MAKARENKO

POR: ROXANA HUAYTALLA RIVERA. ÍNDICE INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I: 1.1 BIOGRAFÍA DE ANTÓN MAKARENKO 1.2 OBRAS DE MAKARENKO

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POR: ROXANA HUAYTALLA RIVERA.

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I: 1.1 BIOGRAFÍA DE ANTÓN MAKARENKO 1.2 OBRAS DE MAKARENKO CAPÍTULO II: 2. EXPERIENCIAS PEDAGÓGICAS DE MAKARENKO 2.2 TEORÍA DE LA COLECTIVIDAD 2.3 CARACTERÍSTICAS DE SU PEDAGOGÍA 2.4 EDUCACIÓN SEGÚN MAKARENKO CAPÍTULO III: 3.1 FINES DE SU EDUCACIÓN 3.2 CONCLUSIONES 3.3 BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCION El presente trabajo se realizó con el propósito de brindar una breve información sobre la Pedagogía de Antón Makarenko,

por medio de ello

queremos dar a conocer en nuestra actualidad la importancia de dicha pedagogía debido a las características que poseía en el aprendizaje - enseñanza.

El trabajo en mención persigue tres objetivos fundamentales; el primero es dar a conocer quien fue Antón Makarenko, segundo cuales fueron sus aportes a la pedagogía y cual fue el concepto de educación según su juicio y finalmente deseamos proporcionar un conocimiento básico sobre la importancia de su pensamiento educativo.

El informe final del trabajo se estructuró de la siguiente manera; se encuentra dividido en tres capítulos. En el capítulo I, se proporciona la bibliografía y las obras del pedagogo en mención.

En el capítulo II, Desarrollamos las experiencias de Makarenko en la Colonia de Máximo Gorki y su gran aporte denominado la Teoría de la Colectividad, luego analizamos algunas características fundamentales de su pensamiento.

En el capítulo III, Se muestra los fines de la educación según Antón Makarenko, las conlusiones y la bibliografía respectiva.

Finalmente, las limitaciones que se presentaron en la elaboración del trabajo fueron básicamente en la etapa de recolección de información, debido a que no se ubicaron muchos libros que tengan relación con el trabajo; pero se trató de superar esa dificultad y se logró elaborar el trabajo en mención.

CAPÍTULO I

ANTÓN MAKÁRENKO (BIOGRAFÍA) “De estatura un poco mayor que mediana, delgado y esbelto, con una cabeza desproporcionadamente grande, rapada a lo cepillo, rostro con rasgos acusados, en el que sobresalía una prominente nariz, siempre con binoculares, tras los cuales, cautivando por su inteligencia, brillaban unos ojos grises semientornados, era poseedor de una gran capacidad de comunicación. De esta manera retrataban al joven Makarenko”.

Este pedagogo soviético nació el 13 de marzo de 1888 en la ciudad de Bielopolie de la provincia de Jarkov, en aquellos años capital de Ucrania. Su padre Semión Grigorievich era un obrero pintor. Antes de pasar a vivir a Bielopolie trabajó en Kriukov, donde contrajo matrimonio con Tatiana Mijailovna Dergachova, hija de un soldado que había servido 25 años en el ejército zarista.

Era el segundo hijo en la familia, un niño muy débil y enfermizo, aunque se desarrollaba normalmente. A los cinco años ya sabía leer, y comenzó a leer mucho y con avidez, porque ya en aquellos años se manifestaron en él un carácter observador poco común, el deseo de calar hasta las causas originarias de cada fenómeno.

En 1895, a los siete años ingresó en la escuela. Haciéndole al párvulo las últimas advertencias, el padre, viejo obrero, le dijo: Las escuelas urbanas no las han hecho para nosotros, así es que, demuéstrales lo que vales. En 1900 se abrieron en Kriukov, unos grandes talleres ferroviarios, a los que fue trasladado su padre, donde le hicieron oficial pintor y, al poco tiempo, contramaestre del taller de pintura. Kriukov, con una población de 10.000 habitantes era un suburbio de la importante ciudad industrial de Kremenchug, situada a orillas del río Dniéper.

