Trabajo Final Modificacion Conducta

Se deberá explicar el proceso de planificación, aplicación y evaluación de un programa de tratamiento por medio de la mo

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Se deberá explicar el proceso de planificación, aplicación y evaluación de un programa de tratamiento por medio de la modificación de conducta. El procedimirnto se realizará por medio de la economía de fichas. Los puntos a tratar son los siguientes: - Selección y aplicación de un procedimiento de evaluación. - Estrategias para el diseño y aplicación de un programa. - Mantenimiento y evaluación de la intervención. Los estándares del trabajo final a entregar son los siguientes: - Presentación formal del proyecto - Introducción y conclusión. - Fuentes: Arial, Times New Roman, Calibri. - Encabezados a 14, Párrafos a 12 - Mínimo 10 páginas

INTRODUCCIÓN Al introducir este tema queremos presentar todos sobre la modificación de conducta, aquí veremos la selección y aplicación, la estrategia para un diseño de programa, mantenimiento de intervención.

El participante deberá explicar el proceso de planificación, aplicación y evaluación de un programa de tratamiento por medio de la modificación de conducta. El procedimiento se realizará por medio de la economía de fichas. Los puntos a tratar son los siguientes:

- SELECCIÓN Y APLICACIÓN DE UN PROCEDIMIENTO DE EVALUACIÓN. Una segunda cuestión que debe clarificarse es la referida a las semejanzas y diferencias entre "test", "aplicación de tests" y "evaluación psicológica". Un test es un dispositivo o procedimiento de evaluación mediante el que se obtiene una muestra de la conducta del examinado en un determinado dominio, muestra que posteriormente se puntúa y valora de modo normalizado (American Psychological Association, 1999; ver en este artículo el Apéndice 2: Glosario). En otras palabras, un "test" es un instrumento -con ciertas garantías- para recoger datos de forma adecuada; "aplicación de tests" es el proceso de administrar, puntuar e interpretar un test psicológico. Por otro lado, "evaluación psicológica" es un concepto más amplio que "tests" o "aplicación de tests" y se refiere a "la actividad científica y profesional de recoger, valorar e integrar la información sobre un sujeto utilizando, en la medida de lo posible, diferentes fuentes de información y de acuerdo con un

plan previamente establecido, con el objetivo de responder a las demandas de un cliente" (ver Apéndice 2: Glosario). Las regulaciones mencionadas hacen referencia sólo a los tests psicológicos o psicométricos y, si atendemos a las definiciones anteriores, queda claro que éstos son sólo uno de los elementos de la evaluación psicológica. Yendo más allá de estas definiciones semánticas, diversos autores han distinguido entre, por una parte, evaluación psicológica y, por otra, tests y aplicación de tests (Cohen et al., 1996; De Bruyn y Godoy, 1998; Fernández-Ballesteros, 1980; Maloney y Ward, 1976; Sundberg, 1976). En los puntos siguientes se señalan las características más distintivas que se han propuesto para diferenciar estos dos conceptos: 1. La aplicación de tests se orienta principalmente a la medida, mientras que la evaluación psicológica se orienta principalmente al problema o a la demanda. 2. La aplicación de tests se relaciona con dispositivos de medida estandarizados, en tanto que la evaluación psicológica incluye otros procedimientos e instrumentos de recogida de datos (y no sólo tests). 3. La aplicación de tests frecuentemente hace referencia a la descripción y estudio de grupos o muestras de personas, en tanto que la evaluación psicológica se centra en la descripción y análisis de personas individuales o casos únicos en una situación o estado psicológico determinado. 4. La aplicación de tests requiere que se sea un entendido en los tests administrados, en tanto que la evaluación psicológica es un campo más amplio que exige bastos conocimientos, así como un buen dominio de los procesos psicológicos. 5. La aplicación de tests implica la utilización de instrumentos de medida para recoger datos, en tanto que la evaluación psicológica se refiere a un complejo proceso de toma de decisiones -en el que la recogida de datos es, evidentemente,

