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• Mariio Diiez Cardenas

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Guía para la asistencia Técnica Agrícola de Nayarit

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Mango CONTENIDO 1. Introducción 2. Preparación del terreno 3. Trazo del huerto 4. Plantación 5. Época de plantación 6. Cultivares 7. Fertilización 8. Forma de aplicación 9. Riegos 10. Podas 11. Aplicación de inductores de Floración 12. Control de plagas 13. Control de enfermedades 14. control de maleza 15. Cosecha y empaque

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Introducción El mango es una de las frutas tropicales más importantes en el mundo. México ocupa el tercer lugar en la producción de esta fruta (1,359,000 ton) siendo superado solamente por La India y Tailandia y es el más grande exportador mundial contribuyendo con un 39% del total exportado. En el estado de Nayarit, la superficie destinada a la explotación de mango es mayor a las 19,000 hectáreas, de las cuales más del 80% se encuentra bajo condiciones de temporal y el resto bajo condiciones de riego. El rendimiento promedio anual por hectárea es de 12.0 toneladas. Actualmente, Nayarit es el segundo estado productor de mango para exportación contribuyendo con un 25.7% de la producción total exportada, siendo ligeramente superado por Michoacán que contribuye con un 29.9%.

Preparación del terreno. La preparación del suelo antes de trazar el huerto es importante con el fin de facilitar un buen establecimiento del sistema radical y asegurar el crecimiento inicial de los árboles, se reducen además temporalmente los problemas de malezas y plagas. El establecimiento del huerto puede ser factible tanto en terrenos planos o con pendientes ligeras. Barbecho. Debe ser profundo de preferencia un mes o más de anticipación a la época de plantación. Rastreo. Se recomienda dar uno o dos pasos de rastra, con el objetivo de desbaratar los terrones grandes y nivelar mejor el suelo. Nivelación. Es una práctica de gran importancia para manejar eficientemente el riego y optimizar el uso de este recurso, si el terreno es de temporal, la nivelación evitará los encharcamientos en las partes bajas y sequía en las partes altas; además si no se realiza antes de la plantación, será imposible corregir los encharcamientos y mala distribución del agua una vez establecida la huerta. Sin embargo, si el terreno esta parejo después de los pasos de rastra se puede considerar listo para el trazo del huerto. En terrenos con pendiente se recomienda establecer la huerta en curvas de nivel, o bien en terrazas cuando la pendiente sea muy pronunciada. Estos sistemas tienen por objeto evitar la erosión o deslave del suelo y lograr un mejor aprovechamiento del agua.

Trazo del huerto Antes de trazar un huerto es conveniente hacer una evaluación de las condiciones de clima, suelo, topografía, disponibilidad de agua, tipo de maquinaria y cultivar a establecer, ya que estos son importantes para definir el sistema de plantación más adecuado. La densidad de árboles por hectárea dependerá del sistema de plantación, el cultivar, el tamaño del árbol, la textura y la fertilidad del suelo y tipo de maquinaria disponible.

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El sistema de plantación puede ser marco real, rectangular y tresbolillo, en regiones con alta humedad relativa debe preferirse el marco real ya que el sistema tresbolillo reduce la circulación del aire, favoreciendo la incidencia de antracnosis. Las distancias utilizadas deben ser: Sistema marco real 10 x 10 m. En este sistema el mango se planta a 10 m. entre hileras y entre árboles, obteniéndose así una densidad de 100 árboles/ha. Estas distancias son aptas para cultivares de vigor moderado. Sistema marco real 12 x 12. El mango se planta a una distancia de 12 m. entre hileras y entre árboles, obteniéndose una densidad de 69 árboles/ha. Estas distancias son aptas para aquellos cultivares de mayor vigor. Sistema rectangular 10 x 12. El mango se planta a una distancia de 12 metros entre hilera y 10 metros entre árboles, obteniéndose una densidad de 80 árboles/ha. Si se desea un uso más intensivo del terreno en los primeros años, las distancias a utilizar pueden ser 8 x 8 en marco real, con la eliminación de árboles en los años siguientes. La tendencia actual y que a futuro adquirirá mayor relevancia en la fruticultura tropical moderna, incluyendo al mango, son las altas densidades de población utilizando portainjertos y/o interinjertos de escaso vigor o bien controlando el tamaño de los árboles mediante podas y uso de retardantes del crecimiento. Esto permitirá aumentar el rendimiento por unidad de superficie, reducir los costos de producción y mejorar la calidad de los frutos. Mediante esta tecnología es posible establecer distancias de plantación hasta de 5 x 5 m entre hilera y árbol, que permitirá una densidad de población de 400 árboles por ha.

