Des Orden

Como autora Sandra Felton afirma: “Debido a que hemos sido creados a la imagen de Dios queremos mirar, con desesperación

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Como autora Sandra Felton afirma: “Debido a que hemos sido creados a la imagen de Dios queremos mirar, con desesperación, núestra propia creación y decir que es buena.” i i Están, tal vez, estas mentiras impidiendo que pueda usted crear un Hogar hermoso y ordenado? Mentira: El ser desordenada es una forma de vida superior. Verdad: “Cuando la casa está desordenada y nuestras vidas están de­ sorganizadas, perdemos el contacto con lo que da paz y lo que es noble en nosotros mismos, y la imagen que tenem os de no­ sotros mismos se resiente.” Mentira: Las mujeres desordenadas necesitan más fuerza de voluntad y disciplina. Verdad: “Lo que necesitan las desordenadas es concentrarse, no estar confundidas.” Mentira: Si usted trabaja más duro su casa estará más limpia. Verdad: “tUsted ya trabaja lo suficientemente duro! Es preciso que descubra usted las causas subyacentes.” Mentira: Soy una persona desordenada que jamás podrá cambiar. Verdad: “El tener una casa bajo control no requiere nada que no tenga o pueda usted conseguir. En su interior hay una persona orde­ nada.” Deje que ésta y otras verdades innumerables la transformen en una mujer que nunca más será desordenada.

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Pasos prácticos para cambiar el estilo de vida de la desordenada

Publicado por Unilií Miami, F1 33172 1Vrechos reservados © 2000 Primera Primera Primera

Editorial Unilit (Spanish translation) edición 2000 edición 2011 (Serie Selectos) edición 2014 (Serie Favoritos)

© 1080 por Sandra Felton Originalmente publicado en inglés con el título: Mcssie No More por Sandra Felton. Publicado por Fleming H . Revcll, una división de Baker Publishing Group, Grand Rapids, Michigan, 49316, USA. lodos los derechos reservados. Reservados todos los derechos. N inguna porción ni parte de esta obra se puede reproducir, ni guardar en un sistema de almacenamiento de información, ni transmitir en ninguna forma por ningún medio (electrónico, mecánico, de fotocopias, grabación, etc.) sin el permiso previo de ios editores. Traducción: Rhode Flores Fotografía de la cubierta: © 2011 MartinaP. Usada con permiso de Shutterstock.com. El texto bíblico ha sido tornado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960" es una marca registrada de la American Bible Society, y se puede usar solamente bajo licencia. Producto 496970 ISBN 0-7899-1921-4 ISBN 978-0-7899-1921-2 Impreso en Colombia

Printed in Colombia Categoría: Vida cristiana /Vida práctica /Mujeres

Category: Christian Living /Practica! Life/Women

C ontenido

Agradecimientos La autora Introducción /

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Primera Parte: * ¿Porqué?: Entender la m ente de la desordenada 1. 2. 3. 4. 5.

Acéptese a sí misma Por qué es usted desordenada: La que guarda todo Por qué es usted desordenada: La acumuladora Por qué es usted desordenada El Trastorno de Deficiencia de la A tención aum enta el problema 6. ¡Compulsiva o sencillamente desordenada! 7. ¡Haciendo de madre a la niña - interior! f 8. Compulsiva o sencillamente desordenada 9. Cambiar o no cambiar

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Segunda Parte: ¿Cómo?: V encer la mentalidad de desordenada 10. Viviendo de manera ordenada li. Disciplinándome más no funciona 12. El trabaj ar más duro no funciona 13. Poniendo fin a la tensión por el desorden 1 4. A prendiendo de sus amigos / 15. O bteniendo la ayuda de la familia 16. Haciendo cosas agradables para sí mispia. 17. Organizando su tiempo 18. Encontrando orden en la belleza Cambios para las desordenadas Grupos de apoyo para autoayuda

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AGRADECIMIENTOS

E s TARÍA SIENDO DESCUIDADA si no mencionase la ayuda que he recibido de las maestras y bibliotecarias en la Escuela Secundaria de Hialeah. Estas mujeres con mayor conocimiento que yo me dejaron literalmente en la sombra. Cualquier referencia que pudiese necesitar e idea> que les pidiese me las facilitaban y gracias a sus conversaciones en la mía de la facultad han sido, sin saberlo, mis consejeras. Sólo yo sé el valor que tiene la inspiración y la información que re­ cibo de personas que asisten a mis seminarios y a mis talleres, así como de otras con las que me tropiezo. Muchas de ellas ofrecen comentarios perceptivos y dan muestra de un valor que a mí me resulta de incalcula­ ble valor, puesto que agudizan mi entendim iento de la importancia que nene la organización en las vidas de las mujeres. De ellas he aprendido un mejor entendimiento de la necesidad de llevar una vida digna y efectiva y a utilizar las cualidades de una manera más extensa. Quisiera expresar mi gratitud de modo especial a Bob Schwartz, que escribió el libro Diets Don’t Work. Su comprensión de la búsqueda de la normalidad en el aspecto del control de peso me ha sido de gran ayuda en entender mi búsqueda de la normalidad en el aspecto del or­ den en la casa. Él y yo nos encontramos en una ocasión, en un progra­ ma de televisión, y si hubiera sabido entonces lo que sé ahora acerca de su libro le hubiese dado las gracias en persona, muchas, muchas veces.

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LA AUTORA I

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S o Y UNA APACIBLE MAESTRA DE ESCUELA que posee una titulación en matemática y en educación especial. En el m om ento de escribir estás páginas estoy enseñando inglés en las clases de educación especial de una escuela secundaria y me dedico a escribir por las mañanas y por las noches. Algunos fines de semana me meto en una cabina telefónica, me pongo mi traje de "supermujer", y salgo volando a diferentes partes de nuestro gran país, para celebrar seminarios o para hablarles a grupos de mujeres sobre el tema de la organización en el hogar. Con la ayuda de otras dos personas superviso “Messies Anonymous” (Desordenadas Anónimas), un programa que he fundado, con el propósito de prestar ayuda a mujeres desordenadas y lo hago por medio de seminarios, de libros, de boletines y de grupos de esfuerzo propio. De mis tres hijos,, dos de ellos, jóvenes adultos viven aún con nosotros eri nuestra pequeña casa en Florida. Mi hija, la mayor de mis hijos, vive con su esposó, sus gatos y sus caballos en la Georgia rural, donde enseña en una escuéla primaria. No podría m antener el plan de trabajo que realizo de no ser por el apoyo de otras personas, aunque la mayor parte de la ayuda procede de mi esposo Ivan, que es un pastor y está haciendo lo mejor que puede por mantener el orden y la belleza en los aspectos espirituales de las vidas de las personas. Los miembros de nuestra iglesia son comprensivos, ofreciéndonos mucho, en lo que se refiere al fortalecimiento personal, sencillamente por el hecho de que nos reunamos y disfrutemos de su amor. .

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s li ACABÓ EL DESORDEN Pero no se vayan a creer que soy una persona con unas energías enormes, nada dista más de la realidad. Mi nivel de energías es bastante bajo v no soy una persona que lo organice todo a la perfección. El único motivo por el que puedo hacer todo lo que hago es porque ejerzo la moderación. Mi vida equilibrada no se desmorona cuando algo sale mal porque mi jornada no es tan tremendamente apretada que si falla una cosa todo lo demás se viene abajo. Me propongo unas metas, pero las limito a unas pocas. Entonces v o y en esa dirección, perdonándome a mí misma cuando algo sale mal y continúo con una actitud casual.

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INTRODUCCIÓN

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N a d a RESULTA m á s .FRUSTRANTE que a una persona se le í exija hacer algo que esté por encima de su habilidad. Aquellas de nosotras que nos llamamos a nosotras mismas “desordenadas” tenemos que vivir a diario con la realidad de este problema, deseando tener la casa en orden y bonita, pero a muchas de nosotras eso es algo que nos resulta prácticamente imposible. Existen muchos ejemplos de esta clase de problema, pero tal vez ninguno de ellos ilustre mejor la situación que la historia de Rumpelstiltskin. El molinero de este relato tenía una hija que era astuta e inteligente y le fue al rey presumiendo de ser capaz de hilar paja convirtiéndola en oro. Al rey le encantaba el oro, de modo que encerró a la muchacha en una habitación llena de paja y le ordenó que hiciese un milagro. Rumpelstiltskin se enteró de que a la preciosa hija del molinero le habían ordenado hacer lo imposible y se aprovechó de la situación. Apareciendo, de manera milagrosa, a través de la puerta cerrada con candado, prometió hilar lá paja en oro si la muchacha le daba su anillo. Ella estuvo de acuerdo, ya que sabía que aquella era la única manera de salvar su vida. ' Pero el rey no estaba satisfecho con una sola habitación llena de oro, de modo que trajo otra carga de paja para que la hija del molinero la transformase. Rumpelstiltskin volvió a aparecer de nuevo, esta vez exigiendo a la m uchacha que le diese su collar como pago. No satisfecho aún, el rey exigió a la muchacha que obrase su magia por tercera vez. Rumpelstiltskin;apareció de nuevo, pero en esta ocasión dem andó el primer hijo de la muchacha.

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SK ACABÓ EL DESORDEN Las mujoros desordenadas puodon simpatizar con la hija del molinero. Muchas mujeres desordenadas son listas y creativas y, gracias a ello, la gente espe a que sean capaces de realizar las sencillas tareas del hogar sin el menor problema. Es algo que esperamos de nosotras mismas, pero parece algo tan imposible de conseguir para nosotras como lo era que la hija del molinero tejiese la paja convirtiéndola en oro v ni las amenazas ni las promesas nos animan a alcanzar el éxito. Lo que deseamos es que aparezca un enanito y que haga el trabajo por nosotras, pero no llega nunca. Pero este libro es la mejor alternativa. No limpiará su casa por usted v no viene con cupones para que le envíen una sirvienta, pero sí le ayudará a desarrollar una mentalidad que haga del desorden algo del pasaao. Muchas de las que leen este libro están desesperadas por cambiar y no saben cómo. Muchas han intentado diferentes métodos, pero han vuelto a caer en las mismas costumbres. Algunas consiguen mantener las cosas recogidas, pero a un gran precio de esfuerzo físico y emocional. Han mejorado, pero les cuesta trabajo mantenerlo. Muchas de estas luchadoras se sienten tremendamente solas. Luchan en silencio, tenazmente y a diario, en contra de la confusión que, al igual que la marea, está siempre haciendo acto de presencia. Es posible que sus jí maridos las estén animando a hacer las cosas rhejor y que sus hijos se 'i sientan avergonzados. Puede que se sientan fracasadas porque no consiguen que las cosas vayan en la dirección que deberían ir. Tanto si se trata de que sus casas estén terriblemente desordenadas como si están sumidas de continuo en una confusión mayor de lo que les gustaría que estuviese, sienten que está fuera de su control por mucho que se esfuercen por controlarlo. La mayoría de nosotras sabemos hacer más de lo que estamos ha- ¡j ciendo, de manera que este libro no es otro de esos libros que enseñan “cómo hacer las cosas”, pero, sin embargo, es cierto que contiene mu­ chas ideas prácticas dirigidas a las desordenadas. Es la clase de informa^ ción que su madre nunca le facilitó (o que lo hizo cuando usted nq.j estaba escuchando). Todo ello le ayudará a avanzar hacia la meta dej orden y la belleza en su vida, pero sólo funciona cuando está usted meqj tal y emocionalmente lista para hacerlo. En este libro descubrirá los motivos por los que su casa está fuera todo control. Entonces aprenderá las diferentes maneras de hacer qiii

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las cosas vuelvan bajo su control y a mantenerlas de ese modo. Sé que suena demasiado bueno como para ser cierto, pero no lo es. Sus amigas y vecinas no son maniáticas de la limpieza, pero en sus casas no reina el desorden, ¿no es cierto? Ni siquiera parecen estar interesadas en las tareas del hogar, de modo que ¿cómo se las arreglan? ¿Cuál es su secreto? Está usted a punto de descubrirlo. Este libro contiene la base para un cambio permanente. A su propia manera, es el libro fundacional del Programa Messies Anonymous (Desordenadas Anónimas). Requiere cierta participación escrita que es esencial para conseguir sus propósi­ tos y, por eljó, sus respuestas, por escrito, son una parte importante de los cambios que va usted a introducir. . * Si usted nos descalque nadie sepa lo que está leyendo, cubra la parte exterior y escriba IT h .e T o tal W atercress H ealth D iet” (El régimen alimenticio sano.y total del berro”) o cualquier otra cosa inofensiva sobre la portada. Eso hará que la gente se mantenga apartada de él. Yo soy una lectora ecléctica, de manera que saco material de muchas — y en gran número de ocasiones— , variadas fuentes de información, que son poco factibles. Como una mariposa absorbiendo de un capullo a otro, yo no compruebo la clase de tierra en la que está creciendo cada flor. En otras palabras, cuando me refiero a una idea o a cuando cito a un. autor no es que necesariamente esté apoyando su filosofía en general. Estas las dejo al buen juicio de las lectoras para que puedan discernirlas por sí mismas. Este libro es el cuarto de una serie. Los otros libros se titulan Ma­ nual para el ama de casa desordenada, Editorial Unilit, Messies 2 y The Messies Superguide. Cada uno de ellos tiene su lugar, en lo que se refiere a transmitir el mensaje de esperanza a las desordenadas que sienten que para ellas no hay esperanza.

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Primera Parte

¿POR QUÉ? Entender (a mente de (a desordenada

E l SECRETO DEL CAMBIO está en la manera en que pensamos acerca del desorden y el orden. En algún lugar de esta sección se encoritrará a usted misma y su m anera de pensar. N o todos los tipos se aplicaran a usted, pero sí descubrirá algunos patrones destructivos del pensamiento que son, de tal manera, parte de usted, que le parecen casi normales y son una parte im portante de los problemas que tiene en relación don la casa. Son muchas las mujeres que tienen su casa en orden, sin llegar a convertirse en una obsesión, y es debido a que piensan de una manera diferente a como usted lo hace. Usted aprenderá a descubrir su secreto y a apropiarse de él.

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Acéptese a s í misma Con su desorden y todo

E l G O O N E Y ES U N PÁJARO que nene un aspecto extraño. Cuando anda* tiene que levantar m ucho sus largas patas con grandes membranas para evitar tropezarse con ellas, tam bién participa en un ritual de apareamiento que resulta extraño de contemplar. Estos pájaros hacen una reverencia y se estiran el uno delante del otro. Sus grandes cuerpos redondos resultan desgarbados en tierra, donde se aparean y ponen sus huevos, además de criar a sus pequeñuelos. Por otro lado el alba tros es uno de los pájaros más agraciados del mundo. Tiene un ancho de ala de unos doce pies y puede deslizarse so­ bre sus finas alas durante más tiempo que cualquier otro pájaro y es al mismo tiempo precioso y magnífico. Pocas personas saben qué el albatros y el pájaro gooney (nombre en inglés) son el mismo pájaro con diferentes nombres. En tierra es un pá­ jaro gooney, torpe e inepto, pero en el aire es el albatros, el rey del cielo. Las mujeres desordenadas son como este pájaro. El aspecto de la organización es nuestro punto débil, en él que hacemos las cosas con torpeza en nuestros esfuerzos por ser pulcras; Al igual que le sucede al pájaro gooney, no tenemos m anera de evitar funcionar en el aspecto' más débil, pero cómo el albatros, tam bién tenemos nuestro cielo. Las mujeres desordenadas funcionan de m anera maravillosa en otros mu­ chos aspectos, surcando fácilmente el cielo en aquellos aspectos en que somos más fuertes. n

SE ACABO EL DESORDEN Mientras nos esforzamos denodadamente en los aspectos de la organización, podemos hallar satisfacción y sobresalir en otros aspectos. Sin embargo, en general las mujeres desordenadas no suelen ver el lado mara\ dioso de sí mismas porque lo único que saben ver es el pájaro gooney y no Ies gusta lo que ven. Como resultado de ello, las mujeres desordenadas se tratan muy mal a sí mismas. No son muy amables consi­ go mismas, oe ninguna manera. Sin embargo, esto no es demasiado evi­ dente al principio. Las mujeres desordenadas son personas vibrantes, que parecen participar y lanzarse de lleno en la vida. Son muy particulares respecto a sus pertenencias personales y, hasta cierto punto, son parti­ culares acerca de sí mismas. Muchas de ellas parecen ser personas feli­ ces v bien amoldadas. _ / Sin embargo, cuando se examina más de cerca sale a relucir un patrón subyacente diferente. Cientos de veces al día la mujer desordenada, por su manera de pensar, se trata a sí misma como si fuese una persona de segunda categoría. ^

Para las mujeres desordenadas, una gran parte de su vida se desarrolla en sus mentes, de modo que no quieren que se las moleste con los detalles de la vida diaria. Como resultado de ello, soportan las cañerías que gotean y los electrodomésticos averiados porque el hacer que ios arreglen es demasiada molestia. Viven sin tener la luz suficiente en algunos Ligares estratégicos porque corregir el problema causa más molestia que vivir con ello. Por otro lado, las mujeres desordenadas tienen-m uy buenas intenciones. Guardan ropa vieja, convencidas (jp que algún día la arreglarán o la actualizarán. Tienen montones de tarjetas que han comprado, pero que nunca han acabado de enviar.

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Acéptese a sí misma %

Las mujeres 'desordenadas son olvidadizas, por lo que dejan todo a la vi^ta para poder verlo. Si lo guardan, saben que se olvidarán de haceilo. Se £op’.ap la nariz con papel higiénico en lugar de hacerlo con pañuelos de papel porque siempre se les olvida comprarlos. Tienen pocos relojes de pared, espejos y recipientes de basura porque nunca se acuerdan de comprarlos. Las mujeres desordenadas son perfeccionistas, de modo que viven en medio de una barahúnda y del caos porque nunca tienen suficiente tiempo como para hacerlo todo según sus elevados niveles» / Estas mujeres son impulsivas, de m anera que cuando deciden, en el i último momento, hacer algo en el hom o rara vez disponen de los ' ingredientes que requiere la receta.' Las-mujeres desordenadas son impacientes, así que usan la sal, el pimiento y el azúcar dé los envases en que los h a compradlo porque cambiarlos a to$ saleros o el azúcar al azucarero lleva demasia'do tiempo. En ciéntoá dem anéras diferentes las mujeres desordenadas pasan sin muchas cosas. La m anera antigua de hacer las cosas, tan popular entre las mujerés desordenadas, es sencillamente otra manera sistemática dé pasarse sinlás conveniencias o suministros modernos. .

Las vidas de las persona&fienen lugares oscuros además de los brillantes, dificultades además de habilidades ... y esa combinación es lo que hace que seamos únicos. A la luz de esta renuncia diaria dé lo que necesitan para hacer que la vida resulte cómoda, no es dé sorprenderse que también se nieguen un lugar en que sentarse en el sofá porque está lleno de cosas: Se niegan compañerismo porque ño pueden invitar a nadie teniendo la casa corno la tienen. En ocasiones duerm en en el suelo porque la cama está cubierta dé ropa' y no h an tenido tiempo de guardarla: Pero las mujerés desordenadas están acostumbradas a la renuncia respecto a sí mismas. Pasan sin cosas que necesitan o se las arreglan sin ellas. En lugar dé reconocer el problema, viven sin esas cosas y se les da muy bien hacerlo de ésta manera. Muchas de ellas incluso se precian de ese enfoque de pasar sin cosas. Se sienten felices de mostrar cómo son

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SE ACABO EL DESORDEN capaces Je pasar sin cosas que ras personas que reconocen su valor y dignidad proveen para sí mismas. Finalmenre. estas mujeres se niegan una vida de serenidad y belleza. Se insultan a sí mismas m n la taita de organización sobre una base tan regular que ni siquiera son conscientes de ello. La casa desordenada es sencillamente una paite del cuadro de una persona que generalmente abusa de sí misma. El desorden es tan sólo la superficie de una enorme cantidad de piobiemas profundos. t i p rim e r paso A fin de poder poner fin a esta costumbre de la renuncia, lo primero que tienen que hacer las mujeres desordenadas es dejar de luchar contra sí mismas. Si nos ponemos furiosas con nosotras mismas y luchamos denodadamente en contra de ciertos rasgos de nuestro carácter cada vez que los vemos, sólo les concedemos la energía necesar.-a para que permanezcan. Las admiradoras de Star Trek (programa de ciencia ficción de la televisión norteamericana) posiblemente recuerden la historia llamada “La empatia” en la que el señor Spock y el capitán Kirk estaban rodeados de un campo de fuerza que les impedía ayudar al doctor. McCoy, que se encontraba en problemas. Cuanto más luchaban por salir de él tanto más fuerte se volvía el campo de energía porque iba ganando fortaleza de la energía de la lucha de ellos. Cuando el señor Spock se dio cuenta de esto y dejó de luchar, el campo de fuerza perdió su poder y dejó de restringirles. Ai igual que el señor Spock, cuanto más luchamos en contra de la fuerza que se apodera de nosotras, tanto más aumenta dicha fuerza. A menos que nos aceptemos a nosotras mismas, a nuestras costumbres y a nuestras vidas tal y como son AHORA nunca venceremos a las fuerzas negativas. Puede que usted se sienta tunosa consigo misma, con su casa o con pensamientos que la metieron en este lío cuando comience a ser consciente de lo que ha estado sucediendo. No luche en contra de' la ira, también es parte del cuadro y debe ser aceptada y es pigo que pasará, puesto que normalmente es de corta duración. Cuando el trabajo se ha hecho, podemos volver a aceptarnos a nosotras .mismas. No puedo enfatizar demasiado la importancia que tiene que nos aceptemos a nosotras mismas, pues somos personas con dignidad. Nos encanta el orden y la belleza, somos personas qiie valemos la pena.

