Nociones Generales de La Teologia Fundamental

Universidad Don Bosco Facultad De Ciencias y Humanidades Escuela de Teología Teología Fundamental Tarea: Investigación

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Universidad Don Bosco Facultad De Ciencias y Humanidades Escuela de Teología

Teología Fundamental

Tarea: Investigación sobre aspectos generales de la Teología Fundamental

Catedrático: Pbro. Lic. Roque Regalado

Alumno: Miguel Antonio Barrera Barrera Carnet: BB121656 Ciclo/ Año: 01/2014

Soyapango, Jueves 20 de febrero de 2014

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Contenido

Introducción .................................................................................................................... 3 1.

2.

Historia de la Teología Fundamental.................................................................... 4 1.1

De la Apologética a la Teología Fundamental .................................................. 4

1.2

Las fases de la Teología Fundamental .............................................................. 5

1.2.1

Reacción contra la apologética clásica ....................................................... 5

1.2.2

Fase de Ampliación .................................................................................... 6

1.2.3

Fase de concentración ................................................................................. 7

Su evolución en cuanto objeto de estudio ............................................................. 8 2.1

3.

Objeto................................................................................................................. 8

Método de investigación ....................................................................................... 10 3.1

El método integración ...................................................................................... 10

4.

La importancia que tiene para las demás ciencias teológicas. .......................... 11

5.

Principales representantes de la teología fundamental ..................................... 11

Conclusión ..................................................................................................................... 13 Bibliografía .................................................................................................................... 14

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Introducción La educación actual busca que los estudiantes sean los actores protagonistas de su aprendizaje, es decir, promueve la participación de estudiante al monitorear y evaluar su propio conocimiento en donde se forma al estudiante para ser una persona capaz de juzgar la realidad, valorando y creando nuevos conocimientos. Es por ello que el presente trabajo de investigación daré a conocer los conocimientos adquiridos en la investigación y las lecturas propuestas por el docente de esta asignatura de teología fundamental.

Para tener en cuenta los aspectos generales de la teología fundamental, es necesario hacer una contextualización histórica de esta disciplina. Comenzando desde la etapa en la que se hablaba de Apologética hasta llegar a la Teología Fundamental, además la relación con otras disciplinas teológicas que nos ayudaran a comprender el sentido de la Revelación, teniendo en cuenta el avance de su evolución en cuanto objeto de estudio y su método. Como también las grandes figuras de la Teología fundamental que con sus propuestas y escritos ayudan a clarificar el que hacer teológico y la dirección correcta de la verdad revelada.

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1. Historia de la Teología Fundamental

1.1 De la Apologética a la Teología Fundamental La apologética estaba habituada a los cambios, a los giros imprevistos. Pero en el período posterior a las guerras «el cambio ha sido tan profundo y tan espectacular, que la apologética ha creído oportuno cambiar de nombre y se ha convertido en la teología fundamental»1. Este cambio de nombre ha sido una transformación profunda, en cuestión de contenido, de método y de identidad. Aunque los problemas que enfrenta la teología fundamental siguen siendo sustancialmente los mismos: Revelación y Credibilidad, no se puede hablar propiamente de un comienzo absoluto. La formación de la teología fundamental «comienza en los años posteriores a la guerra»2. Cubre un período de tres décadas que corresponde a un triple movimiento de la reflexión teológica:

Preconciliar

Conciliar

Posconciliar

• a) Una fase de reacción contra la apologética clásica • b) Una fase de ampliación, que coincide con la adopción definitiva del término de teología fundamental • c) Una fase de reflexión sobre su identidad y la jerarquización de sus tareas.

No se trata propiamente de etapas cronológicas, sino «de tres fases como oleadas que se mezclan entre sí en vez de sucederse»3. Cuando se levanta la segunda todavía se hace sentir el movimiento de la primera; y mientras se despliega la segunda, ya comienza a esbozarse la tercera.

1

R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, Madrid: San Pablo, 1992, p. 1437 2 O. RUIZ ARENA, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la Revelación, Bogotá: CELAM, 1989, p. 41 3 O. RUIZ ARENA, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la Revelación, p. 45

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1.2 Las fases de la Teología Fundamental 1.2.1

Reacción contra la apologética clásica

Lo que se llama apologética «tradicional» o apologética «clásica», con su triple proceso de demostración religiosa, demostración cristiana y demostración católica, no es el resultado de una reflexión crítica sobre su objeto, su finalidad, su método, sino de una necesidad histórica: la lucha contra los protestantes del siglo XVI, los libertinos y los ateos prácticos del siglo XVII y los deístas y enciclopedistas del siglo XVIII. Contra los ateos y libertinos.