un paso importante. Este proceso, a su vez, tiene su origen en la demanda de un determinado sujeto o grupo de sujetos (cliente/s). En suma, la evaluación psicológica implica un proceso de toma de decisiones que incluye varias tareas, operaciones y acciones (llevadas a cabo en una determinada secuencia), con el objetivo de responder a las demandas del cliente y que requiere un conocimiento psicológico profundo y unas buenas habilidades profesionales. Este proceso puede, al menos hasta cierto punto, ser estandarizado y guiado por un cuerpo de pasos básicos establecidos y aceptados por la comunidad científica y profesional. Finalmente, las reglamentaciones sobre los tests deberían incluirse e integrarse en la regulación de la correspondiente fase del proceso de evaluación. Ninguno los estándares y guías propuestos hasta ahora, y comentados al principio de este artículo, se dedica específicamente al proceso de evaluación psicológica como tal. En las últimas décadas, el propio proceso de evaluación ha sido, y continúa siendo, objeto de estudio científico en la investigación básica sobre razonamiento, toma de decisiones, solución de problemas e inteligencia artificial (entre otros campos), de tal forma que en el momento actual disponemos de resultados empíricos sobre sus principales pasos y sus subprocesos básicos. Por ello, es posible desarrollar guías para regular este proceso. A su vez, el desarrollo de estas guías ofrece varias ventajas. Primero, puede ayudar a vencer la frecuente disociación entre conocimiento básico y actividad profesional. Segundo, desde un punto de vista aplicado, puede también ayudar a optimizar la práctica profesional, mejorando la valoración y el control de las actividades profesionales y facilitando (así como estandarizando) la formación en evaluación.

- ESTRATEGIAS PARA EL DISEÑO Y APLICACIÓN DE UN PROGRAMA.

Los docentes como profesionales comprometidos con la tarea educativa siempre están dispuestos de brindar innovaciones en lo que se refiere a nuevas estrategias o formas de trabajo que permitan el mejoramiento y elevar el nivel de la calidad del servicio educativo. En este cometido de mejorar las deficiencias y problemas que presenta la educación es que se despliegan esfuerzos y se desarrollan investigaciones orientadas a mejorar el proceso de la enseñanza - aprendizaje en las diferentes asignaturas o áreas. En los últimos años se aprecia cierta deficiencia en la enseñanza aprendizaje de la asignatura de Lengua I, II en el Nivel Superior No Universitario; especialmente en la orientación del aspecto literario; debido que algunos docentes reducen su tarea a una simple e ineficaz trasmisión vertical de contenidos, los cuales simplemente deben ser reproducidos y memorizados por los estudiantes. El profesor, en su trabajo docente se encuentra con muchas dificultades; una de ellas es la adecuación de las estrategias de enseñanza - aprendizaje a la realidad concreta del hecho educativo. En este proceso de adecuación, es el análisis e interpretación de textos literarios el que presenta mayores dificultades para el adecuado desarrollo en los alumnos; ya que los tópicos que se aplican en la universidad redundan en sistemas de fichas teniendo como marco una corriente de crítica literaria; que a la larga desemboca en una mecanización de la misma. De ese modo, se dejan de lado la incidencia de una adecuada aplicación de estrategias de enseñanza - aprendizaje que permitan desarrollar en los alumnos de manera eficiente y eficaz la criticidad, la reflexión y la creatividad en la redacción; donde los alumnos puedan emitir sus juicios o puntos de vista y realicen una valoración del texto literario; que en nuestro caso es la producción de ensayos. Desde esta perspectiva se presenta una alternativa de solución brindando un trabajo en aula cuyo objetivo es la elaboración de ensayos donde los temas estén referidos a los textos literarios de acuerdo al programa curricular.

Es así que dentro de este marco, nuestro interés se centra en el diseño y aplicación de un programa de estrategias de enseñanza - aprendizaje que contribuya a la producción de ensayos para así brindar al estudiante la oportunidad de expresar sus ideas en forma libre y espontánea y desarrollar el hábito de reflexión frente a un texto literario, cuyo título quedó definido de la siguiente manera: “Aplicación de un programa de estrategias de enseñanza aprendizaje para la producción de ensayos del área de lengua I, II en alumnos del Nivel Superior No Universitario”. El trabajo está dividido en cuatro capítulos cuyos detalles de cada uno son los siguientes: En el capítulo I, abordamos los aspectos iniciales de nuestra investigación que desde la problematización hasta los ejes orientadores de la investigación como son: objetivos de la investigación. El capítulo II, está referido al marco cultural en que se mueve la investigación (antecedentes y marco teórico); así como el aspecto hipotético y la importancia de la investigación. El capítulo III, contiene la metodología de la investigación y tipo de diseño de investigación,

población,

muestra,

instrumentos

y

procedimientos

de

la

investigación . El capítulo IV está referido a los resultados, de la investigación, presentación , análisis de los datos así como su interpretación de los cuadros estadísticos en donde se observan los resultados de la aplicación del programa de estrategias de enseñanza - aprendizaje para la elaboración de ensayos, finalizando con las conclusiones y recomendaciones.