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' Acéptese a sí misma i

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Zig Zigljai?'cuenta acerca de un cuadro que pintó Rembrandt que se vendió fjor más de medio millón de dólares. Zíglar se preguntaba por qué por ün precio tt.n ^levado, i Acaso la pintura es tan cara? ¿Acaso los lienzos cuestan tanto? Claro que no. El valor del cuadro era doble: 1 . Había sido pintado por un maestro. 2. Era único. Esta historia nos recuerda nuestro propio valor. Nosotras hemos sido pintadas, con las sombras y toques de luz, por un pintor qué es un Maestro “que hace bien todas las cosas”, que hizo tan to al álbatros como al pájaro gooney que es parte de nosotras. Somos maravillosas porque procedemos de Su mano. Al igual que sucede con el cuadro de Rembrandt, también nosotros somos únicos. Nadie tiene nuestra composición exacta, nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, nuestras sombras y nuestros reflejos de luz. Los;cuadros de Rembrandt tienen muchas sombras en ellos, pero eso reafea su belleza. Las vidas de las personas tienen lugares oscuros además de brillantes, dificultades además de habilidades, y está bien tener ambos porque la combipación nos convierte en personas únicas. ’

¿Por qué no? En la mayoría de las ocasiones^ que hablo a la gente acerca de Desordenadas Anónimas saben más que de sobra por qué alguien desearía cambiar su casa. Sin embargo, ocasionalmente en una charla por la rádio o en una entrevista para un periódico, alguien me pregunta por qué debemos de preocupamos por tener nuestra casa en orden. Mi mejor respuesta a esa pregunta es otra pregunta: ¿por qué no? ¿Por qué no tener una casa preciosa que anima a todo el que entra en ella? ¿Por qué no hallarnos entre aquellas personas a las que les encanta invitar a otras así de repente? ¿Por qué no ser la persona a la que otros le puedan decir “tiene usted una casa preciosa"? ¿Por qué no invitar a otros a comer sin que tenga usted que matarse para estar lista? ¿Por qué no tener una casa que realce su amor propio en lugar de destrozarlo? ¿Por qué no podemos tener una casa con sus colores y adornos favoritos? ¿Por qué no tener una casa que refleje la paz y la gracia de Dios, para que a otras personas les encante ir a esa casa con el fin de escuchar acerca de El? ¿Por qué no tener una casa en la que se pueda leer o se pueda orar sin sentirse culpable por no estar limpiando? * «

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SE ACABO EL DESORDEN La pregunta no es por qué debemos tener una casa agradable, sino que la auténtica pregunta es ¿TOR QUE NO? h \

Evalúe el desorden

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1. Haga una lista de todas las maneras en que usted se está negando a st misma, incluso aquellas que tenga la impresión de que son fruga­ les. Puede que no se acueide de todas ellas de inmediato (porque es posible que esté tan acostumbrada a vivir con ellas que no se acuer­ de de ninguna de ellas), de modo que doble la esquina de la página para que la pueda encontrar con facilidad para añadir a la lista. (¡Sí! La esquina de la página. ¡Sí! Dije que la doble usted. Sé que a ' lo mejor le molesta estropear el libro, pero de todos modos va usted j a escribir en él, así que no importa.) ; a. b. 2. Si el dinero no fuese importante., ¿qué cosas que tiene a su alrede- 1 dor en la casa usted actualizaría? ¿Qué compraría usted que se haya estado negando a sí misma? Anótelas rápidamente y añada otras al ’’ ir descubriendo cambios que le gustaría hacer. . a. b. c. 3. Haga una lista de sus características, tanto como albatros o como i pájaro gooney, que combinadas hacen que sea usted una persona ¡ especial, a. (albatros) a. (albatros) a. (albatros) a. (pájaro gooney) a. (pájaro gooney) a. (pájaro gooney) 4. ¿Por qué cree usted que las mujeres desordenadas se niegan a s | mismas:

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2 ^ e r qué es usted I

ILa que guarda todo

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SiUSTED N O LO QUIERE déselo a Susana, ella se queda con todo. Es cierto, Susana odia ver cómo se derrocha algo y está segura de encontrar una utilidad a las cosas, al menos a la mayoría de ellas, algún día. De modo que su sótano, su ático, su garaje y cada rincón libre de su casa están llenos de cosas que nadie quiere. Susana tampoco está segura de quererlas, pero no se atreve a deshacerse de ellas. Si tira algo está segura de que al día siguiente lo va a necesitar y es demasiado tarde para decirle que no a las ofertas que le hace la gente, que podrían pensar que es una desagradecida. ¿Qué hace una que lo guarda todo? ¿Compra una casa más amplia? La obsesión de Susana con guardarlo todo tiene su origen en su deseo de tener siempre lo que ella o cualquier otra persona pueda necesitar. Su mentalidad no es nada fuera de lo corriente, pero es una « de las muchas maneras de pensar que la lleva al guardar incontrolado. Las mujeres desordenadas tienen auténticas razones para hacer las cosas como las hacen y sienten, de una manera muy poderosa, lo que hacen, aunque en general son personas muy lógicas e inteligentes.

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SE ACABÓ EL DESORDEN

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Aunque es posible que no les guste la desorganización y los problemas que causa, las cosas que hacen que sea así son cpnsecuentes con su manera de pensar. Las mujeres desordenadas tienen problemas en tres aspectos muy concretos: guardan demasiado, acumulan cosas de modo desordenado v pierden el tiempo. Al examinar estas cosas en estos aspectos ponga usted una señal en los próximos tres capítulos junto a la manera de pensar que encaja con usted. I

E l aliono O 1. Escasez. Las mujeres desordenadas viven al borde de la Gran Depresión. Un artículo sobre “Las Ratas de M anada” en la revista Psychology Today confirma que las personas que guardan demasiado no son sencillamente las que han vivido la depresión. Muchas personas j que han llevado siempre una vida de afluencia acumulan cosas porque temen, al menos desde el punto de vista emocional, si no intelectual, que no tendrán suficiente en el ruturo. ¿Es este un factor en su manera de pensar?

O 2. Com o pasatiem po. A algunas personas les gusta tanto guardar que se especializan en ello. Las personas ricas lo hacen por medio deb arte o de otras colecciones aunque a las personas de medios normales también les gusta coleccionar. Coleccionan botellas, antigüedades, fi­ guritas, etc. Les da algo acerca de lo que pueden hablar, algo que puecj den buscar cuando se tom en vacaciones, y les pone en contacto coi amigos y conocidos que de otro modo no tendrían. Las mujeres

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Por qué es usted desordenada desordenadas coleccionan demasiadas cosas y sólo cosas que no sirven para nada. Son ratas de la acumulación. ¿Afecta su casa de manera ne­ gativa su manía de coleccionar? Q 3. P or comodidad. Algunas mujeres desordenadas encuentran sü consuelo en tener muchas pertenencias. Se sienten mejor cuando tienen cajas, botellas, papeles, ropa y comida por toda la casa. Tal vez las cosas carecen de orden, pero tener mucho del mismo objeto les da una cierta seguridad de que podrán encontrar por lo menos uno cuando lo necesiten. ¿Encuentra usted su consuelo, en las cosas? □ 4. Objetos únicos. Hay algunas cos-asque son únicas, de modo que razonamos “si no me compro este platitó para la mantequilla, en forma de conejo, posiblemente nunca vuelva a ver otro igü'al, así que si lo quiero más me vale comprarlo ahora.” ¿Ha pensado ustedaiguna vez de esta manera? , □ 5. P or culpabilidad.JBenjamín Franklin hizo mucho por establecer la pauta én el ahorro. E l Poor Richard’s Almanac está lleno de dichos fascinantes acerca de ello. Sus advertencias nos han seguido durante el curso de la historia de nuestro país. No hay duda de que el derroche es una mala idea, pero también lo es el ahorro por capricho, a pesar de que nadie ha hecho un lema acerca de ello. ¿Sobre qué lemas ha establecido usted su vida? Dos dichos que tenemos en Estados Unidos son: “No derrochas, no necesitas” y “un centavo ahorrado es un centavo ganado.” ¿Qué otros lemas han inculcado su manía de coleccionar de manera exagerada? ¿Se siente usted alguna vez culpable si se deshace de algo?

El derroche es una mala idea* Pero también lo es el ahorro caprichoso, pero nadie ha hecho un lema al respecto. Q 6. Las rebajas. El reloj para colocarlo sobre una repisa, era una’ rebaja que ella tenía que conseguir, pues sólo una insensata dejaría escapar semejante oportunidad. Pero no tenía una repisa, ni ningún °tro lugar donde colocarlo. ¿Compra usted cosas que no necesita sencillamente porque están baratas?

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SE ACABO EL DESORDEN _ 7. Por gratitud. Puede que sean regalos de cumpleaños o de bodas de familiares o algún objeto que no vale nada de un amigo, pero tienen dos cosas en común: son gratis y están relac:opadas con alguien a quien usted quiere o aprecia, lo cual hace imposible que se‘deshaga de ellas, ya que apelan tanto a nuestra frugalidad como a nuestro sentimentalismo. Sentimos que debemos cogerlas y, más aun, conservarlas. ¿Le cuesta trabajo deshaecise de regalos inútiles? _ 8. Por sentim entalism o. Las mujeres desordenadas temen olvidar­ se del pasado y es cierto que algunas de ellas tienen mala memoria. N e­ cesitan tocar v coger en sus manos objetos del pasado para m antenerlo vivo. Las mujeres desordenadas hacen muchas fotos, algunas veces de manera compulsiva, para captar el presente para la posteridad. ¿Nece­ sita usted m antener vivo el pasado? H 9. P or antropom orfism o. Nadie como una desordenada puede en­ tender totalm ente el sentim iento de que las “cosas” tienen una vida propia. La vida que tiene norm alm ente forma parte de la vida de la per­ sona a la que les pertenece, Si me deshago de algo que significa mucho para mí, me siento como si estuviese regalando una parte de mí misma v, io que es peor aun, si me deshago de algo que le ha pertenecido a otra persona, que para mí es muy im portante, siento como si estuviese rega­ lando p an e de esas personas y traicionando su memoria. En realidad es más una sensación que un pensam iento.

Cuando usted adquiere cosas que no satisfacen su necesidad, ninguna cantidad nunca es suficiente. Cuando me llegó el m om ento de regalar mi último vestido de m aternidad, lo coloqué todos los días sobre la cam a para que pudiese estar en capilla. N ecesitaba hacer eso para acostum brarm e a la idea de que se iba a ir de mi casa y para que el vestido tam bién se hiciese a laidea de marcharse. Cuando las desordenadas se deshacen de algo, con ’ frecuencia sienten que tienen que en contrar un b uen hogar para ese; objeto y donde puedan ir a com probar qué tal le va. Esto resulta difici| de hacer, de manera que decidimos que es más fácil guardar las cosas!1 ¿Siente usted alguna vez que las cosas tienen sentimientos.7

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Por qué es usted desordenada 4

O 10. Por tem or. "¿Qué pasaría si el I.R.S. (Servicio de Rentas Internas) viniera hacerle una auditoría? ¡Necesito guardar todo lo que posi­ blemente pueda necesitar!” Es cierto que todo el mundo debe guardar los recibos a efectos de impuestos, pero la realidad es que si guardamos todo lo que tememos tirar no podremos encontrar los antiguos formula­ dos de impuestos, cuanto menos los recibos que van con ellos. Teme­ o s que vamos a necesitar los recibos para las tarjetas de crédito o de unos grandes almacenes o de la compañía de la electricidad o cualquier otra cosa. Es, sin duda, una buena idea tener lo que necesitamos para' esas ocasiones, pero el temor irracional que nos obliga a guardar dema­ siadas cosas es tanto un problema como el no guardar lo suficiente, ¿Guarda usted todos los documentos en caso deque alguna vez alguien le pida que los enseñe? ¿Los ha necesitado usted alguna vez? Q 1 1 . La dilación. Algunas desordenadas demoran el deshacerse de cosas que requieren ■acción y cada día el cartero hace entrega de un nuevo puñado dq'problemas para las desordenadas. No quieren pagar las facturas hasta la fecha misma en que han de hacerlo, de modo que dejan que se les amontonen. No quieren dedicar el tiempo necesario a leer correspondencia que no sirve para nada, así que se quedan con ella. Quieren guardar la revista para un momento más tranquilo, así que también la guardan, por eso cuando pasan unos cuantos días tienen una caja “llena” de cosas que tienen que leer y entonces empiezan a amontonarse las cajas. U n desordenado que posterga las cosas me dijo que le gustaría que un incendio se deshiciese de toda su basura, de ese modo le echaría la culpa a Dios, y no a sí mismo, porque algunas cosas nunca se hacen. ¿Es la dilación la culpable de que se amontonen las cosas en su vida? D 12 . P o r valor. No está bien tener que deshacerse de cosas que tienen un valor. Los libros y las revistas contienen ideas de gran valor porque la pluma es más poderosa que la espada. Las desordenadas están convencidas de que tienen el valor en la punta de sus dedos gracias al material impreso. Poco les importa que algunos de esos libros de texto sean tan viejos que las ideas estén ya pasadas de moda. Tampoco les importa que la mayoría de los libros estén ya guardados y que no sepan dónde están ni se acuerden lo que hay en ellos, pues su valor es más imaginario que real. Las desordenadas poseen una esperanza increíble cuando se trata del futuro valor de las cosas. Tienen una esperanza inquebrantable en

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SI; AC'AIH) EL DESORDEN que algún oscuro objeto pueda tener un gran valor y hasta se imaginan historias fantasiosas que los vecinos contarán a sus hijos cuando eso suceda. ' q - 4‘Ven ustedes esa casa de ahí? La persona que vivió en ella guardó prácticamente todas las cosas que adquirió y un día se encontró en su sótano con un libro de muñequitos, en perfecto estado, que era el pr imer ejemplar de los Superman y en una subasta alcanzó el valor de dos millones de dólares. A hora se ha trasladado a una mansión, y acostumbraba a ser tan pobre como un ratón, pero ahora tiene una vida fácil. ¡Ojalá que yo hubiera sido igual de sabio y hubiese guardado todo aquello a lo que le hubiese echado mano. Muchas desordenadas coleccionan cosas por el mismo motivo que orras compran billetes de lotería, con la esperanza de que un día se hagan ricas. ¿Está usted coleccionando cosas porque cree que susi objetos tienen o tendrán un gran valor? ¿Valen realm ente la pena las molestias que le ocasionan las cosas que está usted coleccionando? □ 13. Para la posteridad. Existe la gran tentación de guardar cosas para los nietos. “Los juguetes que hacen hoy en día no son tan buenos como los que yo les compraba a mis hijos. ¡Cómo le gustaba al pequeño; Billy jugar con la apisonadora que tenía su papá a su edad”. Y as repetidamente. ¿Está usted guardando cosas para la posteridad? □ 14. P or querer ser la m adre del m u n d o entero. Por motivos qué expondremos más adelante en el libro, las desordenadas se siente responsables del bienestar del m undo entero. Si no hay nadie más en todo el vecindario que tenga algo, pensamos que la gente debería pode acudir a nosotras para obtenerlo. Guardamos viejos catálogos en casó de que el hijo de algún vecino necesite fotos para un cartel que usará en la escuela. El niñito que quiere pedazos de m adera para su proyect podrá encontrarlos en nuestra casa.

Muchas desordenadas coleccionan cosas por el mismo motivo que otras compran billetes de lotería, con la esperanza de que un día serán ricas .

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Por qué es usted desordenada i Por qué los padres de estos niños no tienen las cosas que iccesitan? Porque quieren que viva en una casa ordenada, libre de 'trastos viejos inútiles, para que los niños se ahorren la confusión que existe en nuestra casa. ¿Está usted convencida de que necesita ten er algo en caso de que alguien lo pueda necesitar? P 15 . P or costum bre. Nos hemos acostum brado de tal m anera a guardar cosas que ya ni nos molestamos en tom ar una decisión sobre qué hacer con ellas. Si alguien coloca un folleto sobre el cristal del auto nos quedamos cort él. Si nos envían un cupón por correo tam bién lo ' guardamos. Los niños traen cosjás a casa de la escuela y nosotras lo guardamos todo. C uando recibimos una carta hasta nos quedam os co n * el sobre vacío. C on raras excépciones, nos quedamos con todo lo que va a parar a nuestras manos, es nuestra forma de vidq, ¿Se qUeda usted con cosas sin pensar si realm ente las necesita o no? □ 16. P o r creátividad. Aquellas personas que se consideran creativas les gi/sta idear m aneras de hacer algo creativo de lo que no sirve para nada. R ecortan u n a botella de lejía y la usan para guardar las pinzas de colgar la ropa, les cortan los pies a u n par de medias arruinadas y las llenan de pedacitos de jabón para la ducha y guardan cosas que no usan por si acaso se les ocurre algo. N o saben qué hacer con todas las vasijas vacías de la m antequilla, pero son “dem asiado buenas” como para tirarlas. En una ocasión me pillé queriendo guardar las piezas metálicas que había quitado de los sostenes, pensando en pintarlas y convertirlas en adornos de N avidad. ¿De veras? ¡Q uién puede querer h acer adornos de Navidad con los alambres de los sostenes! O usarlos para nada en concreto, pero así es nuestro deseo de guardar cosas por creatividad, ya que es parte de la m entalidad de arreglárselas con las cosas de la desordenada. ¿Siente usted ese impulso creativo de hacer cosas con aquellas otras que no valen para nada? 17. P o r reb elió n . Si alguien se deshizo de sus cosas cuando usted era pequeña, tal vez usted se quede con cosas para poder tener ahora el po er sobre sus propias cosas. E n ese caso, cu an to más le anirñe a usted su m adre o su m arido a deshacerse de las cosas, tan to más decidida stará usted a guardarlas. A hora que es adulta, puede acum ular todo lo rebelde f GteZCa ^ na^ e Pue^e hnpedírselo. ¿Es usted una acumuladora

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SE ACABÓ EL DESORDEN

□ 18. Por satisfacción. Algunas personas intentan obtener de SUS] pertenencias algo que las posesiones no pueden proveer jamás y debid a que eilas no se sienten realizadas y no pueden hallar satisfacción, n hacen más que guardar más y más cosas, esperando que eso les satisfag un día, pero nunca es así. Fíjese en la palabra realizada, que en inglés "ful filleJ" significa “totalmente llena.” Están convencidas de que si ejitánl suficientemente llenas se sentirán realizadas, pero la verdad es qu cuando usted adquiere cosas que no satisfacen su necesidad, ningún; cantidad es suficiente. ¿Está usted buscando satisfacción en las eos que guarda? □ 19. Por vacaciones. Las vacaciones son una época en la que siem pre nos excedemos. Las personas comen en exceso, compran demasia do, celebran de manera exagerada y trabajan en exceso, de modo qu< no es una sorpresa que muchas personas también se excedan en lo qut se refiere a lo que coleccionan durante las vacaciones. Las tiendas estáí llenas de objetos de adorno que nos convencen de que necesítame)! cada uno de ellos. Las que coleccionan piensan que después les puede! pasar las cosas a sus nietos si tienen demasiadas. Esta m anera de colee? cionar es difícil de resistir para las desordenadas sentimentales. ¿Comí pra usted en exceso durante las vacaciones? ' “No parece que logre disminuir la cantidad de trastos viejos que sé ! me acumulan”, escribió Roberta K aíchen Stein en el periódico Chicagc Tribune (el 29 de julio, 1984). “Estoy aferrada a mi acumulación de póí sesiones con el mismo celo que Peter Pan se aferraba a su sombra.” I Si usted y sus posesiones son inseparables, va siendo hora de hao una evaluación de su situación.

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Por qué es usted desordenada

Evalúe el desorden 1 . Haga una lista de los factores mencionados en este capítulo y que hacen que guarde usted demasiadas cosas, añadiendo cualquier otra que se le ocurra. a.

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b.

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2. Dé ejemplos acerca de cómo la afectan a usted. a. c.

d.

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3 7Sor cfué es usted , desordenada i La acum uladora

ARMEN VA DEJANDO M ONTONES DE ROPA por toda la :asa. Acostumbraba volver loca a su madre, luego a sus compañeras de habitación y ahora a su marido y todos se quedan asombrados del buen ispecto que tiene cuando sale. N o se pueden ni imaginar, por qué no da la impresión de que acaba de salir arrastrándose de entre el cesto de la opa sucia, pero la locura de Carmen tiene un cierto método. Lo que iadie entiende es que son los montones los que impiden que ella tenga :se aspecto, pues es su manera de seleccionar su ropa. Debido a que es ligeramente perfeccionista, no puede soportar la idea de volver a meter :n el armario la ropa que ya se ha puesto una vez, donde pueda contaminar la ropa que está limpia, pero tampoco quiere ponerla con la copa sucia porque es posible que se la tenga que volver a poner antes de lavar la ropa. Así que los montones funcionan bien para Carmen, ualquier cosa que esté amontonada son prendas que se puede volver a ioner y el día de lavar todo lo que tiene que hacer es recoger los tontones y echarlos en la lavadora. Cómo es natural, existen ¡oluciones más sensatas a su dilema, pero debido a que nadie entiende »u modo de pensar, nadie la puede ayudar y, como es lógico, hay muchos iotivos más por los que las personas tienen tal desorden a su alrededor.