Plantación Apertura de cepas. Dependerá del tipo de suelo, si este es ligero y profundo la cepa se abre del tamaño del cepellón, de lo contrario las dimensiones de ésta son de 40 a 70 centímetros de diámetro x 40 a 60 cm de profundidad.

Época de plantación Se deben plantar arbolitos de un solo vivero, sanos, sin lesiones, vigorosos y no mayores de 24 meses de edad. Además, se debe conocer la procedencia de la semilla de los patrones y la yemas de los cultivares injertados en ellos, para estar seguros de su sanidad. Al transplantar, se coloca en la cepa primero la tierra superficial y se termina de rellenar con la tierra del fondo, que es menos fértil o mejor aún con tierra superficial tomada de los lados. Temporal. La plantación debe realizarse al inicio de las lluvias, con la finalidad que durante este tiempo las plantas se adapten al terreno y desarrollen un sistema radical que les permita soportar el período de secas.

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Riego. En el caso de plantaciones con disponibilidad de agua para riego, la época de plantación puede realizarse durante todo el año, aunque la más recomendable es en primavera para que los arbolitos tengan un mejor desarrollo durante el año. Cuando la plantación se hace únicamente de patrones, la injertación se puede realizar el mismo año si éstos han desarrollado bien y la entrada en producción normalmente ocurre a los 3 años después de establecida la plantación; cuando los patrones no han desarrollado bien (plantas pequeñas y delgadas), la injertación se lleva a cabo hasta el siguiente año del establecimiento, en este caso, la entrada en producción ocurre hasta el cuarto o quinto año después de la plantación.

Cultivares La elección del cultivar, está en función del clima y de la situación del mercado, es decir, la demanda que exista de un determinado cultivar sobre todo en el mercado de exportación, otro aspecto importante es la época de cosecha. Este tipo de situaciones permiten que se exploten diversos cultivares en el estado como: Tommy Atkins, Haden, Kent, Keitt, Manila y Ataulfo. Tommy Atkins. Cultivar monoembriónico, originado en Florida, es un árbol vigoroso con abundante follaje y poco alternante. Este cultivar es importante ya que es ampliamente aceptado en el mercado de exportación principalmente en Estados Unidos; su producción es de junio a julio. El fruto es de buena calidad comestible, de forma oval a oblonga y base redonda, de 11 a 14 cm de largo con un peso que varía de 450 a 700 g, madura en color amarillo naranja con chapeo rojo a rojo oscuro en la base, piel gruesa y resistente a daños mecánicos, pulpa firme, jugosa y de color amarillo. Sin embargo, presenta el inconveniente de una maduración rápida de la pulpa cercana al hueso lo cual demerita su calidad. Haden. Es un cultivar monoembriónico, originado en Florida. Es un árbol vigoroso de copa abierta y alto rendimiento aunque su producción es alternante. Produce de junio a julio y es ampliamente aceptado en los mercados nacionales y de exportación. Los frutos son de excelente calidad y su aspecto exterior y sabor son muy atractivos; tiene forma oval y base redonda de 10.5 a 14 cm de largo con un peso que varía de 510 a 680 g; madura en color amarillo y rojo carmín en la base expuesta al sol. Kent. Cultivar monoembriónico originado en Florida. Arbol vigoroso, compacto y de copa cerrada, poco alternante, produce de julio a agosto. Su fruta es de buena calidad, de forma oval y base redonda, de tamaño grande (12 a 14.5 cm de largo), su peso varía de 600 a 750 g, madura en color verde amarillento con rojo oscuro en la base del fruto. Presenta problemas de enfermedades porque la cosecha coincide con la época de lluvias. Su producción es destinada al mercado nacional y un mínimo porcentaje para exportación. Keitt. Cultivar monoembriónico originado en Florida, árbol moderadamente vigoroso, erecto, de copa abierta con ramas abiertas y colgantes. Produce de julio a agosto; el fruto es de forma oval y base redonda de 13 a 15 cm de largo, el peso varía de 510 g hasta 1.5

