El Conflicto Social

El conflicto social Cuando escuchamos la palabra conflicto, la primera idea que nos viene a la mente es la del conflicto

Views 56 Downloads 0 File size 523KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

El conflicto social Cuando escuchamos la palabra conflicto, la primera idea que nos viene a la mente es la del conflicto armado, es decir, la guerra. Capacidad: Distingue las fuentes de conflicto y lo que no es conflicto. Sin embargo, en la sociedad existen tantas situaciones conflictivas cotidianas que a veces hasta pasan desapercibidas. Es natural que haya conflicto, ya que es considerado una forma de interacción social, aunque no sea precisamente positiva. ¿Qué es un conflicto? Muchas veces el término conflicto es empleado equivocadamente, por eso necesitamos precisar qué es un conflicto y qué no lo es. Para definirlo, recurriremos a la citas de algunos sociólogos que se han dedicado a analizarlo: 1. Lewis Coser: “ El conflicto social es una lucha con respecto a valores y derechos sobre estatus, poderes y recursos escasos; lucha en la cual el propósito es neutralizar, dañar o eliminar a los rivales” . 2. Max Weber: “ Es un tipo especial de relación social, en la que la acción implicada se reduce intencionalmente a mantener la voluntad del actor contra la resistencia de la otra parte, lo que supone un esfuerzo deliberado y consciente de oponerse, resistir y coartar la voluntad de otros, a fin de perjudicar o eliminar al rival” . 3. Georg Simmel: “ Es una forma de ‘ sociación’ , ya que el conflicto tiene como finalidad la solución de dualismos divergentes, y es un modo de alcanzar cierta unidad, incluso mediante la aniquilación de una de las partes en conflicto” . 4. Joseph Fichter: “ Es la forma de interacción por la que dos o más personas tratan de excluirse mutuamente, bien sea aniquilando una parte a la otra o bien reduciéndola a la inacción” . A partir de estas definiciones podemos sacar algunas características del conflicto: a) Es una forma de relación social. b) No es una relación unilateral; involucra dos partes contrapuestas. c) El fin es perjudicar, neutralizar o eliminar a la parte contraria. A su vez, estas características nos permiten distinguir lo que NO es un conflicto. Por ejemplo, la tentativa de asesinar a una persona no es un conflicto, por que no supone la interacción por parte de la víctima. Un boxeo es un ejemplo de conflicto, porque involucra dos partes que actúan deliberadamente y con un propósito: dos competidores rivalizan por un premio. Clasificación de los conflictos - Conflicto latente: No se da frente a frente, sino que las partes en conflicto actúan en forma encubierta, clandestinamente. - Conflicto manifiesto: Estalla abiertamente y las partes adoptan una actitud hostil.

