Proyecto galletas primer avance

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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE PEROTE INGENIERÍA INDUSTRIAL FORMULACIÓN Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS PROYECTO DE INVERSIÓN PARA PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE GALLETAS CON FRUTA DESHIDRATADA EN PEROTE VER. Alumno

No. Control

José Leonel Pérez de Jesús

17020038

Daniel Osorio Palacios

17020053

José Luis Ortiz Pérez

17020071

Anabel Soto Martínez

17020077

CATEDRÁTICO: M.I.I. M. CLAUDIO GARCÍA MORENO

Semestre 6°to Grupo 601-A

Contenido DATOS GENERALES DEL PROYECTO.............................................................3 Nombre del Proyecto.........................................................................................3 Concepto del proyecto......................................................................................3 Antecedentes e historia.....................................................................................5 Justificación.....................................................................................................16 Misión..................................................................................................................17 Visión..................................................................................................................17 Ventajas comparativas....................................................................................17 Ventajas competitivas.....................................................................................17 FODA...............................................................................................................17

Resumen ejecutivo

Etapa 1 Elementos Conceptuales en el Estudio de un Proyecto

DATOS GENERALES DEL PROYECTO Nombre del Proyecto Elaboración de Galletas con frutas deshidratadas para la formulación de un proyecto de inversión.

Objetivo General Elaborar un proyecto productivo de galletas con fruta deshidrata para satisfacer el gusto de las personas por este producto a través de la técnica de la formulación y evaluación de proyectos en el municipio de Perote, Ver.

Objetivos específicos 

Generar y desarrollar la idea del proyecto



Realizar estudios de Mercado



Elaborar un estudio Técnico e Ingeniería del Proyecto



Formula un análisis económico y financiera del Proyecto



Hacer un estudio de impacto social y económico.

Concepto del proyecto Galletas elaboradas a base fruta deshidratada La intención de realizar este proyecto es emprender un producto único e innovador dentro de la región de perote, ver que es un negocio rentable ya que la elaboración se realizara con productos de temperada de la región, además de que se tiene un 99.7% de las familias en México son consumidores de galletas por diferentes medios como se planea ser vendido en tiendas minoristas, tiendas de auto servicio, lugares de comida, establecimientos familiares por la gran calidad de proteínas que contendrá el producto. Un estudio realizado por América Retail el 86% de los mexicanos compran y consumen galletas fuera de casa. En 1 de cada 10 compras en la calle se adquieren galletas, siendo en el trabajo en el segundo lugar donde más se compran. En el 48% de las veces que se compran es en la tiendita de la esquina, por lo que es un producto redituable para nosotros. Es un producto que actualmente no se encuentra en el mercado para ser vendido, se espera que sea un producto que cumpla expectativas de los

consumidores relacionados con la industria galletera además de ser innovador, único, redituable, económico, presentable y además de que se cuide el medio ambiente por medio de su proceso de fabricación. Se espera que se pueda expandir a más municipios cercanos a la región de perote, ver para que sea convierta en un producto consumido por las personas, con el fin de invertir en la expansión del negocio. Se cumplirá con

las físicas y químicas con el fin de controlar su nivel de calidad para ser elaborada, se trabajara bajo la especificación de la norma NMX-F-006-1983 ALIMENTOS. GALLETAS. FOOD. COOKIE.

Humedad: Todos los alimentos, cualquiera que sea el método de industrialización a que hayan sido sometidos, contienen agua en mayor o menor proporción. Las cifras de contenido en agua varían entre un 60 y un 95% en los alimentos naturales. En los tejidos vegetales y animales, puede decirse que existe en dos formas generales: “agua libre” Y “agua ligada”. El agua libre o absorbida, que es la forma predominante, se libera con gran facilidad. El agua ligada se halla combinada o absorbida. Se encuentra en los alimentos como agua de cristalización (en los hidratos) o ligada a las proteínas y a las moléculas de sacáridos y absorbida sobre la superficie de las partículas coloidales. (Hart, 1991) Cenizas: Las cenizas de un alimento son un término analítico equivalente al residuo inorgánico que queda después de calcinar la materia orgánica. Las cenizas normalmente, no son las mismas sustancias inorgánicas presentes en

