Los Antiguos Mexicanos

Córdoba Baltazar Diana Laura. Grupo: 09 LOS ANTIGUOS MEXICANOS. Miguel León – Portilla. Capítulo I. Los milenios del Méx

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Córdoba Baltazar Diana Laura. Grupo: 09 LOS ANTIGUOS MEXICANOS. Miguel León – Portilla. Capítulo I. Los milenios del México Antiguo. La historia antigua del México central abarca por lo menos 10 mil años. Los que vivieron en los tiempos antiguos, no solamente los aztecas sino también sus vecinos texcocanos, tlaxcaltecas y otros varios más, así como sus predecesores los toltecas, Dejaron en sus relaciones, mitos, leyendas y poemas -preservados en museos y bibliotecas- la historia, a veces casi mágica, de sus orígenes, sus peregrinaciones y su evolución cultural. Para el pensamiento indígena, el mundo había existido, no una, sino varias veces consecutivas en conjunto habían existido ya cuatro soles y cuatro tierras, anteriores a la época presente. En esas edades, llamadas "Soles" por los antiguos mexicanos, había tenido lugar una cierta evolución "en espiral". Los hombres del primer sol habían sido hecho cenizas y el agua termino con ellos convirtiéndolos en peces, los del segundo sol fueron los gigantes que en realidad eran seres débiles, los del tercer sol tuvieron un trágico fin pues quedaron convertidos en guajolotes, y los del cuarto sol se fueron a vivir por los montes transformados en lo que el texto llama tlacaozomatin, "hombres-monos". Cada edad o sol termina siempre con un cataclismo. La quinta edad en que ahora vivimos, la época del "sol de movimiento", tuvo su origen en Teotihuacán. El Quinto Sol: 4-Movimiento su signo. Se llama Sol de Movimiento, porque se mueve, sigue su camino. Y como andan diciendo los viejos en él habrá movimientos de tierra, habrá hambre y así pereceremos. En el año 13-Caña, se dice que vino a existir nació el Sol que ahora existe. La restauración de los seres humanos fue hecha por Quetzalcóatl, quien aceptó el encargo de restaurar a los seres humanos, así como proporcionarles después su alimento. Realizando un viaje al Mictlan, "la región de los muertos", en busca de los "huesos preciosos" que servirán para la formación de los hombres: Mictlantecuhtli, señor de la región de los muertos, pone una serie de dificultades a Quetzalcóatl para impedir que se lleve los huesos de las generaciones pasadas. Pero Quetzalcóatl, ayudado por su doble o nahual, así como por los gusanos y las abejas silvestres, logra apoderarse de los huesos: Mictlantecuhtli le dijo a Quetzalcóatl que para que pudiera llevarse los huesos, tenía que hacer zona a su caracol pero su caracol no tenia agujeros, así que los gusanos le ayudaron haciéndole agujeros al caracol para que

después los abejones y las abejas lo hicieran sonar. Después de esto Quetzalcóatl puede comenzar a crear a los nuevos seres humanos, De esos primeros hombres, especie de Adán y Eva del mundo náhuatl, descienden, según el pensamiento indígena, todos los seres humanos. Durante los primeros siglos de la Era Cristiana se sitúan la aparición de las más antiguas ciudades mayas, como Uaxactún, Tikal, Piedras Negras, Yaxchilan y Palenque; los monumentos clásicos de Monte Albán en Oaxaca, y en el centro de México, la ciudad de los dioses, Teotihuacán, con sus dos colosales pirámides y sus incontables palacios y adoratorios. En Teotihuacán fue donde tuvo lugar el máximo esplendor intelectual y material de las culturas antiguas del México central. Allí se veneraba desde tiempos antiguos al que se convertiría en símbolo de la sabiduría