Curiositas y Studiositas resumen

Suma Teológica - II-IIae (Secunda secundae) q. 166  ART 1 ¿Es el conocimiento la materia propia de la estudiosidad? La

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Suma Teológica - II-IIae (Secunda secundae) q. 166  ART 1 ¿Es el conocimiento la materia propia de la estudiosidad? La materia de la estudiosidad es propiamente el conocimiento. FUNDAMENTO Pr 27, 11: Dedícate con estudiosidad, hijo mío, a la sabiduría, y compláceme, para que puedas responder a quien me moteja (Critica). Luego el objeto de la estudiosidad es el conocimiento. DESARROLLO FILOSÓFICO: -

El estudio (ACCIÓN DEL HOMBRE) lleva consigo, principalmente, una aplicación intensa de la mente a algún objeto (SE DIRGE A ALGO = OBJETO). Ahora bien: la mente no se aplica a una cosa sin conocerla (PRIMERO SE CONOCE LUEGO SE VUELVE SOBRE ESE CONOCIMIENTO). o Luego la mente considera  primero el conocimiento  y, de un modo secundario, se aplica a las materias a las cuales se dirige el hombre mediante el conocimiento. o Por eso el estudio requiere,  en primer lugar, conocimiento  y, posteriormente, todo lo demás que necesitamos para obrar bajo la dirección del conocimiento. o Pero las virtudes toman como objeto propio la materia sobre la que tratan de un modo principal: la fortaleza, los peligros de muerte; la templanza, los deleites del tacto. ENTONCES Por eso la estudiosidad tiene por objeto propio el conocimiento.

OBJECIÓN 1. Llamamos estudioso al que pone afán en algo. Pero en todas las materias debe el hombre afanarse para hacer rectamente lo que debe hacer. Luego no parece que el conocimiento sea materia especial de la estudiosidad. RESPUESTA 1. En cualquier materia se requiere un conocimiento previo y recto para obrar bien. Por eso la estudiosidad tiene por objeto principal el conocimiento, cualquiera que sea la materia a la que se aplica. OBJECIÓN 2. La estudiosidad se opone a la curiosidad. Pero la curiosidad, que se deriva de cuidado, puede tener por objeto también el adorno del vestido y otras materias relativas al cuerpo, por lo que dice el Apóstol en Rm 13, 4: No tengamos especial cuidado de la carne. Luego la estudiosidad no se refiere sólo al conocimiento. RESPUESTA 2. El afecto humano arrastra a la mente hacia la consecución de aquello hacia lo cual se siente atraída, según se dice en Mt 6, 2: Donde está tu tesoro, está también tu corazón. Y puesto que el hombre se siente atraído de manera especial hacia aquello que halaga a la carne, es natural que su pensamiento se dirija principalmente a esto, es decir, que busque el modo de dar gusto a su carne por cualquier medio. Por eso la curiosidad tiene por objeto principal la carne desde el punto de vista del conocimiento. OBJECIÓN

3. Leemos en Jr 6, 13: Todos, desde el más pequeño al mayor, se aplican con estudiosidad a la avaricia. Pero la avaricia se preocupa más de la posesión de riqueza, como dijimos antes (q.118 a.2). Luego la estudiosidad, que se deriva de estudio, no tiene por objeto propio el conocimiento. RESPUESTA 3. La avaricia desea siempre conseguir un lucro, para lo cual es sumamente necesario un conocimiento especial de las cosas materiales. Por eso el estudio tiene por objeto lo concerniente a la avaricia. COSA

MATERIA (en lo que

es) FACULTAD (ENTENDIMIENTO) MENTE

COSA

+ FORMA (Define lo

que es) (ESPIRITUAL) CONOCIMIENTO (INMATERIAL) OBJETO (a lo que se dirige)

DEFINICIONES PREVIAS NECESARIAS: - Templanza: CIC 1809 “La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad.” (Coincide con la definición de Aristóteles y Sto. Tomás) Conocimiento: proceso mediante el cual el sujeto conoce. SÍNTESIS: STH II-IIae, q. 166 Art 1 (ESTUDIOSIDAD): - La mente se dirige al CONOCIMIENTO, luego puede “profundizar lo conocido” (aplicarse a las materias mediante lo conocido) - EL ESTUDIO requiere primeramente el conocimiento (sobre lo que va a volver), y de manera secundaria lo necesario para obrar según el conocimiento (lo que nos va ayudar a profundizar sin salirnos del objeto que se va a profundizar). OJO: Las virtudes toman como objeto propio la materia sobre la que tratan de un modo principal. ENTONCES: La estudiosidad es una virtud moral secundaria (un hábito (operativo) que dispone siempre para el bien) que tiene por objeto propio (“se orienta a”) el conocimiento. STH II-IIae, q. 166 Art 2 (ESTUDIOSIDAD): Virtud General: Templanza La Estudiosidad es una Virtud secundaria se desprende de una virtud general que es la templanza Si la templanza (VIRTUD GENERAL : Virtud Cardinal moral) - LA TEMPLANZA modera los apetitos (llevar al punto medio (es decir ni exceso, ni defecto) el movimiento sobre lo que se desea (naturalmente)) ¿qué es la estudiosidad? El hombre intelectualmente no se dirige a los deleites materiales, sino al deleite “espiritual”, es decir al conocimiento (Aristóteles: “el hombre por naturaleza desea conocer”); por ello, la Estudiosidad es la Virtud moral secundaria de la Templanza que modera el apetito y el interés por saber (conocer). Toda virtud es punto medio, lo opuesto (ya sea por defecto o exceso) se conoce como vicio Por tanto: la studiositas es la virtud; y la curiositas es el vicio opuesto a ella. LA CURIOSITAS: es un vicio, un desorden en el deseo y apetito por aprender. [ESE DESORDEN]Puede darse de cuatro modos. En primer lugar, en cuanto que por el estudio menos útil se retraen del estudio que les es necesario. A eso alude San Jerónimo cuando escribe : Vemos que los sacerdotes, dejando a los evangelistas y los profetas, leen comedias y cantan palabras amatorias de los versos bucólicos. En segundo lugar, en cuanto que uno se afana por aprender de quien no debe: los que preguntan a los demonios algunas cosas futuras, lo cual es curiosidad supersticiosa. De ellos dice San Agustín en De Vera Relig. : No sé si los filósofos viven privados de la fe por el vicio de la curiosidad en consultar a los demonios. En tercer lugar, deseando conocer la verdad sobre las criaturas sin ordenarlo a su debido fin, es decir, al conocimiento de Dios. Por eso dice San Agustín, en De Vera Relig., que, al considerar las criaturas, no debemos poner una curiosidad vana y perecedera, sino que debemos utilizarlas como medios para elevarnos al conocimiento de las cosas inmortales. En cuarto lugar, aplicándose al conocimiento de la verdad por encima

de la capacidad de nuestro ingenio, lo cual da lugar a que los hombres caigan fácilmente en errores. Por eso leemos en Si 3, 22: Atente a lo que está a tu alcance y no te inquietes por lo que no puedes conocer. Y sigue poco después (v.26): A muchos extravió su temeridad, y la presunción pervirtió su pensamiento.