el alimento original, debido a las perdidas por volatilización o a las interacciones químicas entre los constituyentes. PH: El ph se utiliza en Química como medida del grado de acidez o alcalinidad de un elemento normalmente evaluado en su estado líquido. Proteína: Sustancia química que forma parte de la estructura de las membranas celulares y es el constituyente esencial de las células vivas; sus funciones biológicas principales son la de actuar como biocatalizador del metabolismo y la de actuar como anticuerpo. Fibra bruta o cruda: Es el residuo libre de cenizas que resulta del tratamiento en caliente con ácidos y bases fuertes. Extracto etéreo: está formado principalmente por aceites y grasas, aunque también incluye otro tipo de substancias liposolubles como vitaminas, esteroles, pigmentos, ácidos orgánicos, etc. El extracto etéreo obtenido se calienta a 100ºC durante 15 minutos para eliminar los compuestos volátiles. Carbohidratos: también llamados hidratos de carbono son los azúcares, almidones y fibras que se encuentran en una gran variedad de alimentos como frutas, granos, verduras y productos lácteos. Microbiológico: el criterio microbiológico para un alimento define la aceptabilidad de un producto o un lote de un alimento basada en la ausencia o presencia, o en la cantidad de microorganismos, incluidos parásitos, y/o en la cantidad de sus toxinas/metabolitos, por unidad o unidades de masa, volumen, superficie o lote.

Antecedentes e historia La galleta (del francés galette) es un producto alimenticio pequeño y plano, dulce o salado, horneado hecho normalmente a base de harina, huevos, azúcar, y/o mantequilla, aceite de cocina y otros aceites o grasas. Puede incluir más ingredientes como pasas, avena, virutas de chocolate, amaranto o nueces, coco y otros. El Diccionario de Nutrición y Tecnología de Alimentos establece que “las galletas son esencialmente productos con muy poca humedad, hechas con harina, ricas en grasa y azúcar, de alto contenido energético”.

Este mismo diccionario sugiere que su acepción derivada del inglés y de nombre inglés de “biscuit” deriva del latín y significa que ha sido cocida dos veces, lo que explica su bajo contenido en agua. Las primeras referencias escritas para la palabra Galleta tal y como la conocemos, provienen de la palabra francesa “galette” con la que al menos desde 1636, se referían al pan sin levadura elaborado para consumir en los barcos. También se utilizó la palabra “galette” para designar a una especie de hojuela o crepa que los franceses comían en el Siglo XIII. En el principio la utilización de una masa de harina de cereal es constante como alimento preparado por el hombre quien, al descubrir el fuego, aumentó las posibilidades para transformar la calidad, la cantidad, la durabilidad y el sabor de sus alimentos. Historia Galletas para viajes La necesidad de alimentos nutritivos, fáciles de almacenar, fáciles de transportar, y de larga duración para los viajes largos, en particular para las travesías marítimas, se resolvió inicialmente mediante la adopción de alimento vivo, junto con un carnicero/cocinero. Sin embargo, esto ocupaba demasiado espacio en transportes de tracción animal o en barcos pequeños. Por ello, los primeros ejércitos recurrían a la caza y al forrajeo en sus desplazamientos. La introducción de la cocción de los cereales procesados y la creación de la harina proporcionaron una fuente alimenticia más fiable. Los marineros egipcios

realizaban

pastel dhourra,

un

pan

plano

mientras

que

los

y

quebradizo

romanos

crearon

de mijo llamado una

galleta

llamada buccellum.5 El libro de cocina romano Apicius la describe como "una pasta espesa de harina de trigo fina; se hierve y se extiende en una placa. Cuando se ha secado y endurecido, se corta y luego se fríe hasta que esté crujiente y luego se sirve con miel y pimienta". Muchos de los primeros médicos creían que la mayoría de los problemas médicos estaban asociados con la digestión. Por lo tanto, sugerían el