náhuatl y maya: QuetzalcóatlKukulcán. El dios barbado, las cabezas de serpiente emplumada. Un texto en náhuatl habla del culto que le tenían a Quetzalcóatl, lo veneraban como su único dios, como sacerdote, eran muy respetuosos con cosas que tenían que ver con él, y además se le ofrecían y se sacrificaban en su nombre. A pesar de la extraordinaria organización social y política que supone el esplendor teotihuacano, a mediados del siglo IX d. C., sobrevino su misteriosa, y hasta ahora no explicada, ruina. En el mundo maya ocurrió por ese tiempo algo semejante. La ruina y el abandono de los grandes centros rituales de Uaxactún, Tikal, Yaxchilan, Bonampak y Palenque tuvo lugar en una época muy cercana al colapso de Teotihuacán. Y hay que confesar que hasta la fecha no se ha podido explicar de modo convincente la causa de esto que pudiera llamarse muerte del esplendor clásico del México Antiguo. A la caída de Teotihuacán fue surgiendo una nueva civilización de sobresaliente importancia en Tula al norte de México, conservando instituciones e ideas religiosas, como el culto a Quetzalcóatl, derivadas de Teotihuacán. Sólo que en Tula se dejaron sentir también otras influencias. El espíritu guerrero de los nómadas del Norte empezó a manifestarse. Los toltecas, según el testimonio de los textos, eran grandes alfareros extraordinarios que "enseñaban a mentir al barro", haciendo toda clase de figurillas, rostros y muñecas. la llegada de los aztecas, "el pueblo cuyo rostro nadie conocía", iba a modificar por completo la fisonomía política no ya sólo de la región de los lagos, sino de toda la zona central y meridional de México. Cuando los mexicas o aztecas llegaron toda la zona central de México ya estaba habitaba y por esta razón tuvieron problemas para acentuarse ya que a donde se alojaban los corrían hasta que hacia el año de 1299 d. c, suplicaron al señor Coxcoxtli, rey de los culhuacanos, les concediera algún sitio donde pudieran establecerse. Los culhuacanos, accediendo, los enviaron a la región pedregosa de Tizapán, cerca de la actual Villa Obregón, con el propósito de que las víboras ponzoñosas, que abundaban en esa región, acabaran pronto con ese pueblo de rostro desconocido. En contacto con la gente de Culhuacán, los aztecas empezaron a buscar mujeres entre las hijas de sus vecinos. Así fueron emparentando con aquella gente de origen tolteca. Huitzilopochtli ordenó que fueran a pedir al nuevo rey de Culhuacán, Achitómetl, les cediera a su hija doncella, para convertida en su diosa Yaocíhuatl, "la mujer guerrera", él señor de Culhuacán accedió a la petición de éstos. Pero el designio de

Huitzilopochtli no era precisamente conservar la vida de la doncella. El dios de la guerra ordenó que la joven culhuacana fuera sacrificada de inmediato. Establecidos ya los aztecas en México-Tenochtitlán: eligieron allí a su primer señor o tlatoani, de nombre Acamapichtli. Durante su gobierno de 21 años, cuando murió este le sucedió su hijo llamado Huitzilíhuitl quien igual duro 21 años como tlatoani, con él y con su sucesor el tercer tlatoani Chimalpopoca continuaron edificando y engrandeciendo su ciudad. Electo el cuarto rey azteca, Itzcóatl, hacia 1427, se vio en la trágica disyuntiva de tener que aceptar servilmente la tiranía de Maxtlatzin de Azcapotzalco, o reaccionar contra él iniciando la guerra. Aquí fue cuando apareció por primera vez el joven Tlacaélel, de 29 años de edad. Exhortando públicamente a los aztecas que pensaban rendirse, dio principio a la guerra contra Azcapotzalco. Aliándose los aztecas