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CASO LA NAVIERA NACIONAL, S.A.

La Naviera Nacional, S.A. era una compañía estadunidense con prestigio en todo el continente americano y europeo, pero desafortunamente estaba atravesando en la época de 1976 grandes problemas económicos y administrativos; debido a que era una empresa mixta, pública y privada creada por el gobierno con el propósito de atender a los comerciantes locales que hacían importaciones y exportaciones a Estados Unidos, México y Centroamérica. El gobierno era el accionista mayoritario y el sector privado el accionista minoritario. LANAVSA era la empresa que por una ley proteccionista aprobada por el Congreso de la Republica, se encargaba de realizar el servicio de importaciones y obligaba a los comerciantes guatemaltecos a utilizarla y estos a su vez estarían exonerados de impuestos en materias primas y las empresas que no requerían de sus servicios tenían que justificar porque no trabajaban con ellos, de lo contrario serían sancionados con una multa, esto aseguraba que LANAVSA se mantuviera en el mercado marítimo. LANAVSA tenía competencia formada por Celta Line de los Estados Unidos y por Hapag Lloyd de Holanda y Mexican Line de México. LANAVSA estaba integrada por una Junta Directiva al mando del Ministro de Economía y por representantes de instituciones públicas descentralizadas. LANAVSA rentaba servicios navieros a empresas marítimas importantes en el mercado estadunidense como Houston, New Orleans, Pensacola, Miami y New York. La organización contaba con aproximadamente 70 personas y Celta Line decía que para ampliar el mercado de exportaciones e importaciones para Guatemala debería de tener una oferta de adquisición de LANAVSA, la cual fue una propuesta rechazada para lo cual contrataron a un experimentado personaje con experiencia en el mercado marítimo para determinar si valía la pena seguir conservando LANAVSA. Las debilidades encontradas de LANAVSA fueron: 1. 2. 3. 4.

El gerente tenía espacio en la Junta Directiva, pero no tenía derecho a votar. La organización tenía un auditor y un asesor legal que reportaban directamente al gerente. Los capitanes de los barcos respondían directamente al Gerente de LANAVSA. LANAVSA llegó a altos niveles de endeudamiento a pesar de ser una organización con protección del Estado. 5. LANAVSA fue constantemente atacada por la opinión pública y se decía que era otra de las tantas equivocaciones del Gobierno, la imagen de esta organización estaba deteriorada. 6. Al empezar con las visitas a los jefes de departamentos, Simón encontró en la oficina de Darío, jefe de Operaciones, quien tenía una fama de ser un conocedor en el manejo de los barcos, pero un escritorio lleno de papeles daba la impresión de desorden y las constantes llamadas locales e internacionales eran atendidas de forma poco profesional al no contar Darío con un manejo fluido de inglés, pero aun así lograba algunos acuerdos con los clientes. En general Darío era conservador con poco trato al resto del personal y quien manifestó su desacuerdo a Simón al decir que la gente nombrada en la organización no tenía capacidad y que los gerentes llegaban a la gerencia “por cuello” ya que no sabían del negocio marítimo. 7. En la oficina de Reclamos se encontraba Arnulfo, una persona graduada de Administración, amable y educado, pero quien recibía constantes reclamos de los clientes por diferentes motivos,

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pero al contar con una oficina pequeña, los demás clientes en espera se daban cuenta de los demás reclamos de otros clientes que denotaba poco profesionalismo de la organización. Según Arnulfo, la deuda de LANAVSA ascendía a 3 millones de quetzales, argumentando que era por el deterioro de los productos que embarcaban, malos manejos a bordo, mala estibación en el puerto de salida y durante el viaje, en resumen, mal servicio. Mal actitud de Darío hacia sus empleados, ya que tenía malos modales y tenía mal carácter. Darío tenía muchas funciones administrativas y operativas y hasta se involucraba con las agencias en Puerto Cabezas y Santa Cruz y las de Nueva York, Houston, Miami, Pensacola, Nueva Orleans y estas no le correspondían porque eran empresas individuales en el extranjero. Darío se acaparaba de todos los equipos para su uso, no importando que contabilidad y reclamos necesitarán también estos aparatos para hacer sus labores. Darío argumentaba que el servicio que se prestaba estaba mal por culpa de la tripulación, lo que no hacía era asumir su responsabilidad. No contaban con un Departamento de Recursos Humanos, ya que Darío y el Sub-Gerente eran los que contrataban a la tripulación. No negociaban con los clientes los reclamos, la gente se quejaba y no le daban solución, lo que no querían era pagar esos reclamos. No contaban con una persona que sacará las estadísticas de los embarques. El personal estaba desanimado porque Operaciones acaparaba todo y por actividades que hacía Arnulfo. No había relación con Flamingo de Contabilidad ni Darío de Operaciones, el clima laboral estaba deteriorado en esa parte, porque, aunque Flamingo era muy bueno para las finanzas, eso le daba un aire de superioridad y humillaba a los demás. Flamingo por su parte era individualista porque no quería compartir datos con nadie para determinar la estabilidad de la organización. El Sub Gerente, Menegazo, era conocido por ser muy buena gente y tener muy buen trato humano con los demás y esto también era contradictorio porque todos los de la organización lo consideraban un inepto que no asumía sus responsabilidades. Los reportes de las agencias no eran correctos no reflejaban los valores monetarios y en el caso de Celta, Hapag Loyd y Mexican Line, era difícil cuantificarlo porque ellos tenían servicio de Container que era más caro. No se incluían en los manifiestos de carga los valores monetarios, esto daba pauta a la falta de control que tenían en la Portuaria Nacional. Había alteración de la información ya que los manifiestos no coincidían con los datos de la agencia y lo que tenían registrado en el registro de cargas. Flamingo evidencio en su informe un negocio particular interno de parte de Operaciones y la Sub Gerencia, en donde se ve claramente conflictos de interés. Existía una red independiente avalada por un personaje de la iniciativa privada quien fue impuestas también por algunos de la Junta Directiva.

Los esfuerzos por sacar adelante a LANAVSA fueron:

1. Se contrató al señor Simón Rojas, el nuevo Gerente quien decidió, tener entrevistas con personas claves de la organización y poder emitir un diagnóstico, la intención era hablar con los jefes y sugerente, hablar con los capitanes de los barcos y hablar con el personal de las agencias locales. 2. Se envió comunicado a todos los departamentos para decir que el Sr. Simón Rojas había sido contratado por la organización para llevar a cabo el Desarrollo Organizacional de LANAVSA, a su vez solicitando la colaboración de todas las áreas. 3. Se realizó una auditoría en donde se logró determinar cuáles eran las intenciones de Operaciones y el Sub Gerente y Salió a luz la ética de las personas y empresas involucradas que querían enriquecerse con organizaciones gubernamentales.