Literatur a CambaCeres

Eugenio Cambaceres. Lectura de En la sangre. la generación del 80 y el tema del inmigrante. Este autor se muestra como u

Views 94 Downloads 1 File size 200KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Eugenio Cambaceres. Lectura de En la sangre. la generación del 80 y el tema del inmigrante. Este autor se muestra como un agudo observador de las costumbres de su tiempo, especialmente del medio porteño al que pertenecía. Su actitud lo lleva a enjuiciar con un realismo crítico el momento histórico y el medio ambiente de la ciudad. La atmósfera aldeana del Buenos Aires de fin de siglos era el eje de su crítica en cuanto exhibe las lacras que corrompen el entramado social como una forma de denuncia despiadada del comportamiento real de la aldea capitalina. La producción literaria se centró “en aquella zona de las costumbres que la hipocresía social manda tener velada; pintó lo instintivo y lo La intención narrativa de Cambaceres – perteneciente a la llamada generación del 80, no sólo está en preocuparse de dar una reseña político-social y un estudio psicológico de los personajes, nace la novela argentina moderna en un momento en que la corriente naturalista se había preocupado de desnudar los vicios de una sociedad volcada a relucir “la bestia humana”4. El rasgo predominante que asume Cambaceres en su narrativa es la concepción positivista basado en los criterios científicos y en un método crítico de naturaleza empírica. La literatura crea un mundo posible de acuerdo a la raza nacional, los inmigrantes y la xenofobia como atributos de una expresión de la sociedad que toma cuerpo a través de una función cognoscitiva de la narración, rasgo fundamental en el dominio de la novela naturalista. . La interpretación de la realidad en su novela va a estar fuertemente impregnada por los aires culturales de Europa. Por ejemplo, el carácter científico de concebir la realidad, el concepto del fatalismo de corte determinista, la lucha por la existencia, la ley de la herencia, la fuerza 5 grotesco tal como lo veía en su modelo real. Por todo ello, la publicación de cada uno de sus libros resultó un escándalo en nuestro medio todavía aldeano”3. Vale decir, sus novelas fueron los primeros relatos indagatorios sobre la vida de los instintos en el color local del ambiente citadino. instintiva de la sangre, el arrebato de la bestia y el mundo de lo negocios. Con esta tendencia emerge un narrador impasible que se caracteriza por su capacidad de interpretar la realidad por medio de la construcción de un escenario narrativo fielmente representativo del temperamento de los personajes,

enseñoreándose en la seguridad que otorga el prestigio de la ciencia y en el ordenamiento sistemático de los hechos. Así es como sus novelas son verdaderos documentos humanos. Este estudio de la sociedad reproduce lo mórbido y patológico sin restricciones: espejo de una realidad que está sometida a la lógica de la ciencia y al materialismo que proviene de los corredores de bolsas. En este sentido, la novela de Cambaceres “En la sangre” nos presenta un narrador fiel a los principios zolescos, o sea, posee el saber absoluto del mundo narrado. Es un narrador superior e informado que se pone en evidencia por su saber científico de los hechos y por el dominio y conocimiento de todo. Los ámbitos por donde discurre el discurso naturalista de Cambaceres corresponde a aquellos lugares de la existencia humana que nos revelan la expresión de un fundamento de la realidad eminentemente secularizada y “sin rumbo”, propio de personajes que arrastran el estigma de un sector social característico en la vida decimonónica de Argentina: los inmigrantes. Estos personajes pululan como muchedumbre atrapados por el engranaje atávico de la maquinaria naturalista, verdadera piedra rodante que transporta “la bestia”, o sea, ellos son funcionales a los propósitos de la estética en cuestión, cada uno representará un estado de ánimo desde el momento que provienen de un determinismo originario como herencia patológica: llevan la marca irrevocable “en la sangre”. La generación del 80 se forma alrededor de un eje central: servir de testimonio de la realidad inmediata, es decir, convertir la literatura en espejo de la sociedad argentina. Desde este punto de vista, el realismo genérico se adscribe a los códigos europeos de acuerdo al auge cientificista. Pero, como dice Rusich, el naturalismo de los autores de los 80 tenía como propósito “mantener el status quo y los privilegios de su clase y no la transformación de la sociedad en una sociedad más justa y humana” como lo postulaba Zola. Sin duda que Eugenio Cambaceres fue un fiel exponente de esta línea. Por primera vez, la novela asume un carácter autónomo, o sea, provisto de las condiciones históricas necesarias para desarrollarse

