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Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) Mª Ángeles Ruiz, Marta Isabel Díaz y Arabella Villalobos 7 1. Introducción

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Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) Mª Ángeles Ruiz, Marta Isabel Díaz y Arabella Villalobos

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1. Introducción 2. Origen histórico 3. Fundamentos teóricos y filosóficos 3.1. Los ABCs de la Terapia Racional Emotiva Conductual 3.2. Mecanismos cognitivos del malestar 3.3. Tendencias biológicas básicas 3.4. Emociones adaptativas y desadaptativas 3.5. Ansiedad perturbadora y ansiedad del yo 3.6. Filosofía de vida y salud psicológica 3.7. Adquisición y mantenimiento de las alteraciones psicológicas 3.8. Mapa conceptual de la Terapia Racional Emotiva Conductual 4. El proceso de la Terapia Racional Emotiva Conductual 4.1. Fases del proceso 4.2. Estructura de las sesiones 4.3. Estilo terapéutico y relación con el cliente 4.3.1. Estilo terapéutico 4.3.2. Relación con el cliente 4.4. Principales técnicas de intervención 4.4.1. Técnicas utilizadas en el transcurso de las sesiones 4.4.2. Técnicas utilizadas en la realización de trabajo para casa 4.4.3. Técnicas que tienden a evitarse en la TREC 5. Aplicaciones, evidencia empírica y estudios de resultados 6. Resumen 7. Bibliografía recomendada 8. Referencias bibliográficas

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Manual de Técnicas de Intervención Cognitivo Conductuales Mª Ángeles Ruiz, Marta Isabel Díaz y Arabella Villalobos

Albert Ellis (1913- 2007). Psicólogo estadounidense, es el creador de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) y precursor del enfoque psicoterapéutico cognitivo. Su método terapéutico intenta descubrir las irracionalidades de nuestros pensamientos y, con ello, sanar las emociones dolorosas, dramatizadas y exageradas que provocan. En 1957 publicó su primer libro sobre Terapia Racional Emotiva Conductual: How to Live with a Neurotic (Cómo Vivir con un Neurótico). Dos años más tarde constituyó el Institute for Rational Living, dedicado a la aplicación, enseñanza y promoción de la TREC y del cual fue presidente hasta su muerte. En 1982 un estudio realizado entre psicólogos estadounidenses y canadienses lo situó como el ZLN\UKVWZPJV[LYHWL\[HTmZPUÅ\`LU[LKLSHOPZ[VYPHZPLUKVLSWYPTLYV*HYS9VNLYZ y el tercero Sigmund Freud. http://www.albertellisinstitute.org

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Palabras clave s s s s

Terapia Racional Emotiva Conductual Modelo ABC Pensamiento irracional !NSIEDADDEL9O

s %STILOTERAP£UTICO

s s s s

Ansiedad perturbadora Emociones desadaptativas Filosofía de vida 3ALUDPSICOL˜GICA

s 2ELACI˜NCONELPACIENTE

Objetivos Este capítulo ha sido escrito con el objetivo de que el lector o lectora... ‹ Conozca e identifique las influencias y el marco conceptual que dan origen a la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) ‹ Conozca los principios básicos de la TREC ‹ Conozca e identifique las fases del proceso de terapia, así como la estructura de las sesiones ‹ Reconozca la importancia y el papel, que en este marco, adquiere el estilo terapéutico y la relación con el paciente ‹ Conozca las principales técnicas de intervención que forman la Terapia Racional Emotiva Conductual y su aplicación en cada fase

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1. Introducción La creencia de que los problemas psicológicos derivaban probablemente de una historia de condicionamiento inapropiada sirvió de base a la primera generación de terapeutas de conducta para el desarrollo de tratamientos basados en los principios operantes y del condicionamiento clásico, no obstante, el modelo subyacente estímulo-respuesta fue puesto en entredicho con relativa rapidez acusado de no dar cuenta de la complejidad de la conducta humana, así mismo, el fracaso de estas intervenciones al ser aplicadas a problemas del estado de ánimo como la depresión abrió la puerta a la cognitivización de la Terapia de Conducta y así al comienzo de la llamada segunda generación. El interés de la Terapia de Conducta por las variables y modelos cognitivos permitió captar la atención de autores como Albert Ellis, quien procedente de otras orien[HJPVULZ WZPJV[LYHWt\[PJHZ OHIxH LTWLaHKV H TVKPÄJHY Z\ MVYTH KL PU[LY]LUPY HS tomar en consideración elementos cognitivos, encontrando en el viraje que estaba dando la Terapia de Conducta el caldo de cultivo para seguir desarrollando sus trabajos. Albert Ellis cuenta con el crédito de haber formulado el primer sistema de terapia cognitivo-conductual denominado Terapia Racional Emotiva Conductual, J\`VVIQL[P]VLZTVKPÄJHYSVZU‚JSLVZJVNUP[P]VZKPZM\UJPVUHSLZPKLHZPYYHJPVUHSLZ que subyacen a los estados de perturbación psicológica.

