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El modelo conductual

El modelo conductual distingue al liderazgo efectivo, al explorar las relaciones existentes entre la conducta líder y el desempeño de un grupo de trabajo. Contraponiéndose a la teoría de los rasgos (enfocada en el líder) la teoría conductual se explica en base al comportamiento de los líderes. Estos se explican en tres modelos: 1. De escala o contínuo: Este se estudia en el estilo espacial de la conducta del líder y señala en escala o contínuo los valores que identifican un estilo determinado. 2. Modelo de la Universidad de Ohio State: Esta mide la dimensión de la conducta del líder a través de la opinión de sus colaboradores. Contempla las variables estructura inicial y consideración. 3. Modelo de Grid Administrativo: La productividad y satisfacción como identificador en las características de los líderes relacionados con el rendimiento eficaz. El modelo conductual se desarrolla en el desempeño grupal del líder, define una conducta centrada en el jefe hacia lo subordinados. Su efectividad se mide en productividad y satisfacción. El líder puede estar enfocado tanto en un área de trabajo, como a un grupo específico de empleados. Refiriéndonos a la dirección en estilo de liderazgo encontramos el empobrecido, el country club, el relativo a la tarea, de posición intermedia y en equipo. En 1982 el libro "In Search of Excellence: Lessons from America's Best Run Companies", de los autores Tom Peters y Robert Waterman se expone el liderazgo en relación jefe-empleados analizando que es lo que estaban haciendo y como lo llevaban a cabo para llegar a ese resultado. Peters y Waterman se detectaron ocho atributos que poseían en común con las conductas. Tranquilidad ante la acción. La voluntad de experimentar con ideas innovadoras para ver si hay algún beneficio para la empresa. Cercanía con el cliente. El cliente es la única razón de existir y debe ser considerado un valioso recurso para la innovación y el cambio. Autonomía e iniciativa empresarial. Apoyar y fomentar la toma de riesgos, la competencia interna, así como un elevado número de innovaciones. Productividad a través de las personas. La productividad nace de las grandes expectativas de cada empleado dentro de la organización.

Manos puestas dirigidas por el valor. Compromiso con el sistema de valores de la empresa que penetra en todos sus sectores. La empresa debe tener un crecimiento dirigido, sistematizado y lógico pegado a lo que se conoce como "tejido de punto". Estilo simple, pequeño y personal. Las empresas que gozan de gran éxito tienen estructuras organizativas muy ágiles. La autoridad está bien definida en todos los niveles de la organización. Propiedad de "Agarrar- Soltar". Una empresa de éxito sabe cuándo otorgar autonomía a sus departamentos, y cuándo atarlos al sistema de valores. Podemos concluir aseverando como un conjunto de conductas o factores funcionan como diagnóstico para entender el liderazgo en el modelo conductual, éstas pueden conducir un cambio organizacional combinando elementos racionales y emocionales actuando a través de determinados factores.