Su hijo ingresó en la escuela urbana de Kremenchug, donde se estudiaba seis años. El programa docente de la escuela era muy completo, pero los alumnos no podían matricularse en los grados superiores del instituto.

Makarenko

siguió

estudiando

con

brillantez.

Su

erudición

y

conocimientos de los clásicos rusos y extranjeros eran asombrosos para un chico de su edad. Conocía con profundidad filosofía, astronomía y las ciencias naturales.

En 1904, a la edad de dieciséis años, terminó con éxito sus estudios y luego ingresó en unos cursos pedagógicos de un año que preparaban maestros para las clases de párvulos.

En la primavera de 1905 Makarenko terminó el cursillo de un año y el otoño del mismo año empezó a trabajar como maestro en la escuela ferroviaria primaria, enclavada en el recinto de los talleres ferroviarios, donde trabajaba su padre.

Posteriormente Makarenko, fue un extraordinario profesor. Tenía muchos conocimientos, sabía transmitirlos con maestría; enseñaba a pensar y a razonar y, sin embargo, no se hizo un buen educador rápidamente, le costó grandes preocupaciones.

El joven pedagogo descubrió con evidencia implacable que para educar no sólo hacía falta enseñar, sino también comprender la originalidad de cada discípulo, tener en cuenta sus particularidades individuales. La metodología del trabajo educativo no puede reducirse a la metodología de la enseñanza: la primera es una rama especial de la ciencia pedagógica que tiene su objeto y sus leyes.

En la formación espiritual del novel pedagogo influyeron mucho los agitados acontecimientos políticos de aquellos años. La revolución de 1905 retumbó como un eco temible en todos los rincones de Rusia, excitando las mentes, despertando la conciencia y llamando a la lucha contra la autocracia zarista. .

En 1911, Makarenko fue destinado a un nuevo centro de trabajo como inspector de la escuela ferroviaria de la estación de Dolinskaia. En el léxico pedagógico de entonces, inspeccionar significaba tanto como dirigir y Makarenko dio a sus nuevas responsabilidades un carácter creador.

En clases

sus sabía

combinar

lo

cognoscitivo con lo emocional,

sabía

ocupar el tiempo libre

de

educandos

sus con

pequeñas distracciones: hacía funciones teatrales, organizaba veladas de máscaras y juegos diversos. Las medidas educadoras de Makarenko asombraban ya entonces por su envergadura.

Este famosísimo pedagogo, hablaba de la necesidad de realizar transformaciones revolucionarias, de la libertad y de la democracia, en este sentido podemos afirmar que también Paulo Freire como Makarenko deseaban librar a la población de la opresión, es así que Paulo Freire manifiesta la importancia de lo colectivo y sostiene:

“Nadie libera a nadie, nadie se libera sólo, los hombres se liberan en comunión. Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo”.

En 1914 se abrió en Poltava el Instituto Pedagógico, que preparaba maestros para las escuelas de segunda enseñanza. Makarenko, a quien nunca abandonaba la pasión por el estudio, envió inmediatamente a Poltava su solicitud y, aprobando brillantemente los exámenes de ingreso, se matriculó como estudiante.

Ingresaba en el instituto siendo ya un hombre maduro, tenía ya 26 años, y empezó en el acto a estudiar profunda y sistemáticamente la pedagogía y la literatura histórica y filosófica.

En 1917 Makarenko terminó el primer curso con medalla de oro y pudo ocupar cargos de dirección en las escuelas de segunda enseñanza. Una nueva etapa en la vida de Makarenko, como en la de millones de personas, comenzó con la Revolución de Octubre.

A comienzos de 1918, Makarenko regresó a la misma escuela en la que hacía trece años había empezado su labor pedagógica. La escuela ferroviaria de Kriukov

había

sido

transformada

en

escuela

de

segunda

enseñanza,

nombrándosele director de ella a Makarenko. Pero los imperialistas habían

desatado la guerra civil contra los soviets y en el lugar donde trabajaba estaban presentes las bandas contrarrevolucionarias y los ocupantes alemanes. Sólo en las postrimerías de 1919 el Ejército Rojo liberó definitivamente Kremenchug y Kriukov y a comienzos de 1920 el poder soviético pudo establecerse en toda Ucrania.