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kilos, madura en color amarillo con rosa claro en la base del fruto. Se cosecha en época de lluvia por lo que es muy atacado por enfermedades. Es poco aceptado en el mercado nacional y el porcentaje de exportación es mínimo. Estos dos últimos cultivares no son muy recomendables, debido a que la cosecha coincide con la época de lluvias, además no son muy aceptados en el mercado por el tamaño grande del fruto; sin embargo, en esa época hay poca fruta y pudiera lograrse una buena comercialización al no haber competencia. Manila. Es un cultivar poliembriónico y fue introducido de Veracruz a Nayarit y ha sido aceptado por su producción temprana (abril-mayo), lo cual lo hace que escape al ataque de mosca de la fruta. Su fruto es de buen tamaño (7.8 cm de longitud, 7.5 cm de ancho y 5.5. cm de grueso), el peso varía de 160 a 275 g. La fruta es de color amarillo (epidermis y pulpa) con cáscara delgada, pulpa firme y dulce la cual contiene de 16 a 18 por ciento de sólidos solubles, contiene poca fibra; es ampliamente aceptado en el mercado nacional. Hay evidencias de que este cultivar es el mismo que se conoce como Carabao en Filipinas. Ataulfo. Al igual que el Manila fue introducido en el estado, y ha tenido aceptación por su precocidad para producir (mayo-junio). Su fruto es de excelente calidad, de color amarillo, el tamaño es adecuado (más ancho que el Manila) con un peso entre 210 a 350 g; es aceptado en el mercado nacional y recientemente ha sido aceptado en el mercado de exportación superando en precio a cultivares como Tommy Atkins y Haden.

Fertilización Para obtener altos rendimientos las plantas deben tener una condición nutricional adecuada. El mango, al igual que el resto de las plantas superiores, requieren de 16 elementos químicos esenciales para su crecimiento y desarrollo, los cuales deben encontrarse en niveles adecuados, es decir, si alguno de ellos se encuentra en niveles deficientes o de exceso, causan reducción en el rendimiento y calidad de los frutos cosechados. Por lo tanto, la fertilización es una práctica importante en el manejo del mango que tiene como objetivo aumentar la concentración de nutrientes en la solución del suelo, cuando no existe suficiente cantidad de estos para satisfacer las demandas nutrimentales del cultivo. Los árboles en desarrollo normalmente deberán fertilizarse en forma fraccionada solo con nitrógeno y en menor cantidad que en árboles en producción ya que sus necesidades nutricionales son reducidos en los primeros años y se van incrementando conforme se desarrollan. En el primer año de edad se sugiere aplicar a cada árbol al inicio de temporada de lluvias 125 gr. de sulfato de amonio o 55 gr. de urea y repetir la aplicación en septiembre, antes de que se retiren las lluvias.

