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"Subjetividad, identidades y currículo" ¿Por qué debe hablar de ¿Qué características debería infancias y no de infancia?

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"Subjetividad, identidades y currículo" ¿Por qué debe hablar de ¿Qué características debería infancias y no de infancia? tener un currículo que oriente una reflexión crítica sobre el uso político de la tecnología?

Hay una necesidad contante de plantarse la infancia y con ello nace la necesidad de pensar en múltiples infancias, con la premisa de no excluir a todas aquellas que no se han pensado desde el nacimiento del término, cayendo en una generalización como un ser inacabado, siendo uno de los factores el incremento en la capacidad de abarcar cada vez más sectores de la sociedad moderna, como son los subalternos, los que se consideraron como un peligro, en un futuro, de la ciudadanía. Entendiendo que la sociedad no es una serie de individuos homogéneos, o aún más relevante que tengan las mismas condiciones, se hace preciso pensar en que la escuela es un lugar de coexistencia de estas distintas identidades, como reflejo de la sociedad diversa. De igual forma, la escuela tiene como función el garantizar la contruccion de la distintas formas de identidad

¿Qué papel debería desempeñar el currículo en el contexto de las pedagogías ligeras por competencias y el abandono de la conceptualización y la autoridad?

La idea de crisis atraviesa a la escolaridad por lo menos en dos direcciones: por un lado, tal como lo planteamos en el capítulo anterior, como crisis de la institución en sí, y por el otro, referida a los modos en que los cambios acontecidos en otros ámbitos afectan la vida escolar definiéndola como aquellos cambios que se dan y que son difíciles de comprender. Hay un ejemplo, de como la incertidumbre que genera terminar los estudios básicos y no saber que se puede hacer con ellos al mundo laboral, es decir que no se tiene certeza si el titulo de bachiller alcanze para las nuevas formas de trabajo Dado que se trata de procesos que están ocurriendo aquí, más que presentar ideas cerradas sobre estos procesos, nos importa problematizar nuestro. presente intentando también trazara1gun'as posibilidades y aÍternativas para pensar y hacer escuela. ¿Qué es ser niño y qué es ser joven en el sigl~ XXI? Las referencias a la infancia y a la juventud suelen realizarse a través de imágenes que remit~n al porvenir, al futuro, a la esperanza; en suma, a las fuerzas de lo nuevo, lo creativo, lo que se encuentra en movimiento y proceso de creación -lo irracional, según Benjamin Si bien se trata de imágenes que no son exclusivas de nuestro presente, la dificultad de diálogo entre' jóvenes y adultos es uno de los aspectos que más se resaltan en las descripciones que se hacen de y en nuestras sociedades: que los jóvenes no tienen ideales que no les importa nada, que no leen, que se la pasan horas mirand~ televisión, horas en internet, sin intereses de participación social y política, etcétera. Es una form de ver como la incomunicación del alumno con con los adultos conyevan a no ser vistos como un ser con ideales propios, daoles un carácter de desinteres a lo que los adultos proponen. ¿en qué medida no somos los adultos quienes nos hemos quedado viviendo en un mundo que, habiendo entrado en crisis, no solo puso en cuestión las condiciones de nuestra vida en el mundo, sino también los pilares, ideales y modelos que teníamos como horizonte? En que medida nos hemos enfrascados en un mundo que no comprendemos y que reflejamos unos ideales acoples a nuestro mundos, pero no el de ellos sobre ellos Las sucesivas crisis vividas desde fines de siglo xx, la incertidumbre, con la que tuvimos y aún tenemos que aprender a vivir, nos han dejado no tanto a los jóvenes sino, especialmente, a los adultos teniendo que enfrentar vivir en un mundo que ya no concuerda con las promesas con 'que fuimos formados. Nosotros fuimos moldeados con unos interés que son totalmente para esa época en especifico, es decir que la formación de futuros cuidadanos depende como se adapte los conocimientos impartidos, de como se aprenda a aprender las sucesivas ideas de crisis de la subjetividad, de la identidad de la que tanto se ha hablado, en los últimos años, quizá no remita 'solo ni principalmente a la infancia y a la juventud, sino a la adultez, y por tanto a las dinámicas del encuentro La escuela, justamente, se dirime en torno de estas tensiones y ello porque es la institución que, creada para formar a los jóvenes, no puede dejar de preguntarse por quién tiene en