En agosto de 1919 Makarenko se trasladó a Poltava, donde se hizo cargo de la dirección de la escuela primaria. Al año siguiente, a causa de la falta de locales, en la escuela que dirigía Makarenko se alojó la sección provincial de economía nacional. La primera mitad del día trabajaban en la escuela los funcionarios de este departamento y, en la segunda mitad, acudían los niños.

Después de su muerte, producida el 01 de abril del año de 1919, y a través de sus escritos y novelas se reconoce su pedagogía como determinante en la edificación de la sociedad comunista de la post – guerra.

OBRAS DE MAKARENKO  "POEMA PEDAGÓGICO" (1935)  “LA MARCHA DE LOS 30 AÑOS”  “EL HONOR”  “EL LIBRO PARA LOS PADRES” (1937)  “BANDERAS EN LAS TORRES” (1938)  “PROBLEMAS DE EDUCACIÓN ESCOLAR”

CAPÍTULO II

SU EXPERIENCIA EN LA COCLONIA DE “MÁXIMO GORKI” (Colonia para delincuentes juveniles) En septiembre de 1920 propusieron a Makarenko dirigir una colonia para delincuentes juveniles recién formada, a lo que él accedió en el acto, iniciar su labor en la colonia fue increíblemente difícil. Cinco edificios cuadrados de ladrillo le recibieron con un vacío total. En las habitaciones no había absolutamente nada: ventanas, puertas y estufas, todo lo habían arrancado, hasta el último arbolito.

Al cabo de dos meses, cuando uno de los edificios se había rehabilitado, llegaron a la colonia los primeros seis educandos, muchachos de 16 a 17 años, delincuentes sociales que, aunque no ofendían a los pedagogos, simplemente, no reparaban siquiera en su presencia. Uno de estos primeros educandos no tardó en realizar un atraco con asesinato y fue detenido en la propia colonia.

Sin saber qué hacer, cómo abordar a los educandos, Makarenko y sus pocos auxiliares recurrieron a los libros de pedagogía, pero la teoría pedagógica respondía a las preguntas apremiantes de la vida práctica con un silencio de ultratumba. Vio entonces claro que no necesitaba fórmulas librescas que, de todas las maneras, no podría adaptar a aquella situación, sino un análisis propio y concreto.

El educando Zadorov dio el motivo para que Makarenko emprendiera su última tentativa desesperada de hacerse con la situación. En respuesta a la

invitación del director de que fuese a cortar leña, el joven contestó con despreocupación: -¡Ve a cortarla tú mismo: sois muchos aquí! -Era la vez que me tuteaban, dice Makarenko en Poema pedagógico. Colérico y ofendido, llevado a la desesperación y al frenesí por todos los meses precedentes, me lancé sobre Zadorov. Le abofeteé. Le abofeteé con tanta fuerza, que vaciló y fue a caer contra la estufa. Le golpeé por segunda vez y agarrándole por el cuello y levantándole, le pegue una vez más.

Esto fue, naturalmente, una salida violenta a las emociones, desde el punto de vista de muchos teóricos, un absurdo pedagógico. Pero el caso es que el influjo emocional, precisamente, venció la indiferencia y el descaro del quinteto de colonos.

Comprendieron que para devolverles una fisonomía humana, el educador se había jugado a una carta lo último, la propia vida, que era lo único que le quedaba por jugarse.

Cogidos de improviso por esta explosión, los colonos reaccionaron tal y como se podía esperar de gentes salidas del mundo de la delincuencia: cedieron a la fuerza sin experimentar humillación. Esta fue una especie de victoria general, del educador y de los educandos, pero una victoria que aún necesitaba afianzarse, exigiéndose para ellos medidas de otra naturaleza.

