Guia Pedagogia Social (1)

Guía Didáctica PEDAGOGÍA SOCIAL licenciatura en PEDAGOGÍA GUÍA DIDÁCTICA M.ª Ángeles Hernando Sanz PEDAGOGÍA SOCI

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Guía Didáctica

PEDAGOGÍA SOCIAL

licenciatura en PEDAGOGÍA

GUÍA DIDÁCTICA

M.ª Ángeles Hernando Sanz

PEDAGOGÍA SOCIAL

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

GUÍA DIDÁCTICA (48503GD01A01) PEDAGOGÍA SOCIAL

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

© UNIVERSIDAD NACIONAL © DE EDUCACIÓN A DISTANCIA - Madrid, 2005 Librería UNED: c/ Bravo Murillo, 38 - 28015 Madrid Tels.: 91 398 75 60/73 73, e-mail: [email protected] © M.ª Ángeles Hernando Sanz Depósito legal: M. 14.602-200524.058-2003 Primera edición: mayo de 2005Agosto de 2003 Impreso en España - Printed in Spain Imprime: Impresos y Revistas, S. A. (IMPRESA)

ÍNDICE

1.

Introducción ........................................................................................

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2.

El profesorado y su sede .....................................................................

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3.

Objetivos ..............................................................................................

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4.

Instrucciones para el estudio de la asignatura ..................................

12

5.

Estructuración del programa .............................................................

15

I PARTE 1. Origen y evolución de la Pedagogía Social .................................... 2. Objeto de estudio de la Pedagogía Social ...................................... 3. La Pedagogía Social como Ciencia. Aproximación conceptual ... 4. La Educación Social. Objeto de estudio de la Pedagogía Social.. 5. Otros aspectos relacionados con la Educación Social..................

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II PARTE 1. La formación de los educadores sociales. Servicios y Políticas Sociales ............................................................................................ 2. La Pedagogía Social como disciplina académica ......................... 3. El método heurístico en educación. Vía analítica de diferenciación disciplinar ........................................................................................ 4. La Pedagogía Social desde los diferentes paradigmas.................. 5. Intervención en Pedagogía Social ..................................................

24 25 25

6.

Bibliografía básica ..............................................................................

25

7.

Actividades complementarias............................................................. 7.1. I Parte .......................................................................................... 7.2. II Parte ..........................................................................................

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PEDAGOGÍA SOCIAL

8.

Otros medios de apoyo .......................................................................

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9.

Ejercicios de autoevaluación.............................................................. 9.1. 1ª parte .......................................................................................... 9.2. 2ª parte ..........................................................................................

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10. Evaluación ........................................................................................... 10.1. Pruebas presenciales.................................................................. 10.2. Informe del profesor-tutor.........................................................

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11. Anexo .................................................................................................. A. Otros aspectos relacionados con la Educación Social (Tema 5 de la primera parte de la asignatura) ................................................. B. Servicios Sociales y Educación Social (Tema 1 de la segunda par te de la asignatura) .........................................................................

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1. INTRODUCCIÓN Las expectativas que se están generando alrededor de la Pedagogía Social y de los profesionales que se supone se van a formar a la luz de ella, son objeto de innumerables reuniones y congresos que tienen su justificación en los múltiples problemas sociales que se producen en la sociedad actual y que necesitan de una respuesta inmediata. La Pedagogía Social estará siempre determinada por su carácter pedagógico y por el ámbito social, como también por sus orígenes históricos y por las características que concurren en el contexto social en el que se desarrolla, ya sean éstas políticas, sociales, culturales, económicas o del entorno pedagógico. Los cambios producidos en todos estos ámbitos han propiciado, en nuestro país, una expansión importante de la Pedagogía Social. Se puede considerar que a partir de los años setenta, la Pedagogía Social comienza una nueva andadura y un radical proceso de cambio. Por una lado, deja a un lado los planteamientos de corte más tradicional y comienza a trabajar en la elaboración de nuevos planteamientos más críticos del discurso pedagógico. Y por otro, intenta dar respuesta a los problemas que se derivan de las nuevas demandas sociales con enfoque más cercano a los planteamientos progresistas de la Unión Europea. Las causas de los nuevos planteamientos en las últimas décadas son muchas, y no todas están en conexión directa con la pedagogía. Este desarrollo de la Pedagogía Social sólo puede explicarse en función del contexto social, las nuevas políticas sociales, las formas de cultura predominantes, la economía y el entorno pedagógico en el que se desarrolla. Otra circunstancia que ha favorecido dicho desarrollo puede explicarse a través de un hecho de gran importancia. Nos referimos a la tendencia de la educación escolar de no querer contar con los problemas y conflictos que tienen su origen en la convivencia social con la excusa de una asepsia y neutralidad de los contenidos instructivos. La Pedagogía Social como disciplina universitaria (ciencia) es muy joven aunque tenga algunos años de historia. En su evolución ha pasado de tener un

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PEDAGOGÍA SOCIAL

cierto carácter reparador, ya que se intervenía, únicamente, cuando las necesidades se habían producido, a ocuparse de ellas antes de que aparezcan, es decir, un enfoque más orientado a la prevención. Desde esta perspectiva, la Pedagogía Social experimentará una notable expansión y diferenciación según los problemas sociales a los que se aplique; consecuentemente, esta universalización, hace que la educación social pierda, en parte, su carácter estigmatizador. También tenderá a normalizar su acción socializadora accediendo a todos los sectores de población, sin que esto signifique no atender a los más necesitados. La disciplina que nos ocupa desempeña un papel importante en la formación del pedagogo, ya que pretende formar un profesional con gran capacidad para trabajar en el ámbito formal y no-formal de la educación, que sea capaz de ser crítico, dinamizador de la comunicación y de las relaciones interpersonales, así como también favorecer los valores democráticos y saber anticiparse a los cambios y a las nuevas demandas que la sociedad exija en cada momento. En la Unión Europea, con el protagonismo de algunas áreas de la educación social, la Pedagogía Social será cada vez más importante, ya que como afirma uno de los capítulos del Libro Verde de la Política Social Europea: «La inversión en educación y formación es uno de los requisitos esenciales para la competitividad... y la cohesión de las sociedades». Atendiendo a los contenidos de la asignatura conviene indicar que el hilo conductor que los vértebra, así como su finalidad es la formación integral del sujeto desde la vertiente de la Educación Social. Los criterios seguidos en la exposición de estos están sujetos a los criterios de coherencia, secuencia lógica y pertinencia. Nuestra intención es que el alumno acometa una reflexión teórica desde el amplio campo de la acción social que favorezca a desarrollar la teoría y la práctica, así como abrirle nuevos caminos que impulsen el desarrollo de la ciencia pedagógica-social y de su praxis en el futuro. La materia de Pedagogía Social está adscrita al Departamento de Teoría de la Educación y Pedagogía Social y es troncal de diez créditos en la Licenciatura de Pedagogía. La Guía Didáctica que nos ocupa está orientada a los alumnos de quinto curso de dicha licenciatura. Para acometer su estudio es conveniente que el alumno posea la experiencia universitaria que otorga cursos anteriores y la madurez y destrezas intelectuales necesarias para abordar estos estudios universitarios.

2. PROFESORADO Y SU SEDE El Equipo Docente está compuesto, en esta ocasión, por una profesora que se ocupará del seguimiento y supervisión del curso, correspondiéndola, así mismo, definir los objetivos y señalar el marco curricular, asi como también otorgar la calificación final.

OBJETIVOS

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Dra. Mª Ángeles Hernando Sanz, profesora titular en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, será la persona responsable. Su ámbito de investigación está dedicado fundamentalmente a la Pedagogía Social y a la Animación Sociocultural, así como al diseño de programas de intervención en el ámbito social, tanto desde la Educación para la Salud como de la Animación Sociocultural. Algunos títulos de sus publicaciones son el libro de Estrategias de educación en valores y algunos capítulos publicados en libros como: Métodos e instrumentos para el análisis de la realidad, El Entorno comunitario, Los proyectos y los programas en Educación para la Salud, La evaluación de Proyectos y Programas, El análisis de la realidad: elemento esencial para el diagnóstico, Diversidad cultural y exclusión social. La sede central de la asignatura está ubicada en Humanidades de la UNED, despacho n° 217E (Senda del Rey n° 7, Madrid 28040), en ella se podrán consultar las cuestiones docentes que el alumno crea conveniente.

3. OBJETIVOS Con del estudio de la asignatura, el alumno deberá conseguir:

a) Identificar, comprender y valorar lo que significa la Pedagogía Social como disciplina pedagógico-social desde sus orígenes hasta los enfoques más actuales, pasando por las estrategias metodológicas y su vinculación con otras disciplinas científicas y académicas. b) Conocer las distintas concepciones de la socialización y su importancia en la práctica pedagógica. c) Analizar el papel de la investigación en Pedagogía Social para avanzar en la relación teoría-práctica. d) Analizar la función del Trabajo Social realizado desde los distintos sectores de la población, como aspiración práctica y profesional de la Pedagogía Social. e) Estudiar los espacios que ofrecen las diferentes instituciones para la intervención pedagógico-social y la función que ejerce el educador social. f) Conseguir que el alumno adopte una actitud de investigación personal, de forma que sienta el impulso de continuar e intensificar el perfeccionamiento en el ámbito de la Pedagogía Social.

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PEDAGOGÍA SOCIAL

4. INSTRUCCIONES PARA EL ESTUDIO DE LA ASIGNATURA Los contenidos de la asignatura se estructuran en dos bloques que corresponden a la primera y segunda parte del curso respectivamente.

PRIMER CUATRIMESTRE

SEGUNDO CUATRIMESTRE

1. Origen y evolución de la Pedagogía Social.

1. La formación de los educadores sociales. Servicios y Políticas Sociales.

2. Objeto de estudio de la Pedagogía Social.

2. La Pedagogía Social como disciplina académica.

3. La Pedagogía Social como ciencia. Aproximación conceptual.

3. El método heurístico en Educación. Vía analítica de diferenciación disciplinar.

4. La Educación Social. Objeto de estudio de la Pedagogía Social.

4. La Pedagogía Social desde los diferentes paradigmas.

5. Otros aspectos relacionados con la Educación Social.

5. Intervención en Pedagogía Social.

PRIMER BLOQUE TEMÁTICO

Presentación Versa sobre los aspectos teóricos de la Pedagogía Social, resaltando el esfuerzo por clarificar su concepto, finalidad, contenido y límites de la disciplina. En él podemos encontrar el motivo que dio lugar a su origen y una exposición pormenorizada de su evolución a partir de los representantes que han marcado su historia. Asimismo se expone una serie de aspectos de la Educación Social como objeto de estudio de la Pedagogía Social. Se abordan los problemas conceptuales, los principios ideológicos, la figura del educador social y su proyección actual.

INSTRUCCIONES PARA EL ESTUDIO DE LA ASIGNATURA

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Objetivos El alumno, con el estudio de este primer bloque, debe:

• Comprender el significado y alcance científico de la Pedagogía Social. • Estudiar los diferentes conceptos de Pedagogía Social y reconocer su objeto. • Identificar los hechos históricos que marcaron el origen y la evolución de la misma. • Conocer las tendencias actuales de la Pedagogía Social. • Analizar científicamente la Pedagogía Social e identificar su relación con otras ciencias y ubicarla correctamente en el ámbito de las Ciencias Sociales, de la Educación y Pedagógicas. • Estudiar la naturaleza humana y los enfoques que se ofrecen desde la filosofía y la psicología.

SEGUNDO BLOQUE TEMÁTICO

Presentación Esta segunda parte se ocupa de presentar el papel que juegan los Servicios Sociales, las Políticas Sociales dentro de la Educación Social y del Trabajo Social, así como las perspectivas de futuro. También se analiza la figura del educador social, sus espacios profesionales y su formación teórico-práctica. Las vías de investigación y los métodos para lograr los objetivos que se pretenden conseguir al cultivar esta materia, son objeto de análisis en esta segunda parte. Con ello pretendemos dar una visión suficientemente clara y completa de las diferentes líneas de investigación que delimitan el campo objeto de estudio.

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PEDAGOGÍA SOCIAL

Objetivos El alumno, con el estudio de este segundo bloque, debe:

• Conocer la trascendencia de la investigación en la práctica educativa. • Identificar y conocer la pluralidad metodológica en Pedagogía Social. • Destacar los ámbitos profesionales que son propios al educador y comprender la vinculación teoría-práctica que debe darse en su formación. • Estudiar las distintas técnicas de intervención en la acción socioeducativa. • Capacitar al alumno para que desarrolle estrategias de diseño y elaboración de proyectos y programas. • Examinar la incidencia en los Servicios Sociales de las políticas sociales. • Analizar la importancia de la función que ejercen las Administraciones públicas con respecto a la Educación Social.

Estos bloques temáticos se estructuran en cinco temas cada uno y constituyen el contenido de la materia. Este contenido trata de tener una estructura lógica, en función de los objetivos planteados al comienzo de la Guía, pero es importante que el alumno los organice y establezca las necesarias relaciones con los aprendizajes adquiridos previamente. Para el estudio de la asignatura es imprescindible llevar a cabo una lectura rápida, tanto de la presente Guía Didáctica como del texto básico, ella nos proporcionará una visión global para a continuación acometer otra más detallada que nos ayude a profundizar e incidir sobre los aspectos fundamentales en los que se apoya la disciplina y que es necesario retener. En este sentido, queremos poner de relieve que se debe emprender el estudio respetando el orden establecido de los temas. Como también es importante prestar atención a los objetivos planteados, pues ellos sirven de orientación para la adquisición de conocimientos. El comienzo del estudio de un tema debe ir precedido del aprendizaje de un esquema previo, su interiorización permitirá integrar y sistematizar las nociones de que es objeto. El alumno puede contar con el Profesor-tutor que tenga asignado en el Centro Asociado al que pertenece, para que oriente

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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directamente su aprendizaje. En este mismo centro encontrará información sobre el horario de tutoría y la forma de resolver sus dudas de manera individualizada. Como también, en caso necesario, podrá contactar con la profesora de la Sede Central, mediante correo o de forma telefónica en el horario de guardia. Dra. Mª Ángeles Hernando: 91 398 72 17, los miércoles de 15.00 a 19.00 h. En la presente Guía Didáctica aparecerán unas actividades complementarias para cada uno de los bloques temáticos, su objetivo es favorecer el aprendizaje de los contenidos, así como profundizar en algunos aspectos que consideramos importantes. Por ello es aconsejable realizarlas y entregarlas al profesor tutor para su orientación y posterior valoración. Asimismo, los ejercicios de autoevaluación presentes en esta Guía, servirán para que el alumno controle y sea consciente del nivel de aprendizaje adquirido. Estos ejercicios van acompañados de las respuestas correctas que no deben ser consultadas hasta no haber reflexionado sobre las cuestiones y determinado su respuesta.

5. ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA Los contenidos del programa son los diez temas que a continuación se presentan. I PARTE DEL CURSO (primera prueba presencial) Los contenidos de este primer bloque temático se desarrollan con el estudio de los siguientes temas:

1. Origen y evolución de la pedagogía social Contenidos — Vía histórica: ¿Qué motivó el nacimiento de la Pedagogía Social? • La Pedagogía Social clásica • La Pedagogía Social Alemana — Representantes de la Pedagogía Social • Pestalozzi • La obra pedagógico-social de A. Kolping • Hitos pedagógico-sociales en el s. XIX

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PEDAGOGÍA SOCIAL

— La Pedagogía Social Moderna. Diesterwerg y Kerschensteiner • Primera etapa (1850-1920) • Segunda etapa: La tradición historicista y hermenéutica. H. Nohl (1929-1933) • Tercera etapa (1933-1949). Utilización de la Pedagogía Social para la propaganda política • Cuarta etapa: Desde 1949 a nuestros días. Delimitación profesional. Conclusión — Etapas de la Pedagogía Social en Alemania Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria ARROYO SIMÓN, M. (1984): «Singularidad y complejidad de la Pedagogía». En VV. AA.: Cincuentenario de los Estudios Universitarios de Pedagogía. Madrid. Universidad Complutense. ARROYO SIMÓN, M. (1985): «¿Qué es la Pedagogía Social?» Bordon, 257. QUINTANA CABANAS, J. M. (1984): Pedagogía Social. Madrid. Dykinson. QUINTANA CABANAS, J. M.(1997): «Antecedentes históricos de la Educación Social». En PETRUS, A. (coord.): Pedagogía Social. Barcelona. Ariel.

2. Objeto de estudio de la pedagogía social Contenidos — La educación como ámbito del saber • Filosofía de la ciencia y problemas epistemológicos • Ciencias Sociales y su clasificación • La educación como ámbito del saber • ¿Qué tipo de ciencia es la Pedagogía?

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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— Objeto de estudio de la Pedagogía Social • La educación del individuo para vivir en comunidad (Natorp, Ruiz Amado) • La educación en su relación con la sociedad (Luzuriaga) • La sociedad educadora (Volpi, Rutelli) • Educación Social del ser humano • La sociabilidad (Fermoso, Marín, Arroyo, Ortega y Pérez) — Qué se entiende por Pedagogía Social • Conceptos de autores relevantes • Nuestra definición de Pedagogía Social — Diferentes concepciones de la Pedagogía Social • Pedagogía Social como doctrina de la formación social del individuo • Como doctrina de la educación política y nacionalista del individuo • Como teoría de la acción educadora de la sociedad • Como doctrina de la beneficencia, pro-infancia y juventud • Como doctrina del sociologismo pedagógico. Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria DEL RÍO IRRUTI, F. (1911): Pedagogía Social en Natorp. Madrid. Fortanet. FERMOSO, P. (1994): Pedagogía Social. Barcelona. Herder. NATORP, P. (1915): Pedagogía Social. Teoría de la educación de la voluntad sobre la base de la comunidad. Madrid. La lectura. QUINTANA CABANAS, J. M. (1999): Textos clásicos de Pedagogía Social: Valencia. Nau Llibres.

3. La pedagogía social como ciencia. Aproximación conceptual Contenidos — La Pedagogía Social entre las Ciencias de la Educación • La educación en el marco del saber pedagógico.

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PEDAGOGÍA SOCIAL

• La Pedagogía Social entre las Ciencias de la Educación — Carácter científico de la Pedagogía Social • Carácter normativo y prescriptivo de la Pedagogía Social • Carácter teórico-práctico de la Pedagogía Social — La Pedagogía Social y su relación con otras disciplinas • Pedagogía Social y Pedagogía General • Pedagogía Social y Psicología Social • Pedagogía Social y Sociología de la Educación • Pedagogía Social y Trabajo Social — Diferentes perspectivas de la Pedagogía Social • Pedagogía Social como ayuda • Pedagogía Social como una tecnología social • Pedagogía Social como saber autónomo (Pedagogía especial y tecnología social) — Especificidad disciplinar de la Pedagogía Social • Objeto de estudio de la Pedagogía Social • Ciencia pedagógica • Ciencia práctica y aplicada • Integración teórica • La Pedagogía Social como Ciencia de carácter interdisciplinario • Métodos de la Pedagogía Social • Vertiente profesional de la Pedagogía Social Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria MÚGICA, L. F. (1989): «La construcción científica de la pedagogía social en Alemania a partir de la filosofía de la vida. –Lebensphilosophie–». Realidades sociales. 33-34, pp-135-160.

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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BELTH, M. (1971): La educación como disciplina científica. Buenos Aires. El Ateneo. FERMOSO, P. (1994): Pedagogía Social. Fundamentación científica. Barcelona. Herder. MARÍN IBÁÑEZ, R. y PÉREZ SERRANO, G. (1985): Pedagogía Social y Sociología de la Educación. Madrid. UNED.

4. La educación social. Objeto de estudio de la pedagogía social Contenidos — Perspectivas según algunos autores • Problemas conceptuales • Vertientes de la Educación Social: socialización y tratamiento de la inadaptación social • Aportaciones de diversos autores • ¿Qué se entiende por Educación Social? • Objetivos de la Educación Social — Perspectivas de la Educación Social • La Educación Social supone una intervención desde el ámbito socioeducativo. • Pretende corregir la concepción clásica de Institucionalización. • Es una práctica social que media en la socialización de los individuos • Propone acciones ajenas a lo subsidiario y asistencial • Es un recurso integrado en la comunidad • Definición de la Educación Social • Vinculación con otros conceptos — El educador y el pedagogo social • Ámbitos de intervención del educador social • Profesionalización y funciones del educador social • Profesionalización del pedagogo social

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PEDAGOGÍA SOCIAL

Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria MEDINA RUBIO, R. (2001): Teoría de la Educación Social. Madrid. UNED. AYERBE, P. (1996): Educación Social: campos y perfiles sociales. San Sebastián. Ibaeta Pedagogía. SAÉZ, J. (1993): El educador social. Murcia: Universidad. VV. AA. (1989): La Educación Social en España. Madrid. CIDE.

5. Otros aspectos relacionados con la educación social Contenidos — El hombre como ser social • La sociabilidad desde la Psicología • La naturaleza social del hombre desde la Filosofía — Principios ideológicos de la educación social • Ideal democrático • Ideal humanista • Ideal emancipador — La Educación Social en relación con otros tipos de educación — Aspectos técnicos de la Educación Social — Nuevos ámbitos de la Educación Social — Futuro de la Educación Social Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en HERNANDO SANZ, Mª A. (2005): Guía Didáctica de Pedagogía Social (Licenciatura de Pedagogía). Madrid. UNED.

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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Bibliografía complementaria BANDURA, A. (1982): Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. Madrid. Alianza. BANDURA, A. (1982): Teoría del aprendizaje social. Madrid. Espasa Calpe. BUJ JIMENO, A. (1995): «La Constitución Española como fundamento de la educación social. Revista de Pedagogía Social, 10. pp. 19-35. LÓPEZ, F. (1990): «Desarrollo social de la personalidad». En PALACIOS, J. y cols: Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid. QUINTANA, J. M. (1984): Pedagogía Social. Madrid. Dykinson.

II PARTE DEL CURSO (segunda prueba presencial) Los contenidos de este segundo bloque temático se desarrollarán a través de los temas que a continuación se citan:

1. La formación de los educadores sociales. Servicios y políticas sociales Contenidos — La formación de los educadores sociales • Necesidades de formación • La formación permanente de los educadores sociales • Otras formas de llevar a cabo la formación.

— Servicios Sociales y Educación Social — Trabajo Social y Políticas sociales — Líneas de trabajo de las comunidades europeas — Políticas internacionales y nacionales para la juventud — Programas de acción social en la juventud

— Voluntariado y política social • ¿Qué entendemos por voluntariado? • Futuro del voluntariado

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PEDAGOGÍA SOCIAL

Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en HERNANDO SANZ, Mª. A. (2005): Guía Didáctica de Pedagogía Social (Licenciatura de Pedagogía). Madrid. UNED. Bibliografía complementaria FROUFE QUINTAS, S. (1998): «Voluntariado y Política Social». En Políticas Sociales y Educador Social (Actas del XIII Seminario de Pedagogía Social. Grupo Editorial Universitario. ROMANS, M., PETRUS, A., TRILLA, J. (2000): De profesión educador social. Barcelona. Paidós. SÁEZ CARRERAS, J. (1993): El educador social. Murcia: Universidad de Murcia.

2. La pedagogía social como disciplina académica — La Pedagogía Social en la Universidad Española • Desplazamiento de la Pedagogía Social a la Sociología de la Educación • Resurgir de la Pedagogía Social en la Universidad española • Colaboración entre profesores de Universidad y educadores sociales • Producción científica — Cómo ha surgido la figura del educador social — Títulos de Educación Social y Pedagogía Social • Título de Educación Social y Pedagogía Social • Título de Licenciado en Pedagogía Social • Impulso de la Pedagogía Social en la Universidad — Espacios profesionales del educador social y pedagogo social — Vinculación teoría-práctica en la formación del educador y pedagogo social Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea.

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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Bibliografía complementaria MARÍN IBÁÑEZ, R. y PÉREZ SERRANO, G.: La Pedagogía Social en la Universidad. Realidad y perspectiva. Madrid. UNED. LIMÓN MENDIZÁBAL, R. (1992): «La Pedagogía Social como disciplina académica». Educadores, 162, pp. 233-245. ROMANS, M. y otros (2000): De profesión: educador social. Barcelona. Paidós. SÁEZ, J. (1988): «El debate teoría-praxis en Ciencias de la Educación y su repercusión en Pedagogía Social». Pedagogía Social, 3.

3. El método Heurístico en educación. Vía analítica de diferenciación disciplinar — Aproximación al concepto de método. — El problema de método • Precursores • Desarrollo del método • De Descartes a nuestros días — Paradigmas en la investigación en educación • Paradigma positivista/postpositivista • Paradigma interpretativo • Paradigma sociocrítico • Paradigma orientado a la decisión y al cambio • Debate sobre el positivismo y el enfoque sociocrítico • Debate entre Adorno y Popper — Análisis comparativo y soluciones propuestas • Propuesta de comparación • Unidad, diversidad o complementariedad paradigmática • Síntesis de las visiones analizadas — ¿En qué consiste la investigación socioeducativa? • Investigación vinculada al contexto. • Problemas metodológicos y consideraciones generales

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PEDAGOGÍA SOCIAL

Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria LÓPEZ-BARAJAS, E. (1998): Fundamentos de metodología científica. Madrid. UNED. LÓPEZ-BARAJAS, E. (1993): «La investigación cualitativa vs cuantitativa». En VV. AA.: Seminario sobre metodología pedagógica. Madrid. UNED. pp. 11-59. PÉREZ SERRANO, G. (2000): Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. Tomo I. Métodos. Madrid. La Muralla. PÉREZ SERRANO, G. (2001): 2ª ed. Modelos de Investigación Cualitativa en Educación Social y Animación Sociocultural. Aplicaciones prácticas. Madrid. Narcea.

4. La pedagogía social desde los diferentes paradigmas — Perspectivas y polémica sobre los paradigmas de la Pedagogía • Perspectiva cualitativa • Orientación del raciocinio crítico (Brezinka, Rösner) • Orientación interpretativa-simbólica y hermenéutica (Nohl, Pallat, Litt, Bäumer) • Orientación crítica (Mollenhauer, Giesecke) • Aportaciones desde los diferentes paradigmas a la Pedagogía Social — Hacia un pluralismo integrador multimétodo • Principio de complementariedad/diferencia • Nexo de unión. Aportación a la Educación Social • Apuesta por la investigación multimétodo. La unidad de la investigación educativa. Los valores como eje — Reflexiones sobre el proceso • Reputación de la investigación educativa

ESTRUCTURACIÓN DEL PROGRAMA

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• Recursos humanos y creación de equipos interdisciplinares • Dificultades y barreras de la investigación en Pedagogía Social Texto básico El alumno encontrará los contenidos de este tema en: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid. Narcea. Bibliografía complementaria BARTOLOMÉ PINA, M. (2000): Hacia dónde va la investigación Barcelona. Universidad. LÓPEZ-BARAJAS, E. (1998): Fundamentos de metodología científica. Madrid. UNED. LÓPEZ-BARAJAS, E. (1996): Integración de saberes e interdisciplinariedad. Madrid. UNED. PÉREZ SERRANO (1997): «La investigación en Educación Social. Metodologías». En PETRUS, A. (coord.): Pedagogía Social. Barcelona. Ariel.

5. Intervención en pedagogía social — Técnicas específicas de intervención en Educación Social • Elaboración y diseño de Proyectos Sociales • Elementos para elaborar un Proyecto

6. Bibliografía básica El texto básico para preparar la asignatura es: PÉREZ SERRANO, G. (2003): Pedagogía Social. Educación Social. Construcción científica e intervención práctica. Madrid: Narcea. HERNANDO SANZ, Mª.A. (2005): Guía Didáctica de Pedagogía Social. Madrid. UNED.

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PEDAGOGÍA SOCIAL

7. ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS 7.1. I Parte • Señale, en forma de esquema, el origen y la evolución de la Pedagogía Social. • Defina, de forma personal, la Pedagogía Social de acuerdo a los conocimientos adquiridos en el transcurso de su estudio. • Realice un resumen de las diferentes concepciones de la Pedagogía Social. • Reflexione sobre las perspectivas de la Educación Social y señale, brevemente, las diferencias entre ellas. • Señale los ámbitos de intervención del educador que contempla el libro de texto y proponga otros que usted considere necesarios. • Realice un cuadro sinóptico sobre los principios ideológicos de la Educación Social.

7.2. II Parte

• Explique cuál es la relación que existe entre los servicios sociales y las políticas sociales. • Señale algunos programas de atención a la juventud desde el trabajo social, tanto nacionales como internacionales, que usted conozca y que no se mencionen en el contenido del programa. • Elabore un resumen sobre la vinculación teoría-práctica en la formación del educador y pedagogo social. • Recoja, en un cuadro, los paradigmas de investigación social que ha estudiado. • Qué se entiende por pluralismo integrador multimétodo desde la investigación educativa. • A partir del diseño de Proyectos Sociales del último capítulo del libro de texto, elabore un proyecto en el ámbito social que usted elija.