frente, qué quieren, quiénes son esos jóvenes; pregunta que actúa, también, en una otra dirección que remite a qué quiero, qué tengo para transmitir, a quién tengo frente a mí pero, a la 'vez, quiénes somos nosotroS los adultos en la escuela De manera que, si bien en este apartado nos preguntamos por las características que presenta la infancia y la juventud, creemos central entender que esta cuestión solo puede contestarse con el telón de fondo que se interroga por las características que presenta la adultez en la actualidad. Ello porque somos jóvenes, niños o adultos solo en relación con los otros. Esto es, no hay una forma de lo adulto en sí, sino es relación con las categorías de juventud, infancia, y viceversa. ¿POR QUÉ HABLAR DE INFANCIAS Y NO DE INFANCIA? podríamos decir que la escuela sigue y muy probablemente, sIga formando a los jóvenes en calidad de ciudadanos y trabajadores. Ahora, lo que está claro es que los términos en los que hoy se entiende a la ciudadanía y al trabajo han cambiado pero, también, la infancia. De manera que hay muchas formas de vivir la infancia, hay una pluralidad de infancias que nos muestran cómo la escuela surgida en los albores de la modernidad se convierte, en la actualidad, en una estructura que excluye a aquellos que no se adecúan a esas primeras formas. Es decir, la sociedad y, por tanto, l,a~scuela albergan múltiples infancias y juventudes que incluyen multlples formas de ser niño/a y adolescente. Hablar de infancias y juventudes, en plural, implica, también, ampliar la mirada sobre las identidades de aquellos que muy frecuentemente Son considerados por los discursos hegemónicos como los que, al no ajustarse a los parámetros tradicionales de comportamiento, se convierten en una amenaza al orden social. Habalr de infancia o juventudes significaría darle una mirada a todas aquellas subjetividades que no se adecuan a la mirada hegemonica que quieren plasmar en la escuela. A las subjetividades de los apartados. Cadi señala que si bien durante este período se ha evidenciado una' tendencia progresiva en términos del reconocimiento de los derechos del niño y un desarrollo en el campo de los saberes sobre la infancia (en contraste con la imagen ingenua propia de la modernidad), estos no derivaron en un mejoramiento de las condiciones de existencia de los niños y que, de hecho, fueron perdiendo condiciones de igualdad para el ejercicio de sus derechos. Se puede decir que el imaginario de la modernidad la infancia aun sigue siendo idealizada, en el sentido en que se busca una generalización de buenstar homogénea que evidentemente no existe, ya que varias cuestiones sociales que tienen con nuevas subjetidades a los individuos. Además de la diferentes formas culturales que se plasma en las nuevas infancias En este sentido, es necesario instalar nuevas condiciones en y desde la escuela que nos permitan dar cuenta de sus características y necesidades. De este modo, estaríamos encaminando nuestra mirada hacia la redefinición del sentido de la educación hoy, meta inalcanzable si no tomamos como eje la idea de la coexistencia de identidades yno ya de una identidad estable y homogénea Este supuesto, como hemos planteado en ~l capítulo 1, a la vez contenía la idea de la separación entre el mundo social y el mundo escolar, mundos que no debían mezclarse para no "contaminar" y preservar a la infancia de los problemas sociales y manifestaciones culturales "impropias".