El gravísimo caso ocurrido con Zadorov persuadió definitivamente a Makarenko de que con procedimientos semejantes, así como por el método de influencia sucesiva, sobre uno o sobre otro colono, no conseguiría nada. Pero si este método no valía y no había otro, ¿qué hacer, entonces? La respuesta se imponía por sí misma: él mismo debía crear nuevos métodos de educación, crearlos allí, en la colonia, con aquel grupo de delincuentes juveniles.

“Su

pedagogía

fue

extraordinariamente

exigente con el educando; o sea, lo opuesto a las

formas

complacientes últimamente,

educativas que fue

permisivas han

una

y

premiado pedagogía

hipercolectivista e incluso militarista…”1

Los contornos de la nueva metodología de educación ya se adivinaban en la experiencia del propio Makarenko y en la de los pedagogos de otros establecimientos. Para educar a todos a la vez, y no a cada uno por separado, hay que tener la perspectiva necesaria, igualmente comprensible para todos. Así podría ser levantada la economía de la colonia y satisfacer plenamente las demandas más apremiantes materiales y culturales de los colonos.

Debería organizarse la vida de tal manera que los propios colonos fueran los que respondieran por todo: por los edificios, por el plan de producción, por la distribución de los ingresos, por la disciplina Ellos mismos deberían educarse

1

TRILLA, J. “El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI”. Edit. Graó. España. Pág. 148

unos a otros, exigir, subordinarse, respetarse, merecer la estima, preocuparse y ayudarse mutuamente.

La colonia no es una suma mecánica de individuos, sino que es un complejo social único, de la pertenencia al cual se enorgullecen en igual medida tanto los educandos como los educadores: es lo que se llama colectividad.

Las primeras soluciones teóricas fueron respaldadas por los hechos. En primer lugar, se emprendió la ofensiva contra la necesidad. Para marzo de 1921 en la colonia había hasta 30 jóvenes, en su mayoría vagabundos cubiertos de harapos, hambrientos y sarnosos. Makarenko sabía que, espoleados por el hambre, sus pupilos, bajo diversos pretextos, iban regularmente a la ciudad, haciendo de las suyas. Pero comprendiendo que en los primeros momentos hubiera sido imposible prohibir este procedimiento de llenar el estómago, no preguntaba a los colonos sobre la verdadera procedencia de los saqueos.

Para terminar de una vez con el robo se exigía una determinada situación pedagógica y Makarenko aguardaba el momento propicio.

Entre tanto, comenzaron también los robos en la colonia. Desapareció del cajón de la mesa de Makarenko el dinero que constituía el sueldo de seis meses de todos los educadores. En la reunión general, rogó devolver el dinero porque le podían acusar de malversación. Después de la reunión, dos educandos le

comunicaron en secreto que ellos sabían quién había cogido el dinero, pero que no le denunciarían, que probarían a convencerle por las buenas. Por la mañana, el dinero apareció tirado en la cuadra.

Dos días después, alguien descerrajó la puerta de la despensa y se llevó todas las reservas de comestibles guardadas para la fiesta y unas cuantas latas de lubricante para los rodamientos. Los colonos no comprendían que les robaran a ellos. Con muchas dificultades a causa del racionamiento, los educandos lograron suministros de tocino y hasta caramelos, y los guardaron en la despensa de la colonia. Pero aquella misma noche todo desapareció de nuevo.

Makarenko casi se alegró de este nuevo hurto, suponiendo, que ahora los colonos se lanzarían contra los ladrones. Pero otra vez se equivocó: si bien es verdad que los jóvenes se apenaron, no se sumaron a la indignación de los pedagogos.

Ya se robaba a diario. Makarenko probó a hacer guardia por las noches, pero no aguantó más de tres noches. Observando la lucha del director y compadeciéndose de él a escondidas, los jóvenes colonos empezaron a decir que estaban dispuestos a contratar guardias.