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

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8. OTROS MEDIOS DE APOYO Cuando el alumno lo precise, podrá desplazarse al Centro Asociado para consultar presencialmente al Profesor Tutor. También puede hacer estas consultas por medio de fax, carta o por teléfono en los días y horas fijados para ello. Las funciones del Profesor Tutor pueden concretarse en la orientación al alumno, el apoyo y la solución de las dudas planteadas. El Plan de virtualización de la UNED posibilitará al alumno poder acceder a la asignatura a través de internet.

9. EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN 9.1. Preguntas para la primera parte del curso 1. Paul Natorp, según Luzuriga, es: a) Historicista b) Nacionalista c) Idealista

2. La segunda etapa de la Pedagogía Social en Alemania comienza: a) A partir de 1850 b) A partir de 1920 c) A partir de 1933

3. Las ciencias empíricas, basadas en la deducción, la verificación, las reglas semánticas y el control empírico se subdividen en: a) Ciencias nomológicas y descriptivas b) Ciencias formales y no formales c) Ciencias históricas y filosóficas

4. Los principios de la Pedagogía Social como ciencia del espíritu son: a) La historicidad b) La complejidad c) Ambos

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PEDAGOGÍA SOCIAL

5. El carácter normativo de la Pedagogía Social tiene que ver con: a) Epistemología e intervención b) Identidad de la Pedagogía c) Conocimiento y acción 6. El carácter teórico-práctico de la Pedagogía Social tiene que ver con: a) Reflexión sobre la práctica b) Normas, intervención según modelo axiológico c) Identidad de la Pedagogía 7. El objetivo de lograr la madurez social desde la Educación Social significa: a) Procurar que cada uno encuentre su puesto adecuado en la sociedad b) Ayudar a las personas que se encuentran en situaciones de necesidad c) Conciencia del fin propio y del fin común 8. El objetivo de promover las relaciones humanas desde la Educación Social significa: a) Conciencia del fin propio y del fin común b) Autodominio c) Instrucción sobre los elementos constitutivos y regulados de la sociedad 9. De quien es la siguiente reflexión: «Es la debilidad del hombre la que le hace sociable; son nuestras miserias comunes las que llevan a nuestros corazones a la humanidad»: a) Rousseau b) Marx c) Sartre 10. Qué aspecto de la familia según Bossard y Boll, ayudan al niño en su desarrollo social: a) Dar satisfacción a las necesidades de afecto que tiene todo ser humano b) Se aprende el lenguaje y los hábitos sociales c) Ambos aspectos

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

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Soluciones 1, c)

6, a)

2, b)

7, c)

3, a)

8, c)

4, c)

9, a)

5, b)

10, c)

9.2. Ejercicios para la segunda parte del curso. 1. El diagnóstico de las necesidades de formación deben ir en función de: a) De los conocimientos b) La finalidad que el profesional persiga c) Del trabajo que precisa

2. El rasgo más empleado para definir los Servicios Sociales es: a) Un derecho de las personas y grupos b) Suponen una acción individual c) Ambos

3. La primera etapa de la formación del educador social, en nuestro país, se caracteriza por: a) Determinarse las condiciones de idoneidad para dirigir campamentos, albergues,... etc. b) Los tintes oficiales del régimen franquista en materia de juventud c) Crearse la figura del Técnico Especialista en Educación Social

4. La tercera etapa de la formación del educador social, en nuestro país, se caracteriza por: a) Los tintes oficiales del régimen franquista en materia de juventud b) Crearse la figura del Técnico Especialista en Educación Social c) Determinarse las condiciones de idoneidad para dirigir campamentos, albergues,... etc.

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PEDAGOGÍA SOCIAL

5. ¿Qué autor considera el método como «poderosa y útil antorcha que nos puede alumbrar el camino en la búsqueda de nuevos conocimientos»? a) Ander-Egg b) Bunge c) Van Dalen y Meyer 6. ¿Qué autor de los que se exponen fue precursor del método? a) Sócrates b) Dilthey c) Fröebel 7. La investigación socioeducativa hace referencia a: a) Visión dinámica de la realidad b) Vinculación con la práctica c) Ambas 8. ¿Qué se busca desde la perspectiva interpretativa-simbólica y hermenéutica de la Pedagogía Social? a) Un tipo de conocimiento dialéctico b) La comprensión de la realidad en la que se halla inmerso el hecho c) La búsqueda de la liberación 9. ¿Qué propugna la orientación crítica de la Pedagogía Social? a) Un tipo de conocimiento dialéctico b) Implicar a todos los participantes c) La comprensión de la realidad en la que se halla inmerso el hecho 10. La naturaleza de un proyecto hace referencia a: a) Las metas b) La naturaleza del proyecto c) Objetivos.

Soluciones 1, b) 2, a) 3, b) 4, b) 5, c)

6, a) 7, c) 8, b) 9, a) 10, b)

EVALUACIÓN

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10. EVALUACIÓN Dadas las características del sistema de educación a distancia, la evaluación de los alumnos se realizará, fundamentalmente, de acuerdo al resultado de las Pruebas Presenciales, que se verá matizado por el informe que elabore el Profesor-Tutor si fuera el caso. De acuerdo con los objetivos del curso, estas pruebas se realizarán sin ayuda de material.

10.1. Pruebas presenciales Los exámenes constarán de dos partes:

— La primera parte constará de tres preguntas breves, a elegir dos. Con ellas se pretende valorar los conocimientos adquiridos y la capacidad de síntesis del alumno. — En la segunda parte se presentarán dos temas, de los que el alumno deberá elegir uno para su desarrollo. El objetivo de esta parte es conocer su capacidad para elaborar de manera documentada y estructurada el tema elegido.

En ambas partes se tendrá en cuenta la corrección en la presentación y exposición escrita. Se tomará en cuenta la organización (esquema previo, secuencialidad y conclusiones personales), el sentido crítico, la abundancia de conocimientos, y capacidad de relacionar datos. El valor que se otorgará a cada una de las partes del examen será de cinco puntos, debiendo sacar un cinco en cada una de ellas para superarla.

10.2. Informe del Profesor Tutor El Profesor responsable de la asignatura valorará el informe positivo del Profesor Tutor en cuanto al rendimiento del alumno en las sesiones presenciales realizadas en el Centro Asociado. Este informe servirá para matizar la nota del examen presencial, siempre y cuando ésta alcance el aprobado.

11. ANEXO A. OTROS ASPECTOS RELACIONADOS CON LA EDUCACIÓN SOCIAL (Tema 5 de la primera parte de la asignatura) B. SERVICIOS SOCIALES Y EDUCACIÓN SOCIAL (Tema 1 de la segunda parte de la asignatura)

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A. Otros aspectos relacionados con la educación social (Tema 5 de la primera parte de la asignatura)

ÍNDICE

— EL HOMBRE COMO SER SOCIAL • La sociabilidad desde la Psicología • La naturaleza social del hombre desde la Filosofía — PRINCIPIOS IDEOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL • Ideal democrático • Ideal humanista • Ideal emancipador — LA EDUCACIÓN SOCIAL EN RELACIÓN CON OTROS TIPOS DE EDUCACIÓN — ASPECTOS TÉCNICOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL — NUEVOS ÁMBITOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL — FUTURO DE LA EDUCACIÓN SOCIAL — BIBLIOGRAFÍA

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PEDAGOGÍA SOCIAL

En este tema se pretende analizar la naturaleza social del hombre. En ese sentido, estudiaremos algunos enfoques que, desde su perspectiva, tratan de dar una explicación sobre él. Asimismo, analizamos los estudios llevados a cabo, sobre la sociabilidad y la socialización que están en la base de la educación social. EL HOMBRE COMO SER SOCIAL El desarrollo social del hombre comienza con las relaciones emocionales y afectivas que el bebe (en torno a los ocho meses) establece con las personas que le cuidan, principalmente con su madre o primer cuidador y que ha sido denominado apego. Es un proceso por el que el niño va comprendiendo y asimilando el mundo social en el que está inmerso y que abarca, desde el conocimiento de sí mismo y del otro, hasta la comprensión de significados sociales, pasando por el conocimiento sobre roles, interacciones y relaciones sociales. Por ello podemos decir que la educación del hombre tiene origen social. Aunque la relación social en el niño no comienza hasta que su proceso de maduración biológica lo permite, sin embargo, los primeros estímulos que recibe tienen lugar en la relación con sus progenitores. Así, podemos afirmar que el desarrollo humano comienza dentro de la familia y continúa a través de la escuela, grupo de iguales, relaciones profesionales, etc.., siendo estas instituciones educativas y grupos sociales de máxima importancia para el desarrollo personal y social del individuo. Dentro de la familia, la madre es el origen de la madurez física y psíquica del niño. Es la calidad de vida afectiva que le ofrezca, lo que condicionará el desarrollo del mismo. Dicho de otro modo, la madre con su cariño, atención y mimos estimula el crecimiento positivo de su hijo. La escuela como institución específicamente educativa, no se puede concebir al margen de las relaciones sociales que implica. Las primeras experiencias en el centro educativo representan para el niño aportaciones significativas en el desarrollo social de éste. Asimismo, el grupo de iguales supone para el individuo, un aprendizaje importante para el desarrollo social posterior. En él se establecen unas relaciones que ayudan a contrastar y aceptar un sistema de normas, que obliga a reflexionar sobre su coherencia e importancia, y sobre todo, el grado de madurez social alcanzado permite al individuo comprender las consecuencias de cada una de ellas. La misma importancia que las anteriores instituciones tienen en el desarrollo social del individuo, posee la inserción social del joven en el mundo del trabajo y en la vida de su comunidad. En consecuencia, podemos decir que el hombre es un ser que se desarrolla dentro de una sociedad y necesita de la educación social para convertirse en una persona perfectamente socializada.

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La consideración del hombre como ser social nos obliga a plantearnos en qué medida la educación le socializa y si esta intervención se adapta a su naturaleza. La cuestión es trascendente y plantea muchos interrogantes educativos. No hay, entre los autores, un planteamiento único por lo que las respuestas son variadas. Quintana, J. M. (1984:33) en este sentido afirma que «...la educación es una obra de suma responsabilidad, pues afecta a la naturaleza y destino de la persona humana: en materia de educación no puede hacerse lo que se quiera, sino sólo lo que debe hacerse». Añadiendo más adelante que «...antes de pretender analizar y socializar al individuo, hemos de mirar si con ello seguimos los dictados de su naturaleza, o si acaso la violentamos, o la mejoramos, o la completamos». Las reflexiones del autor nos hace comprender lo complejo del tema y la necesidad de un análisis profundo sobre él. Comenzamos por plantearnos lo que significa la sociabilidad y si ésta se da de una forma innata en el hombre o si por el contrario hay que desarrollarla mediante la educación. Desde la Sociología se afirma que la unión o vínculo que se da en las relaciones sociales interviene un elemento subjetivo, que es la tendencia del ser humano a relacionarse recíprocamente, y es esta tendencia lo que denominamos sociabilidad. Esta característica del ser humano es fundamental para el planteamiento de la Pedagogía Social, pues subraya la posibilidad de la vida social de éste. Sin embargo, existen diferencias al respecto, aunque son los menos, hay autores que ponen el énfasis en la condición solitaria del hombre (Plotino, Sartre, Ortega y Gasset). En el otro lado existen opiniones que consideran que en la soledad se da la presencia del otro. Zubiri (1944:301): «En la verdadera soledad están los otros más presentes que nunca». La mayoría de los autores consideran que la sociedad es el motor que conduce al hombre al perfecto desarrollo personal y que únicamente junto al otro se logran metas sociales importantes y beneficiosas. Para tener un fundamento sólido sobre la sociabilidad, es importante analizar las teorías que nos ofrecen las ciencias que tienen algo que decir sobre esto, como la Psicología o la Filosofía. Todas estas aportaciones son importantes para la Pedagogía Social, ya que nos permite llegar a través de la complementariedad a un conocimiento más completo sobre la cuestión. Sin embargo no debemos olvidar que el concepto posee tantas caras que resulta difícil llegar a conclusiones objetivas y evidentes. Refiriéndose a esta dificultad, Quintana, J. M. (1984:36) afirma que «lo lamentable es que se trata de unas cuestiones tan plurifacéticas, que resulta imposible abordarlas íntegramente de un modo científico. Por eso quedan sometidas, en último término, a la discusión filosófica, que se debate reiteradamente sobre ellas, aportando unas soluciones contradictorias, poco convincentes y de escasa fiabilidad».

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PEDAGOGÍA SOCIAL

La sociabilidad desde la Psicología La Psicología nos muestra un camino científico pero limitado para analizar la sociabilidad. Las opiniones de los autores no coinciden sobre el tema, e incluso se contradicen. Las teorías psicológicas que analizan la naturaleza social del individuo se enmarcan, fundamentalmente, en dos tendencias que explican el origen de las actitudes sociales: a) Una de ellas es la de los impulsos innatos que concibe el comportamiento social como la consecuencia de una inclinación natural del hombre. b) La otra, desde una visión empirista del aprendizaje, postula que la conducta, no está condicionada por tendencias instintivas, sino que se va formando y configurando por los aprendizajes particulares que adquiere el individuo. En primer lugar nos referiremos a los psicólogos que defienden la sociabilidad como una tendencia innata en el hombre, estos autores sostienen que en la naturaleza humana no hay nada más natural como el trato social, recordando que Aristóteles mencionaba que los buenos legisladores han cuidado más la amistad que la justicia. En otro sentido se expresan los psicólogos que no creen que sea innata, sino que el hombre la adopta por necesidad, dicho de otro modo, el hombre se hace social por una necesidad íntima, concebida de forma genética. Pero los que ocupan una posición verdaderamente opuesta son los que sostienen que la insociabilidad del hombre es consecuencia del egoísmo, los celos y la competitividad. Esta afirmación no demuestra la falta de sociabilidad del hombre puesto que estos aspectos pueden darse conjuntamente con los sociales. Los fundamentos psicológicos están enlazados, como es natural, con los biológicos, dado que el ser humano se constituye en un todo. Desde el ámbito de la Biología de la Educación se ofrecen datos interesantes que nos ayudan a comprender ciertos problemas que se plantean en la educación del individuo, entre ellos podemos citar los factores biológicos que condicionan, dificultan o perturban las posibilidades de la vida humana. Los estudios realizados desde la Sociobiología son, en este momento, aportaciones específicas e interesantes para nuestro estudio. Esta ciencia sostiene que la conducta social es una respuesta biológica, como otras muchas, y viene a ser un compendio de mecanismos para el seguimiento de los cambios ambientales cuya finalidad es la adaptación adecuada a los mismos. Desde esta perspectiva, la sociabilidad humana se manifiesta como una tendencia natural, que tiene que ver con una estructura cerebral cuya función es el establecimiento de relaciones del hombre con sus semejantes. En este

