Arquitectura barroca (3)

INTRODUCCIÓN Este estilo se constituye en Italia durante el último tercio del siglo XVI. A la palabra barroco se le atr

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INTRODUCCIÓN

Este estilo se constituye en Italia durante el último tercio del siglo XVI. A la palabra barroco se le atribuyó un sentido peyorativo, procede de la voz portuguesa barrueco, perla irregular, o del modo del silogismo barroco caracterizado por lo artificioso. A lo largo de mucho tiempo se le consideró deshonroso y una simple degeneración del Renacimiento. Pero por suerte ya ha sido superada esta fobia y actualmente es considerada una de las corrientes más bellas e importantes del arte. El Barroco conserva, en principio, las formas propias del Renacimiento, pero las fue modificando para hacerlas más flexibles e imprimirles una movilidad y un sentimiento desbordante, hasta alejarlas del equilibrio y del clasicismo renacentistas. Lo Barroco abarca todo el siglo XVII y se prolonga durante los dos primeros tercios del siglo XVIII, en algunos países incluso se prolonga todo este siglo.

El Barroco conserva, en principio, las formas propias del Renacimiento, pero las fue modificando para hacerlas más flexibles e imprimirles una movilidad y un sentimiento desbordante, hasta alejarlas del equilibrio y del clasicismo renacentistas. Lo Barroco abarca todo el siglo XVII y se prolonga durante los dos primeros tercios del siglo XVIII, en algunos países incluso se prolonga todo este siglo. Para comprender este estilo es preciso ponerlo en relación con la sociedad y el ambiente espiritual de su época. La geografía del siglo XVII no es difícil de definir. Uno de los centros más influyentes es la Roma papal, centro de un arte contrarreformista que deriva hacia un barroco exuberante. Cercana ideológicamente a Roma está la Corte española de los Austria, con centros neurálgicos como Sevilla, Toledo y Madrid, en la península Ibérica, y Nápoles, Lombardía y Flandes, en el exterior. (CHUECA GOITIA, Fernado., Historia de la arquitectura occidental: barroco en Europa, Editorial Dossat 2000, Madrid, 2000) En el barroco la arquitectura va, frecuentemente, unida al urbanismo. Los edificios más representativos son los civiles, con interiores recargados de decoración, plantas complicadas y originales soluciones para las cubiertas. Emplea el orden gigante.

A causa de la eclosión del protestantismo, la cristiandad europea había atravesado una profunda crisis. La Iglesia Católica tardó en reaccionar, lo hizo con el Concilio de Trento (1545-1563). Con él llegó un periodo de renovación, que se animó con la creación de numerosas órdenes religiosas, reconquista de territorios espiritualmente perdidos, y el desarrollo de una importante actividad cultural. Es en este contexto es donde surge un arte adecuado a la renovación religiosa, especialmente apto para transmitir al pueblo el contenido de los dogmas y propiciar la difusión del culto a los santos y a la Virgen. La época del Barroco „triunfalista‟ fue también la de los grandes santos y místicos.

Pero el Barroco no fue un arte exclusivamente religioso, también tuvo en seguida una vertiente secular muy importante. Los siglos XVI y XVII fueron época de afianzamiento de las monarquías europeas, y donde se pusieron los cimientos del Estado moderno, burocrático y centralizado. El Barroco convenía mejor que ningún otro estilo a estas necesidades de lujo y boato, y su difusión concordaba bien con los gustos de la opinión general de aquella época, en la que entraban a la vez el gusto popular por el espectáculo, y la convicción de los teóricos políticos de que el poder sólo se realza adecuadamente si se manifiesta a los ojos de todos por un brillo fastuoso. (BAZIN, G., Barroco y rococó. Barcelona, Destino. 1992) Ya en el siglo XVI, Miguel Ángel Buonarroti había anunciado el Barroco de una forma colosal y masiva en la cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma, así como las alteraciones en las proporciones y las tensiones de los órdenes clásicos expresados en la escalera de acceso a la Biblioteca Laurenciana de Florencia, del mismo autor, y la enorme cornisa añadida al Palacio Farnese. Estas intervenciones habían suscitado diversos comentarios en su época por su brusca alteración de las proporciones clásicas canónicas. No obstante, en otras obras Miguel Ángel había cedido a la influencia manierista, por lo que fue sólo tras el fin del Manierismo cuando se redescubrió a Miguel Ángel como el padre del Barroco. El nuevo estilo se desarrolló en Roma, y alcanzó su momento álgido entre 1630 y 1670; a partir de entonces el Barroco se extendió por el resto de Italia y de Europa, mientras que en el siglo XVIII Roma volvió de nuevo al Clasicismo siguiendo el ejemplo de París. La influencia del Barroco no se limitó al siglo XVII; a principios del siglo XVIII se desarrolló el estilo denominado Rococó, que no siendo una pura continuación del primero podría ser considerado como la última fase del Barroco. (CHUECA GOITIA, Fernado., Historia de la arquitectura occidental: barroco en Europa, Editorial Dossat 2000, Madrid, 2000)

ANTECEDENTES

A mediados del siglo XVII se comenzó la arquitectura Barroca. A fines del siglo XVII y principios de XVIII destacan las figuras de Carlo Fontana y Filippo Juvarra entre cuyas obras destacan los palacios Madama (1718-1721) y Stupinigi (1719-1733). En 1607 se realiza un concurso para poder remodelar. En 1607 en el concurso sale ganador el proyecto de Carlo Maderno, que alargó el edificio, por lo que se perdió el carácter centralizado, haciéndola más basílica. En 1615 fue construido el Palacio de Luxemburgo por Salomon de Brosse. En 1619 Francesco Castrlli llega a Roma, donde cambia su apellido de Castelli a Borromini, y comienza a trabajar para su pariente lejano, Carlo Maderna en las obras de la Basílica de San Pedro. A la muerte de Maderna, se une al equipo de Gian Lorenzo Bernini en los trabajos de ampliación y refacción de la fachada del Palazzo Barberini. En 1623 el recién elegido Papa, Maffeo Barberini, con el nombre de Urbano VIII, le otorgó el cargo de “arquitecto de Dios” a Gian Lorenzo Bernini. En 1624 el Papa Urbano VIII le encarga la construcción del Baldaquino de la Basilica. En 1624 Luis XIII construyó una casa de campo para casería en una aldea fuera de París. Esta estructura pequeña se convirtió en la base en la cual fue construido uno de los edificios más costosos y extravagantes del mundo el Palacio de Versalles. El cual fue el hogar de Luis XIV y el Rey del Sol. Los hombres a cargo del proyecto era Louis Le Vau, arquitecto; Charles Le Brun, pintor y decorador; Andre Le Notre, arquitecto de paisaje. En 1624 Gian Lorenzo Bernini inicia su primera obra donde se aprecia el gusto clásico de Bernini es la Fachada de la Iglesia de Santa Bibiana. En 1625 se inicia por completo el estilo Barroco.