- Conflicto directo: Las personas se oponen, luchan y se destruyen mutuamente para alcanzar un fin. El conflicto actúa como medio. - Conflicto indirecto: Las partes enfrentadas tratan de conseguir sus objetivos impidiendo que otros consigan esos mismos objetivos. - Conflicto no violento: No se utiliza la fuerza ni la violencia, sino que las partes tienen conflictos de ideas, valores, normas, etc. - Conflicto violento: Las partes recurren al uso de la fuerza y la violencia para eliminar o destruir al adversario. Diferencia entre conflicto y competencia Tanto el conflicto como la competencia son formas de interrelación social llamados disyuntivas o negativas, porque las personas empeñadas en ellos tratan de impedir que otros logren un objetivo que se considera deseable, además, los participantes están en pugna y no en armonía. Pero así como comparten rasgos comunes, también tienen marcadas diferencias: El conflicto es consciente, intermitente y personal, se da entre personas y grupos en contacto y comunicación; en cambio, la competencia es inconciente y continua. Las fuentes de conflicto Entre las fuentes del conflicto se distinguen factores objetivos y subjetivos que hacen que estalle el conflicto. 1. Factores objetivos: - La escasez de recursos de disponibilidad común existentes en el mismo ámbito o situación social en que los individuos están obligados a actuar. - La apropiación para fines privados de los frutos del trabajo de otros o de los recursos ajenos. - La ausencia de oportunidades alternativas para conseguir el mismo fin sin chocar necesariamente con los fines o las actividades de los demás actores sociales. - Una baja tasa de movilidad social. - El retraso en la adaptación de las instituciones al cambio social. - Diversas y agraviantes formas de diferenciación en cuanto a: la distribución de ingresos, el sistema político, la educación, la administración de la justicia, los beneficios de la seguridad social. 2. Factores subjetivos: - La percepción de desigualdades sociales como injustas. - El declive de la autoridad de las instituciones y de los que ocupan el poder, así como la pérdida de legitimidad. - La transformación del sentido de privación absoluta en una privación relativa. - La identificación de los intereses reales. Las fuentes de los conflictos dentro de una organización son siempre las tensiones. Estas pueden tener distintas procedencias: - Disyunción entre los individuos y el orden social: conducta desviada, asignación de roles, tendencias individualistas, falta de solidaridad. - Disyunción entre cultura y orden social: incoherencia entre normas y reglas, sistemas dispares de valores, discrepancias entre ideales culturales y práctica social real. - Disyunciones dentro de la organización social: desatención o respuestas inadecuadas a las necesidades de la organización, diferencias de poder, asignación de recursos y beneficios, necesidad de coordinación y control centralizado. En el siguiente número veremos los tipos de conflictos sociales según el ámbito que abarca y los sujetos involucrados.

Conflictos Sociales

El conflicto social es un proceso complejo en el cual sectores de la sociedad, el Estado y/o las empresas perciben que sus posiciones, intereses, objetivos, valores, creencias o necesidades son contradictorios, creándose una situación que podría derivar en violencia. La complejidad de los conflictos está determinada por el número de actores que intervienen en ellos, la diversidad cultural, económica, social y política, las formas de violencia que se pueden presentar, o la debilidad institucional para atenderlos, entre otros elementos. En materia de conflictos, la Defensoría del Pueblo despliega sus facultades de defensa y supervisión para prevenir e intermediar con el fin de evitar situaciones que puedan amenazar o violar los derechos fundamentales, afectar a la gobernabilidad local, regional o nacional y abrir el camino a procesos de diálogo que contribuyan a su solución. Asimismo, desde el año 2004 se realiza un monitoreo de los conflictos sociales con publicaciones periódicas mensuales que son puestas en conocimiento de los sectores llamados a resolver sus controversias.

José Ortega y Gasset (Madrid, 1883 - 1955) Filósofo y ensayista español. Su pensamiento, plasmado en numerosos ensayos, ejerció una gran influencia en varias generaciones de intelectuales.

José Ortega y Gasset (óleo de Zuloaga)

Hijo del periodista José Ortega Munilla, cursó sus estudios secundarios en el colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis sobre Los terrores del año mil (1904),

subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a los cursos del neokantiano Hermann Cohen. Fue catedrático de metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón) de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento europeo del siglo XX español. Aneja a ella funcionó una editorial (así como su salón de tertulias) que representaría la más selecta modernidad intelectual de su época. Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián Marías, el Instituto de Humanidades. La obra de José Ortega y Gasset Ortega ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas, sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad. Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo, un mundo que conocía por motivos familiares y se adecuaba perfectamente a la esencia de sus tesis y a sus propósitos de animar la vida cultural del país. Además de colaborar en una extensa nómina de publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).

José Ortega y Gasset

En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos. No obstante, como denominador común de su pensamiento puede señalarse el perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y el concepto de razón vital, intento de superación de la dicotomía entre razón pura y razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes. El núcleo del ideario orteguiano se encuentra en obras como España invertebrada(1921), El tema de nuestro tiempo (1923), La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940), Historia como sistema (1940) y ¿Qué es filosofía? (1958). Las cuestiones de estética y crítica literaria fueron objeto de sus reflexiones en Meditaciones del Quijote (1914), Ideas sobre la novela (1925), La deshumanización del arte (1925), Goethe desde dentro (1932), Papeles sobre Velázquez y Goya (1950) e Idea del teatro (1958).