- MANTENIMIENTO Y EVALUACIÓN DE LA INTERVENCIÓN.

La evaluación psicológica se basa en el método científico y la aplicación de instrumentos psicológicos representa una parte significativa, contiene varios matices importantes. Noronha (1999) relata la evaluación psicológica como un proceso que puede o no, incluir tests estandarizados como uno de los recursos para alcanzar sus objetivos. En ella se encuentran involucrados la obtención de información, los instrumentos utilizados y las varias formas de medidas para que se llegue a una conclusión. Dicho de otra forma, el proceso de evaluación psicológica puede incluir diferentes procedimientos de medida, identificar dimensiones específicas del sujeto, de su ambiente y de la relación entre ellos. Por lo tanto, cada procedimiento de medida, como explica Pasquali (2001), o de investigación, requiere un resultado síntesis, que puede confundirse con el resultado final, puesto que está relacionado con el análisis de todos los datos recogidos durante el proceso. Los tests psicológicos, como nos señalan Anastasi y Urbina (2000), pueden considerarse esencialmente como una medida objetiva y estándar de una muestra de comportamiento. Ellos no miden directamente las capacidades y funciones, sino que son muestras que deben representar bien el fenómeno estudiado. Son, en realidad, similares a cualquier otro test científico, una vez que por medio de una pequeña muestra, cuidadosamente elegida, se realizan las observaciones del comportamiento de la persona. Así, en cuanto instrumentos de medida, deben presentar ciertas características que puedan justificar como confiables los datos que mediante ellos han sido producidos. A pesar de la confusión entre evaluación psicológica y aplicación de instrumentos, que demuestra la población desconocedora y aún algunos profesionales, la evaluación debe siempre mantener un compromiso ético y humanitario, que lleva obligatoriamente a comprender las técnicas utilizadas, sus funciones, ventajas y limitaciones. Su objetivo no es rotular, pero sí describir por medio de técnicas reconocidas y de un lenguaje apropiado, la mejor comprensión de algunos aspectos de la vida de una persona o de un grupo (Tavares, 2004). La evaluación psicológica en el contexto de la salud se une a la formulación actual del concepto de salud y de las causas de las enfermedades. No se considera la

salud como ausencia de síntomas, puesto que una persona puede estar muy enferma sin que presente ninguna sintomatología. Por otra parte, las enfermedades, actualmente, no se consideran como poseedoras de una única determinación, pero sí, como multideterminadas. La psicología de la salud tiene aplicaciones prácticas en el área de la salud, y la emergencia de la psicología de la salud como campo del saber ha sido muy influenciada por las transformaciones que ocurrieron tras la inserción del psicólogo en la salud en toda Latinoamérica. Se observa que hasta hace muy poco tiempo el campo de actuación de la psicología se resumía a dos principales dimensiones. La primera abarcaba actividades desempeñadas en consultorios particulares, limitadas a una clientela perteneciente a las clases más ricas. Una actividad ejercida de forma autónoma, por profesionales liberales y de una manera general, no inserta en el contexto de los servicios de salud. La segunda dimensión comprendía las actividades ejercidas en los hospitales y ambulatorios de salud mental, actuación que, hasta muy recientemente, estaba subordinada a los paradigmas de la psiquiatría y por ende desarrollada desde la óptica predominante de la internación y medicación (Spink, 2003). No existen dos psicologías, una psicología de la salud y una psicología de la enfermedad. En realidad, cuando uno se refiere a la psicología de la salud, también se refiere a la persona en su proceso de enfermarse. Así, toda enfermedad tiene aspectos psicológicos que envuelven múltiples factores que se deben evaluar, tales como estilo de vida, hábitos, cultura, mitos familiares. Piña López (2004) analizó algunos de los principales marcos normativos en materia de salud en México y constató la existencia de una pobre caracterización tanto de la psicología como de los psicólogos, con profundas implicaciones que pueden comprometer abiertamente el estatuto actual y futuro de éstos. Tomó en consideración una cantidad de trabajos que en los últimos veinte años han sido llevados a cabo por psicólogos sobre una amplia variedad de temas, fundamentalmente relacionados con los problemas de salud, señalando la