Makarenko repuso tranquilo: A los guardias hay que pagarles, y nosotros ya somos bastante pobres, pero lo principal es que vosotros debéis ser aquí los amos. Por fin encontraron al ladrón. Era Burun, uno de los primeros seis colonos. Quedaba claro que todos los esfuerzos anteriores para orientar la conciencia de los educandos hacia los intereses comunes, no habían sido improductivos. Cuando Burun dijo a sus compañeros colonos que ellos no eran quiénes para juzgarle, la opinión social apareció por fin: -¡¿Cómo, muchachos?! y Kostya Vetkovski saltó de su asiento. ¡¿Tenemos que ver con eso nosotros o no?! -¡Tenemos que ver!, apoyó a Kostya toda la colonia.

Había llegado, por fin, el momento favorable. Obtenida la primera victoria, Makarenko siguió desarrollando nuevas reservas de su innovadora pedagogía. Su idea principal era lograr un viraje decisivo en la batalla, conseguir que la noción nuestro se adueñara definitivamente de la conciencia de los colonos y se convirtiera en el punto de partida de todo el trabajo educativo posterior.

Bajo la influencia de los razonamientos persuasivos de Makarenko, los educandos llegaron a interesarse por la economía de la colonia, emprendiendo el trabajo en sus campos, huertas y en el jardín frutal. Ampliando la imaginación que tenían del nuestro, los colonos pusieron bajo su protección el bosque estatal adyacente a sus posesiones, colocaron guardias en el camino, donde cada noche se

cometían robos y asesinatos, y se lanzaron a una ofensiva contra los kulaks locales y los aguardenteros furtivos.

El trabajo instructivo, especialmente la lectura, desempeñó un enorme papel en la transformación de la conciencia de los colonos. Se leía mucho a la luz de los quinqués y se organizaban lecturas colectivas en los dormitorios, en particular de Gorki. A los muchachos les asombraban más que nada sus novelas autobiográficas: -Entonces, resulta que Gorki es como nosotros? ¡Eso sí que es formidable! La vida de Máximo Gorki -escribe Makarenko en Poema pedagógico- pasó a formar parte de nuestra vida. La escritora Amalia Bernardini en su libro “La educación actual en sus fuentes filosóficas”, menciona que “Máximo Gorki” fue un hecho importante para el pedagogo Makarenko.

“La experiencia de Makarenko en la colonia de Gorki puso de relieve sus excepcionales dotes de educador, pues condujo a la reeducación

humana

muchachos

mediante

a

todos una

aquellos constante

dedicación, les restituyó la dignidad humana, social y los condujo también a reeducar la vecina colonia de Kurisac”2

2

BERNARDINI, A. “La educación actual en sus fuentes filosóficas”. Pág 113

LA TEORÍA DE LA COLECTIVIDAD

La clave para comprender y apreciar las realizaciones pedagógicas de las colonias Máximo Gorki y Félix Dzerzhinski, es la teoría científica de la colectividad, que Makarenko elaboró durante los años 1927-1935. Su esencia reside en que en el sistema sociedad-individuo debe existir forzosamente un eslabón vinculante intermedio, cuyas funciones las cumple una célula especialmente creada, denominada la colectividad.

En esta célula social deben estar incluidos los componentes principales de la sociedad socialista, en su conjunto. Así pues, la colectividad hace palpable el modo socialista de vida y con ello asegura que los miembros de la colectividad entiendan los intereses de la sociedad.

Makarenko plantea la cuestión de la colectividad como una célula que no surge de forma espontánea, sino que se crea como resultado de la actividad consciente y concreta de las personas.

El destino supremo de la colectividad es la creación de condiciones para el desarrollo armónico y libre del individuo, para la educación de colectivistas. Para trabajar con una sola persona hay que conocerla y cultivarla. Si yo me imagino las personas como granos amontonados, si no las veo en escala de la colectividad, si las abordo sin tener en cuenta que son parte de la colectividad, no estaré en condiciones de trabajar con ellas.