Había que proponerles una teodicea (teología natural) rigurosa y proponerles la necesidad de la religión. Contra los deístas, que se Había que mostrarles que el cristianismo es la contentaban con una religión verdadera religión. natural y rechazaban toda idea de revelación histórica. Contra los protestantes. Había que mostrar que la Iglesia católica, entre las diversas confesiones cristianas, es la única y verdadera Iglesia. El término de «apologética»4 entra en el uso corriente por el año 1830. Sin embargo, tan sólo a comienzos del siglo XX es cuando aparecen obras que no sólo se dedican a una justificación racional y sistemática de la decisión de fe, sino que se esfuerzan al mismo tiempo en definir el estatuto epistemológico de la apologética como ciencia distinta de la filosofía y de la dogmática. Otros elementos que contribuyeron para la renovación de la «apologética» fueron: «la renovación de los estudios bíblicos y patrísticos; la renovación de los métodos y técnicas de exégesis; la renovación ecuménica»5, que ha cambiado la actitud agresiva y polémica frente a los protestantes en actitud de apertura y diálogo. En cuanto a esta fase de reacción contra la apologética clásica, podemos mencionar las críticas más fuertes: Primeramente la apologética clásica quiere manifestar la credibilidad de la revelación, pero es necesario un estudio serio de la realidad sobre la que pretende dirigir una mirada crítica. Es por ello que sólo la revelación puede decirnos qué es la revelación.

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R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, p. 1437-1448 5 R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, p. 1442

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Además algunos representantes de la apologética tradicional trataban tan sólo de la mesianidad de Jesús. Esto obliga a continuas e ilegítimas reducciones en la presentación de Jesús, propuesto y presentado por los evangelios como el Cristo, el Hijo del hombre, el Hijo del Padre. Otra de las críticas también es la actitud de dureza contra los adversarios protestantes, deístas y racionalistas. En el contexto ecuménico actual, esta actitud ya no es «defendible». No se trata ante todo de refutar, sino más bien de crear condiciones de aproximación y de diálogo. Podemos decir entonces que el fracaso de la apologética estuvo en que «concebía la credibilidad como nota común a todos los dogmas antes de haber emprendido una reflexión teológica y crítica sobre el dogma más fundamental: la revelación misma»6. Es por eso que toda teología fundamental, como justificación crítica de los fundamentos de la teología, debe comenzar por un estudio del hecho de la revelación. Además se le reprocha a la apologética el querer buscar una credibilidad racional que no se preocupa por lograr la credibilidad vivida del creyente.

1.2.2

Fase de Ampliación

La segunda fase de la historia de la teología fundamental comienza en los años sesenta con la promulgación de la Dei Verbum. Se comienza a abandonar el término de «apologética»; se multiplican las obras y artículos sobre la revelación; lo que caracteriza a este período es un fenómeno de ampliación de la disciplina, que se manifiesta en todos los niveles: extensión de su tarea, enriquecimiento de sus temas privilegiados y el diálogo con nuevos interlocutores. Todo esto se concreta en la adopción definitiva del término fundamental para designar su nueva imagen y su nueva identidad. Los temas privilegiados serán: la revelación y su credibilidad. En donde «la revelación se presenta no ya solamente bajo su aspecto objetivo de doctrina, de mensaje, sino como acto de Dios, a saber: como la auto manifestación y la autodonación de Dios en Jesucristo»7. Y en cuanto a la credibilidad tuvo una ampliación en su tratamiento en la DV. La teología fundamental del período conciliar toma conciencia de que el tema de la credibilidad, para 6 O. RUIZ ARENA, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la Revelación, Bogotá: CELAM, 1989, p.

44-45. 7 R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, p. 1448

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su correcta exposición, tiene que abarcar horizontes más amplios. Este fenómeno de la ampliación se puede distinguir en tres orientaciones primordiales tales como los problemas de historia y de hermenéutica, orientación de tipo antropológico y la orientación sobre los signos de la revelación. En este sentido, la ampliación en la teología fundamental, se da en que se hace una justificación racional, pero no sólo a partir de pruebas extrínsecas sobre el origen divino del cristianismo, sino por una reflexión de la existencia de creyente en el seno de la Iglesia y del mundo. Por tanto, «el objeto de una nueva apologética no será sólo la credibilidad desde el punto de vista exclusivamente racional, sino también la credibilidad del cristianismo desde el punto de vista de la experiencia humana global»8. Por eso es mejor hablar de teología fundamental, ya que la certeza de la revelación divina se puede probar únicamente en el contexto de la experiencia de fe. 1.2.3