con los también perseguidos texcacanos, después de varios hechos de armas, vencieron por completo al Maxtlatzin de Azcapotzalco. En honor de Huitzilopochtli y de los demás dioses venerados por los aztecas, se celebraron con mayor frecuencia los sacrificios humanos CAPITULO II. Italaca y Xiuhámatl. Existieron dos instituciones culturales en el mundo prehispánico, que parecen relacionarse de algún modo con lo que llamamos conciencia histórica, La primera, probablemente la más antigua, se designaba con el vocablo náhuatl Itoloca "lo que se dice de alguien o de algo"; la segunda, Xiuhámatl, equivale a "anales o códices de años". La Itoloca fue la forma más antigua de preservar entre los nahuas la memoria de su pasado. Esos libros o códices, de cuyo variado contenido hablan los cronistas, constituían en el mundo náhuatl el complemento de la ltaloca, "lo que se dice de alguien o de algo...”. Los recuerdos, las historias y los cantos se inscribían también en esos libros hechos de papel de amate, que se plegaban a modo de biombo. Sin embargo son muy pocos los códices que aún se conservan. Hay 5 formas principales de glifos: a) Numerales (representativos de números). b) Calendáricos (representativos de fechas). c) Pictográficos (representativos de objetos). d) Ideográficos (representativos de ideas). e) Fonéticos (representativos de sonidos: silábicos y alfabéticos). a) constituyen una representación precisa y clara de lo que con todo derecho puede llamarse un sistema indígena de numeración. Como se sabe, los indios del antiguo México tenían como base en su modo de contar al número 20 (cempoalli) b) en el mundo náhuatl había dos calendarios: el llamado Xiuhpohualli (estaba dividido en 18 "meses" o grupos de 20 días), "cuenta de los años", y el Tonalpohualli, " ("cuenta de los destinos", era una especie de calendario o almanaque adivinatorio formado por 20 "semanas" o grupos de 13 días, cálculos relacionados con fenómenos celestes, tales como eclipses, ciclos planetarios, etc.) cuenta de los días".

c) representativos de cosas, personas, dioses, etc. Indudablemente que dentro de las cinco categorías de grifos nahuas son éstos los que pudieran considerarse como más primitivos. d) representan simbólicamente ideas. e) una manera de escritura por medio de dibujos de cosas, cuyos nombres son la base para representar varios sonidos, que al unirse, constituyen la palabra que se desea. de los códices nahuas que hoy día se conservan, puede decirse, en resumen, que existen probablemente nueve de origen prehispánico: la Tira de la peregrinación y la Matrícula de tributos, ambos de origen azteca. Los otros 7 son seguramente de contenido mitológico y religioso entre ellos tenemos al Códice Borbónico que es un códice azte y los otros seis que componen al llamado “grupo Borgia” Toda la herencia que dejo el México antigua, Fray Bernardino de Sahagún intento recopilarla, textos de todo tipo, desde tradiciones, dioses, ritos, leyendas, educación, alimentación, ideología etc. Y para recopilar todo esto Sahagún busco en tres lugares Tepepulco, Tlatelolco y México, en donde busco a Indios viejos para que pudieran informarles de los diferentes temas. Lo que le ayudo a elaborar su obra Historia general de las cosas de Nueva España. Esta fue a parar a España con el nombre de Códice Florentino. Otros dos manuscritos de fundamental importancia fueron asimismo compilados por los estudiantes discípulos de Sahagún. Se trata de los Cantares mexicanos, y el llamado Manuscrito de los romances "de los señores de la Nueva España.

