Albert Ellis

Albert Ellis Albert Ellis Nacimiento 27 de septiembre, 1913 Pittsburgh, Estados Unidos Fallecimiento 24 de julio, 200

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Albert Ellis Albert Ellis Nacimiento

27 de septiembre, 1913 Pittsburgh, Estados Unidos

Fallecimiento

24 de julio, 2007 Manhattan, Estados Unidos

Nacionalidad

Estadounidense

Campo

Psicología clínica, psicoterapia cognitiva

Alma máter

Universidad de Columbia,Nueva York

Conocido por

Formular y desarrollar la terapia racional emotiva conductual, sus aportes a la psicoterapia cognitivaconductual y diversos libros científicos y deautoayuda

Creencias

ateísmo

religiosas

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Albert Ellis (Pittsburgh, 27 de septiembre de 1913-Manhattan, 24 de julio de 2007) fue un psicoterapeuta cognitivo estadounidense que a partir de 1955 desarrolló la terapia racional emotiva conductual(TREC). Fundador y presidente emérito del Albert Ellis Institute, en la ciudad de Nueva York,1 llegó a ser considerado el segundo de los psicoterapeutas más influyentes de la historia (por delante de Sigmund Freud, que ocupó el tercer puesto; el primero fue Carl Rogers), según una encuesta distribuida en 1982 entre profesionales de la psicología de EE. UU. y Canadá.2 El mismo año de la muerte de Ellis, Psychology Today le calificó como el «más importante psicólogo vivo». 3 Índice 

1 Infancia



2 Educación y principios de su carrera



3 Desarrollo de la terapia racional emotiva conductual



4 Trabajo como sexólogo e investigador de la sexualidad humana y el amor



5 Ellis y la religión



6 Vida posterior o

6.1 Contribuciones profesionales

o

6.2 Aparición pública

o

6.3 Últimos años



7 Obras autobiográficas



8 Publicaciones



9 Véase también



10 Referencias



11 Enlaces externos

Infancia[editar] Ellis nació en una familia judía de Pittsburgh, Pensilvania el 27 de septiembre de 1913 y se crio en Nueva York4 Fue el mayor de 3 hermanos, con un hermano dos años más joven y una hermana cuatro años menor. El padre de Ellis era un hombre de negocios, actividad en la que tuvo poco éxito, y por la que convivió poco con sus hijos con los que además era poco cariñoso. En su autobiografía, Ellis retrató a su madre como una mujer ensimismada con trastorno bipolar. A veces, de acuerdo con Ellis, era una «cotorra bulliciosa que nunca escuchaba». Exponía sus opiniones sobre muchos temas firmemente, pero raramente proveía bases objetivas para estos puntos de vista. Como su padre, la madre de Ellis era emocionalmente distante con sus hijos. Ellis contaba que ella dormía cuando él se iba a la escuela, y no solía estar en casa cuando volvía. Sin embargo, en vez de quejarse de sus amargos sentimientos, tomó la responsabilidad de cuidar a sus hermanos. Despertaba y vestía a sus hermanos pequeños, para lo cual compró un reloj con su propio dinero. Cuando sobrevino la Gran Depresión, los tres hermanos tuvieron que empezar a trabajar para ayudar a la familia. Ellis fue un niño enfermizo y sufrió numerosos problemas de salud en su juventud. A la edad de cinco años fue hospitalizado por una enfermedad renal.5 También fue hospitalizado con amigdalitis, que derivó a una grave infección estreptocócica requiriendo cirugía de emergencia. Ellis declaró que tuvo ocho hospitalizaciones entre los cinco y los siete años, una de éstas duró cerca de un año. Sus padres le proporcionaron escaso apoyo emocional durante este periodo, raramente le visitaron y consolaron. Ellis afirmaba que aprendió a enfrentar sus adversidades de tal forma que había «desarrollado una indiferencia creciente hacia esta negligencia». La enfermedad continuó siguiéndole a lo largo de su vida, a la edad de 40 años desarrolló diabetes.6

Ellis tenía un temor exagerado a hablar en público y durante su adolescencia fue extremadamente tímido con las mujeres. A los 19 años se obligó a hablar con 100 mujeres en el jardín botánico del Bronx durante el periodo de un mes. A pesar de no haber conseguido ninguna cita, informó que se había desensibilizado a sí mismo de su miedo al rechazo de las mujeres.7