En 1628 se le encargo el proyecto del Palacio Barberini a Carlo. En 1629 muere Carlo y Bernini es quien continua la obra. En 1629 se inicia el proyecto de la Colegiata de San Isidro. En 1630 comienzan a proliferar las plantas elípticas y ovaladas de menores dimensiones, lo que pronto se convirtió en uno de los rasgos arquitectónicos del barroco. En 1630 el Barroco se expandió al resto de Italia. En 1633 se termina la construcción de la Baldaquino de la Basílica. En 1637 Urbano VIII le encarga a Bernini un proyecto destinado a reducir la horizontalidad de Carlo Maderno de San Pedro del Vaticano. En 1638 en Italia Francesco Borromini construyo una pequeña iglesia en Roma “San Carlo” se realizo en torno a una plata elíptica, que refuerza el eje longitudinal, cubierta por una cúpula de la misma forma sobre pechinas y cuya fachada se curva en una ligera ondulación. En 1640 Inglaterra sufre una gran revolución. En 1642 en Italia Francesco Borromini se comienza la plata de San Lvo se origina por la interacción de dos triángulos equiláteros, en cuyas esquinas aparecen tres nichos y otros tres chaflanes convexos alternativamente. En 1644 Piazza Novona, Roma. En este lugar se alza el pequeño edificio de la familia Pamphili. Uno de sus miembros Inocencio X, transformó el estadio en una bellísima plaza que decoró con tres obras maestras del barroco: la Fontana dei Quattro Fiumi (Bernini), la Iglesia de Sant‟Agnese in Agone, Anitigua capilla de la familia del papa (Borromini) y el Palazzo Pamphili (residencia de Donna Olimpia, cuñada de Inocencio X) En 1650 Montecristo es un palacio urbano, posee una fachada muy recta y alargada. Fue construido por Bernini. En 1652 la última etapa de la actividad de Alonso Cano tuvo como escenario Granada

En 1656 en Italia se comenzó el proyecto de Gian Lorenzo Bernini la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Gracias al complicado juego perspectivo de la doble columna la fachada chata de Carlo Madero para la basílica de San Pedro cobra nuevo vigor.

En 1658 se inicia el proyecto Santo Tomas de Villanueva. En 1659 se inicial el proyecto de la Iglesia de San Andrés del Quirinal En 1661 se inicio la transformación de Versalles fue ampliada y Luis XIV lo convirtió en escenario de fiestas. En 1662 se inicia el proyecto de la iglesia Santa María de la Asunción Amicci. Se encuentra frente al palacio de la Familia Chigi.Esta iglesia es totalmente circular. En 1663 en Italia Gian Lorenzo Bernini comenzó otra de sus grandes obras La Escala Regia también en el Vaticano, donde consiguió construir en un espacio reducido una de las escalas más impresionantes de la historia de la arquitectura. En 1666 se termina la obra de Gian Lorenzo Bernini la Plaza de San Pedro. En 1666 en Londres hubo un incendio hizo necesaria la reconstrucción de la ciudad. Entre los arquitectos que llevaron acabó esta tarea destacó el polifacético Christopher Wren. En 1666 Guarino Guarini inicio la construcción de la iglesia de San Lorenzo. En 1666 uno de los arquitectos ingleses más destacados Christopher Wren reconstruye la Catedral de San Pablo y Londres. En 1667 se termina la obra Francesco Borromini se termina la Iglesia de San Carlo. En 1667 Guarino Guarini inicio el proyecto de la capilla se la Santa Sindone. En 1668 Luis XIV fijó su vivienda en Versalles tras las primeras victorias militares. En 1670 se termina el proyecto de la Iglesia de San Andrés del Quirinal. En 1673 fue la reconstrucción de San Pablo En 1675 se inicio la obra de Christopher Wren la catedral de Saint Paul inspirada en lo dibujos de Sangallo para la basílica de San Pedro.

En 1676 en Francia Jules Hardouin-Mansart inicia el proyecto de la iglesia de San Luis de los Inválidos. En 1676 el arquitecto Julio Hardouin-Mansart se encargó de reajustar y de agrandar el Palacio de VersallesEn 1677 fue iniciada la Iglesia de Santa María Magdalena. En 1679 Guarino Guarini inicio la construcción del Palacio de Carignano. En 1679 el conjunto del palacio y parque de Versalles, incluyendo el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, fue declarado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO. En 1680 se termino el proyecto de la iglesia de San Lorenzo En 1685 se termino el Palacio de Carignano. En 1687 el Gran Trianón o “Trianón d mármol”, conforme a los planos de Jules Hardouin Mansart siguió las ordenes del rey Napoleón quien ocupó y redecoró el Trianón. En 1706 se termina el proyecto de Jules Hardouin-Mansart. En 1710 la construcción de la Plaza Mayor de Salamanca Ayuntamiento se acordó cuando estaba en la cuidad el rey Felipe V, que quiso premiar así la fidelidad de Salamanca a su causa durante la Guerra de Sucesión. El proyecto fe trazado por Alberto Churriguera. En 1729 se inicio el proyecto de la Plaza Mayor de Salamanca Ayuntamiento. En 1738 el proyecto del Palacio Real de Madrid fue encargado al arquitecto Italiano Sachetti. En 1753 en Paris Francia, Jacques Ange Gabriel fue iniciado el proyecto de la Plaza de Concordia. En 1755 se termino el Palacio Real de Madrid. En 1764 Carlos III estableció su residencia en el Palacio Real de Madrid. En el siglo XVIII se desarrolla el estilo denominado Rococó.

CARACTERISTICAS GENERALES

a) b) c) d) e)

f) g) h)

i) j) k) l) m) n)

Arquitecturas cargadas de detalles Las fachadas son cóncavas y convexas Se abandonan las líneas rectas y superficies planas Junto a la planta rectangular aparecen las plantas elípticas, circulares y mixtas. Dominio de la línea curva: 1) Elipses 2) Parábolas 3) Hipérbolas 4) Cicloides 5) Sinusoides 6) Hélices Arcos y cúpulas con formas variadas Carácter escenográfico y monumental Soportes dinámicos 1) Columnas salomónica 2) Órdenes clásicas 3) Atlantes 4) Cariátides 5) Los muros pierden el sentido plano y se curvan dejando cruzarse en ángulo recto buscando todo tipo de perspectivas y efectos luminosos Campanarios Efecto de luz Riqueza decorativa y exuberancia formal tanto en espacios interiores como exteriores Arcos y frontones mixtilíneos Ventanas ovaladas Materiales: 1) Piedra 2) Mármol 3) Ladrillo 4) Estuco

5) Bronce o) Muro p) Cubiertas q) Tipologías arquitectónicas TOMAN, R. (Ed), El Barroco, Barcelona, Konemann, 1998.

Riqueza Decorativa Incluyen diseños basados en la línea curva, en consonancia con el mayor dinamismo buscado, como frontones curvos y partidos, vanos ovalados y motivos vegetales, cueros y cortinajes que sugieren un mundo irracional y caprichoso. Se emplea, con frecuencia, el trampantojo; un recurso que, a través de la pintura, simula un espacio arquitectónico que se abre sobre el muro. Los soportes pasan a tener, muy a menudo, un carácter decorativo, desprovistos de toda función tectónica. Todos estos elementos se emplean con gran libertad, pues lo que se valora es la invención y la originalidad en la plasmación de formas nuevas que impresionen al espectador. Estípite Tipo de soporte que genera, por su forma especial, sensación de inestabilidad al ser extremadamente estrecho en su parte inferior. Algunos tienen forma de cariátide. Se emplea, con frecuencia, el trampantojo, un recurso que, a través de la pintura, simula un espacio arquitectónico que se abre sobre el muro. Es un soporte vertical cuyo tronco tiene forma de pirámide invertida; puede resultar muy complejo al yuxtaponerse, en ocasiones, diversos elementos. Materiales Predomina la variedad, piedra, ladrillo, estuco, mármol, bronce, etc., aunque el más utilizado será la piedra sillar. En determinados edificios, y en especial en los interiores, se empleará el mármol de colores para subrayar la suntuosidad y el lujo, tan querido por la teatralidad barroca. En ocasiones se emplea el bronce para ciertos elementos, cuando se pretende destacar su carácter decorativo. Frecuentemente se utilizan todos estos materiales a la vez en un mismo edificio, lo que consigue efectos de suntuosidad y complejidad ornamental. STRICKLAND, Carol; Arquitetura comparada: uma breve viagem pela história da arquitectura; São Paulo: Ediouro; 2003

