Cap 11 y 12 -Krugman-Wells-Macroeconomia.pdf

11 Renta y gasto SEA PATRIOTA Y GASTE ras los ataques terroristas del 11 de consumo la hubiera agravado aun más. Por

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11

Renta y gasto

SEA PATRIOTA Y GASTE ras los ataques terroristas del 11 de

consumo la hubiera agravado aun más. Por

septiembre de 2001, varios líderes de

suerte, no sucedió así. El consumo de algunos

la sociedad estadounidense arenga-

bienes y servicios, como el transporte aéreo, dis-

ron a la conmocionada nación animándola a

minuyó, pero se incrementó el de otros.

mostrar fortaleza (y a seguir comprando bienes

Como explicamos en el capítulo 10, la

de consumo). "Haga sus negocios en el país.

práctica totalidad de las recesiones conocidas

Vuele a los mejores destinos turísticos del país

desde la JI Guerra Mundial estaban originadas

y disfrute de ellos", exhortaba George Bush.

por perturbaciones negativas de la demanda,

"Vayan de compras", instaba Bill Clinton.

es decir, desplazamientos hacia la izquierda de

Tales palabras fueron muy diferentes de las

la curva de demanda agregada. En éste y en los

que pronunciara en 1940 el primer ministro

tres próximos capítulos, seguiremos estudian-

británico, Winston Churchill, ante la inminen-

do el comportamiento de la economía a corto

te invasión nazi del Reino Unido. En su conoci-

plazo y analizaremos en profundidad los fac-

da declaración, dijo que sólo podía ofrecer

tores que causan tales desplazamientos en la

"sangre, trabajo, sudor y lágrimas". Pero había

curva de demanda agregada. Comenzaremos

una razón para que los dos partidos instaran al

en este capítulo con el análisis de los factores

gasto y no al ahorro: la economía estaba ya en

que influyen en el consumo y la inversión.

recesión, debido principalmente al descenso del

Estudiaremos con más detalle el concepto de

14% de la inversión real, y un desplome del

multiplicador que ya vimos en el capítulo 10,

Oespufs dtl u de u ptlembre,los utidounldenHS vi•l•ban mt nos. Pff'O compt¡ban mH cosas q~ podi.an dfs· frutar en us.a. tomo pJHrlllas ~,. birbacoas y pJsclnu.

que es el proceso a través del cual la contrac-

varias etapas conducirá finalmente a un

ción o la expansión del consumo y de la inver-

nuevo equ!Ubrto macroeconómico. Gracias a

sión se transmiten por la economía durante

este análisis, llegaremos a comprender por qué

un periodo de tiempo. Veremos la importan-

se considera que la inversión y los niveles de

cia que tienen las variaciones de la inversión

existencias son indicadores clave del estado

para el proceso multiplicador, que a través de

futuro de la economía.

79

Consumo lDebería usted derrochar en una comida en un restaurante o ahorrar comiendo en casa? lDebería comprar un automóvil nuevo? Y en tal caso, lcuánto debería gastarse en él? lOehería reformar el aseo o dejarlo así un año más? En la vida diaria las personas se enfrentan a este tipo de decisiones constantemente. No sólo estructuran la composición de su consumo, sino que también calculan cuál debe ser el gasto total. Estas decisiones tienen un gran efecto en la economía: el consumo supone generalmente dos tercios del gasto total en bienes y servicios finales. De modo que las variaciones en el consumo pueden provocar desplazamientos significativos de la curva de demanda agregada y, como ya vimos en el capítulo 10, la posición de la curva de demanda agregada, junto con la posición de la curva de oferta agregada a corto plazo, determinan a corto plazo la producción agregada y el nivel de precios de la economía. Sin embargo, lqué influye en el consumo? Nos centraremos en tres factores: la renta disponible, la renta esperada y la riqueza.

Renta disponible y consumo De entre todos los factores que influyen en el consumo de una familia el más importante es la renta disponible (renta resultante tras haber recibido las transferencias y pagado los impuestos). Es obvio que las personas con una renta disponible superior a la media conducen vehículos más caros, viven en mejores casas y gastan más en alimentos y vestimenta que las que tienen una renta disponible inferior. La relación entre renta disponible y gasto se ve claramente en los datos. El Bureau of Labor Statistics (BLS) recoge anualmente datos sobre la renta y el gasto de las familias. Éstas son agrupadas por niveles de renta antes de impuestos y después de impuestos. Los datos incluyen las transferencias, es decir, lo que el BLS llama renta tras la deducción de impuestos es equivalente a la renta disponible. Resulta muy útil utilizar una ecuación para representar la relación entre la renta disponible y el consumo de un hogar. La función de consumo es una ecuación que muestra la variación del consumo de una familia en relación con la variación de su renta disponible. La versión más sencilla de esta función es una ecuación lineal: (11-1) c~a+PMCxyd En la que e es el consumo de un hogar e yd es la renta disponible del mismo. Como vimos en el capítulo 10, PMC es la propensión marginal al consumo (la cantidad en la que aumenta el consumo si la renta disponible aumenta en una unidad). Por último, a es una constante: el consumo aut6nomo, que es el gasto que tendría un hogar si su renta disponible fuera O. Se asume que a es mayor que Oya que un hogar que no disponga de renta puede consumir pidiendo préstamos, o usando su ahorro acumulado. Recuerde la ecuación 10-3 (que vu.elve a aparecer en este capítulo como 11-2), que expresaba PMC como un cociente entre una variación del consumo y la variación de la renta disponible:

{11-2) PMC - t.cl t.yd

80

Si multiplicamos los dos términos de la ecuación 11-2 por áyd: (11-3) PMC x áyd • flc La ecuación 11-3 nos muestra que cuando yd aumenta en una unidad monetaria e aumenta en PMC x 1. Fíjese en que el símbolo de la renta es y. Es una práctica habitual en macroeconomía, a pesar de que income, en inglés, no se escriba yneome. La razón reside en que I

se reserva para designar la inversión. La ilustración 11-2 muestra la ecuación 11-1, con yd en el eje de abscisas y e en el de ordenadas. El gasto autónomo individual, a, es el valor de e cuando yd es O (la intersección de la función de consumo, fe, con el eje de abscisas). PMC es la pendiente de la recta, que es su grado de inclinación. Si la renta disponible aumenta en áyd, el consumo de los hogares, e, aumenta en PMC x áyd, de modo que la pendiente de la función de consumo es: (11-4) Pendiente de la función de consumo - áeláyd

PMC x áyd/6yd =PMC

=

Los datos empíricos nunca encajan de manera exacta en la ecuación 11-1. Sin embargo, se les puede ajustar una recta. En la ilustración 11-3 se vuelven a mostrar los datos de la ilustración 11-1, pero esta vez aparece una línea que une los puntos de la manera más fiel posible. Según los datos sobre el gasto y la renta de los hogares, la estimación más adecuada para a es 14 184 $y para PMC es 0,597. De modo que si introducimos estos datos en la función de consumo obtenemos: e •14184 + 0,597 xyd llustrad6n 11-2 la fund6n de consumo

C4tu,..

1.> fund6n de '""'"mo rtl>clono t. rtnt> disponlblt de un hoga.r con su consumo. U ordtnidi en tl oñgen o, represenu el gasto ¡utónomo, es decir, el con51Jmo dtt

hogoros. e

.......

hog.ar cuando su reRta disponibte es O. U pendiente de

la recta de la función de coMumo es la ptopensi6n

marginat al consumo o PHC. es dtdt, la

pa.rU

destinada

al gasto dt c.adl unidad adidonal de renta dfsponibt..

-~

...............,.

De los datos se desprende que PMC es aproximadamente 0,6. Por lo tanto, la propensión marginal al ahorro (PMA) (la fracción de la unidad adicional de renta disponible destinada al ahorro) es, más o menos, 0,4. Es importante percatarse de que la ilustración 11-3 muestra una relación microeeonómica: la relación entre la renta disponible y el gasto en bienes y servicios finales de una única familia. Sin embargo, se asume que existe una relación macroeconómica similar, es decir, que existe la misma relación entre la renta disponible agregada y el consumo agregado. Esta relación recibe el nombre de función de consumo agregado. Supondremos entonces que tiene la misma forma que la función de consumo, C =A + PMC x YD, en la que Ces el consumo agregado (para lo que antes habíamos denominado "consumo"), YD es la renta disponible agregada (antes denominada "renta disponible") y A es el consumo autónomo, es decir, el consumo cuando YD es O. Ésta es la relación que representa FC en la ilustración 11-4, análoga a fe de la ilustración 11-3.

81

llustradón 11-3 Ajuste de la fundón de consumo

(OMUIOO

a datos reales Vol~tmos

dolos llopros.c(S)

a rtprodud.- tos ditos de Li iWstfi..

ción 1 1· 1. péi'O esta vez trazamos una rKta que se 1jusu 1 los datos de lJ milntl'l mas fiel posible. LJ m,¡., tsri.,.ci6n dt a ,.,. lo• hogires estidouni6tnses en 2003 es de 14 184 S y l>lfO PIIC., do O.S97, es dtclr, c¡sl un 0,6.

20 000

40 000

60 000

80 000

100 000

120 000

- ..,....bla do los...,._ 111(S)

Desplazamientos de la función de consumo agregado La función de consumo agregado muestra la relación macroeconómica entre la renta disponible y el consumo, si el resto de variables permanece constante. Si estas otras variables varían la función de consumo agregado se desplaza. Existen dos causas principales para los desplazamientos de la función: "variaciones en la renta disponible esperada y variaciones en la riqueza (agregada).

Cambios en la renta esperada

Suponga que consigue un trabajo muy bueno ybien pagado justo al acabar la universidad. Aunque no empieza a trabajar hasta septiembre, con lo que su renta disponible no ha aumentado todavía, sin embargo, es posible que a partir de ahora empiece a gastar más en bienes y servicios finales (quizás se gaste más en ropa de lo que tenía pensado) , puesto que sabe que pronto tendrá ingresos.

Supongamos al contrario que tiene un buen traoajo, pero sabe que la empresa planea reducir la plantilla de su departamento y existe la posibilidad de que pierda su empleo y tenga que aceptar un sueldo inferior en otra empresa. Aunque su renta disponible no haya disminuido todavía, es probable que reduzca el gasto a partir de ese momento y empiece a ahorrar para cuando lleguen las vacas flacas. Ambos ejemplos son una muestra de cómo pueden influir las expectativas sobre la renta disponible en el consumo. En las dos gráficas de la ilustración 11-4 aparece la renta disponible y el consumo, y se muestra de qué manera influyen los cambios de la renta esperada en la función de con sumo. En ambas gráficas, FC1 es la función de consumo inicial. En la gráfica (a) se muestra el efecto de buenas noticias: esta información incita a los consumidores a gastar una proporción de su renta disponible más elevada que la actual. Los con sumidores gastarán más a cualquier nivel de renta disponible, YD, lo que llustradón 11-4

Desplazamientos de la función de consumo agregado (b) Onplauwritnto ~ocio obojo

(a) DH¡IIua,.lento hoda ambo de la fund6n de COMOl.,o ogrogadoo

do la fund6n do consumo ogrogldo

Consumo. C

Consumo. C función de consumo

función dt consumo

agreg.ado, fC,

agregado, fC,

funci6n de consumo

función de consumo

agregado, FC,

•gregodo. FC, A¡

l

Az Renta disponible. YD

82

Renb disponible, YD

producirá un incremento de A, el consumo autónomo, de A1 a A2 . En consecuencia, la función de consumo agregado se desplaza hacia arriba, de FC 1 a FC2 . En la gráfica (b) se puede observar los efectos que provocan las malas noticias, es decir, las expectativas de reducción de la renta disponible. Los consumidores gastarán menos a cualquier nivel de renta disponible, YD, provocando una reducción en A, que se desplazará de A1 a A2 . Como consecuencia, la función de consumo agregado se desplaza hacia abajo, de FC1 afC2 •

Cambios en la riqueza agregada Como analizamos en el capítulo 10, la riqueza de un hogar influye en la proporción de renta disponible que gasta. Esta observación forma parte de un modelo denominado hipótesis del ciclo vital que explica cómo toman los consumidores sus decisiones sobre el ahorro y el consumo. Según esta hipótesis los consumidores planifican el gasto teniendo en cuenta su vida entera y no sólo su renta disponible en un momento dado. Así pues intentan distribuir su consumo a lo largo de la vida: ahorran parte de su renta disponible durante los años de mayores ganancias (generalmente cuando tienen entre cuarenta y sesenta años) y durante su jubilación viven de la riqueza que han acumulado. No profundizaremos en los detalles de esta hipótesis, pero es importante subrayar el importante papel de la riqueza a la hora de fijar el consumo. Por ejemplo, una pareja de mediana edad que haya acumulado una gran riqueza (ha pagado la hipoteca de la casa y tiene además una gran cantidad invertida en acciones y bonos) gastará más en bienes y servicios que otra pareja con la misma renta, pero que todavía necesite ahorrar para su jubílación. Puesto que la riqueza influye en el consumo, las variaciones en la riqueza de una economía pueden desplazar la función de consumo agregado. Un aumento de la riqueza agregada (producido, por ejemplo, por un incremento del precio de la vivienda que hace que los propietarios sean más ricos) aumenta la ordenada en el origen (el consumo autónomo, A). Esto eleva la función de consumo agregado al igual que lo hadan las expectativas de aumento de la renta. Una disminución de la riqueza agregada (digamos que a causa de un crac bursátil, por ejemplo) reduce A y desplaza hacia abajo la función de consumo agregado. M«nnQillll:ll.illeiiJ!II~iilmli.X.IIIII 1. Suponga que la economía se basa sólo en tres personas: Angelina, Felicia y Marina. La tabla siguiente muestra cómo varia su gasto al aumentar su renta disponible en 10 000 S. a. Obtenga la función de consumo de cada una. PMC se calcula para un cambio de 10 000 S en la renta disponible. b. Obtenga la función de consumo agregado. 1. Suponga que debido a contratiempos en los Renta mercados de capitales, los consumidores no tflsponible Consumo($) pueden ni pedir préstamos ni ahorrar. ¿Qué actual($) Angelf~ Felfda Marina implicaciones tiene este hecho en relación 7250 o 8000 6500 con los efectos de la renta esperada sobre el 10 000 12 000 14 500 14 250 consumo?

La inversión Una de las principales razones por la que los economistas estaban preocupados por una posible calda del consumo tras el 11 de septiembre era que no existía una fuente alternativa de demanda agregada que pudiera contrarrestar la caída y evitar el hundimiento de la economía. En aquellas fechas, la inversión se encontraba en medio de una caída que duraría 18 meses y mostraba pocos signos de recuperación. Un aumento del gasto público hubiera requerido mucho tiempo para su aprobación y puesta en marcha. Y no existía ningún modo de estimular la demanda exterior de bienes y servicios estadounidenses.

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Jlustrad6n 11-6 Fluctuadones de la inversión y del consumo El diagrama de barros ilustra el porcentaje de Yirildón ilnuil de li invefSi6n y el consumo duranto los últimts dnco ...,.,..-.El taml\o de los Nrras demuestra que el portetoje de vañaci6n era mucho mayor poro lo lnvers16n que pora ti consumo. Esto ha tlovodo • pensor que. habiblalmento, lo< NCOMPRUEBE SI LO HA ENTENDIDO 11-2 1. Explique si la inversión planeada y la no planeada cambiarán en las siguientes situaciones. En el caso afirmativo, ¿la variación será positiva o negativa? a. Un aumento imprevisto del consumo. b. Una brusca subida del coste de los préstamos a las empresas. c. Un marcado aumento de la tasa de crecimiento del PIB reaL d. Una caída imprevista de las ventas. 2. Históricamente, la inversión ha registrado variaciones mlís intensas que el consumo, tanto positiva.s como negativas. ¿Por qué cree que ha sido asi? (Pista: tenga en cuenta la PMC y el acelerador.) 3. Durante el año 2002, la demanda de consumo fue muy floja y los economistas temían que un exceso de existencias, es decir, un alto nivel de inversión no planeada en existencias, dificultara la pronta recuperación de la economía. Explique por qué un excedente de existencias o el exceso de capacidad productiva podrían deprimir la economía.

Detrás de los desplazamientos de la curva de demanda agregada: el modelo de la renta y el gasto Comenzamos este capítulo describiendo la preocupación de los políticos estadounidense.s con respecto a una posible recesión tras los atentados del 11 de septiembre. Podemos entender esta actitud gracias al análisis que desarrollamos en el capítulo 10 a propósito de las fluctuaciones económicas a corto .plazo, en el que aprendimos que la mayoría de las recesiones tienen su origen en perturbaciones negativas de demanda (desplazamientos hacia la izquierda de la curva de demanda agregada). Tras el 11-S se temía que pudiera producirse una nueva perturbación negativa de demanda. En el capítulo 10 también vimos cómo usar el multiplicador para calcular la magnitud del desplazamiento de la curva provocado por la perturbación de demanda. Vimos que debido al proceso por etapas que provoca una variación de la demanda agregada, que a su vez provoca variaciones en el PIB real, la renta disponible y el consumo, la magnitud del desplazamiento final de la curva de demanda es una cifra múltiplo de la magnitud de la perturbación de demanda original. En esta sección analizaremos más exhaustivamente este proceso de reajuste por etapas. Veremos de qué manera las empresas, al responder mediante variaciones en su volumen de producción a los altibajos que experimentan sus existencias, provocan sucesivas variaciones en el PIB real. A partir de ahi, entenderemos por qué las existencias desempeñan un papel fundamental en los modelos macroeconómicos a corto plazo y por qué los economistas prestan una aten-

ción particular al comportamiento de las existencias de las empresas a la hora de prever el futuro de la economía. Antes de comenzar, recapitulemos las nociones básicas del proceso multiplicador. 1. El nivel de predos agregado es fijo. En otras palabras, analizaremos el cálculo de la producción agregada como si ~RAS, la curva de oferta agregada a corto plazo, fuera horizontal a cualquier nivel de precios dado. Esto contrasta con la pendiente positiva de la curva de oferta agregada a corto plazo del modelo de oferta agregada-demanda agregada. Un nivel agregado de precios fijo también implica que no hay diferencia entre el PIB nominal y el PIB real. En consecuencia, en este capítulo utilizaremos uno u otro concepto sin mayor problema. 2. El tipo de interés es fijo. Trataremos el tipo de interés como si estuviera predeterminado y no se viera afectado por los factores que analizamos en el modelo. Como para el caso del nivel de precios agregado, lo que estamos haciendo en realidad es no considerar en el modelo los factores que influyen en tipo de interés. Aún así, veremos que el modelo sí se puede utilizar para estudiar los efectos de un cambio del tipo de interés. 3. Los impuestos, las transferencias y el gasto público son iguales a cero. 4. No hay comercio exterior.

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Gasto agregado planeado y PIB real En una economía en la que no hay ni comercio exterior, existen tan sólo dos fuentes de demanda agregada: el consumo, C, y la inversión, I. Al no haber impuestos ni transferencias, la renta disponible agregada es igual al PIB (y como el nivel de precios agregado tampoco varia, dicho PIB es el PIB real): el valor total de las ventas finales de bienes y servicios en última instancia se transforma en renta de los hogares. De modo que en esta economía, sumamente simplificada, existen dos ecuaciones básicas para calcular la renta nacional: (11-6)

PIB = e+ 1

(11-7)

YD = PIB

Como aprendimos al comienzo de este capítulo, la función de consumo agregado muestra la relación existente entre la renta disponible y el consumo. Supongamos que la fun~ ción de consumo agregado tiene esta forma: (11-8)

e = A + PMe x YD

En nuestro modelo simplificado, también asumiremos que la inversión planeada, es fija. Necesitamos un último concepto antes de unificar el modelo: el gasto agregado planeado, que es la cantidad total de gasto planeado de una economía. A diferencia de las empresas, los hogares no mantienen existencias que varíen de forma imprevista, de modo que el gasto agregado planeado es la suma del consumo y de la inversión planeada. llamamos al gasto agregado planeado GAPianeado• de manera que: /Planeada·

(11-9)

GAPI dt

los imputStos o un incremento 6e tu trans.ftftnóu), dtspl.&za ll curv¡ de dtmond• ogre¡¡ado hoeíi lo dmcho. "'1. puedo OCiblr am li recesi6n i l despl¡¡ur li cuM de M t a DA2 y alanw u·n nuevo punto de equilibño ma~onómko a corto plazo, Et. que es Umbién el equilibrio raaaoe desplaza a li dere· cha por valor de SO 000 mitlo•es de d6larts. Sin tmbargo, las consecuencias no aeaNn ahl. El aumento ~1 PIB provoca un incremento de la renta disponible, que a su .,., induce un aumtnto del consumo, que a tu vez genera un nuevo incremtnto del PIS, que de nuevo provoca un oumento del consumo, y ul tndofinid¡mente. El despl>zam~nto finaL de DA, a DA,, es una cifra múltiplo delaumenlo dtl gasto público de bienes y srrvicios inícl.lt.

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mía. Las empresas que producen los bienes y servicios que compra el Estado ingresarán flujos monetarios que a su vez fluirán hacia los hogares en forma de salarios, dividendos, intereses y arrendamientos. El incremento de la renta disponible de los hogares conllevará un aumento del consumo. A su vez, el aumento del consumo será un incentivo para que las empresas incrementen su producción, lo que a su vez provocará un nuevo aumento de la renta disponible, que aumentará de n uevo el consumo, y así sucesivam ente. En el capítulo 10 presentamos el concepto del multiplicador: el cociente entre la variación del PlB real provocada por un cambio autónomo del gasto agregado y dicho cambio autónomo del gasto agregado . Vimos que en el caso más sencillo el multiplicador es 1/(1 - PMC) . (No hay impuestos ni comercio exterior, con lo que cualquier variación del PIB real repercute en su totalidad sobre los hogares, y el nivel de precios y el tipo de inte-

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rés son fijos.) No olvide que PMC es la propensión marginal al consumo, es decir, la fracción de una unidad monetaria de renta disponible adicional que se dedica al consumo. Por ejemplo, si PMC es 0,6 el multiplicador es 1/(1 - 0,6) = 1/ 0,4 = 2,5. Un incremento del gasto público en bienes y servicios es un ejemplo de aumento autónomo del gasto agregado y su efecto se ilustra en la ilustración 12-6. Dado un multiplicador de 2, 5, un incremento del gasto público en bienes y servicios (G) por valor de 50 000 millones de dólares desplazará la curva AD hacia la derecha, de DA1 a DA2 , y dicho desplazamiento equivaldrá a un incremento de 125 000 millones de dólares del PIB real, a un nivel agregado de precios, P*. De los 125 000 míllones de dólares, 50 000 millones de dólares son el efecto inicial del aumento de G y los 75 000 millones restantes son el efecto inducido provocado por un aumento del consumo. ¿Qué ocurriría si, por el contrario, disminuyera el gasto público en bienes y servidos? El razonamiento matemático es el mismo, con la excepción del signo menos que hay que colocar delante: si el gasto público en bienes y servicios disminuye en 50 000 millones de dólares y PMC es 0,6 la curva DA se desplazará hacia la izquierda por valor de 125 000 millones de dólares.

El efecto multiplicador de una variación de Las transferencias y de los impuestos La política fiscal, sea expansiva o contractiva, puede ponerse en práctica no sólo mediante la variación del gasto público en bienes y servicios que acabamos de ver, sino también mediante la modificación de las transferencias y los impuestos. Sin embargo, y de forma general, una variación de las transferencias o de los impuestos provoca un desplazamiento de la curva de demanda agregada de menor magnitud que el generado por una variación de igual importe del gasto público en bienes y servicios. Para entender el motivo, imaginemos que en lugar de gastar 50 000 millones de dólares en obras públicas, el Estado aumenta en 50 000 millones de dólares las transferencias. En este caso, no se produce un efecto directo sobre la demanda agregada como el provocado por el gasto púiblico en bienes y servicios. El PIB real sube porque los hogares dedican

al consumo parte de ese dinero. ¿cuánto gastarán? Puesto que la transferencia de 50 000 millones de dólares aumenta la renta disponible, los hogares aumentarán su consumo en PMC x 50 000 millones. Si como en el caso anterior, PMC = 0,6 el incremento en el consumo será de 30 000 millones de dólares (0,6 x 50 000 millones de dólares). Al igual que un incremento del gasto público en bienes y servicios, este primer aumento del consumo provocará una serie de secuencias posteriores en las que el PIB real, la renta disponible y el consumo también aumentarán. En este ejemplo, aunque la transferencia le cuesta al Estado la misma suma que el incremento del gasto público de bienes y servicios, el incremento autónomo del gasto agregado producido por la transferencia, es decir, 30 000 millones de dólares, es inferior al incremento autónomo producido por el incremento del gasto público en bienes y servicios (50 000 millones de dólares) y el efecto total sobre el PIB real también será menor. En general, una unidad monetaria gastada en transferencias incrementará el PIB en PMC/(1- PMC) unidades, una cantidad inferior al multiplicador de los incrementos en gasto público de bienes y servicios, que es 1/(1 - PMC). Por ejemplo, si PMC es 0,6 una unidad monetaria gastada en transferencias de renta aumenta el PIB en 0,6 /(1- 0,6) unidades, mientras que un incremento de una unidad monetaria en gasto público de bienes y servicios aumenta el PIB real en 1/(1 - 0,6) unidades. Una bajada de impuestos tiene un efecto semejante al de las transferencias ya que aumenta la renta disponible, lo que conlleva una serie de aumentos sucesivos del consumo. Sin embargo, el efecto total es menor que el provocado por un incremento de igual volumen del gasto público en bienes y servicios: el incremento autónomo en el gasto agregado es menor porque los hogares dedican al ahorro una parte del recorte de impuestos.

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Son numerosos los economistas que opinan que esta disminución del multiplicador que provocan los impuestos es positiva. En el capítulo. lO, vimos que la mayoría de las recesiones económicas, aunque no todas, es producto de una perturbaci6n de demanda negativa. El mismo mecanismo que hace que la recaudación tributaria se incremente durante una expansión también la hace disminuir cuando la economía se contrae. Puesto que los ingresos impositivos disminuyen cuando el PIB real cae, los efectos de las perturbaciones de demanda negativas son menores que si no existiera el efecto de los impuestos. La caída de la recaudación tributaria reduce el efecto negativo de la caída inicial de la demanda agregada. Al disminuir la suma que los hogares pagan en impuestos, el descenso automático de la recaudación provocado por la disminución del PIB real actúa de la misma manera que si se pusiera en marcha automáticamente una política fiscal expansiva para frenar la recesión. Tam~ién, cuando la economía crece el Estado de forma automática aumenta la recaudación tributaria, es decir, pone en marcha una política fiscal contractiva. Se denominan estabilizadores automáticos al gasto público y a las normas impositivas que tienen un efecto de política fiscal expansiva cuando la economía se contrae y restrictiva cuando la economía se expande, sin que sean necesarías decisiones deliberadas por parte los responsables de la. política económica. Las normas que rigen la recaudación tributaria no son los únicos estabilizadores automáticos, si bien son los más importantes. Algunos tipos de transferencias también actúan como estabilizadores. Por ejemplo, el número de personas que reciben subsidios de desempleo es mayor cuando la economía está en recesión que cuando está en plena expansión. Esto es igualmente válido en el caso de los programas de atención sanitaria para personas con dificultades económicas y en el de los cupones de alimentos. Así pues, las transferencias tienden a aumentar cuando la economía se contrae y a disminuir cuando la economía está en expansión. Al igual que las variaciones de la recaudación, estas variaciones de las trans-

ferencias tienden a reducir el tamaño del multiplicador, porque la variación total de la renta disponible que provoca una variación determinada del PIB real es menor. Al igual que en el caso de la recaudación tributaria, son muchos los economistas que opinan que la disminución causada por Las transferencias en el multiplicador es positiva. De forma más general, las políticas fiscales expansivas y contractivas que son consecuencia de los estabilizadores automáticos son consideradas como herramientas eficaces en lo que respecta a la estabilización macroeconómica. ¿y qué ocurre con las políticas fiscales que no son consecuencia de los estabilizadores? Las políticas fiscales discrecionales son aquellas políticas fiscales que resultan de una serie de medidas deliberadas acordadas por los responsables de política económica. Por ejemplo, durante una recesión, el gobierno puede aprobar una serie de leyes por las que se establezcan recortes de impuestos o incrementos del gasto público con objeto de estimular la economía. El uso de políticas fiscales discrecionales para luchar contra las recesiones y frenar las expansiones genera más controversia que el papel de los estabilizadores automáticos.

1. Explique por qué un incremento de 500 000 millones de dólares de gasto público en bienes y servicios producirá un desplazamiento mayor de la curva de demanda agregada que un incremento de 500 000 millones de dólares en transferencias. 2. Explique por qué un descenso de 500 000 miUones de dólares en el gasto público de bienes y servicios producirá un desplazamiento mayor de la curva de demanda agregada que una reducción de 500 000 miUones de dólares en transferencias.

100

El saldo presupuestario Los titulares a propósito de los presupuestos suelen centrarse en una sola cuestión: si hay déficit o superávit y, en cada cas_o, su magnitud. En general se cree que los superávit son buenos: cuando el gobierno federal cerró el año 2000 con un superávit nunca visto fueron muchos los que vieron en este hecho un motivo de celebración. A la inversa, en general se cree que los déficit son malos: cuando el gobierno federal cerró el año 2004 con un déficit nunca visto fueron muchos los que vieron en este hecho un motivo de preocupación y la Casa Blanca prometió reducirlo a partir de entonces. lCómo encajan el déficit y el superávit en el análisis de la política fiscal? lHay mon¡entos en los que el déficit es algo positivo? ¿y el superávit, algo negativo? Veamos primero las causas y las consecuencias de ambos.

El saldo presupuestario como criterio de la politica fiscal ¿Qué significa déficit y superávit? El saldo presupuestario, como vimos en el capítulo 9, es la diferencia que existe, en un año dado, entre los ingresos públicos (es decir la recaudación tributaria) y el gasto público tanto en bienes y servicios como en transferencias. Es decir, el saldo presupuestario es igual al ahorro público, tal y como se define en la ecuación 12-2. (12-2)

Spúbliu>

=

T - G - TR

en la que T es el valor de la recaudación tributaria, G es el gasto público en bienes y servicios y TRes el valor de las transferencias. Como vimos en el capítulo 9, un superávit presupuestario es un saldo presupuestario positivo y un déficit presupuestario es un saldo presupuestario negativo. una manera rápida y sencilla de ver si la política fiscal del momento es expansiva o contractiva. Sin embargo, no pierden de vista dos razones por las que este enfoque puede llevar a engaño: •

Dos modificaciones distintas de la política fiscal, aún teniendo el mismo efecto sobre el saldo presupuestario pue~n tener efectos muy distintos sobre la demanda agregada. Como ya hemos visto, las variaciones del gasto público en bienes y servicios tienen una mayor influencia sobre la demanda agregada que variaciones de igual importe en los impuestos y las transferencias.



A menudo, las variaciones del saldo presupuestario son la consecuencia, y no la causa, de las fluctuaciones de la economía.

Para entender el segundo punto, examinemos los efectos del ciclo económico sobre el presupuesto.

%1•Uia¡JIIil:1&11!ellf;li~iiin•II•X•IfAI l. Cuando sus ingresos de estudiante que trabaja son bajos sus padres le ayudan con los gastos.

Cuando sus ingresos son altos sus padres esperan que contribuya a pagar la matricula y otros gastos. Explique de qué manera este acuerdo tácito fu nciona como un estabilizador automático de su actividad económica de estudiante. 2. Explique por qué los estados que establecen en sus constituciones que el presupuesto esté en equilibrio todos los ejercicios tienen más posibilidades de sufrir fluctuaciones económicas más graves que los estados que no imponen dicha norma. .. . .....

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¿Tiene el presupuesto que estar en equilibrio? Como veremos en la siguiente sección, los déficit presupuestarios crónicos pueden causar problemas tanto al Estado como a la economía en general. Sin embargo, los políticos suelen tener la tentación de generar déficit, ya que éste les permite satisfacer a los votantes reduciendo los impuestos sin reducir a su vez el gasto público o incrementando el gasto sin tener que subir los impuestos. En consecuencia, en ocasiones se producen intentos por parte de los responsables políticos de imponer disciplína fiscal mediante medidas legislativas, e incluso modificaciones constitucionales que prohíban al gobierno de turno acumular déficit. Este tipo de esfuerzos suelen expresarse como el requerimiento de que el presupuesto esté en equilibrio, es decir, que los ingresos sean iguales a los gastos en todos y cada uno de los años fiscales. ¿Es una buena idea exigir que año a año el presupuesto esté en equilibrio? La mayoría de los economistas no lo creen necesario. Opinan que el presupuesto tendría que estar equilibrado de promedio, es decir, que tendría que permitírsele tener déficit en los años malos y superávit en los buenos. No creen que se deba obligar al Estado a que todos los años alcance el equilibrio, porque esto debilitaría la función como estabilizadores automáticos de los impuestos y de las transferencias. Como vimos en secciones anteriores de este capítulo, la tendencia de la recaudación tributaria a disminuir y de las transferencias a aumentar cuando la economía se contrae ayuda a limitar la gravedad de las recesiones. Sin embargo, la recaudación decreciente y los incrementos de las transferencias empujan el presupuesto hacia el déficit. Si el Estado se viera obligado a mantener el equilibrio presupuestario, para hacer frente a este déficit debería establecer políticas fiscales contractivas que tenderían a agravar la recesión. Aún así, los responsables de política fiscal , preocupados por los déficit excesivos, en ocasiones opinan que son necesarias unas normas rígidas que lo prohíban o que al menos establezcan un límite máximo. En la siguiente sección "La economía en acción" veremos cómo la Unión Europea ha tenido grandes dificultades para reconciliar las normas sobre responsabilidad fi scal con los problemas de la política fiscal a corto plazo.

Las consecuendas a largo plazo de la politica fiscal El Estado japonés construyó el puente a la isla Awaji como parte de una política fiscal que tenía por objetivo aumentar la demanda agregada. Como hemos visto, dicha medida fiscal logró en parte sus propósitos: aunque la economía nipona experimentó una ralentización durante los noventa, evitó caer en una grave depresión similar a la que vivieron muchos países en Jos años treinta. Sin embargo, el hecho de que Japón tuviera grandes déficit año tras año incomodaba a muchos observadores. En el año 2000 los economistas debatían el hecho de si la deuda pública japonesa estaba empezando a alcanzar niveles alarmantes. Ningún estudio sobre política fiscal puede considerarse completo si no tiene en cuenta las implicaciones a largo plazo de los superávit y déficit presupuestarios, cuestión que vamos a analizar en la siguiente sección.

Déficit, superávit y deuda Cuando en el transcurso de un año una familia gasta más de lo que gana, tiene que obtener fondos suplementarios a través de préstamos o de la venta de activos. Y si una familia pide prestado año tras año acabará acumulando una deuda enorme. Esto también es cierto para los Estados. Con unas pocas excepciones, los Estados no recaudan grandes sumas de dinero a través de la venta de sus activos, como por ejemplo los parques naturales o los montes públicos. En su lugar, cuando un Estado gasta más de

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lo que recibe a través de la recaudación tributaria, es decir, cuando tiene déficit, casi siempre toma prestados los fondos extra. Y los Estados que tienen déficit crónicos acaban acumulando una enorme deuda. Para interpretar las cifras que exponemos a continuación, necesita conocer un aspecto un tanto peculiar de la contabilidad del gobierno federal estadounidense. Por motivos históricos, los ejercicios fiscales del gobierno estadounidense no se ajustan al año natural. En su lugar, los presupuestos se calculan para el año fiscal, que va del uno de octubre al treinta de septiembre del año siguiente y que se denomina por el año natural del año en el que acaba. Es decir, el año fiscal 2004 comenzó el uno de octubre de 2003 y finalizó el treinta de septiembre de 2004. Al final del año fiscal 2004 el gobierno federal estadounidense acumulaba una deuda total de casi 7,4 billones de dólares. Sin embargo, parte de esa deuda representaba partidas contables especiales que especifican que el conjunto del gobierno federal debe fondos para ciertos programas estatales, sobre todo a la Seguridad Social. Hablaremos de dichas partidas más adelante. Sin embargo y de momento, centrémonos en la deuda pública: aquella deuda estatal cuyos propietarios son particulares e instituciones privadas. A finales del año fiscal 2004 la deuda pública del gobierno federal era de "sólo" 4,3 billones de dólares, o un 37% del PIB. Si incluimos la deuda de los estados y las entidades locales, la deuda pública total ascendía al 44% del PIB. En la ilustración 12-10 se compara, para el año 2003, el coeficiente de la deuda estadounidense con respecto al PIB con los coeficientes de otros paises desarrollados. En dicho año el nivel de deuda era más o menos el habitual.

Los déficit y la deuda en la práctica En la ilustración 12-11 se muestra la j!Volución del déficit y de la deuda del gobierno federal estadounidense desde 1939. En la gráfica (a) se muestra el déficit expresado como porcentaje del PIB. Como puede ver, el gobierno federal tuvo grandes déficit durante la 11 Guerra Mundial. Tras la guerra y durante un corto periodo de tiempo tuvo superávít, pero desde entonces y de forma habitual ha tenido déficit, sobre todo a partir de los ochenta, lo que resulta contradictorio con la idea de que los Estados deben compensar el déficit de los malos años con el superávít de los buenos. Sin embargo, en la gráfica (b) se ve que dichos déficit no han provocado una deuda galopante. Para evaluar la capacidad de los Estados para pagar la deuda a menudo se utiliza el coeficiente de la deuda con respecto al PIB qúe mide la deuda pública como porcentaje del PIB. Se utiliza este indicador, en lugar de simplemente observar el volumen de la deuda, porque el PIB, al medir el tamaño del conjunto de la economía, es un buen indicador de la recaudación tributaria potencial que puede alcanzar un país. Si la deuda pública crece más despacio que el PIB, la carga de pagar dicha deuda está en realidad disminuyendo en relación con la recaudación tributaria potencial. Lo que vemos en la gráfica (b) es que, aunque la deuda federal ha aumentado casi todos los años, el coeficiente de la deuda con respecto al PIB disminuyó durante los treinta años

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Uustruión 12-11 El déficit y la deuda fedel'ill de los Estados Unidos (b) El coeficiente clo lo.....,. Htoclouoiclonw""' 10$p