Educación y principios de su carrera[editar] Ellis entró en el campo de la psicología clínica después de obtener una licenciatura en negocios por la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Empezó una breve carrera como economista, seguido de otra como escritor. Estos intentos tuvieron lugar durante la Gran Depresión, que comenzó en 1929, y Ellis notó los negocios le iban mal y no tenía éxito publicando ficción. Al percatarse de que se le daba bien escribir ensayos, investigó y escribió sobre sexualidadconvencido de emprender una nueva carrera en psicología clínica. En 1942, Ellis empezó sus estudios para un doctorado en psicología clínica en el Colegio de Maestros de laUniversidad de Columbia, que formaba a los psicólogos fundamentalmente en psicoanálisis. Completó la maestría en psicología clínica en junio de 1943, y empezó prácticas privadas a tiempo parcial, mientras seguía trabajando en su tesis, quizás porque entonces en Nueva York los psicólogos no necesitaban licencia. Ellis empezó a publicar artículos antes de doctorarse. En 1946 escribió una crítica sobre muchos test de personalidad de lápiz y papel, ampliamente utilizados. Llegó a la conclusión de que sólo el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesotta cumplía todos las normas como instrumento válido para una investigación. En 1947 fue galardonado con un doctorado en Psicología Clínica en Columbia, en ese momento Ellis llegó a creer que el psicoanálisis era la forma más profunda y eficaz de terapia. Como la mayoría de los psicólogos de la época, estaba interesado en las teorías de Sigmund Freud. Buscó formación adicional en psicoanálisis, y luego comenzó a practicarlo. Ellis comenzó un análisis personal y un programa de supervisión con Richard Hülsenbeck (cuyo analista a su vez había sido Hermann Rorschach, uno de los principales analistas formados en el Instituto de Karen Horney, y el promotor de los test de Rorschach). En ese tiempo dio clases en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Rutgers. Ellis completó su análisis y empezó a practicar psicoanálisis clásico bajo la dirección de su maestro.4 Pero la fe de Ellis en el psicoanálisis rápidamente se fue abajo por la poca mejoría en sus pacientes, por lo que decidió usar una aproximación neofreudiana, con lo que consiguió mejores resultados, pero no los suficientes que a él le hubiesen gustado. 7 Debido a esto, empezó a adoptar un papel más activo, combinando consejos e interpretaciones directas. Sus pacientes parecían mejorar más rápidamente que cuando utilizaba procedimientos psicoanalíticos pasivos.4

Desarrollo de la terapia racional emotiva conductual [editar] Véase también: Terapia racional emotiva conductual

Las mayores influencias de Ellis fueron los psicólogos: Karen Horney, Alfred Adler, Erich Fromm y Harry Stack Sullivan. Ellis reconoció a Alfred Korzybski,8 y su libro «Ciencia y Cordura»,9 así como a sus estudios sobre semántica general, como el comienzo de su camino para la creación de la terapia racional. Además, también se basó en gran medida en lafilosofía moderna y antigua, y sus propias experiencias para teorizar sobre psicoterapia. En enero de 1953 rompió por completo con el psicoanálisis, y empezó a referirse a sí mismo como terapeuta racional. Ellis desarrolló un nuevo tipo de psicoterapia más activa, directiva y dinámica, en la que se requería que el terapeuta ayudase al cliente a comprender, —y actuar en base a esa comprensión—, que su filosofía personal contenía creencias que contribuían a sus dolores emocionales. Su nueva aproximación enfatizaba

el trabajo de cambiar activamente creencias y comportamientos contraproducentes, autoderrotistas y rígidos del cliente, demostrando su irracionalidad por falta de evidencias. Ellis creía que a través del análisis racional, la gente entendería sus creencias irracionales, y las cambiaría por una posición más racional. A esto se le conoce como reestructuración cognitiva. En 1954 Ellis empezó a enseñar su nueva técnica a otros terapeutas, y en 1957 expuso formalmente la primera terapia cognitiva, proponiendo que los terapeutas ayudasen a la gente ajustando su pensamiento y comportamiento, como tratamiento para problemas de pensamiento y comportamiento. Dos años más tarde Ellis publicó el libro «Como vivir con un neurótico» en el que se refería a su nuevo método. En 1960 Ellis hizo una presentación de su nueva teoría en la Asociación Americana de Psicología (APA), en una convención en Chicago, pero fue recibido con poco interés, debido a que en esa época la atención de la psicología experimental estaba enfocada en el conductismo, mientras en psicología clínica se enfocaba en las escuelas depsicoanálisis de los notables Sigmund Freud, Carl Jung, Alfred Adler y Fritz Perls. A pesar del hecho de que el enfoque de Ellis se dirigía al estudio del conocimiento, la emotividad, la conducta, y los métodos de análisis desde el diálogo consciente con el psicoterapeuta; su fuerte énfasis en la cognición resultó llamativo y, a menudo, fue recibido con hostilidad en conferencias profesionales y revistas, quizá exceptuando a los seguidores de Adler.10 A pesar de la lenta adopción de su enfoque, Ellis fundó su propio instituto, el Instituto para la Vida Racional, fundado como una organización sin ánimo de lucro en 1959. En 1968 fue aprobado por el Consejo Rector de Gobernadores delEstado de Nueva York como un instituto de aprendizaje y psicología clínica. Él regularmente ofrecía seminarios en los que invitaba a un participante al escenario para tratarlo. Su método adquirió fama por tomar a menudo un estilo directivo y confrontacional.7