consumo de una galleta al día tanto para el sustento alimenticio como para evitar enfermedades. Las galletas duras se ablandan a medida que envejecen. Para resolver este problema, los primeros panaderos intentaron crear una galleta lo más dura posible. Por ser duras y secas, y si se almacenaban adecuadamente para su transporte, las galletas de las flotas sobrevivían a la manipulación brusca y a las altas temperaturas. Al ser endurecida al horno, se podía mantener sin echarse a perder durante años, siempre y cuando se mantuviera seca. Para viajes largos, la galleta se cocía cuatro veces, en lugar de dos, que era lo más común.6 Para suavizar galleta para comerla, a menudo se sumergía en salmuera, café o algún otro líquido, o eran cocidas en una sartén con la comida. En 1588 en la Marina Real Británica, la cantidad diaria a bordo de un buque de la Marina Real era una libra de galletas más un galón de cerveza. Samuel Pepys regularizó en 1667 por primera vez el avituallamiento naval con variadas y nutritivas raciones. Durante el reinado de la Reina Victoria, la galleta de la Marina Real era hecha a máquina en el Real Taller de Avituallamientos de Clarence en Gosport, Hampshire, llevando estampado el monograma de la Reina y el número del horno en el cual fueron horneadas. Las galletas continuaron siendo una parte importante de la dieta de los marineros de la Marina Real hasta la introducción de los alimentos enlatados. Las primeras conservas de carne se comercializaron en 1814 y la carne vacuna enlatada fue añadida oficialmente a las raciones de la Marina Real británica en 1847. Confección de las galletas Las primeras galletas eran duras, secas y sin azúcar. A menudo eran cocidas después del pan, en el horno de una panadería cuando estaba ya enfriándose. Eran una forma barata de sustento para los pobres. En el siglo VII d.C. los cocineros del imperio persa ya habían aprendido de sus antepasados las técnicas de calentamiento y cómo enriquecer las mezclas a base de pan con huevos, mantequilla y crema, y a endulzarlas con frutas y miel.

Una de las primeras galletas especiadas era el pan de jengibre, en francés pain d'épices, que significa "pan de especias". Fue traída a Europa en 992 por el monje armenio Gregorio de Nicópolis. Él dejó Nicópolis Pompeii, en Armenia Menor, para vivir en Bondaroy, Francia, cerca de la ciudad de Pithiviers. Se quedó allí durante siete años y enseñó a los sacerdotes franceses y a los cristianos cómo cocinar pan de jengibre.89 Este fue originalmente un denso pastel de especias con melaza. Como era tan caro de hacer, las primeras galletas de jengibre eran una forma barata de utilizar la mezcla de pan sobrante. Con la invasión musulmana de la Península Ibérica, y luego con las Cruzadas y el desarrollo del comercio de las especias, las técnicas de cocina e ingredientes de Arabia extendieron hacia el norte de Europa. En la Edad Media las galletas se hacían a partir de una pasta de pan decorada y condimentada y luego horneada (por ejemplo, pan de jengibre), o de pan cocido enriquecido con azúcar y especias y luego horneado de nuevo. El rey Ricardo I de Inglaterra (también conocido como Ricardo Corazón de León) trajo de la Tercera Cruzada (1189 a 1192) el "biskit muslin", que era un compuesto de harina mezclada con cebada, centeno y harina de frijoles. La fabricación y la calidad del pan estuvo controlada hasta entonces, por lo que la preparación de la galleta estaba encomendada a los gremios de artesanos. A medida que comenzó el suministro de azúcar y el refinamiento y la entrega de harina aumentó, también lo hizo la capacidad para degustar los productos alimenticios que requerían una producción más pausada, incluyendo

las

galletas

dulces.