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sentido Quintana, J. M. (1984:37) afirma: «En el niño pequeño, la maduración del cerebro le permitió establecer contactos sociales cada vez más complejos: pero a la inversa, esos contactos estimulan un progresivo desarrollo cerebral». En consecuencia, podemos decir que el desarrollo social de la persona se deteriora si ésta no tiene una vida social satisfactoria. Otro punto de vista interesante proviene de las teorías del apego, éstas ponen de manifiesto una relación afectiva muy temprana del niño con sus cuidadores. Desde ellas se nos dice que el apego es un lazo afectivo fuerte y duradero que se establece entre el niño y la persona más cercana a él, que suele ser la madre. Se considera una conducta adaptativa que facilita la supervivencia por mantener a la cría cerca del adulto mientras no es autónoma. Ainsworth (1983) considera que las conductas de apego facilitan el acercamiento de la persona hacia la que está apegado el niño. En el tema del apego hay dos figuras clave: John Bowlby como teórico y Mary Ainsworth como investigadora. Bowlby aportó una formación psicoanalítica al estudio del apego y reaccionó contra la explicación conductista consistente en relacionar al lazo afectivo con la satisfacción de necesidades primarias como el hambre. La teoría del psiquiatra británico Bowlby (1969, 1973, 1980, 1944) nos permite comprender la tendencia de los seres humanos a formar vínculos afectivos con otras personas y explica las diversas fonrmas de sufrimiento emocional y trastornos de personalidad como consecuencia de la separación y la pérdida de la figura de apego. El autor considera que el niño nace con una serie de conductas innatas o un repertorio de conductas relacionadas con el apego que favorecen el acercamiento de la madre. También ha descrito una serie de fases a partir de las cuales el niño consigue un lazo afectivo sólido y duradero con su madre. Los resultados de los estudios de Bowlby parecen indicar que el carácter del primer vínculo afectivo tiene consecuencias directas en el desarrollo sociocognitivo. Sin embargo, una interpretación más prudente sería pensar que puede haber modelos de interacción padresniños que explica tanto el tipo de vínculo como las características sociales del niño en etapas posteriores. Los últimos estudios realizados sobre el tema tratan de profundizar y aclarar algunas de las cuestiones planteadas, pero, en cualquier caso, el estudio del primer vínculo ha supuesto un avance muy importante en el conocimiento de la vida afectiva del ser humano. Para finalizar este apartado debemos resaltar que la Pedagogía Social, ante estas tendencias tan distintas, debe procurar favorecer y desarrollar las conductas sociales del individuo, y en otro sentido reducir al máximo las anti-sociales. La naturaleza social del hombre desde la filosofía Siguiendo en el análisis del hombre como ser social no puede faltar el punto de vista filosófico, por que no todo lo que tiene que ver con el hom-

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bre se explica desde métodos objetivos de las ciencias de orden empírico. Como afirma García Hoz (1985:63), refiriéndose a los métodos científicos: «La insuficiencia de este método se torna evidente desde el momento en que, saliéndonos del terreno de los hechos nos planteamos el problema del fin o del deber de la educación. La idea del hombre no es posible arrancarla, y mucho menos justificarla, simplemente en lo que es. El acuciante problema del ‘‘para que’’, referido a los actos humanos, no tiene contestación en el orden empírico». En consecuencia, debemos recurrir a la filosofía para alcanzar otro tipo de respuestas que nos proporcionen un conocimiento más convincente de la naturaleza social del hombre. También desde aquí surgen opiniones contradictorias, unas consideran al hombre como un ser que está hecho para vivir en sociedad y otras le consideran «antisocial» o «asocial». En relación con las primeras, las más tradicionales, Quintana, J. M. (1984:60-61) comenta que ya Aristóteles consideraba al hombre como un «animal político» que tendía a asociarse con sus semejantes. Para este filósofo dos eran las características de la naturaleza humana: la contemplación divina y la vida político-social. Un clásico que sigue esta línea es Tomás de Aquino, afirma que el hombre necesita vivir en sociedad para poder desarrollarse. Quintana, J. M. reafirma esta teoría, señalando que «el hecho es evidente, pues un hombre aislado no podría realizarse ni en el orden físico (necesita de los demás tanto en épocas de infancia y senectud como en los períodos de enfermedad), ni en el orden intelectual (la cultura es un fenómeno social), ni en el orden moral (el perfeccionamiento ético requiere aprendizaje), ni en el orden existencial» (ya que el hombre tiene una propensión básica a relacionarse). Pasamos ahora a referimos a las opiniones negativas sobre la sociabilidad humana. Existen, como hemos dicho anteriormente, dos posturas bien distintas, las que como Hobbes (1980) considera que el hombre es un ser «antisocial», o las que como Rousseau (1980:240) le ven como un ser «asocial», pues afirma que «Un ser verdaderamente dichoso es un ser solitario». Hobbes (1980:222), sostiene que: «La naturaleza humana ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales que, aunque pueda encontrarse a veces un hombre manifiestamente más fuerte de cuerpo, o más rápido de mente que otro, aún así, cuando todo se toma en cuenta en conjunto, la diferencia entre hombre y hombre no es lo bastante considerable como para que uno de ellos pueda reclamar para sí beneficio que no pueda el otro pretender tanto como el», profundizando en esta teoría continúa diciendo (pág. 224): «Durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al respeto, están en aquella condición que se llama guerra como de todo hombre contra todo hombre». De todo ello

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se deduce que el estado natural del hombre es estar en guerra, considerando a los otros enemigos a los que tiene que atacar, sería la actitud positiva ante el conflicto lo que llevaría a éste a pactar una solución pacífica. Sartre (1979), en este misma línea, afirma que el designio del hombre es antisocial. A partir de sus razonamientos metafísicos, concluye que la existencia del otro supone un problema, ya que interfiere y dificulta su proyección individual. En coordenadas parecidas se mueven las opiniones de Stirner (1984), filósofo alemán compañero de Marx, ambos miembros de la izquierda hegeliana. Refiriéndose a las relaciones con los otros, aclara que son las de un egoísta con otro egoísta sin ningún tipo de regulación exterior, utilizándonos unos a otros según convenga. Y habla del pacto social como única solución entre egoístas. Rousseau (1973, 1976, 1980) nos ofrece sus reflexiones al respecto, a partir de considerar que el hombre no está destinado a vivir en sociedad porque puede realizarse viviendo de forma aislada. Este autor deja muy claro lo que piensa sobre el tema. Según afirma en su obra Emilio o de la Educación (1980:240): «Es la debilidad del hombre la que le hace sociable; son nuestras miserias comunes las que llevan nuestros corazones a la humanidad», y continua diciendo, «un ser verdaderamente dichoso es un ser solitario». Sin embargo el hombre necesita asociarse con los otros para solucionar sus problemas, es así de este modo convencional y artificioso como surge la sociedad y con ella el «pacto social». Con respecto a esta teoría, Quintana, J. M. (1984:59) hace la siguiente aclaración: «Suele citarse a Rousseau como un representante típico del individualismo pedagógico: el hecho de que prescriba para Emilio una educación fuera de la sociedad parece confirmar esta tesis. Sin embargo, este punto de vista es erróneo: Rousseau no quiere sacar a Emilio de la sociedad, sino sólo de una sociedad corrompida, a fin de darle una educación correcta, con lo cual podrá formar una sociedad perfecta. La constitución de esta sociedad ideal es lo que persigue Rousseau, con lo cual viene a ser un adalid más bien del socialismo pedagógico (no olvidemos que lo único que preocupaba a Rousseau era la reforma de la sociedad; es por eso que se ocupó de la Pedagogía, y tenía que hacerlo, como lo han hecho todos los socialistas)». Durkheim (1975) desde el sociologísmo pedagógico también se pronuncia sobre la naturaleza asocial del hombre. Este autor considera que el nombre no nace social, sino que se hace mediante la educación que le lleva a socializarse. Este proceso tiene lugar, únicamente dentro de la sociedad a través de las generaciones. Para este autor, lo determinante en el proceso de socialización no es la naturaleza, sino la sociedad.

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LA SOCIABILIDAD DESDE CONSIDERACIONES FILOSÓFICAS

Teorías que consideran al hombre como un ser que está hecho para vivir en sociedad.

– La concepción aristotélica considera que el hombre posee una tendencia elemental a asociarse.

Teorías que le consideran «antisocial».

Estas teorías aducen la insociabilidad humana a las disposiciones contrarias a la sociabilidad, como el egoísmo, la rivalidad... Únicamente mediante el «pacto social» se produce las relaciones satisfactorias con los demás.

– Tomás de Aquino sostiene que el hombre necesita a la sociedad para desarrollarse.

Entre los autores que sostienen esta creencia están Hobbes (1980), Max Stirner (1844), Sartre (1979). Teorías que le consideran «asocial».

– Estas teorías sostienen que el hombre no necesita vivir en sociedad para realizarse. (Rousseau, 1980). – O como afirma el sociologismo pedagógico: el hombre es social no por su naturaleza, sino que se hace social (Durkheim, 1975).

PRINCIPIOS IDEOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL Los principios ideológicos suponen los grandes pilares en los que se basa, y alimenta toda educación, de la misma manera la educación social como parte integrante de ésta posee los suyos. Como hemos dicho anteriormente, uno de los retos más importantes de la educación social es socializar al individuo, esto supone que el individuo acepte y cumpla las normas establecidas en su sociedad para alcanzar una perfecta adaptación e integración en la misma. Según Zavalloni (1977:164): «La adaptación social se puede definir como la disposición y la capacidad de insertarse armoniosamente y constructivamente en la realidad social en que vive y de acomodarse a sus exigencias. La plena inserción en la vida social com-

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porta en el individuo una doble actitud: saber acomodarse a las exigencias de la sociedad respetando sus normas generales (aspecto pasivo) y sentirse orientado de manera afectiva y efectiva hacia el prójimo y hacia el ideal hasta alcanzar la donación de sí mismo para los demás (aspecto activo y constructivo)». Este autor pone de manifiesto uno de los ideales más importantes al que debe atender la educación social. Desde el punto de vista pedagógico debemos resaltar que la educación social debe facilitar el desarrollo de actitudes, ideas y sentimientos sociales correctos, y desterrar los negativos. Las actitudes sociales positivas serán fruto de una percepción correcta de las ideas sociales de su entorno, que a su vez le lleve a poseer unos sentimientos de respeto, amor, compasión, etc., claramente contrapuestos al egoísmo, desprecio, envidia, etc. Desde el punto de vista de los ideales trascendentales, la educación social está sujeta, como cualquier otro tipo de educación, a una determinada concepción del hombre y de la vida social. La mayoría de las religiones contienen muchas normas de cómo el ser humano debe comportarse en sociedad que sirvieron de guía para cualquier pedagogía social. El cristianismo, por ejemplo, nos muestra las relaciones del hombre como una forma de convivencia con el prójimo que nos permite amarle y respetarle en todo momento. Sin embargo, en la actualidad, con la secularización esto ha cambiado y como apunta Quintana (1984:196): «Con los tiempos modernos ha surgido el proceso de secularización, que ha representado una desmitificación de las antiguas concepciones doctrinales y sociales por obra, sobre todo, de una progresiva racionalización de la vida. Con eso se ha operado en el mundo un cambio de valores. En lo que toca a los sentimientos sociales se ha ido suprimiendo su inspiración religiosa, reemplazándola por consideraciones humanas, hasta el punto de que el interés por los demás y la actitud cooperadora son hoy día ponderados y cultivados más que nunca». Ideal democrático El ideal democrático es propio de sociedades que defienden una forma de gobierno basado en el ejercicio de la libertad por parte de la comunidad. La democracia es considerada actualmente por la comunidad mundial como un valor imprescindible que hay que preservar. Pretende la participación capacitada de las personas en la forma de gobernarse, supone una oposición al autoritarismo y una autoafirmación humana positiva. Por ello la democracia es considerada un ideal para la educación social, y a su vez un medio, como afirma Reboul, O. (1972:111): «En el plano individual, la libertad no puede ser el fin de la educación, sino también el medio; lo mismo sucede en el plano social; la educación no puede preparar para la democracia, más si en sí misma es democracia» En este sentido podemos añadir que una educación social efectiva debe orientarse a la formación de ciudadanos democráticos.

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Ideal humanista El ideal humanista arranca de la corriente humanística que trasciende todo tipo de fronteras a través de una educación internacional y mundialista. Es entendida como un conjunto de acciones educativas cuyo objetivo es una mejor comprensión entre las naciones. Alcanzar la comprensión internacional como ideal, lleva implícito una educación internacional mediante instituciones supranacionales, una comprensión cultural que dé lugar a una cultura supranacional formada por las aportaciones de todas ellas, un entendimiento mundial que acepte un planteamiento cívico que promueva una convivencia harmónica entre los individuos y pueblos. En el esfuerzo por crear algunas instituciones dedicadas a la reconstrucción de Europa y a sentar las bases de una educación de estas características, nace en París (1969) la Asociación Internacional que tiene como finalidad aplicar los principios de la Carta de los Educadores Mundialistas, y que por su carácter social nos interesa. Así reza el artículo 5 de sus Estatutos: Los educadores de hoy día han de formar a los hombres del año 2000. Les corresponde, con sus palabras, escritos y actos: — denunciar, cada vez que haya ocasión, la injusticia social, el chauvinismo, el racismo; — protestar ante todas aquellas empresas que ponen en peligro la integridad biológica del hombre; — luchar contra las situaciones escandalosas que privan a los hombres de cuidados, de alimento, de información o de libertad; — desarrollar la solidaridad humana en todos los niveles: individuales, nacionales o internacionales; — concienciar de la necesidad de una aplicación afectiva de la Declaración de los Derechos del Hombre, por la instauración de una Autoridad Mundial capaz de hacerla respetar; — preparar los espíritus para reivindicar la creación de instituciones mundiales que permitan satisfacer las necesidades esenciales comunes a todos los hombres, y en particular la de un Instituto Mundial con un poder ejecutivo que permita a cada individuo el acceso al conocimiento. Ideal emancipador La educación liberadora con su ideal emancipador nos ofrece otro principio, no menos importante que los anteriores, para la educación social. Se trata de conseguir liberar al hombre de sus opresiones y alienaciones. La emancipación es un concepto que tiene que ver con la educación que recibe