El Muro El muro es el principal soporte y tiene en carácter dinámico; se ondula y modela, permitiendo plantas flexibles. Los vanos que se abren pueden tener formas complejas, ovales, con sobreventanas, etc. Los Soportes Los soportes, exentos o adosados se emplean muchos, pero, en general, con fines decorativos. Se usan los atlantes, caritativos y ménsulas y aparecen dos soportes nuevos típicamente barrocos: la columna salomónica y el estípite. Columna Salomónica La que tiene fuste torsionado en forma de espiral. Los Arcos Los arcos son muy variados: de medio punto, elípticos, mixtilíneos, ovales… El arco más utilizado es el de medio punto. Las Fachadas Las fachadas se curvan como consecuencia de la introducción de entablamentos curvos. Tienen dos cuerpos, y se van haciendo más movidas y ricas en claroscuro. Se llenan de esculturas, las columnas se desprenden del muro y el efecto general es de mayor riqueza y movimiento. Se empiezan a dibujar fachadas cóncavas o convexas, que se relacionan estrechamente con el espacio urbano en que se insertan y que se edifican teniendo en cuenta el ángulo bajo el cual van a ser vistas, buscando efectos de perspectivas fugadas y de ejes diagonales. Esto supone que los muros se hacen flexibles: se mueven, con entrantes y salientes, se ondulan. Las cornisas, muy salientes, también reflejan esta concepción dinámica de la fachada. Se trata, casi, de una concepción orgánica del edificio. LYTTELON, MARGARET, Arquitectura Barroca Antigüedad básica, Ed AKAL 1998 Cubiertas Los sistemas de cubierta son muy variados. Las bóvedas, de cañón, arista, lunetos y semiesféricas sobre pechinas, son más características. Frente a estos elementos, ya

utilizados en el Renacimiento, se ensayan nuevas bóvedas ovales o estrelladas, multiplicándose las cúpulas en el exterior del edificio. También se construyen bóvedas falsas, llamadas encamonadas. La cúpula sobresale en el exterior, pero interiormente será absorbida, como superficie semiesférica pura, por un torbellino de figuras, pinturas, molduras o fingidos cielos. Son grandes rompimientos de gloria en los que aquéllas simulan desaparecer, dejando ver un mundo celestial. Tipología Arquitectónica Los edificios, religiosos o civiles, tienen un sentido simbólico-propagandístico y gran variedad de plantas. Los edificios típicos siguen siendo la iglesia y el palacio en sus distintas variaciones, aunque también haya que destacar las plazas y las fuentes que las decoran. La tradicional planta rectangular da paso a plantas elípticas, circulares y mixtas. Se da un claro predominio de la “Planta jesuítica”. El espacio interior también se concibe como una forma fluyente, estando dominado por las superficies curvas. La decoración va haciéndose cada vez más ricas y coloristas, potenciando el efecto escenográfico y teatral de la arquitectura barroca. AA.VV, Edad moderna, arquitectura y urbanismo, Ed Diputación provincial Málaga, 2001

Dinamismo Existe una tendencia a dotar a los edificios de movimiento, empleando líneas curvas: alternancia de líneas cóncavas.convexas, que dan lugar a fachadas alabeadas. Es una arquitectura que gusta de los fuertes contrastes: rectacurva, claroscuro, cercalejos en las perspectivas, etc. La Luz La lux es un elemento importantísimo en la arquitectura barroca, al realzar la movilidad de los edificios y multiplicar los ángulos de perspectiva y el dinamismo de las formas; los arquitectos barrocos estudian cuidadosamente sus efectos en fachadas e interiores, y si complacen en crear efectos ópticos ilusionistas a base de luces indirectas que se proyectan en los interiores a través de claraboyas ocultas. SUTTON, Ian; História da arquitectura do Ocidente; Lisboa: Verbo, 2004

TEMAS DE LA ARQUITECTURA BARROCA

Urbanismo La ciudad del barroco es la imagen del poder del gobernante y su importancia, se mide por el tamaño y el número de habitantes. Las transformaciones que en ellas se realizan únicamente atienden a las necesidades del poder absoluto de los gobernantes. En el Barroco, el ordenamiento urbano refleja la estructura social del absolutismo, y la ciudad se organiza en torno a un centro. La teoría urbanística barroca se apoya en centros intercomunicados donde se desarrolla la vida cotidiana, calles anchas y rectas que confluyen en las plazas. Las perspectivas monumentales y uniformadas dan una amplitud indefinida a la imagen del poder. Las plazas son unos de los más importantes elementos del urbanismo barroco, embellecen la ciudad y son punto de referencia para el trazado de calles que las unen. Son un reflejo simbólico del poder civil o religioso, y escenario de fiestas y representaciones sociales y teatrales. De menor importancia estética, pero de gran relevancia arquitectónica son las construcciones defensivas. Las arquitecturas efímeras que se levantan para las entradas triunfales, los funerales y la exaltación de los reyes son de una gran trascendencia para la comprensión del sentido de las manifestaciones artísticas del barroco. AA.VV, Edad moderna, arquitectura y urbanismo, Ed Diputación provincial Málaga, 2001 En 1585 el Papa Sixto V inició las obras para la transformación urbana de Roma, encargando a Domenico Fontana la conexión entre los principales edificios religiosos de la ciudad por medio de grandes ejes viarios rectilíneos. El proyecto, que se basaba en la ratificación de Roma como ciudad santa, estableció el precedente para las intervenciones que se habrían de llevar a cabo en diversas ciudades europeas. A la planificación centralizada de la ciudad ideal renacentista se contrapone la visión de la ciudad capital barroca, más dinámica y abierta a sus propios límites, y al mismo tiempo punto de referencia para todo el territorio. En Roma, los centros focales del panorama urbano se subrayaron mediante la colocación de antiguos obeliscos egipcios y altas cúpulas, mientras que en París los nodos del sistema viario se definieron por medio de plazas simétricas, en cuyo centro se colocaba la estatua del

soberano.

En líneas generales, la plaza barroca cedió su función tradicional cívica y publica para convertirse en un medio de exaltación de la ideología religiosa o política, como en el caso de las plazas reales francesas (la Plaza de los Vosgos o la Plaza Vendôme, por ejemplo) o de la Plaza de San Pedro de Roma. Atlas Universal de la Arquitectura Barroca Ed Electa 2002

Iglesias La relación con Dios se hace dialogo por medio de la obra artística. Las ceremonias necesitan una buena acústica y visibilidad para escuchar la predicación y seguir el lenguaje gestual del orador. El espacio unitario de las iglesias Jesuíticas con circulación independiente en las capillas laterales y la preferencia por la planta de cruz latina ¨tradicional¨, con una gran cúpula en el crucero es el modelo preferido para las grandes iglesias. La planta central queda para la iglesia pequeña y oratorios, se crea un espacio didáctico que busca la persuasión de los fieles mediante los recursos decorativos. Destaca la gran cúpula, la zona más iluminada, es símbolo de la perfección y del cielo sostenido por grandes columnas, suele estar decorada por pinturas de falsos cielos y perspectivas con escenas de triunfo y de gloria y con efectos ilusionistas. El altar en forma de tabernáculo o retablo, es ahí donde se visualiza el misterio de la eucaristía y se produce el encuentro del alma con Dios. Los elementos decorativos, el dorado y el recargamiento de los retablos, la abundancia de ricos materiales, contribuye a crear un clima emocional. El templo se proyecta al exterior por medio de la cúpula, que señala el lugar sacro, y sirve de punto de referencia, por medio de la fachada, se articula la puerta. Entre las iglesias, el punto de partida de la arquitectura barroco puede considerarse la Iglesia del Gesù de Roma, construida a partir de 1568 según el proyecto de Vignola. El edificio, que representa una síntesis entre la arquitectura renacentista, manierista y barroca, satisfacía plenamente las nuevas exigencias surgidas tras la Contrarreforma: la disposición longitudinal de la planta permitía acoger al mayor número de fieles, mientras que la planta de cruz latina con numerosas capillas laterales suponía un retorno a la tradición del Concilio de Trento. Por otro lado, la presencia de una cúpula subrayaba la centralidad del espacio hacia el fondo de la nave, y presagiaba la búsqueda de una integración entre el esquema longitudinal y el centralizado. También la fachada, construida según el proyecto de Giacomo della Porta, anticipaba los elementos más marcadamente barrocos, comparables a los de los alzados de Santa Susana y San Andrés del Valle. De este modelo derivaron una serie de iglesias de planta longitudinal centralizada o planta

central alargada, caracterizadas por el eje longitudinal y por la presencia de un elemento catalizador de la composición, generalmente una cúpula. SUTTON, Ian; História da arquitectura do Ocidente; Lisboa: Verbo, 2004