Fase de concentración

En el período postconciliar la teología fundamental se encuentra amenazada por dos peligros: Por un lado, un desmembramiento y una dispersión de sus temas tradicionales. En algunos lugares se vio desmembrada y reducida al estado de fragmentos insertos más o menos acertadamente en las otras disciplinas. Por otro lado, un ensanchamiento excesivo que la convierte en una especie de «pantología sagrada» y corre el riesgo de hacerle perder su especificidad. A fuerza de querer incluirlo todo y abrazarlo todo, la teología fundamental llegó a perder su centro de unidad y su carácter específico. A fuerza de trabajar en la periferia, se llegó a olvidar el centro de sus preocupaciones, la revelación y la credibilidad. Ante estas dos amenazas se sintió casi por todas partes una necesidad de concentración, de identidad, de jerarquización de los temas. Vale la pena reconocer también que en la última etapa se ha desarrollado la sistemática

de la teología fundamental, con la «monstratio religiosa, cristiana y

catholica»9.

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R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, p. 1442. 9 PIÉ – NINOT, S., La Teología Fundamental, Salamanca: Secretariado Trinitario, 2001, pp. 53-60.

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2. Su evolución en cuanto objeto de estudio Teniendo en cuenta lo antes mencionado con respecto a la historia de la teología, podemos ver que conservando su cristocentrismo, ha dado gran importancia al elemento antropológico, es decir, se ha vuelto hacia el hombre para iluminar su sentido en el mundo y orientar su relación interpersonal. De igual manera la teología ha hecho ver cómo la relación que tiene el hombre con Dios no es una tarea separada de su quehacer humano, sino que está intrínsecamente unida a su realización humana. Uno de los aspecto que caracterizan hoy la teología es que no se trata solamente de una comprensión de la fe, sino que es una verdadera interrogación a la misma fe, es decir, que al mismo tiempo que busca la inteligencia de la palabra de Dios para el hombre de hoy, la teología llega a las cuestiones más radicales del hombre moderno. Esta nueva orientación de la teología ha llevado a un replanteamiento de la Teología Fundamental y a situarla en la base de todo estudio teológico. Por eso O. Ruiz Arena nos dice: «La teología fundamental es la disciplina que tiene por objeto el hecho y el misterio de la palabra de Dios en el mundo, lo cual constituye la realidad primera y fundamental del cristianismo. Su objeto fundamental es el estudio de la revelación divina, o sea palabra, encuentro y automanifestación de Dios a la humanidad en Jesucristo, su realidad histórica, la transmisión de esa revelación y la respuesta que el hombre da a ella en la fe. Como lo hacía la antigua apologética, la teología fundamental aborda además el conjunto de signos que permiten al hombre afirmar de manera razonable la existencia de esos hechos, procurando con ellos mostrar cómo el acontecimiento de Jesucristo es una realidad creíble que viene a salvar al hombre y a dar sentido a la existencia humana»10.

La Teología Fundamental «es una disciplina teológica distinta, específica y estructurada»11. Porque es una materia principal y obligatoria en la teología, pero sobre todo porque tiene su propio objeto, su propio método y su propia estructura. 2.1 Objeto La Teología Fundametal no es una especie de teodicea, ni una simple introducción a la teología, ni una simple función de la teología. Como disciplina específica, posee objeto material y formal propio:

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O. RUIZ ARENA, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la Revelación, p. 36. R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, p. 1445. 11

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La automanifestación y la autoentrega de Dios en Jesucristo

La autocredibilidad de esta manifestación que él constituye por su presencia en el mundo.

El objeto y el centro de unidad de la Teología Fundamental es la intervención inaudita de Dios en la historia, en la carne en el lenguaje de Jesucristo. Tal es el misterio primero, el acontecimiento primero, la realidad primera que cimienta todo discurso teológico. Esta realidad que la teología dogmática detalla en misterios particulares y que los estudia uno a uno, en cambio la teología fundamental los estudia en su globalidad y en su inseparable unidad. Al hablar de continuidad entre automanifestación y autocredibilidad de esta manifestación, se quiere subrayar que el signo, en Jesucristo, es inseparable de la persona. «Al encarnarse, Dios se manifiesta como revelador y revelado, y da testimonio de sí mismo como tal. Jesucristo es a la vez mediador, plenitud y signo de la revelación12. La Teología Fundamental hace de la revelación cristiana, entendida como automanifestación y autocredibilidad de esta manifestación, el objeto esencial de su estudio. No separa a Cristo de los signos particulares que lo identifican, ya que es a la vez signo de Dios y centro de irradiación de todos los signos que emanan de su persona. Epifanía de Dios, se identifica por toda su presencia y por toda la manifestación de sí mismo. El signo y el significado, lo creíble y lo creído son indisociables. El objetivo de la teología fundamental, dicho con palabras de A. González Montes, consiste en mostrar que los hechos fundacionales, y la fenomenología del hecho cristiano que de ellos se sigue, son susceptibles de ser interpretados, con buenos argumentos, como ocurrir de la revelación acorde con los supuestos formales de posibilidad de la misma. Es decir, se pretende mostrar que el cristianismo, en efecto, tiene