Existen

escritos

del monasterio

de

Vadstena que narran cómo las monjas suecas horneaban pan de jengibre para aliviar la digestión en 1444. El primer comercio documentado de galletas de jengibre fue en el siglo XVI, cuando se vendían en las farmacias de los monasterios y en las plazas donde estaban los mercados de agricultores en la ciudad. El pan de jengibre se convirtió en un producto ampliamente disponible en el siglo XVIII. Las empresas británicas de galletas de McVitie, Carr, Huntley & Palmer, y Crawford se fundaron en 1850. La industria galletera forma parte del grupo de “Ce ni cientas” de la historia económica mexicana. Seducida por los modelos de industrialización europeos, la historiografía ha prestado más atención a la industria textil y a la

siderurgia, en detrimento de otros sectores, como éste, mucho menos vistosos, cuyos logros son, hoy por hoy, desconocidos. El olvido desde la perspectiva macroeconómica y de la contribución del sector al crecimiento económico mexicano no está del todo injustificado, en tanto que su participación en el empleo y en el Valor Agregado Bruto (vab) ha sido a lo largo del siglo xx prácticamente insignificante. Su interés, en realidad, radica en las innovaciones empresariales que en él se han originado. La galleta es el producto alimenticio más elaborado y el que requiere mayor número de componentes, lo que ha incitado la integración vertical de las compañías ocupadas en su producción y la formación en torno de ellas de grandes corporaciones agroalimentarias como Nabisco, Danone, Pepsico o United Biscuits. Al tiempo, en la galletería se experimentaron nuevas técnicas de envasado y promoción del producto, más tarde adoptadas por otras ramas de la industria agroalimentaria. En este trabajo pretendo evidenciar la decisiva contribución de la industria galletera a la modernización de la empresa mexicana y el papel desempeñado por los inmigrantes aquí radicados (particularmente los españoles) en la formación de estas compañías. Por otra parte, aspiro a demostrar que las singularidades del mercado mexicano y las oscilaciones coyunturales por las que ha transitado la economía del país desde 1907 hasta el fin de la presidencia de Vicente Fox, han provocado una selección de firmas, materializada en fuerte grado de concentración horizontal, poco común en la industria mexicana de bienes de consumo. En suma, mi trabajo pretende develar aventuras empresariales de gran alcance ignoradas hasta la fecha y los obstáculos y dificultades que tuvieron que arrostrar sus promotores. En él propongo un recorrido por la historia económica de México en el siglo xx, por exótico que parezca, con las transformaciones institucionales que adoptó la industria galletera como hilo conductor. Así, en este texto me ocupo exclusivamente de los aspectos empresariales, soslayando los productivos y tecnológicos. En su elaboración me he servido de fuentes registrales y de la 231 HM 961-1256.indd 1046 31 HM 961-1256.indd 1046 12/8/08 11:44:01 AM 2/8/08 11:44:01 AM LA FORMACIÓN DE LA GRAN EMPRESA GALLETERA MEXICANA 1047 documentación contable custodiada en instancias públicas y en los archivos de las empresas. Su consulta es, en este caso, ineludible debido a las carencias de las cifras elaboradas por la Administración. Las estadísticas

públicas

mexicanas

(modélicas

para

otras

ramas

de

la

industria

agroalimentaria) son muy cicateras con la fabricación de galletas, en razón precisamente, de la pequeñez relativa de esta dedicación productiva. Los pioneros, 1907-1935 Los primeros pasos de la industria galletera en México están por esclarecerse. Con todo, a finales del siglo xix había adquirido alguna importancia en la ciudad de México. De hecho, tal fue el argumento esgrimido por la Secretaría de Fomento para negar en 1899 a la casa de banca Sandoval y Cía. los derechos exclusivos de elaboración y franquicias arancelarias que reivindicó para su galletera en Nogales. La inmigración de europeos estimuló el establecimiento de nuevas plantas en las ciudades de la República económicamente más dinámicas, inmediatamente después del declive financiero de 1907. Se levantaron entonces en la capital federal las fábricas del español Tomás Barberena y la de la Compañía Harinera Nacional, una sociedad anónima ligada al industrial panadero de esta nacionalidad Braulio Iriarte.4 En Monterrey se erigieron las de Morales y Cía. y Ritcher. Pero la de mayores dimensiones la organizó en 1905 en Mérida (Yucatán), junto a una fábrica de escobas, el empresario Tomás Ponce de León. En 1911 se hizo cargo de ella Luis A. Dondé.5 Se trataba de fábricas de modesto tamaño dotadas, a lo sumo, de un horno “de cadenas”.6 Sus productos (galletas finas muy sofisticadas) satisfacían la demanda de los inmigrados españoles más acaudalados.7 Pero elaboraban también “galleta de mar” (sin mayor aderezo) por encargo del ejército.8 De hecho, Sandoval y Cía. propuso el suministro en exclusiva a la Intendencia a un precio un cuarto por debajo del abonado por sus proveedores.9 Precisamente, gracias a su dimensión estratégica, los galleteros mexicanos obtuvieron ganancias extraordinarias durante la Revolución. No en balde, surgieron nuevas factorías, en su mayor parte en el norte del país (véase el cuadro 1). En 1915, sólo propiedad de españoles, eran cuatro los establecimientos de estas características en la ciudad de México.10 También la fabricación de galletas en los estados de Veracruz (allí nació el enclave de Orizaba) y Yucatán (Dondé amplió considerablemente su factoría para poder atender estos pedidos) resultó favorecida por la situación bélica.11 Cuadro 1 fábricas de galletas en activo en méxico en 1920 Razón social Localidad Estado