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el individuo pero que a su vez entra de lleno en el ámbito político. Según Oelschlägel, D. (1980:126): «... es, por un lado, un concepto político que tiende a promover cambios sociales, pero por otro es un concepto pedagógico si se considera que esos cambios sociales vienen ligados a procesos de conciencia y de aprendizaje del individuo concreto». LA EDUCACIÓN SOCIAL EN RELACIÓN CON OTROS TIPOS DE EDUCACIÓN La preparación del hombre para vivir en sociedad supone plantearse metas complejas y ambiciosas. Esta inserción del hombre en la sociedad guarda una relación muy estrecha con la Educación Moral y Cívica. Ahora bien, existen corrientes que reducen lo moral a la sociología y, por tanto, la Educación Moral a Educación Social. Desde esta óptica la normatividad de la educación se reduce a normatividad estadística que se presenta como una presión social con las funciones del deber. Así las funciones de la Educación Social quedarían reducidas a las de: — Extender los múltiples comportamientos estadísticamente normales en un determinado agrupamiento social. — Suscitar en la persona que se educa tales comportamientos — Conseguir una plena y gustosa incorporación del educando al grupo social. Desde esta óptica de sobrevalorización de la realidad social y de la normatividad estadística, sociológica; la educación iría siempre a remolque de la realidad social, desempeñaría una función de adaptación, pero nunca de innovación y de transformación. Sin embargo, existen otras corrientes para las que el sentido de lo social es eminentemente moral. En ellas el entendimiento, la cooperación y la ayuda mutua entre el individuo y la sociedad tienen su primer fundamento en la ética. Desde la ética se ven implicados unos valores, pero éstos han de ser valores que favorezcan la convivencia. Es necesario construir la vida ciudadana sobre unas bases comunes, hay que buscar una ética que fundamente la convivencia. Por lo tanto, la Educación Social presupone una Educación Moral básica, aquella educación del carácter que sea capaz de contener y dirigir los impulsos antagónicos con la vida social y que cultive la tolerancia y el respeto para con los demás. La convivencia es un aspecto de la vida social. La convivencia sin más no es sociedad. Según indicaba ya San Agustín toda sociedad supone esencialmente una convivencia organizada o conexión armónica de voluntades. La convivencia para ser duradera y estable necesita de unas normas y usos que la posibiliten. La finalidad de la Educación Social consistiría en hacer de la comunidad no un agregado de hombres con ciertas acciones y reacciones, sino una

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comunidad social. Su objetivo específico está orientado a formar ciudadanos libres, conscientes de sus derechos y de sus deberes que sean capaces de juzgar por sí mismos con sentido de responsabilidad y con respeto a la legalidad. ASPECTOS TÉCNICOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL Desde una perspectiva general, debemos admitir que la Educación Social del individuo debe ponerse en práctica desde la más tierna infancia y de forma que favorezca los buenos comportamientos del niño. Ante este reto de la educación han existido varias posturas. Por una parte, están las tesis de los que opinan que con que el niño tenga conocimiento de lo que son los comportamientos adecuados es suficiente para que éste actúe de acuerdo con ellos. En el otro lado están los que piensan que si el niño no práctica los buenos comportamientos no adquiere los hábitos requeridos para trasladarlos a la conducta. Estas dos posturas las vemos reflejadas en los clásicos. Sócrates es de la opinión de que el simple hecho de saber basta para llevar un correcta vida moral: quien conoce el bien lo hace, achacando las malas acciones a la ignorancia. Sin embargo, Aristóteles afirma que aunque el intelecto perciba el bien, la voluntad arrastrada por las pasiones lleva al individuo hacía el mal, por ello propone fortalecer la voluntad mediante el ejercicio de buenos hábitos. En este sentido, Piaget, J., opina que la maduración social del niño es paralela a su desarrollo mental, por lo que es una consecuencia de éste. La nuestra conecta más con la idea de que la educación social del individuo no puede limitarse a conocer todo lo relacionado con ella, sino que debe practicarla y ejercitarla hasta que, una vez interiorizada, se convierta en una forma de actuar integrada en sus hábitos y costumbres. De acuerdo con Quintana, J. M. (1984:229): «Son recomendables los métodos activos. Mejor dicho, en la infancia son los únicos eficaces. El niño en efecto, atiende poco a largas explicaciones; lo que le gusta es actuar, y es en la acción que pone en juego su capacidad reflexiva. Es por eso que debemos educarle mediante la acción, aprovechando sus comportamientos (o los de sus compañeros) para llamarle la atención sobre lo que está bien o está mal, socialmente, y para inspirarle el gusto del buen comportamiento social y acostumbrarlo al mismo». La vida en comunidad actúa como agente de socialización para el individuo. Según Horton/Horton (1973:17): «El grupo es el medio gracias al cual la persona realiza la experiencia de la cultura. Uno cobra conciencia de las costumbres, percibe tabúes y recibe recompensas y castigos por intermedio del grupo. Por consiguiente, el grupo es un instrumento directo de transmisión de la cultura al individuo. Si no hay experiencia grupal, la personalidad normal no se desarrolla». De lo que se deduce que la vida en comunidad es el medio perfecto para la educación social.

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Petersen, P. (1931:85) lo manifiesta claramente en la siguiente declaración: «Nunca el desarrollo espiritual del individuo y su proceso de hominización son obra enteramente propia. Lo propio no podría desarrollarse sin lo comunitario, y jamás fuera de un contexto espiritual, sino sólo en éste y junto a éste. Es por eso que en la praxis educativa al tú lo designamos como constructivo para el despliegue y perfeccionamiento del yo. Cada cual crece junto a otro; y el otro es, como antítesis mía, necesario para mi desarrollo». La familia, la escuela y el grupo de amigos son ámbitos trascendentales para el desarrollo social del individuo, ya que en ellos se dan las condiciones de experiencia y aprendizaje idóneas para lograr este desarrollo. Es cierto que los primeros años de nuestra vida son de gran trascendencia para períodos posteriores como la adolescencia y la madurez, como también lo es, que todo lo que transmitimos en esa primera época lo aprendemos, fundamentalmente, de la familia. El grupo familiar constituye el primer agente socializador del individuo, las interacciones que en ella se dan son de alto contenido social, en ellas se aprenden las normas, valores y actitudes, así como el aprendizaje de roles que tan necesarios son para la vida posterior. Los padres no son los únicos en ejercer esta función de socialización, como afirma Fermoso, P. (1994:192): «...no sólo son los padres quienes actúan espontáneamente sobre la conducta social de sus hijos, sino que los hermanos, en interacción natural y constante, colaboran al aprendizaje social, porque mutuamente se condicionan la convivencia». De una forma breve, expondremos los aspectos de la familia que según Bossard y Booll (1969), ayudan al niño en su desarrollo social: • Dar satisfacción a las necesidades de afecto que tiene todo ser humano. • Ayuda a comprender y aceptar el juego competitivo de la vida. • Los padres son los primeros de los que recibimos los primeros merecimientos. • Favorece la convivencia harmónica con lo que conlleva de respeto a los demás y de adaptación a las normas. • Aprendizaje de comportamientos ante reacciones interpersonales. Se aprende el lenguaje y los hábitos sociales. La acción socializadora de la escuela ha sido siempre importante, pero en la actualidad cobra mayor importancia, si cabe, ante el cambio tan importante que ha tenido lugar en la familia en nuestra sociedad. Para Parson (1973): «La socialización es la integración progresiva del individuo en su sistema social, del cual la escuela es un subsistema, en cuyo marco referencial el alumno interioriza las pautas y habilidades que le han de llevar al éxito futuro, mediante un proceso de aprendizaje».

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La socialización a través del grupo de iguales supone una nueva experiencia, en cuanto a relación social del individuo, después de la familia. La incidencia que el grupo de iguales ejerce en el proceso de la socialización del individuo es importante en lo que se refiere al aprendizaje social que le facilitará un desarrollo óptimo de las relaciones interpersonales en su vida adulta. Por ello las relaciones entre compañeros, constituyen un agente socializador de primer orden, ya que facilitan al individuo una nueva relación social con grandes efectos moldeadores. En este sentido, Quintana, J. M. (1984:225) aconseja que «conviene que el niño trate a toda clase de compañeros, a fin de que su experiencia social sea más amplia y aprenda a encajar los diversos impactos sociales y a responder a ellos adecuadamente». El tipo de relaciones que el niño mantenga con sus compañeros le marcará de forma importante su respuesta social en años posteriores, si éste ha tenido una acogida satisfactoria por parte del grupo se sentirá reforzado en cuanto a su autoestima y autoconfianza, si no ha sido así, su respuesta se refugiará en la familia y su relación con los demás será retraída y poco sociable. Después de lo dicho, es importante resaltar la importancia que posee el grupo de compañeros en la etapa que va desde la pubertad hasta la juventud. La primera es un alejamiento de los adultos para acercarse a los compañeros con los que comparte inquietudes, intereses y diversiones. Las relaciones y experiencias que en ellos se dan ayudan a la consecución de la identidad personal y sexual y el concepto de sí mismo. NUEVOS ÁMBITOS DE LA EDUCACIÓN SOCIAL Comenzamos este apartado fijándonos en la Constitución Española que como todas las constituciones europeas, de forma más o menos explícita, contempla los derechos de los cuales se derivan los perfiles y las nuevas formas de educación social que es preciso poner en marcha. En ella se establecen una serie de derechos y formas de comportamiento deseables para todos, como por ejemplo: los derechos de la persona y de promover las condiciones de libertad y de igualdad de todos los individuos; facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social, a fin de hacer realidad la «paz social»; el derecho de los ciudadanos a participar en la vida social y cultural, así como del asociacionismo como una de las nuevas formas de participación ciudadana; no discriminar a ninguna persona por razón de nacimiento, raza, sexo, religión..., etc.; el derecho de todo ciudadano a la educación, al trabajo, la cultura..., etc. Pero también debemos de tener en cuenta que en nuestras sociedades complejas y cambiantes, la educación es responsabilidad de todos. Tiene su origen en las instituciones y las formas de relación. Como indica Petrus, A. (2000:65): «Los políticos son educadores —son principalmente educadores, decía Platón— y la ley es un factor educativo, las ciudades posibilitan o limitan

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la educación de sus ciudadanos y la economía tiene más influencia pedagógica que la misma escuela o las políticas sociales». Las competencias educativas, en este momento, se han visto ampliadas notablemente, como también es cierto que ha dejado de ser una tarea exclusiva de la escuela. Los objetivos educativos hoy día son más amplios y orientados a la adquisición de las competencias sociales para la adaptación y el éxito social. Aunque la escuela es probablemente un logro importantísimo de la edad moderna, debe replantearse y adaptarse a las nuevas necesidades sociales, se debe tener en cuenta el papel tan importante que juega la educación informal. En suma, la educación a demás de ser instrucción, es adquisición de competencias sociales y participación en la vida social. Bajo estos presupuestos podemos decir que la formación y el futuro de una sociedad estará determinado por el tipo de relación y la riqueza cultural que ofrezca a sus ciudadanos. Por todo ello es importante que la educación social tenga en cuenta el contexto social, las formas de cultura, la situación económica, la política y los parámetros en los que se mueve la educación en este momento. De todas formas, hay que subrayar que la educación social va evolucionando y abriéndose paso a espacios que hasta no hace mucho no eran considerados como objetivo de la intervención socioeducativa. Para finalizar, queremos subrayar que a pesar de los avances de la globalización, de la informatización y la realidad virtual, existe la necesidad de una educación social que no queda satisfecha por los agentes educativos primarios. FUTURO DE LA EDUCACIÓN SOCIAL La cambiante y compleja sociedad en la que nos encontramos dificulta la delimitación del concepto de educación social a una sola concepción o definición de ésta. Muchos autores afirman que el fenómeno de la educación social debe ser abordado desde una perspectiva integradora. La realidad abarca tantos aspectos que se quedaría corta cualquier explicación. Como afirma Petrus, A. (1997:33): «...la educación social sólo puede ser explicada y definida en función de factores de tan diversa entidad, como el contexto social, las ideologías políticas, las formas de cultura del pasado y las culturas presentes, la situación económica y la realidad educativa del momento. De ahí que sólo sea posible interpretar el actual resurgir de la educación social atendiendo a los significativos cambios que, recientemente, se han dado en nuestro contexto más inmediato». El autor se está refiriendo a la llegada de la democracia, la construcción del Estado del bienestar, la construcción europea basada en el nuevo mercado, etc., características todas ellas de la sociedad actual. Las características señaladas han tenido mucho que ver en la «globalización de la economía» y como consecuencia las políticas sociales se basan en

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la eficiencia y en la rentabilidad económica, esto trasciende de forma importante en el planteamiento de la sociedad del bienestar y de la misma educación social. En ellos figuran como conceptos importantes el crecimiento, la competitividad, la inversión en capital humano, etc. Desde la Unión Europea se han emitido muchos documentos referidos a los ámbitos que incumben a la vida del individuo, pero pocos en lo que se refiere al campo social. Hay autores que resaltan esta circunstancia, e incluso niegan que exista una auténtica política social. Petrus, A. (1997:36), a partir del análisis de la leyes sociales que han elaborado los principales países del contexto europeo, predice el futuro de la educación del siglo XXI, y que tendrá que ver con las siguientes características: a) «La educación social experimentará una notable expansión y tenderá a diferenciarse en función de las necesidades o problemas de cada uno de los sectores de población. Como consecuencia de esta universalización, la educación social perderá parte de su actual carácter estigmatizante. b) Los servicios sociales relacionados con la educación social tenderán a descentralizarse, acercándose cada vez más al nivel local, es decir, se aproximarán a las necesidades de los ciudadanos. c) Aumentará la responsabilidad y la financiación pública dedicada a la educación social, aunque cada vez será más importante también la cooperación con la iniciativa privada o estatal. d) Se extenderá la política de globalidad y polivalencia europea, evitando así parcelar los problemas de tipo social y educativo. Se fomentará una educación social no solamente vinculada con las carencias sociales. e) La educación social tenderá a revisar y criticar las políticas sociales que no respondan a la inclusión social, criticando toda intervención social que pueda dar lugar a sutiles formas de exclusión social. f) Ciertas políticas de asimilación cultural entrarán en conflicto con algunos planteamientos de educación social, principalmente cuando se prioriza la economía por encima de los derechos a la diferencia. Integración no es sinónimo de asimilación o sumisión. g) La educación social deberá actuar a favor de la igualdad, negándose a legitimar la desigualdad con el argumento de la diferencia. El derecho a la diferencia no puede justificar las desigualdades sociales dentro de una misma colectividad. h) La educación social tenderá a normalizar su acción socializadora accediendo a todos los sectores de población, sin que ello suponga, por supuesto, renunciar a satisfacer las necesidades de la población más necesitada».