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SE ACABO EL DESORDEN 1. Por mala memoria. Las personas que tienen mala memoria te men guardar las cosas por si acaso se les olvida dónde las pusieron o'in cluso que las tienen. 2. Porque no tiene dónde guardarlas. La casa es pequeña y eílu-' gar para guardar cosas es escaso y todavía quedan demasiadas cosas ei los lugares en que se podrían guardar, así que a las personas desordena das les cuesta trabajo saber qué espacios se necesitan y no se les ocurrd comprar armarios y estanterías. Su mentalidad de arreglárselas com pueda es uno de los motivos por los que no tienen dónde guardar la CO.Sai>.

3. Por conservar energías. Las personas desordenadas creen enj poner orden al estilo producción en cadena. Es decir, no se guarda sólo!

un pequeño objeto a la vez, sino que se deja que las cosas se acumulei Entonces es cuando las colocamos en grupos similares y lo guardaipí todo a la misma vez, pero mientras estamos esperando para comenzar formar la producción en cadena la casa está hecha un lío. 4. P or p u ra casualidad. En alguna parte, en algún momento, 1¡ persona que acumula oyó contar una historia acerca de alguien que s< reunió con un familiar, del que hacía muchísimo tiempo que no sabíí dónde estaba, gracias a una serie de circunstancias por el estilo. Tal ve; un amigo estaba visitando al desordenado que tenía unas fotos encim; de una mesita. El amigo vio la foto y le comentó: — Ese hombre se parece a mi tío Bernie Stein, al que m ataron el Alemania durante la guerra. L — i Pero si ese es Sam Stein! — dijo el propietario de la foto— . El su padre, Bernie, están al frente de una pastelería en Miami BeacI

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Por qué es usted desordenada ¡Bernie no está muerto! ¡Está vivo y perfectamente! — el desordenado eStá encantado de poder haber ayudado a reunir a los miembros de esta familia y todo fue debido a que dejó unas fotos en medio. 5 . Para m antener a la gente alejada. La casa en desorden es una «xcusa para mantener a la gente alejada. Cuando nuestra casa está demasiado desordenada como para invitar a gente tenemos un motivo para no permitir que las visitas ocupen nuestro tiempo y aunque a algunas personas desordenadas no les importa; tener visita, les resulta bastante difícil tenerlas. ......_í 6. P or placer. Nos encanta ver nuestras cosas, de modcyque ¿por qué guardarlas? ' / í

y.



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*

Las personas desordenada$ creen en poner orden al estilo producción en cadena, pero mientras estamos esperando a formar/la producción en cadena la casa está hecha un lío. 7. P o r distracción.' La persona distraída comienza una tarea y tue[go la abandona, dejando tras sí montones de cosas sin hacer. Deja algo sin darse cuenta y'iuego’no recuerda dónde lo ha dejada Tiene la in­ tención de poner qrden, pero surge algo y se le olvida. La distracción es [el factor que más contribuye al desorden.

8. D efine la personalidad. El ser desordenada tiene ciertas [ventajas. Una de ellas es que nos convierte en seres únicos y hasta >odemos hacer chistes al respecto. Otros nos pueden hacer bromas a [nosotros, pero nos decimos a nosotros mismos que es una forma de vida iuperior y forma parte del concepto que tenemos de nosotros mismos. f‘Un escritorio ordenado es señal de una mente enferma.” 9. D efine las relaciones. El desorden desempeña una parte impon­ en te en algunas relaciones. Lá persona desordenada ocupa el lugar del úño, aunque sea una adulta. Su madre, su suegra, su esposo, la compaíera de cuarto o cualquier otra figura ocupa el lugar de los padres. La lersona desordenada y el “padre” (o madre) establecen parte de su rela­ jó n haciendo que gire alrededor del desorden de la persona. Los "pa­ ires” se quejan del hijo y éste, a su vez, se rebela o lo lamenta o las dos

SU ACAMÓ l'L DUSOKDHN i

t osas a la ve:. I.a relación es negativa, pero es una que los dos fcntitínden. S; ia persona desordenada cambiase mañana ¿cómo se relaciona­ rían.' 1 10. Atrae la atención. Algunas veces el estilo de vida desordenado atrae una muy deseada atención. Los amigos bienintencionados nos avudan a limpiar y nos sugieren maneras para mejorar. Toda esta atención desaparecería si se elimina ei desorden. 11. Los problemas familiares. Las personas que viven en casas en que reina el desorden, probablemente no son las únicas desordenadas. Si comienzan a llevar utta vida ordenada no podríamos ni imaginarnos la alase de problemas familiares que podrían surgir. Otros miembros de ia familia posiblemente deseen continuar dejando sus zapatos en la sala de estar y sus lilaos en la mesa del comedor, quejándose ya por tener que quitar de en medio algunas de sus cosas, de manera que algunas personas ¡levan vidas desordenadas para no causar problemas en la familia.

Evalúe el desorden Haga una lista de los factores mencionados en este capítulo que contribuyen a su costumbre de dejarlo todo manga por hombro. Añada otros que se le ocurran y dé ejemplos de cómo afectan su vida.

1.

3.

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4 USor qué es usted desordenada t *

La que pierde el tiempo

T a ñ í a , a l ig u a l q u e s u c e d e c o n m u c h a s DESORDENADAS, es una persona optimista y uno de los motivos de su optimismo 'fes, que tiene un sentido del tiempo poco apropiado. Siempre calcula mal el tiempo que le llevará hacer las cosas. Durante veinte años le ha llevado una hora entera arreglarse para el trabajo por las mañanas. Sin embargo, cree de manera optimista, que puede reducir ese tiempo a cuarenta y cinco minutos -si tan sólo se da un poco de prisa— de modo que duerme otros quince minutos más, pero durante veinte años ha estado llegando quince minutos tarde al trabajo. Debido a que siempre va con retrasó, nunca le da tiempo para meter los cacharros del desayuno en el lavaplatos, ni de poner orden en su dormitorio, ni de colgar la ropa que ha decidido no ponerse. Tañía posee una de las más clásicas características de la persona que pierde el tiempo. 1. N o es consciente del paso del tiempo. Muchas desordenadas no tienen el menor sentido de cuánto tiempo les lleva hacer las cosas. Cuando están de acuerdo en hacer algo no se dan cuenta que no son humanamente capaces de realizarlo en una cantidád determinada de tiempo y algunas de ellas ni siquiera llevan reloj. No les preocupa la

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SI- ACABO l'l DESORDEN

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c uuul KÍ a-' tiempo V si son personas distraídas, no sienten el paso del tiempo romo lo siente una persona que no lo es. El calcular constantemente mal el tiempo es un síntoma seguro de la mentalidad la desor­ denada. -> S0UtiJo de la importancia. Las personas importantes son tmnbten personas ocupadas. Llenan su tiempo hasta el tope para asegur U'C a n mismas de su propia importancia. A veces las personas se ma­ ma pensando que son muv importantes y el trabajo que están haciendo también es muv importante. Un pastor que acaba de tener varios atar ‘ cardiacos, pero que continuaba teniendo un horario espantosa­ mente ocu¡xido, le dijo a una clase de jóvenes estudiantes seminaristas,; cae se iba á quemar para Dios y el orgullo con que les contó la historia í í o que ios estudiantes se preguntasen si no se estaría quemando por' puro egoísmo v hay veces que nuestros motivos nos pueden sorprender. | 1 3. N o están dispuestas a tom ar el control. Algunas personas es

f tan adictas a que otras les digan lo que tienen que hacer y rara vez pía-; nean nada para sí mismas ni deciden nada por sí mismas, dejándose^ llevar “por los acontecimientos” esperando a que sus padres, sus cónyuj ges, sus hijos o Dios les diga lo que tienen que hacer. Esto da lugar af caos debido a que cada uno tiene una idea diferente de lo que d e b e rí|j estar haciendo esta persona desordenada. Todos nosotros tenemos sm ficiente tensión sin añadir más, permitiendo que otros tomen el contra de nuestra vida. lf:(.c.u>nar derna.uar las ur--.an y de dejar desorden por rodas p^rn:;. M.ri.jiic normalmenre estos artículos están escritos de manera ironií.i y el autor esta intentando mostrar que es un tanto excéntrico, ÍVr'., / .,)!)(• »ir 1.1 ur.a!, eso lo vuelve más digno de nuestro cariño i ve rdud.' AiK ly K o o n e y era una de esas personas, desordenado, pero afable. f I.k e rnu< bo tiempo la gente se reía de los borrachos, pudíendo im uar su manera de andar, dando tropezones, dem ostrando lo gracioso q u e era que no acertasen a meter la llave en la cerradura o hablar sin ,u rastrar las palabras, lisos chistes lian dejado de tener gracia porque la gente ci msídera la embriaguez como el problema grave que es. Se acost umbraba pensar que las personas gordas eran alegres y ahora sabernos que m ochas perdonas, a las que les sobra peso, solamente se ríen para ocultar sus lágrimas, lil desorden sigue siendo aún un chiste para mu­ chas personas, pero no es grac ioso para las personas que lo son.

Las personas desordenadas ansian ten er una vida de orden y de d ig -| nidad. N o q u ieren te n er que estar siempre buscando la linterna, el ttiar-^ tille) o las llaves. Q u ieren llevar vidas cóm odas y controladas, m anera que buscan m étodos que les ayuden a vencer su locura. Algife| nos no funcio n an de n in g u n a m anera, pero otros sí funcionan d u r a n tj

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El trabajar máv duro n o funciona

un tiempo y luego comienzan a ¿aliar. Eítm m éííxk» *c encuentras; to­ jo* eib* en b c a n d í a del Enfoque de trabúpzr más dwo. Eí “Enfoque de trabajar más duro* reconoce toda clase de motivo» por ios que ezúte eí desorden; el tam año de b casa, eí nóm erodc personas que viven en ella, eí número de actividades, b falta de cooperación por parte de los demás, pero a b postre, b responsabilidad recae sobre una sola persona, usted. Y sí la casa no está en orden usted está conven­ cida de que es debido a que no ha trabajado b suíbíentemente_duro. Aquellos que intentan utilizar este enfoque usan su fuerza de v o ­ luntad, las normas y lo* métodos sistemáticos. Creen que sí dgxubren el método apropiado'y b usan con fidelidad, su problema se habrá aca­ bado. Piensan que algo anda mal en ellos porque su casa no está bajo su control, y lo creen aun con más fuerza eimndo el desorden les vence de nuevo, culpándose a sí mismos y no al método de su fracaso. Algunas de las premisas relacionadas con el “Enfoque de trabajar más duro” son: 1. El desorden es malo. Están convencidas de que b limpieza le sií/iic en importancia a la santidad o alguna modificación a ese lema. Las personas buenas son ordenadas, de modo que las desordenadas son sa­ bandijas.

Las personas desordenadas trabajan ya suficientemente duro y algunas de ellas trabajan más que las amas de casa que tienen éxito.2 2. La organización es u n a tarea interm inable. Algunos programas usan listas, tarjetas o una variación de ambas, lo cual sirve para poner orden en medio del caos, pero al mismo tiempo confirman a la persona desordenada lo que ella sospechaba, que níantener la casa limpia y or­ denada es una labor gigantesca. C on una dosis de determinación ex­ traordinaria se enfrenta con el sistema, pero acabar por volver a su costumbre de tener la casa manga por hombro, como hacía* antes, y ahora tiene que enfrentarse no sólo con la confusión de una vida desor­ ganizada, sino con la decepción que le causa el fracaso, y ahora está se­ gura de que ella tiene la culpa. ¡

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SI* A('AIU') I I. DHSOKDI'IN 2. 1:1 m aratón dv limpieza le hará triunfar. Algunas veces la li usiración Je tener que vivir en una casa qi|e k\ repugna se convierte en aleo tan molesto que Je repente se poite a Ü>up«ar como una loca, i t o j o lucra! ¡ Lodo guardado! Uno Je los principales problemas que tienen las personas desordenadas es esa imperiosa necesidad de hacerlo twlo deprisa. Pedica dos o tres días a limpiar la casa porque va a tener visita* v durante un día las cosas que ha metido, do cualquier numera, en las gavetas, en los armarios y en las casillas, permanecen allí. Al día sumiente revientan v la casa regresa a su estado normal o peor. La desordenada siente dos cosas: orgullo por el hecho de que du­ rante un m omento ruvo una casa preciosa, y decepción por no poder m antenerla así más que durante un solo día. En la obra Flowers for Algemon, un joven retrasado se cura de su retra-'O mental, pero cuando el tratam iento comienza a pasarse vuelve a óU estado Je retrasa mental. Nos dolemos con él, al verse a sí mismo va­ cilar. y nos marchamos tristes del teatro. Las desordenadas viven repe­ tidam ente esa comedia, intentando funcionar con normalidad, sólo para volver a caer en sus antiguas costumbres. El maratón de limpieza sólo da pie a más fracaso. 4. La ren u n cia propia es parte de la buena am a de casa. De ma­ nera subconsciente, las mujeres desordenadas están convencidas de que a fin de poder tener una casa ordenada tendrán que renunciar a las cosas que más les gusta hacer, creyendo a pies juntillas que no hay sufi­ ciente tiempo como para hacer las cosas divertidas o las que son impor­ tantes, haciendo posible también, tener una casa en orden. La mayoría de las personas desordenadas no están dispuestas a sacrificar su forma de vida por el orden. Pero la renuncia propia forma parte, a su manera, del estilo de vida de la desordenada, aunque pocas de ellas se dan cuenta de este hecho, ya que las desordenadas se niegan a sí mismas todos los días. Se niegan a sí mismas el placer de invitar a gente a sus casas porque se sienten aver­ gonzadas por el lío en que está su casa y al mismo tiempo se niegan a sí mismas la com ida que les gusta porque no tienen nunca los ingredien­ tes necesarios para hacerla y algunas hasta se niegan el placer de las ac­ tividades ai aire libre porque se sienten culpables dejando la casa en un estad a tan terrible como el que se encuentra. ( 5. El trab ajar m ás d u ro p ro d u cirá el cam bio que usted quiere. El problema con esta m anera de abordar la situación es que trabajar aun

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Kl trabajar má» duro no funciona más, nunca va a sacar a la luz los motivo» por los que usted es desordenaila. Las desordenadas trabajan ya suficientemente duro y algunas de ellas trabajan incluso más que las amas de casa que tienen éxito. Hasta que descubramos las causas subyacentes del desorden la casa no cam­ biará jamás. Clarence Darrow, un famoso abogado estadounidense, reconoció muy pronto qué el trabajar con ahínco no era el único camino para con­ seguir el éxito. Darrow estaba siendo entrevistado para un artículo de una revista acerca de los motivos que daban los hombres destacados so­ bre su éxito. J , — La mayoría de los hombres con los que he hablado hasta el mo­ mento atribuyen su éxito al duro trabajo — le dijo el entrevistador. — Supongo que eso se aplica a mí tam bién—dijo Darrow— . Yo me crié en una granja. Un día que hacía mucho calor yo estaba distribuyen­ do y empaquetando la paja, que una apiladora echaba constantemente encima de /mí. Para cuando llegó el mediodía estaba completamente agotado. Esa tarde dejé la granja, para no volver jamás, y desde enton­ ces no he vuelto a hacer un día de trabajo duro.

Evalúe el desorden Las personas desordenadas son perfeccionistas, que frecuentemen­ te hacen una m ontaña de todo y quieren conseguir que todas sus res­ puestas sean correctas, pero para estos ejercicios, no sea usted particular. El primer impulso será el mejor, de modo que escriba lo pri­ mero que le pase por la mente.i.2 i. Cuando usted ha intentado poner la casa en orden en el pasado, ¿qué ha sucedido? /■ 2. ¿Qué enfoques ha adoptado en el pasado y cómo le han funciona­ do? ¡ )

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SH ACABÓ lil. DESORDliN

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I d. Fijóse en las características del enfoque relacionado con el trabajar más duro. ¿Cuál de ellos le representa a usted? Describa sus expe­ riencias. ’■ \ i a. b.

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4

I

L a t e n s i ó n y l a f a l t a d e o r g a n i z a c i ó n corren parejas, así que las desordenadas tienen más tensión que la mayoría de las personas y una vida de ir dejando todo manga por hombro es una vida dom inada por la tensión. No estoy hablando sencillam ente acerca de tener los nervios de punta, sino del desgaste sobre el cuerpo, al intentar adaptarse al cam­ bio. Puede que estos cambios sean buenos, como casarse, o malos, como divorciarse, pero ambos producen tensión. Estos procesos que causan tensión pueden ser físicos o mentales, pero todos ellos afectan al cuerpo y si suceden con regularidad o si varios de ellos se dan en bre­ ve espacio de tiempo, acaban por afectar cómo vivimos y cómo tene­ mos nuestras casas. El Colegio de Médicos N orteam ericano ha recopilado la siguiente lista de síntomas que indican que la persona puede hallarse bajo ten­ sión y debe ver a un médico para que la aconseje: * * • • • •

Palpitaciones cardiacas. T em or a salir de casa. Insomnio o sueño excesivo. Pérdida del interés en las actividades normales.

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¡

SI. ACABÓ EL DESORDEN • batiga, dolores de cabeza u otros síntomas físicos. • 1risteza o pensamientos mórbidos. > • Empeoramiento de una enfermedad existente sin una explicad ó n clara. Estos, por supuesto, son síntomas médicosquc pueden ser causados pi >r algo más que tensión. ( )tros síntomas subclínico.s pueden ser también señal de tensión: I In aum ento de falla de memoria (dejar las llaves dentro del auto, olvidar titas o confundirlas, aum ento en el desorden). Las tensiones tienden a ac'-ntuar cualquier falta que podamos tener. Por eso las per­ sona s desordenadas tienden a volverse más desorganizadas, más olvida­ dizas y se distraen con facilidad, cuando están bajo tensión, mientras que la ordenada se vuelve fanáticamente limpia. Estos son los síntomas que describen los médicos, los sicólogos y los sita tai iali.it as. Puede que reconozcamos como tensión el momento en que nos cansamos tic: que la gente nos pida demasiado, cuando estamos i a l i s a d o s d e exigirnos dem asiado a nosotras mismas, cuando nos t ansam os de trabajar dem asiado duro, cuando nos cansamos de que nadie agí aduzca lo que hacemos. Para resumir, sencillamente estamos cansadas. May dos clases de mujeres que son las que más experimentan ten- -: dón. Una es ¡a controladora, que se encuentra bajo tensión porque ni la s | personas ni las cosas colaboran totalmente. Las que controlan lo hacen! ¡ ’( >r un par de motivos, Primero, temen a las cosas que están fuera de con*# trol y, segundo, sencillamente disfrutan de poder tener el control. m Las dest >; denadas no suelen ser controladoras, pero sí se relacionan! con su desorden de una m anera especialmente controladora. No le per-jl unten a nadie tocar sus cosas ni hacer ningún cambio en la casa que¥ esté relacionado con sus cosas. Ay de la esposa desordenada reformada^! que tiene que enfrentarse con un marido desordenado y co n tro la d o ^ así como con una casa desordenada. m La otra clase de mujer bajo tensión es la complaciente. Estas soap mujeres que quieren que la vida le vaya bien a todo el mundo y ese es motivo de que guarden tantas cosas. N o es sólo para tener todos los su^, ministros necesarios, sino que quieren disponer de todo lo que los e..„ más puedan necesitar también.

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Poniendo fin a la tensión por el desorden Machas de estas personas usan sus habilidades para complacer a los demás en sus trabajos y con frecuencia tienen mucho éxito. Sin embar­ go, la verdad es que aunque son personas capaces, sociables y muy bien consideradas, tienen un concepto de sí misma deficiente y es por eso que se esfuerzan tanto en complacer a todo el mundo. Para tener éxito en esta labor imposible, es preciso que no cometan ninguna equivoca­ ción. Para asegurarse de caerle bien a todo el mundo, dicen que “sí” a todos los trabajos que les pidan que hagan y llevan más carga que nadie en la familia, y hasta puede que salgan por ahí con el fin de buscar más actividades para confirmar sus habilidades. En resumen, para m antener su imagen de ser perfectas y para evitar la crítica (a la que son muy sensibles) las complacientes abandonan el control de sus vidas y sus prioridades por amor a otros. Puesto que esta clase de mujeres se casan con frecuencia con hombres controladores, sus vidas están demasiado cargadas de trabajos y responsabilidades que les imponen sus maridos, y aunque se quejen de que se están aprove­ chando de ellas, están entregadas de lleno a esta clase de vida que las destruye. Se han efectuado estudios que indican que la sensación de impo­ tencia para controlar la vida propia es una de las principales fuentes de tensión. Si en su vecindario hay un perro que está ladrando muy fuerte, puede que se ponga usted nerviosa y que se sienta inquieta. Si está in­ tentando dormir, cada uno de sus ladridos es como un martillazo sobre su cabeza, y usted se pregunta por qué sus amos no hacen que el perro deje de ladrar. Sin embargo, si usted es la dueña puede que los ladridos del perro no la molesten tanto. ¿Por qué no? Porque tiene usted el con­ trol. Sabe que puede llamar al perro y hacerle entrar y de ese modo eli­ minar el ruido. Debido a que usted sabe que tiene el poder para cambiar lo que la está molestando, no le incomoda tanto. Puede que usted se haya dado cu en ta del mismo fenóm eno en los restaurantes o en la iglesia cuando hay niños pequeños que hacen ruidos que m olestan a los demás. Sus padres están ahí sentados, ta n tranquilos, y da la im presión de que no se d an ni cu en ta del alborotó.* Sí, están acostum brados al ruido ocasionado por sus propios hijos y, Por lo tanto, no se distraen por él con ta n ta facilidad, pero tam bién saben que tienen algún control sobre la situación y eso alivia su te n ­ sión al respecto. >

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SE ACABÓ EL DESORDEN E l resultado de la tensión

'

Además de los resultados notamos: dolores en el péqho, nos volve­ mos olvidadizas y estamos fatigadas, pues la tensión causa muchos pro­ blemas que pueden pasar inadvertidos durante mucho tiempo. Lo que usted no puede ver en su cuerpo son los músculos que se po­ nen tensos, el ceño arrugado, la mandíbula tensa y el ritmo del corazón acelerado. Su cuerpo cierra el fluir del agua, haciendo que usted tenga sequedad en la boca y el fluir de la sangre está limitado. La adrenalina se introduce en su sistema a raudales y otras glándulas reaccionan ante ella. Desde el punto de vista exterior, nosotras seguimos con lo nuestro, pero interiorm ente, nuestros cuerpos están luchando por m antener las cosas bajo control y nos acostumbramos a ello de tal modo que creemos que nuestros cuerpos se sienten así de m anera natural, pero nada más lejos de la realidad.