CAPITULO III. Los cien años del pueblo del Sol. El valle de México en el siglo XIII, ya estaba habitado por el señorío de Azcapotzalco, Culhuacán, antigua ciudad tolteca y otras ciudades como Coatlinchan, Chalco y Xochimilco. Cuando llegaron los aztecas como ya se dijo, suplicaron a los culhuacanos un lugar para vivir, y ellos para deshacerse de los aztecas los mandaron a Tizapán para que las serpientes los devoraran pero en lugar de eso los aztecas las convirtieron en su alimento y con esto los aztecas dieron pronto un paso de gran importancia. Cuando fueron corridos de Tizapán por sacrificar a la hija de Achitómetl para convertirla en su Diosa de la guerra, al fin encontraron, en el islote de México- Tenochtitlán, la señal prometida por su dios Huitzilopochtli: el águila devorando la serpiente. Aunque este lugar ya tenía dueño que eran los tepanecas de Azcapotzalco pero a los mexicas poco les importo. Volvieron a pedir ayuda a los culhuacanos para que pudieran nombrar a un rey, estos al principio no querían pero por el hecho de ser hombre lo consagraron rey en el año de 1376 tuvieron los aztecas su primer rey o tlatoani de prosapia tolteca, Acamapichtli. Bajo su gobierno de 21 años se continuó la edificación de la ciudad. Y entonces el rostro de los aztecas poco a poco iba dejando de ser desconocido. Cuando murió Tezozómoc que era Rey de Azcapotzalco su hijo Maxtlatzin se apodero del trono, quien desde un principio demostró su odio contra los aztecas. Se desataron una

serie de enfrentamientos pero en el año de 1428 "fueron conquistados los de Azcapotzalco. Los aztecas persiguieron a Maxtlatzin hasta Coyoacán donde se había ido a refugiar y fue aquí donde derrotaron por completo a la gente Tepaneca. A partir de este momento la grandeza azteca comenzaba a notarse ya que habían derrotado al pueblo más fuerte. Posteriormente sometieron también al señorío de Xochimilco y a los de Cuitláhuac y Chalco, en la región sur del Valle de México. Antes de iniciar nuevas conquistas, Tlacaélel decidió consolidar por, medio de una reforma ideológica el poderío azteca. Quería forjar una “conciencia histórica” de la cual los aztecas estuvieran orgullosos. Así que decidió quemar todos los códices, tanto de los pueblos vencidos como el de los propios aztecas para dar principio a una nueva historia y religiosa. Esto quiere decir que Tlacaélel quiso o más bien reformo completamente el pueblo azteca, siendo 3 principales reformas: organización política y jurídica, cambios en la administración económica y modificaciones en la organización sacerdotal y en las formas de culto que debían darse a sus dioses. Los sacrificios aumentaron. Tlacaélel junto con Motecuhzoma Ilhuicamina comenzaron a extender los dominios del naciente imperio. Motecuhzoma Ilhuicamina murió en 1468, los aztecas le pidieron a Tlacaélel ser el nuevo tlatoani pero él se rehusó. Entonces se eligió a Axayácatl, nieto de Itzcóatl, quien se asentó como sexto señor de México- Tenochtitlán el año de 1469. Con el siguieron las conquistas una de ellas fue la de Tlatelolco. También durante el reinado de Axayácatl, Tlacaélel murió aproximadamente entre 1475 y 1480. Axayácatl murió en 1481, y entonces es elegido como nuevo Tlatoani Tizoc que era el hermano de Axayácatl, su reinado duro 4-5 años por su tan escaso valor de guerrero, superó esta deficiencia su hermano menor Ahuízotl, elegido rey el mismo año de la muerte de Tízoc. Con él, los ideales de Tlacaélel y el destino del pueblo del Sol se volvieron realidad colmada. Después de él siguió Motecuhzoma Xocoyotzin, hijo de Axayácatl, durante este periodo ocurre la llegada de los españoles, Motecuhzoma en lugar de empuñar armas decidió consultar los códices y fue cuando pensó que los que habían llegado era Quetzalcóatl que por fin había regresado, cuando supo que no era él Motecuhzoma impidió de todas formas que los españoles llegaran con él. Pero esto fue imposible así que aceptó "ver y admirar lo que tenía que suceder", abrió las puertas a los españoles que penetraron por vez primera, el 8 de noviembre de 1519, en la gran capital azteca. CAPITULO IV. Los seguidores de la antigua doctrina. Texcoco ubicado al oriente del gran lago en el Valle de México, era famosa por sus dos sabios monarcas, Netzahualcóyotl que reinó de 1418 a 1472 y Nezahualpilli, hijo del primero, Texcoco tenia alianza con los aztecas aunque su forma de pensar difería totalmente ya que Netzahualcóyotl en vez de dejarse ilusionar por la visión místicoguerrera introducida por Tlacaélel, había estudiado los viejos códices o libros de pinturas, para conocer en ellos cuál había sido el pensamiento y la religiosidad de los antiguos toltecas. Y esto fue posible ya que Netzahualcóyotl no permitió que llegara hasta Texcoco la quema de códices que hizo Tlacaélel. la actitud de Netzahualcóyotl y posteriormente de su hijo Nezahualpilli, ambos señores de Texcoco, fue la de volverse a la antigua doctrina tolteca.