Permanentemente cercano a la realidad inmediata, abordó los asuntos políticos en Vieja y nueva política (1914), La decadencia nacional (1930), Misión de la universidad (1930) o Rectificación de la República (1931). Su estilo, más cerca de la prosa literaria que del discurso filosófico, posee una brillantez expositiva en la que reside una de las claves del éxito y difusión de sus libros.

Sociedad y Estado, un desarrollo necesario Por: José Félix Díaz Bermúdez* | Viernes, 22/10/2010 03:19 PM | Versión para imprimir Las relaciones históricas entre la sociedad y el Estado han evolucionado según el sistema político, la naturaleza del régimen jurídico, los intereses de los grupos, el tiempo y las circunstancias colectivas presentes y futuras. El Estado ha ejercido de manera variable, acertada o desacertamente su rol frente a la sociedad. Las libertades y los derechos avanzan como conquistas irrenunciables, impidiendo que se desconozca el fin de las instituciones y el deber de protección y acatamiento que el Estado para con la sociedad. En los regímenes de gobierno democrático donde la voluntad popular es prioritaria, la sociedad adquiere su imperio como arbitro de su propio destino y significado histórico. En los modelos de democracia participativa que superan esquemas tradicionales de representación, se debe acentuar más este carácter y esta condición. El Estado, en su concepto y en sus fines, es una forma de organización de la sociedad y no un mecanismo para sustuirla. El Estado ha de servir al colectivo y su actuación se enmarca en las atribuciones, competencias y procedimientos formalmente establecidos, con el objeto de desarrollar los principios y valores esenciales de la sociedad contenidos en la Constitución, en la historia, en el espíritu esencial de un país. La sociedad y el Estado representan entidades diferenciadas, con roles y jerarquías específicas, no cabiendo duda que por encima del Estado está la sociedad, que es el sustrato fundamental de la Nación, y en el cual reside el

mandato político y la soberanía, como definición además de jurídica, social y humana. El poder político que corresponde al pueblo, se organiza y se manifiesta muchas veces a través del Estado y sus agentes cumplen un mandato, sujetos a reglas ya establecidas y se rigen por un principio de responsabilidad. La autoridad del Estado es delegada y su alcance y contenido lo regula la propia Constitución, ley suprema que establece todas las competencias. Las relaciones entre el estado y la sociedad se producen en tres planos distintos, y en cada uno de ellos establecen un pacto de características diferentes. Por una parte, un pacto de gobernabilidad, según el cual se fijan las reglas de juego que determinan las condiciones bajo las cuales se accede a las posiciones superiores del estado y se despliega el escenario en el cual se desarrollarán las fuerzas productivas y la distribución del ingreso y la riqueza. Por otra, un pacto funcional, que establece un esquema de división social del trabajo según el cual el estado en sus diferentes niveles, el mercado y las organizaciones sociales asumen la responsabilidad de satisfacer las necesidades y demandas de los ciudadanos. Por último, un pacto distributivo en el cual se deciden quienes participan en los frutos del progreso económico y del cual resultan ganadores y perdedores. Por lo tanto, la relación estado-sociedad es una triple relación. Pero cada uno de los planos de esta relación genera una cuestión fundamental, que forma parte de la agenda esencial del estado. Nos referimos a la gobernabilidad, el desarrollo y la equidad distributiva. Estas son cuestiones permanentes de un modo de organización social cuyo eje ordenador es el sistema capitalista. Estas cuestiones fueron siempre las que dieron contenido sustantivo a la agenda estatal y, en última instancia, justificaron históricamente su conformación.