Trabajo como sexólogo e investigador de la sexualidad humana y el amor[editar] En la década de los 60, Ellis había llegado a ser visto como uno de los fundadores de la Revolución sexual americana. Sobre todo en su carrera temprana, fue bien conocido por su trabajo como sexólogo y por sus liberales y humanistas, y en ocasiones controversiales,11 opiniones sobre la sexualidad humana; temas que fueron sus intereses profesionales desde el comienzo de su carrera. También colaboró con el conocido zoólogo e investigador sobre sexualidad Alfred Kinsey, juntos trabajaron en una serie de libros y artículos sobre temas de sexualidad humana y el amor. En 1958 publicó su libro clásico: «Sexo sin culpa» que llegó a ser ampliamente conocido por sus actitudes sexuales liberales. Él contribuyó a la revista The Realist de Paul Krassner; entre sus artículos, en 1964 fue el autor de «¿Si esto es herejía… Es pornografía para los niños?»12 En 1965 Publicó un libro llamado «Homosexualidad: Sus causas y su cura», en que veía a la homosexualidad como una patología y por tanto en condición de ser curada. En 1976 elAsociación Estadounidense de Psiquiatría revirtió su posición sobre la homosexualidad, al declarar que no es un trastorno mental y por ende no puede ser tratada; el mismo año, Ellis aclaró su opinión anterior en «Sexo y el hombre liberado», exponiendo que algunos comportamientos homosexuales están perturbados y pueden ser objeto de tratamiento; pero, en la mayoría de los casos, no se debe calificar a la homosexualidad como buena ni mala (exceptuando la perspectiva religiosa). Cerca del final de su vida, él actualizó y reescribió «Sexo sin culpa», y en el2001 lo publicó como «Sexo sin culpa en el Siglo XXI». En este libro expuso y mejoró su visión humanista de la ética y la moral sexual, dedicó un capítulo a la homosexualidad donde dio consejos y sugerencias sobre como mejorar las vidas amorosas y sexuales. Conservando algunas de las ideas sobre sexualidad humanas de la versión original, la revisión constituyó sus opiniones humanistas e ideales éticos actuales.

Ellis y la religión[editar] En su versión original del libro «Sexo sin culpa», Ellis expresó que las restricciones religiosas sobre la sexualidad son a menudo innecesarias y perjudiciales para la salud emocional. También fue famoso su debate con psicólogos religiosos, incluyendo a Orval Hobart Mowrer y Allen Bergin, sobre la propuesta de que la religión a menudo contribuye a la angustia psicológica. Debido de su adhesión directa al humanismo no teísta, fue reconocido en 1971 como elHumanista del Año por la Asociación Humanista Americana. En 2003 fue uno de los firmantes del Manifiesto humanista III.13 En sus últimos años, Ellis se describió como un ateo probabilístico, que significa que, si bien reconoció que no podía estar completamente seguro de que no hay dios, creía que la probabilidad de su existencia era tan pequeña que no valía la pena prestarle atención y elegía no creer hasta las evidencias apuntaran a lo contrario.14 15 Mientras que el ateísmo y el humanismo personal de Ellis se mantuvo constante, sus puntos de vista sobre el papel de la religión en la salud mental cambiaron con el tiempo. En sus primeros comentarios entregados en las convenciones y en su instituto en la ciudad de Nueva York, declaró de manera abierta y mordaz que las creencias devotas y las prácticas religiosas eran perjudiciales para la salud mental. En «El caso contra la religiosidad», un folleto de 1980publicado por su instituto, ofreció una definición idiosicrática de la religiosidad como cualquier creencia devota, dogmática y exigente. Observó que los códigos religiosos y personas religiosas a menudo manifiestan su religiosidad de manera demandante, pero agregó que la devoción exigente es evidente entre muchos psicoterapuetas y psicoanalistas ortodoxos, devotos creyentes políticos y ateos agresivos. Al final concluyó que la religión no era en sí misma perjudicial, sino solamente en los casos de extremo fanatismo como cualquier otra idea irracional. 15 Ellis fue cuidadoso en señalar que la TREC es independiente de su ateísmo, pues muchos terapeutas de la TREC practican la religión. En sus últimos días, atenuó significativamente su posición ante la religión. Aunque mantuvo firme su actitud atea, proponiendo que el ateísmo reflexivo y probabilístico es quizá el método más saludable en la vida, reconoció y estuvo de acuerdo que la evidencia sugería que la creencia en un dios de amor podía ser psicológicamente saludable.16 Basado en este enfoque de la religión, reformuló su visión profesional en uno de sus últimos libros «El camino hacia la tolerancia», y como co-autor del libro «Consejería y psicoterapia con personas religiosas: Una aproximación de la terapia racional emotiva conductal», junto con dos psicólogos religiosos, Stevan Lars Nielsen y W. Brad Johnson, describieron los principios de la integración de material religioso con las creencias de la TREC durante el tratamiento de clientes religiosos. Se destaca que Ellis fue un defensor permanente de la paz y oponente del militarismo. 17 18 19

Vida posterior[editar] Contribuciones profesionales[editar] Aunque muchas de sus ideas fueron criticadas durante las décadas de los 50 y los 60 por el establecimiento psicoterapeutico, su reputación creció inmensamente en los años posteriores. Desde 1960 su importancia fue creciendo constantemente así como la de las terapias cognitivo-conductuales (TCC) que estaban ganando más terreno teórico y científico.20 A partir de entonces las TCC, cuyo uno de sus fundadores fue Aaron T. Beck, poco a poco se convirtió en uno de los sistemas más populares de psicoterapia en varios países. A finales de los 60 su instituto editó una revista profesional, y en los 70 estableció la «Escuela de la Vida» para niños entre 6 y 13 años. La escuela proporcionaba un plan de estudios que incorporaba los principios de la TREC. A pesar de su relativa vida corta, los grupos de interés general expresaron su satisfacción por el programa20 Muchas escuelas de pensamiento psicológico se influenciaron por Albert Ellis, incluyendo la terapia del comportamiento racional creada por uno de sus estudiantes, Maxie Clarence Maultsby, Jr.21 Ellis tuvo tal impacto que en 1982 una encuesta, a psicólogos clínicos y consejeros estadounidenses y canadienses, le situó por delante de Freud cuando se les pidió nombrar a la figura que había ejercido la mayor influencia en su campo. También en 1982, un