Este capítulo también nos habla de del dialogo de la flor y canto entre Tecayehuatzin, Ayocuan, de Tecamachalco, Aquiauhtzin, señor de Ayapanco, Cuauhtencoztli, poeta de Huexotzinco, Motenehuatzin, príncipe teupil, y otros más. Posteriormente nos dice que, el pueblo náhuatl, principalmente el de las ciudades dominadas por los aztecas, seguía lo que pudiera llamarse sincretismo religioso introducido por Tlacaélel. Asimismo cómo un dios casi omnipotente a Huitzilopochtli, identificado plenamente con el Sol y adorado, junto con el dios de la lluvia, Tláloc, en el templo mayor de México-Tenochtitlán. Los tlamatinime, por su parte, se plantean al hombre de todos los tiempos, en lo más hondo de su corazón buscaron un camino diferente. Aunque algunas veces también realizaron sacrificios pero no a tal grado de los otros pueblos náhuatl. CAPITULO V. Legado espiritual del México Antiguo. Los regalos del México Antiguo a la civilización occidental están sus plantas alimenticias y medicinales, al igual que algunos animales domésticos, pero a pesar de esto lo que tiene mayor importancia es su herencia espiritual, o sea los misterios tanto del hombre como de Dios. Y lo que ayuda a saber de esto son los textos prehispánicos. Concepto del hombre. En el mundo náhuatl prehispánico, como lo prueban antiguos textos, se llegó a la elaboración de un concepto: Rostro y Corazón. In ixtli, in yóllotl, rostro y corazón, simbolizan así en el pensamiento náhuatl lo que puede' llamarse fisonomía moral y principio dinámico de un ser humano. Los milenios de cultura en el México Antiguo llegaron a plasmar formas de vida propia, distinta, como es natural, de las de hombres de otros tiempos y latitudes. Se trata aquí del pueblo que tuvo como ideal forjar rostros sabios y corazones firmes. Su forma de vida, educación, religión etc. Se hablaba en constante evolución y esto trajo un autentico sentido náhuatl de la vida y del hombre. Dos figuras extraordinarias, Tlacaélel y Netzahualcóyotl, aliados para vencer a sus antiguos dominadores los tepanecas de Azcapotzalco, al obtener la victoria, dieron principio a dos formas de vida distintas. Aunque los dos conocen los antecedentes o el legado cultural de México, se van por caminos diferentes, por un lado: Netzahualcóyotl va a simbolizar la actitud de quienes desean continuar o más bien resurgir la tradición espiritualista de los toltecas, Tlacaélel inicia reformas para cambiar totalmente ese régimen, y es esta la que tiene trascendencia, para darnos cuenta de esto solo basta con ver el éxito y la grandeza que tuvo México- Tenochtitlán. Aceptando participar en el juego que es la vida, los ideales del pueblo de) Sol implantados casi universalmente por obra de las flechas y los escudos, habían forjado "corazones firmes como la piedra". El mensaje espiritualista de la flor y el canto formaba, a su vez, "rostros sabios". Al referirse al México Antiguo, son los aztecas, el Pueblo del Sol, con sus guerras floridas, sus sacrificios humanos, su grandeza militar y política, la figura central, casi pudiera decirse lo único que en realidad cuenta. Aunque también existieron muchos más pueblos con otra posición fundamentalmente espiritualista como lo son Netzahualcóyotl y Nezahualpilli, Tecayehuatzin, de Huexotzinco, Ayocuan, de Tecamachalco, y otros muchos señores y sabios, los célebres tlamatinime.