Si los arquitectos manieristas alteraban la composición rigurosa de las fachadas renacentistas añadiéndoles temas y decoraciones caracterizadas por un intelectualismo refinado, pero sin modificar la lógica planimétrica y estructural de la fachada de los edificios, los arquitectos barrocos modificaron tanto la composición en planta como en fachada, generando una concepción nueva del espacio. Las fachadas de las iglesias dejaron de ser la continuación lógica de la sección interna, para convertirse en organismos plásticos que marcaban la transición entre el espacio exterior y el interior. El espacio interior, por tanto, estaba compuesto a partir de figuras complejas basadas en elipses y líneas curvas, y se definía a través del movimiento de los elementos espaciales, diferenciándose radicalmente de la concepción renacentista que generaba una sucesión uniforme de elementos dispuestos de forma simétrica entre ellos. Palacios La vivienda urbana de las familias nobles es el ejemplo más característico de la arquitectura civil del barroco, en especial los palacios reales. El palacio Fortaleza, cerrado y con patio, los edificios se relacionan con los diversos patios y dependencias, a la vez que se buscan perspectivas diferentes. La fachada, resaltan los salones principales que en su interior son los centros donde se desarrollan la vida social. Los jardines reflejan la superioridad de la belleza natural, el jardín barroco es un escenario para la monarquía absoluta; es un jardín representativo, cuyo mejor diseñador es el francés Le Nôtre. El palacio italiano y sus derivados europeos permanecieron fieles a la tipología residencial desarrollada durante el Renacimiento, con un cuerpo edificado cerrado en torno a un patio interno. Se dotó a las fachadas principales de cuerpos centrales resaltados y decorados mediante el uso de órdenes gigantes, que ya habían sido anticipados por Palladio. Se extendieron los ejes de simetría al interior del edificio, donde se abrían el vestíbulo y el patio interno; por ejemplo, el eje longitudinal introducido en el Palacio Barberini de Roma contribuía a la definición de la planta y subrayaba la conexión con el exterior del edificio. Por otro lado, este palacio constituyó un punto importante del desarrollo de la tipología residencial palaciega italiana: la planta se constituía en forma de H, y la entrada se producía mediante un profundo atrio que iba haciéndose más estrecho sucesivamente, hasta llegar a una sala elíptica que servía de centro nodal al palacio entero.

En Francia, no obstante, el palacio urbano de la nobleza, denominado hôtel, recuperó para sí el esquema de los castillos medievales. El clima más duro reclamaba una optimización del soleamiento en las principales estancias, lo que generó fachadas escalonadas y grandes alas laterales. El cuerpo principal se encontraba retrasado respecto a la calle y precedido de lacour d'honneur, un espacio de transición abierto al exterior que al mismo tiempo separaba el palacio de la ciudad. Un ejemplo de este esquema es el parisino Palacio del Luxemburgo, construido a partir de 1615 por Salomon de Brosse. Aquí, a diferencia de otros edificios del mismo estilo y época, los pabellones angulares no fueron destinados a locales de servicio, sino que contenían estancias principales en cada planta. Fue notable el desarrollo francés de residencias en el campo, los denominados châteaux, que llevaron a la realización de extensos complejos de los que partían los ejes viarios principales que ordenaban el entorno. Entre ellos cabe destacar el Palacio de Vaux-le-Vicomte (1656-1659), proyectado por Louis Le Vau, y el Palacio de Versalles, máximo símbolo del absolutismo francés y cuyas labores de reconstrucción fueron iniciadas por el mismo Le Vau por encargo de Luis XIV. BENEVOLO, Leonardo; História da arquitectura moderna; São Paulo: Editora Perspectiva, 2001

ARQUITECTURA BARROCA EN ITALIA

El centro de la arquitectura barroca italiana será la ciudad de Roma, donde se producen grandes trasformaciones urbanas mediante trasformaciones ornamentales, que consisten en el embellecimiento de la ciudad mediante grandes fachadas, fuentes, arquitecturas efímeras, etc. La génesis de la arquitectura barroca está en Italia, con figuras tan determinantes como Bernini y Borromini. Tras la hegemonía cultural que tuvo Venecia después del saqueo de Roma en 1527, esta ciudad vuelve a recuperar todo su esplendor. Roma es lugar de peregrinación, el centro del Papado y la Contrarreforma, y el lugar donde se crea la nueva estética, y las bases del urbanismo moderno y racional. Esta vez, Italia es sinónimo de Roma. Las fachadas se hacen onduladas y ricas en esculturas. En Roma trabajan los más grandes arquitectos del Barroco. En el período de transición se distingue a Carlo Maderno, que destaca por sus edificios religiosos como Santa Susana, Santa María de la Victoria, y concluye la basílica de San Pedro del Vaticano, y a Giacomo della Porta, sucesor de Vignola, que hizo la fachada de El Gesú. Maderno es el primer escultor que defiende los ideales del barroco. BENEVOLO, Leonardo; História da arquitectura moderna; São Paulo: Editora Perspectiva, 2001 En el barroco pleno encontramos a los arquitectos más conocidos: Gian Lorenzo Bernini, es el gran arquitecto del barroco, uno de los genios del arte universal. Es uno de los formuladores del lenguaje barroco. Diseña la columnata de San Pedro del Vaticano, y el baldaquino donde sitúa un nuevo tipo de columna, las columnas salomónicas del altar. Utiliza multitud de puntos de vista, la planta central, principalmente de cruz griega, circular u oval. Construye, también, San Andrés del Quirinal, donde demuestra su gusto por los contrastes, entre otras muchas obras. Francesco Borromini es otro de los grandes arquitectos de la historia del arte. Borromini rompe todas las reglas del clasicismo. Concibe toda la obra como una gran escultura, ondula los entablamentos y las cornisas, e inventa nuevas formas para los capiteles.

Sus plantas son más dinámicas, y sus fachadas también. Sin embargo, sus obras son de pequeño tamaño, ya que Bernini era el arquitecto oficial. Construyó San Ivo, La sapiencia, San Carlos de las cuatro fuentes, el Oratorio de san Felipe Neri, palacio Barberini, etc. Guarino Guarini, es otro de los grandes arquitectos del período. Sus formas se inspiran en el gótico y en el mudéjar. Trabaja, sobre todo, en Turín donde realiza obras como la iglesia de San Lorenzo, con una bóveda al estilo cordobés, el palacio Carignano y la capilla del Santo Sudario. Baltasar Longhena, que trabaja en Venecia, donde construye Santa María de la Salud y el palacio Pésaro. Pietro di Cortona, discípulo de Bernini, que tiene un lenguaje más sereno. Construye la iglesia de los santos Lucas y Martín, y las fachadas de Santa María de la Paz y de Santa María in vía Lata. Otros arquitectos son Carlo Rainaldi: San Andrea della valle, Martino Lunghi el Joven: iglesia de los santos Vicente y Anastasio. En el siglo XVIII el barroco evoluciona en dos direcciones. Por un lado existe un retorno a la simplicidad del siglo XVI, que prepara el neoclásico, y por otro se evoluciona hacia la exuberancia decorativa del rococó. En esta época destacan Bernardo Vittone, que trabaja en Turín. Es el iniciador de los excesos decorativos del rococó. Ejemplo de su arquitectura es la capilla de Vallinoto, y la iglesia de las Clarisas de Bra. Ferdinando Fuga, trabaja en Nápoles, de estilo rococó, antes de ser representante del neoclasicismo; factoría de porcelana de Capodimonte. Luigi Vanvitelli, que trabaja en Nápoles y Sicilia, que en aquella época pertenecían a la corona española: palacio de Caserta, iglesia de Vanvitelli en Nápoles. Filippo Juvara, el mejor representante del barroco tardío y sereno. Es un auténtico precursor del neoclasicismo. Entre sus obras destacan la fachada del palacio Madama, en Turín, palacio de caza de los Stupinigi. Y Benedeto Alfieri, discípulo de Juvara, palacio real de Turín. Libro El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004 Características De Las Obras Arquitectónicas De Bernini a) Tratamiento de las superficies arquitectónicas como esculturas, logrando una perfecta relación entre ambas. b) Preferencia por las plantas centralizadas, especialmente elipse, c) Uso del orden gigante, alternancia de frontones (curvos y rectos) en los vanos, utilización de elementos oblicuos.