estéticamente. Indudablemente que dentro de este sistema de género novelesco opera el influjo zolesco como proyecto literario que da origen a la novela naturalista argentina. El mandato cultural de la época imponía asumir los postulados positivistas de Europa, especialmente los franceses. De esta forma se adoptó una doctrina literaria sin advertir que el programa correspondía a otra realidad histórica. Así se explica que las novelas de Cambaceres adopten las técnicas y mecanismos del método experimental más que sus objetivos fundamentales. En razón con esto, la última novela de este escritor – En la sangre (1887) – cumple los preceptos naturalistas en forma estricta en razón a uno de los temas decisivos del momento: la cuestión de los inmigrantes. La generación del 80 veía al inmigrante con cierto desprecio y temor. La oleada inmigratoria creó enormes dificultades en Buenos Aires, pues la ciudad no estaba preparada para recibirlos, dando lugar a la formación de conventillos y el hacinamiento epidérmico. Vale decir, se forma una imagen estereotipada del inmigrante con una carga negativa que se caracterizaba por su brutalidad, avaricia, miseria, violencia y afán de negociar con malas artes. Esta visión pesimista originó un sentimiento de xenofobia que coincide con el pensamiento de Cambaceres. Él no toma partido por el “gringo” en cuanto a su descendencia y posterior herencia. Esto guarda relación con la postura del narrador que se opone a la inmigración europea debido a su baja calidad y porque la juzga desastrosa para el futuro del país. No obstante, Tuninetti dirá que si bien es cierto los inmigrantes realizaron progresos en sus posiciones sociales y económicas, siguieron excluidos del poder económico que, entonces, estaba en manos de la élite7. Estos aspectos de la vida del inmigrante y la problemática de su incorporación en la sociedad argentina no fue ajena a la narrativa de Cambaceres. Por ejemplo, en la novela En la sangre nos encontramos con el planteamiento de diversos aspectos relacionados con el plano de la herencia biológica y moral del “gringo” llegado a Buenos Aires. Genaro, el protagonista de la novela, es hijo de inmigrante y representa la ambición desenfrenada, teñida de una conducta materialista y violenta. Él está sometido al más riguroso determinismo, el fatalismo de su degradación proviene de estas fuerzas inmutables de la naturaleza. En general, las obras de este escritor presentan la herencia negativa derivada de una inmigración individual o masiva considerada social y culturalmente baja. En la sangre.

La descripción de la significación de la novela la vamos a realizar mediante el trazo de dos fronteras que sustentan el texto: la historia y el discurso. La historia en el acto comunicativo nace en forma de discurso que es la instancia organizadora de la experiencia dietética. En efecto, el nivel histórico define el material narrativo por medio de una serie de acontecimientos ligados lógicamente y sujetos a un tiempo y un espacio donde actúan y padecen los personajes. En cambio, el nivel discursivo corresponde a la actividad de contar un evento narrativo, explicitando la composición artística del relato. En este sentido, nos centraremos en la relato de la historia para anotar los elementos constitutivos del mundo posible y luego daremos cuenta del discurso a través del narrador. El nivel de la historia El sistema narrativo sigue la estrategia y los cánones propiamente naturalistas. Este tipo de novela - sustentada en los principios de Zola - relata la degradación de un grupo familiar y la de un individuo, es decir, desarrolla la vida de Genaro, hijo de inmigrantes italianos, que crece en un ambiente de avaricia y miseria fuertemente determinado por la sangre. Al morir su padre y con la pequeña fortuna heredada llega a estudiar en la universidad o Colegio Nacional gracias a los deseos de su madre que soñaba con un hijo profesional. Sin condiciones intelectuales para seguir estudiando en forma exitosa y mermada sus bienes por llevar una vida de apariencia, seduce a la hija de un rico estanciero llamada Máxima con el claro propósito de casarse con ella y solucionar sus problemas económicos y así ascender socialmente. De nuevo con dinero, Genaro se dedica a los negocios de la especulación de tierras, volviendo a dilapidar la fortuna de su esposa. Su mujer se da cuenta que tiene por marido a un estafador y le niega seguir dándole dinero para cubrir sus deudas. Genaro en un arranque de cólera la azota y la amenaza con matarla. El relato señala el proceso de ascenso y descenso social de un hijo de inmigrante. Este proceso permite dividir el texto en cuatro bloques narrativos que van desde la presentación de los padres y nacimiento de Genaro hasta la etapa de madurez del protagonista y la violenta reacción contra su esposa. Primer bloque narrativo (capítulos I a III).- La novela se nos presenta como un relato que funciona en forma proléptica, o sea, la historia tiene un orden lineal que crea una ilusión de continuidad bajo la forma de lo previsible. Este bloque está estructurado en base a los siguientes segmentos: presentación y descripción de los

padres (él un inmigrante italiano pobre; ella una mujer tuberculosa y embarazada), nacimiento de Genaro (hijo del “tachero” que nace con la marca de la anemia en el semblante y determinado por la sangre y el medio ambiente perverso y brutal) y los sueños de la madre (educar a su hijo). Segundo bloque narrativo (capítulos IV a XVII).- El narrador con su posición omnipresente continúa con el relato lineal de los hechos por medio de una sucesión temporal que se proyecta hacia un desenlace perceptible y previsible para el lector de acuerdo a la progresión narrativa y a la pretensión de contar una verdad fáctica. La configuración de este bloque se relaciona con secuencias narrativas de la siguiente índole: 1ª desaparición, la muerte del padre (“un caso de vicio orgánico”); la sucesión testamentaria de los bienes del “tachero” que es el activo de la herencia asumida por la viuda (posesión de una pequeña fortuna); Genaro y el engaño de los talentos producto de su estadía en la universidad (posesión de la idea del mal en el robo del examen); caracterización de Genaro (utilitario y materialista, moralmente maquiavélico, pues el fin justifica los medios); 2ª desaparición, el viaje a Italia de la madre de Genaro a instancias de él. Con la muerte del padre y el alejamiento de su madre, Genaro queda solo para llevar a cabo su plan: a) borrar la marca de su origen: hijo de inmigrante; b) desarrollar una vida de apariencias, transformándose en un verdadero dandy. Vale decir, este bloque comienza con la pérdida del padre y termina con la pérdida de la madre. En ambos casos el marco de la desaparición (por muerte y viaje) es irreversible y abre el relato a un programa narrativo que alude a un protagonista transformado en una “bestia” que se mueve entre el tema del dinero, los negocios mal habidos, el amor, la venganza y el determinismo de la sangre. Tercer bloque narrativo (capítulos XVIII a XXXVII).- El narrador presenta a un protagonista que avanza progresivamente en su plan de ascenso social que se extiende en una relación de espacio-personaje por medio de la contigüidad entre Genaro y los ambientes a los que tiene acceso: conventillo→ casa→ Universidad→ Teatro Colón→ casa de Máxima→ estancia. Este bloque narrativo está formado por los siguientes segmentos: Genaro empieza a dedicarse a una vida de lujo y ostentación a través de una actividad económica sustentada en las apariencias de los negocios y el engaño de los sentidos (con 20 años queda solo y pone en práctica el plan de vida que se había trazado: acceder a un nuevo y mejor nivel de vida); Genaro conoce a Máxima, hija de un rico estanciero (el Teatro Colón es el lugar donde por primera vez cruzan sus miradas); Genaro sueña con ingresar como socio al Club del Progreso (no lo admiten por su