Hoy ese modelo escolar ha sufrido profundas transformaciones y la ficción operativa de la homogeneización ya no puede sostenerse porque las expectativas y representaciones ya no son las que eran. Hoy el "qué" y "para qué" enseñar y aprender ha cambiado su sentido. Ello entendiendo que ni lo nuevo es tan nuevo ni que por ser nuevo es mejor. Pero mejor o peor, nuevo o viejo, ha cambiado y no podemos hacer como si todo siguiese igual ... Como ya hemos visto, la escuela moderna fue el espacio privilegiado en el paso de la niñez a la vida adulta. Sin embargo, paradójicamente, pareciera que, en la actualidad, los jóvenes sienten que no tienen garantÍas respecto del lugar que habrán de ocupar entre los mayores, así corno entre sus pares, entreviendo el futuro teñido de la amenaza del desempleo y la pobreza. Se puede decir que en condiciones del enseñar para debe estar dado por formas de ver en como el sujeto puede tener un lugar en la sociedad A p~rtIr del momen~o que ingresa al sistema educativo, la permanenCla y la t:~yecton~, que realice el joven lo involucra en un sistema de prod~ccIOn y legIt:rr:ación del "capital cultural" (Bourdieu, 1977) defil11endo y condICIOnando sus trayectorias laborales y educativas futuras. Coincidiendo con Bourdieu, Margulis (1996) y Urresti (1999) sostienen que el concepto de "juventud" es esquivo en tanto alude a una construcción histórica, social y cultural y no a una condición de edad concreta. La juventud y la promesa de la eterna juventud Juventud es un concepto esquivo, condición histórica y social y no mera condición de edad D~l mismo modo que la categoría de infancia, el término joven no~eslgna un grupo ~omogéneo, sino que delimita una categoría a partlf de la cual se atnbuyen a sus integrantes rasgos comunes asentados en, atribut~s biológ~co,s y simbólicos ligados a aquello que en ca~a sOCleda~ y tlem'p0 hIstorico se consideran propios de esa etapa. La deliniacion de toda una cultura que rige los parámetros por los cuales la juventud debe ser, dándole una mirada que solo produce fervor y deseo ~os medI.os m~sIvos de comunicación fortalecieron la presencia de la Imagen Juveml en la sociedad, reforzando su rol en relación con lo (.(deseable", lo "ide~l" ..Al tomar como modelo al joven, las gene- ~acIOnes adu!tas son InVItadas a imitadas, creando la ilusión de que no pasa el tiempo y que la juventud puede ser eterna". As.e en la etapa que se abre posteriormente a la Segunda Guerra MundIal, una de las transformaciones más importantes de la llamada revol~c.ión. cultural ha si,do la aparición de los jóvenes como grupo pnvIlegIado del mercado y de la industria cultural. Ya no está identificado con la edad, la clase o la generación, sino como un sio-no que ,co.ndicio~a las a~tivida,des ligadas con el cuerpo y la imagen.o En los ultlmos anos, la mfanCla y la juventud se han vuelto seo-mentos del m,ercado a los que las empresas destinan publicidad y p;oductos especificas. Lamirada de lo juvenil ha traido concigo una serie de prepexrivas que el mercado a aprovechado, como la publicidad que va diriguido en gran parte a esto De manera que la juventud, por un lado sería un momento etapa de la vida que cada vez se alarga más y, por el otro, algo que es buscado, deseado y plausible de ser comprado en el mercado.