d) Fusión del espacio natural y el espacio urbano, convirtiendo las fuentes en elementos de ordenación urbana. e) Es un arquitecto clásico dentro del Barroco, pues utilizó los elementos de la arquitectura clásica representando las proporciones de los órdenes y las reglas generales de la composición. f) Su barroquismo se basa en el efecto de movimiento y el ilusionismo especial. AA.VV, Edad moderna, arquitectura y urbanismo, Ed Diputación provincial Málaga, 2001

Basílica de San Pedro del Vaticano. La basílica es la obra de varios siglos. Comenzó por ser un monumento conmemorativo, en el lugar donde San Pedro fue martirizado. A partir de 324 el emperador Constancio hizo construir una basílica. En el siglo XV la basílica paleocristiana amenazaba con derrumbarse por lo que los Papas decidieron demolerla. La construcción del edificio actual se inicia el 18 de abril de 1506, durante el papado de Pablo V. Numerosos arquitectos y artistas participaron de esta obra: Bramante, Rafael, Sangallo, Miguel Ángel y Maderna. Gian Lorenzo Bernini proyectó la plaza y su columnata. El proyecto inicial fue encargado a Bramante, que diseñó un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado y cubierta por cinco cúpulas, la central en el crucero y las restantes en los ángulos. El encargado de proseguir la construcción fue Rafael, quien modificó la idea inicial de Bramante proyectando una planta de cruz latina en lugar de griega. Posteriormente la responsabilidad del diseño recayó sobre Miguel Ángel, que retomó la idea de Bramante de planta de cruz griega. La cúpula se encuentra justo sobre el altar mayor y la tumba del Apóstol Pedro. La basílica de San Pedro del Vaticano, iniciada por Bramante y construida por Miguel Ángel fue concluida por Carlo Maderna que añadió tres naves al primitivo proyecto de la planta de cruz griega y construyó la actual fachada ya barroca pero de un barroquísimo atenuado. El último arquitecto en intervenir en construcción fue Gian Lorenzo Bernini, que acometió la tarea de añadir dos torres laterales a la fachada. En 1656. El Papa Alejandro VII encargó a Bernini, que ya había realizado el baldaquino en el interior, la construcción de la plaza, con el fin de crear un sitio capaz de acoger grandes congregaciones de fieles.

San Andrés del Quirinal La planta es de forma oval, con la puerta situada en el eje menor y precedida por una composición de forma encurvada, rompiendo el sentido longitudinal de este tipo de planta. La fachada es de un clasicismo y severidad desconocido. Se compone por medio de unas pilastras gigantes que sostienen un frontón partido. El pórtico es una especie de medio tholos. Los materiales utilizados son ricos: mármoles de colores y piedras jaspeadas. Arquitectura moderna de la A-Z, Ed Taschen 2001

Características De Las Obras Arquitectónicas De Francesco Sobrepasa a todos los arquitectos italianos por su invención decorativa. Si Bernini utilizó siempre elementos de la arquitectura clásica, representando las proporciones y las reglas generales de la composición, Borromini va a romper con todas las reglas, a inventar nuevos elementos, y a concebir la arquitectura casi en términos de escultura, haciendo ondular los elementos y cornisas, inventando formas nuevas para los capiteles y utilizando bóvedas que parecen nervadas y arcos mixtilíneos. Consigue en el muro efectos pictóricos al dirigirse la luz a superficies curvadas y quebradas. Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes La fachada es de clara tradición toscana. Se compone por tres calles con una convexidad central flanqueada por dos cóncavas y con columnas adosadas al muro. Borromini adaptó el sistema miguelangelesco de los palacios capitolios y de la fachada de San Pedro, articulando a base de la combinación de un orden pequeño y uno gigante, que repite en los dos pisos. El conjunto ondulante está dividido por tres vanos: En el piso bajo, uno central convexo y dos extremos cóncavos, unidos por un entablamento ininterrumpido. En él se encuentra la estatua de San Carlos Borromeo flanqueado por otras dos estatuas, encontrándose estas subordinadas a la arquitectura y claramente confinadas en el espacio reservado a ellas. En el piso superior describe los tres vanos cóncavos, y el entablamento se despliega según tres segmentos separados, coronado todo por un medallón ovalado sostenido por ángeles. Aparece también en este piso, un templete elíptico central, que hace que la calle central parezca a primera vista convexa. Estos movimientos hacen que la fachada sea un puro dinamismo. Los efectos ópticos se ven acentuados por el remate, el campanario, en forma de pagoda, las columnas adosadas, de gran altura y próximas entre sí, los nichos, la balaustrada, la decoración vegetal, etc. El proyecto de la iglesia lo llevó a cabo con un criterio geométrico romboidal y su plan irregular se inscribe en un rombo formado pos dos triángulos equiláteros de base

común a lo largo del eje transversal del edificio. La cúpula ovalada, de contorno curvilíneo interrumpido y con pechinas, aparece decorado en su interior, a modo de complicado artesonado, con motivos octagonales, hexagonales y cruciformes en disminución a medida que confluye en la linterna. Curtis, Williams J.R, Arquitectura Moderna, Ed Herman Blume, Ediciones, 1987

ARQUITECTURA BARROCA EN ESPAÑA

En la España peninsular, la afirmación del Barroco se encontró con las dificultades debidas a la decadencia económica del reinado de Felipe III. En la segunda mitad del siglo XVI, Felipe II había mandado construir el importante complejo del Monasterio de El Escorial, construido en su mayor parte según el proyecto de Juan de Herrera (1530-1597). A Herrera se debe también el proyecto de la Catedral de Valladolid, en el que se refuerza el concepto del eje central y que sirvió de modelo para la Catedral de México. Progresivamente, la arquitectura española del siglo XVII fue evolucionando hacia el estilo barroco, aunque no dejó grandes ejemplos significativos. La mayor parte de las influencias barrocas fueron recogidas de forma exclusivamente decorativa, especialmente en las iglesias. Este lenguaje, que resultaba rápidamente comprensible incluso para el segmento de la población menos instruido, fue exportado con éxito a las colonias americanas. Entre los edificios religiosos más importantes del siglo XVII en España puede destacarse la Colegiata de San Isidro en Madrid, iniciada en 1629, la iglesia de Santa María Magdalena de Granada (iniciada en 1677 con planta longitudinal derivada de los edificios con esta disposición de la Antigua Roma) y la Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados en Valencia, de planta elíptica. Tovar Martín, Virginia, Breve historia de la arquitectura Barroca en la comunidad de Madrid Ed Comunidad de Madrid 2001 Etapas y evolución de la arquitectura española I.) Periodo purista o postherreriano. (Abarca los dos primeros tercios del siglo XVII).La penetración del barroco -en sus formas arquitectónicas italianas (plantas complicadas, movimiento de fachadas, decoración abundante y creadora de contrastes de luz)- va a ser lenta. La presencia de la ideología religiosa de la contrarreforma y el prestigio de la monarquía de Felipe II pesan sobre el arte de la época: se prefiere la sobriedad, la sencillez y la uniformidad. Hay una evidente pobreza de materiales –ladrillo, tapial y yeso-junto a una depuración de líneas -al estilo del Escorial-.Así como un escaso