2. Origen histórico Albert Ellis (1913-2007), como ya se ha señalado, fue el creador de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) y uno de los pioneros de la Terapia Cognitivo Conductual. Presentó en 1957 un modelo de intervención psicoterapéutica que denominó Terapia Racional (Ellis, 1957) en el que enfatizaba el papel de las creencias en el desarrollo de los trastornos emocionales, defendiendo activamente que el cambio de creencias irracionales puede conducir a un cambio emocional y conductual. En 1961, cambió el nombre de su enfoque a Terapia Racional Emotiva para destacar que, contrario a las críticas que se venían realizando, no era una terapia centrada exclusivamente en las creencias de los pacientes, sino que también se prestaba una especial atención a las emociones que experimentaban. Posteriormente en 1993 volvió a sustituir el nombre por el de Terapia Racional Emotiva Conductual para resaltar que la conducta es igualmente un objetivo de tratamiento y que técnicas conductuales se han utilizado desde el principio como procedimientos de intervención habitual. Ellis fue un hombre polifacético, como señala Warren (2007), un hombre del renaJPTPLU[V,Z[\KP}ÄSVZVMxHJVTW\ZV}WLYHZ`V[YHZWHY[P[\YHZT\ZPJHSLZLZJYPIP}UV]L320

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las y le interesaron muy especialmente los temas de relaciones de pareja y sexuales. ,Z[LPU[LYtZSLSSL]}HJYLHYLU \UHM\UKHJP}UJVUÄULZUVS\JYH[P]VZX\LSSHT} Instituto LAMP (Problemas de Amor y de Pareja), para proporcionar consejos y asesoYHTPLU[V ZVIYL WYVISLTHZ HTVYVZVZ ZL_\HSLZ ` KL WHYLQH *VU LS ÄU KL [YH[HY KL obtener una mayor formación que avalara una mayor dedicación profesional, se matriculó en el programa de doctorado de psicología clínica de la Universidad de Columbia y completó posteriormente su formación como psicoanalista. Simultaneó su entrenamiento como psicoanalista con la práctica de la terapia marital y sexual. Ellis mostró desde el comienzo de su formación una actitud crítica con el psicoanálisis por considerar que su efectividad para solucionar los problemas de los pacientes era escasa. Concluyó que adquirir el insight de las experiencias traumáticas infantiles no conducía a cambios sustanciales en sus problemas actuales, mientras que dar orientaciones a los pacientes para cambiar creencias básicas relacionadas con actitudes ante la vida conseguía más cambios en sus problemas emocionales. Ellis siempre ha destacado como apoyo esencial a sus teorías los escritos y opiUPVULZKLPTWVY[HU[LZÄS}ZVMVZ`WLUZHKVYLZ3HPUÅ\LUJPHKLSVZÄS}ZVMVZLZ[VPJVZ especialmente Epicteto y Marco Aurelio, fue decisiva en la llamada inicialmente “Terapia Racional”. Ellis cita la famosa frase de Epicteto: “Los hombres no se perturban por las cosas, sino por cómo se las toman” como un importante punto de inspiración para su formulación inicial, y sirvió para reforzar su opinión de que los fac[VYLZÄSVZ}ÄJVZZVUTmZPTWVY[HU[LZX\LSVZWZPJVHUHSx[PJVZ`WZPJVKPUmTPJVZLULS VYPNLU`THU[LUPTPLU[VKLSVZ[YHZ[VYUVZLTVJPVUHSLZ+LZ[HJH[HTIPtUSHPUÅ\LUJPHKLV[YVZÄS}ZVMVZJVTV2HU[:WPUVaHV:JOVWLUOH\LY`SHKLÄS}ZVMVZKLSH JPLUJPHJVTV7VWWLYV9LPJOLUIHJO;VKVZLSSVZWLYTP[LUYLHÄYTHYSHNYHUYLSLvancia concedida a las creencias en el comportamiento y emociones y la importancia de los métodos lógicos y empíricos en que se basan los seres humanos para analizar la realidad de acuerdo a sus reglas y principios utilizando para ello el Tt[VKVJPLU[xÄJVLZ[VLZMVYT\SHUKVOPW}[LZPZZVIYL\UVTPZTV`LST\UKV`[YHtando de comprobar su validez sin analizar previamente si las premisas de las que parten son correctas. Podríamos resumir los principios éticos y humanistas que asume la TREC en la ayuda a las personas a maximizar su individualidad, aceptación incondicional, y libertad (no siempre ilimitada), incluso para elegir su propio estado emocional y su JVTWYVTPZV ZVJPHS T\LZ[YHZ KL \UH JSHYH PUÅ\LUJPH KL ÄS}ZVMVZ L_PZ[LUJPHSPZ[HZ como Russell (1930, 1955) Tillich (1953) o Heidegger (1949); el marcado efecto que puede tener el lenguaje sobre nuestros pensamientos, emociones y acciones, que YLJVNLSHPUÅ\LUJPHKLSVZZLTmU[PJVZNLULYHSLZVSHPKLHKLX\LLZULJLZHYPVJVUdenar el pecado pero no al pecadorWYV]LUPLU[LKLSHÄSVZVMxHJYPZ[PHUH 321