análisis amplio de las revistas de psicología publicado en los EE.UU., encontró que Ellis fue el autor más citado después de 1957.20 En 1985, la APA premió al Dr. Ellis por sus «distinguidas contribuciones profesionales». Ocupó muchos cargos importantes en muchas sociedades profesionales, incluyendo la División de Consultoría Psicología de la APA, la Sociedad para el Estudio Científico de la Sexualidad, la Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar, la Academia Americana de Psicólogos y la Asociación Americana de Educadores Sexuales, Consejeros, y Terapeutas. Además Ellis también se desempeñó como consultor y editor asociado de muchas revistsa científicas. Muchas sociedades profesionales dieron a Ellis sus más altos premios profesionales y clínicos. A mediados de la década de 90 renombró su psicoterapia y sistema de cambio de comportamiento a terapia racional emotiva conductual nombre con el que se la conoce en la actualidad (fue originalmente conocido como terapia racionaly luego la terapia racionalemotiva). Esto lo hizo para subrayar la importancia de la interrelación entre la cognición, la emoción y el comportamiento en su enfoque terapéutico. En 1994 también se actualizó y revisó su obra clásica original de 1962, «Razón y emoción en psicoterapia».22 Durante el resto de su vida, continuó el desarrollo de la teoría de que la cognición, la emoción y la conducta están relacionados entre sí, pues creía que un sistema de psicoterapia y cambio de comportamiento debía involucrar a los tres.

Aparición pública[editar] El trabajo de Ellis se extendió a otras áreas de la psicología, así como la educación, la política, los negocios y la filosofía. Con el tiempo se convirtió en un prominente y confrontacional comentarista social, además de conferencista especializada en una amplia gama de cuestiones. Durante su carrera debatió públicamente con una gran cantidad de personas que representan puntos de vista opuestos a los suyos; esto incluyeron, por ejemplo, los debates con psicólogo Nathaniel Branden sobre objetivismo y con el psiquiatra Thomas Szasz sobre el tema de enfermedad mental. En numerosas ocasiones criticó enfoques psicoterapéuticos opuestos (como el psicoanálisis) y cuestionó algunas de las doctrinas de ciertos sistemas religiosos dogmáticos, espiritualismo y misticismo. Desde 1965 hasta el final de su vida, condujo sus famosos talleres de Viernes por la Noche, en los que dirigió sesiones de terapia con los voluntarios de la audiencia. En la década de los 70 introdujo de sus populares «canciones humorísticas racionales», que combinaban letras humorísticas con un mensaje racional de autoayuda y establecida en una melodía popular. Ellis también realizó talleres y seminarios sobre la salud mental y la psicoterapia en todo el mundo hasta sus últimos años.

Últimos años[editar] En 2003 Albert Ellis recibió un premio de la Asociación para la Terapia RacionalEmotiva (Reino Unido) por la formulación y el desarrollo de la TREC. Ellis llegó a ser miembro honorífico de la asociación, y la fiesta de su 90º cumpleaños fue un evento al que asistieron autoridades como el entonces presidente George W. Bush, los senadores de Nueva York Charles Schumer y Hillary Clinton, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el expresidente Bill Clinton y el Dalái Lama quien envió un pañuelo de seda bendito para la ocasión.23 24 En 2004 cayó enfermo con un problema intestinal grave que le llevó a ser hospitalizado y a la extirpación de su intestino grueso. Volvió al trabajo después de unos meses en que fue cuidado por Debbie Joffe, su ayudante, que más tarde se convirtió en su esposa. En 2005 fue sometido a la remoción de todas sus actividades profesionales, incluso el consejo de su propio instituto después de una disputa por la política de dirección del mismo. Ellis fue reintegrado a la junta en enero de 2006, después de ganar un proceso civil contra los miembros del consejo que lo expulsaron. 25 El 6 de junio de 2007, los abogados de Albert Ellis presentaron una demanda contra el Instituto Albert Ellis en el tribunal estatal de Nueva York. La demanda alegó una violación de un contrato a largo

plazo con la AEI y buscó la recuperación de la propiedad (45 East 65th Street) a través de la imposición de un fideicomiso.26 Durante sus últimos años colaboró con el Dr. Michael S. Abrams, con quien trabajó en varias ocasiones, en su único libro de texto «Teorias de personalidad: Perspectivas Críticas»27 El penúltimo libro de Ellis fue una autobiografía titulada «¡Todos fuera!», publicado por Prometheus Books, en junio de 2010. El libro fue dedicado y contribuido junto con su esposa, la Dra. Debbie Joffe, quien Ellis describió como «El amor más grande de toda mi vida, toda mi vida». También confió a ella el legado de la TREC. A pesar de su serie de problemas de salud y una pérdida auditiva profunda, Ellis nunca dejó de trabajar sin descanso con sus actividades profesionales, trabajaba al menos 16 horas al día, escribiendo libros a mano, visitaba a sus clientes y impartía enseñanza. Su esposa Debbie Joffe, psicóloga australiana, le ayudaba en su trabajo. Luego, en abril de 2006, Ellis fue hospitalizado con neumonía, y pasó más de un año yendo y viniendo entre el hospital y un centro de rehabilitación. Finalmente regresó a su residencia en la planta superior del Instituto Albert Ellis, donde falleció en los brazos de su esposa. En el momento de su muerte el 24 de julio de 2007, cuando él tenía 93 años, había sido autor y coautor de más de 80 libros y 1.200 artículos (incluidos los 800 artículos científicos) durante su vida.5 A principios de 2011 el libro «Terapia racional emotiva conductual» por el Dr. Albert Ellis y su esposa la Dra. Debbie Joffe de Ellis fue publicado por la Asociación Americana de Psicología. El libro explica los fundamentos de la teoría de la TREC y se considera una excelente guía básica para estudiantes y profesionales de la psicología, así como para el público en general para entender su enfoque. En elogio de Albert Ellis, Frank Farley, expresidente de la APA, afirmó: «La psicología ha tenido sólo un puñado de figuras legendarias que no sólo llaman la atención en gran parte de la disciplina, sino también reciben un alto reconocimiento del público por su trabajo. Albert Ellis fue una figura conocida dentro y fuera de la psicología por su originalidad asombrosa, sus ideas provocadoras, y su personalidad provocadora. Él montaba la práctica de la psicoterapia como un coloso…»28