desarrollo del movimiento en plantas y alzados; se prefiere la línea recta a la curva; hay un predominio de la Iglesia de nave única con capillas entre contrafuertes -tipo de la iglesia del Gesú de los Jesuitas. Las fachadas expresan la misma sencillez de planos: "De un espíritu abstracto, los palacios, las Iglesias y conventos son con fachadas de paramentos lisos a base de grandes rectángulos ligeramente resaltados e interiores de diáfana blancura en la que solamente se recortan de manera neta las decoraciones de cuadrados y triángulos geométricos de las bóvedas, resultando conjuntos graves y apaciguados para aquellos que los contemplan al exterior o penetran al interior"(A. Bonet Correa, La España de Los Austria) Ejemplos de este tipo de arquitectura lo tenemos en la Iglesia de S. Isidro de Madrid (construida por un jesuita: es de planta de cruz latina similar a la del Gesú, o a San Andrés de Mantua de Alberti);la iglesia de la Encarnación (Madrid);-la Cárcel de Madrid (hoy ministerio de Asuntos Exteriores),el Ayuntamiento de Madrid, la plaza Real de Madrid, la ciudad de Lerma (Burgos);el palacio del Buen Retiro. Estos 5 últimos edificios siguen la línea llamada "estilo escurialense, caracterizado por la sobriedad de líneas, los volúmenes compactos y torres cuadrangulares en las esquinas, techumbres apiramidadas, agujas en los vértices torres, tejas de pizarra negra .En esta época destacan unas especiales concepciones urbanísticas españolas: las plazas mayores, organizaciones casi cerradas, centro de los espectáculos religioso -políticos (procesiones, autos de fe de la Inquisición ,predicaciones, recepciones de reyes),formados por distintos bloques de edificios que se unen dejando, bajo ciertas arcadas, paso a las calles periféricas. La más famosa es la Plaza Mayor de Madrid. Arquitectura de la temprana edad moderna, Ed Feierabend, 2005 II.-Finales del XVII. Se comienza a complicar la arquitectura; primero penetran las formas decorativas del barroco italiano (columnas de orden gigante y salomónicas, movilidad de planos en las fachadas, etc.), y luego las formas espaciales (plantas ovaladas, o cóncavo-convexas, llenas de movimiento).Destacan: fachada de la catedral de Granada -de Alonso Cano-, dispuesta a manera de arco de triunfo de tres calles, cubiertas de arcos de medio punto; el Pilar de Zaragoza; la torre de las campanas y la del Reloj de Santiago de Compostela;. El barroco en Valencia. Durante el siglo XVII son escasas las construcciones; ya a finales de siglo se construyen: el presbiterio de la Catedral, Las obras más barrocas son la fachada de la Catedral- claro ejemplo de los

movimientos de fachadas al estilo de Borromini- : entre el escaso espacio que quedaba entre Capilla del santo cáliz y Miguelete, se despliega una fachada a modo de biombo con tres calles plegadas en movimientos sinuosos cóncavo convexo, recargada de decoración en relieve y esculturas. La capilla de la Virgen de los desamparados: de planta ovalada, con espacios de entrada o capillas; destacando el camarín de la Virgen. Otros ejemplos: museo de Bellas Artes o San Pío V ejemplo de palacio barroco, la torre de Santa Catalina, palacio del marqués de Dos Aguas. III.-Corriente nacional: Churrigueresco. .Durante el siglo XVIII se acelera la construcción de edificios; resalta la plena asimilación de las formas espaciales de Italia (De Borromini y Bernini) en edificios como: San Marcos de Madrid, las Salesas Reales de Madrid, San Francisco El Grande (Madrid), palacio de Aranjuez -capilla. Son todos ellos edificios en los que destaca su compleja planta con juegos de curvas y contracurvas, combinación de formas ovaladas, tangentes y secantes; con alzados en los que las cúpulas, bóvedas ,etc. son de gran complejidad (destacan las cúpulas encamonada creadas por Francisco Bautista en el siglo XVIII: son un sistema de doble cúpula en el que el intrados es de madera y yeso, mientras que el exterior se despega y separa quedando un espacio hueco para lograr mayor efecto de altura y monumentalidad. Al ser de menor peso permite la constitución de espacios más desahogados). Urrutia Núñez, Ángel, Arquitectura doméstica moderna en Madrid Ed Universidad Autónoma de Madrid, 1989 Por otro lado, la arquitectura del XVIII aumenta la tendencia ornamental hasta límites nunca conseguidos; a este estilo se le llama Churrigueresco: por el nombre de la familia con este apellido que produjo mayores obras Es una decoración de amontonamiento de formas en ciertos lugares del edificio puertas, fachada, etc. sobresalen por su monumentalidad y aparatosidad. Frente al resto del edificio de líneas más sobrias-. Destacan: colegios de Anava y Calatrava en Valladolid, plaza Mayor de la ciudad de Salamanca. De Pedro Ribera son el puente de Toledo en Madrid, y el Hospicio de Madrid. Otros edificios de este estilo son: San Telmo en Sevilla. La fachada del Obradoiro en Santiago, etc. Esta fachada de Casas y Novoa sustituye a la románica construida delante del pórtico de las Glorias; es una monumental fachada estructurada como un grandioso escenario en diversos planos de profundidad y de una gran verticalidad.

Otra complicación del barroco español se encuentra en los espacios creados para dar cabida a las imágenes religiosas como: reliquias, sagrario, sacristías e imágenes de gran devoción: vienen a combinarse teatrales efectos en la utilización del espacio, la luz indirecta y de procedencia extraña, la pintura, escultura, etc. Son pequeños lugares en los que el barroquismo estalla en su mayor grado de complicación y teatralidad. Destacan el transparente de la catedral de Toledo (de Narciso Tomé), el camarín y tabernáculo de la Cartuja del Paular, o el Sagrario de la Cartuja de Granada. Otra de las grandes escuelas del barroco español, es la fundada a inicios del siglo XVIII por Francisco Hurtado Izquierdo, en Priego de Córdoba. En la que intervinieron, sucesivamente, los hermanos Sánchez de Rueda, Juan de Dios Santaella, Francisco Javier Pedraxas, Remigio del Mármol y José Álvarez Cubero. Curtis, Williams J.R, Arquitectura Moderna, Ed Herman Blume, Ediciones, 1987

ARQUITECTURA BARROCA EN FRANCIA

La arquitectura barroca francesa es sobre todo palaciega, y en cuanto a su exterior, de composición en general muy clásica. Asimismo, las tres claves de la arquitectura barroca francesa serán la sobriedad, la armonía y la claridad. En Francia el barroco adquiere caracteres más sobrios que en Italia, caracterizándose por: a) b) c) d)

-Plantas menos complicadas -Fachadas más severas, con predominio de la línea recta y las horizontales -Respeto por las proporciones -Ausencia de efectos violentos.

Las obras más importantes son civiles: los palacios y chateaux de la nobleza y los “hoteles” de la burguesía. Es un arte fundamentalmente al servicio de la monarquía absoluta, y su gran realización será el Palacio de Versalles, el modelo de los grandes palacios: un gran cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín, en los que se destaca la horizontalidad y un severo clasicismo. Los arquitectos más importantes fueron: a) -Salmón Brosse: autor del palacio de Luxemburgo en París. b) -Jacques Lemercier, el arquitecto francés más representativo, autor de la iglesia de la Sorbona, el Pabellón del Reloj y el palacio de Richelieu de Poitou. c) -Los encargados de los dos proyectos reales monumentales: 1) el Louvre, en el que trabaja Claude Perrault (Fachada este) 2) Versalles, en donde trabajan Jules Hardouin-Mansart, que diseña la ampliación del conjunto de Versalles, obra maestra que será imitada en todo el mundo, y André le Notre, que diseña los jardines.