origen); matrimonio con Máxima (ella previamente queda embarazada); 3ª desaparición, la muerte del padre de Máxima. Con la muerte del suegro, Genaro entra en la tercera etapa de sus acciones según el nivel pragmático que tiene en el marco de las desapariciones (1ª etapa, muerte del padre; 2ª etapa, alejamiento de la madre. Propósito: estar libre para llevar a cabo su plan de conquista material de acuerdo al principio moral “la acción es buena o mala según el provecho obtenido”). Este último momento nos muestra a Genaro lanzado en los negocios y en la especulación, usufructuando de la fortuna de su suegro y dando rienda suelta a la ambición, pues el único anhelo de su vida fue el dinero como aparece señalado en el capítulo XXXVII. Vale decir, el narrador nos muestra al protagonista en la cúspide de su degradación de vida de Genaro que, en el fondo, lo lleva a la violencia de naturaleza instintiva. Cuarto bloque narrativo (capítulo XXXVIII a Final).Este último bloque cierra los acontecimientos de la novela mediante segmentos narrativos que aluden a: el anuncio de la crisis bursátil de 1890 (la prosperidad económica sufre una debacle); Genaro pierde progresivamente el patrimonio de su suegro por negocios mal hechos y por una ambición desenfrenada (Máxima empieza a dudar de su marido y pierde el afecto por él); revelación de la verdad de los manejos económicos de Genaro (abuso de confianza traducido en la mentira, el engaño y el robo hecho en perjuicio de Máxima, o sea, Genaro era un ladrón); amenaza de muerte a Máxima. En consecuencia, este bloque narrativo cierra la historia de la novela mediante una prolepsis que funciona como una progresión lineal en el tiempo y el espacio, culminando con el protagonista totalmente degradado producto de un determinismo y una tendencia al mal que el narrador en más de una oportunidad lo caracteriza con la expresión “la bestia”. Estos bloques narrativos operan en cuanto le dan un nivel de coherencia al texto en el proceso de ascenso social y descenso moral del protagonista. Esta transformación de Genaro se desarrolla en cuatro fases proposicionales: a) Existencia de privaciones y miserias de un napolitano, b) Muerte del padre de Genaro y viaje de la madre a Europa; c) Muerte del padre de Máxima y vida de apariencia, ostentación y ambición por el dinero de Genaro; d) Pérdida del patrimonio de Máxima y revelación de la verdad: Genaro se convierte en un falsario. Estas etapas narrativas cumplen la función de explicar los cambios que sufre Genaro. La mutación del protagonista está vinculada directamente con los espacios que frecuenta. El conventillo y la calle es el ámbito originario del protagonista, pues allí “empezó entonces para Genaro la vida andariega del pilluelo, la existencia errante, sin freno ni control, del muchacho

callejero, avezado, brutal del

hecho desde chico a toda la perversión baja y

moral que está en relación dinero como lucro y riqueza, del amor no sentido; entonces, inautenticidad campea en el