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Para árboles de dos a cuatro años de edad, se sugiere aplicar a cada árbol al inicio de la temporada de lluvias 125 a 250 gr. de sulfato de amonio o 65 a 110 gr. de urea y repetir la aplicación en septiembre. En árboles de 5-10 años de edad aplicar a cada árbol en la misma época 300 a 500 gr. de sulfato de amonio o 130 a 220 gr. de urea con 150 a 200 gr. de súper triple y 200 gr. de cloruro de potasio, repetir la aplicación en septiembre. En árboles mayores de 10 años aplicar a cada árbol 600 a 1000 g de sulfato de amonio ó 250 a 500 g de urea con 350 g de cloruro de potasio, aplicar al inicio de la lluvia y poco antes del final de la temporada de lluvias. En este tipo de árboles, inmediatamente después de la cosecha, se recomienda aplicar también de 3 a 4 kg de triple 17 (17-17-17).

Forma de aplicación Para árboles jóvenes se sugiere abrir una pequeña zanja alrededor del árbol en la zona de goteo y depositar en ella el fertilizante cubriéndolo después. Para árboles mayores de cinco años se sugiere que la mezcla de fertilizante se aplique en banda en el segundo tercio de la zona de goteo que comprende toda el área sombreada del árbol, después de aplicarla es necesario taparlo para que se aproveche mejor. Si se dispone de agua de riego, es conveniente dividir la cantidad sugerida de fertilizante en tres partes (excepto el triple 17); además, de las dos épocas de aplicación antes mencionadas, debe hacerse una tercera aplicación cuando los frutos tienen el tamaño de una canica. Si el suelo tiene un pH ácido no se debe aplicar nitrógeno en forma de urea ya que esto incrementará el problema, por lo que se debe optar por la aplicación de nitrato de amonio. Se debe aplicar también abono orgánico vacuno (cada 3 años) de 40 a 50 kg/árbol o gallinaza cada 2 ó 3 años (20-30 kg/ha) en árboles adultos.

Riegos Para que los árboles jóvenes se desarrollen bien durante los dos primeros años, se requieren riegos frecuentes en la estación seca, ya que un período prolongado de sequía en esta etapa provoca un desarrollo lento y al iniciar su producción hay abundante caída de flores y frutos. En árboles adultos, el riego es necesario durante las fases de amarre de fruto y desarrollo de frutos, hasta aproximadamente 30 días antes de la cosecha. De esta manera, el riego puede contribuir al aumento en el amarre de frutos y reducir la caída fisiológica de los mismos en las primeras etapas de su desarrollo, cuando esta caída es abundante. La cantidad de agua y frecuencia de los riegos dependen del tipo de suelo (principalmente textura y profundidad), época del año, edad del árbol y su etapa fenológica.

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Podas Poda de huerto joven. Generalmente los árboles de mango producen ramas bien situadas y con ángulos abiertos , que forman una copa fuerte, resistente a quebraduras y desgajamientos, por lo que en los dos o tres años después de la plantación, el mango casi no requiere poda de formación, excepto para remover los brotes del tronco abajo de la copa del árbol y brotes inferiores y superiores (chupones) de la unión de injerto. Cuando los árboles tienen tres o cuatro años de edad, se pueden podar ligeramente eliminando sólo aquellas ramas poco espaciadas o entrecruzadas. El cultivar Ataulfo, presenta frecuente desgajamiento de ramas, sobre todo en árboles adultos, por lo que es necesario cuidar su buena formación desde jóvenes. Poda de árboles en producción. Los árboles en producción suficientemente espaciados para permitir el paso de maquinaria e impedir sombra excesiva entre los árboles, requieren poca poda. Al avanzar en edad, las ramas superiores son las primeras en declinar su producción y calidad de fruta; por ello, un aclareo de esa parte del árbol promueve un crecimiento de nueva madera fructífera, mejora la penetración de la luz y aumenta la producción de fruta en el interior de la copa. En huertos donde se plantó a distancias cortas y se observe entrecruzamiento de ramas, se pueden hacer podas inmediatamente después de la cosecha (poda de copete y lateral), para afectar lo menos posible la producción de fruta en la temporada siguiente. Los árboles deben manejarse a una altura de 4 a 5 m y sin ramas entrecruzadas. Poda de saneamiento. Durante la etapa de crecimiento (cuando ya han formado su copa) es necesario eliminar ramas débiles, enfermas, muertas y mal situadas; aplicar pintura blanca vinílica a los cortes grandes para protegerla de enfermedades. La eliminación de ramas muertas reduce la presencia de termitas, hormigas, hongos y se evitan daños físicos a frutos y hojas. Poda de rejuvenecimiento. Cuando observe que el vigor de los árboles se reduce por muerte regresiva de brotes y pequeñas ramas, si produce poca fruta y de tamaño pequeño, es conveniente una poda severa para que induzca al árbol a producir nueva madera fructífera y se revitalice.