Compañía Harinera y Manufacturera Nacional Ciudad de México Distrito Federal Hijos de Dámaso Rodríguez Saltillo Coahuila Soberón Hermanos (“El Progreso”) Durango Durango Compañía Galletera Nacional Guadalajara Jalisco Morales y Cía. Monterrey Nuevo León Cirilo Aurelo El Fuerte Sinaloa La Sonorense, S. A. Hermosillo Sonora Pedro Borge Hermosillo Sonora Compañía Harinera y Manufacturera Nacional Puerto de Veracruz Veracruz Enrique Marrón Orizaba Veracruz Juan Ruiz Canales Orizaba Veracruz M. de Arrinaga Mérida Yucatán Luis Dondé Mérida Yucatán Fuente: Bailly-BaillieteRiera, Anuario, t. ii, pp. 1336-1540.

La industria galletera mexicana experimentó un notable desarrollo a lo largo del primer lustro de la década de 1920. Los inversores, en medio de una próspera coyuntura económica, se percataron de las posibilidades de lucro en la venta de un producto novedoso con una elasticidad precio muy elevado, de tal suerte

que en 1922 la producción anual superó las 3 000 toneladas al año.12 Los galleteros no buscaron ya las “economías de enclave” en las minorías extranjeras, sino que atendieron ahora la demanda de las clases medias y de los trabajadores de “cuello azul”.13 Ello exigió la incorporación a la gama de una galleta de troquel, ya arraigada en España y divulgada por los emigrantes de este origen, caracterizada por su alto contenido nutriente y su precio muy acomodado: la “maría”. Entre 1920-1925 se edificaron en el Distrito Federal las fábricas de Lance hermanos, franceses de origen; La Espiga, de los Gómez Cuétara y La Castellana, del también español Emilio Ledo.14 La Industrial, propia desde 1921 de los hermanos Ignacio, Manuel y Alberto Santos, integrantes del entorno financiero de los Garza, se adueñó del mercado de Monterrey. En vano La Continental, S. A., fundada en 1928 por Aurelio González, trató de hacerle sombra: transcurrido sólo un año desde su constitución, fue absorbida por la firma de los Santos. La depresión sufrida tras la crisis de 1929 no causó inicialmente mayor contratiempo a estas jóvenes compañías. Es más, a causa de la caída de la renta, acaudalados y trabajadores cualificados sustituyeron a la pastelería industrial y al pan dulce por las galletas “maría” que elaboraban estas fábricas. Tal desplazamiento de la demanda animó a los hermanos Lara, españoles de nacimiento, a registrar en febrero de 1933 en el Distrito Federal Galletas y Pastas Lara, con un capital de 30 000 pesos.16 Los Santos reformaron integralmente su factoría con la instalación del primer horno continuo eléctrico de México, dos décadas después de su invención. Pero la situación se alteró por completo en 1934 debido a la fuerte conflictividad laboral en el sector, que revistió, en ocasiones, vertientes muy violentas. Los Santos tuvieron que renunciar a su proyecto de dar el salto hasta el Distrito Federal con La Industrial Galletera, S. A. (lisa), formada con Carlos Tijerina, Pablo Martínez y Agustín Vera Garza, que encarnaba la más ambiciosa iniciativa empresarial en el sector galletero conocida hasta entonces en México. Los industriales respondieron

a

las

movilizaciones

sindicales

con

cierres

patronales

generalizados en 1935. Incluso los hermanos Gómez Cuétara preparaban por entonces sus maletas para regresar a España, retorno malogrado por el estallido de la guerra Civil.