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+LZ\MVYTHJP}UWZPJVHUHSx[PJH,SSPZYLZHS[HSHPUÅ\LUJPHKLSVZ[YHIHQVZKL(KSLY (1927) sobre el papel desempeñado por los sentimientos de inferioridad. La importancia concedida a la ansiedad del ego, la repercusión del interés social en el bienestar psicológico, o la tendencia de los seres humanos a establecer metas y propósi[VZ ZVU \U JSHYV YLÅLQV KL SHZ HWVY[HJPVULZ KL (KSLY H SH ;9,* 0N\HSTLU[L SH PUÅ\LUJPHKLSHZPKLHZKL2HYLU/VYUL` ZVIYLSH¸[PYHUxHKLSVZKLILYLZ¹ZL hace evidente en la importancia atribuida en el marco conceptual de la TREC al pensamiento absolutista, dogmático y evaluativo en el malestar emocional. También KLZ[HJH JVTV M\UKHTLU[HS SH PUÅ\LUJPH KL SVZ WYPTLYVZ [LYHWL\[HZ KL JVUK\J[H (Dunlap, 1932; M.C. Jones, 1924; Watson y Rayner, 1920). Las técnicas conductuales han sido desde los comienzos una parte fundamental del paquete de técnicas que ya se utilizaban en el proceso de la llamada inicialmente Terapia Racional. Más aún, Ellis valoró la efectividad de las técnicas conductuales utilizándolas para superar sus problemas de timidez con las mujeres y su miedo a hablar en público, así como en las terapias sexuales y de pareja que llevaba a cabo antes de formular la Terapia Racional. A medida que la Terapia de Conducta iba desarrollando nuevas técnicas de contrastada efectividad, la TREC iba incorporando aquellas que facilitaban sus objetivos terapéuticos de cambio.

-\UKHTLU[VZ[L}YPJVZ`ÄSVZ}ÄJVZ La TREC considera al ser humano como un organismo complejo y biopsicosocial con una fuerte tendencia a establecer metas y propósitos y tratar de conseguirlos. Las dos metas básicas son a) permanecer vivo, y b) obtener el mayor bienestar posible y evitar el malestar innecesario. De estas metas básicas se derivan todo el resto de submetas que las personas se van proponiendo a lo largo de la vida y que, además de proporcionarles felicidad, les permiten da cierto sentido a su vida (Ellis, 1962, 1979a, 1984a).