CO RPO RA CIO N

Ayuda para la desordenada que tiene tensión La ayuda puede ten er dos aspectos diferentes. U no se denom ina cura y el otro prevención.

La cura 1. El ejercicio es lo q u e m ás alivia la te n sió n . A ctividades como cam inar, m ontar en bicicleta y practicar yoga h acen que fluya la sangre y que el cuerpo se ponga en m ovim iento aliviando los nudos causados por la tensión. C uando el corazón com ienza a bom bear y los pulmones

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Poniendo fin a la tensión por el desorden comienzan a llenarse de aire fresco y puro, la mente empieza a ver las cosas con más claridad y la vida parece mejor, así como el dormir resul­ te también más fácil. La tensión por lo general afecta la cabeza y el cuello, de modo que los siguientes ejercicios se concentran en esa parte del cuerpo y la m a­ yoría son ejercicios para estirarse, puesto que los músculos comienzan a acortarse al ponerse teneos por causa de la tensión. Usted puede reali­ zarlos estando sentada. La mayoría de ellos puede hacerlos en lugares públicos sin temor a parecer una loca. Hay algunos de ellos que usted puede hacerlos en el auto, pero la casa es siempre el mejor lugar para hacerlos. a. H acer girar el cuello. Incline la cabeza hacia delante, como si estuviese intentando mordisquear la parte superior de su blusa. A con­ tinuación gire la cabeza en dirección a un hombro y de nuevo hacia de­ lante, luego hacia el otro hombro y de nuevo al centro, repitiendo varias veces el ejercicio. (Una versión más conocida de este ejercicio es hacer que la cabeza se incline hacia atrás, pero recientemente los estu­ dios médicos han comprobado que esto no es sano.)

La sensación de impotencia en cuanto a controlar nuestra vida es una de las principales fuentes de tensión. b. El encogimiento de hom bros. Levante los hombros todo lo que pueda hacia las orejas, como si estuviese diciendo: “no lo sé”, hágalos girar hacia delante, hacia abajo, hacia atrás y repítalo. Haga esto dos o tres veces en ambas direcciones. c. El gran abrazo. Estire los brazos hacia los lados, de manera para­ lela al suelo. Manteniéndolos tan altos como sea posible, hacia la dere­ cha, toqúese las manos por detrás y ahora vuélvalas hacia delante, dándose a sí misma un gran abrazo. Aunque el estirarse no obre marayias>el abrazo sí lo conseguirá. d. El estirón. Levante las manos todo lo alto que pueda, por enci­ ma de su cabeza, como si estuviese intentando coger algo y manténgaas en esa postura durante unos' segundos y bájelas a continuación.

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SE ACABÓ EL DESORDEN

TI

Luego haga lo mismo con una mano a la vez. Haga esto hasta que sienta i el alivio en su espalda y sus hombros. j \ ¡ e. El masaje. Dedique algún tiempo aldarseqnasaje en el cuello y los hombros, frotando en círculos sobre esos músculos tensos hasta que empiecen a suavizarse un poco. 2. Relájese en u n a bañera con agua caliente co n espum a. El estar en remojo en un cuarto de baño iluminado por una vela hace maravi­ llas. Una amiga con la que com partí esta idea me dijo que se estaba arruinando comprando velas y espuma porque le gusta mucho. 3. U n m asaje y u n baño caliente. Si están disponibles, esta combi­ nación también puede funcionar, pero la mayoría de nosotras tenemos que contentarnos con el baño de espuma. / I

La prevención

/

U na vez vi un letrero en un auto que decía “Puedo tenerlo todo.” La verdad es que debería haber mirado para ver si la conductora era una pobre mujer con los nervios destrozados. Si no lo era, debía estar en la primera etapa de tenerlo todo. Al llegar a ese punto, las personas toda­ vía están llenas de energías y de emoción. La vida está llena de cosas maravillosas que hacer, de cosas que podemos ser y tener. Las desorde­ nadas, siendo personas maravillosas, que aprecian las cosas buenas y creativas de la vida, no quieren perderse ninguna de ellas, pues nos sen­ timos com o si estuviésemos en el cielo teniéndolo todo. Cuando está ahí fuera es difícil no ir por ello. C uando llegamos a la etapa central de conseguirlo todo, em Meza a haber un poco de tensión, pero la persona aún se deja llevar por 11 emo­ ción de conseguirlo y está convencida de que si tan sólo se organiza me­ jor, puede hacer que todas encajen. Lo prim ero que desaparece es el tiem po que se dedica a sí misma, como es natural, pero eso no importa porque todas estas cosas son m ucho más im portantes. C uando llegan a la etapa fihal de tenerlo todo, las cosas empiezan a ser superiores a nuestro control y una reunión cancela la otra. U na obli­ gación. hace que nos resulte imposible asistir al program a de los niños y ya nada parece im portante. El cocinar se ha visto seriam ente reducida, para poder hacer frente a sus obligaciones. H a grabado en video algu?. nos de los program as de televisión que quería ver, pero no tiene tiempo para verlos y no son más que una presión más. ■

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Poniendo fin a la tensión por el desorden U na mujer, al llegar a las etapas finales, posiblemente no tenga un aspecto agotado porque está intentando mantener un buen aspecto y muchas personas dirían que tiene éxito y ella misma apenas si es cons­ ciente de que no es así. Desde el punto de vista superficial, tiene buen aspecto, pero por dentro está hecha polvo. Pero a la postre acabará sin­ tiendo los efectos de la tensión, a la que se ha sometido a sí misma por no saber el secreto que hace posible evitar la tensión. En lugar de inten­ tar tenerlo todo, debería de haber estado intentando establecer sus prioridades, que es el secreto para prevenir la tensión. Para las desordenadas esto resulta difícil de aceptar, pues quieren evitar tener que hacer las decisiones necesarias para establecer sus prio­ ridades y no les gusta decir que no a una causa digna de su atención. Reconocen las necesidades del mundo y quieren ayudar y, además, al­ gunas de sus actividades aportan algún dinero adicional y no quisieran tener que renunciar a eso. Para resumir, las desordenadas quieren creer el mensaje defietrero del auto, es decir “Puedo tenerlo todo”, pero es una mentira. Nadie puede tenerlo todo. Es preciso que establezcamos priorida­ des, de acuerdo con lo que es im portante y no dejamos atraer, de modo que otras cosas nos alejen de nuestros compromisos. Piense en el letre­ ro, según el cual “Puedo tenerlo todo” y coloque sobre él otro que diga Prioridades. Para poder hacer el cambio es necesario reemplazar nuestra anti­ gua manera de pensar y no es fácil reducir la vida ajetreada. Nos hemos acostumbrado a la excitación y puede que hasta estemos acostumbra­ das a la carga de adrenalina que nos produce. Aunque el precio que de­ bemos pagar por esta nueva m anera de pensar puede parecemos elevado, los resultados bien valen la pena. He aquí cómo se hace: 1. Lleve u n a vida a u n m ism o ritm o. Encuentre el mejor ritmo y sígalo. Yo soy una persona madrugadora. Me acuesto alrededor de las nueve todas las noches y me despierto todas las mañanas alrededor de las cinco y cuarto y no me desvío mucho de esta rutina. En una noche especialmente bulliciosa me vuelvo completamente loca si estpy levan­ tada hasta las once de la noche y al día siguiente lo pago, de modo, que tan pronto como me es posible vuelvo a mi rutina. En el libro In Body Rhythm: The Circadian Rhythms Within You el au­ tor, Lee W eston, nos habla acerca de estudios que muestran que si nos alejamos m ucho de nuestras rutinas diarias lo que hacemos es

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SE ACABO EL. DESORDEN introducir tensión en nuestra vida, lo cual causa problemas físicos. Las personas que llevan vidas con tensión no se( pueden desviar tan to de su horario habitual com o aquellas que lle v a i\u n a \id a con menos presiones. El ciclo rítmico de cada persona es diferente, pero si usted descubre el suyo y lo sigue, estará más tuerte que si está derrochando energía siempre, luchando en contra de su propio cuerpo. 2. H aga tiem po para aquellas cosas que le sirven de apoyo em o­ cional. Puede que sea el grupo de una iglesia. El Dr. G ene Stainbrook, al que citan en el libro Vnstress Your Life: How to Reduce Tensión and Feel Great los editores de la revista Prevention dice que participar acti­ vam ente en una iglesia les da a las personas m uchas clases de apoyo que ayudan a aliviar la tensión. O tra ayuda puede ser la de un grupo de apoyo como Desordenadas Anónimas. La revista Health (Salud) hace el siguiente com entario sobre el lugar que ocupan los grupos de autoayuda para reducir la tensión: En una gran ciudad, de la parte central del oeste de los E sta d os Uni­ dos. tres hom bres y d o s mujeres se reúnen para cenar todos los mar­ tes. Por m uy deliciosa que se a la comida, cuando llegan a la mitad se han olvidado de todo, aparte de la intensa conversación en voz baja que están teniendo. No, no se trata de periodistas dedicados al coti­ llee, intercam biando los m ás recientes líos inmorales, son personas com entes que están dando rienda suelta a s u s tensiones en uno de los gru p os de autoayuda informales, que están surgiendo actual­

mente por todo el país.

N inguno de los del grupo e s un terapeuta pro­

fesional. pero el apoyo que se ofrecen los u n o s a los otros tiene tanto valor que el grupo se ha venido reuniendo con regularidad durante un ano. (M arzo de 1984.)

U n a de las cosas m ás estim ulantes que hago por m í m ism a es escU' ch ar la radio de cam in o al trabajo, ya que en n u estra región existen cua tro estaciones inspiradoras. Dos de ellas son estaciones religiosas que tocan him nos gloriosos. C o n frecuencia llego al trabajo a las 7.30 e a m añ an a h ab ien d o c a n ta d o los grandes him nos de la fe de todo coraz U» todo e! cam ino. Soy una de las pocas personas q ue llega al trabajo s bando v tararean d o . E n cu e n tro que esta es una m an era maravillosa empezar el día. En ocasiones escucho m úsica clásica, que m e e e

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Poniendo fin a la tensión por el desorden Otras veces escucho la estación que pone casetes de grandes oradores, que motivan a la gente, como puede ser Zig Ziglar, el Famoso Amos, The Cookie Man y Wayne Dyer.

Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable j ... en esto pensad, (F ilip en ses 4:8) *3

Lo que me inspira a mí a lo mejor no le inspira a usted. Examine su alma para averiguar qué es lo que le estimula. Por ejemplo, si lo que le entusiasma son las grandes obras literarias, puede que lo que desee us­ ted sea volver a lá universidad para poder estudiarlas. 3. R eem place los pensam ientos negativos p o r positivos. N o piense en las malas noticias que aparecen en el periódico, no medite en los problemas que ve en la televisión. Evite a las personas que se sienten fascinadas por las malas noticias y por los pensamientos negativos. So­ mos la primera nación en la historia que se entera al cabo de unos mi­ nutos de la noticia de una tragedia que ha tenido lugar al otro lado del mundo. En los tiempos del colonialismo llevaba semanas para que el país se enterase de quién había sido escogido como presidente y ahora lo sabemos antes de que se acaben las elecciones. Las malas noticias viajan a la misma velocidad y nosotros reunim os más malas noticias acerca del m undo exterior en u n día de lo que lo hacían los pioneros en un año entero. El espíritu hum ano sólo puede soportar una cierta canti­ dad de noticias acerca de asesinatos, secuestros, inundaciones y terro­ rismo sin sentirse angustiado por la enorm idad de todo ello. C uántos de nosotros pueden ver personas que están tiradas sobre u na pista de ate­ rrizaje o succionadas al vacío por u n agujero en uno de los lados del avión, bueno, ve usted la cantidad de inform ación negativa a que so­ metemos nuestras m entes si permitimos que llegue toda esta clase de información hasta nosotros. T odas estas malas noticias, además, resul­ tan más frustrantes si tenem os en cu en ta que n o hay absolutam ente nada que podam os hacer al respecto. En lugar de malas noticias, lea libros que la m otiven. Por las m añanas>cuando me levanto, me paso m edia hora a solas leyendo algo que

.

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SE ACABO EL. DESORDEN me fortalezca para t. k Io el día. En la Biblia, Pablo'nos dá algunas ins­ trucciones que tienen un beneficio especial en nuestro mundo moder­ no, que tanta tensión ocasiona.

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo ío justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay vir­ tud alguna, o algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4: 8) 4. Evite los conflictos. No siempre podemos evitar los conflictos, pero hay personas que no andan con cuidado para no involucrarse en eilos y parecen incapaces de comprender cómo están trayendo cons­ tantemente conflictos a sus vidas. Como es natural, algunos de los con­ flictos se pueden evitar sólo alejándonos totalmente de la persona o la shuación involucrada. Si el conflicto hace que usted esté enfadada o alterada, las glándu­ las adrenales y varias más comienzan a funcionar de modo excesivo, preparando el cuerpo para la lucha o para la huida. Puesto que no es muy factible que usted vaya a participar en una pelea o vaya a huir, su cuerpo estará sometido a una tensión terrible para nada. . La indecisión es otra forma de conflicto y las personas desordena­ das tienen mucho de eso. Puesto que somos perfeccionistas y queremos', siempre tomar la decisión correcta, pasamos mucho tiempo y dedica-, mos muchas energías a debatirnos ante cada opción y esta lucha resulta agotadora, pero es algo que hacemos por cada detalle insignificante. Cuando yo empecé a deshacerme del exceso de mis posesiones, sólo po-¡ día hacerlo durante una hora a la vez por día, porque el tomar decisio* nes me dejaba agotada. Quería quedarme con las cosas, pero sabía que

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Poniendo fin a la tensión por el desorden no podía vivir como yo quería realmente con tantas cosas en la casa. Estaba bajo una enorme presión y mi cuerpo lo sentía. En su libro Women and Fatigue Holly Atkinson dice: “Los confiteto s... son una de las principales fuentes de la fatiga en las mujeres. Esas luchas, ya sean conscientes o inconscientes, entre dos deseos contrarios o cursos de acción hacen que el cerebro esté trabajando horas adiciona­ les, lo cual hace que use más energía. 5. T om e control sobre su tiem po y su casa. Hay dos maneras principales de hacerlo.iEn primer lugar, adopte el papel de una persona con autoridad porque si su actitud es pasiva y acomodaticia otras perso­ nas controlarán su vida y usted se sentirá frustrada, con tensión y can­ sada, pero si usted tiene confianza en que sus pensamientos, deseos y planes valen la pena y son productivos, será evidente en la manera en que usted se yergue, habla y se comporta y la gente la respetará a usted y a sus planes. No siempre usted tendrá la razón, pero sí tendrá el control lo cual aliviará la tensión producida por la impotencia. Al usted cambiar y dejar de ser una persona que no tiene enervas para ser una persona que sí las tiene, las personas que la rodean pasarán por cuatro etapas de adaptación. Nuestro país pasó por estas etapas al enfrentarse al movimiento de los derechos civiles y las protestas sobre Vietnam, de modo que no tome como personal lo que le está pasando. En primer lugar, harán caso omiso de usted, con la esperanza de que esto no sea más que una fase que pasará si aparentan que no tiene importancia. En segundo lugar, lo m alinterpretarán. Dirán: “Mi madre última­ mente no es la misma. Tal vez sea la fecha del mes” o “está otra vez con uno de sus intentos por mejorar.” Ellos dirán cualquier cosa menos “Mi madre quiere que las cosas sean diferentes y no cabe duda de que tiene ✓ » razón. En tercer lugar, se darán cuenta de que usted no va a regresar a lo mismo y se resistirán a sus deseos con un cierto sentido de urgencia. La atacarán por no permitir que las cosas sigan como estaban. Puede que escuche afirmaciones como: “Usted está 5resultando una molestia", “recogeré esas cosas dentro de un rato”, “no sea usted una cascarra­ bias”, “daría cualquier cosa porque usted fuese como era antes”. Cuan­ do sucede esto, sencillamente dígase a sí misma: “Tercera etapa.

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SE ACABÓ EL DESORDEN En cuarto lugar, cuando vean que todos estos enfoques no le disua­ den, comenzarán la etapa tinal, la dg la cooperación y tanto ellos como usted saldrán ganando. v La segunda manera de conseguir el control es volverse una experta en lo que usted hace. Si son las tareas de la casa, usted sabe lo que nece­ sita hacer y cómo hacerlo. Su casa está bajo control porque usted es más poderosa que su casa. Su casa, que hasta estos momentos la ha hecho sentirse frustrada y humillada, ya no sigue siendo motivo de tensión porque usted ha encontrado una fuerza superior, el poder de la habili­ dad y el sencillo hecho de saber que usted puede controlarlo realmente alivia la tensión. La verdadera tensión se verá aliviada porque la casa estará preciosa y en orden, así que la tensión ocasionada por tener una casa con un aspecto espantoso, tan poderoso, precisamente, porque se encuentra tan cerca de la fuente de nuestra feminidad, se verá aliviado. No queremos llevar vidas libres de tensión porque no hay nada tan aburrido como una vida sin hacer nada, que está tan libre de tensión que nos volvemos holgazanes. Es preciso que encontremos alguna cau­ sa o meta, por la que esforzarnos, intentando alcanzar la excelencia en algunas áreas. La tensión que está fuera de todo control debilita nuestras vidas y hace que nos pongamos furiosas. N o podemos funcionar bien, así que es preciso que seamos mujeres fuertes y capaces para cumplir con el plan por el que hemos sido puestas en el mundo. Está dentro de nuestro con­ trol si estamos dispuestas a hacer los cambios necesarios.

Diez sugerencias para acabar con la tensión (Yo los llamaría los diez mandamientos, pero no soy Dios, y además de eso, los mandamientos podrían añadir a su tensión.) 1. Acepte sus propias imperfecciones y siga adelante a pesar de ellas. 2. Evite luchar por nada que realmente no valga la pena. 3. No derroche sus energías en cosas que no son demasiado impor­ tantes. 4- Diga que no con más frecuencia. 5. Deshágase de muchas cosas. 6. No acumule muchas cosas. « 7. No se quede con demasiadas cosas. 8. Conceda valor a la sencillez de su estilo de vida.

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s

Poniendo fin a la tensión por el desorden

9. No se afane por cosas insignificantes. (Todas las cosas son cosas pe­ queñas.) 10. Sea agradecida.

Evalúe el desorden 1. Haga una lista de aquellas cosas que le produzcan más tensión.

b.

c. '

2. ¿Cuál de las diez sugerencias usted utilizará para que la ayuden a vencer su tensión? a.

b.

c.

\ ii

w*


e puede dividir en: delgado, promedio y gordo. La m anera en qM§

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Aprendiendo de sus amigos comemos puede dividirse en anoréxico, normal y exagerada. De la mis­ ma manera, las habilidades relacionadas con las tareas de la casa se pueden dividir en: desordenada, promedio y muy ordenada. Al igual que la anoréxica y la que come en exceso, que tienen ambas un proble­ ma, las ordenadas y las desordenadas tienen un problema con la limpie­ za, porque las dos tienen una compulsión por controlar las cosas. La exageradamente pulcra tiene una gran sensibilidad visual y quiere m antener todo lo que ve bajo^sucontrol. No puede soportar ver e l desorden y la acumulación ni tampoco verhada sucio. Todo tiene un lugar, normalmente fuera de la vista, y se asegura que permanezca en él, de forma que lo pueda encontrar cuando lo busque. Su área de respon­ s a b i l i d a d es estrecha y bien definida. Trabaja mucho y de manera pro­ longada teniendo-una mano dura, en lo que se refiere a su ambiente familiar, lo cual crea una gran tensión en su familia, porque vivir en una casa así no permite nunca relajarse. La desordenada también quiere tener el control, pero adopta un enfoque muy diferente, lo deja todo a la vista para tenerlo cuando lo necesite. Guarda muchas cosas que es poco probable que vaya a necesi­ tar porque, como ella dice: “N unca se sabe. Puede que alguien lo nece­ site algún día”. Esta enorme cantidad de material, una gran parte de él en medio para que ella pueda vigilarlo, causa un gran desasosiego a su familia y también a sí misma. No resulta agradable vivir en la casa y no tiene buen aspecto, nadie puede encontrar las cosas, la casa resulta difí­ cil de limpiar, y la familia se siente avergonzada de invitar a la gente. La desordenada tiene la impresión de que está trabajando todo el tiempo, pero logra muy poco.