Aplicación de inductores de floración La concentración de la cosecha en un periodo corto, aunado a la sobreoferta, ocasiona una disminución en el precio de la fruta, por tal motivo es importante producir antes de la época normal de cosecha para obtener mejores precios en el mercado. Al respecto se tienen resultados en adelanto de la cosecha en los cultivares Manila, Ataulfo y Haden. En ‘Manila’ y Átaulfo’, el adelanto de cosecha se puede lograr mediante la aplicación de nitrato de amonio al 2% (2 kg de nitrato de amonio/100 lt de agua) y en Haden con la aplicación de nitrato de potasio al 4% (4 kg de nitrato de potasio/100 lt de agua), en árboles de 5 años en adelante. Los árboles que tienen una mejor respuesta son aquellos que poseen una gran cantidad de brotes vegetativos maduros, estos se

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distinguen por tener hojas de color verde obscuro, además la yema terminal bien desarrollada. La época de aplicación es en el mes de noviembre iniciando el día 1, dando un total de 2 a 3 aplicaciones cada 10 ó 15 días. Es importante rociar completamente el follaje para lograr la máxima efectividad de la aspersión; para facilitar esta aspersión se recomienda iniciar la aplicación por la parte interior del árbol y enseguida rociar la parte exterior de la copa. El volumen requerido para asperjar un árbol es variable dependiendo principalmente de su tamaño, en términos generales, un árbol de alrededor de 10 años de edad requiere 15 litros de solución.

Control de plagas Durante el transcurso de cada año el mango es atacado por un cierto número de plagas que afectan en mayor a menor grado la producción y calidad del fruto, ocasionado en algunos casos la pérdida del vigor del árbol o muerte del mismo. Las principales plagas son: mosca de la fruta, ácaros, escamas, barrenador de ramas y hormigas. Mosca de la fruta Anastrepha obliqua y A. Ludens. Esta plaga se considera la principal limitante para la exportación de mango, por existir cuarentena contra esta plaga en varios de los países desarrollados consumidores de esta fruta. Motivo por el cual los productores se ven obligados a darle a esta plaga un control integral y a la fruta un tratamiento postcosecha para evitar su diseminación. La mosca de la fruta se distribuye en todo el estado y afecta principalmente los cultivares de mango intermedios y tardíos que se cosechan de junio a septiembre; en cultivares precoces los daños son menores porque la cosecha termina a principios de junio. La especie de mayor incidencia es A. obliqua, la cual afecta a los frutos de mango cuando éstos presentan ciertas características físicas y químicas que atraen a las hembras para ovipositar en ellos, transformándose posteriormente en larvas, dichas características se presentan cuando los frutos están próximos a ser cosechados (dos tercios de su desarrollo). Como medida de control se recomienda lo siguiente: 1) Trampeo. Permite monitorear la incidencia de la plaga y tomar decisiones en un programa de manejo integrado, la trampa McPhail es la más utilizada para capturar adultos, esta consiste en un recipiente de vidrio con una mezcla como atrayente (10 ml de proteína hidrolizada, 5 gr. de Borax más 235 ml de agua). 2) Control cultural. Destruir toda la fruta que madura anticipada, ya sea en forma normal, efecto de golpes, picadura de pájaro o insectos. La manera de destruirla es exponiéndola al fuego, o bien haciendo una fosa donde se colocarán los frutos y se cubrirán con una capa de cal viva. Si estas frutas no se destruyen se favorece la reproducción de la plaga que causará daños al mismo huerto y a los aledaños. 3) Control químico. Esta medida se aplica en forma preventiva y se utiliza la siguiente mezcla (proteína hidrolizada 2 l, Malatión 100-E 0.5 l, Agua 97.5 litros), de esto se aplican 250 ml/árbol, dirigiendo las aplicaciones a las hojas, ramas o tallos y no a frutas

