegida por las investigadoras, en el área metropolitana de San Juan, Puerto Rico. Aunque las autoras declaran su intención de “estudiar el amor desde la mirada de la psicología comunitaria”, ese nexo no aparece en el trabajo, pues las condiciones aducidas son de carácter general y pueden estar presentes en múltiples fenómenos sociales. Más bien la inserción en el texto de esa intención manifiesta, no presenta relación con lo hecho, ni con el título, el cual extiende el alcance de los resultados a la pareja puertorriqueña, en general. Los resultados en verdad no necesitaban de esa mención, que por el contrario resulta incongruente con el nivel del estudio, por lo demás de mucho interés y muy bien fundamentado teóricamente, con excepción de la digresión antes mencionada. Aportes de Autores Argentinos a la Psicología Social: El Psicoanálisis en Ambitos Psicosociales es un ameno relato de M. Robertazzi, que fiel a su título, describe las contribuciones hechas en la Argentina de los años 60-80, a la psicología 52

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

social, especialmente por el médico E. Pichon-Rivière y los psicólogos A. Bauleo y J. Bleger. Se trata de un trabajo bien escrito que sin duda hace un aporte a la historia de la psicología en Argentina. Es muy necesario, sobre todo, si se toma en cuenta la proliferación de escuelas de “psicología social” no académicas, centradas en un solo autor, habida en ese país. El último de estos trabajos es el de Saldaña, Moreno Guevara y Licona, Autoconcepto y Variables Demográficas en Adolescentes de Nivel Medio Básico. En este se describe una encuesta que se realizó en Ciudad de México, en la cual se arriba a la conclusión de que las variables demográficas influyen “en la inadecuada formación del autoconcepto de la persona adolescente mexicana”, entre ellas la Delegación (zona o distrito de la ciudad) donde se vive.

En Resumen Quienes lean este volumen encontrarán lectura útil no sólo en el campo de la psicología social-comunitaria, sino de otros campos, algunos tangencialmente relacionados con ella. Ello se debe a mi aplicación como comentarista, de los criterios de evaluación producidos por el Comité Editor de este Anuario y a mi identificación con los desarrollos teóricos, metodológicos y conceptuales de la psicología social-comunitaria, que asumo y defiendo. Lo importante es que nuevamente, esta publicación, como otras que la han antecedido, refleja diversidad y riqueza, presenta aspectos generadores de conocimiento y aspectos moduladores de conocimiento establecido, al cual ayuda a fortalecer o cuyas debilidades señala. Es también una muestra del alcance del área comunitaria de la psicología, de su poder de convocatoria y de su atractivo. También dice de su capacidad para incorporar aspectos nuevos, de reflexionar sobre sí misma, de criticarse y de avanzar a partir de esa reflexión y de esa crítica. 53

Maritza Montero

Referencias Balcazar, F. E., Seekins, T. W. & Fawcett, B. (1997). El involucramiento de consumidores en organizaciones de lucha por los derechos: Guía para la planeación de proyectos de acción. Chicago, Illinois: University of Illinois, Institute on Disability and Human Development. Comisión de Psicología Comunitaria (2001). Anuario Comisión de Psicología Comunitaria, Revista de Psicología, X (2) [Edición Especial]. Fuks, S. (Ed.) (1999). Memorias en Psicología Comunitaria. PSYKHE, 8 (1) [Edición especial]. Kelly, J. C. (1966). Ecological constraints of community psychology practice. American Psychologist, 21, 535-539. Kelly, J. C. (1970). Antidotes for arrogance. Training for community psychology. American Psychologist, 25, 534-531. Kelly, J. C. (1986). Context and process: An ecological view of the interdependence of practice and research. An invited address. American Journal of Community Psychology, 14, 573-605. Montero, M. (1997) (Coord). Psicología y comunidad. Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela y SIP. Montero, M. (1982). La psicología comunitaria: Orígenes, principios y fundamentos teóricos. Boletín de la AVEPSO, V, 15-22. Montero, M. (2004). Introducción a la Psicología Comunitaria. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Newbrough, R. J. (1973). Community Psychology: A new holism. American Journal of Community Psychology, 54

El “Anuario del 2005”: La Psicología Comunitaria y la SIP

1, 201-211. Rappaport, J. (1977). Community Psychology: Values, Research and Action. Nueva York, N.Y.: Holt, Rinehart y Winston.

Rodríguez, A. & Giorgi, V. (2003) (Eds.) Anuario de Psicología Comunitaria [CDROM], Montevideo, Uruguay. Sawaia, B. B. (1998). Psicología Comunitaria: Un área paradigmática de conocimiento científico comprometido. En A. Martín González (Comp.) Psicología Comunitaria: Fundamentos y aplicaciones (págs. 173-192). Madrid, España: Visor. Serrano-García, I. & Rosario-Collazo, W. (1992). Contribuciones puertorriqueñas a la Psicología Social-Comunitaria. San Juan, Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Serrano-García, I., Cantera, L. & Mirón, L. (1991). Memorias de Psicología Comunitaria. San Juan, P.R.: Congreso Interamericano de Psicología, Inc. Wiesenfeld, E. & Sánchez, E. (1995). Psicología Social Comunitaria: Contribuciones Latinoamericanas. Caracas, Venezuela: Comisión de Estudios de Postgrado, FHE-UCV-Tropykos.

55