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Cfr. DV 4: «Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, "últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo". Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, "hombre enviado, a los hombres", "habla palabras de Dios" y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió. Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna. La economía cristiana, por tanto, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará, y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1 Tim., 6,14; Tit., 2,13)».

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su más coherente y correcta explicación como resultante del acontecer de la revelación divina. 3. Método de investigación La especificidad del objeto determina también la especificidad del su método, que puede ser calificado como método de integración dinámica. No arbitrariamente ni para singularizarse, sino porque «la realidad estudiada impone ella misma esta integración de dos métodos»13.

3.1 El método integración La revelación «es inseparablemente misterio e irrupción de este misterio en la historia humana con todas las características que afectan a la historicidad»14. Resulta, por consiguiente, que el tratamiento metódico de esta realidad misterio-acontecimiento deberá ajustarse a su singularidad. Se trata de integrar el método dogmático y el apologético. Normalmente la exposición dogmática precede a la exposición apologética, no porque menosprecie un método en beneficio del otro, sino simplemente porque la revelación es ante todo misterio, y conviene describir correctamente la realidad sobre la cual dirigirá a continuación su mirada crítica, la teología en su desarrollo histórico, en Jesús. Este método integrativo es el único que hace justicia a una realidad que, por ser a la vez misterio y acontecimiento histórico, exige dos caminos de aproximación diferentes, pero complementarios. El método está al servicio de la realidad; si tiene que adaptarse, es porque la realidad lo exige. «La Teología Fundamental, como toda teología, es siempre la fe en busca de inteligencia de una misma y única realidad que aquí es misterioacontecimiento»15. Pero es una integración dinámica ya que los elementos del binomio revelación-misterio y revelación-acontecimiento se dinamizan mutuamente.

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R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental, pp. 1444-1445. 14

R. FISICHELLA, Introducción a la Teología Fundamental, Verbo Divino, 1993, p. 35

15 J.B. LIBANIO– A. MURAD, Introducción a la teología, México: Dabar, 2000, pp. 120-129.

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4. La importancia que tiene para las demás ciencias teológicas. La teología fundamental «aporta las categorías básicas que están presentes en los diversos tratados de la teología sistemática»16 (cristología, trinidad, eclesiología, antropología teológica, sacramentología, mariología, escatología). Es decir a teología fundamental investiga las bases, los fundamentos de la teología, los presupuestos y condiciones de la posibilidad de una teología en general. Y es que el pensamiento teológico está vinculado esencialmente al modo de cuestionar filosófico, pues la teología es esfuerzo por entender y, en consecuencia, es también pensamiento humano. En este sentido, Juan Pablo II escribe: «Deseo afirmar decididamente, que el estudio de la filosofía tiene un carácter fundamental e imprescindible en la estructura de los estudios teológicos y en la formación de los candidatos al sacerdocio»17. La tarea, propia de la teología, de comprender el sentido de la Revelación exige, por consiguiente, la utilización de conocimientos filosóficos que proporcionen un sólido y armónico conocimiento del hombre, del mundo y de Dios, y puedan ser asumidos en la reflexión sobre la doctrina revelada, siendo esto también lo que permite dar fundamentos y presupuestos a las demás ciencias teológicas. 5. Principales representantes de la teología fundamental En la teología fundamental contamos con grades figuras que han permitido avanzar en el pensamiento teológico como también en los métodos para crear teología entre ellos tenemos: Maurice Blondel, con la expresión «método de la inmanencia»18 para designar el enfoque de la filosofía de la religión inaugurado por él en L Action (1893). Al servicio de una apologética integral. Su influjo en la renovación de la teología fundamental ha sido y continúa siendo decisivo.

16 R. LATOURELLE-G. Ü'COLLINS (dirs.), Problemas y perspectivas de teología fundamental, Sígueme,

Salamanca 1982. 17 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Fides et Ratio, n 62. 18 R. LA TOURELLE, Blondel, Maurice, en Diccionario de Teología Fundamental (DTF), Paulinas, Madrid 1992, p. 152.