En nuestro tiempo la juventud también se presenta como signo, y en tal calidad condiciona una cantidad de actividades productivas, ligadas con el cuerpo y con la imagen, que comercializan la juvenilización; nuevas mercancías relacionadas con la prolongación en el tiempo del atractivo y de la legitimidad arraigados en cierta imagen juvenil Chimiel hace referencia a que no se trata de un modelo homogéneo de "jóvenes legítimos", sino de un modelo o "construcción histórica y social em,inentemente urbana, en cuya imposición influyen con eficacia los medios masivos de comunicación" Los jóvenes) las NTIC y la cultura Aquí nos preguntamos por las formas en que este conjunto de tecnologías provocan o suponen nuevas lógicas no solo de circulación del conocimiento, sino de producción. "Continuar y seguir adelante en general . se convierte en justificación de la ciega permanencia del sistema, incluso de su inmutabilidad ... La industria cultural vive del ciclo, de la admiración, ciertamente fundada, de que las madres sigan a pesar de todo engendrando hijos, de que las ruedas continúen girando. Lo cual sirve para endurecer la in mutabilidad de las relaciones existentes" La información cobra su recompensa exclusivamente en el instante en que es nueva. Solo vive en ese instante, debe entregar~e totalmente a él, y en él manifestarse. No así la narración pues no se agota. Mantiene sus fuerzas acumuladas, y es capaz de desplegarse pasado mucho tiempo narrado; la memoria constituye la facultad central del relato épico; En la forma del culto a la novedad que suponen los mass media esta idea de conservación se pierde en aras del futuro. En otras palabras, si lo que importa es lo nuevo, y este deja de serIo en el momento· que aparece, la rememoración pierde valor e importancia or e importancia. En el presente, referirse a la categoría de infancia y juventud supone necesariamente modos en que las nuevas tecnologías de la infonnación y la comunicación actúan en la configuración de nuestras vidas. Se trata de información que, efectivamente, puede utilizarse pero que eso en sí no implica ni su conceptualización ni su inclusión en un relato que pueda dade sentido. Los estudiantes están inmersos a una cantidad exesiva de información, lo nuevo se convierte en la atención de las subjetividades, por ende se convierte en un proceso de no significación de lo conceptos, cuestión que dificulta el aprendizaje o demás En otras palabras, reflexionar sobre estos b' artefactos requiere abordar, también, en qué medida' y de qué modos se están configurando nuevas formas de producción y transmisión del conocimiento, y de subjetivación. la escritura es el dispositivo más claro de no finitud, del carácter de proceso y de construcción del conocimiento, y la imprenta abre al mundo la posibilidad de la discusión y de la interpretación, en el caso del hipertexto estamos ante una cuestión que en cierta medida profundiza esto pero que también genera nuevas condiciones para el pensamiento y la comprensión de cuestiones tan básicas para la vida humana como lo son el tiempo y el espacio. Mucho se hablado de que hay que enseñar a los jóvenes a pensar. Ahora, nos queda la otra cuestión y es si las tecnologías de la palabra involucran modos de pensam'ientoen sÍ. Las NTIC no

escapan a esta realidad; en rigor, son quizá el más claro ejemplo. En sus diversas modalidades suponen, nos gusten más o menos sus efectos, nuevas "mentalidades", nuevos modos del pensar y nuevos modos de discusión y validación de lo que conocemos. De hecho, la misma idea de autor se pone en cuestión en internet. Así, en vez de permanecer en la queja acerca de aquello que nuestros alumnos hacen o no, quizás esta sea una oportunidad para que nos preguntemos cuántos espacios de pensamiento creamos a diario en la escuela.