La colectividad escolar debe, según Makarenko, ayudar a la familia con literatura especial, organizando cursillos pedagógicos para padres, mediante una observancia permanente y montando una organización de padres en función social por las casas, Makarenko enfatiza el trabajo colectivo y social y menciona:

“1º el conjunto social es una forma de vida humana realmente existente; 2º esta forma es indispensable, viene dada por la existencia histórica; 3º este conjunto no es de pólipos, ni ranas, sino precisamente de hombres, es decir, de seres pensantes, cuyos actos no son determinados por simples reacciones. El hombre tiende al mejoramiento de la vida; está realmente convencido de que este mejoramiento sólo es posible en expresiones sociales”3

Este pedagogo también inculca el trabajo colectivo, el orgullo por la tarea cumplida, el deshonor frente al fracaso; no admite el ocio, desaliento, ni el robo; él consideraba el trabajo como un elemento básico de la educación.

Finalmente, Makarenko nos menciona da a conocer un nuevo estílo y una nueva forma de organización, el parte de que la educación es ante todo social y como consecuencia el hombre debe ser educado bajo la influencia social, organizativa de la vida personal y social.

3

BERNARDINI, A. “La educación actual en sus fuentes filosóficas”. Pág 114

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE SU PENSAMIENTO

 Su educación descansa en toda una concepción teórica del comunismo.

 Enfatiza el concepto de colectividad como método para la organización y es a través de ello que el hombre se desarrolla, Makarenko manifiesta que la educación no está al servicio de la individualidad, sino pensada para la colectividad, la persona al servicio del bien común (Bien Común Producto de una sociedad sin clases, donde las personas contribuyen lo más que pueden).

 Considera al trabajo elemento básico de la educación y menciona que La educación tiene que estar al servicio del trabajo. El trabajo debe presentarse como un valor en el individuo, por lo tanto, la educación es un proceso mediante en cual, cualquier persona llega a valorar tanto la enseñanza como el trabajo.

 Usaba el método dialéctico.

 Para él es más importante la personalidad y la actitud del docente, que el dominio de teorías. Pero argumenta, que si ambas se juntan en una sola el docente con su actitud generará cambios en la conducta de sus alumnos.

EDUCACIÓN SEGÚN MAKARENKO Makarenko conceptúa a la educación como un proceso general de toda la vida y que se da a través de ella, él correlaciona la palabra educación con la formación de valores como la disciplina, libertad, responsabilidad, esfuerzo, trabajo e interés colectivo.

En su propuesta pedagógica señala también, que el maestro debe inculcar en sus educandos el respeto, la disciplina y el trabajo, para que estos se puedan insertar en la sociedad habiendo aprendido un oficio.

Aunque los métodos pedagógicos de Makarenko han sido cuestionados por su disciplina militarizada, también se le reconoce que a través del orden y del respeto mutuo, el trabajo colectivo en el campo consiguió que los educandos estuvieran organizados, limpios y que se sintieran parte de una comunidad.

“La teoría y la practica educativa de makarenko se dirigen a superar la hostilidad entre los hombres, las clases y fundar estructuras de una colectividad unidad; una totalidad donde los grupos no se opongan unos

a

otros,

armoniosamente”4

4

SNYDERS. 1972. Pág. 139

sino

que

engranen

Para Makarenko "No bastaba “corregir” a una persona. Sino es preciso educarla de un modo nuevo, no sólo para hacer de ella un miembro inofensivo y seguro de la sociedad, sino para convertirla en un elemento activo de la nueva época" (Poema Pedagógico).

De acuerdo a su teoría, la escuela es una comunidad (un colectivo) al servicio de la producción real de bienes económicos. El fin de la educación es integrar a los educandos a la vida de la sociedad comunista. Propicia métodos ergologicos en lugar de los métodos lúdicos empleados por la burguesía. La educación debe ser una educación utilitaria.