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Blas Pascal, «Sus trabajos religiosos son personales en su especulación sobre materias más allá de la comprensión humana»19. Según Pascal, tanto la razón como el corazón son dos formas igualmente válidas de conocer, y tal vez el segundo es superior a la abstracción racional, como lo expuesto al decir: «Conocemos la verdad no sólo con la razón, sino también con el corazón» y «el corazón tiene sus razones que la razón no conoce» una antropología de carácter teológico. Karl Rahner, cuyo pensamiento se extendió a todo el campo teológico (cristología, eclesiología, sacramentos, ecumenismo, acción política, vida religiosa, espiritualidad, cristianismo anónimo) además fue consultor del Concilio Vaticano II y miembro de la Comisión Teológica Internacional. Hans Urs Von Balthasar, La máxima expresión de su pensamiento teológico y filosófico se encuentra en la obra Gloria. Una estética teológica (1961). La Herrlichkeit es la gloria de Dios que constituye su esencia antes aún que la verdad y la bondad salvíficas. Paul Tillich, «gran renovador de la teología, su tema principal es la reconciliación entre ciencia y fe y entre cultura y religión»20. Tillich, pretende mostrar el método y la estructura de un sistema teológico, escrito desde un punto de vista apologético y llevado a cabo en correlación constante con la filosofía. Además otras grandes figuras como, Xavier Zubiri, con la inteligencia de la religación del hombre; Juan Alfaro, de la cuestión del hombre a la cuestión de Dios; y la articulación práctica y critica de J.B Metz entre otros.

19 20

S. PIE, Tratado de Teología Fundamental, Secretariado Trinitario, Salamanca 1984, pp. 67-74 H. FRIES, Teología Fundamental, Herder, Barcelona 1987, pp. 59-65.

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Conclusión Con el trabajo ya expuesto puedo concluir lo siguiente:

La teología fundamental actual ha nacido en gran parte de una reacción contra la apologética de los siglos pasados: siempre en pie de guerra, dedicada a buscar adversarios que atacar, la cual descuidaba muchos aspectos como la experiencia misma del hombre con Dios; es decir la experiencia de fe. Es por ello que en el paso de la antropología a la teología fundamental, se han tomado principios teológicos que han ayudado a discernir mejor la revelación llevando un método sistemático como también las especializaciones en diversos sectores y momentos de la investigación. Una teología con grandes propuestas las cuales ha ayudado a la edificación de una teología más completa y más inmersa en la realidad. En la teología fundamental se trata, por tanto, de demostrar la credibilidad de la fe, para que el cristiano esté en condiciones de responder a cualquiera que le pida razón de su esperanza, es de mucha importancia porque la teología o el que hacer teológico no debe de quedarse solo en el reflexionar sobre Dios, sino dar respuestas a muchas interrogantes que cada uno de nosotros tenemos ya sean preguntas existenciales, y como lo decía un teólogo, cada pregunta tiene una respuesta y esa respuesta es lo que da la teología y en este caso la teología fundamental, que será de ayuda para el otro, y he aquí la tarea del teólogo, hacer teología para los demás no solo por plasmar un conocimiento verdadero, sino que produzca frutos en los demás y en la vida personal. Por último, decir que he logrado por medio de la lectura y la investigación conocer mucho, sobre aspectos generales de la teología fundamental y ver su importancia en la vida actual, además he logrado tener un panorama de como la teología ha tenido problemas y como ha venido enfrentándolos por medio de grande padres y pensadores que acogen la Revelación, viviendo como verdaderos Cristianos. Y como también todos estos aportes en el caso de los métodos han logrado dar direcciones del verdadero que hacer teológico.

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Bibliografía H. FRIES, Teología Fundamental, Herder, Barcelona 1987 J.B. LIBANIO– A. MURAD, Introducción a la teología, México: Dabar, 2000 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Fides et Ratio, 1998 O. RUIZ ARENA, Jesús, Epifanía del amor del Padre. Teología de la Revelación, Bogotá: CELAM, 1989. PIÉ – NINOT, S., La Teología Fundamental, Salamanca: Secretariado Trinitario, 2001. R. FISICHELLA, Introducción a la Teología Fundamental, Verbo Divino, 1993. R. LA TOURELLE, Blondel, Maurice, en Diccionario de Teología Fundamental (DTF), Paulinas, Madrid 1992. R. LATOURELLE, «Teología Fundamental», en en R. LATOURELLE – R. FISICHELLA, Diccionario de Teología Fundamental. R. LATOURELLE-G. Ü'COLLINS (dirs.), Problemas y perspectivas de teología fundamental, Sígueme, Salamanca 1982. S. PIE, Tratado de Teología Fundamental, Secretariado Trinitario, Salamanca 1984

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