Oportunidades bélicas y capitalización de la industria galletera mexicana (19361953) Este sangriento conflicto sirvió para subsanar un problema que arrastraba la fabricación de galletas desde sus comienzos: la carencia de personal cualificado. Los maestros y directores de plantas galleteras vascas y catalanas exiliados no tardaron en encontrar trabajo en las empresas mexicanas, ayunas de estos cuadros técnicos. Mayor repercusión en sus resultados tuvo el inicio de la segunda guerra mundial. Gracias a las imperiosas necesidades de suministro de las tropas estadounidenses, las exportaciones de galletas crecieron apreciablemente. La industria galletera mexicana se incorporó, al cobijo de estas circunstancias tan poco comunes, al mercado mundial. De esta suerte, el valor de la producción (en términos nominales) creció entre 19391943 en 115%, muy por encima del contabilizado por otras ramas de la industria

fabril,

como

la

siderurgia

(34%),

también

lucradas

por

la

excepcionalidad bélica.19 El fin de las hostilidades no provocó mayor desajuste entre la oferta y la demanda ni un retraimiento de la inversión. Las empresas galleteras se beneficiaron con el incremento acelerado experimentado por la economía mexicana entre 1940-1954. Ávila Camacho dispuso generosas exenciones arancelarias a la importación de maquinaria. La política monetaria, que forzó la devaluación persistente del peso respecto al dólar, puso a salvo al sector de la competencia de los productores de Estados Unidos. Los industriales pudieron repercutir en el precio el alza de los costes inducido por el encarecimiento de las importaciones de materias primas y de bienes de equipo, en tanto que el mercado galletero estaba al margen de mayor intervención estatal. La ordenación legal de las inversiones extranjeras disuadió el desembarco de firmas foráneas, en especial de Nabisco, obligada a incursionar en los mercados brasileño y argentino, cerrado a cal y canto el mexicano. Tal fue el entorno protector de que disfrutó la industria galletera en estos años en los que el objetivo de la sustitución de importaciones guiaba la política económica del Ejecutivo. Gracias a esta tutela estatal, las galleteras mexicanas cimentaron su entramado institucional mediante su conversión en sociedades anónimas, como en el caso de “Galletas Dondé”, transformada en 1938 en

Productos de la Harina, S. A. y La Industrial, en Gamesa, justamente diez años más tarde.23 Al tiempo, el sector encaró una profunda modernización tecnológica y la ampliación de sus unidades productivas. En ausencia de otras cifras más precisas, he empleado como indicador de la formación bruta de capital el nominal de las compañías galleteras. Conviene tener presente que en las so ciedades de capital variable sólo aparece escriturado el mínimo (el imprescindible para el comienzo y desarrollo de las actividades de la empresa) y no el contable, por lo que mi estimación subestima la inversión.24 Hecha esta precisión, los datos representados en la gráfica 1 son indicativos del esfuerzo inversor realizado por los empresarios galleteros mexicanos en el periodo.