Sencillamente hay que saber cómo hacerlo. / Las amas de casa promedio no tienen problemas con las tareas del hogar, van adelante despreocupadamente y tienen una casa agradable. Esta clase de ama de casa se enorgullece y le complace su casa, pero no trabaja demasiado en las tareas del hogar. Aquellas de nosotras que so­ mos desordenadas, con los nervios de punta, nos preguntamos cuándo lo hace. Ella parece pasarse las horas haciendo cosas agradables, comó

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-^

si;

r acabó el desorden

puede sel lomar cale con las amibas y saliendo. La casa ordenada es im­ portante .tara ella, pero las tareas del hogar no lo son. Sabe que no es perfecta y está cómoda con ese hecho, es una mujer común, pero tiene éxito. bsa es la meta que nos hemos propuesto alcanzar, ser un ama de casa promedio que tiene éxito. No queremos cambiar de ser una desor­ denada para ser tina ordenada, como tampoco una persona queitiene exceso de peso quiere cambiar su exceso en la ingestión de alimentos por una anorexia. D ESORDENADA l

PROM EDIO 5

ORDENADA 10

M arque el punto en que se encuentre en estos momentos y a conti­ nuación marque dónde le gustaría estar. Coloque una cara sonriente sobre la figura mientras lo está usted haciendo. Piense en lomgradable que será llevar esa clase de vida. Para averiguar cómo las amas de casa normales se las arreglan para que sus casas tengan un aspecto agradable sin esforzarse demasiado, en­ trevisté a algunas mujeres que hacía varios años que conocía. A fin de determ inar si eran amas de casa promedio, que tenían éxito, tuve en cuenta dos criterios diferentes (1) durante un período de años ¿habían estado sus casas en orden cuando yo las visitaba, sin o con aviso previo.7 (2) ¿M ostraban una m arcada falta de interés en las tareas del hogar? C uando entrevisté a amas de casa ordenadas para un libro anterior, Manual para el ama de casa desordenada, me dio la impresión de que es­ tas amas de casa ordenadas parecían un tanto despreocupadas de las la­ bores domésticas. Pero una vez que conseguí que hablasen, empezaron a contarm e acerca de sus planes, actitudes, trucos, técnicas, etc., que eran innumerables. En contraste con las amas de casa promedio, que tenían éxito, jta? cuales entrevisté, ellas nunca m ostraron demasiado interés por el tema, sino que le restaban im portancia a todo el asunto,. Las labores de la casa no eran para ellas su principal prioridad y aunque afirmaron que lesguiE taba tener una casa agradable, al mismo tiempo se mostraron un poco indiferentes al explicar cóm o lo conseguían. C uando les presioné me dijeron que lo hacían de m anera rutinaria. "Sencillamente lo hago pár| quitarme el trabajo de en medio", me dijo una. "No es más que pum

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Aprendiendo de sus amigos rutina ¿sabe?", me dijo otra. Una de ellas me comentó que le gustaba limpiar y otra que le gustaba su casa y disfrutaba cuidando de ella, pero no dedicaban demasiado tiempo a la limpieza. Tal vez dedicaban unas cinco horas a la semana para hacer la limpieza y organizar sus armarios. Le dije a una mujer que había oído hablar acerca de alguien que podía limpiar su casa en dos horas a la semana. Aparentemente sin dejarse impresionar y distraída por la fiesta de la cual era anfitriona en aquellos momentos, me musitó: "Me da la impresión de que cuarenta y cinco mi' ñutos sería más exacto." Entrevisté a mujeres de muy.deferentes condiciones, desde una jubilada que vivía sola en una casa con tres dormitorios y un cuarto de baño a una mujer que trabajaba sólo parte del tiempo y vivía con cinco personas, ti es generaciones en la misma casa que la mujer soltera jubi­ lada. Todas estas mujeres vivían en el sur de Florida, donde las casas son pequeñas y los jardines son bastante grandes porque la gente pasa más tiempo en el exterior, pero sus actitudes tienen una aplicación uni­ versal. 1. Las amas de casa que tienen éxito desean que sus casas tengan u n aspecto agradable. No tienen una casa bonita para que funcione bien, sino para poder encontrar las cosas. Me dijeron repetidamente que deseaban que su casa tuviese un buen aspecto. Norm almente las desordenadas quieren que sus casas funcionen bien. En un seminario les pregunté a las participantes por qué querían que sus casas estuviesen en orden. Todas las que contestaron ofrecieron motivos prácticos: “para poder encontrar las cosas”, “para no sentirme avergonzada”, “para estar segura de que los niños van a la escuela sin tantos problemas” y “para no tener que trabajar tanto.” Una mujer levantó tímidamente la mano y dijo: “¿Estaría bien que dijese que me gustaría que mi casa tuviese el mismo aspecto que tienen las casas que se ven en las revista Better Hornes and Gardens”? Su respuesta dio en el blanco del motivo de por qúé las amas de casa promedio, que tienen éxito, consiguen que sus casas sean tan agradables. Las personas que quieren que sus casas tengan un aspecto agradable acaban teniendo casas que funcionan bien, y las personas que quieren que sus casas funcionen bien acaban con casas que no funcionan ni tienen un aspecto agradable. El motivo de que sea así es que la belleza es más poderosa que el sentido de lo práctico. Una visión

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SK ACABÓ EL DESORDEN cautivadora ilo un hogar precioso atraera mucho más a una | desordenada de lo que lo hará la ¡dea de tener una casa que funcione, §

Al igual que la anoréxica y la que come en exceso¡ que tienen ambas un problema, las ordenadas y las desordenadas tienen un problema con la limpieza.

2. Las amas de casa que tienen éxito son amables consigo mis-1 mas. Están convencidas de que se merecen tener una casa agradable y t que está bien que tengan lo que necesitan y quieren. No se niegan cosas ! a sí mismas como hacen las desordenadas. Puede que pasen sin algo por . no tener el dinero para obtenerlo, pero no lo hacen por principio. 3. Las amas de casa que tienen éxito confían en sus sentimien- : tos. Tienen buenos instintos respecto a las cosas con las que deben que-|-. darse y aquellas de las que se pueden deshacer. Son mucho másl informales que las desordenadas cuando se trata de las cosas de la casaíf No están PRENDADAS de las cosas como lo están las desordenadas;! no TEMEN cometer equivocaciones, ni a tener un objeto importante o | regalar algo que a lo mejor van a querer más adelante. 4 Lo que realmente me sorprendió cuando estaba hablando con ellas ; fue las relaciones que tenían con sus colecciones. Una de ellas tenía! una colección de figuritas y de cuadros de payasos. Al mirar en el in-| terior de su casa me di cuenta de que la estantería de figuritas de pa-f yasos parecía estar llena. “¿Qué hará usted con otras figuritas q u é | pueda conseguir?", ella me contestó: “He dejado de coleccionarlas.”! Me quedé asombrada, pues no sabía que se pudiese dejar de hacer unáf colección cuando ya no se tuviera más espacio. Pensé que una colecjl ción era como una amistad, que se m antiene aunque acabe por resulta» inconveniente. 1 ' ;. || O tra mujer que tenía una colección de objetos de cristal azul dijo lo mismo. Se disponía a dejar de coleccionarlos porque la repisa di su ventana estaba llena. Además, tienen sentimientos informales acerca de los libros y revistas. Aquellas a las que les encantan y reciben revistas coa23*7 M W: 132

Aprendiendo de sus amigos regularidad disfrutan leyéndolas y compartiéndolas con sus amigas. Las guardan todo el tiempo que quieren y después las tiran o se las llevan a |;l lavandería, a la peluquería o se las dan a una vecina. Cuando Ies pregunté a estas amas de casa normales si guardaban la arte inferior de las facturas después de haberlas pagado (la parte que dice “guarde esta porción para sus propios registros”) algunas lo hacían, pero la mayoría no, diciéndome que basta con el cheque cancelado. Eso nle resultó sorprendente, puesto que el talón dice claramente qué hacer con él. Yo siempre he guardado éstos recibos y lo hubiese hecho de to­ jo s modos, aunque nadíenme hubiera aconsejado hacerlo, ¿ ta s son personas atrevidas, que viven peligrosamente. Me apuesto a que hasta je quitan las etiquetas a las almohadas, donde dice “no quitar, bajo pena de la ley.” Por otro lado, guardan lo que quieren y compran lo que necesitan, dentro de los límites de su economía, como es natural. Esta libertad las libra de esa privación inm inente que hace que las desordenadas deseen quedarse con todo. El libro de Proverbios tiene un interesante comentario acerca de este fenómeno: “Hay quienes reparten y les es añadido más; y hay quie­ nes retienen indebidamente, sólo para acabar en escasez. El alma gene­ rosa será prosperada y el que sacia a otros también será saciado" (11:24-25). ¿No es esto cierto de la situación que estamos describiendo.7Aque­ llos que dan cosas, de manera voluntaria, acaban teniendo una casa preciosa y ordenada, pero los que están aferrados a todo, pierden jo que están acumulando, la paz y la comodidad de la propiedad. El punto que estoy intentando transmitir es que las amas de casa que tienen éxito no se dejan llevar por sus emociones, de tal manera que el amor o el temor les haga guardar algo. Se muestran emocional­ mente distanciadas, tanto si se quedan con algo como si están com­ prando, y ese distanciamiento les concede la libertad para decidir de manera sensata. Dos de las afhás de casa promedio, que tenían éxito, a las que entre­ visté, enfatizaron la importancia de la moderación. Una de ellas dijo: “Yo hago las cosas con moderación, no quiero ser una fanática, hace que la persona esté demasiado tensa.” La otra dijo: “La moderación es la palabra iclave en todas las cosas.”

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f! SI i ACAHÓ 1:1. DESORDEN •f. Las amas do casa que tienen éxito están al tanto de la casa. Sa­ ben cuándo está abarrotada, llena, vacía, bonita, etc. Al contrario de las desordenadas, las amas de casa que tienen éxito poseen cierto sentid miento respecto a la situación de su casa, que se parece a tener hambre o a estar llenos. Las personas que comen en exceso no son consciente* de cuándo tienen hambre y cuándo están llenas, de manera que comen de una manera que tro es apropiada. Una persona normal come cuando' tiene hambre y deja de comer cuando está llena. La persona con exceso de peso come por costumbre, sin tener en cuenta el hambre, sin probar su comida. La persona normal es consciente del gusto y la cantidad de comida que ingiere. í. De una manera semejante, las desordenadas funcionan como má¿ quinas citando se trata de la casa. H acen muchas cosas destructivas sin darse cuenta del impacto negativo que tienen. La correspondencia es un buen ejemplo. Las desordenadas normalm ente la colocan sobre una mesa sin pensar demasiado en ella y sin preocuparse. La guardan, conlá propaganda y todo, como algo normal, además, guardan recibos y cup¿ nes sin pensarlo. > He aquí algunas técnicas que le ayudarán a decidir lo que debe guardar hasta que usted acabe con la costumbre de “guardarlo todo.? a. Esté u sted al ta n to de las cosas que suceden en la casa. Cuan­ do usted quiera com prar algo, especialmente si se trata de algo grande, no lo haga hasta que sepa dónde lo va a colocar. D urante un día o dos antes de comprarlo, imagínese dónde lo colocará y de qué modo enca­ jará. v jf b. E valúe las cosas q ue u sted no está segura si las debe guardar o no. Coja un arm ario o una gaveta y clasifíquelo todo en tres montóné& Si usted realm ente quiere o necesita algo póngalo en el m ontón núme­ ro 1 y colóquelo ordenado, donde tiene que estar cuando usted aca|é este ejercicio. Si tiene dudas acerca de algo, póngalo en el m ontón 2,Al­ m acénelo en la caja de las dudas y coloque la fecha de hoy en éUfefó que usted no utilice durante el próximo mes, deshágase de ello.. PmÉa las cosas que no necesita en el m ontón 3 y regálelas a una buena cáuSjjb tírelas. 0§¡|'; C uando el guardar se convierte en una decisión consciente'éjfjii' gar de ser un reflejo natural en su casa habrá m uchas menos cosas¿|¡|' rrotadas. Si m ientras está usted lim piando el armario se e n c u en ti^ g l una prenda que no le gusta nada, póngala en el m ontón 3 y deshái .¿ti

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Aprendiendo de su* amigo» (|c ella. Si está usted poniendo en orden la gaveta de b correspondencia y sc encuentra un anuncio acerca de rifles y usted no ha cazado jamás cll su vida, póngalo en el montón 3. Sí lo está guardando para un amigo giic caza, hágale un sobre con su dirección y échelo al buzón» N o lo vuelva a dejar. El estado de su casa depende de la habilidad que usted renga para tomar decisiones acerca de las cosas que am ontona. Una decisión de­ morada es una decisión que no se ha tomado, y una decisión que no se toma hace que usted permíta que la invada el desorden. En el pasado usted ha estado guardando cofas porque tenía el inde­ finido sentim iento de que podían servir para algo algún día y usted era una máquina automática de guardar cosas. Pero ahora la parte automá­ tica se ha apagado y usted ha tomado el control de loque guarda y de las cosas de las que se va a deshacer.

"¡Es posible regalar cosas y ser más rical También es posible aferrarse a algo con fuerza y perderlo todo”.5 5. Las am as de casa que tie n en éxito viven en el presente. Esta característica tiene amplias implicaciones. Debido a que n o viven, no piensan ni se preocupan por el pasado, no guardan demasiados recuer­ dos, incluyendo recetas, recibos o antiguos trofeos. N i una sola de las personas a las que entrevisté tenía un pequeño armario con archivos, ni siquiera uno con una gaveta o archivo. T odas ellas tenían una gaveta pequeña para sus papeles. U na de ellas no hacía más que insistir que te­ nía un archivo, que era una carpeta, que tenía el aspecto de un acor­ deón, más o m enos del tam año de u n sobre de negocios. Podía cogerlo con la m ano y lo tenía guardado en una gaveta. U n a mujer tenía una caja en u n Banco, donde guardaba cosas como certificados de naci­ miento e hipotecas. ** 1 La razón por la que las personas desordenadas tienen armarios grandes con archivos puede ser simbólica. Los armarios para archivos simbolizan el o rden y las desordenadas reconocen su necesidad de una cualidad engañosa, así que seguram ente deben de pensar “cuanto más grande m ejor.” De m anera que com pran un armario grande para

SE ACABO EL DESORDEN archivos y esperan-que eso sirva para organizar sus vidas, pero en lugar de ello se convierte en otro lugar de desorden, aunque puede ser una li. gera mejoría porqué ahora todos los papeles se encuentran en el mismo sitio. Pero incluso, esa ventaja es debatible porque a veces resulta más fácil encontrar los papeles entre los libros, las revistas y los periódicos, que encontrarlos entre un montón de papeles que todos se parecen. O tra de las ventajas de vivir en el presente es no tener que estar siempre planeando para el futuro. Me quedé asombrada de cómo estas mujeres hacían sus proyectos sin hacer planes a largo plazo. Una de ellas acababa de remodelar su cuarto de baño, que era absolutamente impresionante, con una bañera, un inodoro y un lavabo negro con azur lejos de color gris claro y muchos espejos. Le pregunté cómo lo habían planeado, si habían estado mirando en muchas revistas de cuartos de baño, o si habían estado buscando los mejores precios, si habían recibí, do consejo de un profesional. No, ellos habían icio a una sala de exhibición, habían obtenido su folleto y llamado para pedir precios de los objetos que habían seleccio­ nado. Los había instalado un carpintero q u e no opinó y que no les offeció ningún consejo, pero al que le encantó el cuarto de baño cuando

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Aprendiendo de sus amigos estuvo acabado. No tenían un archivo lleno de ideas antes de empezar y no habían planeado con mucho adelanto. Esta falta de planificación a largo plazo, en cuanto a pasatiempos, a viajes, a decoración o lo que sea, era consistente entre la mayoría de las arnas de casas normales, que tenían éxito. Cuando querían hacer algo sabían dónde encontrar la información necesaria. Unas cuantas de ellas acababan de remodelar sus casas. Todas lo hicieron de la misma manera, yendo a unas cuantas tiendas hasta que vieron algo que les gustaba y todas parecían contentas con lo que habían escogido. Fot otro lado, las desordenadas con frec.u^pcia tienen grandes proyectos que tienen planeado realizar, durante algún tiempo, en un futu­ ro no determinada. Almacenan gran cantidad de folletos y de revistas, temiendo que cuando Hcgue el momento de realizar el proyecto no sa­ brán lo que querrán o dónde obtenerlo. Estoy convencida de que algu­ nas personas desordenadas exageran sus planes porque creen que nunca los llevarán acabo. Coleccionar cosas es un deseo subconscien­ te de participar en lo que realmente no esperan que suceda. Al final, las desordenadas que planean de una manera tan diligente tienen general­ mente menos éxito que aquellas personas que en realidad no planean mucho. Las amas de casa normales, que tienen éxito, no se muestran parti­ cularmente temerosas. No se preocupan de que algún olvido del pasado va a volver a obsesionarlas, sino que confian en sus propios gustos. No tienen un m ontón de proyectos parcialmente acabados por ahí tirados, de modo que no tem en comenzar nuevos proyectos. N o le temen al fu­ turo, de manera que no guardan cosas que puedan necesitar algún día.

La mentalidad del ama de casa común que tiene éxito. A nosotras no nos basta con ver lo que hacen las amas de casa nor­ males que tienen éxito, sino que debemos contagiamos del sentimiento de cómo piensan. Son personas optimistas, que no tienen temores, cuando se trata de las tareas de la casa. Tienen confianza en sus gustos personales y en el poder que tienen sobre la casa. Viven en el pasado, sin aferrarse al pasado. Sus vidas son tan satisfactorias que no temen re­ cibir menos de lo que les deben. En el libro Diets Don’t Work el autor, Bob Schwartz, sugiere que sus ectores deben acercarse a la comida de la manera que lo hace una

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SE ACAM Ó HLDUSOKDIvN persona delgada. Nosotras pojem os tomar este ejemplo y aprender a acercarnos a nuestras pertenencias de la manea que lo hace el ama do casa normal, que tiene éxito, usando el mismo optimismo, alejamiento, resolución y deseo. Cambiar es como ser una artista del trapecio. Se columpia en el aire, agarrándose a una barra. Se columpia para delante y para atrás, más y más alto. Tan pronto como llega lo suficientemente arriba, suelta la barra y se agarra a la que viene en la dirección contraria. Pero para llegar a la segunda es preciso que suelte la primera. Eso es lo que sucede cuando usted deja de aferrarse a su antigua manera de pensar, y aunque hacer el cambio le causa temor, es preciso hacerlo si quiere agarrarse a la otra barra, usted tiene que soltar la antigua para conseguirlo.

Evalúe el desorden 1 . Estos son mis peores temores acerca de io que puede sucederme si me suelto de las cosas de mi casa. a. b.

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d. 2. Estas son las actividades que me gustaría cambiar en nii vida (por ejemplo, dejar de guardar revistas que tienen varios años de antb güedad). Dejaría de...

Empezaría a ...

Aprendiendo de su» amigos

3. Algunas de la» cosa» que impiden que mí casa sea muy bonita ion; a. h. c. d. ' * 4. Las maneras de pensar a las que debo renunciar son; a. b. c. d.

5. Las cosas en las que debería pensar son: a. b. c. d. / Tal vez usted piense que no le serviría de ayuda profesional que se concentrase en cómo puede usted mejorar la organización de su casa. Antes de ofrecerle la dirección de la Asociación Nacional de Organiza­ dores Profesionales, quiero recordarle que el problema no es su casa, es su manera de pensar. Hasta que eso no cambie, no se producirá un cam­ bio permanente en su casa, por muchos profesionales que usted contra­ te. Si los organizadores profesionales consiguen poner su casa en

139

SK ACABÓ *HL DESORDEN perfecto orden .mies que usted cambie su manera de pensar, la casa volverá a su anticuo estado. Para una lista de organizaciones profesio­ nales escriba a: 1 '• National Association of Professional Organizers 5350 Wiltsbire Boulevard P.O. ✓Box 36E02 Los Angeles, California 90036

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15 la apuda de

X i AS DESORDENADAS POSEEN diferentes antecedentes familiares, en lo que se refiere a las tareas del hogar. Algunas han tenido madres meticulosas, que tenían siempre la casa en orden todo el tiempo. El cuidado de la casa era al mismo tiempo su pasatiempo favorito y su carrera. La pequeña desordenada llegó a ese mundo, y ni la madre ni la hija desordenada podían entender lo que estaba pasando y el conflicto se repetía continuam ente entre las dos, siendo la madre la que ganaba en la mayoría de las ocasiones. La hija crecía odiando las cosas que de pequeña le ocasionaron tantos problemas, la dichosa casa superordenada. Algunas tuvieron madres que tam bién fueron desordenadas, por lo que la madre desordenada y la hija desordenada se enfrentaron con problemas, luchando juntas en la*casa y en ocasiones se culparon m u­ tuam ente de ser el origen del problema. La,madre esperaba que la hija ayudase más de lo que podía ninguna otra hija, especialmente una hija desordenada. Además, esta hija desordenada se crió odiando la casa, que era el motivo del conflicto y, en relación con sus amistades, algo que la hacía sentirse avergonzada. '' ■

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u n to l;tí; ureas Jo la oasa. I a madre nunoa los dio gnm importancia y todo funcionaba perfectamente. Poro cumulo olla no lo Ja mucha im. portancia todo está inania por hombro.