con el tema del pero recubierto por el tema el nivel de la modo

medio en que se educa” (p. 52)9. En la calle “jugaban a los hombres y las mujeres; hacían de ellos los más grandes, de ellas los más pequeños, y, como en un manto de vergüenza, envueltos entre tinieblas, contagiados por el veneno del vicio hasta lo íntimo del alma, de a dos por el suelo, revolcándose se ensayaban en imitar el ejemplo de sus padres, parodiaban las escenas de los cuartos redondos de conventillo con todos los secretos refinamientos de una precoz y ya profunda corrupción” (p. 54). Vale decir, la relación Genaro y el espacio del conventillo y la calle están en función de un determinismo del medio como vallas que deberá sortear en su ascenso social. El colegio y la universidad son los espacios que señalan el inicio de su ascenso social a través del estudio y sagacidad, aspectos que ponen a prueba su inteligencia y su origen (hijo de inmigrante). Sin embargo, el narrador ridiculiza la figura del profesor y el ingreso de Genaro a la educación: a)“Precisamente atinaba a pasar el profesor de primer año, un hijo del país, zambo, picado de viruela y vestido de levita color plomo” (p. 70); b) “Se trataba de examinar al niño; con el objeto de abreviar, podía hacerlo en ese mismo instante; a lo que el otro accedió declarando a Genaro en estado de ingresar al aula desde luego, por haber sabido contestar qué pronombre era el que se ponía en lugar del nombre" (p. 70). El ingreso lo logra fácilmente debido a que la pregunta exige como respuesta una mecánica memorización. Además, se produce una confusión social entre el profesor provinciano caracterizado con rasgos de pobreza y la mezcla de alumnos que tenía el colegio, pues “había grandes, había chicos, bien vestidos, otros pobres, acusando una pobreza franciscana en sus personas, de ropa lustrosa en los codos y agujeros en las rodillas” (p. 71). En cambio, la universidad aparece simbolizada como el ámbito que pone a prueba su inteligencia. El saber no es trivializado como en el colegio. Ahora el modelo positivista está representado por el examen de física que logrará aprobar Genaro mediante el fraude, “la sugestión, la idea del mal llegó a poseerlo, bruscamente con una prontitud de luz de rayo, robarse una se le ocurrió” (p. 92). El robo de la bolilla con la pregunta del examen pone a prueba la astucia y sagacidad heredada del padre en desmedro de la inteligencia. En el fondo, Genaro es un extraño en ese medio de acuerdo

a la dicotomía 9 Eugenio Cambaceres (1968), Argentina, Editorial Plus Ultra.

En la sangre,

ignorancia/conocimiento, vicio/virtud que se da en el nivel axiológico del texto. No obstante, el paso por la universidad significa elucidar el modo de vida del protagonista: “Guarecido, acurrucado en un hueco de la pared, su instinto solo, su maravilloso instinto de zorro lo había salvado” (p.95). El Teatro Colón, el Club del Progreso, la casa de Máxima y la estancia del suegro son distintos ámbitos que simbolizan la accesibilidad o inaccesibilidad de Genaro a una distinción social en el medio de Buenos Aires. El Teatro Colón y el Club del Progreso corresponden a la etapa del dandy, es decir, el juego de las apariencias engañosas de acuerdo a la relación dinero/amor y especulación/provecho como instancia de ascenso social. Sin embargo, el nombre, el origen y la sangre impiden a Genaro la idea de acceder a un puesto en el distinguido Club del Progreso. La casa de Máxima representa el momento narrativo del engaño y la farsa del corrupto Genaro en oposición a la inocencia y candidez de la familia del estanciero (recibe en su casa al estafador y falsario “tachero”). La estancia es el lugar de refugio de Máxima, “era el sosiego, la calma, la paz por lo menos, ya que no la dicha a que ella, como las otras, habría tenido derecho de aspirar sobre la tierra” (p. 155), o sea, está en la relación campo/ciudad, incontaminado/contaminado, espíritu/cuerpo. El campo, además de dar posición social otorga el rasgo de pureza a la que se adscribe el narrador en contraste con la promiscuidad urbana y a la apropiación material a que aspira Genaro tras la muerte de su suegro. En consecuencia, la instancia narrativa del protagonista y los diversos espacios por los cuales transita, señalan las etapas del ascenso social y descenso moral del hijo del inmigrante en cuanto se da una vinculación por contigüidad entre ellos. Estos bloques narrativos no sólo establecen la relación entre el protagonista y los espacios, sino que también activan la pregunta ¿de qué trata la historia? Desde esta perspectiva el tema central es la historia de inmigrantes italianos. El inmigrante. En esta novela Cambaceres comparte la mirada de los hombres ilustrados de la generación del

80 y focaliza la figura del inmigrante y su descendencia desde una posición cientificista del naturalismo, aludiendo a la herencia de la sangre y al determinismo racial. La novela se

estructura alrededor de Genaro Piazza, hijo de un inmigrante napolitano caracterizado como un hombre pobre que lucha tenazmente por sobrevivir. Genaro nace con el estigma de un padre extranjero y una madre tísica. La muerte del padre y el alejamiento de la madre abre la ambición materialista del protagonista que anhela salir del conventillo, pero 10 tiene el obstáculo “en la sangre” , lo que le confiere un rasgo de inferioridad, resignación y fatalismo por el origen. Por sobre todo, él quiere emular el modo de vida de la clase dominante y Máxima será el medio para acceder en forma inescrupulosa a este nivel social. El narrador plantea el marco temático ‘el inmigrante’ (hijo de) en base a cuatro sub-temas que dan cuenta del sentimiento de xenofobia que tienen los hombres ilustrados de la época sobre la baja calidad de la inmigración europea que corrompe los valores de la sociedad argentina: índole, resignación/rebeldía, fatalismo e invasión. a)

Índole “Arrojado a tierra desde la cubierta del vapor sin otro capital que su codicia y sus dos brazos, y ahorrando así sobre el techo, el vestido, el alimento, viviendo apenas para no morirse de hambre, como esos perros sin dueño que merodean de puerta en puerta en las basuras de las casas, llegó el tachero a redondear una corta cantidad” (p. 55).

b)

Resignación/Rebeldía “La negra perspectiva del porvenir que se forjaba, la idea de que no llegaría jamás a cambiar su situación, de que sería eterna su vergüenza, la humillación que día a día le hacían sufrir sus condiscípulos, de que siempre, a todas partes llevaría, como una nota de infamia, estampado en la frente el sello de su origen, llenaban su alma de despecho, su corazón de amargura ¿Pero qué, no era hombre él, debía por ventura resignarse así, cobardemente, conformarse con su suerte, sin luchar, sin sublevarse, doblar el cuello, dejar que se saliesen los otros con la suya, que lo siguiesen afrentando, mirándolo desde arriba, habituados a manosearlo, a no ver sino a un pobre diablo, a un infeliz en él, al hijo del gringo tachero?” (p. 80).