El nacimiento de la empresa galletera mexicana, como primer elemento distintivo, obedeció a la resolución empresarial de inmigrantes europeos, en particular de españoles. Pero los que, en sus comienzos, eran negocios circunscritos a los mercados conformados por tales minorías, acabaron por adquirir dimensiones y cobertura nacionales, especialmente desde 1940. Sus promotores no contaban con más capital que su perseverancia y el conocimiento de las posibilidades de beneficio en el sector que habían comprobado en el Viejo Continente. Se trata de empresas nacidas en México, donde alcanzaron su madurez, por lo que no se pueden considerar, ni sus

méritos ni deméritos, como ajenas a la realidad económica del país. En su desarrollo, estas compañías tuvieron que afrontar la fuerte inestabilidad política, los sobresaltos financieros, la errática política gubernamental en materia de subsistencias, la escasa integración y la segmentación del mercado, las carencias de medios de transporte y los problemas (cuando no escasez y carestía) en el aprovisionamiento de insumos, sea por la fijación administrativa de sus precios o por la política cambiaria. Muchas compañías sucumbieron ante estas circunstancias. La media docena que sí pudieron sortearlas lo hicieron mediante la integración vertical. Las grandes galleteras a finales del siglo xx habían conseguido una significativa independencia en el suministro de materias primas, así como en la distribución, obligados por los elevados costos de transacción. Es más, estas firmas habían extendido sus áreas de negocio a otras ramas de la alimentación. En suma, la experiencia mexicana demuestra que la incertidumbre puede favorecer la formación de grandes empresas muy diversificadas en países en vías de desarrollo y lastrados por un reparto muy desigual de la renta. Precisamente, las galleteras mexicanas tuvieron que optar por las economías de gama, en lugar de las de escala (como las anglosajonas). De lo contrario no habría podido abastecer a un mercado en el que los hábitos de consumo, en razón de nivel de ingresos o estado de residencia, son tan variados. Esta diversificación, al cabo, inmunizó a la industria galletera nacional frente a la competencia exterior, incapaz de acomodarse a esta conformación del mercado, salvo en el caso de Pepsico. Las empresas galleteras mexicanas se caracterizaron por su temprana internacionalización. Como sucedió en la fabricación de cervezas, pan de molde o tejidos, la España del “desarrollismo” fue una especie de “tubo de ensayo”. Allí hicieron valer la experiencia adquirida en otro mercado emergente y con hábitos de consumo parejos, el mexicano. Y de allí dieron el salto, ya a finales del siglo xx, a Centroamérica y a Estados Unidos, cuando no al conjunto del continente, como en el caso de Bimbo. Los galleteros supieron mantenerse alejados de las turbulencias financieras, en especial de las vividas entre 1983-1988. Tampoco sucumbieron a la tentación de obtener lucro en el corto plazo en estas situaciones con operaciones ajenas a su objeto social en el mercado de capitales. Cierto es que su nivel de endeudamiento adquirió en estos años cotas desconocidas, lo que forzó el cambio de propiedad de algunas de ellas; pero las empresas galleteras nunca perdieron su dimensión estrictamente productiva, con la única excepción de

MacMa, lo que explica su calvario posterior. En el plano territorial se pueden distinguir dos pautas de crecimiento muy distintas en función del domicilio social de las galleteras. Mientras que las de Monterrey se beneficiaron (sobre todo en la distribución) de las oportunidades que proporcionaba el distrito industrial y de sus relaciones con el empresariado local, las de la ciudad de México y Toluca crecieron sin tal auxilio, lo que les impelió a desarrollar la vertiente comercial de sus negocios. Por último, en esta enumeración de mérito, mi trabajo devela la identidad de algunos empresarios en la industria de la alimentación, cuya periplo mercantil ha sido oscurecido por el Grupo de Monterrey o los grandes prohombres de las finanzas del Distrito Federal, a los que la historiografía ha atribuido mayor mérito. Los Gómez Cuétara, los Lance, los Santos, los Monroy y, desde luego, los Servitje deben figurar entre los “capitanes de empresa” que han pilotado el cambio institucional en la economía mexicana en tiempos recientes. Ahora bien, la naturaleza familiar de estas empresas, que supo acomodarse sin mayor dificultad a la sociedad por acciones,

primero,

y

al

gran

corporativo,

después,

obstaculizó

su

fortalecimiento. Lo sucedido con Gamesa constituye un buen ejemplo. Cuétara evidencia con todavía mayor claridad la difícil convivencia entre parentesco y dirección estratégica. La que entonces figuraba entre las mayores productoras del mundo, acabó en 1989 fragmentada por culpa de desavenencias familiares. Dicho en otras palabras, la presencia internacional de la empresa galletera mexicana podría ser aún mayor y similar a la que hoy disfrutan las panificadoras o las cerveceras, de no haber mediado este choque entre dos instituciones no siempre compatibles, tanto más en la cultura empresarial hispana: familia y empresa.