Obras autobiográficas[editar] La mayoría de los libros que Ellis escribió después de la invención de la TREC tuvieron un fuerte elemento autobiográfico. Utilizó anécdotas de su vida personal para explicar cómo las ideas de la TREC se le ocurrieron y cómo le ayudaron a hacer frente sus problemas personales como la timidez, la ira y la enfermedad crónica. 29 30 31 También utilizó anécdotas de las sesiones con sus clientes para ilustrar cómo funcionaba su terapia. 30 32 Dos de los últimos libros de Ellis fueron explícitamente autobiográficos. «Terapia racional emotiva conductual: A mí me funciona - Puede funcionar para usted» narra su vida temprana y sus crisis de una manera inusualmente franca.11 Se ilustra la forma en que manejó sus problemas, al principio a través de la filosofía, y más tarde a través de la aplicación de sus nuevas habilidades terapéuticas y puntos de vista. «¡Todos fuera!: Una autobiografia», publicado en 2009, después de su muerte, es una narración más tradicional de su vida y su obra (aunque también pretende ser una historia inspiradora sobre el uso del pensamiento racional en la auto-ayuda).

Albert Ellis 1913-

Dr. C. George Boeree Traducción al castellano: Dr. Rafael Gautier

Desde que empecé a colocar a todos estas teorías en Internet, he recibido solicitudes diversas de que añadiera este u otro autor ¡con notas adicionales que me decían lo tonto que había sido por dejar de mencionar a tal genio!. En este sentido, por ejemplo, añadí a Allport por esta razón, pero la mayoría de los autores no, dado que aunque la mayoría de los escritores amamos a los genios, el genio raramente es sobrepasado por teóricos como Rogers o Horney, y mucho menos por Jung o Binswanger. Pero Albert Ellis…¡me llamó la atención!. Aún cuando se le considera un teórico "clínico", esto es, inclinado prioritariamente a desarrollar un tipo de terapia, es, en mi opinión, tan sofisticado como cualquiera. Para simplificar mi vida un poco, me he tomado la libertad con el permiso del Instituto Albert Ellis (HIPERVÍNCULO http://www.rebt.org/), de recoger dos artículos para presentar la teoría de Ellis. De A Sketch of Albert Ellis (Un bosquejo de Albert Ellis) de Gary Greeg. Ellis nació en Pittsburg en 1913 y se crió en Nueva York. Se sobrepuso a una infancia difícil usando su cabeza, volviéndose, en sus propias palabras, "un solucionador de problemas terco y pronunciado". Un problema renal grave desvió su atención de los deportes a los libros, y la disensión en su familia (sus padres se divorciaron cuando él tenía 12 años) le condujeron a trabajar sobre la comprensión de los demás. En el instituto Ellis concentró su atención en hacerse el Gran Novelista Americano. Consideró la posibilidad de estudiar contabilidad en la universidad; en hacer suficiente dinero como para retirarse a los 30 y escribir sin la presión de la necesidad económica. La Gran Depresión estadounidense puso punto final a su anhelo, pero logró llegar a la universidad en 1934, graduándose en administración de empresas en la City University of New York. Su primera incursión aventurera en el mundo empresarial fue la de un negocio de parches de pantalones junto a su hermano. Buscaron juntos en tiendas de vestidos todos aquellos pantalones que necesitasen remates para adaptar igualmente los abrigos de sus clientes. En 1938, Albert llegó al puesto de director de personal de una firma novedosa. Ellis empleó la mayoría de su tiempo libre en escribir historias cortas, obras teatrales, novelas, poesía cómica, ensayos y libros de no-ficción. Cuando alcanzó los 28 años, ya había terminado al menos dos docenas de manuscritos