10

El título de la novela funciona como un texto

condensado respecto al eje conductor de la historia de Genaro: el determinismo hereditario.

c)

Fatalismo: “¿Por qué el desdén al nombre de su padre recaía sobre él, por qué había sido arrojado al mundo marcado de antemano por el dedo de la fatalidad, condenado a ser menos que los demás, nacido de un ente despreciable, de un napolitano degradado y ruin?” (p. 79).

d) Invasión: “Cien mil inmigrantes desembarcaban por año, el país se iba a las nubes, marchaba viento en popa...” ( p. 170). La inocencia o culpabilidad del hijo del inmigrante aflora en esta novela conjuntamente con la posición naturalista que adopta Cambaceres: no redime ni ennoblece la figura del inmigrante, sino que lo condena porque es una amenaza para la sociedad porteña. El dinero. La posibilidad de ascenso social que tenían los inmigrantes radicaba en la prosperidad económica y en la capacidad intelectual. De acuerdo a esta premisa, Genaro adopta un modo de vida centrado en los principios materialistas que aparecen narrativizados pragmáticamente mediante el dinero. El origen y desarrollo de este tema se da por medio de la secuencia de proposiciones referidas a las tres desapariciones (padre, madre, suegro) y de acuerdo al principio naturalista ‘lucha por la sobrevivencia’. Así es como con la muerte del padre emerge la unidad narrativa del testamento y la sucesión de la herencia como factor que gatilla los deseos del protagonista. Posteriormente el narrador nos dirá, según el segmento narrativo relacionado con el viaje de su madre a Italia, que "habilitado de edad y en posesión de un poder amplio de la madre, quedóse solo Genaro, vióse independiente a los veinte años, dueño absoluto de sus actos, desligado, se decía, de todo vínculo en la tierra, libre, en fin, exclamaba, de realizar a su antojo el programa de vida que se había trazado” (pp. 107-108). En estos momentos la dedicación a la actividad económica empieza a tomar prestigio en la sociedad porteña. Por lo tanto, Genaro pretende acceder al dinero y llevar

una vida de lujo y ostentación, más aún, si había quedado con amplias facultades para administrar los

bienes de su padre. Sin embargo, “algo había influido así mismo, no dejaba íntimamente de comprenderlo, su manera de ser, su natural, su propia índole; se conocía él, tenía ese mérito siquiera, le costaba deshacerse del dinero, era mezquino y ruin en el fondo, avaro como el padre.” (p. 115). Vale decir, el determinismo de la sangre condiciona el tema del dinero, es un obstáculo en su proceso de ascenso social y material en el sentido que se convierte en un factor de degradación. Genaro se propone “pescar un buen casamiento, con ésta o con aquélla, con su polla u otra cualquiera, tres pitos se le daban con tal de que fuese rica” (p. 116). Estas unidades narrativas nos están indicando que el protagonista sufre una conversión moral entre su infancia, adolescencia y madurez en cuanto a los propósitos utilitarios y al juego de las apariencias dandy, mozo con coche, localidad en el teatro Colón, prodigarse en los gastos, intento de ingresar al Club del Progreso, casamiento con Máxima, participación en el patrimonio del suegro, negocios en base a la especulación). Por último, con la muerte del padre de Máxima emerge la avaricia y ambición mediante el robo de los documentos del occiso, la búsqueda de la riqueza a través de actos especulativos y la pérdida en los negocios. El tema del dinero deja al desnudo el principio pragmático del protagonista: “todos los medios eran buenos, todos sin excepción, dispuesto, resuelto como se encontraba” (p. 128). Notamos una transformación moral que culmina con la corrupción de Genaro y que el narrador va a expresar por medio de la animalización de sus actos. Por ejemplo, cuando roba las escrituras de propiedad del suegro: “En un brusco manotón de gato hambriento, alargó de instinto el brazo; crispados los dedos, como clavada la garra ya sobre el montón de billetes, repentinamente, luego, se contuvo.” (p. 162). Vale decir, se transforma en una “bestia negra” y, además, se condena por el fatalismo de su origen. En este sentido, el dinero simboliza el descenso moral y activo las ataduras hereditarias del hijo del inmigrante11 en su condición infra-humana.