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por el riesgo de mancharlas. La aplicación se hace en filas alternas y se inician 20 días antes de la cosecha, se repiten cada ocho días hasta que termine la cosecha. 4) Control biológico. Consiste en la liberación del parasitoide Diachasmimorpha longicaudata (Ashmead); este parasitoide ataca a las larvas de las moscas de la fruta impidiendo que emerjan, disminuyendo así su población. Para la realización de este método es necesaria la participación de los productores para llevar a cabo las actividades de muestreo de frutos infestados, de trampeo y de evaluación en campo, así como la coordinación con los organismos auxiliares de sanidad vegetal (CESAVENAY) para liberar el parasitoide en huertos comerciales y en zonas marginales. 5) Embolsado de frutos. Para el embolsado, es necesario usar un delantal con bolsas grandes donde se portan las bolsas (de papel estraza calibre 14) y la engrapadora (tipo pistola). Con una mano se toman uno o varios frutos de uno o más racimos, asiéndolos de los pedúnculos, mientras que con la otra mano se toma una bolsa que se abre con los dedos y se desliza sobre los frutos seleccionados, quedando estos dentro de la bolsa y finalmente la bolsa es engrapada (debe hacerse un buen dobles y engrapado, ya que de esto depende la máxima eficiencia de la técnica de embolsado. Esta técnica se puede iniciar a los 30 días de edad del fruto como mínimo y 80 días como máximo. La fruta protegida con esta técnica, presenta hasta un 100% de sanidad por mosca de la fruta y hasta un 90% de sanidad por antracnosis en fruta que llega a la madurez y una reducción considerable por daños causados por fumagina, especialmente en frutos de 90 a 100 días de edad. Es importante recordar que el uso aislado de cualquiera de los métodos de combate recomendados, solo dará una eficiencia parcial, por lo que es más recomendable utilizar los diferentes métodos en forma integrada. Acaros Aceria mangiferae. Son pequeñas arañas que miden algo más que 200 micras (dos décimas de milímetro) de largo; se aloja muy profundamente en las yemas donde se alimenta de los líquidos de las células en crecimiento y se ha observado una estrecha asociación con plantas atacadas por escoba de bruja. Su mayor importancia es que se considera un vector importante de esta enfermedad. Para su control se sugieren los productos: metidation a razón de 150 ml de producto comercial/100 l de agua o azufre humectable (4 kg/ha) Escamas Coccus mangiferae. Son insectos chupadores que al alimentarse del envés de las hojas arrojan secreciones azucaradas que favorecen el desarrollo de hongos (Fumagina) que manchan las hojas y frutos con apariencia de tizne. Esta plaga se controla con una solución al 0.25 % de ingrediente activo de malatión, diluido en agua, la aspersión se dirige al envés del follaje y se repite a los 8 días. Hormigas (Conomyrma sp., Ectatomma ruidum, Pseudomyrmex sp., Irydomyrmex humilis y Camponotus abdominalis). Este insecto daña los brotes tiernos de los árboles, defoliándolos y retardando su crecimiento vegetativo; además, diseminan a las escamas y al construir sus nidos debilitan las ramas de los árboles haciéndolos susceptibles a sufrir resquebrajamientos por efecto del viento. Para su control se pueden utilizar los productos Hormigal, Fitoklor o aceite quemado, con los cuales hay que cubrir totalmente el hormiguero.