completos, pero aún no había logrado que se los publicasen. Se percató entonces de que su futuro no descansaría sobre la escritura de ficción, por lo que se dedicó exclusivamente a la no-ficción, a promover lo que él llamaría la "revolución sexual-familiar". A medida que Ellis recolectaba más y más material de un tratado llamado "The Case for Sexual Liberty" (La Causa por la Libertad Sexual), muchos de sus amigos empezaron a considerarle como una especie de experto en la materia. Con frecuencia le pedían consejos, y Ellis descubrió que le encantaba la asesoría tanto como escribir. En 1942 volvió a la universidad y se apuntó en un programa de psicología clínica en la Universidad de Columbia. Empezó su práctica clínica a tiempo parcial para familias y como consejero sexual casi inmediatamente después de recibir su título de maestría en 1943. En el momento en que la Universidad de Columbia le premió con su doctorado en 1947, Ellis llegó a la convicción de que el psicoanálisis era la forma más profunda y efectiva de terapia. Decidió entonces alistarse en un análisis didáctico y se volvió "un analista brillante en los siguientes años". En aquel momento, el instituto psicoanalítico rechazaba entrenar a psicoanalistas que no fueran médicos, pero esto no impidió que Ellis encontrase un analista dispuesto a llevar a cabo su entrenamiento dentro del grupo de Karen Horney. Ellis completó su análisis y empezó a practicar psicoanálisis clásico bajo la dirección de su maestro. A finales de los 40 ya enseñaba en la Rutgers y en la Universidad de Nueva York y era el jefe de psicología clínica en el New Jersey Diagnostic Center y posteriormente en el New Jersey Department of Institutions and Agencies. Pero la fe de Ellis en el psicoanálisis rápidamente se fue abajo. Descubrió que cuando atendía a sus clientes solo una vez a la semana o incluso cada dos semanas, progresaban igualmente que cuando les veía diariamente. Empezó a adoptar un papel más activo, combinando consejos e interpretaciones directas de la misma forma que hacía cuando aconsejaba a familias o en problemas sexuales. Sus pacientes parecían mejorar más rápidamente que cuando utilizaba procedimientos psicoanalíticos pasivos. Y esto sin olvidar que antes de estar en análisis, ya había trabajado muchos de sus propios problemas a través de las lecturas y prácticas de filosofías de Epícteto, Marco Aurelio, Spinoza y Bertrand Russell, enseñándoles a sus clientes los mimos principios que le habían valido a él. En 1955 Ellis ya había abandonado completamente el psicoanálisis, sustituyendo la técnica por otra centrada en el cambio de las personas a través de la confrontación de sus creencias irracionales y persuadiéndoles para que adoptaran ideas racionales. Este papel hacía que Ellis se sintiese más cómodo, dado que podía ser más honesto consigo mismo. "Cuando me volví racional-

emotivo", dijo una vez, "mis propios procesos de personalidad verdaderamente empezaron a vibrar". Publicó su primer libro en REBT (siglas en inglés para Terapia Racional Emotiva) "How to Live with a Neurotic" (Como Vivir con un Neurótico) en 1957. Dos años más tarde constituyó el Institute for Rational Living (Instituto para una Vida Racional), donde se impartían cursos de formación para enseñar sus principios a otros terapeutas. Su primer gran éxito literario, The Art and Science of love (El Arte y Ciencia del Amor), apareció en 1960 y hasta el momento ha publicado 54 libros y más de 600 artículos sobre REBT, sexo y matrimonio. Actualmente es el Presidente del Instituto de Terapia RacionalEmotiva de Nueva York, el cual ofrece un programa de entrenamiento completo y gestiona una gran clínica psicológica.

Teoría REBT (Terapia Conductual Racional Emotiva) se define por el ABC en inglés. La A se designa por la activación de las experiencias, tales como problemas familiares, insatisfacción laboral, traumas infantiles tempranos y todo aquello que podamos enmarcar como productor de infelicidad. La B se refiere a creencias (beliefs) o ideas, básicamente irracionales y autoacusatorias que provocan sentimientos de infelicidad actuales. Y la C corresponde a las consecuencias o aquellos síntomas neuróticos y emociones negativas tales como el pánico depresivo y la rabia, que surgen a partir de nuestras creencias. Aún cuando la activación de nuestras experiencias puede ser bastante real y causar un gran monto de dolor, son nuestras creencias las que le dan el calificativo de larga estancia y de mantener problemas a largo plazo. Ellis añade una letra D y una E al ABC: El terapeuta debe disputar (D) las creencias irracionales, de manera que el cliente pueda a la postre disfrutar de los efectos psicológicos positivos (E) de ideas racionales. Por ejemplo, "una persona deprimida se siente triste y sola dado que erróneamente piensa que es inadecuado y abandonado". En la actualidad una persona depresiva puede funcionar tan bien como una no depresiva, por lo que el terapeuta debe demostrar al paciente sus éxitos y atacar la creencia de inadecuación, más que abalanzarse sobre el síntoma en sí mismo. A pesar de que no es importante para la terapia ubicar la fuente de estas creencias irracionales, se entiende que son el resultado de un "condicionamiento filosófico", o hábitos no muy distintos a aquel que nos hace movernos a coger el teléfono cuando suena. Más tarde, Ellis diría que