En la aristocracia del 80 el poder (dinero) se transmitía a través de la sangre. Sin embargo, Genaro accede materialmente a este poder mediante una transgresión: la violación de Máxima. La irrupción del hijo del inmigrante en la vida burguesa y aristocratizante de la familia de Máxima es por medio de la audacia, el sexo y la impresión engañosa de ser un hombre de dinero. La transformación del protagonista va en la progresión violación + inversión + violencia. En consecuencia, no solamente el origen de Genaro hace imposible el acceso a un estrato social burgués, sino que también el valor de la sangre en el ámbito aristocrático ha fracasado. En otras palabras, el texto nos presenta la siguiente disyunción sociológica: a) en la clase baja del inmigrante la transmisión del poder tiene la tara de la herencia y el determinismo, b) en la clase alta el sexo ha vencido a la sangre en la transmisión del poder. El amor. Este marco temático está en relación con la dicotomía diablo/virgen (p. 113 y 128), es decir, desde la perspectiva materialista de Genaro el amor y el matrimonio con Máxima tiene como fin la posesión de los bienes y del patrimonio en cuanto es una posibilidad de acceder a un determinado sector social. En cambio, desde el punto de vista de Máxima, el amor se relaciona con el embarazo, su hijo y la pureza del campo, o sea, un sentimiento espiritual que posteriormente se desvanece hasta convertirse en odio al marido. Estamos en presencia de un tema donde el amor tiene una carga negativa: en el texto hay carencia de sentimiento (salvo la madre con su actitud sobreprotectora). En el fondo, la novela asigna una función descristalizadora 12al discurso amoroso dentro del programa naturalista . La venganza. El marco temático ‘la venganza’ tiene que ver con el mundo de los bajos instintos, el odio al padre, la exacerbación de la moral, la condición 11 El materialismo de Genaro, de su familia y de su grupo, está permanentemente reiterado a lo largo de la novela. Comienza con su padre y se desarrolla en el

hijo. El indicador es la ausencia de vida espiritual de los inmigrantes. Todos los actos del protagonista están marcados por esta carencia. La barrera que lo separa del ascenso legítimo es una imposibilidad intelectual y

espiritual que lleva “en la sangre”. Genaro es pura materia. Incluso, desde el punto de vista onomástico, Genaro sugiere “lo genérico” y colectivo en cuanto es una persona que proviene del oscuro mundo de la inmigración; Máxima, en cambio, es el nombre que caracteriza la clase social a la que pertenece. 12 José Promis (1993: 14).

de ser inmigrante pobre y con el fatalismo del origen. La venganza en el protagonista abre unidades narrativas que aluden al rencor, envidia y violencia. El núcleo venganza- violencia corresponde a una agresión que se manifiesta bajo el tema de la corrupción, modo habitual que tiene Genaro para sobrevivir y defenderse de la opresión de la sociedad (rasgo característico de la novela naturalista). La novela se cierra con un acto de agresión, pues Genaro abrumado por su situación, trata de destruir a su esposa, derrumbando de esta forma la relación intrapersonal: “Andá no más, hija de mi alma... no son azotes... – gruñó -, te he de matar un día de estos, si te descuidás! (p. 185)13. Los temas se entrelazan a través de los bloques narrativos. Entonces, se puede decir que la novela como texto se abre por medio del encadenamiento de palabras, frases y párrafos de acuerdo a la programación inicial, la progresión narrativa, la figuración de los personajes y espacios, la secuencialidad de los hechos, el descubrimiento de la verdad y el desenlace final. De esta manera, constituye un proceso de mutación, o sea, lo que hace avanzar la novela es el deseo del narrador por dar la palabra al tiempo en el proceso de corrupción de Genaro. En otros términos, hacer del tiempo del inmigrante un juego de intereses materialistas afincado inexorablemente en su atavismo sanguíneo14. En consecuencia, notamos que las categorías temáticas que dan sentido al relato se mueven en los siguientes niveles: materia/espíritu, amor/odio, pureza/impureza, ignorancia/conocimiento campo/ciudad, vicio/virtud, ser/parecer, autenticidad/inautenticidad, negocio/pérdida, especulación/lucro. En el fondo, podemos decir que la historia queda terminada una vez que se ha completado el bucle temático y que en su conjunto significa la condenación de Genaro. 13 El tema de la violencia y su manifestación horizontal e individual, vertical y social, sin espacio interior es tratado por Ariel Dorfman en su libro Imaginación y violencia en América. De este texto extrajimos algunas ideas con respecto a: novela

naturalista, opresión, agresión y violencia como elementos destructivos de las relaciones humanas. 14 La herencia determina la ignorancia y la brutalidad, pues Genaro sólo puede vivir apegado a la materia. Por otra parte, su ascenso social consiste en la simulación reiterada, o sea, no coincide el ser con el parecer.

Sin embargo, no podemos dejar de mencionar el tema del determinismo y la herencia de la sangre como el eje estructurador de la novela en cuanto nos presenta el problema social del inmigrante y nos plantea la hipótesis en la relación experimental de observación y experimentación: El hijo del inmigrante por su origen y sangre no puede ascender socialmente; todo lo contrario, se condena por su nacimiento. Genaro nace con la marca de la anemia y el determinismo del medio (conventillo y la calle): “Y víctima de las sugestiones imperiosas de la sangre, de la irresistible influencia hereditaria, del patrimonio de la raza que fatalmente con la vida, al ver la luz, le fuera transmitido, las malas, las bajas pasiones de la humanidad hicieron de pronto explosión en su alma” (p. 79). Genaro se mueve fatalmente en el mundo de los bajos instintos (rencor, envidia, odio, venganza), o sea, hereditariamente tiene una tendencia al mal (p. 104). La herencia del padre al hijo lo condena, no lo redime: hereda la astucia y sagacidad, la avaricia, el materialismo, la ausencia de sentimientos, la torpeza y falta de inteligencia. El padre, don Esteban, aparece caracterizado por el narrador como una persona que deambula por la ciudad, su profesión de tachero lo hace errar de un lugar a otro; Genaro también está en permanente movimiento, sus primeros años los pasa en la calle, durante su período de estudio vaga por toda la ciudad, 15 luego caminará en los negocios . Vale decir, el lexema ‘vagar’, ‘errar’ son acciones que el narrador lo integra a la condición social del inmigrante. En síntesis, podemos señalar que el nivel histórico del relato es presentado por un narrador naturalista que obedece a la ideología de los hombres ilustrados de la época. En este sentido, la novela está al servicio del método experimental en la medida que presenta el problema de la inserción del inmigrante en la sociedad porteña. Pero, el protagonista está teñido por el influjo congénito de la sangre. Entonces, la hipótesis sobre la imposibilidad de acceder a un nuevo estrato social se comprueba a través de los bloques narrativos que corroboran la previsibilidad del desenlace.