Justificación No existe producto apetitoso, de buena presentación con un alto valor nutricional este proyecto está hecho con el fin de dar a conocer el producto como en este caso en las galletas de frutas deshidratadas nos pareció muy interesante para el consumo de sí mismo y puede ser para cualquier edad, teniendo como fin nutrir al consumidor por las grandes propiedades que tiene como.

El presente proyecto parte de la importancia de los diferentes usos que tiene la galleta en el área gastronómica, así como también, el alto índice de demanda que tiene en el mercado por sus consumidores; siendo uno de los mejores acompañamientos para la merienda de los niños y niñas, adultos y como para las reuniones y fiestas. Por tales motivos el presente grupo considera relevante conocer el procedimiento para la elaboración de las galletas de manera casera, que sin lugar a duda será de gran ayuda a la hora de tener un compartir, un refrigerio u ocasión que requiera aperitivos. Y desde el punto de vista comercial, servirá para tener conocimiento sobre un producto que puede generar buenos ingresos. Este proyecto pretende posicionarse en el mercado como líder en productos de panadería (inicialmente galletas) para ofrecer y complacer a las personas con él un mejor servicio y sobre todo de excelente calidad, creando niveles de competitividad sin perder los estándares de calidad que nos caracterizaran. En la actualidad la mayoría de las personas buscan alimentos funcionales ya que estas galletas con tienen frutas deshidratada que pueden ayudar a tener una vida más saludable al consumidor ya que la fruta es un elemento esencial para una dieta balanceada.

Misión Satisfacer con excelencia a nuestros consumidores ofreciendo un producto de calidad y nutritivo.

Visión Ser una empresa en constante crecimiento preocupada principalmente en satisfacer los de deseos de nuestros consumidores y que asu vez cuida en medio ambiente.

Ventajas comparativas

Factor Precio Contenido Saborizante Caducidad Color

Producto (Galletas) $12.00 130gr Artificial 1 mes Café claro

Comparacion $14.00 120gr Natural 1 mes Café claro

Ventajas competitivas Factor Calidad Sabor Precio Contenido Consistencia Cap. De producción Crecimiento Presentacion

Producto (Galletas) Buena Agradable Aceptable Aceptable Crujiente Buena Bueno Muy buena

Comparacion Optima Agradable Alto Bueno Crujiente Alta Alto Buena

FODA El motivo de la realización de un análisis Foda a través de una matriz es poder resolver las debilidades y amenazas que se puedan presentar, aprovechando así las oportunidades y fortalezas proponiendo soluciones optimas y obteniendo un análisis más profundo.

Factores Internos

Fortalezas •Conocimientos • Maquinaria • Moviliario

Debilidades • Falta de capital

Factores Externos Oportunidades • Fondos del gobierno • Posibles socios • Exportación • Crecimiento • Proveedores • Mercado

Amenazas

• Realizar un estudio de mercado • Realizar la proyección de ventas y utilidades a un horizonte de 5-10 años • Invitar a futuros inversionistas para aportar capital y también crecimiento en el mercado

• Realizar o aplicar • Competencia en el marketing mercado • Sistema de seguridad de • Innovación en el producto cámaras • Inseguridad y delincuencia • Técnicas en mantenimiento • Reglamentos de salubridad • Tener planes de • Escases en materia prima manteamiento para la maquinaria • Establecer reglamento interno

• Elaborar un proyecto de inversión • Gestionar ante la secretaria de economía, recursos monetarios necesarios para la inversión del proyecto

• Ofrecer un producto con características diferentes al de la competencia • Realizar análisis de competencia • Afiliación a la secretaria de salubridad • Realizar un plan de trabajo a 5 y 10 años • Buscar proveedores que abastezcan la materia prima faltante • Aplicar restricciones de entrada en el reglamento a personas exteriores

Etapa 2 Estudio de Mercado