estos hábitos están programados biológicamente para ser susceptibles a este tipo de condicionamiento. Estas creencias toman la forma de afirmaciones absolutas. En vez de aceptarlas como deseos o preferencias, hacemos demandas excesivas sobre los demás, o nos convencemos de que tenemos necesidades abrumadoras. Existe una gran variedad de "errores de pensamiento" típicos en los que la gente se pierde, incluyendo… 1 Ignorar lo positivo 2 Exagerar lo negativo, y 3 Generalizar Es como negarse al hecho de que tengo algunos amigos o que he tenido unos pocos éxitos. Puedo explayarme o exagerar la proporción del daño que he sufrido. Puedo convencerme de que nadie me quiere, o de que siempre meto la pata. Hay 12 ejemplos de creencias irracionales que Ellis menciona con frecuencia: 12 Ideas Irracionales que Causan y Sustentan a la Neurosis La idea de que existe una tremenda necesidad en los adultos de ser amados por otros significativos en prácticamente cualquier actividad; en vez de concentrarse en su propio respeto personal, o buscando aprobación con fines prácticos, y en amar en vez de ser amados. La idea de que ciertos actos son feos o perversos, por lo que los demás deben rechazar a las personas que los cometen; en vez de la idea de que ciertos actos son autodefensivos o antisociales, y que las personas que cometan estos actos se comportan de manera estúpida, ignorante o neurótica, y sería mejor que recibieran ayuda. Los comportamientos como estos no hacen que los sujetos que los actúan sean corruptos. La idea de que es horrible cuando las cosas no son como nos gustaría que fueran; en vez de considerar la idea de que las cosas están muy mal y por tanto deberíamos cambiar o controlar las condiciones adversas de manera que puedan llegar a ser más satisfactorias; y si esto no es posible tendremos que ir aceptando que algunas cosas son así. La idea de que la miseria humana está causada invariablemente por factores externos y se nos impone por gente y eventos extraños a nosotros; en vez de la idea de que la neurosis es causada en su mayoría por el punto de vista que tomamos con respecto a condiciones desafortunadas.

La idea de que si algo es o podría ser peligroso o aterrador, deberíamos estar tremendamente obsesionados y desaforados con ello; en vez de la idea de que debemos enfrentar de forma franca y directa lo peligroso; y si esto no es posible, aceptar lo inevitable. La idea de que es más fácil eludir que enfrentar las dificultades de la vida y las responsabilidades personales; en vez de la idea de que eso que llamamos "dejarlo estar" o "dejarlo pasar" es usualmente mucho más duro a largo plazo. La idea de que necesitamos de forma absoluta otra cosa más grande o más fuerte que nosotros en la que apoyarnos; en vez de la idea de que es mejor asumir los riesgos que contempla el pensar y actuar de forma menos dependiente. La idea de que siempre debemos ser absolutamente competentes, inteligentes y ambiciosos en todos los aspectos; en vez de la idea de que podríamos haberlo hecho mejor más que necesitar hacerlo siempre bien y aceptarnos como criaturas bastante imperfectas, que tienen limitaciones y falibilidades humanas. La idea de que si algo nos afectó considerablemente, permanecerá haciéndolo durante toda nuestra vida; en vez de la idea de que podemos aprender de nuestras experiencias pasadas sin estar extremadamente atados o preocupados por ellas. La idea de que debemos tener un control preciso y perfecto sobre las cosas; en vez de la idea de que el mundo está lleno de probabilidades y cambios, y que aún así, debemos disfrutar de la vida a pesar de estos "inconvenientes". La idea de que la felicidad humana puede lograrse a través de la inercia y la inactividad; en vez de la idea de que tendemos a ser felices cuando estamos vitalmente inmersos en actividades dirigidas a la creatividad, o cuando nos embarcamos en proyectos más allá de nosotros o nos damos a los demás. La idea de que no tenemos control sobre nuestras emociones y que no podemos evitar sentirnos alterados con respecto a las cosas de la vida; en vez de la idea de que poseemos un control real sobre nuestras emociones destructivas si escogemos trabajar en contra de la hipótesis masturbatoria, la cual usualmente fomentamos. (Extracto de The Essence of Rational Emotive Behavior Therapy de Albert Ellis, Ph D. Revisado, mayo 1994). Para simplificar, Ellis también menciona las tres creencias irracionales principales:

"Debo ser increíblemente competente, o de lo contrario no valgo nada". "Los demás deben considerarme; o son absolutamente estúpidos". "El mundo siempre debe proveerme de felicidad, o me moriré". El terapeuta utiliza su pericia para argumentar en contra de estas ideas irracionales en la terapia o, incluso mejor, conduce a su paciente a que se haga él mismo estos argumentos. Por ejemplo, el terapeuta podría preguntar… ¿Hay alguna evidencia que sustenten estas creencias? ¿Cuál es la evidencia para enfrentarnos a esta creencia? ¿Qué es lo peor que puede ocurrirle si abandona esta creencia? ¿Y qué es lo mejor que puede sucederle? Además de la argumentación, el terapeuta REBT se asiste de cualquier otra técnica que ayude al paciente a cambiar sus creencias. Se podría usar terapia de grupo, refuerzo positivo incondicional, proveer de actividades de riesgorecompensa, entrenamiento en asertividad, entrenamiento en empatía, quizás utilizando técnicas de rol-playing para lograrlo, impulsar el auto-control a través de técnicas de modificación de conducta, desensibilización sistemática y así sucesivamente. Auto-aceptación Incondicional Ellis se ha ido encaminando a reforzar cada vez más la importancia de lo que llama "auto-aceptación incondicional". Él dice que en la REBT, nadie es rechazado, aún sin importar cuán desastrosas sean sus acciones, y debemos aceptarnos por lo que somos más que por lo que hemos hecho. Una de las formas que menciona para lograr esto es convencer al paciente de su valor intrínseco como ser humano. El solo hecho de estar vivo ya provee de un valor en sí mismo. Ellis observa que la mayoría de las teorías hacen mucho hincapié en la autoestima y fuerza del yo y conceptos similares. Nosotros evaluamos de forma natural a las criaturas, y esto no tiene nada de malo, pero de la evaluación que hacemos de nuestros rasgos y acciones, llegamos a evaluar esa entidad holística vaga llamada "self". ¿Cómo podemos hacer esto?; ¿Y qué bien hace?. Ellis cree que solo provoca daño. Ahí están, precisamente, las razones legítimas para promover el propio self o ego: Queremos mantenernos vivos y estar sanos, queremos disfrutar de la vida y demás. Pero existen muchas otras formas de promover el ego o self que resulta dañino, tal y como explica a través de los siguientes ejemplos: Soy especial o soy detestable. Debo ser amado o cuidado.

