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• Matias Farinati

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DRM: Drama realista moderno Es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales. Surgió en Noruega en la segunda mitad del Siglo XlX (1850-1900), extendiéndose por toda Europa. Se presentaba un aspecto realista tanto en la estética como en la esencia de la historia narrada. Las obras proporcionaban la sensación ilusoria de estar contemplando algo que sucede realmente. Este movimiento quería analizar y observar y criticar las costumbres de las personas ante la sociedad. De este modo, el movimiento realista muestra las diferentes facetas de la vida cotidiana y también de los seres humanos, desde los problemas sociales, financieros, amorosos y familiares, como la falsedad, la impotencia, el egoísmo, los conflictos psicológicos, etc. Además, se abordan cuestiones controvertidas como la prostitución y la promiscuidad. Fue un movimiento artístico que tuvo representaciones en la literatura, la música, la arquitectura, la escultura, la pintura y el teatro.

Sus principales características fueron:  

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Presentación objetiva de la realidad, verosimilitud. Los temas más recurrentes están vinculados a la vida cotidiana, a las debilidades humanas y también a los problemas de orden social. Temas cercanos al espectador: defensa de ideales, conflictos matrimoniales. Lo que pasa, le podía pasar a un espectador. Sin misterios ni ambigüedades. El lenguaje utilizado en los textos de dramaturgia de la época es simple, coloquial y objetivo, para demostrar la realidad tal como es. Se realizaba un análisis minucioso de los diálogos y comportamientos. Presentación de contrastes: tradicionales, campesinos, modernos y urbanos. Con ello, el teatro realista se preocupaba por la verdad y la realidad; y, además, por el presente en detrimento del pasado. Lo que importaba era demostrar los problemas del ser humano y de la sociedad de la época. Personajes femeninos, gente del pueblo, que puede ser un espectador. Puesto que el realismo surge con la intención de poner fin al movimiento romántico, los personajes del teatro realista son gente común y corriente, y por lo tanto no idealizada. Actuaciones planas, verosímiles con expresiones cotidianas. Rápidas concisas y visuales. Finales abiertos y moralizadores. El objetivo principal es revelar los males de la sociedad y las profundidades del ser humano. Los vestuarios y escenografías estaban modificadas según el contexto, para dar la ilusión de que lo que está sucediendo es real. El escenario realista del teatro demuestra la preocupación por los textos teatrales y su revelación en el arte dramático. Por lo tanto, los escenarios realistas son vacíos y carecen de gran detalle. Utilizan objetos reales. Se representaban interiores de casas, calles, mercados, etc.

Una novedad teatral: conjuntos o grupos de actores Hasta el triunfo del Realismo en la última década del siglo XIX, la actuación era en casi todas partes un despliegue de talentos individuales, mientras el resto de la representación se desarrollaba precariamente. Fue necesaria la constitución de conjuntos de actores y la armonización de todos los elementos teatrales. Se realizó con la idea de fundir todos los factores de la producción teatral en un todo expresivo. Se impulsó la formación de conjuntos de actores donde los grandes intérpretes no fueran los únicos protagonistas, sino que todos actuaran en una misma línea de expresividad. Los actores representaban indistintamente papeles principales y pequeños, realizando largos y minuciosos ensayos. Se fundó el Teatro Libre, que encontró imitadores y seguidores en todo el mundo. En Noruega, nace uno de los más grandes dramaturgos de esta segunda mitad del siglo XIX, Henrik Ibsen, al que se considera el gran innovador y el creador del teatro realista moderno. La obra de Ibsen se ajusta el concepto de la “obra bien hecha”, aquella en la que la estructura interna y externa encajan perfectamente, con una gradación ascendente de la tensión dramática y una distribución siempre equilibrada de fuerzas psicológicas. La obra maestra de Ibsen es Casa de muñecas”, que es un alegato a favor de la liberación de la mujer, lo que creó un gran escándalo y revuelo social. Sin la obra dramática de Ibsen sería inconcebible el desarrollo posterior del teatro en el siglo XX. En Rusia, el Realismo se convirtió en teatro psicológico con la obra de Antón Chejov, cuyo éxito es inseparable de la fundación del Teatro del Arte de Moscú por Stanislavski y Dachenko. Otros realistas cuya obra también está ligada a este teatro son Tolstoi y Máximo Gorki. El Realismo español está representado por las obras teatrales de Benito Pérez Galdós, que a veces son adaptaciones de sus novelas, y por Echegaray, que obtuvo el Premio Nobel, y que fue un autor de éxito en su momento, pero hoy poco considerado.

Teatro realista y teatro naturalista Aunque una delgada línea separa los dos movimientos, hay diferencias entre el arte realista y el naturalista. En el teatro, el naturalismo potencializa varios aspectos del movimiento realista, siendo una radicalización de éste, con un fuerte contenido de erotismo y animalización del hombre. El dramaturgo francés Emile Zola es uno de los nombres más destacados del teatro naturalista. En Francia, el Naturalismo amplia la afición al teatro; existen dos teatros nacionales y numerosos teatros de los llamados de bulevard, que ofrecen melodramas y vodeviles, comedias y espectáculos musicales. Sin embargo, el local donde los naturalistas estrenaron sus obras fue el Teatro Libre de André Antoine, que era una sala pequeña en la que se estrenaban obras de nuevos autores, lo que llevó a la ruina a su fundador, pero tuvo grandes repercusiones en la renovación del teatro. El Teatro Libre de Antoine era el verdadero escaparate del Realismo y fundó el modelo de teatro experimental que luego se seguiría en el resto de Europa y en Estados Unidos. Supuso una renovación en la forma de interpretar, pues hizo que los actores hablaran y se movieran como seres humanos reales, eliminando algunas convenciones estereotipadas, como la norma de no dar la espalda al público. Utilizaba decorados realistas, con muebles reales de la época, sin usar bambalinas ni telones. Por desgracia su trabajo resultó un fracaso económico, aunque un gran triunfo del teatro, pues su proyecto logró encontrar una forma realista de representar, humanizó la actuación, estimuló la creación de nuevos dramaturgos y creó la idea de los

conjuntos actorales, en contra de la figura individual del gran actor rodeado de mediocridades sin coordinación.

Principales dramaturgos y obras 

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Henrik Ibsen, Noruega, Cristianía, Oslo, 1828-1906. o Brand, 1866 o Peer Gynt, 1868 o Casa de muñecas, 1879 o Espectros, 1881 o Un enemigo del pueblo, 1882 o El pato silvestre, 1884 August Strindberg, Suecia, Estocolmo, 1849-1912 o La señorita Julia, 1888 Oscar Wild, Reino Unido, Irlanda, Dublín 1854 o La importancia de llamarse Ernesto, 1895 o El abanico de Lady Windermere, 1892 José Echegaray, España, Madrid, 1832-1916 o El Gran galeoto, 1881 o Mariana, 1891 o El hijo de Don Juan, 1892 Benito Pérez Galdós, España, Madrid, 1843-1920 o Realidad, 1892 o Las de San Quintín, 1894 o Voluntad, 1895 Jacinto Benavente, España, Madrid, 1866-1954 o Los interese creados, 1907 o La noche del sábado, 1903 Antón Chéjov, Imperio Ruso, Taganrog, 1860-1904 o El jardín de los cerezos, 1904 o La gaviota, 1896 o Las tres hermanas, 1901 León Tolstói, Imperio Ruso, Yásnaya 1828-1910 o El poder de las tinieblas, 1886