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• Javier Suárez González

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UNED/ FACULTAD DE PSICOLOGÍA/ PRÁCTICUM PROFESIONAL A DISTANCIA/ ITINERARIO DE EDUCATIVA

Nombre y Apellidos:

    

María Concepción Martín Vicente Ricardo Robles Arteaga Irina Rodríguez Pérez Antonio Sánchez Valladares Javier Suárez González

Centro Asociado: Curso:

2012/2013

Fecha:

14/03/2013

Actividad / Módulo: ACTIVIDAD 8.2B2

ADMINISTRACIÓN DE LA ESCALA DE BRUNET-LEZINE Las escalas de desarrollo son instrumentos validados para una población concreta que nos permiten conocer de una manera lo más precisa posible en qué momento del desarrollo se encuentra el niño. Es uno de los instrumentos que nos permitirán trabajar y desarrollar los programas de nuestras posteriores intervenciones. Concretamente la escala de Brunet-Lezine se aplica a niños entre uno y 30 meses de edad, y estima la edad de desarrollo del niño en cuatro áreas: motora, cognitiva, social y lenguaje. Como sabemos esta escala es de las más utilizadas dada su fácil administración, su corta duración y su alta fiabilidad diagnóstica en la detección de atrasos en el desarrollo y determinación de una edad de desarrollo.

En la aplicación de la misma nos hemos encontrado con algunas dificultades, aspectos que no habíamos considerado de antemano y que bien pudieran servir de consejos a futuros profesionales que, como nosotros, aplican esta prueba por primera vez. Entre ellas destacamos:

-La atención de un niño menor de 12 meses es muy débil, por lo tanto será difícil completar un número suficiente de ítems en una sola sesión, la cual, con suerte, conseguiremos que dure 25-30 minutos. Sin embargo, hay que valorar que es contraproducente tratar de forzar la situación de aplicación, ya que provocaría malestar e incomodidad en el niño y esto afectaría al desempeño de los ítems. El tiempo recomendable de administración de la prueba es de 20 minutos.

-En los casos en que haya mucha distracción o estrés en el niño, es importante completar los ítems que no se han podido valorar comentándolos con los padres.

-Consideramos que es un gran facilitador, tanto para el examinador como para el bebé en sus logros, el hecho de que exista conocimiento previo entre ambos, así como la presencia de los padres en el momento de realización de la prueba. En ocasiones, por tanto, será necesario emplear un tiempo previo, para que el pequeño se acostumbre a nosotros.

- Es muy positivo dotar a la prueba de un tinte lúdico, para así llegar a involucrar activamente al niño, y poder conseguir centrar su atención. Del mismo modo, sería igualmente positivo, facilitar las situaciones que queremos evaluar en el niño, es decir, si vemos que está reticente a realizar una de las actividades programadas, pero creemos que es capaz de llevarla a cabo, podemos provocar las circunstancias necesarias para que el pequeño realice la acción.

-Debemos mantener una actitud alerta en la realización de ítems que incluyan objetos de pequeño tamaño (un botón) por el riesgo de atragantamiento con el mismo.

- Es muy útil contar con la colaboración de la madre o el padre en el momento de la prueba, si conseguimos que muestren una actitud colaboradora repercutirá positivamente en la aplicación.

- Cabe destacar que desde que tomamos el primer contacto con el niño y su familia, es importante mantener una actitud de observación y atención al máximo, a partir de la cual podríamos ver ítems resueltos con éxito que posiblemente durante la aplicación de la prueba puede que no se den por la distracción o por no ser el contexto natural del

niño.

Después de la aplicación de la escala, nuestra primera intervención directa con niños de tan corta edad, se toma consciencia de las dificultades que pueden surgir al intervenir directamente con personas, y más cuando se trata de niños. Se debe tener un don especial para poder captar las necesidades del niño, su forma de percibir, sentir, pensar…Es difícil conjugar toda está complejidad con los objetivos fijados, que no son otros que evaluar las capacidades del pequeño, más aun teniendo presente que nuestra experiencia con la escala es escasa, al menos en lo que se refiere a la aplicación. Al tratarse de niños de tan corta edad, es muy importante acumular experiencia para captar cuando muestran señales de cansancio, de que están hambrientos, que necesitan hacer sus necesidades o que se sienten muy apegados a los padres y les resulta difícil separarse de ellos. En estos momentos se paralizará la administración de la prueba hasta que el bebé vuelva a sentirse cómodo.

Por último comentar que ha habido bastante consenso entre los examinadores a la hora de considerar unos determinados ítems de más fácil y rápida aplicación que otros.