Cultura, identidad y desigualdad en la escuela ? Lo culto o la cultura, aquí, aparece vinculado con lo erudito, lo "civilizado", con un saber, incluso, no accesible a todos. En oposición aparece lo popular, la "barbarie". La escuela sería aquel espacio donde se adquiriría esa cultura considerada erudita, sería el espacio para "civilizar". En este sentido, debía dejarse fuera del ámbito escolar cualquier tipo de saber que no correspondiera a la Cultura (con mayúscula), la alta cultura. Esta definición de lo culto deja fuera cualquier producción que no se corresponda con la idea hegemónica y dominante respecto de la cultura.2 Resultado de las luchas que han seguido distintos grupos sociales, categorías como género, raza o etnia comenzaron a aparecer con más fuerza para pensar y estudiar la desigualdad social y educativa así como la misma idea de cultura escolar. De modo que, en el presente, se ha puesto en cuestión la formación escolar en términos de la configuración de una identidad homogénea que esconde otras formas de la cultura y produce desigualdad. Así, es posible reconocer una tendencia a pensar a la identidad como un proceso en construcción. En este sentido se piensa a la identidad como algo inestable que puede ser objeto de múltiples cambios y reconfiguraciones a lo largo de la vida a preocupación de Taylor radica en encontrar una política de reconocimiento que atienda tanto a las demandas de igualdad de los individuos y grupos en las democracias modernas como al reconocimiento de las particularidades y de las diferencias que presentan las distintas comunidades. quello que se plantea como política cultural de la diferencia refiere a la necesidad de dejar entrar en la escuela otras voces, otras formas de pertenencia y de construcción de la identidad cultural y por tanto de participación s Reconocimiento e igualdad. ¿De qué hablamos cuando hablalnos de diversidad cultural? : la identificación y el reconocimiento de esas diferencias culturales no necesariamente implica poner en cuestión que en general las minorías culturales también están afectadas por la desigualdad social. Por lo que no solo se trata de identificar la diversidad cultural, sino de ver cómo esa diversidad se traduce en pobreza y marginación social. multiculturalismo señala lo siguiente: hasta qué punto la consideración de los distintos grupos culturales de modo equivalente o la condición de igualdad de esas construcciones culturales no hace más que esconder la diferencia constitutiva del capitalismo -el acceso desigual a la distribución de la riqueza. En este sentido, Zizek propone que [... ] la forma ideal de la ideología de este capitalismo global es la del multiculruralismo, esa actitud que -desde una suerte de posición

global vacÍa- trata a cada cultura local como el colonizador trata al pueblo colonizado: como nativos cuya mayoría debe ser estudiada y "respetada" cuidadosamente" Se trataría de tener en cuenta que, si bien la pertenencia a una deterlninada clase social cumple un papel fundamental en la distribución de los bienes simbólicos y materiales, es posible identificar en la sociedad y también en la escuela que la distribución social de esos bienes se produce atendiendo a diferencias de raza o género. De este modo, sin negar el necesario reconocimiento, es importante recordar que muchas veces esas diferencias se traducen en derechos y privilegios de unos grupos por sobre otros, en la constitución de grupos que acceden a jerarquías diferenciales en la estructura ocupacional e, incluso, política La idea de tolerancia abre también la pregunta de quién tolera, quién tolera a quién, por qué ese tiene que ser tolerado. Dicho de otro modo, quién es el que se ubica en la posición de tolerar y a quién se ubica en la posición de ser tolerado. Frente a esto quizá sea bueno que nos preguntemos por los modos a través de los que esas diferencias se traducen en desigualdad, en relaciones donde un grupo se vuelve hegemónico; esto es, cuando un grupo social logra que sus propias visiones del mundo se transformen en las visiones del mundo válidas y se imponen a la totalidad social como lo único válido Identidad y currículo

Clase del 13 de mayo del 2020 Trabajo asistido cambia Debates conteporaneos del currículo 70´s y 80´s La infancia como categoría móvil, según unas necesidades que ahan formado el concepto, aun hoy sigue en cambio. Infancia del ayer- infancia del hoy: avance tecnológico, cercanía de los estudiantes la información Se situa la infancia en un lugar ,su desripcion como labor fundamental de la escuela; validar de la formación escolar Siempre hay un punto de enunciación adulto. Infancias:

Modo de estatus quo como la formación de las subjetividades Pensar la infancia desde la diversidad: bajo sus contradicciones- como léxico de desigualdad La categoría inmóvil, como los derechos que abarca esta época de la vida Las condiciones que se tiene en el acceso a la cultura, desigualdad. Las condiciones de subsistencia condicionan las formas en que se adquiere una educación

La juventud: proyección de

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