Su familia a c t u a l

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La desordenada que se está recuperando necesita la ayuda Je la faU milia para resolver el problema Jo una casa que está fuera Je control;?.. Usted necesita que su familia la apoye en el cambio que está haciendo! consipo misma. Además, necesita que colaboren con usted en sus pía. nos v el primeio es negociable, el segundo, dentro de ciertos límites, no: lo es. / | *vV E l apoyo

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Usted puede tener un cierto número de relaciones personales qué tener en cuenta al pensar acerca de su familia y la casa. Sea cual sea ljt. opinión que puedan tener ellos acerca del cambio en su vida, usted n^í cesba hablarles claramente del apoyo que quiere de ellos y puede que .'•M'

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OlHt'ifitímln}» ayuda «Je |» familia i *n» uxtrd n qui/íí no, Si lo Imi «'*), iu i u tít un* »y«d>i pata ir.lnl, pcui xl no lo Itíicrn, ii'Miifá que ir adelaidie to n tu cambio y (4) ve,' ellos lo i'iiH'iulenlii má* adrf.uiú' y le (iftecriltn *u ,q*«yo, I liiy ( uairo iiioiívih poi Im que la f;*r»ill;< arf'.J*.;m*dá j/Uirdc ii-iifilIr.Hp ni i wm Mo ,

Primero, alguno* cónyuge* h*reabren porque e%rán acmtumbfíMk* ¡i .ser la persona superior, en lo que *e refiere * la casa. Se kan jii ostumltnulo a quejarse ¡1 la dexordenad» y a decirle lo que frene que luicer en la casa y cuando la desordenada com iera» a tomar el control» el área de dominio comienza a desaparecer y es¿ytibfc que el marido esté resentido. Segundo, algunos cónyuges sienten cc/mo sí hubieran perdido el t» que tenían en la manga respecto a fá relación. Si el espejo ulilíz» el desordep de la casa como una excusa para exigir otra* con» de %m esposa, a modo de compensación, ya no podrá exigir estas cosa* “cxtfas." Tercero, el esposo puede haber estado usando la omdiciófi de b casa como una excusa para no hacer ciertas cosas, como por ejemplo, invitar personas a la casa.

Usted no, está buscando la perfección. N o desea convertirse en una arpía que hace el regreso a casa una desgracia. Cuarto, es posible que el marido haya estado culpando a su mujer del problema total del desorden y si ella cambia, resultará evidente que él y otros miembros de la familia no son víctimas inocentes del proble­ ma de la madre. / Recuerde estos motivos, en relación con la resistencia, cuando usted le explique a su familia que necesita su ,apoyo, pues con frecuencia no son conscientes de su propia resistencia. Pídales claramente su apoyo y juntos podrán resolver los problemas/que vayan surgiendo.

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SE ACABÓ EL DESORDEN L a cooperación El aspecto de la cooperación no es negociable, así que su familia rendrá que hacer su parte en la ¿asa. Aquí hay que andar con cuidado, pues usted no está buscando la perfección. Usted no quiere convertirse en una arpía, que hace el volver a casa una desgracia. Cuando usted hace cambios, en lo que espera usted de ellos, su familia tendrá que lomper algunas costumbres que están muy arraigadas. Puede que usted tenga un hijo desordenado, que esté completa­ m ente com penetrado con sus cosas y que lé tema a los cambios, por lo que quizás se puede negar a deshacerse de sus cosas. Cuando usted está trabajando en contra de este temor compulsivo, es preciso qué usted sea comprensiva, pero firme. Las amas de casas promedio, que tienen éxito, esperan que los dife­ rentes miembros de sus familias colaboren y, en la mayoría de los casos, las personas hacen lo que esperamos de ellas. Una de las amas de casa promedio, que tenía éxito, con las que hablé tenía tres normas para su familia: 1. Cada uno debe retirar de la mesa sus platos sucios/enjuagarlos y meterlos en el lavaplatos. 2. Poner la ropa sucia y las toallas en el cesto de la ropa sucia. 3. Limpiar la ducha después de haberla usado (obligatorio). L)e vez en cuando les pide que hagan algunas otras 'tareas, como doblar la ropa de la secadora o sacar las cosas del lavaplatos. Ella opina que si saben que van a tener que tornar parte en la limpieza van tener más cuidado a la hora de desordenar, además, com partirán el orgullo de tener una casa bonita.

E valúe el desorden I. /C o n q uién tien e usted que h ab lar acerca de apoyarla en su t am hio! ' encontrar un bolígrafo que haga juego con ei cok)r del teléfono, puede encontrarlo en una tienda de variedades o de summ um» para oficinas o en una farmacia. . ' v ,¡ < ^ El segundo objeto que necesitará será un cuaderno con espirales metálicas, diseñado para apuntar mensajes telefónicos, a fin de dejar constancia de ellos por duplicado. El que yo tengo todavía tiene apun­ tados cuatrocientos mensajes. La copia superior se arranca y queda d duplicado en la libreta. Si llama alguien y deja un número de teléfono para su esposo, usted lo apunta en la libreta, arranca d papetde^wábo, y se lo ehtrega a él. Si Jó pierde, todavía habrá quedadoconstanciadd mensaje. Se sorprendérá de la cantidad de veces que usted vudve a esta librera con la información. Guárdeoste registro personal c « ta del telé­ fono. ' ___ ' El tercer objeto del equipo que es preciso comprar es un archivo para direcciones. Existe un sistema de archivo de tarjetas giratorio que viene-en dos tamaños diferentes. Yo uso el grande, uno de 3 x 5 porque anotó algo más que los números de teléfono y las direcciones en é t El que uso no, tiene tapa porque tener que estar quitándola es un problema más para usar el sistema con facilidad y lo tengo colocado sobre la meata del teléfono. .' ; ; La cuarta cosa que necesitará es una mesita para el teléfono, para colocar sobre ella el teléfono o para colocarla debajo del teléfono de pa­ red. N o trate de hacerlo si no dispone del espado necesario para aliñacenar cosas en ese lugar. Esto especialmente importante pora personas que viven en ciudades, donde existe más de una guía telefóni­ ca grande. - ■ _ • .. . ■

Cuanto nids trastos viejos guardemos, menos efectiva ' será nuestra atención a lo importante. Puede causar ’ el efecto de que estamos prestando atención,

pero no será muy real. Usted puede buscar una mesita donde venden objetos diversos Óén las mueblerías, pero yo la mía la mandé a pedir de uní catálogo que hada pedidos por correspondencia. Las guías de teléfono y mi cuaderno de espirales para mensajes están sobre la mesita. ó

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SE ACABÓ EL DESORDEN \ Finalmente, tiene que comprar dos cosas relacionadas con el telé fono, un cable largo y un soporte para el teléfono para apoyarlo sobre hombro. Yo tengo un cable de veinticinco pie*. de l^rgo, que compré una tienda de suministro de objetos con descuento para oficiha y resu ta fácil de conectar a ambos extremos. El soporte es de plástico duro tiene una extensión aun más larga que levanta el teléfono hasta la o r ja. Se pueden comprar en tiendas como Radio Shack (en Estados Ui dos) y en otros lugares. Estas dos cosas la dejan a usted en libertad pa poder hacer otras cosas mientras habla por teléfonq. U na de las amas casas que tenían éxito, con las cuales hablé, siempre que está hablan por teléfono aprovecha para coger un trapo húmedo y pasarlo por cocina y si tiene conversaciones largas aprovecha también para saca brillo a sus objetos de bronce. Sea buena consigo misma. Haga que' área donde tiene el teléfono sea más conveniente para usted y para familia. -— T / ’

L a cocina

Lo principal que debe hacerse en una cocina es descongestio^ar" Examinando los objetos uno por uno podremos mantenerla bajo co' trol y conseguir que funcione con facilidad. Primero tenemos que enfrentarnos con ella. El verdadero proble' en la cocina es que tenemos realmente demasiados trastos eh, e Algunos de ellos nos los dieron mujeres mayores, en diferentes oca; nes especiales, que deberían de haber sabido que no los usaríamos j más. Otros los hemos comprado nosotras cuando éramos más jóvent insensatas, pensando que los íbamos a necesitar, pero otros los comp; mos siendo ya mayores y aún insensatas. Las mujeres nos dejamos en ñar fácilmente por cualquier cosa que nos prometa convertimos ; mejores supermadres y superesposas y por eso nos cuesta tanto tra’ deshacernos de cosas que tenemos en la cocina, pero cuantos más tt tos viejos guardemos menos efectivas seremos como madres y espos aunque nos hagamos la idea de que somos mejores madres y esposa^ es más que una ilusión. Coloque en cajas las cosas que hace tiempo que no utiliza. Pon' fecha de dos meses después en las cajas y durante ese tiempo usted de sacar cosas de ellas y lo que hasta entonces no haya sacado regál alguna organización de caridad. % - 1 ' .'"••• v* María tiene un proyecto para la escuela que tiene que entregar al día siguiente. A las siete de la tarde le informa que tiene que hacer un cartel y necesita marcadores, pero que se le había olvidado que tenía que hacerlo, así que espera que usted corra hasta el auto y vaya a bus­ cárselos. ' '• ; • v ’IK

El tiempo tiene una mente propia* Si no lo controlamos, se esfumará, arrastrándonos tros de sí; ‘

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Estos niños han aprendido por experiencias anteriores que su ma­ dre, en su amabilidad, cooperará con este comportamiento faltp de consideración. N o olvide usted el papel que representa la desorde­ nada misma en esta d ase de comportamiento^ pues hasta es posible que sienta satisfacción por rescatar a las personas: hace que se sienta necesitada: . *. W • , ' ; ¿V >-

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SI' A CAIU ) I í L D I í SORDI-.N

I.as desordenadas que se han metido en esta triiiDj)» deberían (|t, aprender este lema' í L i /dita do pív/Hitm'íon por fiarte de usted No implica neccsuriuiMeníc l huí eme>;gcncíu por mi parle.

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i;Mo serti\ un bonito letrero para lu familia que liemos mencionado mus arriba, ul menos estarían advertidos. La desordenada, que tiene el coraron Mando, debe de aprender a mantenerse firme en su resolución v no estar librando constantemente a sus Lijos de situaciones que ellos mismos se han buscado. Resolver el problema es unís difícil cyhndo es el padre el que exige, 1 tace que su mujer esté haciendo toda clase de recados en el último mo­ mento. que podría haber hecho con anterioridad si hubiese pensado en e'lo. Como hemos mencionado antes, las desordenadas también-se ha­ cen o t a clase de cosas a sí mismas y se llama falta de preparación. No piensan en lo que pueden necesitar para hacer un trabajo hasta que no lo empiezan y todo este andar corriendo a hacer recados y prepararse de' golpe y porrazo disminuye gravemente el tiempo. Esta confusión podi reducirse a prácticamente nada si se pensase por adelantado, pero e: lugar de ello la manera de pensar confusa da pie a-una manera de vr caótica y a personas faltas de consideración y confusas. Cuando apr< demos a negarnos a ayudar a cada una de las personas desespera! que demoran lo que tienen que hacer, estamos un pfaso más cerca curar nuestra necesidad de que los demás nos necesiten. R e n u n c ia n d o a l p e rfe ccio n ism o El perfeccionismo representa una gran pérdida de tiempo. No que sea malo hacer las cosas bien, pero las exigencias poco realistas las desordenadas consigo mismas hacen imposible que puedan hí cosas. Su lema es “o lo hace usted bien o no lo hace”, pero lo que qui decir la desordenada con las palabras “hacerlo bien” es bastante d rente de lo que quieren decir la mayoría de las personas. Para la m ría, poner orden en la despensa posiblemente quiera decir sacarlo t limpiar las estanterías, botar lo que es viejo, y volver a colocar las Ci en su sitio, poniendo las comidas-por el estilo juntas. La desorde haría todo eso y m ás/Se dedicaría a lavar todos los botes, las latas ) *

Organizando *u tiempo tíijtt» con todo om ero, pernada.»* la gelatina debe ponerla om l(j» po*'

i m o en I» repisa de la ensalada y pímdrfa (oda» la» co*»en orden aÜahético: la» fruta», lo» vegetales, la» e»peda* y la» «opa», Esto no sób lleva muchísimo tiempo* sino que rc»ulta complicado porque a la de»**' de-nada le gu»ta colocar la» lata* del mismo tamaAo y matea junta», de modo que su elaborado sistema está en conflictoel uno con tiñ era U t desordenada» no necesitan un nivel más elevado para tí mismas, sino más bajo. Tienen que aprende^ a decir que no y a volver la cabe» cuan­ do ven al perfeccionismo guiñándole» el ojo desde un armario desorden nudo. ’ f A pesar de la tendencia que tienen Já» desordenadas a perder el control de su tiempo, muchas de nosotras hemos aprendidoque esposíble conseguirlo y usarlo para alcanzar nuestros objetivo». de la» cosas a las que es prepiso que renunciemos, hay m ía s cosas de las que tenemos que apoderarnos antes que podamos dominar el tiempo y ah canzar nuestros objetivos. ( ■ r? .
que hemos creado. Queremos que otras personas se sientan atraídas por el atracti­ vo encanto de nuestras casas. . Pero can las casas desordenadas no es así, sino que repugnan y de­ saniman a las personas que entran ert ellas, así que estas casas no son un motivo de gozo. ! Dios creó la belleza teniendo en mente nuestro placer y cuando plantó un jardín creó un árbol con dos características. Resultaba agradable a la vista y bueno para comer. Es decir, era tanto decorativo como práctico. ‘■•' ' ’■ " . , í .1'

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práctico es el mayor enemigo de la belleza. ¿ •f

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Se les ha dicho tantísimas veces a las desordenadas que “sean prác­ ticas” que empiezan a estar convencidas de que su apreciación de la be­ lleza está mal, pero este es un caro error. Tenemos una profunda necesidad de la belleza y sin ella no podemos sentirnos realizadas, ñi podemos conseguir que los aspectos prácticos,de nuestras vidas caigan en susitio. ., ..", ; . ,-\v> Por desgracia, lo atractivo y lo práctico con frecuencia resultan conflictivos en la vida de la, desordenada y lo práctico generalmente

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El sentido de lo práctico, como he dicho con anterioridad, es el mar yor enemigo de la belleza.. Por ejemplo, la desordenada a lo mejor-encuentra un escritorio que tiene mucho espacio para guardar cosas. Es 171

S E AC' AI K) EL DESORDEN

Jo segunda mano, demasiado grande para la habitación y demasiado; u^-uro v lo oorto os que no encaja hm^-l resto de la habitación, perp nono un precio tan bueno y resulta f.Vn prfofico. De modo que ese mue­ ble too. excesivamente grande acaba siendo introducido en la habita­ ción, recibiendo una emocionante bienvenida por parte de su nueva dueña, que sólo tiene una ligera sensación de que hay algo que no acaba do funcionar, pero el sentido de lo práctico ha ganado. Puesto que internar conseguir la belleza visual frustra a las desorde­ nadas, ellas se conforman con menos. Se olvidap de la vista general de la habitación y so concentran sólo en los rincones pequeños, fijando sa­ tisfechas la vista en la maceta de tulipanes de primavera en la mesa de la sala de estar, aunque la habitación a su alrededor no tiene ningún en» canto. Otra manera que tienen las desordenadas de buscar la belleza en una casa que no es atractiva es sustituyendo palabras y pensamiento bonitos por la belleza visual. Tienen montones de libros y revistas a s alrededor, frecuentemente en sus dormitorios y sobre la cama. Les coi place tener toda esa belleza intelectual a la mano, pero esta clase de be lleza, aunque es importante, no puede sustituir a la belleza qu solamente vemos a través de nuestros ojos. ¡. La belleza es el misterio y el encanto creado dondequiera que placer se mezcla con el mundo visual. Este misterio fluye del espíritu la persona que lo ha creado y, a su vez, alimenta el espíritu a$í como los espíritus de aquellos con los que ella comparte su creación. Eso es l que queremos en nuestras casas, misterio, belleza, placer, enrique * miento y eso es algo que nos puede pertenecer. No tenemos que satisj cernos más con un lugar utilitario para vivir porque la belleza pued fluir de nuestros espíritus a nuestros hogares, trayendo gozo a todos 1 que entran. Pero lo primero que tenemos que hacer es deshacemos de esa me talidad de “ser prácticos por encima de todo.” Lo que llevamos a nu tras casas debe ser hermoso además de ser práctico. George Santayá en su libro clásico sobre belleza, escribe: “Una casa corriente y pfác' ordenada, puede resultar ciertamente agradable, pero carece de. canto y de la armonía que nos debe enriquecer.” * Cuando comenzamos nuestra búsqueda de un ambiente ai nos sentimos como si estuviésemos caminando de un lugar dondé molestase la fuerte luz del sol en el desierto, a un jardín sombreado é

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Encontrando orden en ia belleza llanura. Experimentaremos el «entido del equilibrio y el frescor y nos parecerá que la vida vale más la pena, que es más equilibrada y sentire­ mos menos tensión. Cuando la belleza entra en nuestra casa nos moa y comenzamos a ver el ambiente que nos rodea sin tener que limitar nuestra visión a unos cuantos objetos agradables. ; ' ; El orden que con anterioridad se nos escapaba sé encuentra mucho más cereal Las desordenadas generalmente creen que el orden produce belleza, algo que es cierto, hasta cierto punto, pero según la experiencia de ellas creo que lo más cierto es que la belleza produce «dCnT”*""''**''’ Hay otro resultado/sorprendente de tenét un hogar hermoso. Lá belleza nos eleva por encima de nuestro cansancio y depresión. ¿Huchas personas vencen su tristeza probándose prendas bonitas o caminando en un ambiente exterior hermoso. C onsecuencia las desordenadas me dicen que se sienten hundidas por causa de la depresión y parte de ella es el resultado de la falta de control, pero también es sencillamente el resultado de vivir en una casa que carece de todo atractivo. En su libro Emotional Phases of a Woman’s, Life Jean Lush escribe acerca de la necesidad que tiene la mujer de belleza de la siguiente manera: Reconocen, de algún modo, la tremenda necesidad huména que hay de belleza. Con frecuencia se pasa por alio esta necesidad básica debido a lo ocupadas que estam os. Sabem os que nuestras necesi­ dades básicas incluyen los alimentos, ropa, un lugar en que vivir y tai vez compañerismo, pero rara vez consideram os ia belleza c o n o un

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objeto necesario.... Lafalta de belleza, la fealdad, hace que el espíri­ tu se sienta apesadumbrado. El aspecto sucio y el desorden nos de­ jan agotadas... ia belléza, en cambio, crea energía y eleva ei espíritu.



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Las desordenadas trabajan con menós Energía o disipan su energía porque se sienten agotadas por el aspecto qué tiene la casa. La depre­ sión y la apatía se pueden vencer trayendo a la casa él destello de la be­ lleza. ‘ ‘ :: Recuerde los poemas álprincipio del capituló. Fíjese éri de energía que brotan de la belleza. ;' Mi corazón salta cuando contemplo el arcó ais.... Mi corazón baila con las margaritas. ,5 ” v^ f 'V :7 V :

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SE A C A B Ó EE D E SO R D EN

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¿Cuándo fue la última vez que su casa le hizo sentir esa clase de energía en su interior? No se ría, puede lincejio. El caminar en una casa ordenada y bonita al final del largo día ¿|e dtb^ trabajo puede darles a usted y a su familia una nueva oleada de energía. El placer visual que usted experimenta produce armonía que les enriquecerá a todos y enronces comenzará una maravillosa espiral ascendente. A l usted verse enriquecida, podrá conseguir que su hogar esté más hermoso y que tam­ bién la enriquecerá más a usted y así indefinidamente. ¡De modo que inténtelo! A l buscar el orden y el control, mire aun más allá, buscando la belleza y se quedará sorprendida de la cantidad de energía que le aportará.

Evalúe el desorden 1. ¿De qué manera afecta su apreciación de la.belleza el orden en su vida? a. b. c.

'i 2. Haga una lista de algunas ideas que usted tiene para usar el pode de la belleza para vencer a la fuerza del desorden. : a. b. c. d. * ,K

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E STE NO ES SENCILLAMENTE UN LIBRO acerca de las tareas de la casa, es sobre ser amables con nosotras mismas y acerca de aprender a apreciar labelleza. '■ i Cuando la apreciación de la belleza vuelve a nuestras vidas, otras cosas comienzan a'mejorar también, pues produce un efecto de rever? sión. (No se preocupe, no va a tener usted que limpiarlo.) Cuandoem­ pezamos a conceder valor a la belleza y ver cómo va cobrando forma, nos sentimos estimuladas a intentarlo en otros aspectos, sintiendo una sensación de orgullo y gozo en-lo que somos. A partir de esta hueva manera de entender nuestro propio valor y dignidad procede el deseo de mejorar nuestro aspecto, al menos eso fue lo tpie me sucedió a mí. '; Siempre he estado interesada en tener el mejor aspecto posible y creo que, en general, lo he conseguido. En un programa dé televisión en Cleveland; la arifitriona comentó sorprendida:;— ¡Caramba, peto si usted no tiene el aspectó de una mujer désordenáda! Temfapréguptarle/ qué era lo que ¿Ha había esperado encontrar, ¿tal vez que tuviese $ pelo hecho un estropajo? /‘Que llevase puesto un traje qué me estuviese mal? /Que llevase puestos dos zapatos diferentes? Sorprendentemente, las desordenadas por lo general se tas arreglan para mantener su aspecto

SE ACABÓ EL DESORDEN personal muy bien, poro no tienen tan buen aspecto como podrían te­ ner. La molestia de tener que buscar ropa litppia (y que vayan bien las prendas uiias con otras), coordinar la joyería cóqlos zapatos y no sé qué otros detalles al mismo tiempo produce tensión sobre la habilidad de organización de la desordenada que anda con prisa. Esto se transmite también al aspecto del maquillaje. Demasiada prisa y muchas distracciones, además de poco deseo y poco conoci­ miento de cómo usar el maquillaje no hace posible que la desordenada le sauue el máximo provecho a los cosméticos. ,

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Examinando lo que tenemos Si usted no ha pensado demasiado acerca de esto en el pasado, su primera pregunta será “¿cómo empiezo?” Tiene usted pocos maquillajes en su cajón o está lleno de pedacitos de pasadas glorias que están: (a) En demasiado buen estado para tirarlas. —(b) Tan viejas que deben de haberse secado o se han contaminado (c) Probablemente es el color equivocado porque se ha pasado de moda o no le queda bien a su complexión. (d) No está mal, pero usted no está demasiado segura de querer usarlo. (e) Todo lo mencionado anteriorm ente. En mi caso era “todo lo anteriorm ente m encionado” y estaba-^ cha un lío. U no de mis objetivos de año nuevo había sido mejprar mi as pecto. Todos tenemos tendencia a imitar a las personas con las qui estamos y yo había estado yendo a com er con regularidad con una mu jet alta, de aspecto digno, que siempre llevaba su ropa coordinándol según el color, incluyendo sus joyas y su maquillaje. Su ejemplo hi que me fijase una meta alta y empecé a hacerle preguntas pidiéndole in< formación, al mismo tiem po que había empezado a pedir tam bién cotí sejo a consultores profesionales.