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En resumen, si tenemos en cuenta la «globalización» como modelo económico, más que otra cosa, el reto de la educación social será el desarrollo humano en contraposición a éste. Entendemos que debe ser una educación polifacética y democrática a lo largo de toda la vida que nos ayude a comprender la realidad multicultural en la que vivimos. BIBLIOGRAFÍA BOWLBY, J. (1969): Attachment and loss, I Attachmente. Londres. Hogart. BANDURA, A. (1982): Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. Madrid. Alianza. (1982): Teoría del aprendizaje social. Madrid. Espasa Calpe. BUJ JIMENO, A. (1995): «La Constitución Española como fundamento de la educación social». Revista de Pedagogía Social, 10, pp. 19-35. DURKHEIM, E. (1976): Educación como socialización. Salamanca. Sígueme. GARCÍA HOZ, V. (1985): Principios de Pedagogía Sistemática. Madrid. Rialp. LÓPEZ, F. (1990): «Desarrollo social de la personalidad». En PALACIOS, J. y col.: Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid. LORENZER, A. (1976): Bases para una Teoría de la socialización. Buenos Aires. Amorrortu. ORTEGA, F. (1996): «Socialización, personalidad y reproducción social». En ORTEGA, F. (coord.) (1996): Fundamentos de Sociología. Madrid. Síntesis. pp. 109-131. QUINTANA, J. M. (1984): Pedagogía Social. Madrid. Dykinson. SANVISENS, A. (1995): Introducción a la Pedagogía. Barcelona. Barcanova. ZUBIRI, X. (1944): Naturaleza, historia, Dios. Madrid. Editora Nacional.

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B. Servicios sociales y educación social (Tema 1 de la segunda parte de la asignatura) ÍNDICE — LA FORMACIÓN DE LOS EDUCADORES SOCIALES • Necesidades de formación • La formación continua de los educadores sociales — SERVICIOS SOCIALES Y EDUCACIÓN SOCIAL — TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICAS SOCIALES — LÍNEAS DE TRABAJO DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS — POLÍTICAS INTERNACIONALES Y NACIONALES PARA LA JUVENTUD — PROGRAMAS DE ACCIÓN SOCIAL EN LA JUVENTUD — VOLUNTARIADO Y POLÍTICA SOCIAL • ¿Qué entendemos por voluntariado? • Futuro del voluntariado BIBLIOGRAFÍA

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LA FORMACIÓN DE LOS EDUCADORES SOCIALES Al igual que un contexto social necesita de un análisis para descubrir los problemas que posee para funcionar correctamente, la formación de los educadores, en determinados momentos, también necesita de un análisis y reflexión sobre el trabajo que realiza y su eficacia. En algunas ocasiones, nuestro rendimiento y seguridad en las tareas que habitualmente realizamos se ven disminuidos por una falta de observación y análisis de las necesidades formativas. Los cambios acontecen tan rápidamente y las presiones a las que se ven sometidos la mayoría de los profesionales en el quehacer diario, no permiten, o no se considera suficientemente importante, la dedicación de un tiempo a la reflexión y el análisis sobre su formación. El educador social aunque posea una educación de base, su trabajo implica una diversidad de tareas y estilos personales de aprendizaje, por no hablar de otros aspectos implicados e igualmente importantes, que necesita de una formación continua que suponga reforzar y ampliar sus conocimientos, habilidades y actitudes. Necesidades de formación El diagnóstico de las necesidades de formación debe ir en función de la finalidad que el profesional persiga. Es necesario que éste tenga claro el porqué y para qué necesita formarse para elegir el camino correcto. No es lo mismo que necesite acceder a un nuevo puesto de trabajo que aprender nuevas habilidades o profundizar en alguna dinámica de grupo..., etc. El profesional debe plantearse si sus inseguridades provienen de los conocimientos, de las estrategias, de las habilidades o de las actitudes. Si es falta de conocimientos sobre algún aspecto de su trabajo, necesita buscar esa información en bibliotecas, la web..., etc. Si por el contrario, en lo que se siente inseguro es a la hora de poner en práctica alguna de las técnicas, lo que precisará es una formación en las mismas y en estrategias de trabajo social. Si la dificultad la encuentra en la elaboración de proyectos, necesitará adquirir y profundizar en el diseño de éstos. A partir de que se descubre cuáles son las deficiencias en la realización del trabajo, ya se está en condiciones para decidir cuál es el mejor camino para responder a ellas. Podemos acudir al trabajo con nuestro equipo para optimizar nuestro trabajo, o a la asistencia de conferencias, lectura de libros, etc., que aunque no supongan una formación sistemática, pueden ponernos al día y dinamizar nuestra actividad diaria. También puede optar, como otros profesionales, por informarse sobre la gran oferta de cursos de formación existente. Esta última vía, lleva implícito hacer una investigación de todos los cursos que tenemos a nuestro alcance. Se puede comenzar buscando en los

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expositores del centro de trabajo y las web, son espacios donde aparece información de los responsables de las actividades de formación. Es importante analizar los contenidos y objetivos de los cursos, así como la metodología que se utilizará. Los horarios deben ser compatibles con nuestro trabajo y debe ofrecer validez en el mercado de la formación y en el laboral. Además, se debe tener en cuenta que existen otras actividades que pueden ser de interés y que son promovidas por ámbitos internacionales o estatales que al mismo tiempo, favorecen el intercambio de experiencias. Una vez decidida la actividad formativa, se debe reflexionar sobre la actitud o actitudes que deben estar presentes a la hora de llevarla a cabo para disfrutar de ella y sacar el mayor beneficio posible. Románs, M. y otros (2000:249) proponen: «Una actitud constructiva y respetuosa con las personas que forman parte de la actividad, ya que ello facilita la interacción y la sinergia en el aprendizaje; una actitud participativa, para facilitar la implicación personal en los procesos de aprendizaje; una actitud cooperativa aportando ideas; responsabilizarse en el cumplimiento del programa». Una vez finalizada la actividad formativa debemos proponernos llevarla a nuestro trabajo, pues de lo contrario su aprendizaje no tendría sentido. Este esfuerzo requiere un cambio de actitudes y mucha paciencia, no debemos olvidar que la mejora de nuestro trabajo se consigue en pequeñas metas a base de poner en marcha esos cambios en el quehacer diario. La formación continua de los educadores sociales Siguiendo en la línea de formación de los profesionales del campo social que comenzamos en el apartado anterior, los ámbitos que deberían trabajar, de una forma continuada, son los que tienen que ver con los conocimientos, estrategias y métodos de trabajo, habilidades de comunicación, y una educación en valores que favorezca la formación de actitudes positivas en su manera de afrontar las diferentes intervenciones. Es importante tener presentes todos los elementos teóricos que pueden fundamentar el trabajo diario de los profesionales. Estos elementos poseen la virtud de arrojar luz a todos los interrogantes que se plantean en el día a día. Por ello conviene volver sobre ellos de vez en cuando para que no se diluyan o se borren por la falta de tiempo para reflexionar. También se debe prestar atención a aquellos aspectos legales, laborales..., etc., que faciliten el trabajo o den seguridad al profesional que debe transmitirlos. La formación en estrategias que favorezcan, por ejemplo, el consenso de un grupo para determinar los objetivos, o metodologías de trabajo que son, en definitiva, las herramientas que permiten contactar con sectores de cualquier índole o complicación. O bien la formación de programas informáticos que tan útiles son a la hora de llegar a los recursos susceptibles de ser utilizados, o base de datos que nos faciliten información fiable de investigacio-

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nes o experiencias que puedan ser compartidas. Todo esto resulta muy interesante para el educador social, pues no podemos olvidar que éste realiza su trabajo en un medio social abierto a todo. Las habilidades de comunicación son una competencia no menos importante para este profesional. Debe establecer una relación profesional con el usuario, o grupo de usuarios, que facilite la profundización en los intereses y necesidades de éstos. Los grupos siempre son diferentes y los discursos hay que adaptarlos a las características diferenciales de las intervenciones, es por ello que las habilidades de comunicación son imprescindibles para afrontar la dificultades que se presenten. La formación en actitudes y valores significa afrontar las intervenciones o encuentros con los grupos de forma positiva. Además le ayudará a fundamentar sus decisiones y orientar sus actuaciones. También es importante que el profesional sepa supervisar su práctica diaria y evaluarla para poder optimizarla. Sin una reflexión continua sobre su práctica es bastante difícil mejorarla. En este sentido hay que subrayar que en el campo social hay tanto que hacer y de hecho se hacen tantas cosas que este activismo, la mayoría de las veces sin control, es uno de los aspectos más negativos para conseguir mejorar el trabajo diario. SERVICIOS SOCIALES Y EDUCACIÓN SOCIAL El trabajo que realizan los profesionales dedicados al campo social está enmarcado en los Servicios Sociales. Por ello hemos considerado conveniente analizar el concepto y la clasificación de los mismos, paso previo para estudiar la perspectiva desde la cual debe ponerse en práctica la Educación Social. La implantación de los servicios sociales arranca como objetivo de una sociedad preocupada por el bienestar de sus ciudadanos. Fermoso, P. (1994:322) afirma al respecto: «La pedagogía social nació y ha cobrado importancia a medida que los Estados han trabajado para prevenir o resolver situaciones de indigencia y necesidad; éste ha sido uno de los objetivos prioritarios del Estado del bienestar». Los servicios sociales, considerados de forma general, son las ayudas que una determinada política social pone a disposición de los ciudadanos para solucionar los problemas que tienen su origen en las necesidades sociales que éstos poseen. A continuación exponemos las definiciones que han elaborado distintos autores y organismos para una mejor comprensión y matización del concepto. En el Programa Europeo del Desarrollo Social se conciben los Servicios Sociales como «el conjunto de problemas, a superar los handicaps y a crear y conquistar recursos adecuados para ayudar a los grupos y a las personas a

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resolver sus propios problemas y mejorar la calidad de la vida» (cit. Quintana, J. M., 1984:331). Consell de l’Europe (1980). El Consejo de Europa, también se ha ocupado de definir lo que se entiende por Servicios Sociales, dicho organismo considera que los «Servicios Sociales son todos aquellos organismos que tienen la finalidad de prestar ayuda y asistencia personales y directas a los individuos, grupos o comunidades a fin de favorecer la integración a la sociedad, exceptuando los servicios que se ocupan de asegurar un nivel determinado mediante prestaciones económicas» (Conseil D’Europe, 1980). Quintana, J. M. (1984:330) entiende por Servicios Sociales: «un proceso de ayuda a individuos, grupos o comunidades con problemas, a fin de lograr en ellos unos cambios que supongan la solución de estos problemas». La Declaración de los Derechos Humanos, en su artículo 25, señala que el objetivo de los Servicios Sociales es ayudar a la adaptación recíproca entre individuos y su medio ambiente. Una definición más descriptiva del concepto nos la ofrece el profesor Fermoso, P. (1994:333) considerando que los «Servicios Sociales son un sistema global de acción, cuyas prestaciones favorecen el pleno desarrollo de la persona y de los grupos dentro del contexto psicofísico y social, promueven la participación ciudadana en la vida comunitaria, impulsa la consecución de los niveles básicos de calidad de vida y de bienestar social, gestiona administrativamente su logro y previenen o eliminan la marginación». Los rasgos más empleados para definir los Servicios Sociales son: • Un derecho de las personas y grupos. • Poseen un carácter asistencial y dinamizador. • Se orientan a desarrollar plena y libremente a la persona y a los grupos. • Defienden la participación ciudadana como derecho de todos los grupos. • Apoyan la igualdad, favorece la integración y previene la marginación. • Suponen una acción social. Es muy interesante analizar las clasificaciones que de los servicios sociales realiza este autor (1994:325), según estén éstos organizados por áreas y ámbitos o por el tipo de atención que prestan: Por áreas y ámbitos (Organización Estatal): • Servicios Sociales orientados al trabajo y a la seguridad social (Ministerios de Trabajo). • Servicios Sociales orientados a la Educación (Ministerio de Educación). • Servicios Sociales orientados a la sanidad (Ministerio de Sanidad). • Servicios Sociales orientados a la vivienda (Ministerio de Obras Públicas).

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• Servicios Sociales incardinados al Ministerio de Asuntos Sociales desde su fundación en 1988. Por tipo de atención (Organización estatal y C.C. Autónomas) • Servicios básicos o de atención primaria. Son servicios integrados, polivalentes y sectorizados, a disposición de todos los ciudadanos, en un área territorial concreta (Son: Asesoramiento e información; atención domiciliaria; convivencia; equipamiento básico; orientación; promoción y cooperación social). • Servicios especializados o de atención secundaria. Orientados a las necesidades específicas de los usuarios, tratados por especialistas (Los principales son: atención a delincuentes; atención a toxicómanos; drogadictos; alcohólicos y adictos al tabaco; atención a la familia; atención a la infancia, adolescencia y juventud; atención a minusválidos; atención a adultos y 3.ª Edad; atención a marginados). En suma, podemos concluir que los Servicios Sociales son un conjunto de medios mediante los cuales la Pedagogía Social se propone ayudar a resolver necesidades sociales de los individuos y grupos, así como mejorar su calidad de vida. TRABAJO SOCIAL Y POLÍTICAS SOCIALES El Trabajo Social está íntimamente relacionado con los servicios y las políticas sociales, ya que de ello depende dar un respuesta satisfactoria a las necesidades sociales. Entendemos por trabajo social la tarea que los técnicos de este campo realizan para hacer llegar a las personas estos servicios. El éxito de su labor, en parte, depende de la magnitud de éstos. De ello se desprende la importancia que para el trabajador social posee la Política Social que esté vigente en el contexto donde tenga que realizar su trabajo. Para concretar qué es lo que se entiende por Política Social, veamos lo que opinan estos mismos autores al respecto. Quintana, J. M. (1984:333) entiende que es «el conjunto de medidas que tienden a mejorar la situación material y humana de ciertos grupos, los cuales alcanzan un deterioro tal que no les permite remediarla por sí mismos». Fermoso, P. (1994:326), por su parte, analiza la Política Social desde la doble perspectiva de la teoría y la práctica, considerando que «la Política Social es una ciencia y una praxis. En cuanto a saber científico es la sistematización racional de los principios y conocimientos sobre la forma de planificar, organizar y justificar la ordenación de los medios que conducen a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y de los grupos. Y en cuanto a praxis, es la aplicación de este saber a la situación concreta de los pueblos a través de la legislación y las instituciones, cuyo objetivo principal es el ordenamiento de cuanto contribuye a conseguir las metas previamente fijadas».