3.1. Los ABCs de la Terapia Racional Emotiva Conductual Cuando los individuos intentan conseguir sus metas, en los distintos ambientes que conforman su entorno, se van encontrando con acontecimientos activadores (X\LSLZWLYTP[LUVKPÄJ\S[HUSHJVUZLJ\JP}UKLZ\ZTL[HZLUM\UJP}UKLSHZ]HSVraciones que realicen de estas situaciones estimulares. Para analizar las interrelaciones entre acontecimientos, cogniciones y consecuencia, Ellis (1984) propone el modelo ABC: Los acontecimientos activadores (A) por sí mismos no provocan consecuencias emocionales, conductuales o cognitivas (C); éstas dependerán de cómo se perciba o interprete (B) dicho acontecimiento activador. En otras palabras “A” son los acontecimientos activadores a los que respondemos, “C” la respuesta cognitiva, 322

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emocional o conductual que damos y “B” las creencias que tenemos sobre “A” que son las que explican en mayor medida nuestra respuesta “C”, siendo, “B” el mediador fundamental entre “A” y “C”. ;HTIPtUSHPUÅ\LUJPHKL(ZVIYL)`*`KL*ZVIYL(`)LZ[mJSHYHTLU[LYLJV nocida en esta terapia. A pesar de la importancia concedida a las creencias racionales e irracionales (B), la Terapia Racional Emotiva Conductual insiste en la constante interacción entre A, B y C. Un elemento activador (A), por ejemplo una enfermedad o un acontecimiento trágico, puede producir directamente consecuencias emocionales, conductuales y cognitivas (C) y generar, al mismo tiempo, una serie de creencias (B).

Por ejemplo, un accidente de tráfico en el que se pierde un brazo (A) puede producir consecuencias negativas (C), como depresión, temor a los coches, pérdida del trabajo, evitación a la gente, imposibilidad de hacer deporte, sentimientos de ser muy desgraciado, inútil, etc. y generar “creencias irracionales” (B) del tipo “nunca encontraré trabajo debido a mi mutilación”, “nadie me querrá”, “jamás podré ser feliz”, etc. Las consecuencias derivadas de A (sentimiento de frustración, depresión, etc.) pueden a su vez influir, igualmente, en la activación o creación de creencias irracionales (B), por ejemplo, del tipo: “me siento fatal, no puedo soportarlo”, “esto es tan horrible que nunca lo superaré”, etc., que a su vez pueden influir nuevamente en C incrementando la sensación de malestar y convirtiendo la valoración realizada sobre el estado emocional en una nueva consecuencia (C) de mayor intensidad (Ruiz, 1993).

,UKLÄUP[P]HWVKYxHKLJPYZLX\LSVZZLYLZO\THUVZUVW\LKLU[LULYL_WLYPLU cias (A) sin hacer inferencias, valoraciones o interpretaciones sobre ella (B) que siempre tendrán algún tipo de consecuencias (C). Sin embargo, difícilmente se percibe, interpreta o valora (B) y se actúa, se siente o se piensa (C) si no hay ningún elemento activador (A). Reconociendo, por tanto, está interrelación, la TREC se ha centrado en resaltar la repercusión que las Creencias Racionales e Irracionales (B) tienen en las consecuencias emocionales y en la consecución de las metas y propósitos.

3.2. Mecanismos cognitivos del malestar Desde el punto de vista psicológico, la idea central de la teoría de la TREC estaría en la distinción entre creencias racionales e irracionales y su decisiva contribución en el desarrollo de las emociones, conductas y pensamientos adecuados o disM\UJPVUHSLZ ,SSPZ  "   KLÄUL SHZ JYLLUJPHZ YHJPVUHSLZ JVTV JVNUPJPVULZ L]HS\H[P]HZKLZPNUPÄJHKVWLYZVUHSX\LZVUKLJHYmJ[LYWYLMLYLUJPHSX\LZLL_WYL san en forma de “deseo”, “preferencia”, “gusto” “agrado” y “desagrado”. Los pensaTPLU[VZYHJPVUHSLZZVUÅL_PISLZ`H`\KHUHSPUKP]PK\VHLZ[HISLJLYSPIYLTLU[LZ\Z metas y propósitos. 323