Reuniendo información El prim er enfoque que adopté, a la hora de mejorar mi aspecto, ful ir a una tienda a com prar unos cuantos cosméticos u n poco sobré marcha, para ver si acertaba. Era tím ida para pedir ayuda al person norm alm ente no están entrenados para dar consejos, de modo q u e j se puede decit precisam ente que acertase, perdiendo dinero en prod| tos q u e n o podía usar.

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Cambios para la» desordenadas Cuando me di cuenta de que aquello no iba muy bien, conseguí un libro acerca de cómo mejorar mí aspecto que tenía un capítulo dedica* do al maquillaje y me fue de mucha ayuda; Adquirir estos pocos conocimientos me dio el valor necesario para seguir investigando el tema más a fondo. Lo mejor que hice fue ir a los mostradores de belleza de los grandes almacenes y preguntar acerca del maquillaje. En ellos encontré todo un mundo de posibilidades y me tomé el tema jnuy en serio. Me dieron folletos y muestras, botaron sus productos en mi cara, mi cuello y mis brazos, y me dieron algur¿» cofc~ sejos. 1 / t, En diferentes días, cuatro expertas diferentes me maquillaron f a fin de dar un consejo que sea de ayuda, d e hecho, el experto debe ver la cara de la mujer para determinar la clase d ejáelx? 1color y b que nece­ sita,..usted debe pedir que le prueben los productos para ver cuides son mejores para usted. . ^ ■>-.

El maravilloso mundo de los cosméticos ! t*

' '' ' El cuidado de la complexión se divide en dos partes: el cuidado de la piel'y el maquillaje. Es fácil juzgar el aspecto que tiene "nuestra cara, pero no lo es juzgar si un programa determinado de cuidados para la piel podrá cambiar el aspecto que tendrá nuestro rostro dentro’de veinte años, como muchos afirman. • .•/í.’ Antes que podamos ponemos el maquillaje, es preciso saber qué tipo de piel tenemos'. Yo creía que tenía la piel grasienta, pero los espe­ cialistas en maquillaje opinaron que no era asi Cuando les dije que.se me ponía la nariz aceitosa, me dijéropque eso le pasa prácticamente a todo el mundo. Resultó que tenía una piel combinada, es decir, grasicn­ ta en el centro y seca en los laterales. Todos estaban de acuerdo en éste hecho, lo cual hizo que sintiese confianza y pensase que sabían lo qué estaban haciendo.. Un consejero dijo que mi piel estaba “reseca* en los laterales, lo cual resultó un tanto alarmante, peto su línea de productos se centraba mucho en el cuidado de la piel seca.. Me hablaron acerca de tratamientos faciales y productos “igual de buenos que los tratamientos faciales” que yo podía usar en casa; y tam­ bién acerca de proteger la piel del sol, de los rayos del ordenador, de los rayos de las luces fluorescentes y del reflejo de los limpiapáfabrisas de los coches. Me explicaron acerca del daño que ha$e el viento, de la pro­ tección contra la contaminación y de ateto 'lo s productos de la

SI- A (.'ABO Id IM-SORIWN tarmact.» pv\lun tapa» mis ponv*. I1U«. luM mon acercu de la miel, las al* mondras v lo> ptwluv tos w'it unios los ingredientes naturales. Una con* sekra Juo que mis ptwluvtos huhí;u( s ij.\ jugados |x>r la FI>A detección de Alimentos y Medicinas) como “lo más cercano a la ciru­ j a plástica." I l.tbluron acerca de prvxluetos hipoalergénos y sobre ^orno reparar las células dañadas. Yo había escuchado un informe acer­ ca de las afu m.'.otoñes, no confirmadas, de las compañías de cosméticos sobre Us prvxluetos contra el envejecimiento, pero supongo que los consecres de belleza no habían oído hablar sobre ellos porque también hablaron sv>bre ello. H\iste mucho de engaño en el mundo de los cosméticos a ambos la­ dos del mvv'tiador. Las mujeres quieren soñar y creer que hay magia en ticuna parte, en el intenor de una botella. Si el producto que compran hace que se sientan mejor acerca de su aspecto, entonces ha tenido éxi- ; :o. de manera parcial. No estoy diciendo con eso que el engaño tenga v excusa, cstov diciendo simplemente que debemos interpretar algunas % de las afirmaciones más como una esperanza que como un hecho. Una cosa que sí se sabe con seguridad es que la piel necesita hujner * dad v que todas necesitamos beber al menos ocho vasos de agua diariosA Además, necesitamos sellar nuestra piel con productos que la hidrate^ para evitar que ia humedad se evapore. Yp acostumbraba a pensar que | s productos para hidratar la piel harían que la mía estuviese mí s’enta. pero estos productos no llevan grasa y retienen el agua y no'eU aceite en el interior de la piel, que es donde debe de estar. Apliqúese el] hidratante después Je haberse duchado, para sellar la humedad, cat r.. che, después de quitarse el maquillaje, y cada m añana antes de pa*$ nérseio. Los productos hidratantes ayudan a que su base esté más parefg v protege sus poros de! maquillaje y de los productos contaminanti Muchos productos hidratantes tienen, además, una crem a que protegí del sol y en contra de los rayos dañinos, que son el enemigo mortal una piel sana. ' ’ Rose Kennedy ha practicado una antigua costumbre a lo largo los muchos años de su vida. Lleva siempre un sombrero con un ala ps protegerse la cara del sol y resulta que ha estado adelantada a su tú po. Viviendo en Florida, donde el daño que puede ocasionar el sol.tjj una amenaza muy real, no sólo porque envejece la piel, sirio por< piodüce cáncer en la piel, los dermatólogos nos están advirtiendo cotí tantem ente que no expongamos la piel al sol, pero en la playa hay

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Cambio* para la* desordenadas de perdona* que lo están haciendo a diario y ante» odespoés la píe) éu> frirá por causa de ello, Mientras estaba hablando con la consejera de belleza qucmetfcjo que yo tenia la piel reseca, me dijo en voz baja: *el secreto para tener b piel hidratada y joven es comprar una botella de agua m fneralenb tienda de comestibles y echársela en la cara con un atomizador justo antes de ponerse la crema hidratante.” Miró a su alrededor y se acercó aun más a mi, haciendo un gesto en dirección a las otras consejeras de belleza, que estaban detrás de sus mostradores y dijo. "'Ninguna dé Cftar* se lo dirá, pero es cierto ” ^om o palabras fínate» me dijo-. "Usted puede comprarla prácticamente en cualquier tienda que tenga objetos d /d e v cuento.” Puesto que había leído algo por d estilo en otros dos libro», b creí. — . >4 Vivo en la única región subtropical de ios Estadas Unidos, en b parte sur de'Florida (se considera que California tiene un cHma medite' rráneo.)'Aquí hay mucha humedad y no usamos calefacción en nues­ tras casas, de manera que no tenemos que preocupamos de la humedad más baja en invierno, sin embargo, no es así en b mayoría de tos tugares del país. Si usted tiene que caldear su casa, compre un hunudífícador, . hierva el agua sobre la estufa, coloque el agua cerca de b fuente de ca­ lor o haga algo a fin de reemplazar la humedad en el aire y duerma con humidifícador en su habitación. Probablemente sepa cientos de otras cosas que puede hacer. Han pasado muchos años desde que vtvi en b parte del norte de Indiana y he olvidado b mayor parte de b$ cosas que sabía acerca del problema.

Preparando la piel Antes de ponerse ninguna clase de maquillaje es preaso asegurarse de que su piel esté lista para ello. Los primeros tres pasos deben reali­ zarse dos veces al día: antes de ponerse el maquillaje y después de quitárselo. ' / ^ '

¡Limpíela! 1

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Para limpiarse la piel utilice uno dé los muchos productos de Hmpieza disponibles, que puéde encontrar en unos grandes alraa«Jáe3,én una farmacia ó perfumería. Si va a la farmacia, lea las etiquetas bien porque cada producto es para un tipo determinado de piel- Lubriderm es un limpiador popular que se puede comprar en fe farmacia. Si usted

SE ACABÓ EL DESORDEN

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está acostumbrada a usar una barra de jabón de limpieza facial también hay muchas clases diferentes. El limpiador recogerá la contaminación, la suciedad, el exceso de aceite, el {naqiK|laje antiguo y las células muertas de la piel. Ponga el limpiador en su cara con los dedos y haga y círculos lentamente con ellos. Enjuáguese bien la cara con agua y séquela muy suavemente. Para los ojos, use un disolvente especial para quitar maquillaje, que es muy suave para la parte sensible de los ojos.

i Mas limpia todavía! Una vez que se haya limpiado la piel, use un tónico para deshacerse de cualquier suciedad o limpiador que pueda quedar. Estos productos también reciben los nombres de refrescantes, astringentes o enjuagues y cada uno de ellos han sido diseñados para un tipo de piel determina­ do, de manera que lea las etiquetas. Los tónicos para la piel grasienta tienen más alcohol que los tónicos para pi$l seca.

M anténgala hidratada Mientras la piel está aún húmeda por haberla limpiado, aplique el producto hidratante para sellarlo. El hidratante ayuda también a la J base del maquillaje para que se aplique de una manera más sua^e. \

El paso final

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Una o dos veces a la semana o cuando usted piense en ello (ya que d las desordenadas tienen tendencia a no ser conscientes del paso del tiempo en relación con cosas por el estilo a éstas) use un buen producto % para frotar la piel o una mascarilla para limpiar más profundamente el aceite o la suciedad y también para eliminar las células muertas de la j piel. Como cualquier cosa relacionada con la limpieza de la cara y del cuello, hágalo con suavidad. (No incluya los ojos en esta o ninguna otra clase de limpieza de la cara, puesto que la parte de los ojos es muy delt cada y necesita un tratamiento especial.) Use motitas de algodono es ponías faciales para eliminar la mascarilla y enjuague con agua p quitada. En esos momentos la piel necesita, de manera especial, u aplicación de un producto hidratante para protegerla. Ahora su c estará fresca, tonificada y lista para resplandecer. . UBI

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Cambios para las desordenadas

Los utensilios que usted necesita U tensilio da la impresión de ser una palabra muy masculina, así que en lugar de eso llamémosle “varitas mágicas”: el maquillaje es algo romántico y divertido. 1. U n cepillo grueso. La primera varita mágica que usted necesita' rá es un cepillo grueso de marta que usará para ponerse los polvos. Pue­ de que le cueste bastante dinero, pero le durará para siempre y podrá dejárselo'a sus hijos cuando se muera. Algunas personas dicen posible usar la brocha dé afeitar del marido y eso es cierto,1pero la ver­ dad es que odio veda naciendo esto, que es tan corriente en la* desor­ denadas frugales y usted necesita realmente un cepillo diseñado para este propósito. 2. Unas pinzas realmente buenas. (Kfouna que haya estado usted usando para quitarse las uñas de los dedos de los pies que crecen dentro de la piel y que están tan terriblemente torcidas que sólo funcionan la mitad del tiempo y no muy bien.) 3. Esponjas para maquillaje. Las puede comprar en cualquier par­ te y vienen en paquetes que tienen varias. Son triangulares y se usan para ponerse el maquillaje, el encubridor, etc. ' 4. Barritas de algodón. Se usan para eliminar manchas, para mati­ zar y para quitarse la mascarilla o el maquillaje de los ojos. Evite usar pa­ ñuelos de papel porque son más duros que las bolitas de algodón. Posiblemente le guste tener a la mano unas bolitas o barritas de algodón para combinar el maquillaje de los ojos. 5. U n espejo para maquillaje. Usted necesita un lugar con un buen espejo que lleve incorporada una buena luz. Si no tiene un espejó colocado en un lugar bien iluminado, compre uno que se apoye sobre un pie, de manera que se lo pueda llevar a un lugar donde haya mucha luz para poder usarlo, preferiblemente cerca de una ventana, donde pueda aprovechar la luz natural. Si usted e^tá medio ciega, como paléce que me está sucediendo a mí, y tiene qué quitarse los espejuelos para ponerse el maquillaje, necesita un espejo de aumento, como parte de sil espejo para el maquillaje. ** 'j 6. Extras. Posiblemente usted, desee cdmprarse un apaj^tito para rizarse las pestañas y un atomizador para echarse agua mineral como he mencionado con anterioridad. Algunas personas dicen que esto tái% bién es algo necesario, dejaré que sea usted quien decida.

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SB AC ABÓ BL-DESORDEN

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7. Más cosas. Necesitará más cepillos-y aplicadores con una punta de espuma de goma, pero normalmente estos, vienen incluidos en los paquetes de polvos y de maquillaje para ojo$. Fináljncntp, necesitará un sacapuntas para sacarle punta a su lápiz para las cejas, para el lápiz que se usa para hacerse la raya en los ojos y el lápiz para dar forma a los la­ bios. si compra esa clase de objetos de maquillaje. El sacapuntas a veces viene incluido con los lápices, pero si no es así, puede encontrarlo en farmacias.

Las pinturas

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Usted no necesita mucho maquillaje para estar hermosa, pero sí necesita el adecuado. No se deshaga de los restos de maquillaje que tie- $ ne hasta que no sepa lo que realmente necesita. Sin embargo, esté men- I talmente preparada para deshacerse de él si ve que no es perfecto para f u-'ted. Este no es el momento adecuado para negarse a deshacerse de las 4§. cosas pensando en que pueda hallar algún uso para'ellas algún día. Lo f que aquí se pretende es lo perfección y queremos que usted sea especial. É Copie la lista de productos que he mencionado aquí para llevar * consigo a la hora de hacer sus compras y comparar, algo que necesita I hacer antes de gastar ni siquiera un centavo de su dinero. Usted necesi- ' f tará ir a una consejera de belleza para averiguar cuál es su tipo de piel ¿ color, etc. Los grandes almaneces normalmente tienen especialistas en ® maquillaje, consejeras de productos cosméticos o consultoras para el ;> hogar, que estarán dispuestas a darle todos los consejos que les pida. ' Generalmente es sin ninguna obligación, pero en ocasiones debe de hacer una compra mínima. Pregunte si se requiere hacer una compra mínima de maquillaje. Ellas le aconsejarán acerca del cuidado para su clase de piel y algunas hasta dan un tratamiento facial. Le dirán la basé # que escojan para usted y la clase de colorete que le aconsejan usar y el f color de la sombra de ojos. Usted se marchará con una buena idea de lo ■' que los productos pueden hacer por usted, pero no se sienta obligada a comprarlos hasta que no'se sienta segura. Dígales, cómo hice yo, qué ha decidido actualizar su maquillaje y que está probando diferentes líneas para averiguar cuál es la mejor para usted y que está probando varias antes de decidir. No deje que por vergüenza una vendedora la presione para que usted tome una decisión. Uno de los productos que pruebé será el perfecto para usted, de modo que espere encontrarlo antes de i,’ comprar. ’ 1 " '«. ."■y . *1 / ’

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Cambios para las desordenadas En el mercadeo relacionado con los cosméticos existen muchos regalos de promoción y sí usted tiene los ojos bien abiertos para ver los, anuncios podrá conseguir algunos de estos regalos adicionales con sus ’ compras. ■ ! í. 1. La base o fundamento. Esta es la parte más importante del ma­ quillaje y usted deberá escoger la clase necesaria para cubrir y el color que es apropiado para usted. Si tiene usted una piel clara y bonita nece­ sitará un maquillaje casi transparente. Para un aspecto natural* más claro quejpueda. Use um base con aceite para la piel secay una base con agua para la piel grásienta. Todas las complexiones rubias tie¿ nen o bien matices amarillos o rosados. La base que usted escoja necesi­ ta tener los mismos tonos y deberá encajar con el color de su complexión lo máximo posible. Para saber si strbeseencaja con'el color de“suipiel, pruébelo colocando una tira sobre la mandíbula, pues es la parte de la cará donde el color más puro de su piel resalta y el tono apro­ piado casi desaparecerá. Si su base no encaja con su color natural, lo más exacto que sea posible, usted tendrá una raya en la barbilla y la mandíbula, donde se detiene su maquillaje, con lo cual tendrá un as­ pecto artificial en el más pobre sentido de la palabra. * - *- .. - Las complexiones más oscuras o negras necesitan consultas espe-1 cíales porque éstas pueden tener tonos azules subyacentes. Existen al­ gunas excelenteslíneas de productos y consultoras para mujeres negras en muchos de los grandes almacenes. Muchos de los coloretes y som­ bras para ojos funcionan bien tanto con las complexiones oscuras como las claras, pero hay algunos colores que sólo sientan estupendamente a las complexiones oscuras y están disponibles sólo en las líneas de cos­ méticos para pieles negras. Si usted tiene una complexión oscura y ha estado comprando buenos productos de líneas generales de cosméticos, vaya a una línea especialmente diseñada para mujeres negras y posible­ mente descubrirá qué ha estado pasando por alto toda una gama de preciosos colores, que no están disponibles en ninguna otra parte. 2. Ocultador. Estos productos pueden ser líquidos,; en crema o eri una barra; El mejor es el líquido. Vp'í; 3. Coloretes en polvo. Con dos o tres b asta.' f;¿ 4. Polvo suelto traslúcido. ' ■" ■ 5. Sombra para ojos. Cuatro serán suficientes. * . • ^ -*'• < 6. Lápiz delineador para ojos. -J > 7. Lápiz delineador para labios. .¿í.;

SE A C A B Ó EL DESO RDEN \

8. Lápiz labial. > '\ 9. Rimel para las pestañas. i . Habrá otros cosméticos que posiblemente usted desee y u rp rp r, ñero los mencionaremos según vayamos adelante. Recuerde que de usted depende que estos productos sean caros o baratos. Compre lo que compre posiblemente sea más de lo que tiene usted presupuestado para maquillaje en estos momentos., de manera que tómelo con calma y vaya añadiendo poco a poco. Jm belleza co m ien za

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El usar maquillaje es algo divertido. Los estilos cambian con las temporadas y con las modas, de modo que aparecen nuevos productos y hasta aquellas personas que saben much^’acerca del maquillaje tienen que mantenerse al día con estos cambios. Mientras me estaban hacien­ do un tratamiento facial en el mostrador de unos grandes almacenas, Se acercó una mujer atractivamente arreglada para ver los últimos colores de la primavera en sombra de ojos. (Los esperaban al día siguiente y la consultora de belleza dijo que había estado llamando mucha gente para ver si habían llegado ya. ¡Qué barbaridad, que la gente llame a las tien­ das para comprar lo último en maquillaje para ojos!) Mientras la espe­ cialista en maquillaje continuaba con mi transformación .y me daba algunas ideas, la mujer que yo pensaba que todo lo sabía se acercó para preguntar si podía mirar y de ese modo conseguir algunas ideas sobre cómo mejorar su maquillaje. Supongo que todas somos novatas en al­ gunos sentidos. Aquellas de nosotras que estamos aprendiendo senci­ llamente no somos diferentes en nada de las muchas personas que llevan años haciéndolo. ¡Ahora que tiene usted la cara limpia e hidratada y ha reunido los productos que necesita, vayámonos! 1. Póngase la base del maquillaje, usando o bien sus dedos o la es­ ponja para maquillaje. Yo creo que una esponja húm eda es mucho me«3 jor. Distribuyalo de manera uniforme sobre la cara, prestando especial atención a las líneas de la mandfbula, la barbilla y el pelo. Mézclelo d^ manera pareja y suavemente. N o se preocupe si lo tiene sobre los labios^ pues eso le ayudará con el lápiz labial después. & 2. No utilice la barra para ocultar imperfecciones sobre ningún d fecto, ya sea varices, manchas oscuras o cualquier sombra negra deba de los ojos, que puedan verse a través de la base que se ha aplicado y n

