Marco Conceptual

MARCO CONCEPTUAL El objetivo de la Reforma Energética en materia de hidrocarburos es permitir un abasto suficiente, a pr

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MARCO CONCEPTUAL El objetivo de la Reforma Energética en materia de hidrocarburos es permitir un abasto suficiente, a precios competitivos, de los combustibles que requieren los consumidores residenciales, comerciales e industriales en México. Lo anterior permitirá generar un nuevo impulso industrializador, y con él, empleo, inversión y crecimiento, a partir de los recursos petroleros con que cuenta el país. Se propone la introducción de esquemas contractuales efectivos para la exploración y extracción de petróleo y gas natural; la participación de particulares en refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de los productos petroleros, así como el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la rectoría del Estado. A continuación se presentan un diagnóstico del sector hidrocarburos, el modelo propuesto por la Reforma Energética y los resultados esperados a partir de la implementación de esta última. El sector hidrocarburos se conforma por las actividades de exploración y extracción, refinación, petroquímica, transporte, almacenamiento, distribución y expendio al público.

Petróleos Mexicanos (Pemex) es una empresa pública paraestatal mexicana petrolera, creada en 1938, que cuenta con un régimen constitucional para la explotación de los

recursos energéticos (principalmente petróleo y gas natural) en territorio mexicano, aunque también cuenta con diversas operaciones en el extranjero. Pemex es la empresa número uno del mundo en producción de crudos pesados en aguas someras (zona marina con profundidad de menos de 500 metros). Así como Pemex, las empresas petroleras se especializan; ninguna es experta en todo tipo de yacimientos y en todo tipo de hidrocarburos. Algunas empresas tienen especialidad en aguas profundas (zona marina con profundidad entre 500 y mil 500 metros) y ultra profundas (zona marina con profundidad mayor a mil 500 metros), otras en rocas de lutitas (rocas con alto contenido de gas y petróleo, que requieren de procesos mecánicos de fractura para liberarlos, denominadas shale en Inglés), también, por ejemplo, están las que se especializan en campos en tierra y maduros (campos produciendo, que han perdido la presión original). En las últimas décadas, gracias al desarrollo tecnológico, la industria petrolera ha crecido significativamente en complejidad y en diversidad. Es en este contexto que las empresas petroleras han tenido que especializarse. MARCO HISTÓRICO Con la promulgación de la Constitución de 1917, se estableció en su artículo 27 el dominio de la Nación sobre todos los minerales, entre ellos, el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, además daba al Ejecutivo Federal la posibilidad de que los particulares extrajeran para su aprovechamiento el petróleo y demás hidrocarburos, bajo la figura de la concesión. En diciembre de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas del Río impulsó la primer reforma energética, la cual mantenía la propiedad exclusiva del Estado sobre los recursos en el subsuelo, suprimía las concesiones sobre el petróleo y los carburos de hidrógeno ya que la concesión confería a particulares los derechos para explotar y aprovechar bienes del dominio nacional y consideraba como derecho exclusivo del Estado el explotar los hidrocarburos mediante las formas estipuladas en una ley secundaria. La iniciativa fue aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación en noviembre de 1940. En el mismo periodo, también fue publicada la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional que creó instrumentos para celebrar contratos con los particulares a fin de que éstos lleven a cabo por cuenta del Gobierno Federal, los trabajos de exploración y explotación de hidrocarburos sin poner el riesgo los derechos del Estados sobre éstos; también estableció el régimen de concesiones para la construcción de refinerías y oleoductos y para la distribución de gas. «El Ejecutivo, al formular la iniciativa que culminó con la reforma constitucional de que se trata, y después en diversas declaraciones, ha expresado su punto de vista de que la exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el artículo 27 fija para la explotación de los recursos

naturales del dominio público, no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en el futuro dentro de las formas jurídicas diversas de la concesión…» Lázaro Cárdenas del Río en la iniciativa de Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional de 1940