15 El papel que juega la madre en el universo novelesco tiene el rasgo positivo de la sobreprotección. Por ejemplo, cuando induce a Genaro a estudiar. En cambio, el padre está cargado de rasgos negativos en sus relación congénita con su hijo (educar/vagar).

Por lo tanto, la tesis planteada por el narrador omnisciente y omnipresente significa que Genaro desde su nacimiento hasta su etapa de madurez lucha por sobrevivir, pero irremediablemente es condenado por el determinismo de su casta y herencia que al final lo convierte en una “bestia humana”. El nivel del discurso. El acto de contar la historia y el modo de hacerlo pertenece al plano del discurso en cuanto ésta explicita la composición artística de la obra. Esta presentación permite incursionar en algunos problemas concernientes a la forma de la expresión narrativa, responsabilidad que cae en el narrador. El narrador es el concepto fundamental en el análisis del texto narrativo. Su identidad, el grado y la forma que adopta en la novela le da el carácter omnisciente y demiúrgico (focalización-cero) por medio de una voz narrativa en 3ª persona, lo que otorga al relato una ilusión referencial de continuidad previsible. Estamos en presencia de un narrador que apela a un dialogismo experimental y que se apoya en la particularidad positivista del mensaje. Su intencionalidad está implicada en el proceso de la creación estética, pero fuertemente adscrito al código zolesco. La omnisciencia del narrador se manifiesta de diferentes maneras. Por ejemplo, el narrador exhortativo (p. 72 y 80), el narrador interviene con juicios en forma apelativa (p.65), el narrador se compadece (p. 79), el narrador es reflexivo (p. 94 y 101), el narrador anticipa los hechos (p. 112), el narrador anuncia la previsibilidad de la tesis planteada (p. 80). La omnisciencia del narrador despliega un grado de impersonalidad e impasibilidad que, en el fondo, le otorga un rango de autoridad superior, producto de la posición ubicua que asume en el desarrollo del relato. Estas diversas formas que toma el narrador en la representación del mundo imaginario le confiere la credibilidad necesaria como garante del discurso naturalista. Es un narrador que describe, comenta, hace digresiones y se compromete ideológicamente con el ámbito de la inteligencia, la espiritualidad y la

xenofobia de los hombres ilustrados de los 80. Vale decir,

es un sujeto que funciona como un eco del pensamiento de Cambaceres. Por otra parte, la focalización fluctúa entre la voz del narrador claramente representada y la voz de los personajes por medio del recurso de la superposición focal. La voz del narrador no tiene una mirada fija, sino que se desdobla, originando una aspectualización ambigua. Hay momentos en que el narrador interviene en el personaje a través del estilo indirecto libre como una manera de conocer la conciencia y sus sentimientos, como acontece con Genaro (mudo de sentimientos). En realidad este estilo entrecruza la voz del narrador con la voz del personaje en una misma construcción lingüística (p. 114). Aflora la voz de Genaro en un proceso de enmascaramiento con el narrador.

Conclusión El aporte de la escritura de Eugenio Cambaceres está ligado al código naturalista y experimental sustentado por Zola. Desde el momento en que este proyecto doctrinario comenzó a imponerse como criterio estético, se inició el dominio naturalista de representación de la realidad. En este sentido, la narrativa de este escritor se nutre del principio sociológico y documental de la creación literaria a través de la adopción de un narrador observador y testigo de los comportamientos humanos, capaz de revelar los conflictos del hombre en su lucha contra el determinismo de las leyes de la naturaleza. La novela En la sangre es la que más se acerca a la doctrina experimental. La historia nos presenta el problema del inmigrante y el atavismo congénito como ley inmutable en la determinación de la vida del protagonista. Por de pronto, esta narración se plantea bajo la hipótesis de la imposibilidad que tiene Genaro de ascender socialmente porque tiene el pecado de la herencia en su sangre. El desarrollo del relato tiene la marca naturalista de la previsibilidad de los acontecimientos en la representación del mundo imaginario. Vale decir, desde la infancia hasta la madurez el hijo del inmigrante napolitano sufre progresivamente una mutación moral que culmina en la etapa de la corrupción desenfrenada debido a su ambición materialista como forma de vida. Así, la