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Cambios para las desordenad» lo frote, sino colóquelo con suavidad con el dedo. El uso excesivo de : este producto o el frotar demasiado solamente exagerará la imperfección. . ( • ■> :. 3. A continuación viene el color para las mejillas. Encuentre sus mejillas con sus dedos y haciendo la forma de un riñón, desde la mejilla, justo debajo del centro del ojo en su punto más amplio, en forma de curva en dirección a la siep en su punto más estrecho, añada el colorete en polvos que complementa su maquillaje y la ropa que lleve usted puesta. Mézclelo suavemente hasta que dé la impresión de que el color es parte de su propia mejilla. Ponga un plinto de color suavemente sobre la punta de la nariz y la barbilla y tíézclelo hasta que parezca una parte natural de su propio destello. ^ > Aunque algunos coloretes vienen en dos tonos diferentes, con las instrucciones pata el contom o del color más oscuro, yo no lo recomien' do como algo normal. Basta con un colorete de un solo color que se ye más bonito. . ( •. Otra buena sugerencia es recordar usar colorete en crema antes de , usar el colorete en polvo porque la crema dura más. 4. El color de los ojos es la parte de la persona que muestra su estilo s distintivo y se destaca así como el primer lugar en el que los caminos de las modas aparecen primero. Las adolescentes que están empezando a / .usar maquillaje hacen cosas extrañas y maravillosas con el maquillaje para ojos y pueden jugar con el maquillaje. La mayoría de las mujeres, sin embargo, quieren que la sombra de ojos realce sus ojos haciendo, al mismo tiempo, que tengan un aspecto natural, para lo cual es necesario téner habilidad y práctica. .■ . •. .¡ La raya para los ojos deberá hacerse con un lápiz que haga juego con el color de la sombra de ojos. Algunas mujeres se hacen una raya sobre todo el ojo con el lápiz y muchas que quieren que sus ojos tengan un aspecto más natural y grandes, solamente usan el lápiz desde elceiv tro del párpado inferior hasta la punta exterior del ojo. Cuanto más completa sea la línea del ojo más pequeño parecerá. Es muy importante acercarse el máximo posible a las pestañas, es decir, trazar la tema justo, sobre la línea de las pestañas, sobre el párpado superior y justo debajo de las pestañas en el inferior. N o deje espacio entre la marcariel lápiz y las pestañas, - v á . Hay dos maneras de conseguir'un aspecto más suave que e l que se consigue con el lápiz para los ojos. El primero de ellos es usar el puntoi

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SE A C A B Ó EL D E SO R D EN del aplicador de la esponja, mojado en la sonjbra marrón o gris para ojos a fin de subrayar el ojo. A continuación suavjcelqHnea con un palito de algodón limpio. Algunas mujeres que usan estos á p ic e s para hacer la raya del ojo ponen esta sombra adicional de polvo sobre la línea trazada con el lápiz para suavizar el aspecto del mismo. O tra manera de desta­ car los ojos es humedeciendo un pequeño cepillo para delinear ojos, mojándolo en la sombra en polvo marrón o gris. Asegúrese de que haya suficiente pintura sobre el cepillo como para hacer una línea muy fina sobre y debajo de la línea de las pestañas. Esto crea un aspecto más sutil que el lápiz para ojos. 5. El polvo traslúcido fija el maquillaje que usted se ha puesto, dán­ dole un aspecto acabado, además, protege su rostro del mugre y la con­ taminación. El polvo traslucido no está muy teñido, como para que renga su propio color, sino que refleja el color que tiene usted puesto y no va sobre el maquillaje para los ojos. Ponga el poivo'traslúcido suelto con el cepillo grueso para maquillaje que mencioñé con anterioridad. 6. No se olvide de las cejas. Para que estén lo más bonitas posible, asegúrese de llevarlas bien depiladas, siguiendo su línea natural, pero# eliminando cualquier pelo suelto. Si tiene calvas en sus cejas posible­ mente usted quiera rellenar esos espacios u oscurecerlos. Para cejas os­ curas que es preciso rellenar, use un lápiz afilado que sea del mísn\o color que sus cejas. Haga líneas cortas como plumas donde existan i pacios vacíos en las cejas y no pinte cejas en su cara, porque parece fal­ so. Sencillamente rellene sólo lo poco que sea necesario para tener el mejor aspecto posible. Las mujeres de más edad posiblemente deseen rellenar los espacios vacíos suavemente con una esponja que tenga un aplicador, cubriéndolo de polvo, con una sombra m arrón clara en lugar de las líneas hechas con lápiz, que resultan más duras. Acabe cepillan­ do las cejas con un cepillo para cejas o un cepillo de dientes adicional. Haga las cejas después del polvo para eliminar el exceso de polvo que cae de ellas. 7. Llegamos por fin a los labios. Lo primero que usted tiene que ha­ cer es delinearlos, lo cual evita que el color se salga o que se extienda por la cara y permite un acabado mucho más completo. El delineador de labios no tiene que hacer exactamente juego con su barra de labios, pero sí debe de pertenecer al mismo tipo de color. Mezcle la línea sua- ■ vemente sobre los labios con su dedo meñique para que no parezca que tiene usted una raya alrededor de los labios y a continuación aplique el

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C a m b io s para la s desordenadas

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lápiz labial entre las líneas. Use el lápiz labial directamente de la barra o use un pincel de labios. Si lo desea, añada un poco de brillo al centro del labio inferior para que sea más interesante o, como me dijo uña com ejera de belleza, “para que tenga usted ese aspecto de labios carnosos.” 8. Por fin, la última mano. Dejo estos últimos detalles para el final porque para mí son opcionales. Lo primero es rizar las pestañas cón un rizador para pestañas. Lo segundo es ponerse el rimel. El rimelViene en dos formas: el'rimel que oscurece las pestañas y el que hace que parez­ can más gruesas y largas al tiempo que las oscurece. Existe tambüíneT rimel a prueba de agua. Para/uná mejor cobertura cuando se ponga el ri­ mel, deje que se seque la-primera aplicación antes de añadir otra. * A mí no me gusta usar rimel porque es muy difícil de quitar y el fro­ tar de manera excesiva la piel sensible alrededor de los ojos puede ser perjiidicial y causar pérdida de elasticidad (en otras palabras, forma bol­ sas debajo délos ojos). Ahora'ya usted sabe prácticamente todo lo que yo sé, como novata, averigüé acerca del maquillaje. Como es natural hay muchas otras co­ sas adicionales, que averiguará usted ál contarle las vendedoras las ma­ ravillas dé sus productos. Sencillamente recuerde tomarse las cosas con calma para empezar. Si usted no há estado usando demasiado maquilla­ je y decide actualizar su aspecto en este sentido, no haga qué el cambio resulte demasiado abrupto, pues le sorprenderá tanto a usted como a sus amistades. ¿Qué cantidad de maquillaje debe usted usar? Lleve todo el que necesite para proteger su cara y todo el que le haga estar más guapa en , el contexto de su vida. El maquillaje le dará mejor aspecto, no hará que parezca usted rara, si se aplica como es debido. La gente no le pregunta­ rá acerca de su maquillaje, dirán cosas como: “Caramba, tiene usted as­ pecto de estar muy descansada. ¿Ha estádo de vacaciones?" O dirán: “Parece usted diferente. ¿Se ha cortado el pelo?” ó sencillamente “Está usted guapa hoy.” ' Y. / ! f Si usted rara vez sale por vivir en una región aislada o si sus amigas . no usan demasiado maquillaje, aún usted necesita cuidas da su piel ha­ ciendo uso de un limpiador, un .tónico y. mascarillas, además de usar un hidratante, una base y polvo para protegerse la piel. U n poco de pintura de labios y de colorete no hará ningún daño y le animará la cara y las de­ más cosas puede usted dejarlas para ocasiones especiales.

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SE A C A B Ó EL DESO RDEN

L a m ejor fu en te de b elleza

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El maquillaje no es más que algo para realzar. Una vida equilibrada entre el trabajo y la distracción, el hacer ejercicio con regularidad', co­ mer de manera equilibrada y el mantenerse alejada de las malas cos­ tumbres producirá un brillo interior que no puede proveer el maquillaje. t . Estando en la universidad decidí en cierta ocasión no prestar nin­ guna atención a mi aspecto, mientras que sí lo iba a prestar a desarrollar mi vida interior, pero nc. tardé en aprender que tener un aspecto des­ cuidado no mejoraba mi vida interior. Todo lo contrario, un aspecto desaliñado es una contradicción al espíritu precioso que deseamos teneo El maquillaje, como muchas cosas en la vida, tiene que ser una par­ te de un estilo de vida superior y equilibrado. Existe una cierta armonía en tener un espíritu hernioso y una cara hermosa que haga juego con él. Más profunda todavía es la belleza del Espíritu que brilla, saliendo al exterior, íetlejándose en los ojos, el porte y la personalidad. La Biblia habla acerca de la belleza de la santidad y está clase de belleza no es el resultado de llevar una aureola y una sonrisa etérea. Esta belleza es el amor y el gozo que es el resultado de conocer al Dios que es amor.

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Apéndice

L o s GRUPOS DE AYUDA DE Desordenadas Anónimas (Messies Anonymous) no son un grupo homogéneo. Todos ellos existen para ayudar a las desordenadas que se quieren reformar para conseguir que hagán realidad sus objetivos, pero todos los grupos lo hacen de diferentes maneras. , ;

Empezando

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Hay una gran variedad de maneras de comenzar los grupos de De­ sordenadas Anónimas. A veces dos personas desordenadas se reúnen, se dan cuenta de su interés mutuo y empiezan a reunirse para encontrar apoyo y compañerismo. Ocasionalmente un grupo.de mujeres se reúne en una iglesia o en alguna otra organización, comenzando un grupo de apoyo para aquellos que desean concentrarse en saber organizarse. Algunas veces un grupo existente, que se reúne con regularidad, decide estudiar la organización, de manera que forman un grupo de apoyó temporal como Desordenadas Anónimas. Para usted puede ser can sen­ cillo como preguntar si hay otras en sü clase de la escuela dominical a las que les gustaría reunirse como el grypo. En ocasiones Uná persona, capta una visión de cómo un grujx> así podría beneficiarla personal-, mente además de beneficiar a la comunidad y entonces pone anuncios

SE A C A B Ó EL D ESO R D EN

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en el periódico local para que las personas que estén interesadas la lia& inen. Algunos grupos aumentan al poner anuhciqs y funcionan durante un largo período de tiempo, incorporando a ^uievOs miembros sobre la marcha. Otros continúan con los miembros originales hasta que sus ne­ cesidades se ven cubiertas y luego se dispersan. A pesar de que el programa de Desordenadas Anónimas no está di­ señado para ser un programa de doce pasos, como puede ser el de Alcohólicos Anónimos, si un grupo desea usar el enfoque de los doce pasos en su grupo de Desordenadas Anónimas, pueden hacerlo para sus propios propósitos. Con frecuencia las personas que se han visto invo­ lucradas en grupos de apoyo, aparte de los de Desordenadas Anónimas, entienden cómo funcionan y tienen más confianza en empezar un gru­ po así. Estarán ya enteradas de qué iglesias, hospitales u otras organiza­ ciones permiten que estos grupos de apoyo se reúnan en sus edificios. El saber dónde reunirse es un gran paso. Por otro lado.-tener una habita­ ción para reunirse no es siempre necesario, porque un grupo reducido de cuatro a seis personas puede hacerlo en un restaurante. Incluso aun­ que uno de los miembros tenga una casa lo suficientemente cerca como para reunirse en ella, normalmente es mejor tener la reunión en un lu­ gar público. Decidir si van a usar o no el programa d ejo s doce pasos depende enteramente del grupo. A menos que el grupo entero se muestre entu­ siasmado con ese plan, yo recomiendo que no intenten seguir el progra­ ma desarrollado por Alcohólicos Anónimos y adoptado por diferentes grupos. La controversia sobre la clase de grupo puede distraerles y ale- ; jarles del propósito de recuperar su sanidad y llevar una vida organiza­ da. Las doce tradiciones, que son normas de grupo, ciertam ente se aplican bien a cualquier grupo de ayuda propia, incluyendo Desordena­ das Anónimas. Están fácilmente disponibles y se pueden pedir a, Alcohólicos Anónimos y a sus grupos hermanos. Como una alternativa, para comenzar un grupo de Desordenadas Anónimas siguiendo el pro­ grama de los doce pasos, quizá usted desee asistir a un programa de doce.f pasos como puede ser el de Hijos Adultos de Alcohólicos (ACOA) o á cualquiera de los otros grupos en los que se exam inan a fondo los doc’ pasos. Los que deseen hacerlo les resultará sencillo aplicar los doce pa sos a su propia adicción relacionada con el trastorno y falta de contra sobre sus vidas. E! capítulo 7, “Haciendo de madre a la niña Interior” d:

Grupos de apoyo para autoayuda

más información para ayudar a determinar sí este programa de doce pa­ sos le puede resultar útil o no.

Los objetivos El grupo de apoyo tiene varios objetivos, el primero de los cuales es servir de estímulo, pues ser desordenada resulta muy desalentador. Si hay una palabra¡que pueda describir mí vida como mujer desordenada era frustrante. Mjuchas mujeres han dicho aliviadas: “Me creí que era la única.” A veces para cuando la,desordenada se encuentra en la prüwha reunión de un grupo de apoyase halla en una situación de verdadera confusión y desánimo acercaroe su problema y su incapacidad para con- * trolarlo. r • La segunda meta es la motivación. El enfoque qpe necesitan las de­ sordenadas pará ordenar bien sus ,vidas y sus hogares se mantiene más agudizado al hablar con regularidad acerca de los éxitos de la semana pasada y los pbjetivos para ,1a semana entrante. Se anima a las personas que asisten a las reuniones a poner por escrito cuáles son sus objetivos para la próxima semana, y de esa manera resultan más concretos y el compromiso adoptado se fortalece. También se las anima a que hablen acerca de sus éxitos durante lá semana anterior. Para asegurarse de que cada persona tenga la oportunidad de hacer ambas cosas, hablar acerca de los éxitos pasados y, para que se fijen unos objetivos futuros, ios miembros de grandes grupos de apoyo tendrán qu¡e dividirse en grupos más reducidos para asegurarse de que disponen del tiempo necesario. Escuchar a otras personas hablar de los éxitos obtenidos, contar de los nuestros, y fijar objetivos concretos actúa como una poderosa motiva­ ción para la desordenada., / ^ El objetivo final del grupo de apoyo es ofrecer información. El gru­ po puéde leer un artículo o parte de un libro?sobre un tema apropiado ó cada uno puede leer ún párrafo y hacer comentarios.sobre lá marcha. Puede que uno de los miembros repase un capítulo de un libro acerca de la organización en la casa o limpieza. Tal vez hagan que una de las mu­ jeres miembros cuente la historia de cómo se dio cuenta def problema y cómo lo resolvió. En algunas ocasiones una persona,del exterior podr£ venir a hablarle al grupo y después de la reunión podrán hablar y com­ partir ideas de una manera más informal. ; : i A pesar de que los grüpos de apoyo.de Desordenadas Anónimas no respaldan ningún producto ■ini persona en particular, puede quedos • . ’’ 1■ .

SE ACABÓ EL DESORDEN

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miembros deseen compartir lo que les ha sido de ayuda. Por ejemplo, ayuda saber que hay un producto que funciona bien para limpiar las ins­ talaciones del cuarto de baño en una parte dpndtNiay agyia cruda. Pue­ de que alguien haya usado un servicio de limpieza con el que estén satisfechos y todos estos aspectos caen bajo el encabezamiento de infor­ mación. Para terminar, algunos grupos de apoyo posiblemente deseen ac­ tuar como representantes de la comunidad respecto al problema de la falta de organización. Se pueden poner en contacto con el editor de la sección “estilo de vida” de un periódico local y ofrecerle voluntaria­ mente información para artículos acerca del tema de la organización en el hogar. Tres épocas especialmente buenas del año para sugerir estos artículos son la primavera, cuando es tradicional pensar en haber lim­ pieza en la casa, el otoño, cuando los preparativos para las fiestas enfati­ zan la habilidad para la organización en el hogar o al principio del año, cuando la gente está pensando acerca de las resoluciones de año nuevo. Se quedaría usted asombrada del interés que suscitan las historias acerca de personas que han vencido el problema del desorden. Además de su participación local y personal, puede dar el teléfono de la central de Desordenadas Anónimas (Messies Anonymous) como un número de recurso para que puedan llamar los periodistas. Tam bién puede in­ formar al periódico que existe un boletín de noticias sobre el tema, que se enviará a los lectores que escriban y lo pidan. La dirección y el núm e­ ro de teléfono se encuentran al final de este libro. L os m iem b ro s La mayoría de las personas que participen serán mujeres, aunque no ha> duda de que los hombres son igualmente bienvenidos y posi­ blemente ellos deberían preocuparse más por sus propios problemas, en relación con el desorden, pero a pesar de ello, el problem a recae con más fuerza sobre las mujeres y serán ellas las que acudan a los gru­ pos de apoyo. Puesto que el grupo está principalmente formado por mujeres, piense un poco acerca de qué hacer con los niños que vienen con sus madres a la reunión. Si el grupo se reúne en una iglesia donde hay espa­ cio de guardería, el problema se puede resolver contratando a alguien que supervise a los niños mientras el grupo está reunido. C ada grupo debe pensar en sus propias necesidades según vayan surgiendo.

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La organización Hay dos clases de organización, la informal y la formal. La mayoría de los grupos serán informales porque el motivo por el que se reúnen sus miembros no necesita demasiada estructuración. Unas cuantas perso­ nas se reunirán y desempeñarán voluntariamente los papeles de líderes. En ocasiones pueden ir rotando entre los miembros. El dirigente toma las decisiones d se hace por consenso. N o hay que pagar cuotas ni por ser miembro. Los fondos se proveen según se necesitan por m edióle* donaciones o colectas y no se^abre una cuenta bancaria de manera ofi­ cial. Los fondos son reducidos y se guardan en un recipiente de galletas en la repisa de la cocina. Los grupos más formales son generalmente más numerosos y tienen una estructura más estricta. Puede que cobren unas cuotas, que te n ­ ga una lista de,miembros, que produzcan boletines de información, etc. o que npm bren oficiales y funciones mediante votación sobre las cuestiones! Hay una superposición de estos dos estilos. La mayoría de las muje­ res han tenido suficiente experiencia en grupos como para saber la clase de grupo en el que se encuentran cómodas o qué grupos son comunes eri el sector donde viven. > j

La comunicación En los grupos reducidos resulta sencillo mantenerse en contacto por teléfono entre reuniones. Si el grupo se vuelve más numeroso, es útil tener una cadena telefónica mediante la cual transmitir informa.ción. Sin embargo, recuerde que el teléfono es una gran distracción que la aleja del trabajo que queremos realizar. Resultaría irónico que el usar el teléfono para hacer el trabajo relacionado con el grupo de Desorde­ nadas Anónimas interfiriese con el motivo por el cual se reúne el grupo. Use el teléfono con moderación y comuniqúese durante las reuniones. Puede que algunos grupos deseen publicar un boletín de noticias con artículos, poemas, anuncios, etc. U na vez más, haga esto si no in­ terfiere con el propósito principal de la reunión. Si usted tiene que dedicar demasiado tiempo a publicar el boletín, se pierde el propósito'del grupo. Si está convencida de que el boletín de noticias es útil, intente prepararlo en una de las, reuniones regulares. Tal vez desee tener un folleto impreso para nuevos miembros, que cuente cómo funciona el grupo. Si usted lo planea con cuidado, puede

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SU A l’AHÓ Hi. d e s o r d e n o inseguir q u e mi va, ¡il m ism o i lem p o , pin n p i o m o c i o n a r l o ¡i los poNihlcg m ie m b ro s y, c o n perm iso, p ara ihjfar varios ck* el Ion e n la.s c o n s u lta s d e los m iélicos, e n los m o s ira d o re s \le l a ^ t i e n i l a s e tc . E sto d e p e n d e d e c ó m o se c o n s id e re el g ru p o d e sd e el p u n t o d e v ista d e s e rv ir d e a p o y o a la c o m u n id a d .

A c tiv id a d e s Cuando un grupo empieza a meterse en actividades complicadas, se está alejando realmente de su propósito. Con raras excepciones, las reuniones no deberán pasar de una hora y debieran de ir al grano. Pue­ de que el grupo desee empezar o concluir con la oración de la serenidad y crear una agenda que seguir de manera consistente. Por ejemplo: Bienvenida Lectura del propósito del grupo Informe sobre los éxitos de la semana (en grupos de dos) Breve discusión Oración de la serenidad Puede que al grupo le complazca tener libros expuestos para la ven­ ta (algunos de ellos se pueden adquirir con descuento de grupo de la central de M.A.) o para prestarlos.. Si el edificio lo permite se pueden serv ir algunos refrescos, pero debieran ser mínimos (a m endigue, como es natural, se reúnan en un restaurante). En ocasiones especiales, el grupo tal vez desee celebrar una cena en la que todos traigan algo de co­ mer. Lo mejor es que sea sencilla y corta. No permita que este grupo o ningún otro le quite el tiempo que usted debe dedicar a cosas más im­ portantes. Úselo para su propio bien, de eso se trata DesordenadasAnónimas.

Evalúe el desorden 1. ¿Le ayudaría a usted un grupo de apoyo para alcanzar sus objetivos? □

Sí ' No

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2. Si es así, ¿de qué manera puede usted empezar uno si no hay ningu no en donde usted vive? (Marque las frases que se apliquen a us ted.) n

Se puede reunir conmigo una amiga. m

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Grupos de apoyo para autoayuda Puedo formar un grupo de una organización a b que actualmente pertenezco. Puedo anunciarme en un periódico local, en un folleto o en una estación de radio (que con frecuencia da anuncios de servicios públicos sin cobrar). Otros 3. (Cuándo sería un momento conveniente para que se reuniese usted? Por la tarde * Por la'noche

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Otro (o en la hora del almuerzo) 4. ¿Dónde podrá usted reunirse una vez que comience su grupo? t

En la sala de reunión de una iglesia. En la sala de reunión de un hospital. i

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En un restaurante. En otro lugar.

Dos personas pueden conseguir el doble que una, porque los resultados pueden ser mucho mejores. “Porque si caen, el uno levantará a su compañero.. Tres son incluso mucho mejor, porque un cordel triple no se romperá pronto.” (Eclesiastés 4:9-12.)

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