Debo ser inmortal. Soy o bueno o malo. Debo probarme a mí mismo. Debo tener todo lo que deseo. Ellis cree firmemente que la autoevaluación conduce a la depresión y a la represión, así como a la evitación del cambio. ¡Lo mejor para la salud humana es que deberíamos detenernos a evaluarnos entre todos!. Pero quizás esta idea sobre el ego o el self está sobrevalorada. Ellis es especialmente escéptico sobre la existencia de un "verdadero" self, como Horney o Rogers. Particularmente le disgusta la idea de que exista un conflicto entre un self promovido por la actualización versus otro promovido por la sociedad. De hecho, dice, la propia naturaleza y la propia sociedad más bien se apoyan entre sí, en vez de ser conceptos antagónicos. Realmente él no percibe ninguna evidencia de la existencia de un self transpersonal o alma. El budismo, por ejemplo, se las arregla bien sin tomar en cuenta esto. Y Ellis es bastante escéptico con respecto a los estados alterados de consciencia de las tradiciones místicas y las recomendaciones de la psicología transpersonal. De hecho, ¡considera a estos estados más irreales que trascendentes!. Por otra parte, Ellis considera que su abordaje surge de la antigua tradición estoica, apoyada por filósofos tales como Spinoza. También considera que existen similitudes con el existencialismo y la psicología existencialista. Cualquier acercamiento que coloque la responsabilidad sobre los hombros del individuo con sus creencias, tendrá aspectos comunes con la REBT de Ellis.

Albert Ellis, es el creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE). Su método terapéutico intenta descubrir las irracionalidades de nuestros pensamientos y con ello sanar las emociones dolorosas, dramatizadas y exageradas que son consecuencia de los esquemas mentales distorsionados. Ellis parte de la hipótesis de que no son los acontecimientos (A) los que nos generan los estados emocionales (C), sino la manera de interpretarlos (B). No es A quien genera C, sino B. Por tanto, si somos capaces de cambiar nuestros esquemas mentales (D) seremos capaces de generar nuevos estados emocionales (E) menos dolorosos y más acordes con la realidad, por tanto, más racionales y realistas.

LAS 11 CREENCIAS IRRACIONALES BÁSICAS DE ALBERT ELLIS Creencia Irracional

Porqué es irracional

Alternativas racionales

Idea irracional nº 1:

"Es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser amado y aprobado por prácticamente cada persona significativa de la sociedad"

El exigir ser aprobado por todos es una meta inalcanzable. Si se necesita de forma extrema la aprobación siempre se generará una preocupación por el cuánto le aceptarán a uno. Es imposible que uno sea siempre simpático o agradable cara a los demás. Aunque uno pudiera alcanzar la aprobación de los demás, eso exigirá una enorme cantidad de esfuerzo y energía. El intentar se aprobado por los demás generaría un servilismo donde se tendría que abandonar las propias necesidades. La incertidumbre de no conseguir la aprobación de los demás generaría un comportamiento inseguro y molesto perdiéndose con ello el interés de los demás.

Es preferible que no intentes erradicar todos tus deseos de aprobación, sino las necesidades excesivas de aprobación o de amor. Es adecuado que busques más la aprobación por tus hechos, actividades y comportamientos que por tí mismo. El no ser considerado por los demás es algo frustrante pero no horroroso o catastrófico. Es bueno que te preguntes: ¿Qué quiero hacer en el curso de mi relativamente corta vida?, más que ¿Qué creo que les gustaría a los demás que hiciera? Para conseguir el amor de los demás, una de las mejores formas es darlo.

Ningún ser humano puede ser totalmente competente en todos los aspectos o en la mayor parte de ellos. Intentar tener éxito está bien, pero el exigirse que se debe tener éxito es la mejor manera de hacerse sentir incompetente e incapaz. Forzarse más de la cuenta acarrea estrés y enfermedades psicosomáticas. El individuo que lucha por el éxito total está en continua comparación con otros ante los que se siente invariablemente inferior. El ambicionar el éxito conlleva el querer se superior a los demás, con lo que

Concéntrate en disfrutar más del proceso de actuar más que del resultado. Cuando intentes actuar bien es más para tu propia satisfacción, que para agradar o ser mejor que los demás. Debes cuestionarte con frecuencia si estás luchando para alcanzar un objetivo propio, o para agradar a otros. En la lucha por alcanzar tus objetivos debes aceptar tus propios errores y confusiones en vez de horrorizarse por ellos. Debes aceptar la necesidad de practicar y practicar las cosas antes de

Idea irracional nº 2:

"Para considerarse uno mismo valioso se debe ser muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles".