Arte Colonial en Honduras

ARTE COLONIAL EN HONDURAS Una vez que España conquistó y sometió a los pueblos indígenas de América procedió a eliminar

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ARTE COLONIAL EN HONDURAS Una vez que España conquistó y sometió a los pueblos indígenas de América procedió a eliminar sistemáticamente las manifestaciones culturales de los pueblos americanos y en su lugar se implantó en definitiva, el elemento social y cultural de España en el nuevo continente. Es cierto que sobrevivieron muchos elementos y tradiciones precolombinas durante el período colonial, empero, en el mayor de los casos esas tradiciones se entremezclaron con los rasgos culturales españoles formando a la larga una cultura sincrética en América, aunque claro está, dominada por la influencia española. El ejemplo más notable que dejó ese movimiento fue la figura del pintor José Miguel Gómez, quien a juicio del historiador Mario Felipe Martínez es el mejor pintor colonial de Honduras, el cual tuvo la época de mayor apogeo hacia finales del período colonial. El arte escultórico en el período colonial de Centroamérica logró desarrollar una escuela altamente calificada, cuyo principal exponente fue el guatemalteco Quirio Catano, autor del todavía venerado Cristo de Esquipulas en 1595. En el caso de Honduras, destacó la Escuela de Comayagua, la cual estuvo fuertemente influenciada por la escuela guatemalteca derivada del escultor Quirio Catano. A través del desarrollo de arte escultórico, los artistas hondureños se dieron a la tarea de esculpir la mayor parte de estas estatuas de santos e Imágenes de casi todas las iglesias coloniales de Honduras, así como también de los principales personajes de la época. Paralelamente al desarrollo del arte escultórico, también se dio un apogeo del arte pictórico en Honduras, que si bien es cierto no alcanzó la estatura de la escuela pictórica de México y Perú, si ha dejado una huelle indeleble que no tiene que envidiarle al que se desarrolló en el resto de la capitanía General de Guatemala. Calle Pechina Presbiterio Es cada uno de los elementos estructurales y constructivos que resuelve el encuentro entre la base circular de una cúpula y un espacio inferior cuadrado o poligonal. También permite pasar de una cúpula elíptica a una planta rectangular. Espacio destinado a los presbíteros y al coro situado en torno al altar mayor de una iglesia, que suele estar cercado por una barandilla o reja. sds Rococó Barroco Estilo artístico surgido en Francia en el siglo XVIII como renovación del barroco y que precedió al neoclasicismo,caracterizado por una abundancia de la decoración y un gusto muy refinado. El Barroco fue un movimiento artístico y cultural desarrollado en Europa en los siglos XVII y parte del XVIII, que abarcaba no solo pintura, escultura y arquitectura, sino también música, literatura y todas las artes de la época. Este estilo se desenvuelve en un ambiente de conflictos religiosos, con la división del cristianismo, la crisis del clasicismo y la evolución del manierismo; era una sociedad donde el gusto por lo extravagante, lo elegante y lo refinado (ornamentación excesiva) es característico; además de una nueva actitud espiritual e interés por los problemas religiosos y artísticos. El arte (del latín ars) es el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones. Arte Colonial El Rococó fue un claro representante de la vida lujosa y opulenta de la realeza europea no sólo porque estaba presente en todas sus expresiones artísticas, sino porque él

mismo, con su recarga de detalles y curvas encarnaba el deseo de las clases más pudientes de demostrar su poder y su importancia por sobre los demás grupos Con el aporte de la generación de los pintores coloniales hondureños se consolidó una escuela pictórica hondureña al final de este período. Este pintor logró desarrollar un estilo pictórico sumamente particular. La mayor parte de su temática son representaciones de San José. De hecho, él es reconocido por su tradición San Joseísta, de la cual aún podemos admirar cuadros en las Catedrales de Comayagua y Tegucigalpa, así como en la iglesia de Los Dolores. España, Centroamérica y Honduras Retablo Conjunto o serie de pinturas o esculturas que representa una historia o hecho, generalmente de tema religioso. Es una obra de arquitectura hecha de piedra, de madera o de otro material, pintada o esculpida, que compone la decoración del muro que hay detrás de un altar. Estilos Ábside Cabecera de la nave de una iglesia que sobresale en la fachada posterior, está abovedada y tiene planta semicircular o poligonal. Nave Cada uno de los espacios que, delimitados por muros o columnas en fila, se extienden a lo largo de un edificio. La estructura de las ciudades se basa en el esquema de los países Romanizados, y España al ser uno de esos países, las ciudades hondureñas son una fiel copia de las de España. Ya que España fue la conquistadora del país.

Las ciudades españolas tienen una forma circular, en la cual se esparcen los lugares de su casco histórico y por lo general son los mas antiguos de las ciudades, al ser lo primero que se da en la creación de una ciudad. Ciudades Coloniales El centro suele ser la parte mas antigua de la ciudad. Alberga los principales monumentos, actividades culturales y los servicios económicos mas dinámicos, a la vez que mantienen una función residencial. Está bien comunicado y presenta un elevado trafico de personas y vehículos.

En torno al centro se extienden los barrios residenciales. Algunos se encuentran degradados por la antigüedad de sus edificios y por las industrias que acogieron en el pasado. EL Centro de la ciudad San Pedro Sula, Honduras Barcelona, España A su influencia arquitectónica se le considera como estilo Barroco Americano. Es un edificio singular de gran valor simbólico en la historia religiosa y cultural de Tegucigalpa. Su trama urbana se encuentra bien definido por estar completamente separado de otros edificios y frente a la plaza del mismo nombre. Originalmente era de una sola nave, con artesanado de madera, se convirtió en este siglo en una estructura de tres naves, con la nave central de bóveda de cañón rebajada y las naves laterales de losas planas. También se amplió el presbiterio y se techó con una cúpula. En su interior se encuentran varias obras de pintura, escultura y platería. Haciendo una breve descripción podemos considerar su fachada da principal de estilo barroco con un cuerpo central y dos torres laterales. Fachada de gran interés por su policromía, detalles decorativos y esculturas en terracota vidriada, única e su género. Es majestuosa, imponente, sencillamente admirable. Es la iglesia de los edificios de mayor valor

simbólico, religioso y cultural a nivel nacional. Su fachada es un todo armónico donde sobresale un estilo en su señorial arquitectura, considerándola como verdadera joya del arte hispánico. Alberga varios frescos de José Miguel Gomez, el principal pintor de la época colonial en Honduras. Entre los frescos de Gomes que se conservan en la catedral de Tegucigalpa están "La Santísima Trinidad", "San Mateo Evangelista", "San Lucas Evangelista", "San Marcos Evangelista" y "San Juan Evangelista" El estilo del edificio, según Antropología e Historia, es barroco-americano, de la cual la fachada principal consta de un cuerpo central entre dos torres de cuatro pisos; dos entradas laterales a los patios con remate mixtilíneo similar al del cuerpo principal. La fachada frontal presenta una simetría con una entrada de arco de medio punto con dos arquivoltas y sobre ella una ventana ortogonal. Su distribución en planta es de una sola nave, con bóveda de cañón crucero con capillas laterales y el atar esta cubierto por una gran cúpula. Posee dos patios laterales y su interior contiene varios detalles de carácter colonial, de los cuales sobresalen las pechinas pintadas del altar y el retablo principal de estilo barroco (el mas alto de Centroamérica). Fue Construida en 1765 para sustituir la primera parroquia de madera que se incendió en 1746. El padre don José Simón Zelaya obtuvo los planos de Guatemala del arq. Gregorio Nacianceno Quiroz. Fue bendecida el 29 de Septiembre de 1782 y elevada a Catedral, el 14 de Mayo de 1916. Iglesia Metropolitana En Honor a San Miguel Arcángel Catedral Los Dolores En honor a Santa María de los Dolores Catedral de Comayagua En Honor a Santa Maria La Catedral "Inmaculada Concepción" de Comayagua, construida entre 1634 y 1715, ha sido siempre un monumento arquitectónico representativo de la arquitectura colonial. Datos históricos revelan que, en el año de 1562, el Obispo Fray Jerónimo de Corella traslada la catedral desde la ciudad de Trujillo a la cuidad colonial de Comayagua. Desde ese entonces, la Diócesis de Comayagua ha tenido varios obispos, quienes han tenido como principal centro de celebraciones la Catedral Inmaculada Concepción. El inmueble es uno de los monumentos históricos que constituyen el patrimonio cultural de nuestro país. Por lo cual, es bueno resaltar su historia arquitectónica-colonial y el esfuerzo de los comayagüenses por conservar dicho patrimonio. Galería de Arte Con pinturas en lugar de estatuas, este retablo data del 1677 según informa el cabildo catedralicio de Comayagua. En el tabernáculo se encuentra otra de las imágenes de las Inmaculadas Concepciones esculpidas en el taller de Francisco de Ocampo. El resto del retablo está adornado por ocho tableros pintados con escenas de la vida de la Virgen firmados por Antonio Alvarez en 1669. El retablo posee un magnífico frontal de plata y plata dorada, que es de época anterior pues lleva los escudos del Obispo Andrade (15891611) y de lo mismo es el baldaquino. Todo el retablo es un magnífico muestrario en tamaño y diseño, de esas columnas platerescas barrocas que aquí se reúnen para hacer un solo conjunto. El arte: espacio de confluencia indígena y español La fachada es una lección de teología y está dedicada a exaltar la inmaculada concepción de María. Era una fuerte creencia defendida por las iglesias hispánicas, que la Iglesia romana no había elevado aún a nivel de dogma. En piedra y de bulto, los doctores de la Iglesia se representan en la fachada, como para testimoniar ese misterio.

Y en forma de palmeras y piñas allí figuradas, la tierra del país le rinde su homenaje. La lección se repite en el retablo del altar mayor, coronado con una imagen de la Inmaculada, Patrona de la ciudad, una muy bella talla de procedencia andaluza. El incendio del viejo templo parroquial de madera estimuló a los vecinos del Real de Minas de Tegucigalpa, que decidieron construir, en 1765, una iglesia con materiales y estampa más duraderos. El binomio ganadería-minería había, por fin, asentado a una élite identificada con los intereses de la ciudad. Menos abierta que Comayagua a influencias exteriores, que allá las suministraba sobre todo el Obispado, fueron figuras eclesiásticas tegucigalpenses las que promovieron y vieron concluida, hacia 1785, su construcción: los presbíteros José Simeón de Zelaya, el iniciador, y Juan Francisco Márquez, el que la vio concluida. La obra le fue encargada al arquitecto guatemalteco Gregorio Naciancino Quiroz. Sus dimensiones no son monumentales pero sí elegantes y proporcionadas. En la fachada están representados, lo que no es muy común, los siete arcángeles, destacándose el patrón de la ciudad, San Miguel, vencedor del demonio. Fino, como en todo Honduras, es el trabajo de repujado en oro que se luce en los altares y en el altar mayor. Hay detalles figurativos de sello propio, como las volutas en forma de sirena, en el retablo del altar mayor, o como el extraordinario carruaje de Elías, que corona el púlpito. Sin olvidar las pinturas del ábside, que en honor de los cuatro evangelistas produjo José Miguel Gomes, quizás el más importante de los pintores coloniales, nativo de esta Tegucigalpa que está definiendo sus perfiles. Según una tradición, hubo incluso una competencia. Los "pardos" del barrio de los Dolores, artesanos y transportistas (muleros) se propusieron tener su propia y digna Iglesia y le entraron al trabajo al tiempo que los criollos, y aun terminaron su Iglesia, dedicada a la Virgen de los Dolores, antes que aquellos. La impronta popular de las etnias ladinas e indígenas, a pesar de las manipulaciones que esta iglesia ha sufrido, aún puede admirarse en la fachada y en el uso de motivos sincréticos, como el sol y la luna, para representar a la divinidad. El arte colonial hondureño no se redujo a Comayagua y Tegucigalpa. En el istmo sólo Guatemala sobrepasó a la provincia hondureña en cuanto a número, calidad, ubicación de una riquísima producción en arquitectura, escultura, pintura y objetos de culto. Hay que mencionar y, desde luego, recorrer hoy día los Departamentos de Lempira, Choluteca, Santa Bárbara, Yoro, Copan o Intibucá, para admirar lo que la comunidad colonial supo edificar con su esfuerzo e inventiva. Mención especial merecen las Iglesias en pueblos de indios. De acuerdo con el Obispo Cadiñanos, a finales del siglo XVIII eran las iglesias mejor atendidas y cuidadas de la provincia. Algunas de ellas

son auténticas joyas del arte colonial hispanoamericano, como la de Belén Gualcho o San Pedro de Colohete. Quien se extrañe de que estén situadas en lugares hoy tan apartados debe tener en cuenta que los comunicaciones en aquel entonces eran diferentes y que las comunidades de indios, que sostenían importante población y producción, estaban en rutas principales; no eran pueblos perdidos en el mapa. Criollos, pardos, indígenas, todos manifestaron su fe y su capacidad de realización comunitaria en la construcción de sus iglesias. Estas son obras que entonces sintetizaban la expresión de la cultura, en términos universales, al engarzarse de forma sobresaliente al arte barroco del Imperio y, en términos particulares hondureños, por su realización peculiar y concreta, producto de la sociedad colonial de la provincia, legándonos con ello además un patrimonio nacional invaluable.

DANZAS COLONIALES O DE SALON La Varsoviana Los Lanceros Polca la San Juaneña El Pereke La Espinaleña La Mazurka Polca de los Atillos de las Castañas El Callado Polca al Son de la LLorona El Jarabe Yoreño El chotis Cuadrilla de la Reina

Como colonia marginal, Honduras no tuvo un desarrollo artístico muy significativo, y muchas de las piezas de la época, como el Cristo Olvidado, fueron importadas. Muestras excepcionales, como la iglesia de San Manuel de Colohete, son la excepción, no la norma. Existen muestras de un arte de modelo castellano desarrollado por artistas indígenas. Tenemos ejemplos notables como la base del púlpito de la iglesia de Santa Cruz, Lempira, que muestra una mujer indígena con los pechos desnudos que carga el púlpito como un canasto. O el tosco repujado de la Virgen que adorna un báculo del suroeste del país. Estas piezas son una muestra de la visión singular de nuestros artistas, cuya influencia llega a la época moderna, como lo muestra el cementerio de Curarén, con su fachada con toscos ángeles desproporcionados.