En el siglo XVIII se abandona la severidad y triunfa la exuberancia decorativa del rococó. Barbara Borngasser, El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004.

En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza, sobre todo en la construcción de palacios. Los grandes palacios suelen tener un gran cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín. Las cubiertas son de estilo francés, que forman grandes cuerpos prismáticos, muy altos, en los que se abren buhardillas. a) Palacio de Versalles: El arquitecto Le Vau, al que reemplazó Mansart, el decorador Le Brun y el diseñador de jardines Le Nôtre convirtieron Versalles en el prototipo de los futuros palacios europeos del siglo XVIII, que tendrá su máxima eclosión en Italia y España con Juvara; al exterior es majestuoso y de relativa pureza clásica, pero en oposición a esto la suntuosidad de espejos y decorados dominan en el interior. Versalles era la residencia real de Francia, desde 1682 hasta 1789, cuando la resolución francesa comenzó. Luis XIII construyó una casa de campo para cacería en una aldea fuera de París en 1624. Esta estructura pequeña se convirtió en la base en la cual fue construido uno de los edificios más costosos y más extravagantes del mundo. Fue el hogar de Luis XIV, el Rey del Sol. Los hombres a cargo del proyecto eran LOUIS LE VAU, arquitecto; CHARLES LE BRUN, pintor y decorador; y ANDRE LE NOTRE, arquitecto de paisaje. Cerca de 37.000 acres de tierra fueron despojados para hacer el sitio de la terraza y los caminos de árboles alineados y millares de plantas florecientes. Había 1.400 fuentes y 400 estatuas. En 1676 otro arquitecto, JULIO HARDOUIN-MANSART, se encargó de reajustar y de agrandar el edificio. b) Iglesia de los Inválidos de París, de Mansart: A la monumentalidad del conjunto de Los Inválidos agregó Mansart esta capilla, que representa el triunfo del clasicismo francés frente al barroco romano; la monumentalidad de los dos cuerpos horizontales es contrarrestada por la sensación de verticalidad de la elegante cúpula sostenida por doble tambor. Anthony Blunt, Arte y arquitectura en Francia 1500-1700.

La nueva orientación de la arquitectura religiosa en Francia La evolución de la arquitectura religiosa francesa es paralela a la de la arquitectura civil, aunque no registra un impulso innovador equiparable. La búsqueda de formas representativas y de eficacia urbanista está limitada por la vinculación a los modelos tradicionales, con la fascinación que seguía despertado la arquitectura gótica, por un lado, y con la mirada puesta en Roma, por otro. En Francia se desarrollo de una forma propia de arquitectura religiosa barroca fue muy lento y alcanzó su culminación en las impresionantes cúpulas. E primer edificio religioso de importancia en el barroco francés fue la fachada de St. Gervais de París (1616-1621), atribuida a Salomon de Brosse, que se mantiene todavía en la tradición del siglo XVI; combina elementos del palacio francés. El espectacular escalonamiento de los distintos motivos será característico de la arquitectura religiosa francesa. La influencia italiana en la arquitectura en la arquitectura religiosa se acentuó con Jacques Lemercier. Por encargo de Luis XIII construyó el Pavillon de I‟Horloge del Louvre. Junto numerosos hoteles e iglesias, construyó para el cardenal Richelieu el palacio y la ciudad ideal Richelieu; construyó asimismo en París el Palais Cardinal. Sin embargo, fue otro encargo del cardenal Richelieu, la iglesia de la Sorbonne comenzada en 1626 la que marco un hito en la evolución del clasicismo barroco en Francia. Se trata de un edificio centralizado, dominado por una cúpula, con brazo transversal corto y brazo longitudinal más largo y con capillas laterales, que recuerda por su planta a la iglesia romana de S. Carlo ai Catinari. La fachada occidental recoge la articulación de la iglesia romana de la jesuita; la planta está dominada por columnas cortinas compactas, dobles con extremos, que se reducen a pilastras en la punta superior. Poderosas viguerías acentúan la horizontalidad. En la fachada del patio se advierte una concepción distinta: el escalonamiento de frente de templo, arco de triunfo, tejado de faldón y cúpula con tambor, una combinación absolutamente personal de elementos clásicos y barrocos, produce un efecto pictórico y teatral. Barbara Borngasser, El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004. Estilo regencia y rococó Las convulsiones políticas de principios del siglo XVIII y la pérdida de poder de la corona francesa repercutieron directa e indirectamente en la arquitectura. La consecuencia directa fue que muchos de los proyectos del monarca avanzaron a duras penas o bien no se realizaron en absoluto, la indirecta, mucho más importante, fue que el círculo de los clientes se desplazó de la Corte a la nobleza, y por tanto también a las provincias; consiguientemente, las obras más importantes no fueron los monumentales

palacios, sino hoteles, muchos más limitados. Otra característica de esta época fue el abandono de la configuración patética de la fachada de los primeros años; en su lugar apareció la “tendencia” a una conformación más suntuosa y “refinada” de los interiores, a un mayor confort y a una mayor intimidad en las viviendas. Así fueron siguiendo elegantes palacios urbanos, cuyo tipo recordaba las planta de tres o cuatros alas del siglo XVII, aunque en la concepción de las sucesiones de los recintos y en la decoración eran infinitivamente más variados y diferenciados que sus predecesores. Los solares estrechos o irregulares obligaron a los arquitectos a realizar trazados de plantas realmente magistrales, como el Hotel Amelot, para el cual Germain Boffrand, colaborados y discípulo de Haedouin-Mansart, dio con una solución verdaderamente nueva. El edificio está dispuesto en torno a un patio ovalado; para salvar la distancia entre las cuñas, los recintos adjuntos están concebidos como pentágonos. El clasicismo En 1753, el jesuita Marc-Antoine Laugier propugnaba el retorno a las primeras formas de la arquitectura. Su concepción, marcada por al racionalismo, se unía a una corriente clasicista, siempre latente en el arte francés y que no desapareció ni siquiera durante la regencia o rococó. Anthony Blunt, Arte y arquitectura en Francia 1500-1700.

ARQUITECTURA BARROCA EN INGLATERRA

En Inglaterra la época barroca se inicia con el descubrimiento del Renacimiento. En Inglaterra predomina el equilibrio y la austeridad. Pervive el estilo Tudor, y al igual que Alemania y Austria pasa a un estilo barroco con tintes clásicos. Es en las ciudades universitarias de Cambridgey Oxford donde está mejor representado el nuevo estilo. La arquitectura inglesa está muy influida por Palladio por lo que también se la conoce como paladianismo. Los estudios de arquitectura realizados en Italia por el escenógrafo Inigo Jones y el joven Earl of Arundel construyeron un impulso inicial que abrió paso a una reorientación fundamental de la arquitectura inglesa, que seguía atrapada en las formas tardomedievales y manieristas. Aparte de Jones hubo muy pocos arquitectos de renombre en este periodo, pero en ellos cabe citar a Isaac de Cause, quien construyó el Wilton House, con elegantes y fastuosas estancias en forma de cajas denominadas The cube y The Double Cube.

Sin duda si hay un arquitecto inglés que destaque por la maestría de sus obras ese es Sir Christopher Wren, quien consiguió imponer en Inglaterra el clasicismo de cuño romano. En 1666, tras el grande incendio en Londres, se convocó junto con sus colegas para presentar propuestas destinadas a la reconstrucción y urbanización de la que era una de las ciudades más pobladas de la tierra. Sir Christopher reconstruyó iglesias del fifty-three, donde está evidente la estética barroca sobre todo en la estructura dinámica y visiones que cambian múltiples. El trabajo más ambicioso de Sir Christopher

era la Catedral del St Paul, que lleva la comparación de las iglesias abovedadas más elegantes de Italia y Francia. También hiso la ampliación del Palacio de Hampton Court por orden de Guillermo II de Ortega fue llevada acabo entre los años 1689-1692. Aunque el Wren era también activo en arquitectura secular, la primera verdad Barroco casa de país en Inglaterra fue construido a un diseño cerca Guillermo Talman en Chatsworth, comenzando en 1687. Barbara Borngasser, El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004.