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Control de enfermedades En mango, algunos desórdenes genéticos, deficiencias de nutrientes y factores adversos como clima y suelo producen condiciones que favorecen el desarrollo de enfermedades. Las principales enfermedades en mango son causadas por hongos, algunas se presentan todos los años (endémicas) y están ampliamente distribuidas como la escoba de bruja, antracnosis, cenicilla y fumagina, otras se localizan en lugares específicos y pueden ser esporádicas como muerte descendente, cáncer del tronco, pudrición texana, roña y manchas foliares. Escoba de bruja Fusarium oxysporum. El hongo puede presentarse tanto en brotes vegetativos como en inflorescencias. En el primer caso reduce los entrenudos y el área foliar y el crecimiento se detiene por pérdida de la dominancia apical. En las inflorescencias afectadas se reduce la longitud del eje primario y secundarios de la panícula dándole una apariencia de arrepollamiento de la panícula, ya que las flores aparecen como grupos o racimos, y cambian de hermafroditas a masculinas por lo que no hay prendimiento de frutos, la enfermedad se presenta en manchones sobre los árboles y año con año este manchón va creciendo hasta llegar, en algunos casos, a presentarse este problema en todo el árbol. Control. Se recomiendan las siguientes prácticas: 1) Eliminación de panículas afectadas 60 cm por debajo de la base de la inflorescencia, se queman fuera de la plantación y se sellan las heridas. 2) Aplicación de azufre PH + trioxil (400 + 350 g) ó azufre + trioxil (500 + 500 g) en 100 l de agua, combinados con poda de panículas enfermas. 3) Aplicación de metidation en dosis de150 ml/100 l de agua. Dando tres aplicaciones cada 21 días antes de iniciar la floración. Antracnosis Colletotrichum gloeosporoides. Este hongo afecta la mayoría de las partes de la planta. En las inflorescencias, su daño se caracteriza por presentar manchas pequeñas de color café que ocasionan la caída tanto de flores como raquídeos; además reduce el amarre de frutos, lo que ocasiona bajas en el rendimiento, al crecer las manchas y coalescerse puede ocasionar la muerte de toda la panícula. En frutos ya cuajados puede observarse manchas cafés que llegan a abarcar toda la superficie y provocar su momificación. Sobre brotes tiernos que salen en el mes de marzo-abril, también pueden aparecer manchas de color café, generalmente en los bordes. Por otro lado, puede presentarse también en postcosecha como manchas circulares de color café sobre los frutos, en este caso el daño es tanto externo como interno y causa la pudrición de los mismos. Los cultivares Haden y Kent son muy susceptibles a la enfermedad y Tommy Atkins y Keitt poseen resistencia moderada. Control. Los productos fungicidas que han dado mejores resultados son: Benlate en dosis de 100 g/100 l de agua, aplicado cada 15 días, desde el inicio de la emergencia de flor, productos a base de cobre como Cupravit en dosis de 400 g en 100 l de agua aplicados cada 7 días, Tecto 60 en dosis de 100 g en 100 l de agua, Manzate en dosis de 100 g en 100 l de agua. Para evitar el daño en postcosecha se ha recomendado sumergir los frutos