necesidad de promoción y reconocimiento profesional, en los mismos moldes que se reconoce a los profesionales de la medicina. El referido estudio concluye que es fundamental, como un primer paso para superar dichas dificultades, que los profesionales de la psicología que trabajan en el sector de la salud se esfuercen en buscar su inserción en equipos multidisciplinares de s La importancia de la evaluación psicológica en la psicología de la salud La evaluación psicológica en ambientes médicos puede ser considerada una adecuada herramienta en la toma de decisiones sobre el diagnóstico diferencial, tipo de tratamiento necesario y pronóstico. La detección precoz de problemas de comportamiento y/o disturbios psicológicos/psiquiátricos en pacientes inmersos en ambientes médicos puede significar un gran diferencial con respecto al tipo y calidad de la atención ofrecida al paciente, así como con respecto a la disminución del sufrimiento y de costos operacionales institucionales, sabiendo que la evaluación psicológica no necesariamente debe estar vinculada a pacientes hospitalizados, sino que también a varios espacios y especialidades en la salud, tales como clínicas particulares o centros de salud (Stout & Cook, 1999). La evaluación psicológica en ambientes médicos debe fundarse en un cuerpo de conocimiento acumulado por intermedio del binomio práctica/investigación, por lo que destaca la labor continua de investigaciones para la creación de protocolos específicos de evaluación psicológica en diferentes nichos y ambientes de salud (Baptista y Dias, 2003; Belar, 1997). Algunas investigaciones en psicología de la salud y medicina del comportamiento, sobretodo las internacionales, han crecido exponencialmente en las tres últimas décadas (Montgomery, 2004). La psicología de la salud basada en evidencias ha ganado terreno en los medios científicos y confirmado resultados prácticos de la actuación del profesional de este campo, sobretodo en los países desarrollados. Gildron (2002) señala la ejecución de ensayos clínicos aleatorios con el fin de demostrar la eficacia de las evaluaciones y, consecuentemente, de las intervenciones de psicólogos en ambientes médicos, enfatizando la utilización de herramientas de evaluación

basadas en estudios de validad y precisión más elaborados, lo que evitaría la evaluación basada solamente en la intuición clínica. El desenvolvimiento de protocolos de evaluación de pacientes es fundamental para el establecimiento de guías de tratamiento más eficientes. Como muestran Belar y Deardorff (1995), el tipo de servicio ofrecido, el objetivo del profesional, así como el área de actuación de éste son algunas de las variaciones que influencian directamente la manera como el psicólogo dispondrá su protocolo de evaluación psicológica. De una manera general, las informaciones necesarias para una evaluación mínimamente adecuada están relacionadas con el estado general del paciente, con los cambios ocurridos desde el principio de la enfermedad y con el histórico, sobretodo aquél relacionado con el enfrentamiento de situaciones de enfermedad anteriores. A pesar de las diferentes visiones de distintos autores sobre los objetivos y pasos de una evaluación psicológica en ambientes de salud, Belar y Deardorff (1995) presentan un modelo de las principales metas de evaluación de un psicólogo de la salud en ambientes hospitalarios, repartidos en dominios (biológico/físico, afectivo, cognitivo y de comportamiento) en unidades (paciente, familia, sistema de salud y contexto sociocultural) y que se muestran de manera simplificada a continuación: • Metas biológicas – evaluación de aspectos tales como naturaleza, localización, frecuencia de los síntomas, tipos de tratamiento recibidos y sus características (ej. altamente invasivos), informaciones de señales vitales y exámenes (ej. presencia de alcohol en la sangre), además de informaciones genéticas y procedimientos médicos anteriores a la internación. • Metas afectivas – evaluación de los sentimientos del paciente con respecto a la enfermedad, tratamiento, futuro, limitaciones e histórico de variaciones de humor. • Metas cognitivas – conocimiento del paciente sobre el cuadro y la situación de salud, mantenimiento de funciones como percepción, memoria, inteligencia, tipo de modelo de evaluación de la situación (creencias), percepción de control de la

situación (locus de control), capacidad de evaluación de costo/beneficio de opciones de tratamientos, expectativas sobre intervenciones. • Metas comportamentales – reacciones del paciente, tales como expresiones, señales de ansiedad (postura, contacto), estilos de comportamiento frente a la internación (hostil, ansioso), hábitos de riesgo o protectores. Salud,

ya

sea

realizando

investigaciones,

planeamiento,

prevención

o

intervención, o difundiendo los resultados de sus trabajos en revistas o eventos académicos en los que tradicionalmente se publican los estudios de médicos.

CONCLUSIÓN

Al concluir este tema he aprendido mucho sobre modificación de conducta, aquí dejamos que aprenda todos reactivos a estos temas, podemos ver la intervención, los diseños de programa, mantenimiento e intervención, espero que se le pueda sacar el proyecto máximo.