John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor otorgaron al estilo de Wren unas dimensiones aún más monumentales y sobre todo más pintorescas y teatrales. A partir de 1699 tuvieron a su cargo la construcción del imponente Castle Howard al norte de Yorkshire. El recinto entre cour et jardin (entre patio y jardín) consta de un ala de aposentos similar a un corredor en cuyo centro destacan el salón abierto al jardín y la gran sala cuadrada abierta al patio. En 1715 y 1717 respectivamente publicaron los dos volúmenes del Vitruvius Britannicus, con grabados de edificios británicos clásicos y la traducción de los Quatro libri dell'architettura de Andrea Palladio, lo que provocó un nuevo cambio revolucionario: El neopaladianismo. Esta tendencia tenía como objetivoun retorno a las "reglas nobles y verdaderas" de la Antigüedad tal y como las habían interpretado Palladio e Inigo Jones. El principal portagonista de este movimiento fue Lord Burlington, experto en arte que con su Chiswick House creó un edificio de asombrosa semejanza con las obras de Palladio. Por último cabe destacar otras hermosas obras del barroco británico que se materializan en la residencia de los Duques de Devonshire, conocida como Chattsworth en Derbyshire, Inglaterra, de la mano del arquitecto William Talman en 1694; sin olvidar claro está el monumental Blenheim Palace construido en 1710 por el antes mencionado John Vanbrugh, para el duque de Marlborough de parte de la Reina Ana. STRICKLAND, Carol; Arquitetura comparada: uma breve viagem pela história da arquitetura; São Paulo: Ediouro; 2003; La culminación de formas arquitectónicas barrocas viene con el sir Juan Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor. Cada uno era capaz de una declaración arquitectónica completamente desarrollada, con todo prefirieron trabajar en tándem, lo más notablemente posible en Castillo Howard (1699) y Palacio de Blenheim (1705). Aunque estos dos palacios pueden aparecer algo laboriosos o túrgidos a los ojos italianos, su adorno pesado y masa que dominaba captivated a público británico, no obstante para un cortocircuito mientras que. El castillo Howard es un montaje ostentoso de las masas agitadas dominadas por una torre abovedada cilíndrica que no estaría fuera de lugar adentro Dresdeno Munich. Blenheim es una construcción más sólida, en donde la piedra formada de las puertas arqueadas y del pórtico sólido enorme se convierte en el ornamento principal. El trabajo final de Vanbrugh era Seaton Delaval Pasillo (1718), una mansión comparativamente modesta con todo único en el audacity estructural de su estilo. Estaba en Seaton Delaval que Vanbrugh, dramaturgo experto, alcanzó el pico del drama de la restauración, destacando de nuevo un paralelo entre la arquitectura barroca y el teatro contemporáneo. A pesar de sus esfuerzos, el Barroco nunca estaba verdad al gusto inglés y bien antes de que su muerte en 1724 el estilo hubiera perdido modernidad en Gran Bretaña. ROTH, Leland

M.; Understanding Architecture: its elements, history and meanings; Nova Iorque: HarperCollins Publishers, 1993 Inigo Jones El artista que iba a liberar la arquitectura inglesa de sus servidumbres nórdicomedievales tardó en descubrir su vocación. Hijo de un sastre, Jones se preparó para ser pintor, diseñador de figurines y escenógrafo. Trabajó primero en la Corte de Cristián IV de Dinamarca y desde 1605 para Jacobo I, quien, a pesar de su escasa experiencia práctica, lo nombró arquitecto de la Corte de 1615. Poco antes había viajado a París y a Venecia, aunque sólo su viaje 1613-1614 introdujo un cambio decisivo en su obra y por lo tanto significó el impulso que daría lugar a la renovación de la arquitectura inglesa. Jones acompañó a Italia al Earl of Arundel, un joven aristócrata con el que mantenía relaciones de amistad. Allí los viajeros visitaron la Emilia y el Véneto, y posteriormente a Florencia, Roma y Nápoles. En la Ciudad Eterna, Jones y Arundel presenciaron algunas excavaciones y adquirieron estatuas que remitieron a Inglaterra. El hecho es tanto más digno de notarse cuanto que para los ingleses anglicanos Roma equivalía a un centro de intrigas pontificias, por lo que se evitaba en el plano oficial. Jones permaneció varias semanas en Vicenza y en Venecia para estudiar los tratados de arquitectura. La Queen‟s House, palacio de la reina en Greenwich, cuya primera piedra se puso en 1616, es un reflejo directo de sus experiencias viajeras. Aunque no se termino hasta 1635 tras algunos cambios que afectaban a si integración en el parque y en el jardín, el edificio es una muestra del cambio profundo de paradigmas de la arquitectura inglesa y del radical distanciamiento de las formas tardomedievales y manierista. Queen´s House consta de dos bloques rectangulares unidos entre sí por un puente. Sobre una planta baja rústica se levanta el piano mobile, que se abre al jardín por una amplia galería de columnas. Barbara Borngasser, El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004. Sir Christopher Wren El clasicismo de signo romano no se impuso en Inglaterra hasta que llegó Christopher Wren. En cualquier caso este hecho no hubiera sido posible de no haberse modificado radicalmente la situación política a favor del catolicismo. Tras el entreacto de la Commonwealth y del protectorado de los dos Cromwell, la Corona, restaurada en la persona de Carlos II, mantuvo una línea provaticana que definió el clima espiritual durante algunos años, muy importantes para la arquitectura. Se produjo además un golpe del destino. En septiembre de 1666 un incendio destruyó Londres y redujo a cenizas 13.000 casas, la catedral y 87 iglesias. Carlos II encargó a Christopher Wren y

a dos colegas suyos algo mayores, Roger Pratt y Hugh May, la redacción de unas propuestas de reconstrucción y la planificación de una ciudad moderna. Está ultima fracasó, pues los proyectos de Wren resultaron inviables. La obra de Wren se redujo básicamente a la reconstrucción de St. Paul y de 51 iglesias más. La riqueza de variantes de estos edificios, su perfección técnica y la capacidad de organización que supone un programa de construcciones tan amplio proporcionaron a Wren un prestigio notable y la consagraron como uno de los arquitectos ingleses más destacado de todos los tiempos. STRICKLAND, Carol; Arquitetura comparada: uma breve viagem pela história da arquitetura; São Paulo: Ediouro; 2003 John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor John Vanbrugh y Nicholas Hawksmoor potenciaron el estilo de Wren a dimensiones más monumentales, pero sobre todo pictóricas. Su período de actividad coincidió más o menos con el reinado de la reina Ana y del rey Jorge I, época en que Gran Bretaña se consolidó como potencia mundial y en que la aristocracia amplió su área de influencia. Hijo de emigrantes flamencos y educados en ambientes aristocráticos, Vanbrugh llegó a la arquitectura pasando por el teatro después de una azarosa juventud. El estuquista Hawksmoor procedía de una familia inglesa de agricultores. Ambos, totalmente diversos por su carácter y por su relación con la arquitectura, colaboraron con Wren en la construcción del Greenwich Hospital. En 1699 se hicieron cargo de la construcción del Castel Howard, una casa de campo situada en North Yorkshire, cuyos planos el Earl of Carlisele solicitó a Vanbrugh. La construcción entre patio y jardín según la fórmula francesa, consta de un tramo de aposentos parecido a un corredor, cuyo centro acentúa el salón abierto al jardin y la gran sala cuadrada abierta al patio. Con sus brazos en cruz apuntados y con su impresionante cúpula de tambor la sala produce el efecto de un recinto sagrado. Barbara Borngasser, El Barroco arquitectura- escultura- pintura de kónemann Ed 2004.