En 1958 se expidió una nueva Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional que eliminó la posibilidad de celebrar contratos con particulares en la explotación y reservó todas las actividades de la industria petrolera a Petróleos Mexicanos. Dos años más tarde, en enero de 1960, una reforma constitucional incorpora dicha prohibición de contratos al artículo 27 de la Carta Magna. 
 En febrero de 1983 se reformaron los artículos 25, 26, 27 y 28 de la Constitución para establecer que no constituyen monopolios las funciones exclusivas que el Estado ejerza en áreas estratégicas de petróleo y demás hidrocarburos, así como petroquímica básica. El sector petrolero se constituyó como uno de los grandes rubros de excepción y no fue incluido en la agenda de negociaciones a petición expresa del gobierno mexicano. Antes de iniciar las negociaciones, y como condición para llevarlas a cabo, el presidente Salinas había acordado con sus colegas que se negociaría un Tratado de Libre Comercio siempre y cuando éste se apegara a lo establecido en la Constitución y, por lo tanto, cuestiones como la posesión de los recursos naturales no podrían ser tema de discusión y mucho menos de negociación. Sin embargo, aunque de manera informal, las discusiones en torno al sector petrolero estuvieron presentes en el debate público desde el inicio de las negociaciones y causaron grandes polémicas tanto en México como en el exterior. Las posiciones de México y las de Estados Unidos y Canadá eran en un principio irreconciliables. México, por razones históricas, constitucionales y políticas se negaba a tratar el tema. En cambio, como lo señala Sídney Weintraub, los estadounidenses argumentaban que era difícil hablar de libre comercio e inversión de gran alcance cuando dicho comercio excluía el producto más importante en el intercambio comercial entre los dos países: el petróleo. Los representantes mexicanos tuvieron que reiterar en numerosas ocasiones que el petróleo no entraría en la negociación ante la insistencia de muchos grupos de interés norteamericanos que buscaban presionar a su gobierno para que se incluyera. Pero la alta sensibilidad política que generó la cuestión petrolera en México no sólo se debió a presiones externas sino también a muchas internas. Como se mencionó antes, numerosos grupos de interés y en particular algunos partidos políticos en México se oponían a cualquier tipo de negociación que alterara ciertos preceptos históricos

específicos. Además, existía un gran temor de que México pudiera firmar una cláusula de suministro de petróleo parecida a la que se había establecido en el Acuerdo de Estados Unidos y Canadá. Diversos grupos de oposición habían argumentado que la inclusión del sector petrolero dentro del Tratado del Libre Comercio representaría una clara pérdida de soberanía del país y una violación flagrante de sus principios constitucionales. Independientemente de lo anterior y pese a que las negociaciones no contemplaron el tema del petróleo, en un futuro no muy lejano México tendrá que tomar importantes decisiones a este respecto. La industria petrolera nacional presenta grandes rezagos e ineficiencias debido a la falta de inversión, dispendio y corrupción que la han caracterizado. La utilización de tecnologías con frecuencia obsoletas, la falta de capacidad en la administración de un recurso no renovable tan importante, la descapitalización que sufrió esta industria a raíz de la crisis económica y de la corrupción imperante en la empresa condujeron al país a una situación muy difícil en la cual se requiere de grandes montos de inversión para asegurar que el sector petrolero pueda continuar siendo uno de los pilares del desarrollo; pero en las condiciones prevalecientes esta no es una opción. El problema es más complejo de lo que se parece si se considera que, durante el periodo comprendido entre 1982 y 1990, las reservas probadas de hidrocarburos disminuyeron debido a la falta de exploración y a las inadecuadas técnicas de extracción y recuperación, factores que contribuyeron a mermar aún más los campos petroleros. Esta situación se volvió muy evidente a raíz del conflicto del Golfo Pérsico, cuando México sólo pudo incrementar marginalmente su producción petrolera mientras que países como Venezuela lograron colocar cantidades muy superiores a las de nuestro país en el mercado internacional. Además, la demanda interna de productos petroleros continúa creciendo a tasas muy superiores a las que la industria nacional puede responder. Durante 1991, a raíz del cierre de las refinerías de Azcapotzalco y Poza Rica. El país había tenido que empezar a importar gasolina sin plomo y también se habían establecido contratos con compañías norteamericanas para proveer de gas a la zona Norte del país. Ello contrastaba fuertemente con la situación de los setenta, cuando México era autosuficiente en gasolina e incluso se habían llegado a concretar contratos importantes, que luego fracasaron, para exportar gas a Estados Unidos. La modernización de la industria petrolera no sólo es importante para garantizar el abasto de energéticos del país, sino también porque muchos insumos de diversas ramas de actividad dependen de este sector.