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en agua caliente a 51° C por 15 min. o también a 52° C más 1 g de Benlate por litro de agua durante 5 minutos. Cenicilla Oidium mangiferae B. Se presenta como un polvo blanco en las panículas durante la floración, al secarlas origina su caída y reduce el amarre de frutos, puede presentarse también en el follaje tierno, afectando el envés de las hojas y si el ataque es severo puede llegar a distorsionarlas. También se reportan daños en frutos tiernos, presentándose el síntoma como en las inflorescencias. Control. Los productos fungicidas que han dado mejores resultados son: Azufre humectable (600 a 900 g/100 l de agua) aplicado en floración dos veces cada 7 días y una más 20 días después. Recientemente el fungicida Bankit fue evaluado para controlar esta enfermedad dando buenos resultados; se aplican en dosis de 400 a 500 ml/ha más Turbocharge al 0.05% (50 ml en 100 l de agua) como adherente, se aplica cada 7 días y después de 2 aplicaciones iniciales de Bankit se sugiere alternar con otro fungicida de diferente grupo (Benomyl, Tecto y Captan) para disminuir el riesgo de desarrollo de resistencia. Este fungicida controla también antracnosis por lo puede servir para el control de las dos enfermedades. Fumagina Capnodium mangiferae P. Henn y Meliola mangiferum E. El hongo se encuentra como una capa superficial con apariencia de tizne sobre el haz de las hojas peciolos y frutos, la cual al frotarla se desprende fácilmente. Los frutos afectados, pierden calidad y por lo tanto el precio del producto disminuye. Control. Deben procurarse condiciones adecuadas de ventilación de la huerta, por medio de podas al final de la cosecha y realizar aplicaciones de insecticidas y fungicidas para disminuir la presencia de insectos y hongos vectores de la enfermedad. Los frutos cosechados con fumagina deben tratarse con cloro al 1% durante 5 minutos.

Control de malezas La eliminación total de maleza mediante el uso intensivo de la rastra puede resultar poco factible económicamente, además de presentar inconvenientes como compactar el suelo, facilitar la erosión y dañar el sistema radical superficial, por lo que su uso se debe restringir al mínimo. En el caso de realizarlos con rastreos, estos deben ser superficiales con una profundidad no mayor de 10 centímetros, evitando dañar las raíces de los árboles que crecen en esta zona y en donde algunos nutrientes son fuertemente fijados en regiones de poca precipitación. El control mecánico de maleza se debe acompañar con la aplicación de productos químicos, considerando el tipo de maleza que se desea eliminar. Las anuales son en su mayoría de "hoja ancha" que generalmente se propagan por semilla, los herbicidas de contacto son lo más efectivos para su control, especialmente si son aplicados en las primeras etapas de desarrollo. Si la maleza es perenne, se reproduce por semilla y vegetativamente (rizomas, estolones, bulbos y raíces); un control eficiente es con el uso de herbicidas de tipo sistémico o traslocable.

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Los herbicidas de contacto usados son: Gramoxone, aplicado en áreas donde no se alcance la maleza con la rastra y en dosis de 1.5 a 3 l/ha; Gesatop 2 a 5 kg/ha, aplicarlo en terreno libre de maleza (antes de plantación del huerto), acción única de preemergencia. Los sistémicos o traslocables usados son: Faena 3 a 4 l/ha, aplicar en maleza no mayor de 20 cm y 2 a 2.5 l/ha en manchones de maleza en crecimiento activo y repetir la aplicación al rebrote (no mojar el follaje del árbol).

Cosecha y Empaque La maduración de los frutos, es un proceso que reúne cambios externos representados por el color y cambios internos constituidos principalmente por el incremento del contenido de sólidos solubles totales y disminución de los ácidos. Para determinar la maduración se deben tomar en cuenta varios aspectos: coloración, sólidos solubles, contenido de ácidos, relación sólidos solubles/ácidos y el tamaño. Los frutos deben cosecharse en madurez fisiológica (sazón) para que resistan el empaque y transporte. En el estado, los frutos de mango son cosechados en forma manual, mediante el uso de ganchos provistos de una red a "jalón" y son vaciados en las cajas; debe evitarse que la fruta sufra caídas o golpes, si esto sucede, los frutos deben desecharse, ya que su maduración es más rápida y acelera la maduración de los demás frutos acortando la vida de anaquel; además, que se afecta la calidad de los mismos. Es recomendable realizar un lavado de la fruta con agua, en las dos primeras horas de cosechados para evitar daños (quemadura de frutos) por látex, sobre todo en ‘Ataulfo’ que es un cultivar muy susceptible al daño por látex.