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Los pensamientos irracionales son, por el contrario, cogniciones evaluativas de carácter absolutista y dogmático, se expresan de forma rígida con términos tales como debería de y tendría que y generan emociones negativas perturbadoras que PU[LYÄLYLUJSHYHTLU[LLUSHJVUZLJ\JP}UKLTL[HZ`WYVW}ZP[VZX\LWYVWVYJPVUHU felicidad. La racionalidad e irracionalidadUVZLKLÄULLUSH;9,*LU\UZLU[PKVHIZVS\[V ZPUVYLSH[P]VWVYX\LSVX\LYLHSTLU[LKPÄJ\S[HVH`\KHHJVUZLN\PYSHZTL[HZKLWLUderá de la persona y de su situación particular. Las creencias irracionales nucleares tienen algunas características similares (e.g. rigidez) a las del constructo de esquema negativo[HS`JVTVSVKLÄULUSH;LYHWPH Cognitiva de Beck y otras teorías y terapias cognitivo-conductuales. Por ello, DiGiuseppe (2010) considera que sería más exacto denominar a las creencias irracionales esquemas irracionales. Las creencias irracionales se pueden considerar esquemas de amplio espectro, tácitos, que operan a muchos niveles, conjuntos de expectativas o creencias sobre lo que es y debería ser el mundo, y lo que es y debería ser bueno o malo. Maultsby (1975) señala tres de los criterios que cumplen estas creencias o esquemas irracionales: 1) no responden a los principios de la lógica porque se basan en interpretaciones incorrectas y son inconsistentes con la evidencia empírica, 2) son automáticos, y el individuo no es consciente del papel mediador que ejercen sobre sus pensamientos, sentimientos y conducta y 3) obstaculizan la consecución de las metas y propósitos básicos. +LZKLSVZJVTPLUaVZKLSH;9,*,SSPZOHPKVPKLU[PÄJHUKVTmZKLJYLLUJPHZ PYYHJPVUHSLZ X\L [PLULU \UH JSHYH PUÅ\LUJPH LU SVZ [YHZ[VYUVZ WZPJVS}NPJVZ 3HZ  JYLLUJPHZTmZZPNUPÄJH[P]HZ`YLSL]HU[LZW\ISPJHKHZ`HLU LULSSPIYVRazón y Emoción en Psicoterapia, son: 1. Necesito el amor y la aprobación de todas las personas importantes de mi entorno. 2. Para considerar que soy valioso debo ser absolutamente competente y tengo que ser capaz de conseguir todo lo que me propongo. 3. Hay personas a las que se debe considerar malvadas, infames o inmorales y deben ser culpadas y castigadas por sus malas acciones. 4. Realmente es terrible, horrible y catastrófico que las cosas no salgan o no sean como yo deseo. 5. Los seres humanos no podemos hacer nada o casi nada para evitar o controlar las desgracias y los sufrimientos que padecemos porque son producidos por causas externas sobre las que tenemos muy escasa influencia. 6. Cuando ocurre o puede ocurrir algo peligroso o amenazante, debo sentirme tremendamente preocupado y pensar constantemente que puede ocurrir lo peor. 324

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7. Es mucho más fácil evitar que afrontar las dificultades y responsabilidades que se presentan en la vida. 8. Se debe depender de los demás; se necesita tener a alguien más fuerte que uno mismo en quien confiar. 9. Las cosas que me ocurrieron en mi historia pasada son determinantes de mi conducta actual y de mi conducta futura porque siempre y de manera definitiva me influirán. 10. Debo preocuparme mucho y constantemente por los problemas y perturbaciones de los demás. 11. Existe una solución precisa, acertada y perfecta para cada problema y es horrible y catastrófico no encontrarla. En la actualidad, más que describir nuevas creencias irracionales concretas, la teoría de la TREC se centra en resaltar la importancia de cuatro formas de pensamiento irracional: 1. Demandas o exigencias (e.g.: “Si mi pareja me quisiera, debería haberme hecho un regalo por mi cumpleaños”). 2. Catastrofismo (e.g. “Como mañana no me salga bien la entrevista será horrible, yo me muero”). 3. Baja tolerancia a la frustración (e.g. “no voy a la fiesta porque me da miedo que me rechacen, es durísimo, yo soy muy sensible y no podría soportarlo”). 4. Depreciación o condena global de la valía humana (e.g. “Se me ha quemado la comida. Soy una inútil, todo lo hago mal”, “Se ha hecho mal la factura, es un incompetente total”). Estas formas de pensamiento se consideran irracionales porque son falsas, ilógicas, extremas y tienden a interferir con las metas y propósitos básicos de la personas. ,SSPZ HKLÄLUKLX\LSHZJYLLUJPHZPYYHJPVUHSLZKLJH[HZ[YVÄZTVIHQH[VSLrancia a la frustración y depreciación global, se derivan de las demandas o exigencias absolutistas de los debería o tendría. Wessler (1984) sin embargo considera que los cuatro tipos de creencias pueden ser primarios y en ocasiones ser los pensamientos irracionales relacionados con demandas y exigencias absolutistas (debeYxH[LUKYxHSVZX\LZLKLYP]LUKLHSN\UVKLSVZV[YVZ[YLZJH[HZ[YVÄZTVIHQH[VSLrancia a la frustración y depreciación de uno mismo). No obstante, más recientemente, DiLorenzo, David y Montgomery (2007) aportan evidencia empírica que avala la hipótesis de Ellis sobre el carácter primario de los pensamientos de demanKH`L_PNLUJPH`LSJHYmJ[LYZLJ\UKHYPVKLSHZL]HS\HJPVULZJH[HZ[YVÄZ[HZSHIHQH tolerancia a la frustración y la depreciación. Finalmente, Dryden, David y Ellis (2010) asumen la interdependencia de las creencias absolutistas por un lado, y por 325