MARCO ACTUAL Para la población mexicana el sector petrolero está lleno de historia, es por eso que la propuesta de reforma energética presentada por el presidente Enrique Peña Nieto, mediante la cual se pretende abrir dicho sector a la inversión privada, se ha convertido en un tabú, señala The Economist . En aras de eliminar los obstáculos históricos en torno a su proyecto de reforma, Peña Nieto “revistió” su propuesta con un discurso que se puede interpretar como el retorno a las ideas de Lázaro Cárdenas, quien es considerado como un héroe mexicano, ya que en 1938 expropió el petróleo, dice el semanario británico. "Cabe señalar que la intensión del presidente es abiertamente con fines económicos. Se parte de la premisa de que México ha comenzado a quedarse sin petróleo de fácil acceso, por lo que se necesita la exploración en aguas profundas del Golfo de México". Sin embargo, Petróleos Mexicanos (Pemex) no cuenta con la tecnología ni la experiencia para hacer dicha explotación del recurso, por lo que surge la propuesta de asociarse con empresas extranjeras. El presidente mexicano ha señalado como una prioridad hacer reformas constitucionales en materia energética con la finalidad de poner fin a la prohibición de contratos con el sector privado para la extracción de petróleo y gas. Lo que el actual gobierno pretende es terminar con el monopolio de Pemex en la refinación, transporte y petroquímica, que “sangran dinero”; en tanto, la reforma en el ámbito de la electricidad está destinada a que las empresas privadas inviertan en la generación de energía, aunque la red se mantendrá en las garras de la Comisión Federal de Electricidad. Debido al sentimiento nacionalista sobre la propiedad del petróleo mexicano, el gobierno plantea ofrecer a los inversionistas una participación en los beneficios del petróleo y el gas que producen, en lugar del bien en sí. Sin embargo, la diferencia entre ganancias y producción compartida puede ser semántica, por lo que las empresas deben de ser racionales y cautelosas, ya que Peña Nieto se centrará en el cambio a la Constitución, dejando en segundo plano los detalles de los contratos. "La empresas serían muy racionales al decir que no pondrán un centavo hasta que sepan que cuentan con un contrato hermético", dice Juan Carlos Boué, del Instituto Oxford para Estudios Energéticos. "Ante el mejor marco, será en dos o tres años, cuando la industria petrolera pueda ser capaz de evaluar la posibilidad de ganancia", dice el analista George Baker con sede en Houston, Texas, quien se ha centrado en el estudio de la industria energética mexicana. Pero antes de cualquier medida, hoy por hoy Peña Nieto tiene la tarea de lograr los cambios propuestos a la Constitución.

El presidente de México tiene el respaldo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los partidos de la coalición y del principal partido de la oposición, el Partido Acción Nacional (PAN), por lo que hasta el momento cuenta con los votos suficientes para que su proyecto de reforma sea aprobado. Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha manifestado su indignación ante la apoteosis que ha hecho Peña Nieto del ícono del partido de izquierda, Lázaro Cárdenas, cuyo hijo, Cuauhtémoc Cárdenas, ha declarado que el presidente tiene la intensión de “estrangular” a Pemex. Una amenaza más grande para la reforma puede venir de la calle, ya que un ejército de los nacionalistas de izquierda leales a Andrés Manuel López Obrador, tiene previsto realizar protestas en la Ciudad de México en las próximas semanas y a pesar de que López Obrador ya no pertenece a un partido político importante, el petróleo podría darle una plataforma populista poderosa. Ante tal oposición, fue difundido un video desde las oficinas de Peña Nieto, en él se retoman frases de la década de 1930 para insistir que el petróleo pertenece a los mexicanos. Cárdenas, Lázaro (22 de diciembre del 1938). «Iniciativa de Ley que adiciona el párrafo sexto del artículo 27 constitucional Miguel Ángel Mercado Durán. DIARIO 21, IGUALA, Gro., 22/08/13. Antecedentes de la Reforma Energética. DISPONIBLE EN: http://www.diario21.com.mx/?cmd=displaystoryprint&story_id=118329&format=print http://cdn.reformaenergetica.gob.mx/explicacion.pdf http://presidencia.gob.mx/reformaenergetica/ The Economist , Agosto 16, 2013 , La histórica reforma energética de México. Disponible en: http://www.adnpolitico.com/gobierno/2013/08/16/the-economist-la-historicareforma-energetica-en-mexico#comentarios