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La Política Social está determinada, en gran parte, por las legislaciones creadas por los Gobiernos y Parlamentos democráticos en distintos países. En la actualidad este marco legislativo está reflejado en distintos niveles que suponen los referentes para planificar el trabajo social. A continuación destacamos los más relevantes: — A nivel mundial: • La Declaración de los Derechos Humanos. • La Declaración de los Derechos del Niño, de la Familia, de la Mujer, etc. — A nivel europeo: • La Carta Social Europea (1961), cuyos artículos más importantes para los servicios sociales son del 12 al 15, el 17 y el 19, que tratan, junto con otras prestaciones, de la seguridad social y la asistencia médica. • Fondo Social Europeo que en su Tratado de Roma promueve el empleo de los trabajadores de los Estados miembros y toma decisiones importantes para elevar su nivel de vida (En distintas convocatorias a partir de 1971). • Comisión de las Comunidades Europeas que establece líneas generales de trabajo para el Consejo y el Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones. • En nuestro país: • La Constitución Española, que establece «Los principios rectores de la política social y económica», sobre todo en los artículos 39, 48 a 50, 148 y 149. • La legislación estatal más orientada a los servicios sociales comprende las leyes de: Integración Social de Minusválidos (7.4.82; BOE, 30.4.82); Bases de Régimen de la Administración Local que considera competencia municipal «la prestación de servicios sociales y la promoción de la reinserción social» (BOE, 13.4.85. Capítulo 111, título 11); Ley que modifica el Código Civil, la Ley de Enjuiciamiento en materia de adopción, en algunos de sus artículos (11.11.87). • La legislación autonómica que establecen los Estatutos de Autonomía, que determinan que las Comunidades Autónomas son exclusivamente competentes en materia de servicios sociales. LÍNEAS DE TRABAJO DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Dada su actualidad e importancia para este tema, exponemos a continuación un resumen del Proyecto conjunto sobre la integración social que la Comisión de las Comunidades Europeas comunica al Consejo de Europa al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones.

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Es un documento político sobre la pobreza y la exclusión social que pretende avanzar en el objetivo estratégico de la Unión Europea de mejorar la cohesión social de la Unión entre 2001 al 2010. A continuación presentamos, de una forma general, los aspectos más importantes de su contenido. El informe está orientado a concretar el método de coordinación en materia de integración social acordado en la Cumbre de Lisboa en marzo de 2000. En él se subraya el papel fundamental que debe desempeñar la política social, junto con las políticas económica y laboral, en la reducción de las desigualdades y la promoción de la cohesión social. Es un documento obligado para la aplicación de la agenda social establecida en Niza y completa los objetivos en la Estrategia de Empleo que se marcaron. Establece indicadores comunes para medir la pobreza y la exclusión social en todos los Estados miembros, que permitan una evaluación mucho más rigurosa y eficaz de los avances en la lucha contra estos problemas. Más que evaluar la eficacia de los trabajos que se están realizando sobre estos aspectos en los Estados miembros, se analizan de acuerdo con los objetivos acordados por la Unión Europea en Niza, para favorecer una evaluación más óptima de las políticas, así como de su eficacia y rentabilidad. Considera que la futura fase del proceso de integración social debe introducir análisis rigurosos de la rentabilidad y eficacia de las políticas para erradicar estos dos problemas. En el documento podemos observar una amplia serie de políticas e iniciativas aplicadas o propuestas a los Estados miembros que deben constituir, en el futuro, una base para la cooperación e intercambio de enseñanzas y experiencias entre ellos. Establece un nuevo compromiso, a partir del que asumieron los Estados miembros en Lisboa (marzo 2000), Niza (diciembre 2000) y Estocolmo (junio 2001) y que no es otro que el compromiso de «promover un crecimiento económico sostenible y un empleo de calidad que reduzcan el riesgo de pobreza y exclusión social y refuercen la cohesión social en el Unión entre 2001 y 2010». Estos Planes Nacionales de Acción, junto con el desarrollo de indicadores comparables, forman el marco para la promoción e intercambio de buenas prácticas y el aprendizaje mutuo a nivel comunitario. A partir de 2002, recibirá el apoyo de un programa quinquenal de acción comunitario sobre integración social. El nuevo método de coordinación entre los Estados miembros contribuirá a integrar los objetivos sociales ya existentes en el proceso (Lisboa), a favorecer una interacción positiva y dinámica de las políticas (económicas, sociales, laborales). Reconoce un doble papel de la política social, por un lado, como factor productivo, y por otro, como instrumento clave para reducir desigualdades y promover la cohesión social. Se tienen en cuenta los avances alcanzados por

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el modelo social europeo, caracterizado por poseer sistemas de protección social de alto nivel, el apoyo al diálogo social y la prestación de servicios que incrementen la cohesión social y se toman en cuenta la diversidad de situaciones que se dan en los Estados miembros. Nos informan de que los Estados miembros comprometidos en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, mediante la aplicación del método abierto de coordinación, han completado sus Planes Nacionales de Acción que tenían prevista para junio de 2001, incluyendo en ellos una descripción más o menos detallada de las medidas políticas aplicadas para cumplir los objetivos marcados. La situación actual indica el informe, que la lucha contra estos problemas sigue siendo un reto importante para la Unión Europa. Los últimos datos relativos a los ingresos de los Estados miembros, aunque no demuestran toda la complejidad de éstos, revelan que en 1997 el 18% de la población de la Unión Europea, es decir, 60 millones de personas, vivían en hogares con ingresos inferiores al umbral de la pobreza, 60% del ingreso medio nacional equiparado y que aproximadamente la mitad habían vivido por debajo de este umbral durante tres años consecutivos. Los Planes Nacionales de Acción referidos, identifican diversos factores que aumentan de forma importante el riesgo de pobreza y exclusión social. Entre otros figuran el desempleo de larga duración, los ingresos bajos, el empleo de baja calidad, la falta de hogar, los problemas de salud, la inmigración, la falta de cualificaciones y el abandono escolar, las desigualdades entre hombre/mujer, la discriminación y el racismo, las discapacidades, la edad, la separación familiar y las drogas y el alcohol. Hace alusión a los cambios estructurales que se producen en la Unión Europea, y que puedan dar lugar a nuevos riesgos de pobreza y exclusión social. Los Estados miembros exponen los siguientes: cambios en el mercado de trabajo a raíz de la globalización, crecimiento muy rápido de la sociedad del conocimiento y de las tecnologías de la información y la comunicación, aumento de la longevidad combinado con el descenso de la natalidad, creciente evolución hacía la diversidad étnica, cultural y religiosa provocada por la inmigración internacional y aumento de la movilidad en la Unión; aumento de mujeres en el mercado de trabajo, cambios en las estructuras familiares. El objetivo que se proponen alcanzar es: garantizar que los principales mecanismos que distribuyen las oportunidades y los recursos —el mercado de trabajo, el sistema fiscal, los sistemas de protección social, la educación, la vivienda, la salud y otros servicios— lleguen a ser suficientemente universales para cubrir las necesidades de las personas amenazadas por estos problemas y permitir que ejerzan sus derechos fundamentales. También se observan diferencias en cuanto a la medida en que dichos Planes ofrecen un análisis global de los riesgos y retos estructurales clave,

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integran políticas en una perspectiva estratégica a largo plazo y reflejan la evolución de un planteamiento puramente sectorial y específico de cada grupo hacía un planteamiento integrado. Subraya que no se han puesto en marcha planteamientos políticos nuevos e innovadores, únicamente han dedicado sus esfuerzos a mejorar la coordinación y combinar las políticas ya existentes. Se pone de manifiesto que la mayoría de los Estados miembros destacan que la participación en el empleo es el mejor remedio contra la exclusión social, lo cual refleja lo mucho que se insistió en este factor en el Consejo Europeo en Niza. En la elaboración de políticas de estos Planes, emergen tres planteamientos generales y complementarios. El primero implica la elaboración de políticas y disposiciones más adecuadas, accesibles y asequibles para mejorar la cobertura, la utilización y la eficacia (promover la universidad). El segundo consiste en corregir desventajas específicas que pueden superarse mediante políticas apropiadas (promover una situación más justa). El tercero pretende compensar las desventajas que sólo pueden superarse parcialmente, o no pueden superarse (garantizar la solidaridad). En cuanto a la aplicación de las políticas se identifican algunos elementos de buenas prácticas a partir de los Planes, como por ejemplo: elaborar y aplicar políticas a nivel más próximo a las personas; garantizar una prestación de servicios integrada y holística; utilizar un proceso de decisión transparente y responsable; mejorar los servicios para que sean más fáciles de utilizar; promover la cooperación entre los diferentes agentes; insistir en la igualdad, los derechos y la no discriminación; fomentar la participación de las personas afectadas; impulsar la autonomía y los derechos de los usuarios de servicios; y fomentar la mejora y viabilidad de los mismos. La mayoría de los Estados miembros reconocen la necesidad de movilizar y potenciar la participación de los agentes clave, sin olvidar a las personas que padecen estos problemas, en la elaboración y aplicación de dichos Planes. En cuanto a los indicadores comunes en el planteamiento de los Planes Nacionales de Acción contra la pobreza y la exclusión, se observa que aún estamos lejos de un planteamiento común en la utilización de indicadores sociales que permitan comparar los resultados de las políticas y favorezcan la identificación de buenas prácticas. En la mayoría de estos Planes se sigue utilizando definiciones nacionales para medir los niveles de pobreza y las carencias en el acceso a la vivienda, la asistencia sanitaria o la educación, y en pocos se hace un uso apropiado de los indicadores políticos. Se pone de manifiesto la necesidad de desarrollar indicadores comunes de pobreza y de exclusión social.

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LAS POLÍTICAS INTERNACIONALES Y NACIONALES PARA LA JUVENTUD En los últimos tiempos las actuaciones políticas dirigidas a la juventud han abierto un importante tema de estudio, en el que se argumenta, principalmente, el reconocimiento explícito de la problemática juvenil; el análisis de condiciones que favorezcan el protagonismo juvenil; la voluntad de facilitar el acceso a la educación de éstos; en definitiva, atender cualquier aspecto que implique una mejora de la calidad de vida de la juventud. Claro está, todo ello con la intervención de las Administraciones Públicas, los recursos y alternativas que éstos puedan proponer. Planteamientos Internacionales. Dos son los documentos más importantes sobre política social en Europa, el Libro Verde (1993) y el Libro Blanco (1994), en ellos se reflexiona sobre el tema, haciéndose eco de toda la problemática social del continente. El primero de ellos intenta abrir un debate con los agentes y ciudadanos interesados en el área político social, mientras que el segundo está dedicado al establecimiento de medidas concretas que sirvan de guía. Muchos autores subrayan que las políticas sociales se definen ahora por su productividad económica, siendo el crecimiento, la competitividad, el pleno empleo, la inversión en capital humano, etc., los conceptos nucleares del discurso socio-político propio de la sociedad del bienestar y de la misma educación social. Quizás por ello, en el segundo capítulo del Libro Verde de la Política Social Europea (1993) se afirma la necesidad de invertir en educación y formación como uno de los requisitos esenciales para la competitividad de la Unión, así como para la cohesión de las sociedades. Apoyando esta orientación contribuyen las tres partes de las que consta el Libro Blanco: la primera está dedicada a ensalzar los principios que han de regir las cuestiones sociales; la segunda versa sobre las medidas a tomar para hacer frente a los derechos de la ciudadanía europea; y la tercera expone una serie de iniciativas en áreas de intervención. Es importante destacar que el Parlamento Europeo consecuentemente con estos planteamientos apoya la solidaridad económica junto a los proyectos sociales y regionales. Como puede observarse es un plan ambicioso y complejo que exige la defensa del Estado del Bienestar por encima de la economía multinacional. La educación posee un reto importante ante los problemas de la Comunidad que es reflejado por el Libro Blanco, y no es otro que el de servir de instrumento de concienciación y responsabilidad para el ciudadano. Políticas y acciones emprendidas por los organismos y agencias administrativas en nuestro país. La reivindicación de las distintas regiones que componen la geografía española, impulsaron la creación del Estado de la Autonomías. Se comienza así, en el plano institucional, un complejo proceso de

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descentralización política y administrativa con distintos planteamientos que obligaba a establecer espacios de diálogo interterritorial y de coordinación de las intervenciones llevadas a cabo desde los distintos ámbitos. Todo ello a la vez que se adoptaban medidas desde las instancias estatales que llevaran al estado del bienestar español al nivel que le corresponde como país europeo. La entrada en 1986 de España en la Unión Europea suponía articular la Administración en una entidad supranacional con crecientes competencias y tareas de mayor complejidad. Las políticas elaboradas desde las diversas instancias responsables de la política de juventud, buscan dar respuesta a esta situación de cambio. Su empuje en los últimos años ha sido considerable, sobre todo en los ámbitos educativo y de empleo con la intención de desarrollar las políticas de igualdad. En la política educativa se han introducido algunas innovaciones que se ven contempladas en la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) y la Ley de Reforma Universitaria (LRU). Éstas suponen cambios en los itinerarios de la enseñanza reglada, los contenidos curriculares, el conjunto del ámbito profesional del profesorado y de la comunidad educativa, de los centros educativos de los distintos niveles. En lo que se refiere a la política de empleo, también se ha intentando responder a las demandas del mercado de trabajo en relación con la formación ocupacional, con nuevos tipos de contratos destinados a estimular la incorporación de los jóvenes a la vida laboral. De todas formas, como señala la última iniciativa legislativa aprobada al respecto por el Parlamento español en 1998, estos mecanismos tienen que conseguir una mayor imbricación vertical y horizontal para optimizar recursos y alcanzar los objetivos estratégicos de modernización educativa y formativa que se necesitan. En otros campos de actuación que afecten a los jóvenes merece ser destacado las reformas en el campo del servicio militar (que culminaron en su profesionalización en el año 2003) y la objeción de conciencia, como también los nuevos planteamientos para abordar los problemas originados por el consumo de drogas, integradas en el Plan Nacional sobre Drogas. En lo que se refiere a la elaboración de políticas de juventud en nuestro país se han visto marcadas por algunos aspectos como son la escasa experiencia participativa y asociativa de la sociedad. Esto es un hecho que nos diferencia del resto de los países europeos sobre todo en aquello que se refiere a la implicación de las entidades juveniles en las políticas de juventud. Las nuevas iniciativas en materia de políticas sociales de juventud resultan favorecidas por el dinamismo de la vida institucional en el marco de la descentralización que se ha traducido en nuevos proyectos que se suman a los ya existentes. Esta situación se pone de manifiesto en el funcionamiento de la Comisión Interministerial para la Juventud y la Infancia, y en la vincu-