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V[YVKLSVZWLUZHTPLU[VZJH[HZ[YVÄZ[HZIHQH[VSLYHUJPHHSHMY\Z[YHJP}U`KLWYLJPHción, considerándolos como dos caras de la misma moneda.

3.3. Tendencias biológicas básicas (\UX\L,SSPZ   H HYLJVUVJLSHPUÅ\LUJPHZVJPHS`J\S[\YHSLULS WLUZHTPLU[VPYYHJPVUHS[HTIPtUHÄYTHX\LPUJS\ZVSHZWLYZVUHZJVUSHLK\JHJP}U más racional tienden a transformar sus preferencias en demandas absolutistas sobre sí mismo, los demás y el mundo. Sugiere que los seres humanos tienen dos tendencias biológicas importantes: 1) La tendencia a pensar irracionalmente; 2) la capacidad de elegir cambiar sus creencias irracionales si así lo desean. 3HWYPTLYH[LUKLUJPHIPVS}NPJHZLYLÄLYLHSH[LUKLUJPHHJVU]LY[PYZ\ZM\LY[LZ preferencias en exigencias absolutistas. Ellis y Dryden (1997) indican 10 argumentos en los que se apoyan para defender la base biológica del pensamiento irracional recogidas en la Tabla 1.

Tabla 1. Argumentos de defensa de las bases biológicas del pensamiento irracional (Ellis, 1976a; 1976c; 1994c). 1. Todos los seres humanos tienen algún tipo de pensamiento irracional y de autoderrota. 2. Pensamientos irracionales que tienen que ver con creencias absolutistas y generan perturbación emocional se encuentran en personas de todas las culturas. 3. La mayoría de las conductas autodestructivas que llevamos a cabo, por ejemplo, postergar actividades y responsabilidades (procastinación), o la falta de autodisciplina son contrarias a lo que tratan de enseñar los padres, profesores o medios de comunicación. 4. Incluso las personas más brillantes e inteligentes a menudo, después de renunciar a pensamientos irracionales, suelen adoptar otros nuevos igualmente irracionales. 5. Incluso las personas que se oponen enérgicamente a diferentes creencias irracionales (e.g. ideologías o pensamientos absolutistas), a menudo suelen caer en la misma irracionalidad (e.g. rechazo de esos pensamientos o creencias absolutistas con argumentos también absolutistas). 6. Tomar conciencia de la irracionalidad de los pensamientos, sentimientos o conductas sólo ayuda parcialmen[LHTVKPÄJHYSVZ 7. Los seres humanos suelen volver a sus hábitos y patrones de conducta de autoderrota incluso aunque hayan trabajado duramente para superarlos. 8. Las personas a menudo encuentran más fácil aprender conductas de autoderrota que de autosuperación. 9. Los terapeutas que se supone deberían preferiblemente ser buenos modelos a seguir de racionalidad, a menudo actúan irracionalmente en su vida personal y profesional. 10. Las personas con frecuencia se engañan a si mismos creyendo que ciertas malas experiencias nunca les ocurrirán a ellos. 326