La Educacion Como Proceso Social

LA EDUCACIÓN COMO PROCESO SOCIAL NATURALEZA DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN Con el término socialización se indica el pro

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LA EDUCACIÓN COMO PROCESO SOCIAL

NATURALEZA DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN

Con el término socialización se indica el proceso mediante el cual se transmiten a un nuevo miembro de un grupo social los valores, normas, actitudes y comportamientos compartidos por los miembros ya existentes del mismo grupo. Desde esta perspectiva, el proceso de socialización puede considerarse como un proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida de un individuo, en cuanto el aprendizaje no tienen nunca final: no obstante, al que apresurarse a precisar y gran parte del aprendizaje básico se lleva a cabo en los primeros años de vida.

Para comprender del todo el proceso de socialización, sobre todo en la infancia, resulta útil estudiar sus tres aspectos principales:

a) El vertical, que hace referencia a los agentes encargados de la socialización misma (los padres y los profesores).

b) El horizontal que tiene en cuenta el grupo de los coetáneos, la clase social a la que te pertenece y el estatus sexual.

c) El cronológico y longitudinal, referido al tiempo ya la situación futura en la que podrá tener una ampliación más directa la socialización presente.

Estos aspectos por referencia indican que la socialización anticipa el comportamiento del adulto.

Efectivamente, su función es la de preparar al individuo para un rol o para un conjunto de roles que serán interpretados debidamente en un tiempo prefigurado, todavía por llegar. Un ejemplo de esta anticipación en el niño, que por su interacción con el padre en los primeros años de vida, no sólo aprende su propio rol de hijo, y no también a aunque con ciertas restricciones el rol de

padre y el adulto, roles estos no pertenecientes por el momento, pero que podrán serlo en el futuro (Status).

La inserción en el sistema social puede considerarse, pues, como preparatoria y como anticipatoria del rol que el individuo ocupará en la edad adulta. En efecto, en proceso de socialización se adquieren, en medida variable sujeto a sujeto, las actitudes y los valores que se refieren a los roles de la edad adulta.

Si bien en algunas de estas actitudes y valores pueden ser poco importantes para el niño, representan el punto de partida del que arranca el aprendizaje sucesivo de comportamientos cada vez más específicos. Un segundo modo de actuar la socialización se refiere a la adquisición por parte del niño de informaciones específicas, las cuales, por otra parte, no pueden aplicarse antes de alcanzar una edad apropiada.

Por último, en el proceso de socialización tienen lugar el aprendizaje de habilidades, tanto generales como específicas, que no pueden utilizarse en peculiar condición infantil, si no le intervendrán en el curso de la vida, cuando se presenten situaciones tales que

hagan necesario recurrir a dichas

habilidades.

NATURALEZA Y CULTURA

Volviendo a la definición inicial de socialización, vemos que en ella se considera implícitamente al hombre como una tabula raza, un ser maleable e influenciable por una serie de agente de socialización y de factores ambientales, como la familia, el grupo de coetáneos, la escuela, los instrumentos de comunicación de masas, los diversos grupos sociales, etc. en efecto, el hombre recién nacido no sólo no es un ser social, si no que ni siquiera se mueve en una dirección social: su primer bajito está provocado por la combinación de impulsos nerviosos orientados a la autodefensa, y no por la conciencia de poder manejar una forma primitiva de lenguaje.

Posteriormente, y no de improviso, se convierte en un ser social mediante una serie secuencial de cambios.

Los factores que determinan realmente este desarrollo del hombre constituyen un problema aún no resuelto, ya que por lo menos hasta este momento, carecemos de instrumentos de investigación que nos permitan medir el peso real que ejerce cada uno de ellos. La mayor o menor importancia de uno u otro depende de una serie de valoraciones derivadas más del tipo de socialización científica del investigador que la verificación experimental de auténticas hipótesis.

Aparte de los factores ya mencionados y que podrían denominarse cultura o ambiente social, diversos autores consideran responsables del desarrollo humano a otros factores, a los que se podría explicar el término naturaleza por poner el acento principalmente en la característica genética del individuo. Analizaremos brevemente ambas posiciones. Afirmar que el modo de ser social de un individuo está preformado en el momento del nacimiento y que es independiente de las experiencias a las que se pone el ambiente sociocultural no puede apoyarse en una amplia base de datos empíricos, a pesar de que el desarrollo de la bioquímica y de la biología, sobre todo en los campos de la embriología y de la genética, han contribuido a crear una opinión científica positiva en torno a tal posición y hacerla más aceptable. Antes bien, diversas dilaciones tienden a poner de relieve el condicionamiento social de los factores internos, es decir genéticos; se ha visto que los estímulos hormonales están influidos por la experiencia y por las condiciones sociales particulares. Incluso simples adquisiciones del comportamiento como el andar dependen de factores ambientales.

Parece, por lo tanto, erróneo olvidar o subestimar la influencia de la cultura en el desarrollo del individuo.

Por otra parte, concebir el desarrollo del individuo sólo en términos casi mecanicistas de respuesta a condicionamientos externos, a aunque puede ser correcto en algún aspecto del comportamiento, no parece explicar todo el

proceso de desarrollo social. En efecto, no se puede dejar de reconocer el peso que ejercen las diferencias genotípicas en las predisposiciones, las limitaciones, las capacidades y las potencialidades de un individuo.

Una posición autónoma con respecto a las caras y sustancialmente intermedia es la de Freud, quien toma en consideración tanto los factores innatos como los ambientales. A aunque admite que las fuerzas genéticas son básicas en el encauzamiento del comportamiento, reconoce que muchas modalidades en que se manifiestan la acción del individuo se deben a la situaciones interpersonales particulares experimentadas por el mismo. El aspecto más interesante del pensamiento de Freud sigue siendo, de todas formas, la afirmación de que las experiencias de los primeros años de vida condicionan el comportamiento futuro, con lo cual se niega la posibilidad de una socialización adulta o de una resocialización.

CASTRO MONDRAGÓN, HECTOR (2007) Sociología de la Educación. Edición Departamento de Edición Uladech.