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lación entre la Administración General del Estado y las entidades locales, a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). El Instituto de la Juventud, en el ámbito de la Administración, y el Consejo de la Juventud de España, en el de la sociedad civil, muestran un alto grado de consolidación en sus actividades. Después de una década de actuación cooperativa han dado conjuntamente pasos importantes en el equipamientos para las entidades juveniles y el fomento del asociacionismo y la participación entre otros. Políticas de acción social con jóvenes a nivel de comunidad autónoma. Haciendo un análisis sobre las leyes de Aragón, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, La Rioja, Valencia y el País Vasco, se pueden extraer los puntos de vista de éstas. Todas la consideran una etapa de la vida comprendida entre los 13-18 años, pero alguna C. A. la amplia de los 14-29 años. Representa el 25% de la población. Los movimientos juveniles han existido siempre, pero regularizados y tecnificados únicamente en el s. xx. En España los estudios e investigaciones comenzaron en la década de los sesenta, se intensificaron a través del Instituto de la Juventud y cobraron aún mayor actualidad a partir de 1985, Año Internacional de la Juventud. La Políticas Sociales Juveniles de las CC. AA. emanan y adaptan las del Consejo de la Juventud y del Instituto de la Juventud nacionales y crean los Consejos Autonómicos de la Juventud, casi todos posteriores a 1985. Las Leyes Autonómicas distinguen entre promoción y participación. Los fines de la promoción son: la formación para la inserción y promoción laboral; las actividades deportivas, turísticas y de tiempo libre; el acceso a la vivienda; la educación y la cultura; la salud y el consumo; y el respeto al medio ambiente. Consideran que los fines de la participación son el asociacionismo, la participación en el desarrollo social, político, económico y cultural de la C. A.; la defensa de los derechos de la juventud; la promoción de la identidad cultural de su comunidad; la defensa de la libertad y de la paz; el fomento del intercambio con jóvenes de otras CC. AA. o del extranjero. PROGRAMAS DE ACCIÓN SOCIAL EN LA JUVENTUD La inserción de los jóvenes en la sociedad supone ayudarles a adaptarse a ella, objetivo primordial de la educación social. En esta etapa el joven deja de apoyarse en el grupo, como lo hacía en la adolescencia, para hacerlo en sí mismo, posee más madurez y la suficiente confianza como para comenzar a relacionarse con personas del otro sexo. El encuentro consigo mismo y el proceso de identidad son aspectos que favorecen la adaptación en la sociedad de forma autónoma. La tarea de prepararle para participar activamente en la vida de su comunidad es de la educación cívica. Se considera la educación cívica como una parte de la educación social que convierte a la persona en ciudadano. Los objetivos son la mejora en la

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calidad de vida de la sociedad, y la participación en el cambio social. Es la base de las relaciones humanas públicas y sociales establecidas desde el respeto mutuo entre las personas, es decir, la convivencia. La educación para la paz es otro de los objetivos de la educación social y que conviene desarrollar en nuestros jóvenes. Es en la primera etapa de la juventud donde tiene lugar la integración social en el grupo de iguales buscando relaciones nuevas. También es el momento donde la violencia puede invadir los comportamientos de los jóvenes, es por ello que el educador social debe trabajar algunos contenidos y técnicas que les ayuden a experimentar e interiorizar los valores propios de una cultura de paz. La inserción del joven en el mundo del trabajo es otro objetivo de las políticas y servicios sociales. Los organismos estatales y privados han elaborado programas para ayudar a los jóvenes a pasar del período de estudio y formación a desempeñar un trabajo. También la Comunidad Europea, preocupada por el problema que sufren los países que la integran, ha puesto en marcha entre 1983 a 1987 alrededor de treinta proyectos piloto, que intentaron insertar al joven en el mundo del trabajo autónomo; para lo cual se programó una formación inicial con la finalidad de que se alcanzará más rápidamente el trabajo deseado La Pedagogía Social ha de preparar a quienes decidan ejercer funciones educativas en instituciones y organismos dedicados a favorecer la inserción de los jóvenes en el mundo del trabajo, su cometido será enseñar a manejar las técnicas efectivas para este fin: diseño de programas, diseño curricular en educación no formal, seguimiento y evaluación. Servicios e iniciativas pedagógico-sociales y culturales. El educador/pedagogo social utiliza una serie de instituciones políticas, religiosas, deportivas y recreativas, en las que el joven se relaciona con otros y completa su socialización secundaria en grupos, donde adquiere una gran mayoría de habilidades sociales. Los servicios sociales para la juventud tienen como finalidad el desarrollo de acciones y establecimiento de recursos orientados a mejorar las condiciones de vida de la juventud. Las actuaciones son preventivas y terapéuticas (resocializadoras). Se extienden también a los jóvenes con problemas de inadaptación. Establecen los equipamientos que normalicen la vida de la juventud y llevan a cabo programas socioculturales, ocupacionales y recreativos. Existen instituciones que pueden ser: políticas, religiosas, deportivas, intelectuales, etc., que se dedican a la acción educativa no formal. Entre otras podemos destacar: Centro Europeo de Juventud, Consejo de Comités Nacionales Europeos de Juventud, Cooperación Paneuropea de la Juventud y de los Estudiantes, Cruz Roja de la Juventud, Unión Internacional de Estudiantes. Las instituciones españolas estatales son: la Comisión Internacional Española de la Juventud que se responsabiliza de programas para fomentar

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el empleo en la juventud y de acceso a la vivienda y de los programas de prevención y reinserción social de inadaptados y delincuentes juveniles. El Consejo Nacional de la Juventud (1983); el Instituto de la Juventud, integrado desde 1988 en el Ministerio de Asuntos Sociales; con revista propia; y con delegaciones provinciales; y la Dirección General de la Juventud, del Ministerio de Justicia. Entre los organismos nacionales no gubernamentales podemos citar: la Sección Juvenil de Cáritas Española y la Cruz Roja de la Juventud. Y las instituciones de la administración local son: la Delegación Provincial del Instituto Nacional de la Juventud y las Concejalías pro Juventud en cada ayuntamiento de ciudades grandes. Programas de atención a la juventud. En el momento actual las intervenciones educativas son esenciales en la medida en que la inserción social es un punto clave para la independencia de los jóvenes. Los programas de atención a la juventud desde el trabajo social, deben abarcar el aprendizaje de aquellas habilidades que les permitan resolver todos aquellos problemas que en esta etapa se les presentan. En consecuencia los programas deben desarrollar las habilidades y capacidades que permitan al joven integrarse totalmente en la sociedad como un adulto. En la actualidad, se está trabajando tanto desde los organismos públicos como desde la escuela, la familia, la empresa, animación sociocultural, etc., para desarrollar habilidades sociales como medio de prevención de problemas. En este sentido hay que destacar el carácter funcional que tienen para el joven, ya que le permiten relacionarse de forma gratificante y obtener los reforzamientos sociales que le proporcionan mayor conocimiento de sí mismo y de los demás, éxito personal y mejora del autoconcepto. No es fácil realizar una clasificación comprensiva de los contenidos del concepto de habilidades sociales. Sin embargo todas ellas se apoyan en la evaluación global del comportamiento humano, y de lo que socialmente es aceptado o rechazado. Entre ellas podemos destacar: las habilidades Sociales de Autonomía Personal, las de Comunicación o de Interacción, las Asertivas, habilidades Sociales Básicas, las de Autoevaluación y las habilidades Sociales para la Inserción Sociolaboral. Programas en colaboración con la Unión Europea. La Europa sin fronteras hace que la formación y el conocimiento mutuo de los jóvenes europeos constituya una preocupación de primer orden en los programas actuales de esta Comunidad. Tienen como objetivo la formación, la juventud, la cultura, el deporte y la ciudadanía. Aunque poseen objetivos específicos, estos programas presentan numerosos puntos comunes. Apoyan la movilidad de las personas y el intercambio de ideas. Fomentan, cada uno en su nivel, la cooperación europea, buscan la calidad y promueven la innovación. Se basan en los valores fundamentales, como la promoción de la

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igualdad de oportunidades, el ejercicio de una ciudadanía activa, el aprendizaje en un marco intercultural o la necesidad de una educación y de una formación permanentes. A continuación exponemos los que conectan más directamente con los jóvenes. ERASMUS es un programa destinado a favorecer la movilidad de los estudiantes universitarios europeos, ofreciéndoles la posibilidad de realidad una parte de sus estudios en otro país de la Comunidad Europea. El programa COMET impulsa la formación tecnológica que estimula la cooperación entre las universidades y las empresas. Permite a los estudiantes efectuar prácticas en las empresas, y a los cuadros de éstas, realizar una formación complementaria en la universidad, garantizando una formación práctica y permanente. LEO NARDO DA VINCI es un programa para la aplicación de una política de formación profesional de la Comunidad Europea. A través de la cooperación trasnacional, este programa tiene por objetivo elevar la calidad de los sistemas y las prácticas de formación profesional y promover la innovación. PETRA, se trata de un programa cuyo objetivo es la preparación de los jóvenes para su incorporación a la vida activa. Para ello favorece intercambios entre institutos de formación profesional y apoya iniciativas de jóvenes que sean innovadoras. LA JUVENTUD CON EUROPA, es un programa destinado a fomentar los intercambios de grupos de jóvenes de 15 a 25 años de los diversos países de la Comunidad Europea. Es un programa abierto a todos los jóvenes sin excepción, primándose las actividades que permiten adquirir una formación útil para la vida activa y profesional. El programa LINGUA está destinado a facilitar a jóvenes y profesionales el aprendizaje de un segundo o tercer idioma comunitario distinto al de su país. Estudiantes de Formación Profesional, Universitarios y Profesores son los sectores a los que preferentemente se dirige el programa. El programa JUVENTUD está creado para promover la política de cooperación entre los jóvenes. Su pretensión es ampliar las posibilidades ofrecidas a este colectivo para que entren en contacto con Europa y participen en su construcción como ciudadanos activos y responsables. VOLUNTARIADO y POLÍTICA SOCIAL El voluntariado aparece como una alternativa a las necesidades del Estado del Bienestar, constituyendo una alternativa social válida para los colectivos necesitados o marginales. Cuando hablamos del voluntariado estamos refiriéndonos a un colectivo variopinto y plural, cuyos miembros son los protagonistas más importantes de sus actividades.

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En la época actual el voluntariado ha encontrado un amplio campo de trabajo en la dinamización del tejido social. El Estado mediante la estructura administrativa de la que dispone es incapaz de dar respuesta a toda la problemática social que se manifiesta en los diferentes estratos de la sociedad, sobre todo con los desfavorecidos social y económicamente. ¿Qué entendemos por voluntariado? Madrid, J. (1988:65), propone cuatro rasgos o características que definen lo que entendemos por voluntariado. Estos rasgos se amalgaman en la personalidad del voluntario como una persona que confía en el cambio estructural y se compromete a impulsar las iniciativas sociales: • El voluntario entra a formar parte de la organización de forma libre. Sus ideales y su compromiso real como individuo, son las fuentes que iluminan su trabajo con los demás. • El voluntario se compromete con otras personas. El asociacionismo, legalmente reconocido y con personalidad jurídica, tiene más fuerza para requerir a la Administración del Estado y a la misma sociedad. • El voluntario trabaja y presta sus servicios de manera altruista, sin esperar nada a cambio. • El voluntario ofrece su ayuda a todos aquellos que la requieren. Los destinatarios pueden ser personas individuales, grupos o la sociedad como tal. La Ley del voluntariado expone su definición de estas personas como grupo y los requisitos que debe tener para ejercer su función. Afirma que entiende por voluntariado el conjunto de actividades de interés general, desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcional, mercantil o cualquier otra retribuida. En cuanto a los requisitos subraya: que debe tener un carácter altruista y solidario; que su realización sea libre, sin que tengan su causa en una obligación personal o de deber jurídico; que se lleven a cabo sin contraprestaciones económicas, sin perjuicio del derecho al reembolso de los gastos que el desempeño de la actividad voluntaria ocasione; que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con arreglo a programas y proyectos concretos. Como indica Froufe, S. (1998: 178): «...se trata de una ley del voluntariado, a secas. No habla para nada del voluntariado ‘‘social’’. La ley establece un marco normativo general donde se incluye cualquier tipo de acción voluntaria y no únicamente las ligadas a actividades de carácter social». Futuro del voluntariado En la actualidad en nuestro País existen bastantes asociaciones de voluntarios y ONGs que necesitan definir su papel en la sociedad y la mejor forma de

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dar respuesta a todas las necesidades que ésta plantea. Existen varias opiniones, algunos opinan que el Estado no atiende sus responsabilidades de solidaridad y ayuda a los grupos más desfavorecidos, dejando que las tareas que le competen sean desarrolladas por asociaciones no lucrativas o privadas; por el contrario, hay quien piensa que el Estado no puede atender todas las necesidades que se plantean y es la sociedad civil la que debe de hacerlas frente. En lo que parece haber acuerdo es en que es necesario actualizar el sistema que actualmente orienta a las asociaciones de voluntarios. Algunos autores afirman que ayudar a los que lo necesitan es importante, pero es necesario ocuparse de la formación de estas personas, ya que resulta imprescindible que tengan una buena formación para poder ejercer su función de forma eficaz. La profesionalización del voluntario es siempre positiva si supone una mayor capacitación y cualificación de este colectivo, pero su trabajo no está exento de peligros/debilidades, como sostiene Froufe, S. (1998: 187): • La crisis que presenta el Estado del Bienestar con sus consecuencias económicas. Ante esta situación, el voluntario puede ser utilizado como estandarte o portavoz del Estado para responder a las necesidades sociales. Los voluntarios deben actuar como mediadores entre los ciudadanos y el poder político, exigiendo al Estado que cumpla con sus responsabilidad de defender los derechos humanos de los ciudadanos. • Burocratización y contagios institucionales. Ambas debilidades pueden cercenar de raíz las finalidades mediadoras de los voluntarios. Actúan enganchados al poder y se convierten en burócratas y defensores de las actuaciones del gobierno. • Caer en el voluntarismo, la rutina y la improvisación. La mayoría de las intervenciones no poseen una planificación rigurosa y sistemática. Aparece el activismo, el hacer por hacer, sin coordinación entre los profesionales. BIBLIOGRAFÍA FERMOSO, P. (1994): Pedagogía Social. Barcelona. Herder. FROUFE QUINTAS, S. (1998): «Voluntariado y Política Social», en Políticas Sociales y Educador Social. (Actas del XIII Seminario de Pedagogía Social). Grupo Editorial Universitario. QUINTANA, J. M. (1984): Pedagogía Social. Madrid. Dykinson. ROMANS, M., PETRUS, A., TRILLA, J. (2000): De profesión educador social. Barcelona. Paidós. SAÉZ CARRERAS, J. (1993): El educador social. Murcia. Universidad de Murcia. TINBERGEN, F. (1997, Coord.): Reestructuración del orden internacional. Informe del Club de Roma. México. Fondo de Cultura Económica.