Este pedagogo manifestaba que la educación debía ser politécnica y relacionada con los procesos de la producción que el país necesita. Establece que cuando se educa a un hombre se debe saber precisamente lo que saldrá de las manos, respondiendo de nuestra producción y la de los colaboradores. Para llegar a obtener un producto tan definido, se requieren proyectos previos, planes de trabajo que definan exactamente cual será el resultado final, siendo este el sentido de la educación activa, esto es, fijarse una meta y poner los medios que hagan falta para conseguirla. La escuela de Makarenko no se considera sólo transmisora de conocimientos, sino que también tiene lugar la transmisión de la cultura y la política; ya que en ella se aprendían las matemáticas, literatura y todas las demás

materias, pero aprendían también a sentirse soviéticos y a admirar la cultura soviética, puesto que tal y como Makarenko lo entendía, la actividad cultural debe orientarse constantemente hacia la actividad política. Makarenko también realiza una crítica dura a las teoría de esos tiempos, se queja de no contar con técnicas pedagógicas válidas y para él la literatura (teorías) pedagógica es pura charlatanería, está vacía de técnicas, de métodos y de instrumentos válidos para su aplicación por un educador cargado de problemas.

CAPÍTULO III

FINES DE LA EDUCACIÓN DE MAKARENKO El fin que Makarenko se propone, es el de convertir a los niños bajo su cargo

en

CONSTRUCTORES

ACTIVOS

Y

CONSCIENTES

DEL

COMUNISMO, el de hacer de cada individuo un miembro activo de su época y su sociedad, el de formar individuos que se conviertan en constructores y fortalecedores del estado proletario, hacer de cada alumno un comunista activo y consciente. La educación de makarenko tiene como fin la defensa de la revolución Comunista y la formación de la vanguardia revolucionaria, de los hombres nuevos que fungirán de liderazgo sobre la comunidad. Propuso también como uno de los fines de la educación la estructuración programática de la personalidad del educando en sus aspectos conductuales: convicciones, educación política, conocimientos y valores morales, esta educación debía desarrollarse en un proceso de interacción con la comunidad. Makarnko sostenía que la educación del niño debe ser correcta desde la iniciación, con la finalidad de que más tarde no sea necesario reeducar, lo que es más difícil. Makarenko manifestaba que el educador también debe ser un hombre pedagógicamente bien preparado, debe tener en cuenta las necesidades sociales, los anhelos, los fines y objetivos del estado, pero es necesario que el docente no olvide su condición de humano; un educador debe saber organizar, bromear, ser

alegre, enfadarse y asumir su buen comportamiento, porque es observado por los educandos y ellos aprenden todo cuanto observan.

CONCLUSIONES  Llegamos a la conclusión que la pedagogía de Makarenko se basa en la práctica y en la experiencia, esto fue lo único que le ayudó a solucionar los problemas reales que se vivían en la colonia Gorki..  Makarenko afirmó que el niño no es ni bueno ni malo por naturaleza sino que es la educación la que decide este aspecto en última instancia.  Para solucionar los problemas que se vivían en la colonia, Makarenko basó su pedagogía en dos puntos principales: la creación de la conciencia de grupo y el trabajo productivo.  El objetivo principal de la Teoría Pedagógica es el insertar a los educandos en la sociedad habiendo aprendido un oficio mediante la disciplina y la educación socialista siendo el “objetivo último” el que el individuo sea productivo y positivo para el interés general. 

El pensamiento pedagógico de Makarenko no solo tuvo en Rusia el reconocimiento que merecía, sino que se convirtió casi en el credo oficial de la escuela soviética, pero solo en los últimos años de la vida del autor y después de su muerte.

BIBLIOGRAFÍA  TRILLA, J. “El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI”. Edit. Graó. España. Pág. 148  BERNARDINI, A. “La educación actual en sus fuentes filosóficas”. Pág 113  SNYDERS. 1972. Pág. 139  “Poema

pedagógico”

Antón

Makarenko.

Ediciones

Akal.

1

“Diccionario de pedagogía” . Editorial Labor S.A. Tomo II/ pag.601.  TRILLA, J. y otros (2001): EL legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo

XXI. Barcelona. Graó3ª edic. 1974.

 HOUSSAYE, J. y otros (1995): Quinze pedagogs.Barcelona. UOC. Proa.  ELÍAS J. Teoría de la Educación. Ed. ER. Lima. 2003.