estructura de los segmentos narrativos configuran un texto que se mueve entre el ser/parecer, vicio/virtud, apariencia/realidad, ignorancia/conocimiento, espíritu/materia. Más aún, el narrador con su impersonalidad emite juicios, define el rasgo moral de los inmigrantes, hace anticipaciones, exhorta, se contamina con otras voces, o sea, es un sujeto demiúrgico que tiene la personalidad para dar testimonio de una representación científica de la realidad bonaerense de esa época a través de una visión que traspasa las paredes formales y fácticas de la sociedad. Cambaceres se caracteriza por haber tratado el tema de los inmigrantes de acuerdo al canon de la observación y experimentación de la vida del protagonista y su familia en una lucha permanente por sobrevivir e incorporarse como extranjeros en la sociedad porteña. Sin embargo, esta novela es el relato de la estigmatización y xenofobia en una relación de ciudad (corrupción y contaminación: cuerpo) y campo (pureza e incontaminación de la naturaleza: no cuerpo). En otras palabras, este escritor con la presentación de esta obra se pone en la cúspide de la literatura moderna y naturalista argentina en tanto que el contenido de ella está al servicio de la técnica y procedimientos zolescos. Más que los objetivos del proyecto positivista, importa la tesis admonitoria que plantea el relato. En este plano debemos situar la lectura de la novela como la construcción de un mundo donde los negocios, la especulación y el lucro carecen de moral como imagen de mundo.

Bibliografía General • Bal, Mieke (1985), Teoría de la narrativa, Madrid, Cátedra. • Barthes, Roland y otros (1970), Análisis estructural del relato, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo. • Bernard, Claude (1944), Introducción al estudio de la medicina experimental, Buenos Aires, Editorial Losada. • Cabello Carbonera, Mercedes (1975), La novela moderna (Estudio filosófico). En: La novela experimental de Emile Zola, Santiago de Chile, Editorial Nascimento. • Comte, Augusto (1982), Catecismo positivista o Exposición resumida de la religión universal, Madrid, Editora Nacional. • Dorfman, Ariel (1970), Imaginación y violencia en América, Santiago, Editorial Universitaria S. A. • Goic, Cédomil (1980), Historia de la novela hispanoamericana, Santiago, Ediciones Universitarias de Valparaíso. • Lozano, Jorge y otros (1986), Análisis del discurso, Madrid, Cátedra. • Pozuelo Yvancos, José María (1988), Teoría del lenguaje literario, Madrid, Cátedra. • Promis, José (1993), La novela chilena del último siglo, Chile, Editorial La Noria. • Taine, Hipólito (1866), Histoire de la littérature anglaise, Introduction (Trad.: Historia de la literatura inglesa. Introducción. Traducido por José de Caso). • Van Dijk, Teun A. (1983), La ciencia del texto. Un enfoque interdisciplinario. Barcelona, Ediciones Paidós. • Van Dijk, Teun A. (1984), Texto y contexto. Semántica y pragmática del discurso. Madrid, Cátedra. • Zola, Emile (1975), La novela experimental, Santiago de Chile, Editorial Nascimento. • Zola, Emile (1989), El naturalismo,

Barcelona, Ediciones Península. Específica • Apter Cragnolino, Aída (1989), Ortodoxia naturalista, inmigración y racismo en ‘En la sangre’ de Eugenio Cambaceres. Cuadernos Americanos. • Arrieta, Rafael Alberto (1959), Historia de la literatura argentina, Tomo III, Buenos Aires, Peuser. • Cambaceres, Eugenio (1968), En la sangre, Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. • Cárrega, Hemilce (1997), Aspectos del inmigrante en la narrativa de Argentina, Buenos Aires, Ediciones El Francotirador. • García, Noemí y Panesi, Jorge, Prólogo e Introducción. Leer y Comentar, Buenos Aires, Colihue/Hachette, col. (fotocopia). • Madrigal, Luis Iñigo (1987), Historia de la literatura hispanoamericana, Tomo II: Del neoclasicismo al modernismo. Madrid, Cátedra. • Orgambide, Pedro y Yahni, Roberto (1970), Enciclopedia de la literatura argentina, Buenos Aires, Sudamericana. • Rojas, Ricardo (1964), Historia de la literatura argentina. Ensayo filosófico sobre la evolución de la cultura en el Plata. Volumen VIII, Los Modernos, Tomo II, Buenos Aires, Ed. Guillermo Kraft Limitada. • Rusich, Luciano G. (1983), El inmigrante italiano en la novela argentina del 80. Chasqui. • Tuninetti, Angel T. (1995), Sexo, sangre y naturalismo en ‘En la sangre’ de Eugenio Cambaceres. Delivered at the 1995 meeting of the Latin American Studies Association, The Sheraton Washington, USA.

Revistas • ‘La historia de la literatura argentina’. Adolfo Prieto, Capítulo 19: La generación del 80: las ideas y el ensayo. Capítulo 20: La generación del 80: la imaginación. Capítulo 22: El naturalismo y el ciclo de la Bolsa. En: Buenos Aires, 1967, Centro Editor de América Latina. • Schade, George D., ‘El arte narrativo en Sin Rumbo’. En: Revista Iberoamericana, Nº 102103, Enero-Junio de 1978, Vol. XLIV, Universidad de Pittsburgh. • Marun, Gioconda, ‘Relectura de Sin Rumbo: Floración de la novela moderna’. En: Revista Iberoamericana, Nº 135-136, AbrilSeptiembre de 1986, Vol. LII, Universidad de Pittsburgh.